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Capítulo 26- Leche

Cuando la tarde cayó ambos alfas se subieron al carruaje para seguir hasta el reino Min, el pequeño cachorro iba llorando pues él quería estar con Namjoon mientras esté le había pedido a Jin que lo llevara consigo pues aún no se sentía del todo bien al tenerlo cerca.

Fue en la madrugada que por fin pudieron llegar, Seokjin fue el primero en bajar quedándose embobado ante lo lindo que se veían sus chicos pues Nam le había cambiado el lugar para alimentar al bebé razón por la cual estaban ambos dormidos tiernamente.

— Namie despierta hemos llegado — con algo de calma separó al bebé de su lado para entregárselo al rubio viendo como este se acurrucaba tiernamente en su pecho disfrutando del calor que le brindaba su papá.

— ¡Hasta que al fin llegan! — gritó un muy embarazado Yoongi al verlos entrar al palacio.

— También te extrañamos Yoongi — dijo Nam con sarcasmo— podrías asignarnos una habitación por favor, necesito darme un baño y dormir, me duele horrible la espalda — el pelinegro lo miró con una sonrisa burlona.

— Vaya que traviecitos me salieron, ya tan pronto quieren darle un hermanito aaaaa....¿Qué nombre le pusieron?— preguntó viendo como los dos alfas se tensaban.

— No tiene nombre aún, Namjoon lo llama la cosa, pero suena raro.— dijo Jin.

— Por mi pueden elegir el nombre no me importa — dijo con desinterés el moreno.

— Se llamara Yoongi entonces— ambos alfas miraron al pálido — pero para no confundirnos será Gigi o mini Yoongi — decía feliz mientras se acercaba al pequeño.

— Mi hijo no se llamará así — gruñó Namjoon, notando como Seokjin lo veía con sorpresa pues era la primera vez que Nam se refería a....su cosa como su hijo.

— Dijiste que no te importaba así que será el pequeño Gigi — decía el Omega mientras se acercaba a esa pequeña cosita pues admitía que el cachorro era hermoso pues era la combinación perfecta de tan guapos alfas.

— Omega no puedes ponerle tu nombre a un hijo ajeno — aquella voz tierna hizo que Yoongi se alejara del pequeño y fuera directo con su esposo — Si quieres podemos llamar así al nuestro — dijo con ternura mientras acariciaba la pequeña pancita de su Omega.

Jin y Nam veían aquello y seguían sin entender como aquel tierno, delicado y pequeño Omega era el activo, siendo que Yoongi era un lunático posesivo.

— Prefiero otras opciones cariño — después de darse un corto beso Jimin se acercó hasta donde estaba aquel pequeñito el cual había comenzado a llorar en los brazos de Seokjin.

— Namjoon creo que te llama — dijo el rubio sin embargo el pelinegro soltó un leve bufido ante la notoria negativa.

— Si quieren puedo ayudar ¿Podría cargarlo?— se ofreció aquel tierno Omega.

— Claro — Seokjin le entregó al pequeño bajo la atenta mirada de Namjoon el cual esperaba que el cachorro siguiera llorando al no sentirlo cerca.

Grande fue su sorpresa cuando el moreno vio como el pequeño se calmaba ante el delicioso aroma maternal que Jimin había soltado.

— Vaya creo que le caí bien — dijo sonriendo mientras Yoongi no apartaba su vista del menor pues se veía hermoso siendo padre.

— ¿Puedes darme mi habitación Min?— dijo furioso Namjoon pues no soportaba más estar ahí, quería dormir.

Aún y con molestia le dio su habitación y mando llevarle agua para que el alfa se aseara.

Al sentir aquella agua tibia su cuerpo se relajo disfrutando de aquella calidez.

Cuando estuvo a nada de dormir, bajó pues debía alimentar a su cosa, topandose en el camino con Seokjin.

— ¿Dónde lo dejaste? — preguntó molesto— Solo quería decirte que dormirá contigo yo solo venía para darle de comer.

— Sobre eso, no te preocupes, Jimin lo llevó consigo dice que el pequeño puede quedarse a dormir con ellos y bueno de comer tampoco tienes que preocuparte— el pelinegro lo veía confundido. — Por alguna extraña razón el lado maternal de Jimin salió logrando incluso producir leche, así que él puede alimentarlo.

El silencio reinó el lugar, Jin esperaba que eso alegrara al moreno pero este simplemente se había quedado callado.

— Me parece muy bien, sirve que descansaré mejor — dijo con desinterés dándose la media vuelta para ingresar a su alcoba y dormir como tanto esperaba.

