Extra 1: Pasta y el sí
Un año después de la boda de Shaina y Nick
Olivia POV
—¡Es la semana de la moda en Milán! — Mad levanta los brazos enfatizando sin soltar el iPad de su mano mientras caminamos por los pasillos de la compañía — Si trabajas con la moda, es importante que asistas.
Lo pienso pero sigo sin estar convencida.
—No lo sé, Mad. Ir sola no es algo que me llame la atención — Admito cruzándome de brazos y entrando en la puerta que ella abre en la sala de reuniones, que ya se encuentra vacía, solo con Drake discutiendo con Austin unos asuntos mientras aún tienen algunos papeles sobre la mesa.
—Mejor — Zanja ella siguiéndome, llamando la atención de los chicos mientras entramos — Gran oportunidad para hacer nuevos amigos. Y sin un novio que te controle — Lo último lo dice en el mismo volumen solo que sonriéndome maliciosamente.
—Escuchamos todo, Maddie — Nos avisa Austin girándose hacia nosotras mientras nos acercamos.
Drake levanta la vista hacia nosotras un momento, la posa en mi un segundo más y luego la vuelve a fijar en la mesa, dónde sostiene un papel junto a una pluma que gira entre sus dedos en su otra mano.
—Ya deberían entender que no digo nada por accidente — Se excusa ella hasta llegar al extremo de la mesa y apoyarse sobre la misma para ponerse cómoda.
Yo por otro lado llego hasta la cabeza, quedando justo junto a Drake, apoyando una mano sobre el respaldo de su silla. Este se nota más relajado una vez me pongo a su lado, pero sigue concentrado en lo que lee, y estampa una firma de vez en cuando.
—Tómenle la palabra — Bufa Austin pero se distrae viendo algo en su teléfono.
—Aquí está. Ya puedes ir — Interrumpe Drake entregándole ahora la pila de papeles, los cuales acepta con una mano mientras con la otra Austin sigue pasando algo en su teléfono ya de pie.
—Debo irme — Avisa incorporándose — Romeo — Apunta a Drake con su teléfono — Julieta — Ahora a mi — Maniática — Se despide finalmente de Mad con burla, ganándose que esta haga una ademán de acercarse y golpearlo, pero se escapa antes de eso.
Desde que Mad trabaja aquí, se mete en usuales riñas con Austin, incluso frente a todos. Aunque una parte de mi cree que es por sus tipos de humores y personalidades que quieren mantenerse en forma.
—Gran ambiente laboral que demuestran — Le suelta su hermano irónico mientras se arrima para atrás, así yo puedo sentarme en sus piernas — ¿Qué hablaban?
Está vez me mira a mi, curioso mientras parece entretenido en la cadena que cuelga de mi cuello, sin prestarle atención a Mad que culpa a Austin de los conflictos.
—Un desfile — Trato de restarle importancia.
—¿Qué desfile, Maddie? — Pregunta este a su hermana con la vista en mi aún.
—Solo uno de los más importantes desfiles de la semana de la moda — Está se encoge de hombros fingiendo indiferencia por un momento — Nos enviaron invitaciones a Oliv y a mi — Sonríe y ahí se puede desbordar la emoción que siente por ello.
—¿Y cuál es el problema? — Se nota confundido cuando mira a su hermana.
—Oliv no quiere ir — Responde Mad antes que yo — Porque yo no voy — Dice resumiendo todo — Partido de Lincon — Responde antes de que su hermano le pregunte algo más.
—¿Dónde es? — Vuelve a curiosear.
—Milan — Respondo yo está vez.
—Es el fin de semana. Debes convencerla de que no sea idiota y deje ir la oportunidad — Veo como Mad se sienta en la silla del otro lado y le suplica.
—No le digas idiota — Pone los ojos en blanco — Pero yo me encargo — Seguido de eso vuelve a verme, está vez colocando su mano sobre mi muslo.
—¿Qué? No — No se en que momento ambos empezaron a aliarse en mi contra — No pienso ir sola.
—No irás sola — Me tranquiliza pero lo observo desconfiada — Iremos juntos.
