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- Baile entre almas ¹²

— Bien, solo calma, respira. Pecho firme, hombros hacia atrás, espalda recta, delicadeza pero destreza, —daba indicaciones la alfa— Cara relajada, ojos atentos. Tu rostro con la expresión que gustes, te miras bonita igual. —halagaba sonriendo— Temblores están prohibidos. Disimula tu cara de boba y tus manos ansiosas —Mina siguió paso a paso todo.

— Solo la estas presionando —comentó Riku apoyando una mano en el hombro de la omega Myoui— Solo se tú —aconsejó sonriendole.

— Esa plan está muy feo —Momo no lo decía en serio, solo estaba jugando pero también intentaba que Mina tomara la postura en frente de la princesa Im. Recibió un codazo en le estómago y rió.

— ¿En verdad son sus amigas? —Riku ya sospechaba cosas que no eran.

— Por supuesto —aseguró Momo— Estoy intentando que Mina se vea con postura en frente de la princesa, no como alguien inmadura hormonal con cara de boba, por más duro que suene —Momo se encogió de hombros mientras Sana le daba su apoyo asintiendo con una sonrisa.

— Bueno. Solo que recuerde la postura en clases de modales —dijo Riku obvio.

— ¿Nunca te has enamorado, verdad? —el alfa Myoui negó confundido— Nosotras tampoco —comentó como dato extra señalando a ella y a Sana— Pero Mina está enamorada y por ello olvidó las clases de postura —a eso la omega bajó la cabeza sonrojada.

— Solo iré y le pediré un baile —miró en dirección a la princesa Im, quien estaba amenamente hablando con una omega. Mina la recuerda como princesa Kang... ¿Seulyi? Algo cerca— Debe estar ocupada ahora.

Hikaru la miró incrédula mientras Haru rió por la inocencia de su prima, como la amaba y eso que apenas la conoció.

— La princesa nunca estará desocupada, si no te metes en su tiempo ella no podrá dártelo, por sus responsabilidades de ahora. Así son las cosas en la realeza —Mina pensó.

Si no te metes en su tiempo, no podrá dártelo.

Ella quería abarcar todo es tiempo, que solo tenga en mente a ella. Mina está conciente de su encanto, todos se lo hacen saber pero no es presumida. Usaría su encanto para penetrar la mente de la princesa y ahí quedarse siempre.

Solo espera que funcione, ya que, aunque normalmente un alfa o beta corteja siempre, ella quería cortejar y enamorar a la princesa, y también enamorarse más de lo que ya está.

Sorprenderla, maravillarla, apreciarla, amarla y enamorarla.

— Solo faltan minutos para el baile central, necesitas bailar con ella en el centro para dejar en claro tus intenciones serias —Haru le aconsejó, colocando sus dos manos en los hombros de su prima omega para darle un leve masaje que sí pudo destensar los hombros y cuello de Mina.

— Es que... Agh. Me es difícil solo verla. Quiero ir y realmente presentarme como se debe, pedirle un baile con las formalidades que se merece, y con la devoción que le tengo, mirarla —hablaba tan frustrada que Haru se compadeció, abrazandola por la espalda dando besitos en su nuca, cariñosa y afectuosa como siempre.

— Eres una hermosa y gran omega, Mina —halagaba Haru sonriendo, nunca veía mal un halago— La princesa Im estará bien con tu compañía y creo que estará agradecida que seas tú quien se lo pida, ya que es muy vergonzosa por lo que hemos visto —Hikaru y Riku asintieron a eso.

Sana y Momo se miraban intentando tener una respuesta si Haru estaba enamorada de su prima Mina.

— Solo falt-... —un cambio de ambiente interrumpió a Mina e hizo que su piel se estremeciera por el poco tiempo que le quedaba.

En el centro, los grandes reyes Im con ese amor que tiene desde siempre, empezaron a bailar como si nadie estuviera presente. Un baile realmente hermoso para dos almas profundamente enamoradas como lo son ambos gobernantes desde la juventud hasta el presente.

— Cuando los reyes terminen será mi turno de pedir a la princesa un baile —chilló Mina con temor. Estaba empezando a dudar de sus encantos y sus manos empezaron a temblar.

