Cientos de soldados andaban de aquí para allá, las alarmas acerca del robo del cachorro del rey los había tomado por sorpresa a la mayoría de las personas del pueblo.

Muchos se preguntaban quién era la madre de ese pequeño, algunos otros decía no preocuparse pues era un bastardo simplemente pero al ver aquel enorme movimiento de soldados cambiaban de opinión pues era obvio el interés que el rey tenía por su hijo.

— Partiré al reino de los Jeon— dijo Seokjin mientras veía a Namjoon el cual parecía tan molesto, su aura era peligrosa, no había llorado o siquiera se había puesto triste, únicamente había en él enojo.

— Yo iré contigo.

— Por supuesto que no Namjoon ya lo hablamos, ese imbécil lo que quiere es que tú vayas para poder atraparte y quedarse con tu reino, así que no lo permitiré, los planes continúan igual, tu y Hoseok se irán a los reinos Jung, Jimin nos ayudará cuidando este lugar y yo iré con los Jeon, ese idiota me va escuchar mi amor, te prometo que traeré con bien a nuestro cachorro y también al tonto de Yoongi.

Nam estaba furioso no quería obedecer a Seokjin pero sabía que este tenía razón.

— Prométeme que lo traeras sano y salvo — y fue ahí que Jin pudo notar como por primera vez su rey flaqueaba, dejando ver un poco de debilidad ante la ausencia de su pequeño.

— Te lo juro por mi vida y por el inmenso amor que te tengo que lo traeré a salvo mi amor, tu por favor también cuídate, no se que haría si los pierdo a ambos.

Sin perder tiempo se dieron un beso cargado de deseo pero sobre todo de vengar a su hijo por lo que aquel insensible alfa había hecho.

—Me voy Namjoon cuídate mucho alfa — y sin más el moreno vio como Seokjin partía con una enorme cantidad de soldados. Muchos de ellos iban un tanto confundidos pues notaron la forma cariñosa en que aquellos se habían despedido ya en público, pues aunque no hubo besos, si olfatearon como el rubio dejó su aroma encima del rey, así como Nam lo hizo en el general.

— Es hora de irnos Nam — está vez fue Hoseok quien se acercó.

— Vámonos hay que demostrarle a Jungkook que se metió con el rey equivocado, si guerra quería, guerra tendrá.

Ambos alfas partieron, Nam había pedido que todos sus soldados lo acompañarán tanto a él como a Jin, no se iría con pequeñeces, está vez todo iba tan enserio que los mismos soldados iban entre emocionados y asustados.

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— No sabemos lo mucho que odio a los rogones — decía con indiferencia el Omega — Tienes que aceptar un no por respuesta Jungkook.

— Tu me perteneces Yoongi, no entiendo porque tienes que actuar así cuando hasta acá puedo sentir a tu Omega emocionado por verme — aquello llevaba algo de verdad pero Min no podía evitarlo, su tonto lobo apreciaba al alfa.

— Por supuesto que se va emocionar, pero eso no quiere decir que te queramos en nuestra vida Jungkook, estiendelo no me interesas y jamás lo harás, estoy enamorado de alguien más y por si no lo has notado espero un cachorro de él — después de escuchar aquello Yoongi notó como la mirada del alfa se enfurecia mientras veía su vientre.

— Ese maldito bastardo, me deshare de él me entiendes, no puedo creer que me cambiarás por Jimin un simple Omega.

— Pues ese simple Omega no sabes la cantidad de orgasmos que me ha hecho sentir, es el mejor amante que he tenido — su cara fue girada con brusquedad debido a la bofetada que Jungkook le había dado.— Puedes golpearme, matarme lo que quieras Jungkook pero eso no cambiará que mi corazón y cuerpo le pertenezcan a mi Omega, amo a Jimin.

Justo cuando el alfa iba a volver a golpearlo fue que la puerta se abrió dejando ver a un lindo Omega de ojos azules y piel morena.

— No puedo creer que lo hayas traído Jungkook, es una enorme falta de respeto a mi persona — le gritó furioso mientras cargaba a su pequeño cachorro.

— Lárgate Taehyung no quiero verte estoy ocupado, porque mejor no vas y cuidas a ese mocoso, quizás ahora sí lo hagas bien para que no enferme — le gritó mientras su pequeño comenzaba a llorar— Más te vale hacer que se calle o está vez si te lo quitaré y jamás volverás a verlo.

