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- La desaparición de la reina Gaeul ³⁵

No es secreto que la reina Gaeul, esposa y omega de Jang Wonyoung, haya muerto.

La reina Jang solamente vivió con eso mientras dirigía su reino, no había motivación para hacerlo bien, no había alguien que la guíe, ni alguien que le de buenos consejos para hacer del reino Jang un buen reino.

Ella quiso cambiar ese reino para bien, mucho más cuando Gaeul la aceptó como alfa solo con la condición de esforzarse en mejorar y ayudar a mejorar a los demás. Pero Jang Wonyoung ahora estaba sin motivos reales para mejorar.

O eso pensaban.

Ahora la alfa Jang estaba en su despacho, el cual mayormente usaba para dormir incómodamente, pero ahora revisaba algunas cosas que le llegaron a nombre de ella, unas cartas tanto del reino Kang como del reino Im.

Jang Wonyoung pensó en desechar la del reino Im, pero tenía curiosidad de qué podrían haberle mandado.

La de Kang la tenía que leer, sí o sí, para no tener más problemas. Estaba desesperada y desgarró la hoja de un lado para poder sacar la carta que estaba dentro del sobre, donde decía las misma palabras que en su mente esperaba.

— Kang —con un odio inconmensurable susurraba aquel apellido que era su pesadilla y su más grande odio pero al que tenía que ayudar si quería conseguir algo. Tanta búsqueda fue en vano porque Kang fue el culpable. Leyó completamente hasta el final donde decía las últimas palabras de aquel reino hacia ella en la carta.

'Me despido, Kang Seulmin.'

Eso solo significaba una cosa, que el rey ni siquiera podía escribir o ya había muerto. A Jang le traería una felicidad que ya haya muerto, porque una persona tan escoria como él debería morir de la forma más lamentable y miserable que exista.

Notó la diferencia entre una carta Kang y una carta Im, donde la carta Kang era amarillenta con manchas de suciedad, y la carta Im blanca brillante con el logo del reino Im y el nombre 'Reina Jang Wonyoung' en la esquina. Era notable. Incluso el daba pena destrozarla pero, aún así, abrió con brusquedad la carta del reino Im y leyó su contenido, confundiéndose de inmediato.

Hace una semana o menos había estado haya por el baile Myoui al que fue obligada, por el reino Kang, a asistir.

¿Por qué le decían que asistirá de urgencia a otra reunión?

Según ella ya se habían dado por vencidos y ya se lo comunicó al rey Kang. De hecho, el reino Kang ya estaba alistando todo para dar un golpe y acabar con todo de una buena vez. Jang no quería participar en nada de eso pero le fue inevitable, quería algo.

La carta decía que asistiera lo más pronto posible.

Miró el retrato en la pared, que consistía en su esposa y en ella misma posando como recién matrimonio. Gaeul solo había sido una chica de alta sociedad, dueña de varias cosas en el reino Jang por herencia, una omega a la cual una pequeña princesa Jang Wonyoung no pudo resistirse y cayó por ella. Lamentablemente sucedió y ya no la tenía a su lado, pero había alternativa.

Suspiró pensando un poco y tomó algunas cosas para irse.

#♡>☆

En el reino Im, se encontraban los reyes Im platicando algunas cosas con la princesa Son, discutían muchas cosas sobre la situación del reino. No querían que estuvieran alterados pero tenían que dar aviso que tenían que refugiarse en sus casas por si en cualquier momento el reino Kang hacía algo impulsivo.

— Necesitaría dar un aviso ahora, no mañana, ahora —la princesa Son no encontraba por qué esperar, cree que será mejor que se enteren antes.

— Mañana. Debo hacer un discurso elaborado para poder mantener la calma y no dejar que se hagan alteraciones entre el reino —el rey omega trataba de dar su punto pero para la princesa Son no tenía sentido, y estaba segura que su amiga Mina o Nayeon tendrían la misma idea si estuvieran allí.

— Sería mejor ponerlo en el periódico, llega a todas partes. Un aviso en grande en papel que todos compran en las mañanas, para mañana todos comprarán lo que necesiten y se encerraran —comentaba apuntando a su mano, solo dando más su punto con una seña.

— Puede crearse un caos por la cantidad de personas comprando —la reina Im hablaba, notando que efectivamente podía haber personas que querrán tener de más en sus casas para mantenerse bien los días cuales fuesen.

— Para eso habría caballeros vigilando por todo el reino. Dando más seguridad y calmando a algunas personas, así como ayudando.

