- ¿Estás seguro de que son ellos ?- cuestionó nuevamente el moreno.

- Son varios señor, pero estos betas y omegas fueron los principales involucrados.- decía el soldado Chang.

- Ya veo- dijo con aquella mirada sombría - ustedes saben muy bien porque están aquí - aquellos pobres sirvientes comenzaron a negar con la cabeza - Saben que soy alguien paciente y justo, pero no permitiré que dañen mi reputación o la de mi hombre de confianza, era tan sencillo observar y fingir ceguera, escuchar y ser mudo, pero no, prefirieron andar como buitres acechando para después contar las intimidades que el general y yo hacemos.

Los betas y omegas lo miraban con miedo pues jamás habían visto de ese modo a su rey - Majestad pedimos perdón, prometemos no volver hablar.

- No se si puedo confiar de nuevo en ustedes - dijo con aquel tono triste.

- Se lo juramos pero por favor dejenos ir, incluso podemos irnos del reino.- decía aquella Omega mayor.

- Quiero que entiendan que esto que haré no me define como persona, pero como alfa mi deber es cuidar a mi pareja - el soldado Chang estaba igualmente asustado pues el aroma del moreno era muy intenso - espero algún día lo comprendan y me perdonen, así como espero aprendan a callar y a no meterse en lo que no les importa - y sin más un enorme lobo negro hizo presencia, los gritos de aquellos hombres y mujeres fue descomunal.

- Deshagan se  de esto - le dijo a un asustado Chang cuando regresó a su forma humana - y si aprecian su vida esto jamás pasó, nadie tiene porque enterarse — decía mientras guiñaba su ojo— y mucho menos Seokjin me entendieron — alfa y Omega asintieron con la cabeza, la mujer que quedó con vida soltó lo poco que su estómago tenía, temblaba de miedo y es que el mensaje había sido claro, dejaría solo a uno con vida para que los demás sirvientes aprendieran a callar.— bueno ahora tengo que irme— dijo sin más para irse de aquel espeso bosque.

En cuanto entró al castillo fue directo a su recámara para bañarse, necesitaba refrescarse, quería sentir culpa pero no, él haría cualquier cosa para cuidar a su alfa y si eso involucraba a sirvientes chismosos no era su problema.

— ¿Dónde está?— dijo su padre en cuanto entró a su recámara, se le veía muy enojado.

— No se de qué me hablas papá.— se hizo el desentendido.

— Sabes muy bien de quién te estoy hablando Namjoon, en dónde está Mina— su tono de voz era fuerte — ella siempre ha estado a mi lado y justo hoy despareció.

— Y eso que tiene que ver conmigo papá — le gruño molesto.

— Mucho y lo sabes, dime dónde está.

— No lo sé, tengo días sin verla, la Omega anciana no era de mi interés, así que por favor vete papá quiero dormir — Heechul salió furioso, encontraría a su compañera de vida, su amiga y sirvienta a como diera lugar.

Después de ver que su padre salía furioso se cambió de ropa, pues quería ir con su rubio, tenía exactamente una semana que no compartían la cama, primero debia arreglar el problema, justo cuando iba para allá se encontró con Jennie, la Omega dia con día se ponía más hermosa, a su parte humana le agradaba la Omega, pero no a su lobo, su estúpido animal se había acostumbrado a la presencia y aroma de Kim.

— Hola alfa — la Omega se acercó con timidez hasta que le depositó un pequeño beso en los labios.

— Hola Omega, a dónde vas — preguntó pues ya era algo tarde para que anduviera por los pasillos del castillo.

— Justo iba a buscarte— dijo de forma tímida —mi hermano me comentó acerca del viaje de manadas el cual es mañana y bueno, esperaba me dijeras el porque mi presencia no fue requerida alfa, yo...yo esperaba ir contigo para así invitar a todos de forma personal a nuestra boda — al escucharla Nam se quedó muy serio.— lo siento si estoy siendo muy invasiva — dijo a la vez que intentaba irse pero el pelinegro la detuvo para después ponerse a conversar por un largo rato.

....

Seokjin estaba en su habitación ya había cenado e incluso se había bañado, como cada noche esperaba que Namjoon apareciera nuevamente en su alcoba pero tenía exactamente siete días sin hacerlo, aún y con la esperanza de su regreso se recostó a dormir dejando su puerta sin seguro.

