Final
Seis meses después.
—Akihiko, trata de no ensuciarla tanto—dije mientras movía el peluche de ardilla tratando de obtener la atención de Akimi—. La vamos a bañar después de esto y todo, pero la mitad de la comida la tiene encima.
—Sería más fácil si estuviera sentada, no se para de mover—dijo Akihiko colocando el plato con crema de calabaza en el suelo.
Nos encontrábamos sentados en el liso piso de la sala de nuestra casa. Akihiko se encontraba más cerca de Akimi dándole la comida mientras yo trataba de distraerla. La bebé se encontraba intentando gatear, le costaba un poco porque se caía, pero se esforzaba en volver a intentarlo.
Yo estaba algo alejado de ella llamándola para que intentara gatear a dónde yo estaba, todavía Akimi no se podía poner de pie, pero por lo menos lograba dirigirse a dónde yo estaba sin arrastrarse tanto.
—¡Ven, Aki-chan!—exclamé mostrándole el peluche de ardilla a la bebé, aunque realmente ella parece mostrar más interés en mis manos y mi cabello que en la ardilla de juguete—. Vamos, te falta poco para gatear perfectamente.
—¡Da-da!—balbuceó la bebé sin dejar de mirarme.
Akimi usaba únicamente el pañal. Siempre le quitamos la ropa antes de darle de comer para que no se ensucie tanto, como por ejemplo ahora que la bebé tenía la cara, el pecho y los brazos llenos de crema de calabaza.
—Vamos, Aki, solo te falta un poco para terminar de comer y luego te vamos a bañar—le dijo el rubio a la bebé.
La rubia estiró su manita derecha hacia donde yo estaba supongo que para tomar mi mano o buscando que yo la cargue.
—¡Ma-da!—exclamó la bebé justo antes de caer nuevamente al suelo sin golpearse fuerte. Nuevamente se volvió a poner en posición para seguir gateando hacia donde yo estaba.
—Ya quiero que empiece a hablar adecuadamente y deje de decir cosas sin sentido—dijo Akihiko tomando un poco de crema con la cuchara para luego dirigir el cubierto hacia la boca de Akimi.
—Hey, no la presiones tanto. Apenas dice correctamente "papá"—intercedí.
Estos últimos meses han sido un poco más difíciles para la bebé y nosotros ya que ahora la bebé está aprendiendo a hablar, a gatear, a comer y le empezaron a salir los dientes. Y sin embargo, nos ha ido bien, contamos con ciertas ayudas por parte de Ritsuka y en ocasiones de Ugetsu.
Nada malo ha sucedido este último tiempo, nos costó un poco ajustarnos a nuestra nueva forma de vida, pero nos hemos acoplado muy bien. Hace un mes aproximadamente que Akihiko y yo nos casamos y nos mudamos a una casa propia.
A la boda obviamente no invitamos tanta gente, principalmente porque fue en América al igual que la luna de miel, pero el día posterior a la boda volvimos a Japón para vivir como una familia recién formada.
La vida como esposos ha sido increíble la verdad, al principio fue un poco difícil, pero ya aprendimos a mantener una buena convivencia. Hemos formado una rutina similar a la que llevábamos, pero ahora es mucho mejor.
Ahora nuestra vida es tranquila. Afortunadamente no hemos vuelto a saber de los Uenoyama ni nada asociado con esa familia. Y realmente todo aquel mal que sucedió quedó atrás junto con todas esas personas que tuvieron la intención de herirnos.
La luz que solía sofocarme en el pasado, ahora brillaba para mí.
—Todavía recuerdo cuando te llamó "mamá"—comentó Akihiko riendo suavemente. Mis mejillas se pusieron ligeramente rojas al recordar que la primera palabra de Akimi fue "mamá" y la dijo haciendo referencia a mi persona.
—Bueno, bueno, hay que terminar de alimentarla para bañarla que no me gusta verla sucia—dije colocándome de pie, la bebé me seguía mirando atentamente—. Iré a supervisar a Ritsuka.
Caminé rápidamente hacia las escaleras para acto seguido subirlas. En las paredes estaban colgados distintas fotos de la familia que habíamos formado. Una sonrisa nostálgica invadió mi rostro al recordar los momentos y las situaciones en las que estábamos al momento de tomar las fotografías.
Se podría decir que somos una familia rara al estar conformada por dos universitarios bisexuales a punto de graduarse; una pequeña bebé que próximamente cumplirá un año; y un niño que pronto comenzará a cursar el segundo grado de primaria. Pero ya no nos importa el prejuicio ni los malos comentarios que recibimos sobre la familia que hemos formado.
