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Capítulo 28- Reyes

Después de haber discutido con Heechul fue que su pequeño bebé comenzó a llorar, sentía las pesadas feromonas del Omega y no le gustaban, solo quería estar pegado a su papi Nam mientras lo alimentaba con su lechita.

Al ver su estado fue que la pareja quiso subir a la habitación, más la llegada de cierta Omega los detuvo en seco.

- ¡Alfa! - gritó emocionada Nara lanzándose a los brazos de Seokjin mientras unía sus labios- no sabes cuánto te extrañe mi amor - la Omega era tan pequeña que fácilmente se pego al pecho del rubio mientras esté sentía la pesada mirada de Namjoon sobre ellos.

- Majestad que irrespetuosa fui - dijo mientras se inclinaba - si me permite me gustaría llevarme a mi esposo, no sabe cuánto lo extrañe y además tengo algo importante que decirte mi amor - dijo a la vez que lo miraba con ternura y amor.

- Seokjin está en su horario de trabajo así que no puede irse aun- dijo con aquella voz tosca.

- Está bien Majestad - dijo algo triste causando que Jin se sintiera mal por la menor, su lobo estaba algo confundido pues podía olfatear de nuevo aquel agradable aroma a rosas, su lobo estaba algo confundido pero a la vez deseaba consolar a la menor.

- Puede esperar a la hora de salida a menos que quieras ir con tu Omega - respondió Namjoon algo molesto al ver como Seokjin se dividía entre ir con la Omega o quedarse con él.

- Yo preferiría ir con Nara Majestad si es que me autoriza - respondió nervioso al ver los ojos intensos del mayor.

La desilusión llegó en un instante para Namjoon, se sentía tan estúpido por haber creído en Jin, así que tomando a su cachorro se dirigió a su habitación ignorando a la Omega que le pedía ver a ese bebecito.

Apenas puso un pie en aquel enorme dormitorio se quitó su ropa para comenzar hacer un nido mientras su pequeñito lo miraba desde el sillón donde lo había colocado con almohadas para que no se cayera.

Cuando el nido estuvo listo se aseguro que esté solo tuviera su aroma, quería borrar toda muestra de Jin pues su cachorrito era solo suyo y así sería por siempre.

Después de hacer aquello ambos se recostaron no sin antes ponerle seguro a la puerta pues ahora más que nunca su lobo estaba alerta queriendo cuidar a su lobezno.

....

- Me alegro mucho que hayas regresado alfa - la pareja estaba en su hogar aquel que Seokjin había comprado cuando se casaron.

- Yo igual estoy feliz por regresar pero creo conveniente hablar sobre algo que estuve pensando en todo este tiempo.

- También tengo algo importante que decirte alfa, es algo que estuvimos esperando por mucho tiempo y que por fin se nos cumplió.- el aroma de la Omega comenzó a ser más fuerte tanto que mareaba un poco los sentidos del rubio.

- Alfa toma este té, recuerda que te sirve para sentirte mejor - decía con aquella voz inocente más el mayor negó.

No quería creer lo que el médico le dijo pero al ver la insistencia de la chica comenzaba a pensar que si era verdad todo aquello.

- Nara no lo quiero tomar, sabe feo, es mejor hablar Omega, yo tengo algo muy importante que decirte, durante mi viaje me di cuenta que esto no está funcionando, no cuando en mi corazón tengo a otra persona - no quería continuar con aquello, lo que más deseaba era subir al cuarto de su alfa y su hijo para estar con ellos.

- ¿De qué hablas Jin? Eres mi alfa destinado cómo puedes decir que esto no funciona, cuando ambos nos amamos con todo el corazón.

- Ese es el problema Nara, yo creo que nos equivocamos y realmente no somos destinados, mi lobo no te reconoce como tal - al oírlo la Omega comenzó a llorar con fuerza pues no quería perder al rubio.

- Cómo puedes decir eso alfa, yo se que eres mi destinado, mi corazón y mi razón lo sienten y además....- la pequeña se quedó callada mientras esperaba calmarse - Estoy en cinta alfa, vamos a tener un cachorrito - la cara del alfa cambio en un instante, no podía creer aquello, no quería Que fuera verdad porque de ser así perdería a su Rey.

