- Final del enfrentamiento. Asunto Kang ¹⁵
En el campo, mientras Jeongyeon y Sana amenamente cruzaban palabras, daban sus comentarios sobre la pelea y algunos temas más, Momo en su forma lobuna buscaba a Mina con paso sigiloso y cohibido de no pisar nada que haga el mínimo sonido.
Aunque la tierra hacía uno mínimo y su respiración otro.
Sin saber, pasó justo al lado de la omega pelicorto y ésta la había captado por sus rugidos inconscientes y el crujiente sonido de las pequeñas piedras y la tierra. Momo miró a, lo que consideró, todos lados pero siguió sin verla, pero la conocía y sabía que allí estaría. Así que tenía en cuenta que podría ser atacada por la espalda.
La siguió buscando mientras Mina se posicionaba.
Por otro lado, estaba Hikaru siendo sometida a una llave dolorosa por Haru quien, al contrario de su rostro siempre dulce, tenía su rostro serio y severo con la respiracion acelerada, intentado que Hikaru se rinda sin romperle un brazo.
— ¡Ahh! —soltó el primer grito la beta mientras Haru calculaba cuánto faltaba para que su brazo se tuerza, esperaba que la rendición de Hikaru llegara pronto o tendrá que quitarle la llave, o por lo menos aflojar— Maldicion —siguió por más tiempo aguantando.
Tenía el corazón bombeando a todo dar mientras su respiración estaba entrecortada y su cara pegada al suelo haciendo que, por el sudor, la tierra se pegase en su mejilla y que casi probase un poco de esta. Haru seguía con la misma expresión severa casi dandole a entender que le iba a fracturar el brazo pero, aunque sabía que no lo haría, sí le traería gran dolor.
Sus piernas intentaron desesperadamente patear cualquier parte del cuerpo de la omega pero no lo lograba y dejó caer su cabeza completamente al suelo para respirar con dificultad y complacer a Haru con la palabras.
— Me rindo. Sueltame, maldita sea —voz cansada y aguda llegó a los oídos de Haru quien soltó el cuerpo de la beta lentamente para que no se lastime— Por un momento pensé que moría —exageró quejándose mientras dejaba caer sus extremidades como peso muerto al suelo y recuperando su respiración junto a su más calmado bombeo de corazón.
— No te rendías, Karu —salió más burlona y dulce de lo que quería ser pero aún así el Dios una palmadita en la cabeza a su prima beta, y ahora era buscar a Momo para intentar eliminarla y tener su gran deseada pelea con su prima omega, Mina.
— ¡Estoy fuera! —escuchó Haru el grito de su prima beta y sonrió con orgullo.
Haru no conocía el tipo de pelea de Mina, ni Mina el de Haru. Era perfecto.
Y las encontró fácil.
Mina y Momo habían empezado a luchar cuando la omega saltó en contra de ella a su lomo cuando la loba estaba de espaldas y concentrada en un ruido al lado contrario donde Mina lanzó un poco de tierra. Pero, al contrario de Sana, la omega la tomó del cuello y con sus piernas rodeando su estómago para no soltarla ni dejarla mover como correspondía las patas traseras a la loba.
— Pareces un toro —se burló cuando la loba estaba saltando mientras encorbaba y enderezaba su espalda una y otra vez con la intención que Mina salga de su espalda. La omega recibió un gruñido frustrado de parte de la alfa— ¿Quieres que te diga 'Olé'? —preguntó con una sonrisa, mientras Momo discretamente se dirigía a una roca, quería hacer chocar su espalda allí para que Mina recibiera el golpe.
Y claro que lo recibió, se quejó en alto y maldijo, claramente disculpándose por maldecir pero no se soltaba de Momo aún cuando más golpes llegaron.
La loba seguía saltando y estrellándose contra la roca haciendo que se canse más fácil y rápido por el peso extra en su lomo.
— Seas tonta —dijo para luego hacerse para atrás, tomando el cansancio de la loba como ventaja y haciendo que cayera arriba de ella, inmovilizandola con las piernas y abrazando su cuello con los brazos.