Cuando la mañana llegó todos esperaban en el comedor el desayuno,  Seokjin tenía cargado al pequeño el cual estaba llorando, Namjoon quien había entrado fue directo hasta donde estaban, sin embargo Jimin fue más rápido cargándolo y acurrucandolo, viendo como a los pocos segundos el menor se calmaba y  dejaba de llorar.

— Creo que tiene hambre — y sin más se desabrochó la camisa para que el menor se prendiera y bebiera aquella leche.

— Te ves horrible — todos giraron su vista hasta Yoongi quien miraba atentamente a Namjoon.

El alfa se veía y sentía pésimo pues no había logrado dormir nada en toda la noche y no sabía por qué, su cuerpo estaba cansado pero por más que lo intentó no pudo pegar el ojo.

— Solo tuve una mala noche.

— Bueno almorcemos que tenemos muchas cosas que hacer este día, me he enterado que Jungkook planea atacarme, el cobarde está molesto conmigo — decía el pálido mientras le atascaba casi medio kilo de mantequilla a sus panqueques.

—¿ Por qué razón lo haría?— preguntó el moreno el cual no dejaba de ver a Jimin y al cachorro.

— El imbécil no soportó que me casara con su hermano — su boca estaba llena de mantequilla pero es que últimamente ese grasoso alimento  le encantaba. — Claro él era mi destinado pero ni mi lobo ni yo lo queríamos, debe superarnos — decía de lo más normal mientras Jimin le gruñía.— Oye no me gruñas lastimas al bodoque y a mi — sus manos se habían ido hacia su pancita mientras la acariciaba.

— No sabía que eran destinados — mencionó el moreno.

— Yo tampoco, me enteré hasta después de que nos casamos — el rubio se veía molesto.

— Vamos bebé pero eso no importa, mi trasero y corazón son solo tuyos — aquello hizo que un fuerte rubor bañara las mejillas del menor.

— ¿Qué planeas que hagamos ?— está vez fue Seokjin quien habló.

— Primero debo almorzar, el azúcar hace que mi cerebro funcione mejor, también debo tomar mis tés de la cabeza o mis pensamientos no estarán tan claros — dijo el pálido mientras soltaba una fuerte carcajada que asusto a los alfas.

....

La noche había llegado y los tres mayores estaban en aquel enorme despacho del Omega junto con sus mejores soldados planeando que hacer.

Una emboscada era la mejor opción pero Namjoon temía que su hermano y sobrino se vieran afectados, pues según las fechas el pequeño ya había nacido.

Todos estaban a la espera de las ideas que Namjoon tenía en combate pues era obvio que tenía más experiencia en eso, sin embargo veían como el alfa no les prestaba del todo atención, su cabeza parecía ida.

—¿Pasa algo?— preguntó Jin preocupado.— te veo algo distraído.

— Es verdad, se supone que aquí quien no tiene la cabeza en sus cinco sentido soy yo.— dijo en forma de broma el pálido.

— No...no pasa nada es solo que — no podía admitirlo, no era un raro alfa.— No puedo concentrarme si está llorando.

Jin y todos los presentes se quedaron mirando pues no comprendía de que habla Namjoon, nadie lloraba en esa oficina.

— No deja de llamarme y mi lobo......— su cabeza dolía pues su parte animal le pedía ir al encuentro de eso que tanto anhelaba.

Yoongi al comprender mejor de lo que hablaba salió para ir hasta la habitación de su Omega.

Jimin descansaba cómodamente abrazando al pequeño, su Omega se estaba encariñando muy rápido con ese bebé el cual lloraba desconsoladamente.

— Vengo por el cachorro.

— No puedes llevártelo Yoongi, estaba a punto de dormirse conmigo.— le dijo el menor con un puchero.

— Jimin el cachorro necesita a su padre, está llorando porque su lobito llama al de Namjoon, así que tengo que hacerlo, lo siento mucho Omega — sin pensarlo dos veces cargó al pequeño entrando después al despacho donde todos los soldados lo miraron.— Toma, tu cosa te necesita.

En cuanto Nam lo tuvo en sus brazos el pequeño lloró con más intensidad y sentimiento, su pequeño cachorrito estaba molesto con él por haberlo abandonado.

Sin pensarlo Nam salió de aquel lugar yendo directo a su habitación, sus pensamientos eran extraños pues su instinto era quien tenía el control.

Tomando sus prendas las comenzó a esparcir en aquella enorme cama, saliendo minutos después hasta la de rubio donde sin pena alguna robo sus sábanas así como la ropa sucia que esté tenía en un rincón para después acomodarlas de igual forma como lo había hecho con las propias.