—¿Juntos como juntos? — Indaga Mad confundida también.
—Tengo una reunión en Milán. Parece que las esposas de mis clientes están disfrutando la semana de la moda — Explica tranquilo observándome atentamente — Vamos juntos. Tu podrás ir al desfile, yo a mi reunión, y pasaremos el fin de semana allá.
Vale, es una gran propuesta.
—Creo que...
—Seremos nosotros, Europa...— Noto la sonrisa que me da mientras sube su mano por mi pierna.
—¡Y hasta ahí quiero escuchar el plan! — El tono de advertencia de Mad me hace sonreír — ¿Irás o no?
Ella casi me súplica con la vista que acepte, mientras que su hermano espera más tranquilo, incluso paciente por mi respuesta. Suspiro.
—Esta bien — Acepto finalmente.
—Genial — Drake sonríe levemente y da una palmada en mi muslo — Greta se encargará de todo.
Nos ponemos en pie para poder salir de la sala de conferencia, dado que Drake y yo planeábamos almorzar, y Mad tiene una reunión con el equipo de marketing en su piso.
—¡Pasta y champagne, ahí vamos! — Repite Mad fingiendo un acento que la hace mas sonar como una francesa que como una italiana.
...
Definitivamente debo hacerle un regalo a Mad por convencerme de venir al desfile.
Llegamos ayer en la noche a Milán, pero era tan tarde que decidimos quedarnos en la habitación y descansar, por lo que cuando por fin vi algo de la ciudad, fue ésta tarde de camino y regreso a la locación del desfile. Fue increíble, vestidos, ropa, gente y modelos por todos lados, y eso sin contar los paparazzis en las entradas del museo.
Es en ocasiones como esta, que me doy cuenta de que amo la carrera que elegí.
Lastima que todo lo que empieza, termina. Así que ya estoy de regreso en el hotel ubicado en el centro de Milán, mientras que Drake aún no me ha enviado mensaje de si ha regresado o no se la reunión a la cual salió al medio día. Dentro de la habitación, noto después de un breve repaso, que efectivamente, aún no regresa de la reunión, por lo que decido pedir un postre en el servicio a la habitación para comerlo mientras descanso un rato.
Me descalzo, y me estoy quitando los aretes, cuando llaman a la puerta. Voy sorprendida de que el servicio a la habitación sea tan rápido, si prácticamente acabo de cortar el teléfono. Pero me llevo la sorpresa de que si es alguien del hotel, solo que no hay rastro del postre que pedí.
—Señorita Morgan — Me saludo el chico con el uniforme del hotel — Lamento molestarla, pero dejaron esto para usted en recepción.
Me tiende un sobre, que tomo algo confundida antes de agradecerselo y cerrar la puerta una vez se aleja por el pasillo. Lo abro mientras voy entrando de nuevo a la mini sala de la habitación, y no es hasta que veo el nombre con el que empieza, que empiezo a entender de que se trata.
"Morgan, se me hizo algo tarde en la reunión, pero no me perderé nuestra cena. Arréglate —no tardes tanto— y a las 8 un auto te estará esperando en el lobby
—Drake"
Sonrío como idiota sin poder evitar chillar de emoción. Me pone feliz que no se olvidará de invitarme a cenar en la ciudad. Veo la hora, y salgo corriendo cuando veo que son las 6:30pm por ende no tengo mucho tiempo por perder.
Me baño y salgo en cuestión de minutos. Decido ponerme un vestido rosa palo liso sin mangas y con cuello alto, y que me llega justo por la rodilla siendo bastante ligero. Lo acompaño con unos tacones en color crema que empaqué, dejo mi cabello aún rubio suelto pero lo aliso un poco. Añado pendientes, brazalete, un pequeño bolso y un maquillaje no muy cargado, y buala.
Lista para la cena, y justo 10 minutos antes de las 8. Tomo mis cosas y las meto en el mini bolso, antes de salir tranquilamente hacia el ascensor, bajo hasta recepción y voy hacia la entrada.
—¿Señorita Morgan? — Me pregunta el valet y asiento — Ya su auto la espera.