Apretaba cada vez más, ahogando a la bestia mientras ésta, con sus patas delanteras, intentaba rasguñarla.
Momo se frustraba soltando rugidos y gruñidos mostrando sus grandes dientes blancos, hasta que dejó de gruñir y dejó caer su cuerpo.
Se convirtió de nuevo en su forma humana solo para estar completamente desnuda.
Mina, conciente de esto, con su pierna tapó la entrepierna de su amiga lo más que pudo sin tomarse el tiempo de incomodarse por sentirlo erecto por la adrenalina y excitación del momento de la pelea, y con su brazo rodeó su pecho tapando sus senos pero con el otro seguía apretando su cuello. Momo aún no se rendía.
— Me ri-rindo, no quiero p-pelear desnuda —confesó con voz cortada y cansada, mientras la omega intercambiaba posiciones para ponerse encima de Momo y taparla lo más que podía con su pequeño cuerpo. Quitó su suéter que le servía para no quemarse del sol aunque este estaba bajo, y se lo echó en el cuerpo a Momo tapando solo sus partes intimas.
— Buena elección —fue lo que dijo para volver a irse, sin antes ver a Sana -la cual tenía puntos en el cuello de color rojo y morado- trotando junto a una capa la cual la usó para rodear el cuerpo de la alfa y caminar ya.
— ¡Estoy fuera! —gritó Momo y Mina despareció de allí por completo.
Iba a volver a esconderse pero Haru había visto la pelea entre las dos y la seguía con la mirada. Mina la captó por un pequeño ruido con zapatos en lo alto de una pared y tambien en la sombra leve que reflejaba en el suelo.
— Hola, linda —saludó cuando Mina la miró inmediata y directamente. Le sorprendió un poco la facilidad y calma con la que volteó pero solo sonrió dulcemente.
— Hola... —alzó su mano y la sacudió lentamente.
Haru esperó abalanzarse a ella pero no esperó que Mina en menos de un segundo desapareció dejando un poco de polvo alzado cerca del suelo al correr con una velocidad envidiable.
— ¿Eh? Oh ¿Qué?... Maldición —se le había perdido y solo causó que mirara a todos lados. Casi se sentía como Hikaru cuando Haru la confundió en la pelea, estaba realmente confundida e impresionada por la rapidez y agilidad de su prima omega.
Con paso trotando intentaba encontrar a la omega mayor pero no lo hacía y al parecer, su prima había echo su técnica contra ella; escuchaba ruidos por sus alrededores y estaba más frustrada que confundida. Haru miró a todos lados, por la paredes, las rocas, del ángulo donde caía la tierra o piedras, de las ruedas e incluso muchísimas veces detrás de ella.
No encontraba nada.
A lo lejos, Hikaru se reía a carcajadas de ella junto a Momo.
Mientras Sana hablaba con Jeongyeon y veían, intercambiando palabras o expresiones, a la próxima confrontación.
Los caballeros y sus amigas podían ver a Mina escabullirse y correr por el circulo de presencia de Haru mientras ésta se enojaba y frustraba. La observaban impresionados, y la capitana ya no creía en ninguna esperanza de ganarle a la omega si es que tenían un enfrentamiento. Era demasiado rápida y ágil, dejaba polvo donde estuvieron sus pies.
Pero, mientras Haru se cansaba de pensar, Mina se cansaba físicamente.
Y sería bueno para Haru, pero ésta solo estaba pensando en dónde estará o cómo atacará su prima.
Mina se decidió por atacarla cuando miraba la lado contrario pero la omega menor sintió el aire chocar con su nuca y volteó su cuerpo rápidamente hacia atrás, ocasionando un ataque frontal.
Mina tenía el pecho bajando y subiendo mientras tomaba del cuello a Haru y la presionaba contra el duro suelo.
— ¡Mierda! —lo dulce ya no estaba, su rostro siempre lindo y limpio de suciedad estaba con polvo y manchas de tierra por el sudor que hacía que se pegase allí. Seguía siendo adorable pero ahora Mina no pensó en eso.
