Es curioso pensar que hay muchas cosas que no conocía hasta que Yayoi comenzó a hacerme maldades. Cosas como lo es el bullying o el rechazo de las personas.

Cuando vivía en el campo con mi familia, vivía en una burbuja prácticamente, no existía el rencor o los malos sentimientos. Tal vez por eso parezco un torpe en estos momentos...

Me dirigí a la entrada de la universidad aún sumergido en mis pensamientos, mi mochila colgaba de mi hombro y mi vista estaba fija en el suelo.

Planeo ir mañana a casa de Ugetsu, quiero verlo y ahora que las cosas han estado más calmadas creo que es el mejor momento. Me siento un poco más fuerte que antes, lo suficiente como para soportar el regaño que me llevaré por parte del violinista.

—¿Haruki?—musitó una voz masculina. Alcé mi mirada encontrándome con Akihiko frente mío cargando a la bebé.

Akimi usaba un lindo vestido azul oscuro, unas medias cortas rojas y un sombrero azul. Mientras que Akihiko usaba una camisa blanca, unos pantalones ajustados negros y zapatos azul oscuro.

Akihiko, además de cargar a la bebé, llevaba una mochila negra que supongo contienen las cosas que podría necesitar Akimi cuando no está en casa.

Me acerqué a ellos con total confianza. Akimi sonrió igual que Akihiko.

—¿Fue muy difícil pasar el día solo con Akimi?—cuestioné con una sonrisa juguetona.

—No tanto—respondió Akihiko devolviéndome la sonrisa—. Bueno, al principio sí. Cuando Akimi no te vió, se desesperó y enloqueció, pero nada que papá no pueda manejar.

Reí suavemente al oír esas palabras. Akihiko y yo emprendimos camino a su apartamento. No tomábamos nuestras manos porque habían algunas personas cerca. Akimi se había quedado dormida mientras yo le contaba cómo me fue en clases a Akihiko.

—Se podría decir que me fue bien, tal vez porque Yayoi no asistió—dije fijando mi mirada en el camino. La cantidad de gente circulando alrededor nuestro iba disminuyendo, son pocas las personas que caminan en la misma acera que nosotros. Akihiko se veía pensativo—. ¿Sucedió algo?—pregunté confundido, no es normal que Akihiko se distraiga pensando.

—Sí, sucedió algo—respondió el rubio fijando su mirada en mí sin detener su andar. Lo miré extrañado, no me esperaba esa respuesta de su parte—. Hablé con Ugetsu.

—¡¿Eh?!—musité entendiendo menos.

—Y... Ugetsu me ordenó que pidiera la custodia completa de Akimi, no me dió detalles—contestó el rubio devolviendo su mirada al camino antes de detener su andar repentinamente. Me quedé quieto mirándolo y pensando en lo que me decía—. Ugetsu tiene algo en mente...

Suspiré fijando mi mirada en el suelo y luego sonreí inconcientemente al darme cuenta de que Ugetsu siempre tiene algo en mente.

—Planeo ir a casa de Ugetsu mañana o hoy mismo...

—No vayas. Ugetsu me dijo que si vas, no solo le complicarías los planes, sino que también te pondrías en peligro—dijo el rubio mirando a los lados asegurándose de que no había nadie sospechoso cerca—. Cómo te dije: no me quiso dar detalles de qué sucede o qué planea.

Me quedé paralizado y sorprendido al oír sus palabras. Varias suposiciones vinieron a mi mente. Aumentaron mis ganas de hablar con ese violinista.

—¿Por qué será que no quiere que vaya a verlo?—cuestioné pensativo.

—Por ahora solo nos queda confiar en Ugetsu y hacer lo que dice—dijo el rubio acercándose a mí y acariciando mi mejilla para tranquilizarme, puedo suponer que notó mi ansiedad—. Más tarde hablaré con el abogado sobre la custodia de Akimi—agregó Akihiko dirigiendo las caricias hacia mi cabello tomando un mechón entre sus dedos.

Mi atención se concentró en los labios de Akihiko que se encontraban muy cercas. Cerré mis ojos al tiempo que eliminé la distancia que existía entre nuestros labios.

