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48. Arma Roja 2

Lean el capítulo anterior antes
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Unos minutos después, estoy en la calle, con mis tacones y sosteniendo mi vestido con la mano para no arrastrarlo mientras intento conseguir un taxi que me lleva hasta el hotel, porque in imposible yo caminar casi 3 cuadras hasta allá.

—¿A dónde vamos? — Cuestiona Hoppe apartándome del borde de la acera.

—Tras Drake. Con quién me viste a hablar hace unos minutos — Zanjo sin querer explicar y levanto la mano pero ningún taxi se detiene.

—Su padre amará escuchar esto — Oigo que murmura y me giro ofendida.

—¡Se supone que me cuidas, no le informas que hago! — Exclamo sin poder creerlo pero veo como intenta ocultar una sonrisa — ¡Consigue el taxi!

Un hombre se va a subir a uno pero Hoppe es más rápido y se cuela en el asiento trasero cuando abre la puerta.

—¡Lo siento! — Digo entrando tras él y cerrando la puerta — Al Hotel Plaza por favor — Casi que le suplico al taxista y emprende el camino hacia allá.

¿Y si no me espera? No me hubiera dicho que estaría allí.

¿Y si solo lo hizo para terminar todo? Solo lo sabré cuando llegué allí.

Durante los minutos dentro del auto, voy con el corazón en la boca, temiendo perderlo más que mi propia vida, más que incluso al caso. Al llegar al plaza, el ballet abre la puerta y yo mero la mano en mi diminuto bolso de mano para sacar un billete de 20$ de él y dárselo al taxista.

—Quédese el cambio — Digo sin más sacando el pie del auto dejando al descubierto mi pierna al hombre que la abre la mi, y sin importarme haberle dado todo el dinero que cargaba encima hoy.

Si te rechaza, si lo querrás de vuelta.

Cállate.

Dentro el lugar es lujoso y cálido, pero también está algo solo por ser casi las 7pm hora dónde todos están cenando en la ciudad. Me acerco al botones con intención de averiguar donde está el bar.

—Disculpe ¿Podría indicarme dónde está el bar, por favor? — Le pido sintiendo que el aire me pesa por todo el movimiento que hice para llegar.

No tarda en llevarme hasta un lateral donde una de las puertas se abre hacia el pasillo que da al restaurante y más al fondo, hacia el bar del hotel. El bar no está lleno, solo con un par de personas en algunas mesas del centro bebiendo tranquilamente algunos tragos, y dos personas en la barra.
Una de esas es Drake. Lo puedo distinguir incluso de espaldas.

Está en una de las esquinas de la barra que tiene de vista la gran ventana hacia la calle, directamente a Central Park, mientras que el resto de la barra está un poco cubierta por algunos estantes de cristales llenos de botellas de distintos alcoholes.

Le pido a Hoppe que nos dé espacio y se sienta en la entrada. Trago fuerte tratando de ignorar el zumbido de mi oído y empiezo a caminar hacia donde está, sin importarme caminar hacia mi posible muerte. Una vez detrás de él, el chico barman que se encuentra del otro lado de la barra, se fija arruinando mi plan de huida.

—¿Puedo ofrecerle algo? — Pregunta profesionalmente mientras termina de secar una copa y la coloca en un bandeja.

—Tinto de Verano — Pido soltando un suspiro mientras me subo sobre el taburete a un lado de Drake mientras esté está dándole un trago a su whisky.

El chico anota la orden y se aleja para prepararla, mientras yo me siento derecha, sin querer moverme, sin querer girarme aún hacia Drake.

—Confieso que me sorprende verte aquí — Murmura bajando el vaso y dejándolo en la barra.

—No tanto como a mi me sorprende verte aquí — Confieso sin más viéndolo de reojo mientras apoyo mi rostro en mi palma sobre la barra — Nunca has sido de eventos, mucho menos en la moda.

Él se encoge de hombros simplemente con la mirada fija en la barra.

—Me dejaron ver un gran mercado de inversión — Explica de nuevo y una parte de mi se decepciona de aquella respuesta tan vaga.