La ahogó olvidando las extremidades de Haru quien le copió y también puso las manos en el cuello de la mayor. Estaban ahogándose mutuamente por sus brazos casi o igual de largos de la otra.
La omega menor pateó el abdomen de la contraria, pero solo logró que ésta usara sus piernas para inmovilizar las suyas.
Quedaron quietas. Mina cansada físicamente de esconderse, correr, ser ágil y tirar cosas e ingeniárselas de estrategia. Estaba muy cansada que solo apretó lo suficiente para dejarla allí, inhala y exhalaba lo más que podía.
Haru estaba inmovilizada de la parte inferior de su cuerpo pero sus manos intentan ahogar un poco a Mina pero cuando vió que esta descansaba y no apretaba tanto, hizo lo mismo. Aprovechó para dejar bastante presión en el cuello de la mayor y respiró como podía ya que las manos en su cuello se lo dificultaban levemente.
Y ahí estaban ambas, jadeando, recuperando en aire, descansando, una arriba de la otra mientras querían ahogarse como podían. Ambas cansadas de pelear pero seguían allí.
La pelicorto no se contuvo y, al último jadeo, se rió de la situación de ambas recargando la frente en el hombro de Haru para reírse mejor y luego escuchar en su oído la risa de la menor, quien la seguía sin entender mucho pero dándole gracia que la mayor riera en esa situación.
— ¿Te crees un maldito bufón o cómo? —Mina se sorprendió por el vocabulario pero entendió que Haru estaba cansada y decía cualquier cosa, a veces también le pasaba a ella.
— Tal vez.
Y, tomando la fuerza que le quedaba, volteó a Haru sorprendiendola mientras llevaba un brazo hacia atrás y aplastaba su espalda contra el suelo, intentando que la menor se rindiera de una vez.
— ¡Linda. Era una distracción! —acusó Haru mientras gruñía por el dolor que se propagó por su hombro, espalda, hasta el codo y un poco al cuello— ¡Traidora! —seguía acusando divertida pero luego soltando una gran queja por la presión en su espalda y el levantamiento de su brazo.
Mina rió un poco para luego hacer más presión y quedarse allí, quieta, observando el dolor de la menor quien intentaba hacer algo pero la tenía inmóvil, solo pudiendo mover sus pies y muy poco.
— No. Realmente me quería reír pero me sirvió.
Haru la miró por sobre su hombro y le gruñó, había perdido contra su prima.
— ¡Me rindo. Quítate! —en igual de ella con Hikaru, Mina con cansancio la soltó inmediatamente haciendo que su brazo termine contra el suelo de golpe— Pero cuidado con la mercancía —parecía que cansada era más quejosa.
La pelicorto se acostó a su lado como estrella, con brazos y piernas estiradas, y descansó mejor.
Se les recibió por aplausos y unos cuantos gritos desde otro lado. Ambas voltearon para ver cansadas a el grupo de alfas. Pasaron la mirada y vieron a las demás.
Hikaru se reía y sonreía, Haru no supo si de burla contra ella o de orgullo hacia Mina
Mitad y mitad se podría decir.
Momo y Sana solo le sonreían mientras comían algunos dulces -seguramente robados- . Mina desvió la vista hacia la cara desconocida la lado de ellas, no tan desconocida porque abrió los ojos en grande y se sentó en el suelo.
— ¿Yoo? —se preguntó viendo desesperadamente a todos lados y ahí estaba.
Im Nayeon, había terminado el desayuno y había visto casi desde el principio la pelea, en lo alto de una torre que se usaba para mayormente ver le desempeño de los caballeros desde lo alto. Pudo ver todo... ¡Absolutamente todo!
Mina la miró completamente atenta, ocasionando que pudiera ver la leve sonrisa que la princesa le dedicó. Le dió la espalda no sin antes devolverle la sonrisa pero no queriendo que vea su sonrojo y vergüenza.
— ¡Ahh! —gritó levemente para ella misma mientras Haru la miraba curiosa.
— ¿Qué pasó?