Le agradezco mientras me abren la puerta del vehículo, en el cual subo sintiéndome bastante emocionada y nerviosa por alguna razón.
Solo es una cena. No tienes de que estar nerviosa.
Aún así la sensación persiste en mi pecho mientras recorremos toda la ciudad. Una vez llegamos a nuestro destino, bajamos en un gran edificio en dónde en la puerta me preguntan si vengo al restaurante, cosa que confirmo sin mucha confianza, así que me terminan guiando por un ascensor aparte, que da a el. Una vez más puertas se abren en el piso, quedó algo fascinada, con el lugar.
Está en uno de los últimos pisos, hay mesas en zonas del interior que es muy moderno y elegante con flores en lugares estratégicos, y luego del gran ventanal con vista a la ciudad, el restaurante se sigue extendiendo hasta lo que parece una terraza. No tardan en ubicarme en la recepción, y guiarme a través del lugar, llevándome directamente hacia la terraza. El lugar no está concurrido. Solo dos o tres mesas dentro, pero nadie fuera.
Bueno, nadie excepto Drake creo yo.
La terraza es preciosa, todo es cristal por lo que puedes ver incluso la calle abajo del edificio si te inclinas. Me llevan hacia un lateral en dónde hay una especie de glorieta muy moderna de hierro y cristal, con pequeñas luces iluminando el interior, en dónde en el medio reposa una única mesa para dos, dónde Drake permanece sentado hasta que me ve aparecer.
Se pone en pie y se acerca a la par que yo con una sonrisa. Luce un traje negro, con una camisa crema dentro abierta sobre su pecho dándole un aire despreocupado que me excita.
—Vaya que siempre que te veo me sorprendes — Posa un beso en mis labios y se aparta para sacar la silla para mi — Tome asiento, señorita Morgan.
—Gracias, señor Carson — Le respondo sonriendo sentándome y dejándole que me acomode, para luego volver a su silla frente a mi — ¿Qué es todo esto?
—Quería hacer de nuestra primera cena en Milán algo especial — Explica mientras toma la botella de vino de la hielera a un lado y sirve en mi copa — Un momento solo para los dos.
Sonrío tomando la copa llena y las chocamos antes de beber. Los platos no tardan en llegar, y desde la entrada que es una crema típica del país, hasta el postre, están increíbles. Definitivamente podría mudarme aquí solo por la comida.
La música suena en el lugar, aunque no se de donde viene. Drake no tarda en invitarme a bailar, a un lado de la mesa, y no puedo evitar sentirme en un cuento, dentro de la glorieta, con todas las luces sobre nosotros, la suave música y el escenario que tenemos alrededor. Bailamos de lado a lado, apoyo mi rostro sobre su pecho, disfrutando su cercanía, su calor, su aroma y los latidos de su corazón que me demuestran que ambos nos altera estar cerca del otro.
Unas explosiones lejanas interrumpen el momento, y observo en el cielo los fuegos artificiales. Sorprendida nos acercamos más a la baranda, disfrutando del espectáculo que es verlo sobre la ciudad.
—Creo que me alegro de que Mad no pudiera venir...— Intento bromear mientras me giro para ver a Drake pero quedo callada con lo que veo.
Drake. Arrodillado sobre una pierna, mientras sostiene una caja de terciopelo. Hay un gran anillo dentro de la caja que brilla con las luces de los fuegos artificiales del cielo.
—¿Tu estás...— Voy a decir pero él asiente ante mi cara de asombro y me callo al instante sintiendo mi corazón acelerarse, mi nudo en la garganta crecer.
—Morgan...— Ya con eso estoy, pero permito que siga hablando — desde que te conocí siempre has sido luz en mi vida. Creo que ambos hemos sido la luz para el otro — Asiento como boba.