—¿Lo hiciste por el dinero? — Mi pregunta es estúpida teniendo en cuenta que vive para los negocios, pero algo en mi me hace sospechar o tener esperanza de que no sea solo el caso.

Él no responde al instante, sino que se toma su tiempo antes de girar su rostro hacia mi.

—¿Por qué crees que lo hice, Oliv? — Es intensa su mirada al decir aquello.

No tengo oportunidad de responderle porque llega el barman y me entrega mi trago, el cual agradezco y le doy un trago, sintiéndome de un momento a otro muy acalorada por la situación a la que me enfrento.

—¿Qué haces realmente en Nueva York? — Le pregunto por fin llamando si atención de nuevo — No es necesario que los inversionistas vengan.

—Creo que me apetecía cambiar de aire…— Empieza a hablar y fija su mirada en mi de lado con una sonrisa — tal vez tener una conversación pendiente en el proceso — Doy un sorbo a mi trago en ese momento — ¿Cómo estás con el juicio?

Su cambio de tema me confunde pero en parte lo agradezco.

—Nerviosa. Se que muchas cosas están a mi favor…pero es Bart de quién hablamos — Hago una pausa — Debemos esperar cualquier cosa de su parte. Mis padres, Liam y yo estamos preparados en parte para eso.

Él asiente y se vuelve a quedar en silencio.

Mierda. Esto está muriendo y ni siquiera hemos hablado de lo que en verdad me importa en este momento.

Debo tomar la iniciativa. No quiero dejar pasar la oportunidad.

—¿Sabes lo que pasó? — Me ánimo a soltar casi en un murmuro con la mirada fija en la ventana.

—¿Con que? — Siento su mirada en mi pero no me giro aún.

—Con nosotros, Drake — Cuando lo hago espero reflejar en mi mirada todo aquello que me he guardado y creo que lo logro, porque lo dejo pasmado — Al principio creo que me costó ver algo, entre tanto rencor y odio que intenté tener — Confieso sacándome un peso de encima — Pero supongo que encontré darle razón el origen de algunos conflictos, al menos de mi parte.

<<Culpé a la rutina tanto tiempo — Reí bajo — En parte tampoco ayudaba — El río conmigo — Pero el problema venía de nosotros. Tomaba cada decisión en torno a la relación, llegando a pensar más en ella que en mi — Me giré hacia el para poder verle — No entendí hasta hace poco, que además de ser tu novia, de estar en esta relación, soy una persona — Suspiré — Somos personas, con muchos sueños y metas por cumplir por separado. No necesitábamos obstáculos, la relación no era uno, sino que — Cerré los ojos un momento sabiendo que debía decirlo — mi mentalidad la convertía en uno>>

Tomo mi vaso y le doy un gran trago antes de volver a dejarlo sobre la barra. Drake parece asentir al aire y se gira hacia mi, quedando de frente al igual que yo.

—La rutina ya era mala, pero la volví algo aún peor…en el momento en que me puse por encima — Baja la mirada a mis manos un segundo — Con el pasar de los años me fui enterrando más y más en los negocios, en intentar hacer algo bien, en convertirme en alguien…— Fija su mirada en mis ojos ahora y noto el dolor en ellos — olvidándome de lo importante. De vivir.

<<No vivía — Ríe sin gracia — No lo noté hasta hace unos meses cuando llegué al borde de todo. Descubrí que me importaba una mierda llenarle las expectativas a los demás, de cumplir su estándar, de llegar a algo, si en el camino estaba perdiendo todo lo que me importaba — Apoya su codo en la barra — En el momento en que dejé la irá, el rencor y dejé salir lo que sentía, en el momento en que fui consciente de que ya no te tenía…me di cuenta de lo miserable que se había vuelto mi vida>>

—Ha pasado mucho estos meses — Añadí tras unos segundos y el asintió — Pero no los cambiaría.

Él levanto la mirada y me observó, encontrando algo en mi mirada, que al instante hizo aparecer una leve sonrisa en su rostro.