El rubio estaba tan cansado que no se dio cuenta cuando cierto pelinegro ingreso a su alcoba para recostarse a su lado, pero al sentir su aroma se acomodó sobre su pecho para ahora sí descansar debidamente.

Cuando la mañana llegó Seokjin fue el primero en despertar sorprendiendose por ver que su rey estaba ahí junto a él.

— Buenos días mi amor — dijo el pelinegro pues apenas sintió que el rubio se movió despertó de inmediato.

—¿Por qué no habías venido Namjoon?— preguntó con enojo.

— No sabes cómo me prendes cuando tú ceño está así fruncido.— decía con coquetería.

— No estoy para juegos Choi — gruño molesto mientras se levantaba e iba por su uniforme — sabes si querías terminar con esto créeme que un simple ya no quiero, era más que suficiente, no tenías porque abandonarme así.

— Mi amor no te abandone es solo que estaba ocupado con unos asuntos, pero logré resolverlo, porque mejor no dejas ese puchero y vienes aquí y me besas, muero por probar sus labios Seokjin.— el pelinegro se acercó pero el general lo evadió.

— Olvídalo estoy muy enojado, además debes irte, si no me equivoco el viaje de manadas es hoy y debes prepararte, yo ya tengo mi maleta por si te lo preguntabas — admitió avergonzado pues aún recordaba como su querido rey le había insistido en que lo acompañara.

— Sobre eso— respondió nervioso el mayor — surgieron algunos cambios Jin y espero lo entiendas.

— Habla Choi — pues al rubio no le gustaba que evadiera con sus palabras.

— Jennie va acompañarme — soltó la información viendo como el rostro del rubio cambiaba y ahora se le veia triste o quizás defraudado.

— Te lo dije Nam, desde un principio ella debió acompañarte es tu prometida y nuestra futura Reina, no te preocupes ahorita deshago la maleta — dijo con aquel tono triste que le partía el corazón al rey.

— No hagas eso, yo quiero que vayas Jin, podemos ir los tres — decía mientras se acercaba a su general.

— No iré Nam, por favor no insistas — justo cuando el mayor iba volver hablar la puerta del rubio fue tocada.

— Kim están en la entrada buscándote, date prisa, el Rey Min te manda llamar — dijo aquel soldado.

Seokjin al escucharlo se vistió aún más rápido para después lavar su cara y peinarse sin perder tiempo — ¿Tanto deseas verlo que hasta haces todo con mayor velocidad ?— cuestionó nuevamente el alfa.

— Choi justo ahora no estoy de humor para tus malditos celos — le respondió sin embargo cuando quiso salir los fuertes brazos del rey lo atraparon para plantarle un beso demandante y muy apasionado — Nam detente que alguien puede vernos u oirnos— pero al alfa no hacía caso, no cuando deseaba hacer suyo al rubio y demostrarle aquel pálido que ya tenía dueño.

— No me pidas que me detenga, no cuando hasta aquí puedo olerte estás tan excitado como yo, puedo sentir lo duro que estás por mis besos mi amor — el mayor comenzó a besar su cuello y cuando menos lo esperaron ambos se habían entregado a la pasión sin impor el llamado de Min.

....

— Buenos días — saludaron todos con cortesía cuando vieron entrar al rey Namjoon al comedor, ahí se encontraba su padre, su hermano, los Jeon y el imbécil de Yoongi con su cara angelical.

— Majestad disculpe que lo pregunte pero ¿Esta bien? Vi que cojeaba cuando entró — dijo de forma burlona el pálido fingiendo preocupación.

Cuando iba a responderle su general se apareció, Seokjin lucía tan fresco y animado, su aspecto lo hacía ver muy relajado y complacido. El idiota lo había jodido tan duro y lo había anudado que por ello ahora se le dificultaba caminar, no entendía como había pasado pues él tenía el control de la situación, sin embargo cuando menos lo espero su culo ya estaba siendo invadido por el imbécil que saludaba a su prometido como si nada.

— Hola Jinnie, oye tú sabes por qué el rey está cojeando— preguntó Yoongi haciendo que el general se sonrojara, justo cuando iba hablar fue que el señor Choi intervino.