<<Mi vida a sido otra desde que estamos juntos. Me has enseñado tanto, y creo ni sabes el grado de impacto que has tenido en mi, en mi familia, en todos a tu alrededor — Suspira y yo siento lágrimas caer por mis mejilla ya — Eres mi centro. Mi atardecer. Mi luz. Y no quiero cometer nunca más el error de dejarte ir — Noto el brillo en sus ojos. Ese maldito brillo que tanto amo — Quiero tantas cosas para mí vida, pero no la quiero si no estás a mi lado para compartirlas...— Toma aire y yo ya soy mares — Te quiero como mi novia, esposa, compañera, incluso si se es para un crimen — Ambos reímos ante los recuerdos — Todo valdría la pena. Olivia Morgan ¿Quieres ser mi esposa?>>
Los sollozos me dominan. No puedo creerme que esto esté pasando.
Su esposa.
Quiere ser mi esposo.
—Amor...— Susurra tomándome la mano para acariciarla.
—Si — Digo entre lágrimas — ¡Si quiero!
La sonrisa ilumina su rostro y después el mío. Se pone en pie y toma mi rostro entre sus manos para besarme, lo cual acepto gustosa. El beso es romántico, tal cual se puede imaginar en una película, solo que con un toque salado por las lágrimas de alegría.
Una vez nos dejamos de besar, me abraza y apoya su mentón en mi cabeza disfrutando de tenerme entre sus brazos.
—¿Quién diría que me casaría con una rubia? — Intenta bromear y riendo lo aparto para que me coloque el anillo.
Es precioso y delicado. Es plateado, tiene un diamante azul central, que está rodeado por pequeños diamantes brillantes. Me queda perfecto.
—La pequeña Olivia se moriría si supiera hasta donde le han llevado sus sentimientos — Murmuro ojeándolo.
—El imbécil Drake se moriría si supiera que ya tiene sentimientos — Me sigue el juego sonriendo antes de volverme a besar.
No puedo evitar sentirme en una nube. Es un sueño todo esto.
Seré su esposa.
...
—Vaya que hay personas fuera — Liam silba volviendo a esconderse tras las cortinas que cubren la puerta de cristal que da hacia el jardín donde será la ceremonia — No creo que sea buena idea que te caigas.
Lo último lo dice ojeando mi vestido.
—Gracias, no lo hubiera pensado — Le sonrío sarcástica con ganas de tirarle el ramo.
Frente a nosotros, Mad y Lincon ya están acomodándose en su lugar, más adelante le siguen Nick y Shaina, Jackson y Nicol, mientras que el otro de los padrinos, Austin, permanece con Drake en el altar ya, dado que en esta ocasión nos superados los padrinos que las damas.
Todas las chicas van con sus vestidos azules opacos, largos, y que a pesar de todos será del mismo estilo de tela bastante elegantes, mantienen detalles únicos de cada una. El de Mad es de un solo tirante y con un cinturón con brillo, el de Shaina, dos tirantes y escote cuadrado, y el Nicol escote en v y una abertura en un lateral de la amplia falda.
Observo como mi madre se acerca hacia donde estoy junto a Liam al final de la fila con espacio suficiente como para que nadie aplaste el vestido.
Sería el colmo después de tanto luchar para que el diseño que confecciono Candice, fuera perfecto. La amo tanto por esforzarse tanto en el y dar con lo que quería.
—Estas preciosa, mi niña — Mi mamá está al borde de las lágrimas así que toma aire para controlarse. Luce hermosa con su vestido verde esmeralda — No tienes que estar nerviosa ¿Vale? Todo será hermoso.
Asiento queriendo tomar aire. No tengo nervios por Drake o por mi, dado que ambos estamos listos para esto. Lo que me preocupa es la boda en general, hay mucha gente y no quiero que nada se arruine. Tomo aire para controlarme.
—¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Qué llueva? — La voz de Liam me saca de quicio en este momento mientras se para a mi lado con su traje.
—Por algo revisamos el clima de marzo aquí — Zanjo harta — Mamá, llévatelo — Le suplico y ella ríe.
—Andando, molesto — Toma a mi hermano y salen hacia la ceremonia — ¡Suerte!
Suspiro y me pongo dercha cuando noto a mi padre llegar a mi lado. Este me observa con los ojos cristalinos, y le sonrío, haciéndole saber que todo estará bien.
—Es momento, princesa — Me dice y noto como lucha para no llorar.