— La princesa vió toda la pelea —susurró con voz aguda aunque ni siquiera tenía conciencia de si había visto todo el tiempo el juego que ellas consideran divertido.
— ¿Eh? ¿Cómo? —Haru se casi desnucó por buscar a la princesa Im y la encontró en la torre más alta viendo con una sonrisa, o eso parecía a lo lejos.
La omega menor soltó una carcajada para luego dejarse caer acostada en el suelo riendo dulcemente. Paró en momentos, se sentó y miró a Mina con expresión confusa.
— Pero... ¿no es bueno? Digo, te vió salir ganadora de una pelea cansada —Mina la miró casi enojada pero Haru solo apretó sus mejillas esponjosas regresando a la relación dulce que tenían.
— Me vió abrazar y tapar a una Momo, alfa, desnuda —exclamó enfatizando 'alfa' logrando un silencio entre ellas hasta que Haru infló sus mejillas y cayó de nuevo al suelo para reírse, mucho más fuerte.
Haru siguió riéndose fuerte ante la mirada intensa de la omega mayor.
Mina se enojó y avergonzó, lo suficiente para irse de ahí y sentarse junto a Sana, inclinándose y tapando su cara con sus rodillas para que nadie note su rostro rojo tanto por el calor que tenía y por el gran sonrojo que le traía que la princesa Im esté interesada en ella de alguna forma.
Ninguna entendió su reacción más que Yoo y Haru, pero ésta ultima seguía convulsionado en risas en el suelo donde había perdido la pelea.
De hecho, Yoo había ido, a pedido de Nayeon, por agua y trapos por si acaso alguien -principalmente Mina- salía herida. La que salió herida fue Sana nada más mientras las otras con algunas marcas de ahorcamiento o golpes como Mina debía tener la espalda.
— Mira la torre alta —le dijo Mina entre balbuceos avergonzados.
Sana se tomó la molestia de verla unos segundos tratando de entender bien, y volteó hacia la torre cuando captó lo que dijo su amiga, teniendo la misma reacción de Haru porque a ella se le vino a la mente de inmediato el suceso de una desnuda alfa que Mina abrazaba.
Carcajeó, pero Mina "de juego" la empujó ocasionando su caída de la gran roca donde estaban.
Sana pegó un chillido-grito y se escuchó un golpe en seco, había caído de espaldas ocasionando un dolor pero se levantó riendo todavía.
Y la misma reacción con Hikaru y Momo... Hikaru tuvo el mismo destino aunque afortunadamente cayendo de rodillas y sosteniéndose de las manos.
Mina tuvo compasión de Momo, quien seguía desnuda con una capa rodeandola; había querido ver a la ganadora de la pelea y no se fue a vestir.
— Sabía que te gustaría ser nudista, pero no tanto —dijo todavía enojada y más por no poder hacer nada contra su amiga alfa.
— Tal vez me gusta que me mires tú —dijo divertida. Se levantó abrazando a la omega por al espalda, casi frotándose pero Mina, enojada, y más por lo que hizo, la empujó esta vez en serio haciendo que cayese de la roca.
Encima de Sana.
Sana supo lo que era que una alfa desnuda le cayera desde lo alto queriendo taparse lo más que puede. La atrapó tapando lo que podía y luego riendo junto a Momo avergonzada por la situación.
Incluso caballeros reían por poder verlas de ese modo. No desnudas exactamente, sino como personas comunes haciendo estupideces y bromeando entre ellas.
Ese día era mucho de risas.
#♡>☆
EN OTRA PARTE DEL REINO IM.
Mejor dicho, de risas en el castillo.
— Entiende, no podemos dejarla a su suerte. Morirá —intentaba convencer la alfa con voz seria mientras caminaba intentando convencer al doctor del hospital, le casi rogaba porque salvase a la omega Kang.
— Primero es autorización de los reyes Im —decía lo mismo casi en automático mientras tomaba unos papeles y caminaba de regreso a la sala.
La alfa apretó los labios para no decir nada indebido.
— Una carta les llegaría máximo en un día completo, no es fácil comunicar con los reyes y más cuando ellos se ocupan de bastantes cosas cada día —el doctor la miró severamente intentando pensar en algo.