Entré a la habitación de Ritsuka. Lo primero que ví fue al menor sentado en una esquina de su cama dibujando algo en su cuaderno, y sin embargo no pude detallar qué dibujaba.
Cuando me acerqué a Ritsuka, este cubrió lo que dibujaba con sus brazos mientras su expresión denotaba nervios. Aparentemente no quería que yo viera lo que dibujaba.
—Ritsuka...
—No es nada.— Se apresuró en responder eso sin dejar de cubrir el dibujo. Lo miré confundido e intrigado, ¿qué cosas tendría que ocultar un niño de 7 años?.
Suspiré alejándome un poco de él, me prometí a mi mismo que le daría su espacio.
—Está bien si no me lo quieres decir—dije sonriendo aunque por dentro me sentí un poco desanimado ya que no me esperaba que Ritsuka me comenzara a ocultar cosas tan de repente. Igual no me queda de otra y simplemente lo respetaré.
—Mmm... bueno... te mostraré lo que dibujo solo si prometes guardar el secreto—dijo Ritsuka pegando el cuaderno a su pecho aún escondiendo lo que hacía.
—Oh, no te sientas presionado a decírmelo, supongo que está bien si no me lo quieres contar—respondí caminando hasta la cama de Ritsuka y sentandome en esta. El de ojos azules se veía un poco dubitativo.
—Bueno... si te quiero contar porque prometí no guardarte secretos, pero... no quiero que te burles, papá—reveló Ritsuka desviando la mirada.
—¿Tan siquiera consideraste que me burlaría de ti?, Ritsuka, jamás me reiría de ti o algo por el estilo. Sabes que siempre te apoyo con lo que decidas—le recordé al niño.
La relación padre-hijo entre Ritsuka y y yo a veces progresa y en pocas ocasiones retrocede. Es mentira decir que no hemos tenido nuestros problemas, pero siempre trato de tener la mayor paciencia posible con él y me esfuerzo por arreglar las cosas.
Ritsuka se acercó a mí lentamente y me mostró el dibujo que había realizado. No era la gran cosa, simplemente eran las iniciales del nombre de Ritsuka y supongo las iniciales del nombre de Mafuyu encerradas dentro de un enorme corazón. Todo hecho con lápiz.
—Ví en la televisión a una chica enamorada haciendo eso con el chico que le gusta, entonces... quise imitarla y...—decía Ritsuka con la mirada fija en el suelo y sus mejillas totalmente rojas— es algo tonto y ridículo, pero quise intentar eso con Mafuyu-chan porque Mafuyu-chan me gusta...
—Ya veo...—musité detallando el dibujo. Había deducido con facilidad que eran las iniciales del nombre de Mafuyu debido a que la mayoría de las cosas que hace Ritsuka son relacionadas con Mafuyu— no me parece nada tonto ni ridículo. Está bien eso. Hiciste el corazón como te enseñé a hacerlo y más bien es tierno que hagas eso...
Ritsuka soltó una risita tierna al oír mis palabras y con las mejillas rojas siguió haciendo dibujos y otras cosas.
Sonreí cálidamente al ver lo mucho que ha crecido Ritsuka mentalmente este último tiempo, a veces se comporta muy maduro aunque en otras ocasiones se comporta muy infantil, supongo que está bien para su edad.
—Ya quiero que sea fin de semana de nuevo—comentó Ritsuka con un adorable brillo en los ojos.
Tomamos la costumbre de que todos los fines de semana, pasamos juntos el día en familia junto a Ugetsu y Mafuyu, por eso entiendo que se emocione así, pasar el día jugando y riendo era el sueño de todo niño.
—Yo también ya quiero que sea fin de semana—comenté fijando mi mirada en algún punto de la pared teniendo en mente lo divertido que era beber algunas cervezas con Ugetsu y Akihiko mientras nos contábamos anécdotas chistosas o simplemente hacíamos alguna cosa juntos. Me coloqué de pie y miré a Ritsuka—. Pero mañana es martes y hay clases, no te duermas muy tarde, Ritsuka. Recuerda que si necesitas algo, estaré en la habitación con Akihiko.
—¿Ya van a dormir?—cuestionó Ritsuka—. Apenas son las 7.
Reí un poco al recordar la hora. Era extraño que hoy cenaramos más temprano de lo usual, pero esto se debe a que hace rato mi hermana estuvo por aquí y preparó comida, no íbamos a rechazar la deliciosa comida de mi hermana que, por cierto, nos quitó todo el hambre y prácticamente tomamos esa comida como cena porque ya no íbamos a preparar nada más.
Inclusive, la crema de calabaza que le estábamos dando de comer a Akimi la había hecho mi hermana.