— General Kim le pido por favor se retire, estamos en un almuerzo familiar y su presencia no es necesaria, mi hijo está seguro aquí dentro del castillo — la voz de Heechul era tan autoritaria y llevaba cierta acidez que le molestaba e incluso hizo sentir incómodos a todos.

— Seokjin puede quedarse papá.— le reto su padre haciendo que todos miraran con incomodidad.

— Papi, Nam tiene razón Jin puede quedarse.

— Entonces me retiro — dijo mientras se levantaba.

— No es necesario, nosotros almorzaremos en el pueblo verdad alfa — dijo Yoongi mientras miraba con reto al moreno.

— Así es, con permiso — dijo cabizbajo pues no entendía la conducta del padre de Nam.

Cuando llegaron al pueblo el Omega lo dirigió hasta un restaurante algo modesto a decir verdad, él pensaba que Yoongi sería de gustos más caros — No creí que te gustara la comida de aquí.

— Jamás la he probado y para serte sincero no se me antoja, pero como mi alfa debes pagar y es mi obligación cuidar de tu dinero así que no iremos a un lugar lujoso donde desbordemos dinero que no tienes — aquello desconcertó un poco al rubio.

— No soy tu alfa.

— Claro que sí, y dejaras de serlo hasta que yo lo decida

Al ver que la conversación no avanzaba fue que pidieron la comida para después ahora sí ir al grano del asunto — Quiero que me acompañes al viaje de manadas, como mi prometido debes ir conmigo, eso me hará parecer interesante y sensato ante los demás, porque sabes, algunos piensan que no estoy muy bien de la cabeza, no se de dónde sacaron eso— el pálido comida y platicaba como si lo que acababa de decir no fuera verdad.

— Mataste a muchos hombres de tres reinos, Choi, Jeon y Jung, creo que sus razones tienen para pensar eso de ti.

— Me disculpe ok, incluso ofrecí un matrimonio y Namjoon no lo acepto, así que tuve que conformarme con lo menos peor que había.....tu.— llevaba aquella fresa a la boca mientras lo veía.

— No entiendo porque sigues con este absurdo matrimonio, no te intereso en lo absoluto incluso ni siquiera te agrado.

— Claro que sí Jinnie, me agradas mucho por eso quiero que todo siga igual, además me sirve para quitarme a un alfa idiota que no acepta un no por respuesta.— aquella forma en que hablaba era molesta.

— De qué hablas.

— Jinnie yo....te contaré algo porque somos amigos verdad, los mejores amigos — decía mientras lo miraba con intensidad y un poco de locura.

— Si, somos los mejores amigos— dijo pues aquellos ojos de loco lo intimidaban.

— Encontré a mi destinado — eso jamás lo vio venir, Jin estaba muy impactado — pero él no me interesa, admito que hemos tenido buen sexo debido al estúpido de mi lobo, tiene un gran paquete y me satisface muy bien, la última vez hizo que me corriera tantas veces que incluso perdí la cuenta y termine desmayado— decía con los ojos muy abiertos —pero no me gusta es un alfa.....imbécil.

Seokjin no sabía que decir estaba con su cabeza anonadada— Yoongi lo que me dices es....asqueroso y asombroso a la vez, deberías estar feliz de encontrar a tu destinado.

— Es que no lo entiendes Seokjin yo.....lo que te diré debes jurar no decirlo jamás, es un secreto que nos llevaremos a la tumba como el futuro matrimonio que seremos.

— No voy a casarme contigo — le interrumpió.— pero juro no decir nada.

— Yo....yo soy como tú Jinnie— el alfa no comprendía lo que quería decir — soy un rarito como tú.

—¿A qué te refieres ?

— Jinnie a mi.....a mí no me gustan los alfas, no me atraen, yo ....prefirió a los dulces y delicados omegas.

Seokjin tenía los ojos muy abiertos ante aquellas información.

— Y eso no es todo — el alfa volvió a prestarle atención — creo que....me gusta un Omega que es imposible para mí, es hermoso y delicado parece un ángel, sus ojos azules me recuerdan al mar y....

—¿Te gusta Taehyung?— le cuestionó impresionado pero vio como este negó.

— Me gusta alguien que es aún más imposible, me trae loco el hermano de mi destinado — Seokjin no podía con tanta información ya nada podía sorprenderlo excepto aquel nombre — Me gusta Jeon Jimin.

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