El buen Cristopher era muy conocido por ser de reinos lejanos pero llegó al reino Im con la esperanza de ser buen doctor profesional en un reino como ese, pero tenía sus limitaciones y reglas. Atender a Kang Seulgi, princesa, sin autorización de los reyes era algo que estaba prohibido en él.
Pero la alfa tenía razón, trataba de hacerle entender que esa regla tenía que romperse o la princesa omega morirá por desangrado.
— Tengo un amigo que es tío de una sirvienta que tiene contacto con los reyes, es muy estricto con eso pero algo así me podría ayudar a contactarlos —la alfa lo miró esperanzada y el doctor suspiró— Puedo mantenerla viva mientras le pido el favor, pero no la trataré completamente. Tal vez los reyes no la quieren viva o cause problemas, y yo no quiero meterme en eso.
— Está bien, está bien —aceptó efusiva mientras ya no perseguía al doctor e iba con su esposa a decirle sobre ello.
En menos de una hora llegaba la noticia a Kim Dahyun, de su tío Kim Seungmin, por pedido de el amigo de éste, que era doctor reconocido en le reino y muy bueno.
La omega lo miraba seria aunque su cabeza estaba revuelta, solo tuvo un descanso donde podía salir un rato como persona común. Después de acompañar a Nayeon a ver el juego de la señorita Mina y cercanas, había recibido un descanso de dos horas de parte de los reyes, lo aprovechó para ir a visitar a su familia completa.
Donde su tío le daba la noticia en privado, ya que no querían que más gente se enterara hasta decisión o acción de los reyes.
— Lo sabrán de inmediato —ignorando que le quedaba una hora y media más, partió al castillo de nuevo con paso rápido.
Su respiración estaba acelerada por casi correr desde la entrada y varios kilómetros de caminar por todos los pasillos y abrir puertas intentando encontrar a los reyes.
— Sus majestades —llegó todavía respirando inestable pero intentó calmarse e hizo una reverencia.
Estaban en el despacho de éstos, hablando con la princesa Im. Quedó con la boca abierta sin decir ninguna palabra por no saber si decirlo en la presencia de su amiga.
— ¿Sucede algo, Kim? —preguntó la reina al verla entrar de repente y sin siquiera tocar, algo inusual de parte de Kim.
— Ehh... —miró directamente a Nayeon, ocasionando que los reyes entendieran.
— Nayeon, ¿qué tal si acompañas a los Myoui a la salida del castillo? Escuché que ya se iban —propuso el rey Im intentando persuadir pero Nayeon lo miró seria, casi enojada.
— Ya hablamos sobre eso, tengo que saber cosas importantes junto a la señorita Mina —obviamente desde lo último con el reino Kang, la confianza que apenas tenía en sus padres, se disminuyó o acabó.
— No debe ser nada importante —Kim hizo una mueca a lo de el rey.
— Si me lo tratan de ocultar, es porque es importante —Nayeon seguía firme, aunque moría por ir y acompañar a lo que es su prometida hacia la salida del castillo y despedirla junto a su familia.
Los reyes miraron un rato a Nayeon, seguían intentando lograr el lazo familiar que tenían antes pero con tantas cosas ocultas no se podría. Tomaron una decisión.
— Está bien, Kim —el rey suspiraba— Dilo.
Dahyun tomó un pequeño respiro y miró directamente a los reyes.
— Hace solo unos minutos, un familiar mío me avisó sobre un paciente del hospital Song —miró de reojo a Nayeon que la miraba con atención
— ¿Hay algún desastre o inconveniente?
— Emm. Más o menos... La princesa omega, Kang Seulgi fue encontrada cerca del lago en la madrugada de hoy, a unos kilómetros de la frontera —no pudo mirar más que a los reyes quienes la miraban incrédulos, sabía de la amistad de Nayeon con la princesa Kang— Con heridas profundas y en la cabeza... Estaba casi muerta y piden su presencia o permiso para tratarla, ahora solo la están dejando viva.
¡Seulgi está vivita!
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