A lo lejos, no sabía que Nayeon junto a Dahyun y Jeongyeon la miraban intentando descifrar que pasaba y por qué la señorita Mina estaba tan alertada. Bueno, solo Nayeon, sus amigas sirvientas ya lo sabían.

O más o menos, Yoo y Kim suponían que es por el baile que le invitará a Im, ambas esperando como la, ¡oh, gran bella y encantadora omega!, se acercará a pedir eso a la princesa. Y no lo decían en sarcasmo, eh.

Incluso la omega tímida Seulgi notaba, con una sonrisa, lo boba que la alfa Im se miraba al dar su vista hacia Myoui omega. Y eso que Seulgi estaba a unos metros junto a su hermano quien solo se dedicaba a comer panecillos y a platicar con algunas personas que pasaban por ahí.

Regresando con Myoui, Mina sintió un ardor en el estomago así que se dedicó un minuto a acabar un vaso de agua y miró con ojos suplicantes como el baile romántico de los reyes empezaba a acabar, como si con esos ojos pudiera convencer al tiempo de que tardara un poco más.

Alguien podrá ganarle, no con Im, se refería a ganarle de bailar en el centro y ella quería hacerlo. Sabe bailar, por supuesto que sí, se le enseñó en clases de modales a cómo bailar con formalidad y elegancia. Su maestra era estricta con ello y se enseñó muy bien.

Se paró de su asiento decidida, atrayendo la miradas de Myoui y sus amigas.

Solo sus padres estaban socializando por ahí, probablemente dándole ánimos desde metros lejos. Jisoo se había dio en busca de algo por ahí y la encontró charlando con la hija de las reinas Park. Jin estaba comiendo muy agusto sus postres, tal vez dejando un huequito para la cena nada más.

Hikaru parecía querer irse pero se quedaba apoyandola. Mina no sabía su querer por ausentarse pero la dejaba así, no quería discutir de algo con ella ahora.

Tomó aire y se paró recta sin decir nada tomó caminata hacia donde estaba la princesa Im. La princesa alfa no le ponía atención por estar hablando de algo con sus dos sirvientas pero lo haría ya que su aroma a cacao y frío parecía captarlo. Su aroma no es fuerte, pero Mina se da cuenta que la linda alfa lo capta con facilidad.

Cuando la princesa Im olisqueó el aire con discreción, a Mina se le aceleró el ritmo cardiaco, eso podía confirmar más sus sospechas. Sintió su corazón voltearse al ver que Im se volteaba hacia ella.

Caminó sin dar expresión a la duda que tenía. Incluso alguna personas se apartaban de su camino cuando la vieron, y la omega estaba realmente nerviosa por los pares de ojos que miraban cada uno de sus movimientos. Abrumador pero calmante cuando recobraba por esa mirada marrón claro.

¿Por qué late tan rápido? ¿Por qué tiene ganas de llorar? ¿Por qué también quiere reír?

Su añoranza desde pequeña está allí, está parada tan hermosa como nunca pudo imaginarla, tan perfecta que se veía que ningún defecto encontró.

Y eso solo fue el físico.

Estaba casi a punto de descubrir cómo era por dentro. Lo descubriría en serio. Tomó la firmeza que le quedaba y se paró frente a ella mirando esa sorprendida mirada en ella.

Sonrió con falsa confianza, y hizo una reverencia, sin ninguna expresión en su rostro. Ignoraba completamente cualquier mirada a parte de la de la princesa Im

Nayeon tenía un revuelo en su cuerpo, se sentía realmente muerta y totalmente viva a la vez. Tenía a la bonita omega frente a ella en segundos, con realmente muchos pares de ojos observando.

Miró de reojo el apoyo de sus padres, y a Dahyun sonriendole con ánimo. No miró a Jeongyeon porque sabía que le estaba haciendo burla silenciosa.

Aunque no le importaría, porque realmente no le importa nada a su alrededor justo ahora. Le importa realmente esa mirada oscura con destellos de sentimientos que la hacen anhelante de ese color marrón.

Su majestad... —no supo por qué llamarla así si todavía no era reina pero le maravilló en exceso— ¿Me permite el baile de hoy? —Im se sintió extraña, que una omega le diga eso es extraño hasta para ella quien ha sido criada por igualdad.