Y mientras la discusión seguía, dos chicas estaban afuera comiendo de un buen y merecido dulce. Momo esperaba pacientemente a que la reina Jang llegara porque era su trabajo por ese día, y Sana acompañana mientras le daba dulces.

Hace un rato estaban Haru haciéndoles compañía, pero tuvo que irse con Hikaru cuando iban a ver asuntos en la casa Myoui.

— ¿Tú crees que se decidirán? —preguntó Momo refiriéndose a los reyes Im y a la princesa Son.

— No —le contestó Sana.

— ¿Crees que la guerra se salga de control? —preguntó mirando los ojos perdidos de Sana.

— No —Sana le dió la misma respuesta.

— ¿Crees que Mina esté junto a la princesa Im? —preguntó, esta vez sabiendo que Sana le contestaba lo mismo sólo por contestar.

— No —se veía bien que ni prestaba atención.

— ¿Crees que la princesa Son me tomaría un cortejo? —preguntó algo que en realidad sí quería saber.

— No —Sana contestó, pero abrió bien los ojos y se volteó inmediatamente para ver a su amiga alfa— Espera, ¿qué dijiste?

— No, nada. No me escuchabas de todos modos —le contestó tomando su venganza.

— ¡No, no, no, y no! ¿¡Qué me dijiste, Hirai Momo!? —Sana exclamó, sonriendo por querer escuchar de nuevo la última pregunta— ¡¿Qué dijiste? —exigió sacudiendola con entusiasmo.

— ¡No dije nada! ¡Quitate! —Momo sintió como Sana se subía a sus muslos solo para exigirlo en su cara, tomándola del cuello de la camisa para sacudirla, como si eso le sacara más información a la alfa.

— ¿¡Qué cosa dijiste!?

— ¡Que nada, gusano mocoso! —se quejó, intentando quitar bruscamente a Sana fuera de su cuerpo, pero la beta se mantenía con una sonrisa exigiendole respuestas.

— ¡Dime! —exigió en alto haciendo que Momo ya respondiera.

— ¡¿Qué si crees que la princesa Son me tomaría un cortejo?! —preguntó enojada por ser bruscamente movida, pero antes de que Sana se burlara y se emocionara por ello, otra voz apareció.

— Yo creo que sí. A ella le gusta tu aroma a fresas, es su aperitivo favorito. Pero primero, para cortejarla, debes quitarte a la otra beta que tienes en las piernas —la princesa Son apareció con una sonrisa divertida y una voz que soltaba alegre las palabras— Hasta entonces, creo que te seguirá ignorando —comentó para luego irse de allí.

Ya había hablado con los reyes Im y quedaron de poner en el periódico el aviso ya para que en pocos días pueda circular la noticia, pero cuando salió se encontró con la escena que la divirtió.

Momo siendo sacudida por un tornado llamado Sana que sonreía y le exigía, hasta soltar la pregunta que no le sorprendió mucho.

En la semana ya ha descubierto que la alfa Hirai la miraba varias veces.

— ¡Quitate, tonta! —Momo empujó de su cuerpo a Sana para cumplir con lo de la princesa Son.

— ¿Tonta? ¡Se lo voy a decir a Mina! —Sana no le gustaba que la empujaran, obviamente.

— ¡Me da igual! —contestó la alfa con el ceño fruncido pero luego cayó en cuenta de la magnitud si Mina se entere. Le dirá un discurso bien aleborado con buenos argumentos de los cuales son para no cortejar a la princesa Son ya que están en medio de una guerra y puede haber desastre si se desconcentra de la situación— ¡No! ¡Espera, Sana! —la beta corrió, riendo mientras detrás la alfa la siguió para callarle la boca.

#♡>☆

Sólo en la noche fue que la reina Jang apareció por el castillo Im, con un rostro nervioso y confundido, mientras la misma niña alfa, de la anterior vez, la guiaba.

Los pasillos del castillo Im eran muy diferente a los propios y entonces el ambiente era completamente distinto.

Sólo fue hasta que llegó junto a los reyes Im que se puso más nerviosa de lo que ya estaba, las miradas serias de los reyes no eran nada bueno y mucho menos que la dirigente Myoui y la princesa Mina estén a sus costados.

— Puede sentarse, reina Jang. Tenemos que hablar extensamente —el rey Im le dió permiso amablemente mientras intercambiaba lugar con la dirigente Hikaru, y la reina Im cambiaba de lugar con la princesa Mina.

A la alfa Jang, el rey Im se le hace parecido a su esposa, Gaeul en la relación era la que hablaba más y parecía siempre resolverle los problemas sin siquiera intentarlo, como el rey Im con su esposa. Le traía una sensación de melancolía.