- ¿Estás segura?- fue lo único que salió de sus labios.

- Si alfa, mi celo no llegó así que es obvio el porque, además recuerda que jamás nos cuidamos pues queríamos ser padres.- la frustración invadió el cuerpo del mayor pero no había marcha atrás, queria a Nara pero amaba a Namjoon y no volvería a perderlo.

- Aún y con eso quiero el divorcio Nara, ya no pienso más estar casado contigo, no cuando mi corazón le pertenece a otra persona- la más joven comenzó a llorar con intensidad mientras le pedía que no la dejara.

- Perdoname Nara pero mi prioridad ahora son mi alfa y mi cachorro - aquello sorprendió a la Omega.

- ¿Me estás cambiando por un maldito alfa?¿ Acaso eres un marica?.- gritó enojada al ver como sus planes no estaban funcionando.

- No me importa como le llames a lo que siento por mi alfa, lo amo y es por eso que esto se acabó - después de decir aquello el rubio se fue a su habitación para meter todas sus ropas, después enviaría por más pero por lo pronto lo unico que quería era salir de ahí.

Fue difícil pues Nara lloraba desconsolada incluso lo había amenazado con acabar con su vida y la del cachorro - ¡Nada me detendrá Nara, incluso si haces eso me facilitarías todo! - le gritó mientras gruñía pues la Omega le había dado una fuerte bofetada incluyendo sus uñas.

Tres rasguños grandes se dejaron ver en su mejilla izquierda pero aún y con todo eso no había vuelta atrás, lucharía por Namjoon a pesar de todo,  así que tomando su maleta partió a toda prisa hasta el castillo.

En cuanto entró Heechul lo estaba esperando — ¿Va amenazarme de nuevo?— le gruño el general.

— Jamás lo he hecho, simplemente fue una advertencia.

— Decir que mataría a mi familia si no me alejaba de Namjoon no fue una simple advertencia, pero sepa que ya no le tengo miedo, se que mi alfa me apoyara para proteger a los míos — el semblante del alfa era tan serio y dominante que incluso asustaba un poco al Omega.

—¿Cómo puedes hablarme así insolente ?— Heechul estaba sorprendió pues la última vez el rubio se había mostrado más dócil y callado.

— Le hablo como yo quiera, ya no me asusta, así que váyase con sus amenazas a otra parte— antes de subir habló — Y más te vale no hacerle nada a Namjoon o a nuestro cachorro, créeme que por mi familia soy capaz de todo Heechul — dijo furioso mientras subía pues lo que más anhelaba era estar con su alfa.

En cuanto sintió el aroma de su moreno fue que quiso entrar más la puerta no le daba acceso así que cansado se puso a tocar sin obtener respuesta — Mi amor ábreme soy yo— pero Nam claro que sabía quién era si embargo estaba tan molesto que prefería ignorarlo.— Vamos alfa ábreme por favor te necesito, te juro que tenemos que hablar mi amor — rendido Nam se dirigió a la puerta y así como abrió se giró pues no quería ver al rubio.

— Creí que estarías muy feliz con su Omega — dijo secamente.

— Le pedí el divorcio a Nara— aquello hizo que el mayor le prestará atención girando para ver al alfa.

—¿Hablas en serio?

— Por supuesto mi amor, te lo prometí ya nada va separarnos — Nam quien veía que su pequeño estaba muy bien en aquel enorme nido se lanzó a los brazos de Seokjin pues ilusamente creía que no volvería a tener el alfa para él.

— Muchas gracias por elegirnos alfa — justo cuando iba a besarlo fue que sus ojos se centraron en aquellos tres rasguños.

Tomando con algo de fuerza su mentón lo giró para ver aquella herida — Esa estúpida Omega se atrevió a lastimarte alfa — dijo en un leve susurro pues su lobo estaba vuelto loco al ver como habían herido a su pareja.

— No pasa nada mi amor, en parte lo merecía, le pedí el divorcio aún sabiendo que está esperando un cachorro mío — la sorpresa en el rostro de nam se dejó ver, estaba tan impactado.