Era un dulce y lento beso que duró unos segundos, afortunadamente no había nadie cerca, no me gusta mucho hacer estas cosas en público. Dejé de pensar y simplemente me dejé llevar. Ambos queríamos que ese beso fuera eterno, podía sentir lo mucho que me deseaba en los latidos acelerados de su corazón. Mientras mis labios estaban unidos a los de Akihiko, sentí una pequeña mano tocar dulcemente mi mejilla, pero no era la mano de Akihiko.

La mano de Akimi se había posicionado en mi mejilla muy cerca de mis labios, aparentemente la bebé se despertó y nos atrapó besándonos.

Al concluir nuestro suave beso, Akihiko y yo unimos nuestras frentes sin despegar la mirada de los ojos del contrario fácilmente podría perderme en sus cautivadores ojos verdes, además de que era tierno ese ligero rubor que adornaba sus mejillas, su respiración se mezclaba con la mía. Akimi sonreía mientras no veía y colocaba su otra mano en la mejilla de su papá, me pareció una acción muy conmovedora por parte de la menor.

—Parecemos una familia—susurré tomando la mano que había puesto Akimi en mi rostro solo para besar el dorso. Haber besado la mano de la bebé causó que ella soltara unas contagiosas y escandalosas carcajadas.

—Estamos a punto de serlo—respondió Akihiko para darme un corto beso en los labios antes de retomar el camino a casa.

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Ugetsu siempre tiene un motivo para hacer las cosas. Todo lo que él hace tiene un porqué, me pregunto cuál será el motivo por el que siempre me apoya...

Quisiera saber que está pensando Ugetsu en estos momentos...

—Haruki...—habló Akihiko sacándome de mis pensamientos.

El rubio y yo estamos sentados en el suelo de la sala de su apartamento. Sobre la mesa de café se encontraban nuestros libros, cuadernos y algunos útiles escolares ya que ambos estábamos haciendo nuestra tarea. Hace rato bañamos a Akimi y luego la dejamos dormir en la habitación.

—¿Sí?—musité fijando mi vista en él.

—Mañana iremos a clases los dos... ¿verdad?—cuestionó el rubio.

—Supongo que sí, no podemos seguir perdiendo clases. De nuevo te tocará ir a clase con Akimi—respondí soltando el lápiz para luego estirar mis brazos hacia arriba, estar escribiendo en la misma posición me había cansado un poco—. Igual te seguiré ayudando un poco con ella.

—No tomes tanta responsabilidad, no te corresponde realmente...

—Akimi prácticamente es una hija para mí, así como lo es Ritsuka. A pesar de que ni Akimi ni Ritsuka tienen algún parentesco conmigo, igual los aprecio como si fueran mis hijos—dije subiéndome al sofá para acostarme boca arriba—. Es inevitable no tomar la responsabilidad de cuidarla. Así como no pude ignorar las súplicas de Ritsuka para que lo llevara conmigo a casa, no puedo hacer como que no veo que necesitas ayuda para criar a Akimi. Simplemente no puedo hacer el de la vista gorda cuando alguien me necesita.

Akihiko se quedó pensando al oír mis palabras. Y, pensándolo bien, también ayudé mucho a Ugetsu.

Cuando conocí a ese violinista, pude notar que necesitaba de alguien que escuchara todas las cosas que quiere transmitir y decidí ser esa persona en la que él pudiera confiar. Desde un inicio quise ser su amigo.

—Entiendo...—contestó Akihiko.

Mi pareja se colocó de pie para luego acostarse encima mío, no apoyó tanto su peso en mi cuerpo, y recostó su cabeza en mi hombro dejándome sentir su respiración en mi cuello.

Akihiko y yo tenemos estos lindos momentos de pareja cuando estamos a solas, simplemente aprovechamos la compañía del otro para demostrar el amor mutuo que nos tenemos.

Estuve a punto de quedarme dormido abrazando a Akihiko hasta que un llanto proveniente de la habitación mató las pocas ganas de dormir que tenía. Akimi se había despertado.

—Te toca ir a ver.— Le susurré a Akihiko riendo, es bastante hilarante la expresión de frustración que tiene Akihiko.

—Ya sé, ya sé—decía el rubio mientras se levantaba y caminaba a la habitación.

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Me desperté apenas oí la alarma de mi teléfono sonar. Tomé mi teléfono, le desactivé la alarma y lo coloqué de regreso a la mesa de noche. Eran las 6 de la mañana.