—Creo que yo tampoco — Aceptó — Logré ver qué mi vida no estaba yendo como quería. No le estaba dando el enfoque correcto a las cosas — Pasa la mano por su mentón — Todo es tan diferente cuando le das otra perspectiva — Me enorgullece escucharle decir eso.

<<Escucha, Oliv…— Se inclina hasta tomas mis manos pequeñas entre las suyas — no quiero perder más tiempo enfocándome en rencores y problemas inexistentes...Me he dado cuenta de lo corta de la vida, y de que no quiero dejar que se me pase…no sin ti a mi lado — Sonríe y noto como me empiezan a escocer los ojos ante las lágrimas que quieren salir — Porque no quiero tenerte, quiero ir a tu lado en cada paso de la vida. Apoyarte en tus metas, que estés a mi lado en las mías y hacer de esto…— Nos apunta a ambos — nuestro lugar de paz y nuestra propia guerra de nuevo>>

Parpadeo ante las lágrimas que caen por mi rostro. Levanto una mano hasta posarla en su mejilla, sintiéndola suave y recién afeitada, y al instante cierra los ojos disfrutando mi tacto.

—Me lastimaste mucho, Drake — Suspiro y el luce triste ante el recuerdo — Pero creo que ambos nos lastimamos lo suficiente, y aprendimos de ello.

<<Te amo. Nunca he dejado de hacerlo — Confieso — Incluso cuando intenté odiarte, y Dios sabe que lo intenté — Ríe ante mi comentario — Quiero dejar todo lo malo atrás, todo el dolor…y ver por el futuro — Bajo la mano y tomo la suya — Un futuro a tu lado — Abre los ojos y su mirada no parece creérselo — Creo que nos lo merecemos después de tanta mierda>>

—Si, estoy seguro que si — Concuerda sonriendo y suelta mis manos para tomar mi rostro entre ellas — Luces exactamente cómo cuando me enamoré de ti la primera vez…— Aquello acelera mi corazón — pero a la vez tan distinta. Y estoy listo para amar esos cambios.

—Ambos somos distintos — Le sigo entre sus manos — Es algo que tendremos que ir descubriendo poco a poco en este camino — Suspiro — Me asusta un poco ¿Y a ti, Carson?
Sonrío ante mi manera de llamarlo después de tanto tiempo.

—Lo estoy — Confiesa — Pero no tanto como una vida si te dejo ir — Posa su mano ahora en mi muslo sobre la pierna cubierta por el vestido.

Sip, Drake aún sabe cómo dejarme boba.

Vaya que lo sabe.

Shh, es mi momento.

—Pero debo serte clara en algo…— Me enderezo y noto que se pone serio, interesado en lo que diré — Vienen semanas duras con el juicio, y necesito estar enfocada en ello — Trago pensando en ello — Quiero intentar esto, pero debemos esperas hasta después que pase todo.

Él asiente y me sorprende que luzca tan tranquilo.

—Esta bien — Está de acuerdo y sonrío por ello — Esto esperara y, Oliv…— Toma mi mano de nuevo — tienes mi apoyo todos estos días ¿De acuerdo? — Asiento sonriendo — Sin importar que suceda.

Quedamos a pocos centímetros el uno del otro, con solo mis piernas como barrera ya que él abrió las suyas y me dejó entre ellas. Se inclina, posa una mano en la barra y otra en el respaldo de mi silla y se detiene a unos centímetros de mi rostro, observándome detallándome poniéndome totalmente nerviosa como siempre lo ha hecho.

Huele tan bien, pienso inhalando su perfume mezclado con el whisky y sintiéndome embriaga por el. Esos pantalones le quedan perfectos y juro que si bajo mi mirada, puedo ver algo en medio de sus piernas que llama mi atención.

—Gracias por la guitarra — Suelta finalmente dejándome sin habla.
—Y a ti por el cuadro — Contraataco antes de dedicarnos una sonrisa cómplice.