Continuando con lo que su lobo quería  se quitó su camisa dejando su pecho desnudo para después meterse justo enmedio de dónde había acomodado todo aquello, llevándose a su pequeño consigo viendo como este movía su naricita hasta encontrar su dulce aroma dejando de llorar de inmediato.

Lágrimas bajaban ahora por aquellos ojos rasgados su lobo necesitaba tanto a ese pequeño que por instinto soltó su aroma, debía quitar el del Omega pues Jimin lo había marcado así que poniéndose de pie quitó aquella pequeña ropita que el bebé tenía puesta para después tomar una limpia y pasarla por su cuello pues debía marcar a su cachorro como suyo.

Minutos después sintió tanto placer pues su linda cosita estaba comiendo con gusto la leche que él le brindaba y no ese Omega roba cachorros.

Después de sacarle el aire ambos se recostaron quedándose dormidos de inmediato sintiendo como el aroma del otro bañaba toda la habitación.

Después de algunos minutos Namjoon despertó pues sintió como unos fuertes brazos lo tomaban de la cintura — Descansa mi amor, yo los cuidaré — dijo el rubio haciendo que los tres cayeran rendidos en el mundo de los sueños.

...

Para los soldados era extraño mirar aquello — Así es atacaremos por el sur, no creo que Jeon tenga cubierta esa parte — todos miraban aquel enorme mapa que Namjoon les mostraba.

— Una emboscada por ese lugar es perfecto solo debemos saber cuándo — respondió el rubio.

— Pasado mañana — dijo el moreno con seriedad  mientras despegaba a su cosita de su pezón pues este había dejado de comer. No pasaron ni cinco segundos cuando nuevamente lo pego a su pecho pues aquel pequeño manipulador lloraba al no tenerlo en su boquita aún y cuando no estuviera comiendo.

Los hombres de Min y Choi no entendían como eso podía pasar, siendo que su rey era un alfa, pero los alfas no tenían bebés o los alimentaban con leche que salía de sus propios pezones.

Un fuerte gruñido retumbó en el lugar, todos bajaron su mirada de inmediato pues al lobo de Kim no le había gustado para nada que miraran a su alfa y cachorro, menos cuando esté tenía sus pechos al descubierto.

Salgan— gritó furioso, Yoongi quien estaba harto de aquellos dos se puso de pie pues quería ir con su lindo Omega y pedirle que se lo cogiera toda la noche.

— No puedes ponerte así cada que nos ven — le dijo Namjoon furioso parándose y saliendo de ahí para ir directo a la habitación que ahora los tres compartían sintiendo como el rubio los seguía enojado.

— Y tú deberías dejar de mostrarles los pechos a esos idiotas — trataba de no gritar pues había visto como Namjoon acomodaba al pequeño cachorro dormido en el nido que había hecho.

— Lo hago porque esa pequeña cosa que ves ahí durmiendo no deja de llorar si le escondo mis pezones. Además a ti que te importa quién me vea, no tienes derecho a mandar sobre mi o sobre mi cuerpo, no cuando tú estás casado Seokjin.

El rubio seguía igual de molesto pero quería calmar las cosas por el bien de los tres  —  Tu malditamente eres solo mío Namjoon y no dejaré que aquellos idiotas vean lo que es mío — con nada de delicadeza lo tomó de la cintura mientras lo arrinconaba entre la cama y su cuerpo viendo que el pequeño no despertara.

— Sueltame Jin — pero contrario a eso el alfa hizo aquello que tanto se moría por hacer besándolo con tanta pasión que sus cuerpos al instante se sintieron listos para estar con el otro.

El rubio había bajado sus labios hasta el cuello del pelinegro viendo  como este jadeaba ante aquellas caricias, Namjoon era tan caliente que lo volvía loco — Debes parar Jin, ni siquiera hemos hablado de nosotros — dijo el moreno jadeando mientras sentía como el rubio desabrochaba su pantalón.

— Te juro que hablaremos Namjoon pero ahora solo quiero hacerte mío, no sabes cuánto te deseo mi amor.

Ambos sabían que aquello estaba mal pero sentían tanto deseo por el otro que rápidamente Namjoon se trepó a horcajadas del rubio para besarlo con pasión mientras esté acariciaba sus glúteos.— Alfa quiero que me hagas tuyo — decía el mayor mientras se quitaba la camisa y hacia lo mismo con la de Seokjin.— pero vamos a la alfombra aquí está el cachorro — su dulce angelito dormía tan pacíficamente mientras ellos tenían pensamientos nada puros.