Miré al par de rubios que dormía a mi lado. Akimi se encontraba durmiendo en el pecho de su padre, ambos plácidamente dormidos, ciertamente no provoca despertarlos.

Tomé mi teléfono rápidamente para capturar esta linda escena en una fotografía. Logré tomar aquella foto sin problemas y coloqué nuevamente mi teléfono en la mesita de noche junto al teléfono móvil de Akihiko.

Acto seguido salí sigilosamente de la habitación, me dirigí al baño para tomar una corta ducha y alistarme para la escuela.

Luego de la rápida ducha que tomé, me encargué de secar mi cuerpo con una toalla, me vestí dentro del baño colocándome una ropa casual. Me lavé los dientes y arreglé un poco mi cabello.

Volví a la habitación dispuesto a despertar al par de rubios, pero se me complicaba la situación al ver la expresión de tranquilidad en los rostros de ambos. No hay opción, debo despertarlos.

Me senté en la cama y me acerqué a Akihiko para besar su mejilla para así despertarlo. Deposité un par de besos en su mejilla antes de trazar un camino hasta sus labios. Un par de segundos después sentí como me correspondían el beso, lo que quiere decir que Akihiko ya se había despertado.

—Buenos días—susurré frotando mi nariz en la mejilla del rubio ganándome una tierna sonrisa por parte suya.

—Se siente como si no hubiéramos dormido ni una hora—dijo Akihiko abriendo lentamente sus ojos, se le notaba el cansancio. Anoche no descansamos casi—. ¿Y si falto a clase hoy también?.

—No, no. Vamos, arriba—respondí cargando a Akimi sin despertarla para que así Akihiko pueda alistarse tranquilamente. Lo que no me esperé fue que el rubio tomara mi mano para atraerme hacia él y así darme un dulce beso en los labios, sonreí inconcientemente mientras mis mejillas se iban calentando, me volví a sentar en la cama permitiendo que Akihiko siguiera besándome.

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El día transcurrió igual de tranquilo que el anterior, no sucedió la gran cosa. Durante mis descansos estuve con Akihiko para ayudarlo con Akimi. También me esforcé mucho por concentrarme en las clases.

Yayoi había asistido a clase, pero me evitaba, según pudo notar Akihiko. Es bastante extraño pensar que de repente me ignora como si ni siquiera me conociera, solo puedo pensar que algo trama...

Sonó la campana anunciando que la última clase que me tocaba el día de hoy ha culminado. Me apresuré en guardar mis cosas en mi mochila. Varios de mis compañeros ya habían abandonado el aula. Justo antes de que yo saliera, sentí una mano en mi hombro por lo que me detuve y me dí vuelta para ver quién trataba de retenerme.

—Eh, Nakayama-san, muchas gracias—dijo la chica a la que le presté un lápiz hace rato devolviéndome dicho objeto.

—No hay de que—respondí guardando mi lápiz en mi bolsillo, me da pereza tener que abrir nuevamente mi mochila para guardar dicho objeto—. Nos vemos.— Me despedí mientras yo desalojaba el aula primero. Caminé por el pasillo hasta las escaleras para posteriormente subirlas hasta llegar al tercer piso.

Debo esperar que Akihiko salga de su clase y así volver a casa juntos. Prefiero esperarlo a caminar solo.

Caminé por el pasillo que da al aula donde está Akihiko de un lado a otro simplemente para matar el tiempo.

Me puse a pensar en Take, le debo una disculpa por haberme comportado tan desconfiado con él, fuí muy injusto. Hace tiempo no hablo con él y me porté muy cortante...

"Oí por ahí que intentaste abusar de Yayoi, sé que es mentira lo que dicen, no te creo capaz de hacer algo así. Y también oí por los rumores que ya no cuidas del hermano menor de Yayoi"

Un minuto... ¿desde cuándo Take llama a Yayoi por su nombre?, es decir, hasta donde sé Take no es tan cercano a Yayoi como para llamarla por su nombre. Esto es raro, o puede ser que mi paranoia haya vuelto...