La conversación dura menos de lo que esperaba, y para cuando me doy cuenta, ya estamos regresando juntos al vestíbulo. En todo momento Drake mantiene su mano en mi espalda, caminando a mi lado y solo la aparta cuando se coloca frente a mi una vez es el momento de despedirnos.

—¿Quién es el mastodonte? — Murmura bajo haciéndome sonreír ojeando a Hoppe siguiéndonos de manera nada disimulada.

—Mi niñera. Papá lo contrató — Explicó sonriendo.

—¿Estarás bien? — Cambia de tema y me da una mirada preocupada, casi protectora a lo que yo simplemente asiento — Llámame si no.

Toma mi rostro entre sus manos para darme un beso en la frente que me hace suspirar ante el contacto de sus labios en mi piel. No permito que se aparte antes de rodearle la cintura con mis brazos para abrazarlo metiendo mi rostro en su pecho, lo cual el corresponde apoyando su mentón en lo alto de mi cabeza, son tener prisa de separarse de mí.

Todo el caos que había tenido hasta este momento, desaparece, dejando en cambio el silencio, y con el la tranquilidad.

—Te veo luego, Morgan — Dice separándose de mi.

—Hasta luego, Carson — Le sonrío mientras lo observo alejarse.
Noto que se dirige hasta el mostrador de recepción donde se detiene un momento e intercambia palabras con los encargados y luego continúa su camino hacia el ascensor al final del vestíbulo. Me doy la vuelta suspirando, sin poder creerme aún que todo esto al fin pasará, después de tantos meses alejados.

Me detengo frente a la puerta, observando el ya cielo oscuro fuera, e inhalando profundamente el aroma de Drake que se ha quedado impregnado en mi tras él abrazo.
Siempre he amado su olor.

En especial cuando despertaba en su cama, entre las sábanas, desnuda después de haber tenido una noche movida. Cuando se acercó tanto a mi en el bar, juro que no quise, pero no pude dejar de imaginármelo encima de mi, mientras me escuchaba rogar que me tocará.

Mierda, pienso dándome cuenta del destino de mis pensamientos y de como me he empezado a humedecer entre mis piernas ante los recuerdos, en medio del vestíbulo aún. Noto la hora en un reloj colgado en la pared, viendo que son casi las 8pm. Duré menos de lo que esperaba en esta conversación y ahora se supone tengo la noche libre. No tengo ganas de regresar a la gala, por mucho que me esforzara por arreglarme.

Sabes que quieres ir tras él.

¿Estás loca? Va a pensar que soy una clase de ninfómana.

¿No lo eres?

¡No! Solo que hace mucho no tengo nada y…¡Mierda! Si sueno como una...

No es como que él se pueda quejar.

A la mierda.

Giro sobre mis talones, caminando directamente hacia recepción dado que lo que menos se es en que habitación está quedándose.

—Hola….— Llamo la atención del chico — Necesito saber el número de habitación de alguien. Drake Carson.

—No podemos dar esa información — Zanja tirándome una mirada despectiva.

—Entiendo eso, pero necesito ir con él — Río nerviosa sin saber que hacer — Vea, yo estaba con él hace unos minutos.

—Y se fue — Alza una ceja sin tener interés en mi insistencia.

—Lo sé….— Cierro la boca dándome cuenta que tiene razón, así que suspiro y estoy por darme la vuelta derrotada.

—Espera — La otra chica que hasta ahora había estado a unos pasos de nosotros tras el mostrador me detiene — ¿Cuál es tu nombre?

—Olivia Morgan — Hablo confundida y ella parece fijarse en algo en el mostrador bajo que tienen.

—Ah si, aquí estás — Luzco confundida y ella me sonríe — El Señor Carson dio orden de dejarte pasar sin importar que.

Mi boca se abre al instante.

Viste, el sabía.

Lo sabía, mini yo.

Le agradezco una vez me da el número de la habitación y corro hacia el ascensor con Hoppe siguiéndome, no sin antes darle una mirada engreída al chico que me estaba atendiendo antes. Pulso el 4to piso dentro del ascensor y durante todo el camino no dejó de moverme y verme en el espejo del mismo, asegurándome de verme decente aún.