Los ojos del Omega lucieron asustados mientras arrullaba a su cachorrito para que dejara de llorar — Eres un idiota — ambos giraron su vista hacia Yoongi quien miraba con molestia a Taehyung — No se porqué sigues aquí teniendo a tu familia que te ama, no entiendo cómo prefieres quedarte con este tipo que es una mierda.

— Será mejor que cierres esa boquita Yoongi, eres mi destinado pero eso no quita que mi lobo y yo queremos darte una lección para que aprendas a respetarnos, mi querido esposo las tuvo y mira lo dócil que es ahora  — decía con burla.

— Atrevete a tocarme un solo pelo, Jeon y verás de lo que soy capaz, está panza no es impedimento para defenderme.

La pareja se veía con reto y cuando Tae notó la molestia de Jungkook prefirió intervenir — Mi sobrino no ha dejado de llorar, es mejor regresarlo con Nam.

Una fuerte carcajada comenzó a retumbar en el lugar — Eres idiota verdad, como por qué regresaría a esa monstruosidad con tu hermano, ese pequeño bastardo me ayudara a llegar al reino de los Choi.

— Sabes de lo que es capaz mi hermano, así que no te conviene hacerlo enojar, tiene a los Jung, y a los Min de su lado — no supo en qué momento las grandes manos del alfa lo tomaron por el cuello.

— ¿Crees que soy débil? Acaso tratas de insinuar que ese rarito puede ganarme — su sonrisa creció al ver como el Omega se ponía cada vez más morado mientras con una mano trataba de safarse.— Oh Taehyung eres tan estúpido, hermoso pero estúpido.

Sin más remedio lo soltó pues solo se divertía al ver aquellos ojos llenos de miedo — Ves lo que te pasará si sigues igual de malcriado pequeño Omega.

Yoongi lo miró con furia pero aún así habló — Sabes Jungkook si tan solo no te hubieras casado con Tae creo que hubiéramos sido una pareja perfecta, un par de locos a los cuales les encanta dañar a los más débiles.

— Aún podemos casarnos, matare a Tae de ser necesario y puedo hacer lo mismo con mi hermano, solo me importas tu mi bello terroncito de azúcar.— decía mientras se acercaba al pálido el cual tenía sentado en una silla amarrado de pies y manos.

— Vaya jamás alguien había propuesto algo tan romántico para conquistarme — dijo con diversión mientras Jeon podía ver aquellos ojos del Omega cambiar a un azul, el lobo de Yoongi estaba más loco que el humano.— Pero no es divertido si tiemblan como él lo hace.

— Mi amor por favor vamos a intentarlo.

— Vas a empezar de nuevo — le dijo con fastidio y aburrimiento.— Te dije que no me gusta que me ruegen.

— Entonces qué diablos quieres Min— le gritó enojado.

— No seas idiota, quiero que me dejes ir.

— Eso jamás me escuchaste, tu eres mío.— decía a la vez que se acercaba poniendo algo nervioso al lobo de Min .

— Porque no nos demuestras que somos tuyos — aquella coquetería encendió al alfa el cual lo besó con desespero, se moría de ganas de hacerlo desde que lo secuestro hace una semana.

—Liberame alfa por favor — decia con un leve puchero.

— Lo haría cariño, pero se lo traicionero que eres, está cabecita tuya debe tener algo planeado y conociendo tu cordura debe ser algo doloroso o mortal para mí — el pálido sonrió feliz pues el alfa no se había equivocado en nada.

— Me conoces muy bien Jungkook— decía con una enorme sonrisa — sigo insistiendo hubiéramos sido la pareja perfecta, ahora porque mejor no me besas — y claro que el alfa lo obedeció mientras sentía como aquel pequeño cuerpo se estremecía entre cada beso y caricia.

Ambos disfrutaban del momento mientras Tae viendo ese descuido había salido de aquella habitación, tenía que aprovechar esa distracción.

La habitación del alfa pronto se llenó de gemidos ambos querían entregarse a la pasión — Alfa liberame por favor — Jungkook debido a lo caliente que estaba aprovecho para desatar las piernas del pálido.

— Solo esto será necesario Omega, ahora verás lo que es tener un verdadero amante complaciendote.

Yoongi sonrió feliz mientras abría más sus piernas invitando al alfa a tomarlo y por supuesto que este acepto gustoso disfrutando del delicioso cuerpo de su destinado.

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— La señal fue dada, es momento de atacar — decía aquel rubio que veía como la habitación más alta del castillo comenzaba a incendiarse.

Eran miles los hombres que atacaban el reino de los Jeon, la mayoría perteneciente a la familia Min pues apenas se habían enterado que su rey había sido secuestrado corrieron a su ayuda.

