44. No otra vez
Nicol POV
La voz de Jackson invade la estancia, mientras trata de explicarme los puntos fuertes de la defensa del caso, pero no he entendido mucho desde los dos primeros, ya que me empecé a distraer con, bueno...él.
Estas últimas semanas han ido de mal en peor, en cuanto a mis sentimientos por Jackson, que son imposibles de ocultar a este punto, o al menos imposibles de ocultar para mi. Ya no es solo una atracción sexual, una de ese tipo no puede ser tan permanente por mucho que cumpla las fantasías que le pido. No, los nervios y las risas imbéciles que suelto a su lado no pueden ser por algo de sexo nada más.
Y como si fuera poco, gracias al reciente compromiso de Shaina, me empecé a preguntar si en algún momento yo llegaría a llegar a ese punto en una relación, dando el siguiendo paso para pasar el resto de mi vida con alguien.
Alguien a quien ame para ello.
Aunque hay un problema en ese deseo: El miedo que siento por mis propios sentimientos.
Hasta que no pueda ignorarlos y atreverme a algo, no podré conseguir más que cosas de una noche. Supongo que mis acciones esta semana, han demostrado que una parte de mi quiere dejar ese problema en el pasado, con la llamada que le hice a mi madre, expresándole lo mucho que me afecta su ausencia en mi vida.
Vaya que drama.
Claro que mi madre no es una mujer muy expresiva —creo entender de dónde salí de la misma manera —, así que lo único que pude obtener por los momentos es una visita a la ciudad donde pasé parte de la tarde con ella. Aunque teniendo en cuenta de quién hablamos, ya eso significa un gran avance a nuestra nula relación madre/hija usual.
—¿Crees que olvido algo? — Le pregunta de Jack me hace salir de mis pensamientos, fijando mi vista en el sin saber bien de que me habla.
Los puntos, me recuerdo.
—¿Prueba de antiguos socios? — Pregunto temiendo que ya lo mencionara, dejando en evidencia que no he estado concentrada.
—Casi los olvido — Asiente bajando la mirada para anotar en la tablet lo que dije.
Suspiro volviendo a apoyar mi mano sobre mi palma al salvarme de esta mientras no puedo evitar mover levemente mi pie descalzo contra el suelo, una costumbre ansiosa.
Me desespera no saber bien que hacer. ¿Debo decir algo o callar? Shaina me intenta convencer de que el contar o no algo, depende de mi, depende si estoy dispuesta a enfrentarme a lo que pueda suceder después, pero que no hay certeza de que sea el resultado que quiero. No me agrada mucho esa parte de hacer algo sin saber cómo resultará.
Pero ¿Podría continuar con mi vida sin haberme arriesgado a decirle lo que siento?
—Creo que es todo por ahora — Estira sus largos y fuertes brazos frente a el para hacer sonar sus dedos entumecidos — Tan solo queda esperar a los juicios. Y a los reuniones con el abogado — Suspira — Solo lo ví una vez y ya lo odio — Explica cuando me enderezo prestando atención — Oh vaya, ya soy tu — Se burla sonriendo.
—Era cuestión de tiempo — Me encojo de hombros restandole importancia — Al menos es mejor que parecerse a ti.
Vaya, grande, Nicol.
—Ya quisieras tu — Me lanza una mirada egocéntrica mientras guarda la tableta en su mochila junto con las carpetas de documentos.
Apesar de ser sábado, decidimos reunirnos a trabajar, dado que en la oficina no hay mucho espacio estando el trabajando con un abogado y yo con otro. Hoy es una reunión solo nuestra.
—Ya es hora — Avisa poniéndose en pie — Mad está recogiendo unas cosas para Oliv. Debo llevarle un pendrive con unas pruebas para que Oliv las vea junto a su padre — Explica colgándose la mochila en el hombro — No confío en enviarlo por correo estando un hombre como Bart involucrado — Se le nota preocupado y lo entiendo, ya que a mí también me preocupa.
Mierda, pensé que tendría más tiempo para continuar con mi debato amoroso.
—El tráfico hacia Queen parece estar terrible — Bufa ojeando algo en su móvil — Será mejor que salga.
Por instinto camino detrás de él hasta la entrada, sintiendo mi corazón martillar dentro de mi pecho como si tuviera una construcción en el. No estoy segura de ser capaz de volver a sacar el valor para hacer esto en otro momento, por lo que empezó a sentir que la oportunidad se va escapando de mis manos como si fuera arena.
Una vez lo veo entrar en el pasillo que da hacia la puerta principal, tan cerca de ella, algo en mi me lo dice.