— Si puedo ir al punto, ¿qué era lo urgente? —la reina Jang preguntó intentando terminar lo más antes posible.

Había dejado sus manos en la mesa para moverlas por la madera, pero unas fuertes manos agarraron sus muñecas y las llevaron fuertemente hacia atrás para dejarlas detrás del respaldo de la silla.

— ¿Mh? —desconcertada volteó hacia atrás y a todos lados intentando ver qué pasaba pero solamente recibía las mismas miradas de los reyes Im y las Myoui.

No se había dado cuenta que detrás de ella estaban Hirai Momo y Minatozaki Sana, esperando el momento en que Mina hiciera una seña para tomarla de las manos y amarrar ambas muñecas juntas por detrás.

— ¿Qué es esto? —se murmuró entre dientes intentando zafarse pero solo recibió que unas cuerdas se pusieran fuertemente en sus muñecas y se amarraran todo lo que pudieran— ¡¿Y esto por qué?! —preguntaba pero temía que la respuesta fuera su sospecha.

Los reyes se miraron entre sí, luego ambas Myoui se levantaron para sentarse cerca de la alfa Jang y empezar con el interrogatorio que tenían preparado. Bueno, el que la princesa Son tenía preparado porque ésta entró con una libreta en mano y se la dió a la dirigente Myoui.

— Queremos saber con qué cosa la esta amenazando el rey Kang como para que los ayude en esta guerra —la dirigente Myoui le preguntó directamente, mientras la reina Jang era tomaba de los hombros para que se enderece. Momo también tomó un puñado de su cabello y jaló ligeramente hacia atrás para que levantara la cabeza, no lo jaló mucho pero sí lo suficiente para que pudiera verse su rostro en pánico por la pregunta.

La alfa Jang miró a todos lados y solamente se dió cuenta que no podía escapar, pero tampoco podía decirles porque pondría en riesgo a lo que quiere.

— N-No puedo decirlo —tartamudeó un poco y bajó la mirada intentando pensar en que solamente se cansarían si lo sigue repitiendo.

— Reina Jang, se lo volvemos a repetir. ¿Con qué la amenaza el reino Kang? —la dirigente Myoui volvió a preguntar mientras la habitación quedaba en silencio.

Jang se la pensó mucho. Tenía la posibilidad de que pueda hacer algo bien, pero otra posibilidad de que todo salga mal y que se arrepienta muchísimo.

— ¿Me ayudarán? —murmuró su pregunta, como una súplica triste que todos miraron con sorpresa, pues la reina Jang nunca se doblega así.

— ¿Cómo? —la dirigente Myoui cuestionó.

— ¿Me ayudarán?

— Depende de lo que sea. Si usted aporta y nos ayuda podemos verlo de una perspectiva diferente y así verificar que usted está siendo obligada —la princesa Mina le informó mientras mantenía la libreta en la mesa y su mano a punto de escribir.

Entonces la reina Jang encontró una mejor opción allí, de repente viendo que podía hacer otra cosa mejor.

— C-Creo que saben que hace seis años yo perdí a mi esposa, en un secuestro —el relato dejó a los presentes desconcertados un poco, pero Mina empezó a escribir todo.

— Fue noticia que nos llegó y ayudamos a investigar, sí —la reina comentó asintiendo.

— Sí, sí, sí. Mi esposa una semana después apareció desfigurada porque la mataron quemandola viva —a eso todos parecían estar muy disgustados con al escena que se les vino a la cabeza, pero la reina Jang era la más afectada, teniendo sus ojos cristalinos por el recuerdo.

Lo que pasó hace exactamente seis años con unos meses fue algo que sorprendió al reino entero y lo puso de luto.

Un día en aquel castillo fue que despertaban ambas reinas pero solo la alfa se levantó a hacer algunos asuntos, mientras que su esposa terminó en cama descansando más. Cuando la alfa regresó ya no estaba su esposa y por más que la busco, no la encontró. Cuando tardó una hora sin encontrarla, y que la conexión que tenían estaba doliendo demasiado, fue que alertó a todos a que la encontraran.

Solo hubo una nota burlona que decía exactamente:

'La reina Gaeul es mucho más bonita debajo mío, la prefiero como mi omega. Espero no le moleste, reina Jang.'

Al final con una carita feliz o burlona que la reina Jang odió. No había firma así que no supieron exactamente quién fue. En todo el reino Jang se buscó por día y noche a la esposa de la reina alfa del reino pero no la encontraron.