Esto es un error, pienso una vez la puerta se abre frente a mi en el piso.

—Creo que debo seguir sola — Me apresuro a decirle al gran hombre a mi lado que me observa como si me hubiera salido otra cabeza.

—No creo que…— Intenta protestar.

—Hoppe…— Meto la mano en la puerta para evitar que se cierre — creo que no debes seguirme.
Creo que por la mirada que le doy, entiende porque debe darme espacio.

—Esperaré en el vestíbulo — Zanja y pulsa el botón del piso.

Tomo aire antes de adentrarme en el, sintiendo que con cada paso que doy, mi corazón está un paso más cerca de salirse de mi pecho y provocarme un infarto aquí mismo. Una vez frente a la puerta, suelto la cola de mi vestido, arreglo un poco mi cabello y tocó dos veces con mis nudillos a la puerta, sintiendo mi cuerpo vibrar mientras sostengo mi bolso de mano entre ambas manos queriendo hacer algo con ellas. Pasan unos segundos, antes de la puerta se abra, dejándome con la boca abierta y con el riesgo de empezar a babear aquí mismo.

Drake ya no lleva el saco, ni la camisa, sino que está solo usando los pantalones oscuros de vestir junto a los zapatos. Su pecho, pienso detallando sus grandes músculos y fuerte pecho que parece estar más grande de lo que yo recordaba, haciéndome pensar que pudo estar haciendo bastante ejercicio todos estos meses.

—¿Qué haces aquí? — Pregunta el ladeando la cabeza pero no luce molesto, sino más bien curioso ante mi presencia.

—Yo…— Me obligo a tragar fuerte buscando fuerza y valor — No podía irme — Trato de sonar segura dando pasos hacia el, haciéndolo retroceder y a mi entrar en la habitación — Hay algo que olvidé hacer…— Cierro la puerta tras de mi y me recuesto en ella, notando como el me observa casi como un cazador a su presa — y enserio me muero por ello — Mi suspiro casi suena como una súplica mientras me inclino un poco, desatando las correas de mis sandalias, dándole el tiempo suficiente de poder detallarme, observar apropósito mi pierna casi desnuda por la abertura del vestido.

Y por supuesto el escote.

—¿Qué pasa con lo de ir lento? Lo de esperar — Suena confundido pero por su expresión noto que está jugando conmigo.

Me incorporo una vez termino con mis sandalias, bajando de ellas, dejándolas en la puerta antes de dar un paso más cerca de el, lentamente, queriendo provocarlo.

—A la mierda. Esto no puede esperar — Suelto antes de acercarme y saltar sobre él para poder probar sus labios.

Gemimos ante el contacto de nuestros labios lo que nos da más ganas a profundizar el beso, queriendo comernos en el camino. Me sostiene por la espalda y la cadera, pero pasa sus manos por mis muslos para alzarme haciéndome cruzar mis pies detrás de su espalda para no caer, me sostiene del culo sin dejar mis labios por más de dos segundos para tomar aire. Halo su cabello cuando siento como muerde mi labio haciéndole gemir, más cuando siento el impacto de una pared a mi espalda a la cual me ha pegado.

Me baja y me gira, dejándome con la mejilla pegada a la pared, mientras él se encarga de bajar el cierre de mi vestido, el cual se amonta en mis pies al caer, dejándome en unas pequeñas bragas y brasier sin tirantes. Siento su mano recorrer mis pechos, apretándolos a su antojo haciéndome suspirar se deseo, antes de que siga su camino hasta llegar a mis bragas, dónde mete una mano, tocando mi húmedo sexo listo para el.

—¿Ansiosa por qué te toque? — Murmura mientras muerde mi lóbulo ganándose un gemido.

Hala mi mano llevándome hasta un pequeño escritorio a unos metros, aparta la silla de un empujón, se gira tomándome por la cintura hasta dejarme sentada sobre la mesa. Me abre de piernas halandome, dejándome al borde de la mesa ante el y casi me desmayo de emoción al verlo arrodillarse ante mi. Cuando creo que va a apartar mi braga, escucha la tela rasgarse. Doy un vistazo y noto como ahora está despedazada, y eso en vez de molestarme, solo me hace morder mi labio para no dejar salir un gemido ante aquel acto.