No podría continuar si dejo escapar esto.
—Jackson — Lo llamo con una voz más seria de la que pretendía, pero logro hacer que se gira hacia mi a unos pasos de la puerta — Yo…yo…— Mierda ¿Por qué me tiembla la voz? — quiero decirte algo.
Él, extrañado se gira por completo quedando de frente a mí, poniéndome aun más nerviosa al tener su completa atención.
¡No eres quinceañera con hormonas, Nicol!, me regaño mentalmente.
—¿Que cosa? — Pregunta totalmente inocente lo cual me hace darme cuenta que estoy sola en esto.
Es mi responsabilidad.
Tomo aire, recolectando toda la valentía posible que pueda tener en el cuerpo, antes de atreverme a hablar.
—Bien — Digo más para mí con intención de darme valor — No me juzgues ¿De acuerdo? — Se cruza de brazos — No se bien como hacer esto. Más bien siendo pánico ante algo así…— Hago una pausa — porque es que ¿Ponerme directamente como una persona vulnerable? No gracias, no suele ser lo mío — Alza una ceja — Tampoco encontré ningún tipo de consejo más que la pareja perfecta del grupo, lo cual no es de mucha ayuda — Lo noto sonreír levemente — Así que no tengo la culpa de…
—Nicol — Me advierte al notar como me vuelvo a desviar del tema.
De acuerdo, dilo y ya.
—No puedo controlarlos, Jackson — Abro los brazos sintiéndome derrotada — Ya no puedo controlar mis sentimientos por ti.
<<No dejan de crecer y…estoy tan cansada de querer ocultarlos — Confieso relamiendo mis labios — Normalmente me importa un culo todo el mundo. No me preocupo si se alejan o no, o al menos guardo tanto como me hace sentir, que parece que nada me importa — Admito por primera vez en mi vida — Pero…temo hacer algo o que pase algo que haga que te alejes de mi, que salgas de mi vida. No sé cómo podría seguir si es el caso — Él parece sereno pero presta atención a cada una de mis palabras como las analizara — Genial, parezco una chiquilla enamorada — Me burlo de mí misma sin poder evitarlo — Realmente no estoy segura de si lo nosotros puede ser algo fuerte, algo tan serio como espero…pero no quiero vivir con la duda — Asiento levemente para mí — No te quiero dejar ir>>
En el momento en el que termino mi vómito verbal, la estancia entra en un silencio tan profundo, que lo siento en cada parte de mi cuerpo, manteniendome tensa, alerta de lo que pasará después. Pero por otro lado, una presión que me había estado frenando todos estos días, ha desaparecido, dejando una sensación increíble de alivio al decir finalmente lo que siento.
Jackson se mantiene en silencio, sin decir, hacer o expresar nada y es algo que con el pasar de los segundos que se sienten como horas, me empieza a preocupar.
—Genial — Murmuro bajo — No dirá nada. Es lo que le faltaba a mis traumas — Me doy cuenta de mi error al decir eso último en voz alta, cuando siento una leve risa de su parte.
Me siento más expuesta que aquella vez que me atreví a bailar como stripper en el club de una vieja amiga. Y eso que esa vez iba solo en lencería.
Cuando finalmente pienso que le importará una mierda mis sentimientos y se irá, me sorprende dejando su mochila en el suelo para luego dar unos pasos hacia mi, lentos, acercándose poco a poco con la mirada serena en mi, sin dejarme ver alguna sonrisa o algo. Finalmente queda frente a mí, a pocos centímetros de mi pecho que no deja de subir y bajar ante mi respiración nerviosa, algo que temo note.
No capto lo que sucede mientras toma mi nuca para acercar mi rostro, hasta que siento sus labios bajo los míos. El beso no es para nada tímido ni lento como suelen narrar en las historias, es arrasador, apasionado, mientras ambos buscamos fundirnos el uno en el otro. Para mí desgracia, necesito oxígeno, así que debemos separarnos tras unos segundos, rompiendo el mágico momento.
Siento mis labios hinchados cuando poso mi mirada en Jackson que luce igual, solo que el ya muestra una enorme sonrisa en el rostro, que me hace fruncir el ceño sin saber bien que significa.
—Por un momento llegué a pensar que preferirías llevartelo a la tumba — Se burla soltando una carcajada que me sonroja sin poder evitarlo.
—Idiota — Lo empujo sin poder detener la sonrisa que se escapa de mis labios — Ya lo sabías y me dejaste pasar por eso.