— No la encontraron viva, porque en realidad nunca la encontraron —la reina Jang contó sintiendo sus ojos picar— Ese cuerpo era de alguien parecida en la forma y yo sabía porque todavía podía sentir mi marca junto a ella.

Su cuerpo en aquel tiempo podía seguir sintiendo sensaciones que su pareja sentía en dónde sea que este, y trataba de llamarla comunicándose pero no era mucho lo que recibía, ya que posiblemente estaba muy lejos. Aunque vió aquel cuerpo supo que no era ese. Se dió por vencida cuando su esposa ya no le contestaba ni llamaba por el vínculo que tenían.

Ahí fue cuando el reino calló en un manejo malo donde ahora no era muy buen reino.

— Solo fue hasta hace poco que ya no sentí su marca, porque la marcaron frente mío —tristeza, rabia, impotencia, frustración. Realmente se podía sentir muchas emociones saliendo de la reina Jang— El rey Kang me dijo que urgentemente me necesitaba en su reino para darme información sobre mi esposa, y no dude mucho en ir. Pensé que la tendría de nuevo... pero resultó que él la secuestró porque su plan estaba hecho con mi ayuda, o más bien, con la de mi reino.

En aquel tiempo la reina Jang llegó apresuradamente y el rey Kang la guió hasta los calabozos del castillo, donde estaba la reina Gaeul desesperada porque sentía a su esposa más cerca que los últimos años.

Lo que Jang Wonyoung vió le rompió algo dentro suyo, porque su esposa no solo estaba más flaca y poco nutrida, sino que parecía temblar de frío mientras respiraba rápidamente, todo mientras un alfa estaba detrás de ella tomándola del cuello para que tenga la cabeza alzada.

El rey Kang le dijo que le ayudara contra el reino Im en la guerra, pero Jang se negó porque era una regla estricta en su familia. Nada de guerra. Pero cuando expusieron a Gaeul de la parte derecha de su cuello y el alfa Kang Seulmin se acercó a su cuello con sus colmillos sobresaliendo, se arrepintió de no aceptar.

Por más que pedía que no lo hicieran, que suplicara piedad por su esposa, y que decía que los ayudaría con lo que pudiera, el rey Kang dió la orden a su hijo de marcar a la omega de Jang, la misma omega que soltó un grito desgarrador cuando colmillos se encajaron en su cuello. El mismo grito desgarrador que soltó la reina Jang cuando el príncipe Kang marcó a su omega.

Y para rematar la hicieron ver la escena de rodillas mientras su esposa sufría por tener una marca que obviamente su lobo interno quería rechazar completamente, lo que no pudo porque no era tan fuerte.

— Ahí fue que tuve que ayudar porque me dijeron que, la próxima vez que me negara, la violarán y matarán frente mío —la mano que sostenía su cabello se fue desde hace mucho, así que tenía su cabeza gacha mientras lloraba. No se había dado la libertad de llorar aún cuando supo aquello— También me prometieron que la colgarán en la torre conocida de mi reino para que todo el pueblo Jang pueda verla muerta, si es que yo lo traicionaba.

Si es que Jang traicionaba a Kang, lo mismo que acaba de hacer ahora al contarlo.

El silencio solo era roto por los sollozos que causaba la alfa Jang.

La historia fue algo que no se habían imaginado, pues pensaron tal vez que fue un soborno o un trato solo por diversión pues ambos reinos eran parecidos. Pero fue que secuestraron a su esposa.

— Reyes Im —la reina Jang llamó, haciendo que la atención regresara a ella— Ayuden a mi esposa, por favor. Si no me ayudan a mí, ayudenla a ella. Es inocente de todo y está sufriendo allá —su voz quebrada pudo hacer a todos tener compasión por ella, por su situación.

Momo la desató cuando el rey Im dió la orden de quitarle las cuerdas.

— No pensamos en que podría haber una razón más grande en su ayuda con el reino Kang, pero en esta es un hecho que vamos a sacar a su esposa de allí —Mina aseguró mientras la alfa Jang suspiraba más aliviada. Ambos reyes Im la miraron sabiendo que hay más— Con la condición que mejore al reino Jang y para eso estar en alianza con el reino Im —a eso la alfa Jang protestaría pero era más que justo.

Se trataba de su esposa por mejorar su reino, estaba relamnete bien.

— Creo que ahora solamente arreglaremos algunas cosas de cómo nos ayudará la situación de que el rey Kang no sabe que sabemos sobre usted —sonrió de lado la omega Myoui y más cuando la reina Jang alzó su cabeza decidida a decir de todo.

Ya estaban atrapando a Kang, poco a poco.

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