Empezamos a salir conforme va avanzando la música de la banda, que tocan Hero con violin y piano, convirtiéndolo todo en un sueño hecho realidad.
La boda la estamos celebrando en una hermosa propiedad tipo viñedo en California, que guarda una enorme, diría mansión, con un estilo clásico, casi del estilo realeza del siglo pasado, convirtiendo todo el lugar en un palacio. Hay muchas personas invitadas, desde amigos de los Carson de negocios, amigos personales, de mi familia, amigos, familia de amigos, y compañeros de trabajo. Aún así, limitamos el número a no más de 200 personas, al no querer perder la intimidad del momento.
Planee la boda como si fuera una boda real, o casi, mantiene un estilo muy elegante, con decoraciones en leves tonos azules rey un tanto apagado, dorado y blanco. Filas y filas de sillas se extienden frente al jardín trasero de la casa, con gente observándonos entrar uno a uno, y al final, una hermosa glorieta de cristal y decorada al igual que todo el lugar, nos espera.
Estamos en el último día de marzo ya.
Todo mi cuerpo vibra con cada paso cuando somos el centro de atención. Mis nervios crecen cuando llegamos al pasillo de cristal que se colocó para no hundirnos en el pasto, pero al instante lo siento más seguro. Veo a mis amigos, a mi familia, a mi jefa, y a muchas personas importantes en mi vida sonreír, llorar, felices por esto. Levanto mi vista y la fijo en el altar, dando finalmente con Drake.
Me espera pacientemente luciendo su smoking azul oscuro casi negro y con el cabello perfectamente peinado a un lado. Su sonrisa me tranquiliza, me da la calma que necesito para terminar el camino. Llego hacia el cuando la canción está terminando, mi padre le entrega mi mano, la cual toma sin dejar de verme, de detallarme, de comerme con la mirada, y por un momento me olvido de todos los ojos que nos observan.
No, en este momento solo somos el y yo.
Me giro y entrego mi ramo a la primera en mi fila de damas, que es Maddie y la ceremonia da inicio. Todo sucede de prisa, para cuando me doy cuenta, mecánicamente nos colocamos los anillos en los cuales Drake mandó a grabar la fecha de cuando nos conocimos se niños, y ya el oficiante dice aquellas preguntas.
—Drake Carson Mooren...— Empieza el a citar — ¿Aceptas a Olivia Elizabeth Morgan como tu esposa, para amarla, respetarla y cuidarla, en la riqueza, en la pobreza, salud y enfermedad...hasta que las muerte los separe?
Acaricia mis manos entre las suyas sin dejar de sonreír.
—Acepto.
—Olivia Elizabeth Morgan ¿Aceptas a Drake Carson Mooren como tu esposo, para amarlo, respetarlo y cuidarlo, en la riqueza, en la pobreza, salud, enfermedad y terquedad...hasta que la muerte los separe? — Río bajo ante el añadido que Drake le dió.
El corazón amenaza por salirse de mi pecho con cada segundo.
—Acepto — El aire sale de mis pulmones.
—Por el poder que me concede...— No escucho más, solo puedo ver a Drake frente a mi, a mi esposo — los declaro marido y mujer ¡Puede besar a la novia!
No espera ni dos segundos hasta tomarme por la cintura y llevarme contra el y su pecho. Paso mis manos por sus hombros disfrutando del beso, sonriéndole nuevo, diferente, con más pasión y deseo que antes. A nuestro alrededor todos gritan y aplauden, pero realmente no les prestamos atención.
—Finalmente — Murmura Drake a centímetros de mis labios sin soltarme aún.
...
Después de una pequeña sesión de fotos en el lugar antes de anochecer, pudimos entrar a la fiesta, dónde ya todos disfrutaban de los tragos y del ambiente en el enorme salón con techos altos de 10 metros, en dónde candelabros cuelgan. Las mesas estaban en medio, junto a la pista y todo, a los dos extremos hablan escaleras enormes que daban hacia la entrada y el piso de arriba en dónde estaban los pasillos que tienen vista directamente hacia el medio del salón.
Todo el salón histórico, está decorado con tonos azules, dorados y luces por distintos lugares.