—¿Tendrás un hijo con ella?

— Si, pero quiero que sepas que aún y con eso tu eres mi prioridad, te amo Nam al igual que amare a mis dos cachorros, sin embargo no puedo continuar con Nara, no cuando solo tú estás en mi cabeza por eso no quise ocultartelo— la pareja se miraba con amor aún y cuando sabían que estaba mal aquello.

— Gracias por decirlo alfa, pero ¿ Estás seguro de la desición que tomaste ? Digo con ella podrías ser realmente feliz, siempre quisiste una Omega a tu lado y yo....

Pero aquellos besos no lo dejaron continuar — Te amo a ti Namjoon, así que métete en la cabeza que siempre te elegiré sin pensarlo.

El moreno volvió a unir sus labios con pasión deseando estar nuevamente en los brazos de su  amado, más se detuvieron después de que Jin se quejara pues le había dolido su herida en la mejilla.

— Esa hija de puta te lastimó mi amor — Nam estaba furioso — mira que atreverse a tocar a este bonito alfa, es una bruja  — dijo está vez mientras le daba besitos en la mejilla — voy a curarte.

Seokjin afirmó algo sonrojado pues le gustaba cuando Nam era así de tierno, por lo que lo siguió mientras esté lo sentaba en la orilla de la cama.

El rubio creyó que Nam lo curaría con ungüentos pero grande fue su sorpresa al ver como este se incaba justo enmedio de sus piernas a la vez que desabrochaba su pantalón y sin pena alguna llevaba su miembro a la boca el cual despertó apenas sintió aquella humedad.

— Aaaahhhh Namjoon — gimió mientras veía como su rey se tragaba toda su hombria, jadeando mientras su cabeza se iba hacia atrás ante aquella oleada de placer.

Ver como su lindo rey chupaba toda su hombria lo estaba volviendo loco, tanto que sin pensarlo llevó sus manos hasta aquellos cabellos negros para ahora moverlo a su antojo.

Podía sentir como Nam se ahogaba e incluso hacia arcadas pero era tanto el placer que sentía que no podía detenerse.

— Mi amor me lo chupas tan bien — gemía mientras podía sentir como pronto el orgasmo llegaría.— Esa boquita tuya  fue hecha para ser llenada con mi pene— gritaba mientras movía con mayor rapidez la cabeza del mayor — Aaahhhh Namjoon vamos chupala como mi puta que eres — gritaba a la vez que el orgasmo lo invadía corriendose en la boca del moreno.

Estaba tan relajado y cansado pero sobre todo excitado al ver como Nam tragaba aquel líquido con gusto.

— Voy a cogerte — decía con su voz calmada mientras trataba de recuperar el aire pues el orgasmo había sido arrasador.

— Mi amor aquí el único que va follarte soy yo — con rudeza lo giró mientras arrancaba totalmente el pantalón del rubio así como su ropa para iniciar con besos suaves mientras lo llevaba a la elegante alfombra — Aquella estúpida Omega tiene que entender que tú eres mío, que te encanta que coga con fuerza, que adoras cada vez que mi miembro está dentro de ti, que eres mi maldita puta Seokjin— al decir aquello introdujo uno de sus dígitos en aquella apretada entrada.

— Aaaahhhh Namie — gemía con fuerza el rubio.

— Si tan solo Nara viera como te derrites con solo mis dedos, como te retuerces de placer de solo pensar que ese lindo culo estará lleno por mi pene.

El alfa no hacía más que gemir pues Nam lo estaba preparando de forma tan morbosa y deliciosa, incluyendo sus dedos y de vez en cuando su lengua.

— Eres mío Seokjin y más le vale a esa mantenerse alejada de ti o no se de lo que seré capaz, total no es la primera vez que acabo con aquellos que quieren separarnos — Jin quiso preguntar a qué se refería pero pronto aquella hombría lo invadió haciéndo que su espalda se arqueara gustosa por sentir aquel grueso miembro.

Nam era grande y ahora que estaba en modo posesivo era mucho más rudo y salvaje lo cual le encantaba.

— Di que eres mi puta Seokjin — gimió el moreno a nada de llegar al orgasmo.