—Siempre tan lista, tan bonita…— Sonríe egocéntrico mientras pasea sus dedos por mi centro jugando con los jugos que he soltado solo de anticipación — ¿Cuántas veces me imaginaste así estos meses? — Noto su sonrisa pero no puedo responder porque me calla abriendo mis pliegues y metiendo un dedo en mi — Creo que no escuché — Se está burlando de que no puedo hablar ante el deseo de su toque — ¿Cuántas, Morgan?

—Muchas — Me obligo a responder cuando se detiene y protesto.

—¿Te tocaste mucho? — Vuelve a preguntar metiendo otro dedo en mi interior y bombeando lentamente torturándome.

—¡Si! — Exclamo.

—Espero superar tus habilidades — Sonríe antes de acercar su rostro a mi sexo.

Grito al sentir su lengua pasar por mis pliegues. Chupa, lame, muerde todo lo que encuentra a su paso, sin dejar de bombear con sus dedos. En un momento los cambia por su lengua, la cual mete en mi y la mueve en mi interior, haciéndome retorcerme y tirar las cosas que había sobre el escritorio sin importar que eran. Cuando su ataque se vuelve más rápido, debo tomar su cabello para poder tener estabilidad en algo, pero es inútil, porque me convierto en puros gemidos. Mis caderas se mueven en anticipación contra su boca.

—¡Si! — Gimo cuando siento la presión en lo bajo de mi vientre y pegando la cabeza contra la pared detrás de mi — ¡Drake!

Suelto cuando dejo ir la presión, sintiendo los estragos del orgasmo dejándome feliz, pero aún con muchas ganas de más. Me levanto cuando él lo hace, y me voy contra el para volver a besarlo, saboreando mis propios jugos en sus labios, y el morbo crece en mi. Retrocede nos hasta pasar por la puerta abierta que da hacia la habitación, y nos detenemos frente a la cama.

Bajo mis manos hacia su pantalón, desatando la correa y el botón, y halándolos para que caigan por sus fuertes piernas. Está duro, lo noto al fijar mi vista en su paquete, y disfruto tocarlo y apretarlo mientras no deja de besar mi cuello apretando mi trasero a la vez. El se deshace de su ropa, mientras yo me quito el brasier, dejando caer mis tetas, y ambos quedamos desnudos. El pasa la mirada por todo mi cuerpo y observo como sus ojos pasan de ser un verde claro, a un verde más oscuro, casi como las hojas de los árboles. En un movimiento, caigo de espaldas a la cama, y el viene como un depredador acechando a su presa tras de mi, abriendo un lugar entre mis piernas.

—¿Aún usas la inyección? — Escucho que pregunta besando mi cuello y bajando hasta el valle de mis senos — Porque no quiero barreras — Siento como mete mi mano bajo mi cuello y aprieta mi nuca para que le vea observarme con deseo — Quiero verte chorreando de mi semen.

Un escalofrío me recorre ahí abajo y sonrío como idiota.

—Métemela, Drake — Casi suplico lamiendo la comisura de sus labios — No aguanto un segundo más sin…¡Ah! — Gimo fuerte ante su entrada en mi de una sola estocada.

Entra y sale de mi, lentamente, hasta estar en el fondo de mi, llenándome, para luego sacarla, dejado el vacío tras su salida. Gruño ante lo lento, y parece divertirle cuando clavo mis uñas en su cuello, y empieza a moverse más rápido. Entra y sale con fuerza, con ganas, haciendo golpear el copete de la cama contra la pared, haciendo sonar nuestros cuerpos ante el choque.

—¿¡Me extrañaste!? — Pregunta entrecortadamente sin dejar de embestirme   llegando al punto en el que rodeo su espalda con mis piernas para acercarlo más a mi — ¡Responde! — Toma mi mentón para que lo mire y me besa fuertemente para reclamarme.