Pasamos un rato saludando a algunos amigos de Drake, así como socios que fueron invitados, y a los cuales me obligo a saludar amablemente. Incluso saludamos a algunos amigos míos del trabajo. Pero finalmente puedo respirar cuando nos separamos de ellos, y podemos ir con los chicos, quienes tienen toda una mesa solo para ellos. Todos están sentados bebiendo de los tragos que consiguieron en el bar.
—¡Los novios! — Chillan cuando nos acercamos, me tienden una silla así que la uso mientras Drake se mantiene de pie a mi lado.
—Por cierto, 10/10 los tragos — Nos felicita Jack dándole un trago a su vaso — ¡Pero si yo sé los sugerí!
Ruedo los ojos divertida, y poso mi mirada en Mad quien tiene un vaso casi idéntico al de Lincon que parece beber un mojito.
—¿Estás bebiendo alcohol? — Le pregunto alarmada y detiene el vaso.
—Ya quisiera — Se burla Lincon sonriendo.
—Es más una limonada que luce como mojito — Explica Mad dándole un trago — No está mal. Aunque le falta alcohol — Gruñe quejándose.
—Bueno, aún te esperan otros 8 meses sin alcohol — Le recuerda Drake a mi lado.
—Y en dónde la ropa no me va a quedar — Hace un puchero pero Linc se apresura a darle un beso en la mejilla — Tu ni hables, me hiciste esto.
Reímos ante su usual reclamo. Mad hace un par de días se enteró y nos contó de que está esperando un bebé. Bueno, decir contar no es exactamente lo que sucedió, ya que ella tenía planeado decirnos hasta después de la boda, pero alguien espió que se estaba haciendo los exámenes en un laboratorio en Boston, la reconocieron y vendieron la historia a un sitio de chismes.
Así que nos enteramos primero por internet que por ella.
—Tu ni te rías, que mi hermano puede hacerte la misma gracia — Me riñe ella pero niego divertida.
Es poco probable, no hace más de unos meses me quité el implante y me dijeron que debía pasar un tiempo antes de que eso se eliminará por completo de mi organismo.
Le pido a Mad y Nicol que me acompañen a cambiarme el vestido, ya que está siendo bastante incómodo a este punto de la noche. Unos 15 minutos después, regreso con mi segundo vestido de bodas, el cual es más sencillo, liso, de tirantes sin mangas, cuello cuadrado, escote atrás y la falda me llega hasta poco más debajo de las rodillas dándole un toque clásico y elegante.
Al regresar, paso por la mesa de mis padres, dónde veo a Liam hablando con la chica que trajo, la cual se llama April, y es una linda chica con rasgos latinos. Es claro que este se ganó muchas bromas cuando se le vio traer una cita.
—¡Vamos a bailar! — Nicol me encuentra a mitad de camino y me lleva junto a ella y las demás a la pista, en dónde ya todos están disfrutando de la música del dj.
Bailamos solas, entre risas y chiflidos, hasta que los chicos se nos unen, y todos empiezan a demostrar su talento en parejas. Jackson y Nicol bailan una coreografía de salsa que les sale increíble, Mad y Lincon una de Taylor Swift, incluso Nick logra llevar a Shaina a rastras como si la llevará con una cuerda, hasta Hunter y Erin se unen bailando como robots. Austin por otro lado saca a Drake y hacen unos pasos al estilo Michael Jackson que nos hacen reír a todos, al volver veo como el rojo de va hacia un lateral donde la hermana de Lincon está.
Estoy segura de que algo se traen esos dos.
Seguimos disfrutando de la música, aunque algunos desaparecen ya cansados. En un momento no veo a Drake, por lo que doy un vistazo del salón, hasta que lo encuentro en los pasillos de arriba, apoyado en las barandas mientas toma un trago a la par que habla con Lincon. Sonrío y tomo la escalera a un lado de la pista para ir directamente hacia el.
—¿El padrino ayuda a escapar al novio de la boda? Pensé que éramos amigos, Lincon — Les riño en broma una vez llegó a su lado y los hago girarse hacia mi.