Y su voz. ¡Su realmente hipnotizante voz! Por todo lo que más quiera, su voz era realmente encantadora y tierna. Como un susurro se dijo pero estaba casi segura que todos la escucharon.

Ella quería esa voz dirigida solo a ella.

Su lobo realmente saltaba en su pecho haciéndole saber lo gustoso que estaba por la situación, y ella esta vez a querido darle el gusto a él y a sí misma.

¿Pero un baile con ella? Por la Diosa Luna, si la omega le pide ir a donde sea ella lo hace aunque no la conozca del todo. Su corazón paró y aceleró cuando la pelicorto le sonrió tan dulcemente.

En su parte, Mina se sentía realmente nerviosa.

Nayeon sintió un vuelco en su cuerpo y creyó desmayarse en serio al verla allí frente a frente. Quedó un momento estática. Sentía al necesidad de aceptar e abalanzarse a dar un abrazo a esa pelinegra pero se calmó.

Tardó mucho, tanto que Mina tuvo muchas dudas que se disiparon al ver a Nayeon tender su mano y luego abrir sus labios para apenas susurrar unas palabras.

— Me encantaría, señorita Myoui —susurró con una voz apenas audible aunque juraba que muchos a su alrededor la escucharon.

Parecían el espectáculo del baile. Todas las miradas recaían en ellas pero voluntariamente las ignoraron. Ignoraron todo por ese momento.

Eran de la misma altura, Nayeon un poco más alta pero casi ni diferencia había. Eso hacía que Nayeon solo se sienta pequeña por la omega un año menor que ella.

Mina tragó saliva para apartar el nudo que sentía su garganta y quijada. Miró a Nayeon y tomó su mano con lentitud, encajandolas ahí mismo para calidez de ambas.

Cada movimiento de cualquier dedo era captado por la otra. Cada temblor podía sentirse y las dos eran concientes de los temblores de la otra.

Sus manos terminaron agarradas y Mina llevó lentamente a la princesa Im por entre toda la gente hasta el centro donde eran realmente el espectáculo de todos.

Un digno espectáculo.

A lo lejos, los mayores Myoui y reyes Im sonreían por lo bien que parecían las cosas entre ambas, realmente enamoradas e interesadas en la otra.

Kim y Yoo se habían puesto más cerca de las amigas de la señorita Mina, en un intento de compartir ideas de lo que está pasando y de probablemente hablar amenamente pero realmente todo mundo miraba el hipnotizante espectáculo. No había de qué hablar.

Pero para la princesa Im y su prometida Myoui, nadie más está ahí.

Son chica y chica. Alfa y omega. Nayeon y Mina.

Nadie más.

Mina con nerviosismo pero con expresión segura dejó su mano izquierda en el hombro de Im y otra en parte de su brazo e hombro dando toquecitos para que la alfa entienda y haga el siguiente paso.

Se tragó sus chillidos de emoción por por fin tocarla y sentir ese calor corporal tan bueno que quería abrazar a Nayeon y no soltarla. Tragó sus emociones para mirar con serenidad a su prometida.

Nayeon pareció estremecerse por el contacto pero luego suspirar.

La princesa le entendió y dejó temblorosamente su mano derecha en la cintura de la omega y otra la dirigió a la derecha de Mina para apartarla de su brazo y encajar sus manos con delicadeza, como si fuera de cristal o algo demasiado frágil.

Mina sintió una fuerte corriente electrizante por su columna por la mano grande y delicada en su pequeña cintura, pero la disimuló en destensar más su espalda y acomodando los hombros.

Tantas emociones que no podía explicar.

La música seguía sonando y ellas estaban ya creando un ritmo en el centro. Se suponía que debían haber más parejas bailando a los alrededores pero en realidad todos miraban con atención al centro con sonrisas o solo curiosidad.

Bueno, una excepción, Kang Seulmin con enojo y desprecio e, a la vez, interés.

Pero la del mini estupido era la que menos importaba.

Mina aseguró su mano derecha a la izquierda de Im para empezar a dar un paso a la derecha. Pudo escuchar la inhalación discreta de la alfa, haciendo que sonría, su aroma realmente la ayuda con su propósito porque es encantador.