Seokjin era quien comandaba aquella guerra que por fin acabaría, sabía que el reino Jung estaba a nada de ser rescatado por Namjoon y Hoseok así que alianzose se des harían de aquellos traidores en conjunto con los Jeon pues le darían el reino a Jimin apenas acabarán con los hombres de Jungkook.

La noche apenas comenzaba y el bullicio así como los gritos de miedo era algo que jamás olvidaría pero que sabía tenían que hacer si quería rescatar a su preciado cachorro.

La sangre que corría de tanta gente inocente era algo que querían olvidar todos los soldados, estaban ganando pero a costa de su cordura, Seokjin aún no podía creer como el plan del idiota de Yoongi estaba funcionando.

— Jungkook te descubrirá Seokjin, debes ir con Tae, ya todo está listo sigue nuestro plan.

— Es peligroso Yoongi, jamás permitiría que algo malo te pasará, te aprecio demasiado para usarte de carnada.

— Woow eso es muy lindo Jinnie, sabía que al final te habías enamorado de mi, todos lo hacen, soy adorable.— el alfa sonrió al ver como aquel pálido aún y en aquella situación seguía igual de idiota.

— Quizás me enamoré un poco — dijo siguiéndole el juego.

— Está misma noche todo acabara lo prometo, no me pasará nada lo juro, soy un Omega fuerte — dijo a la vez que despedía a Seokjin el cual había entrado a su alcoba sin ser descubierto dejándolo ahí amarrado como Jungkook lo tenía.

Al mírarlo por última vez su pecho dolió como si tuviera un mal presentimiento, sobre todo al ver como Yoongi bajaba su mirada algo agitado mientras veía su vientre crecido.

— General han caído — dijo otro de los soldados con emoción mientras las banderas de Jeon eran bajadas y en su lugar comenzaban a subir las de Min y Choi, habían ganado y aún no podía creerlo.

Corriendo entró en busca de aquel Omega quien con miedo se ocultaba en un túnel cuidando a dos pequeños cachorros, siendo uno su hijo y el otro su preciado sobrino.

—¿ Todo acabo? — preguntó mientras veía al rubio.

— Todo termino Tae eres libre, el plan funcionó— decía a la vez que cargaba a su pequeño Soobin quien se aferraba a su pecho.

—¿Dónde está Yoongi?— Se suponía que Jackson debía ir a rescatarlo y llevarlo a otro túnel, sin embargo al llegar no había nadie y eso empezó asustar al general.

— Algo no anda bien Tae — dejándole a su cachorro y a varios hombres cuidándolos emprendió camino hasta las habitaciones para tratar de encontrar a Yoongi, su lobo iba alterado advirtiéndole de un posible peligro.

— Lo encontramos general — gritó uno de sus hombres pero la decepción llegó a él en cuanto vio como Jungkook era la persona de la que hablaban.

Dejando su lobo salir se dispuso a golpearlo, quería matar al imbécil que había robado a su hijo, lo destruiría pero primero quería saber dónde estaba el pálido —¿ Dónde está Yoongi? Responde infeliz — decía a la vez que volvía a golpearlo con fuerza mientras sangre escapaba de aquella nariz y boca.

— Esa pequeña mierda creyó que podía engañarme así que le di una lección — decía mientras reía como lunático.

Sin poder detenerse comenzó a golpear aún más fuerte al alfa que solo podía reír, Jungkook estaba loco.

— Voy a matarte infeliz. — pero justo cuando sus garras iban a hundirse en aquel pálido y ensangrentado cuello fue una voz débil lo hizo parar.

— Detente Jinnie — la voz de Yoongi era tan débil al girar logro verlo y este tenía algunas marcas en su rostro debido a los golpes que seguramente Jungkook le había propinado— Tienes que ayudarme el bebé...el bebé ya viene — dijo mientras mostraba sus manos llenas de sangre.

— Ese bastardo no nacerá, te lo dije Omega eres mío — Seokjin por lo furioso que están volvió a golpearlo hasta que el alfa quedó Inconsciente.

— Basta Jin o vas a matarlo— le gritaba histérico Yoongi.

— Eso es lo que quiero, este infeliz no verá la luz del día voy a matarlo.

— Por favor no lo hagas.— decía entre lágrimas.

— ¿Por qué lo defiendes Yoongi?— Seokjin no podía entender la conducta del Omega.

— Porque si lo haces yo también moriré — Jin no comprendía de que hablaba, fue hasta que Yoongi giró su cuello que pudo verla.

— .......Jungkook me  marcó.

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