—No, no vamos a dormir ahora—contesté caminando a la puerta—. Simplemente vamos a bañar a Akimi, la dormiremos para ponernos a hacer tarea y luego iremos a dormir.
—Ah bien, yo seguiré jugando, pero prometo no dormirme tarde—dijo el menor con una sonrisa, pero segundos después esa sonrisa desapareció—. Papá...
—Dime—musité desde el umbral de la puerta.
—Yo... te quería pedir perdón por como se comportaron mis anteriores papás y Yayoi contigo, fueron muy injustos. Y siento que te debo mucho y-
—Descuida, Ritsuka, no le des importancia a eso, quedó en el pasado. Además, no fue tu culpa, a ti también te hicieron mal.
—Pero-
—Dejemos todas esas cosas en el pasado y concentremosno en el presente. No tienes la culpa de que eso haya pasado así que no le des vueltas al asunto, ¿entendido?.
Ritsuka pareció pensar mis palabras unos momentos aún dudando y luego sonrió enormemente agradecido.
—Está bien, Haruki-chan—contestó el de cabello oscuro sintiendo mucha gratitud hacia mí.
—Bien, descansa, Ritsuka.
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Mi alarma sonó indicándome que era hora de levantarme. Sin embargo, me dió flojera incluso el apagar la alarma.
Akihiko, que dormía plácidamente a mi lado con una pierna y una mano encima mío, soltó un gruñido al oír la alarma. Y es que, teniendo tantas ocupaciones durante el día, las noches parecen cortas.
—Hay que levantarnos—dije riendo suavemente. Me había vuelto bastante risueño en este último tiempo.
Akimi ya no dormía en la misma habitación que nosotros. Apenas ella se quedaba dormida, nosotros la acostabamos en su habitación que queda justo al lado de la nuestra.
Las habitaciones no son muy grandes, la que comparto con Akihiko tiene paredes pintadas de blanco con algunos cuadros colgados. Comúnmente nuestra habitación está desordenada debido a Akihiko ya que él deja las cosas regadas por todos lados. Yo simplemente me esfuerzo por mantener el orden aquí.
—No quiero moverme—respondió el rubio bajando su mano hasta mi cintura y subiendo más su cuerpo al mío—. Dame unas 17 horas y me levanto.
—No, vamos, tenemos que alistarnos y ayudar a Ritsuka que tiene escuela—dije tratando de apartar a Akihiko. A este paso, me volveré a quedar dormido.
Sentí los labios de Akihiko tocar mi cuello en un roce delicado y ameno que me brindaba cierto placer.
A la final cedí, cerré mis ojos y acaricié su nuca permitiendo que siguiera con los besos en mi cuello. De pronto sentí como se quedaba tranquilo e inmóvil.
—Aki... ¿te volviste a quedar dormido?—cuestioné moviendo suavemente al rubio despertandolo. Alzó su cabeza dejando que nuestros rostro queden frente a frente—. Ah, siempre me engatusas con los besos en el cuello...
Akihiko soltó una pequeña risa mientras me propinaba un corto beso en los labios para luego levantarse con notoria flojera.
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Nos costó un poco alistarnos en la mañana debido al cansancio y la pereza que todos teníamos, pero lo logramos.
Habíamos emprendido camino en automóvil hacia la primaria a la que inscribimos a Ritsuka.
Poco después de la boda y de mudarnos, habíamos decidido comparar un automóvil para que se nos resultara más fácil transportarnos los cuatro y para no estar gastando tanto dinero en taxi.
Akihiko iba conduciendo mientras yo estaba sentado en el copiloto con Akimi en mis brazos y Ritsuka iba en los asientos de atrás verificando que no se le haya olvidado nada.
Ugetsu y yo decidimos que ya era hora de mandar a Ritsuka y a Mafuyu a una primaria para que aprendan a socializar con otros niños.
Apenas Akihiko estacionó el auto, le entregué la bebé al rubio para luego bajarme del vehículo. Ritsuka también se bajó con su mochila colgando de sus hombros.
La primaria público a la que ahora asistirá mi hijo es una escuela bastante común realmente. No es muy grande, tiene dos pisos, y desde afuera se ve que supieron distribuir bien el espacio ya que hay muchas aulas. En la entrada había una joven maestra supervisando a los niños que ingresaban.
Cerca de la entrada estaba cierto violinista acomodando de forma dedicada los cabellos de cierto pelirrojo que sonreía con emoción mientras sus manos se aferraban a la correa de su mochila.
Me detuve causando que Ritsuka también lo hiciera, le dí a entender que hasta este punto lo acompañaría y que le tocaba a él entrar solo a la escuela.