Empezaron ambas a dar los pasos en un círculo por el centro sin apuro pero con destreza en el baile. Elegancia y firmeza.

La princesa alfa intentaba, con toda suerte, no temblar pero la chica Myoui podía sentir eso y empezó acariciar con el pulgar la mano izquierda de la mayor, como un apoyo o ánimo. Esta parecía agradecida y con una bonita sonrisa se lo mostró.

Cuanto no daría Mina por ver esa sonrisa toda su vida, cuanto no pondría en bandeja de plata para que la princesa Im le sonría a ella.

La mayor suspiró sin realmente discreción haciendo que la omega de una linda risa pequeña casi inaudible pero maravillosa para Im, quien estaba a solo centímetros de ella.

— ¿Sabe algo divertido, señorita Mina? —esa voz, había cambiado un poco a más firme y rasposa que la omega sintio a su lobo ponerse ansioso.

Tomó un poco de aire, inhalando inconscientemente en aroma a uvas con dulce que desprendía levemente la alfa Im. Estar cerca de su cuello podía ser una tortura como una bendición.

— Podría decírmelo, princesa. No soy muy buena adivinando y mucho menos cuando estoy con usted —de eso se da cuenta ahora. Es voz también hace que la pelinegra mayor se estremeciera al escucharla de nuevo.

Pero realmente ninguna dice nada sobre el porqué sus manos tiemblan y no pueden mirarse a los ojos mientras se concentran en los pasos.

— Lo digo por su linda risa —comentó perdiendose de nuevo cuando se escuchó una pequeña carcajada, baja pero linda.

— Supongo que el solo verla, escucharla y sentirla me hace demasiado feliz... suficiente para reír —y de ahí, nadie habló.

Nayeon creía decir algo estupido si abría la boca para decir algo. Sus manos se sentían con cosquillas, la izquierda por estar en la cintura de la chica que tiene en frente y la derecha por estrechar su mano, escajandola.

Cada paso que daban parecían hacerlo en automático porque en realidad no estaban concentradas en ello. Tampoco en los ojos curiosos de los demás. Tampoco en las sonrisas de sus padres. Así como tampoco en la rabia de Kang mayor.

Nada importaba ahora que sus orbes marrones de diferentes tonos se miraban directamente. Esquivaban cualquier error, porque no existían allí.

Si una tropezaba, otra la levantaba.

Si una se desmayaba, la otra la cuidaría.

Si una muere, la otra muere con ella.

Todo va perfectamente bien. No lo cambian, no lo discuten, no lo contradicen, no lo confirman, pero lo aman.

Cuando el baile terminó, Im pudo sentir lo que estaba temiendo, a lo que temía demasiado y quería salir corriendo. Quería huir pero también no dejarla atrás para abrazarla, y más con las últimas palabras que Myoui le dedicó.

Esas hermosas palabras que quedaran enterradas en su mente.

— Espero realmente que con el tiempo este cómoda... —suspiró temblorosa la omega— Que con mi presencia llene ese corazón y pueda dejarme entrar en él como yo la dejaré entrar en el mío... Que en su mente no tenga a otra persona más que yo, como usted ronda en mi cabeza —inhaló— Espero realmente que su rostro cambie de indiferencia a amor por mí... —pausó mirándola tan intensamente Im Nayeon que creyó arrodillarse ante ella con solo esa mirada llena de devoción— Justo como el mío probablemente ya lo haga por usted.

Solo pudo corresponder torpemente la reverencia última en cuanto aplausos la distrajeron. Miraba de reojo y los invitados aplaudían dando paso la dispersión de ambas, las dos yendo por lado contrario.

Mina dedicando una dulce sonrisa mientras Nayeon una más tímida.

Mientras Mina estaba satisfecha y orgullosa de cómo salió todo, más que nada feliz y emocionada por las palabras que logró decir, Nayeon estaba realmente perdida y fuera de sí.

Se podía sentir todavía el ambiente aún con la dispersión, pero ellas no podían mirarse sin tener las mejillas calientes.



POR FIN AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

Espero les haya gustado porque encuentro muy alejada la actualización, esto lo hice porque los/las veía muy ansiosos/a por el encuentro pero en realidad las actualizaciones son lentas porque estoy arreglando cosas.

Lo siento, y espero les haya gustado.

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