Con la fuerza que el rubio tenía se puso de pie mientras cargaba al moreno para después depositarlo con cuidado en aquella esponjosa alfombra y devorar nuevamente sus labios.

Las caricias que ambos se daban se sentían tan bien, Seokjin cegado por el placer llevó sus manos hasta aquellos firmes pechos, estos habían crecido debido a la producción de leche así que al apretarlos aquel líquido blanquesino comenzó a salir.

El aroma era delicioso y llamaba a su alfa — No te atrevas esto es de tu hijo — pero al ver aquellos ojos dilatados y la forma tan morbosa en que el rubio lo miraba supo que estaba perdido.

— Solo probaré un poco — los labios del menor se fueron acercando hasta que ya sin pena comenzó a chuparlos con fuerza.

— Aaaahhhhhh Jin — jadeo el moreno pues aquello era tan sucio y placentero a la vez.

— Sabes delicioso mi amor ahora se porque a nuestro hijo le encanta tu leche — decía mientras bebía aquel líquido hasta sasearse pues no contento con uno había hecho lo mismo con ambos pechos.

El moreno no dejaba de gemir pues se sentía tan bien. Cuando sintió que aquel líquido no salía más fue que despegó sus labios — Ahora qué comerá el cachorro — le regañó el moreno al sentir sus pechos desinflamados.

Más este lo ignoro y en su lugar comenzó a besarlo con intensidad saboreando su propio sabor en los labios del rubio.

Seokjin con mucha agilidad había quitado el pantalón del moreno, se moría por unirse a el por lo que llevó tres dígitos a su boca para lubricar los y preparar a su alfa.

—¿Qué es esto?— preguntó sorprendido al sentir aquel líquido viscoso en la intimidad el mayor.

— Después de que te fuiste comenzó a salir, ahora soy como un Omega y lubrico por el maldito trasero — dijo entre molesto y avergonzado.

Más jamás espero aquella acción del rubio pues este le había levantado las piernas mientras acomodaba su rostro en su entrada — Veamos que tal sabes— y tan pronto como dijo aquello su lengua se introdujo en aquel pequeño agujero.

— Aaahhh Kim siiii así alfa — gemía sin control el mayor mientras sentía su orgasmo tan cerca — detente voy a venirme — pero este continuo su labor pues aquello sabía delicioso — aaaaahhhhhhh— soltó con fuerza su esperma bañando su propio pecho y un poco del cabello rubio de Seokjin.

Al verlo ahí desnudo y debilitado por el orgasmo Seokjin sintió como su lobo quería tomar el mando, Nam se veía exquisito y tan sumiso que quería poner nuevamente su marca en aquel lindo cuello.

— Voy a tomarte Namjoon, dejaré otro lindo cachorro en este hermoso vientre — sin pensarlo comenzó a besar el mismo viendo como el alfa gemía con fuerza.

— Te juro que te daré otro Cachorro alfa, ahora hazme tuyo — el rubio sonrió burlón al ver lo necesitado que estaba su moreno por lo que tomando su hombria comenzó a prepararse para ingresar en su lindo alfa.

Justo cuando logró posicionarse un fuerte llanto empezó a sonar.

Namjoon sin pensarlo lo lanzó a un lado para ir rumbo a dónde estaba su pequeño llorando.

Cuando lo acomodo en su pecho vio como este lloraba un más intenso pues no le gustaba el aroma de su papá en los pechos de su papi, ademas de que sentía como era poca la leche que de este salía.

Pasaron algunas horas hasta que al fin el pequeño logró dormir, Seokjin le había casi rogado que se calmara pues quería aprovechar el tiempo con Namjoon, pero como si este entendiera hacia lo contrario llorando al no querer compartir a su papi.

— Creo que Soobin no quiere un hermanito — dijo el moreno después de que los tres estuvieran recostados en aquella cama.

—¿Quién es Soobin?— preguntó el rubio quien también estaba a nada de dormir.

— Está cosita— dijo señalando al menor — Quiero que se llame Soobin.

— Es perfecto mi amor — ambos se abrazaron para por fin dormir, Nam estaba tan relajado pues había logrado venirse cayendo de inmediato dormido mientras el rubio sentía como todo su ser estaba duro, pues sus dos pequeños no habían logrado vaciarse.— No ganaste está guerra Soobin, pronto tendrás un hermanito — y como si el pequeño hubiera escuchado soltó un leve gemido lastimero haciendo que Nam lo atrajera más a su cuerpo.

Estaba perdiendo y lo peor es que era contra un cachorro idéntico a el.

....

3/3

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