Narra Ugetsu Murata

Todo sale perfectamente a como lo tenía planeado.

Las cosas siempre me salen bien porque yo lucho para que sea así.

—Ugetsu-chan...—musitó un tembloroso y nervioso Ritsuka que tomaba con fuerza mi mano. Mafuyu está con Akihiko mientras yo me encargo de acompañar a Ritsuka.

—Dime.

—¿Tú crees que yo...?

—Tranquilo, no te preocupes por nada—le dije con una sonrisa, pero aún se le veía nervioso.

Pensé en absolutamente todo cuando se me ocurrió esta estrategia, en especial en la situación de Ritsuka y Haruki.

Se supone que Ritsuka y Haruki no se pueden ver debido a que los Uenoyama pueden levantar una denuncia en contra del mayor. "Mmm... entonces solo hay que buscar un momento en que los padres de Ritsuka estén muy ocupados como para vigilar a Haruki...". Ahora que levantamos una denuncia contra Yayoi, la asistencia de los señores Uenoyama en el juicio es obligatoria, por lo que desde que inicie el juicio hasta el final ellos no podrán vigilar a Haruki ni ver con quién tiene contacto.

Akihiko, Mafuyu y yo vamos a encargarnos de retener el mayor tiempo posible a los señores Uenoyama con la excusa del juicio, así podremos darle algo de tiempo a Ritsuka y a Haruki, por esa razón es vital para el plan que Haruki no asista al juicio.

Y precisamente ahora Ritsuka y yo caminábamos al apartamento de Akihiko dónde está Haruki. Lo dejaré aquí e iré rápidamente al juicio que ya debe estar por comenzar.

—¡Ugetsu-chan, no puedo!—exclamó el menor deteniendo su andar repentinamente, lo miré confundido—. Yo... no quiero que Haruki-chan me odie más, y no creo que me acepte...—decía Ritsuka fijando su mirada en el suelo, me agaché para quedar a su altura y acomodé amablemente sus cabellos.

—No seas bobo, te hago una estrategia para que puedas ver a tu verdadero padre y te pones a llorar—dije con una sonrisa llena de ironía, pero, al ver unas pequeñas lágrimas formadas en los ojos del menor, decidí dejar las bromas a un lado—. Oye, no te pongas así, ya lo hablamos, no puedes echarte para atrás. Haruki te extraña, estará feliz de verte. Además, recuerda que lo que te dije: si sigues llorando mucho, te pondrás más feo de lo que eres.

—Ugetsu-chan... ¿y si la verdad es que Haruki-chan no me quiere?. Si solo lo molesto y él sufre estando a mi lado, entonces prefiero no verlo, no quiero ver a Haruki-chan triste o llorando...

—¿Crees que si fueras molesto se hubiera quedado contigo más de nueve meses?—cuestioné. Traté de buscar las palabras más adecuadas para tranquilizarlo sin tener que ponerme sentimental debido a la prisa que tengo—. ¿Quieres o no quieres ver a Haruki?.

—Yo...— Ritsuka pareció pensar un poco la respuesta, luego me miró con energía— sí, quiero ver a Haruki-chan.

—Está bien, entonces vamos, te dejaré en la entrada, ya sabes a dónde ir—dije antes de que ambos retomaramos nuestro camino.