Sin embargo, ahora que lo pienso, ningún rumor habla sobre que ya no cuido a Ritsuka. Ya que tiempo antes de que yo dejara de cuidar a Ritsuka, él no venía a clases conmigo porque se quedaba con Ugetsu, lo que quiere decir que la única forma de que Take se haya enterado de eso es que alguien, como Yayoi o algún otro Uenoyama por ejemplo, se lo haya dicho. Esto es bastante extraño...

¿Por qué yo no sabía sobre la supuesta relación cercana entre Yayoi y Take?, es decir, ¿tan mal amigo fuí con él?... o tal vez... no fuí yo el desinteresado, puede ser que Yayoi y Take hayan tratado de ocultar dicha relación cercana... pero... ¿qué motivos tendrían para ocultarlo?, ¿por qué no me querían hablar de eso?, ¿y de verdad Take ha estado tan ocupado como para ignorarme completamente?.

¿No será...?

Abrí mis ojos de par en par con sorpresa. ¿Tan estúpido fui como para no notar esto antes?.

La desesperación e inquietud se apoderaron de mi organismo. Esto es grave. Pensar que Take tiene algo que ver con todas las cosas malas que me han sucedido implica muchas cosas.

En eso, sentí como alguien me empujaba arrojándome al suelo, mi cara estuvo a punto de chocar contra el suelo de no haber sido porque coloqué mis manos a tiempo para frenar gran parte del impacto.

—Oh, Haruki—habló una voz masculina detrás mío, me coloqué de pie rápidamente y me dí vuelta encontrándome precisamente con la persona en la que estaba pensando—. Yayoi me contó que Kaji quiso pedir la custodia de la bebé, dime: ¿de casualidad tienes que ver con ello?.

—Pero...

—¿Qué?, ¿acaso no sabías que yo estaba del lado de Yayoi?, ¡pero si fuí yo quien le dió las ideas a Yayoi y la ayudó con todo, ¿no lo habías notado?!—decía Take con una sonrisa psicópata mientras caminaba lentamente hacia mí, yo solo pude retroceder a cada paso que él daba—. Realmente eres una molestia persistente, Haruki, aún con todo lo que hicimos, no te rendiste. Que patético, tal vez por eso ahora toca matarte.

Estaba en shock por sus palabras, ahora todo cobraba un sentido distinto. Lastimosamente, el pasillo estaba desértico a excepción de nosotros dos.

—Take-chan, ¿qué...?.

—¡Es curioso porque incluso traté de matar a ese Murata arrojandolo a la calle, pero el muy maldito sobrevivió!—decía la persona a la que consideré mi amigo mientras me acorralaba contra unos casilleros evitando que yo escape. ¿A qué se refiere?, ¿acaso hizo algo como intentar matar a Ugetsu?—. ¡Ustedes dos en serio son una completa molestia!.

—¡¿Por qué tú...?!

—¿Sabes?, por amor se hacen muchas cosas. No es nada personal realmente—respondió Take colocando su mano en mi cuello poniendo presión. Sentía como él le impedía el paso del aire a mis pulmones, me estaba costando respirar y ni siquiera podía liberarme de su agarre.

—Ella... no...—balbucee, no podía hablar claramente debido a que casi no podía respirar. Había demasiada información que procesar en mi cabeza que me aturdió ligeramente.

—¡Vas a morir!.

Y realmente creía que esas palabras se harían una verdad. Cerré mis ojos, no podía respirar y la falta de oxígeno me estaba empezando a surtir efecto. Este es el fin.

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Hi >:3

No sé por qué, pero me parece un poco hilarante esta situación 😅 (aclaro que no hablo de la situación de la historia, sino en la que ustedes llegaron a pensar que Take era bueno y que entonces de repente el cap termine así).

¿Algunos sospecharon esto de Take?, ¿sí?, ¿no?. Desde un inicio pensé que se veía muy obvio que Take era uno de los malos en el fic 😅😅

Los despisté con el cap antepasado, ¿no?. “Si se preguntan por qué Haruki "rechazó" así a Take es porque a Haruki se le ha creado cierto nivel de desconfianza en ciertas personas y por eso se comportó así” fue lo que les dije para medio excusar el presentimiento de Haruki, aunque realmente no dije ninguna mentira, ya que Haruki sí tiene ese nivel de desconfianza en las personas y les mencioné ese detalle solo para que no sospecharan taaanto así de Take, por esa razón también me parece divertida la situación xd.

Bye ❤