—Si te molestan o te hacen algo, me dices, ¿de acuerdo?, y recuerda cuidar de Mafuyu-chan siempre—dije acariciando su cabeza. Sentía total nostalgia y orgullo de verlo así.
Al otro lado ví como Mafuyu corría hasta detenerse en la entrada para esperar a Ritsuka. Ugetsu tenía una sonrisa llena de orgullo mientras miraba a su hijo caminar alejándose de él.
—Papá, estaré bien, cuidaré de Mafuyu-chan, además, ya Ugetsu-chan y tú me dieron indicaciones de como comportarme—dijo Ritsuka riendo infantilmente—. Estaremos bien porque Mafuyu-chan y yo no nos separaremos.
—Me lo cuidas mucho—habló Ugetsu acercándose a dónde yo estaba con una sonrisa. Nuestra vida había pasado a estar llena de sonrisas e ilusiones—. Bueno, me voy, tengo un show que dar, me contactaré con ustedes luego.
El violinista abandonó el lugar con cierto apuro. Por mi parte, me concentré en Ritsuka y en el abrazo que me dió, acaricié su cabeza con suma delicadeza.
Noté que Ritsuka no estaba tan asustado como lo imaginé, de hecho, se veía preparado para este momento.
Me sentía totalmente orgulloso de él, de lo que se ha convertido, de lo que es y de como ha progresado en su vida.
—Ehh... disculpe—balbuceó la maestra que estaba anteriormente cerca de la puerta y que ahora estaba frente nuestro—. ¿Usted es el padre del niño o...?.
—Ritsuka es-
—Su hijo—respondió Ritsuka interrumpiendome con una sonrisa. Me conmueve mucho cuando lo dice—. Soy Nakayama Ritsuka, y él es mi papá.
—Oh, ya veo...
—Sí, es un poco raro porque Ritsuka no comparte ningún parecido exterior conmigo, pero igual es mi hijo—hablé amablemente.
A muchos les ha parecido raro también el hecho de que Ritsuka y yo no tengamos ninguna similitud físicos. Pero nosotros no le damos importancia a ese aspecto, nos costó mucho llegar a este punto y no vamos a permitir que simples comentarios nos incomoden o nos afecten.
Sonó la campana de la escuela, Mafuyu le hizo señas a Ritsuka para que se diera prisa y el de ojos azules corrió hasta donde estaba el pelirrojo con cierto apuro.
—Adiós, papá, nos vemos después de la escuela—vociferó Ritsuka volteando a verme antes de seguir avanzando hacia donde estaba Mafuyu.
Han sucedido tantas cosas difíciles y he experimentado distintos tipos de alegría que ni siquiera podía creer todo esto. Ahora que hemos experimentado lo difícil de la vida, todos somos más fuertes tanto unidos como individualmente.
Van a venir muchas cosas difíciles y la vida probablemente nos vuelva a poner trancas y piedras en el camino, pero ahora tenemos en claro que siempre hay una manera de seguir adelante.
Luego de tanta tristeza, viene la alegría. Después la tormenta, viene la calma. No hay sonrisas sin lágrimas.
Tenemos un futuro incierto, pero todo lo que suceda lo podremos superar de alguna forma u otra.
—Te vendré a buscar después con Akihiko—le respondí a Ritsuka mientras lo veía avanzar—. Nos vemos Ritsuka.
Ahora puedo sentir una profunda y amena tranquilidad. No le temo a lo que venga ni a quien venga. En mi mundo, nuevamente reina la paz.
Un día cómo hoy hace un año, mi vida cambió. Y la realidad es que cambió para mejor.
F I N
💚❤️💚❤️💚❤️💚❤️💚❤️💚❤️💚❤️💚❤️
Esperen que falta el epílogo así que todavía no se han deshecho totalmente de mí xd
Bueno, la verdad es que tengo una enorme nostalgia dentro de mi ser. Ver qué acaba de terminar un libro al que en un inicio no le ví futuro es algo irreal para mí.
Este libro es importante para mí, fue el primero en llegar a más de mil de cada cosa. Más de diez mil lecturas, más de mil votos, más de mil comentarios...
Siento mucha gratitud hacia todos los que leyeron esto, a los que votaron, a los que comentaron. Mil gracias en serio porque me hacen bastante feliz, gracias por el apoyo y por haber aceptado bien esta historia.
Me duele realmente que se termine porque esta historia significó mucho para mí debido a lo novedosa que es y a ciertos detalles. Este es el primer fic que corrijo en su totalidad (ningún otro está corregido por lo que son más desastrosos que este y obviamente tienen más horrores ortográficos xd).
Espero hayan disfrutado leyendo esta historia. Los quiero <3
Bye ❤
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