Jin no iba a decir aquello era humillante pero al ver como Nam no lo dejaba llegar al clímax fue que lo dijo — Soy tu maldita puta Choi....aaaahhhhh— apenas terminó de hablar el anhelado orgasmo llegó manchando el vientre de ambos para después de algunos minutos sentir aquel líquido espeso y caliente de Namjoon.

El moreno debía salir o su nudo comenzaría a crecer pero aquellas pálidas piernas se lo impidieron — Dame tu nudo Namjoon — jadeo pues lo que más quería era sentir atado al alfa.

— Te dolerá — decía entre jadeos pues estaba a nada de crecer.

Confia en mi, lo soportare alfa — Nam estaba sorprendido pues el lobo de Jin se había dejado ver deseoso de aquel nudo, así que él no era quien para negarselo.

— Aaaaahhhh naaamm — gemía el rubio mientras sentía como la hombría de su alfa comenzaba a crecer.

Su hombre era grande y grueso por lo que el nudo fue aún más intenso de lo que espero, quería llorar le dolía como el infierno pero su miembro pensaba diferente pues después de algunos minutos se había corrido nuevamente, Nam lo apretaba y tocaba una línea tan frágil que lo volvía loco, lloraba de dolor y placer mezclado, estaba sobrestimulado, se sentía una verdadera puta por haber dejado salir aquellas lágrimas mientras jadeos bañaban la habitación pues no habían sido nada discretos al momento de entregarse.

No supo en qué momento cayó rendido, había perdido la cuenta de los orgasmos alcanzados, fue hasta que un ruido extraño lo despertó y al abrir sus ojos vio como Nam tenía sus pechos al descubierto mientras su lobito se alimentaba gustoso.

Soobin era tan bonito y tierno, todo un lobezno precioso, al verlo se había prometido cuidarlo siempre y velar por su bienestar, darle todo lo que necesitaban él y Namjoon, jamás les faltaría nada a su lado.

— Dame estoy hambriento — dijo el rubio mientras veía a su moreno con ojos de amor.

— Olvídalo esto es de Soobin.

— Pero a mí cachorro le gusta compartir — aquel puchero se le hizo tan tierno que pronto accedió.

Apenas el pequeño cachorro sintió como su otro papi se acercaba a los pechos del moreno comenzó a llorar con fuerza mientras lanzaba pequeñas pataditas para alejarlo.

— Creo que no le gusta compartir — dijo Namjoon burlón.

— Está bien tu ganas Soobin iré a la cocina por algo — cuando el rubio quiso pararse un intenso dolor lo invadió haciéndo que no pudiera ponerse pie.— Pero qué diablos.— se asustó al no poder levantarse.

— Perdón alfa creo que anoche nos pasamos — dijo sonrojado el mayor mientras recordaba como había tomado el cuerpo de Seokjin con pasión al punto de anudarlo, después de aquello este había caído rendido por lo que lo limpió y recostó en a su lado pues su pequeño pedía atención.

— Deja de reírte — decía a la vez que veía a su lindo Namjoon.— deberías traerle algo a este pobre general, su rey fue muy cruel con él anoche.

— Pobre de mi general tiene hambre — decía con ternura — no te preocupes ahora mismo pediré que nos traigan el desayuno a la cama.

Al ver como se levantaba y ordenaba a una de las sirvientas fue que quiso pararse de nuevo pues no quería que pensaran mal de ellos, sobre todo debía cuidar la reputación de su rey.

—¿A dónde vas?— dijo Nam al verlo batallar para ponerse pie.

— Debo irme antes de que nos vean juntos.

—¿Te avergüenzas de nosotros?— preguntó con tristeza.

—Por supuesto que no mi amor, pero creí que querías que nos siguieramos ocultando por las habladurías de la gente.

— Ellos no van a decir nada, no cuando estarían faltandole al respeto a sus reyes.— dijo con firmeza.

—¿Reyes?— preguntó con duda.

— Así es, porque mañana mismo lo anunciaremos— su pequeño comenzó a llorar por lo que lo cargó en brazos.

—¿Qué vamos anunciar?

— Es muy sencillo, anunciaremos que serás mi esposo Seokjin.

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