—Ser amigo de ambos es un conflicto de intereses — Sonríe el ya sin la chaqueta de su traje de padrino — Luces hermosa, Oliv — Me da un beso en la mejilla — Los felicito a ambos por dar este pasó — Nos mira a ambos y se nota el orgullo en sus ojos.
—Te dije que nada de sentimental — Le recuerda Drake.
—Lo siento, estoy emocionado — Ríe Hilder — ¡Al fin podré descansar un rato de su drama!
El se ríe pero ambos le miramos mal.
—De acuerdo, iré con mi embarazada esposa — Se despide y se va por el mismo camino por el que vine yo.
Me acerco a Drake tomando el vaso que estaba bebiendo y dándole un trago, estando de frente al balcón. Drake se coloca detrás de mi, abrazándome por la cintura y colocando su mentón sobre mi hombro. Suspiro, disfrutando de tenerlo tan cerca.
—Todos parecen disfrutarlo — Rompo el silencio observando a todos abajo conversando, bebiendo y bailando.
—Todo quedó increíble — Me recuerda Drake desde el hueco de mi cuello — Lo siento que no sea tan íntimo todo.
Me giro entre sus brazos, quedando con la espalda baja contra la baranda y el abrazándome aún.
—Invitar a tantos socios era más una estrategia, pero...— Se nota si frustración así que lo detengo.
—Drake, no me importa cuánta gente vino o no — Le recuerdo — Solo me importa lo que hicimos hoy — Suspiro y paso mis manos por su cuello, acariciandole el cabello — Además, como tu esposa...— Noto su sonrisa al decirlo — estoy para apoyarte en todo. Incluso en las estrategias de negocios.
El no dice nada, pero me observa con tanta intensidad que me siento pequeña.
—Serás una gran esposa — Suelta haciéndome sonreír.
—¿Solo por eso? — Le pincho en broma.
—Y por...muchas otras cosas — Baja su boca hasta mi cuello, dónde deja un rastro de besos hasta llegar a mi mandíbula, haciéndome suspirar.
—Espero me las digas más tarde — Murmuro intentando no excitarme tanto, pero es inútil cuando una de sus manos se cuela enfrente, apretando uno de mis pechos.
—No lo dudes — Murmura antes de besarme en los labios.
Las dos semanas de la luna de miel que nos espera, serán una fantasía tropical.
Regresamos con los demás, y los encontramos cerca de la mesa de nuestros padres conversando entre risas. Drake me hala hacia el, así que me recuesto de su costado mientras me rodea por la cintura y escuchamos a todos hablar.
—Ya que parece tradición...— Empieza a hablar tía Carla — ¿Algún soltero está noche pedirá la mano de su pareja?
Observamos a los chicos, de los cuales lo únicos solteros que quedan aun son, Jackson y Nicol, Hunter y Erin, y Austin. Todos se miran pero empiezan a silbar ignorando la pregunta haciéndonos reír.
—¿Saben? Creo que mi madre me llama — Interrumpe Jackson antes de besar en la mejilla a tía Carla a irse con Nicol de ahí.
—Señora Carson — Me giro cuando Austin llega a mi — ¿Le molesta si le robamos un rato al señor Carson?
—Todo suyo — Lo suelto y lo empujo hacia el que sonríe, ahora se les ha unido Lincon, Jackson y Nick — Pero me lo devuelven en una pieza, que debemos disfrutar la luna de miel luego.
—¡Atrevida! — Me chifla Jack dándome un empujoncito.
Los chicos se lo llevan hacia un extremo del salón entre empujones y risas, mientras que Drake trata de ocultar una sonrisa de ellos. Creo que mi Carson nunca cambiará en eso, pero al menos conmigo olvida su usual rostro serio.
Soy un vistazo por todo el lugar, y sigo sin creerme que todo esto sea por nosotros. Que me estoy casando con Drake.
Es algo que hace años me hubiera costado mucho creer.
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¡Bombones! Definitivamente adoro este capítulo extra. Fue muy emotivo imaginar cómo se comprometerían y cuando lo harían.
¡Todo es tan ellos!
Espero lo disfrutaran, y esperen porque aún les esperan algunos más.
Besos.
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