—¡Si! — Digo antes de un grito al volver a sentir la presión crearse — ¡Yo te extrañaba, y mi coño también! — Me atreví a decir escuchándolo gruñir y darme más fuerte.

—Con nadie te corres como yo, pequeña — Mete la cabeza en el hueco de mi cuello y chupa — Vamos, córrete.

Es lo que me falta, para que explotar junto a un gemido. Mis piernas tiemblan, mi respiración es una locura y aún así, Drake sigue saliendo y entrando en mi, solo que más lento.
—Aun no acabamos, Morgan — Sonríe egocéntrico y me lleva a la orilla de la cama con el, antes de volver a entrar en mi de golpe haciéndome gemir antes de empezar a embestirme.

Cómo si fuera poco, también empieza a jugar con mi clítoris con su mano, acariciándolo en círculos mientras sigue entrando y saliendo de mi. En un momento levanta una de mis piernas, subiendo la a su hombro, antes de volver a su ataque con su pene y su mano.

Dios, que delicioso se siente la nueva presión en mi. Es más intensa y me hace retorcerme.

—¡Ahhh! — Gimo sin importarme si alguien escucha pero es tan delicioso y no quiero dejarlo ir aún.

—Déjame…oírte — Responde entrecortadamente y sonríe.

Sigo comiendo, sintiendo como cada vez más esa tensión se vuelve más y más grande, hasta llegar al punto en dónde debo tensarme para no dejar ir de más aquello que desea salir de mi.

No, eso no puede ser ¿Qué mierda?

Te vas a orinar, estúpida.

¡No!

—No…— Respondo como puedo sin poder borrar la sonrisa ante cada embiste más fuerte.

—Suéltalo, Morgan — Me dice Drake moviendo su pelvis y mano más rápido — Relájate y déjame ver cómo te corres para mí — Ya está agotado, algo me dice que está muy cerca.

—No, Drake…— Intento protestar.

—Suéltalo — Me súplica y es todo, mi voluntad se va a la mierda.

Lo dejo ir, sintiendo como exploto en miles de pedazos bajo el, algo sale de mi y abro los ojos, viendo un chorro golpear en la pelvis de Drake dejándolo empapado.

—¡Drake! — Gimo sintiendo como la vida se me va y debo apretar las sábanas con las manos y curvas mis dedos ante la sensación.

—¡Olivia! — Gime fuerte él y lo veo desmoronarse frente a mi igual.

De pronto siento como si estuviera nadando, con chorros de mi saliendo aún y los hilos de semen que Drake está soltando en mi interior. Sonrío como una imbécil sintiendo aquella sensación como algo tan perfecto, más cuando Drake cae y se recuesta un momento de mi pecho queriendo recuperar fuerza. Nuestros pechos suben y bajan descontroladamente.
Mierda, te orinaste.

—Te corriste en squirt — Murmura bajo en mi pecho — No te orinaste — Lo siento reír contra mi pecho y le doy un zape en la nuca antes de seguirlo.

Es de noche, la habitación está oscura, solo con la luz que se cuela por la ventana de las luces de la ciudad. Estoy acostada boca abajo, desnuda, aún entre las sábanas, mientras Drake está a mi lado igual, pasando su mano por toda mi espalda desnuda, dibujando líneas y trazos en ella.

Siento su calor, me abriga su fragancia.

No me había sentido así de tranquila en mucho tiempo. Me hace darme cuenta de que estoy en el lugar que quiero estar, en el momento exacto, llena de paz y sobre todo, me siento segura por primera vez en meses.
Solo que está vez es distinto. Hay algo distinto en esta intimidad.

Y estoy ansiosa por lo que me quedará por descubrir…



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¡Hola, bombones!

Momento de chillar emocionados ¡Dravia al fin vuelve!

Ya sentía su odio con cada capítulo que estaban separados jajaja

Nos vemos en el próximo capítulo. Ya quedan 5 capitulos antes del epílogo.

Besos.

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