—Es parte de la vida — Se encoje de hombros aún pegado a mi — No sabía si serias tan valiente, en realidad. Esperaba que fueras capaz de darte cuenta sola de que somos tal para cual — Añade sin ninguna pisca de humildad tomando mi cintura entre sus firmes manos.
—Eres un idiota presumido — Finjo molestia.
—Uno que acaba de tener una de las mejores confesiones de amor — Asiente sonriendo.
Pongo los ojos en blanco dandome cuenta que me he ganado bromas por el resto de mi vida por esto. El me observa detalladamente, apartando un mechón de cabello de mi rostro delicadamente antes de posar de nuevo su mirada en mis ojos, de una manera más seria que antes.
—Quiero que tengamos algo serio, Nicol — Admite despertando las mariposas en mi estómago — No algo de una noche — Asiento estando de acuerdo — Intentemoslo — Sonríe — Pero…— Casi siento mi alma quebrarse — cuando termine el juicio. Para que ambos podamos enfocarnos ¿Si?
Asiento estando de acuerdo. Este trabajo es tan importante para el como para mí, para que lo arrruinemos con drama amoroso.
—Entonces no somos nada hasta terminar — Le pincho alejándome un poco de el pero sin salir de la jaula que ha creado con sus brazos en mi cintura.
—Yo no dije que no fuéramos nada ya — Suelta con voz ronca con la vista fija en mis labios mientras me acerca para volver a probarme, está vez más lentamente que antes.
El beso escala más que el anterior cuando paso una mano hasta despeinar su cabello y el posa una en mi trasero de manera posesiva.
—¿No debías irte? — Suelto entre los besos.
—Maddie puede esperar media hora — Zanja el con una voz sexy que me derrite.
Me sorprende cuando pasa sus manos por mis muslos hasta alzarme obligándome a rodear su cadera con mis piernas. Me sostienen por mi trasero mientras yo me apoyo en sus hombros sin dejar de besarlo de camino a mi habitación.
Creo que no fue un mal resultado después de todo.
Olivia POV
—Es culpa de Jackson — Escucho que se queja Mad al otro lado del teléfono mientras llego al final de las escaleras — Si ya eres casi neoyorquino deberías saber que hay que salir con tiempo para evitar el tráfico.
—Dejalo, seguro está bajo estrés — Le recuerdo observando como mi padre pasa a mi lado junto con Liam, directo a la puerta.
Este último está usando el uniforme de su equipo de básquet mientras carga la bolsa de entrenar al hombro.
—¡Suerte en el partido! — Me apresuro a decirles despidiéndome al verlos salir.
—Llegué casi a media noche a casa de mi madre — Me recuerda y escucho como bosteza — En fin, me despavilare para ir a tu casa.
—Abre bien los ojos para conducir — Le recuerdo mientras continuo caminando por la casa vacía hasta llegar a la puerta que da hacia el jardín, dónde observo a mi madre justo frente a su pequeño jardín de flores.
—Llevame a comer algo después — El que parezca más un aviso me hace rodar los ojos divertida — Tu conduce el auto, yo no quiero.
—Trato, princesita — Me burlo — ¿Traes el pendrive de Jack?
—¡Mierda! — Le escucho murmurara —;Ya estaba en la entrada, suerte me acordaste.
—Te veo en un rato — Me despido sonriendo antes de colgar.
Apago el teléfono y lo meto dentro de mi bolsillo trasero mientras salgo al jardín queriendo acercarme a mi madre quien pasa tiempo con sus plantas bajo la copa del árbol refugiandose del fuerte sol del medio dia. Cuando llego a su lado la veo agachada, usando un delantal de trabajo y echando algún tipo de hierbas sobre unas flores, las que según ellas, son sus propias rosas.
Aunque claro que estás aún no han podido florecer por mucho que mi madre invierta tiempo en ellas.
—Creo que deberías pedirle consejos a tía Carla — Suelto sentándome en la silla a unos metros de ella — Sus rosales son la envidia de su vecindario.
—Deberé preguntarle a su jardinero — Suena casi molesta — Carla es una mujer talentosa, menos en temas de jardinería…— Cubre por completo el pie del pequeño tallo con tierra nueva — algo que parece que yo también sufro.
Su risa es contagiosa así que no tardé en seguirla. Se pone en pie sacudiéndose el delantal para tomar un poco de limonada de la jarra que mi padre le tuvo que haber dejado aquí antes de irse.
—¿Cómo te sientes de vuelta aquí? — Pregunta mi madre tomando asiento en la otra silla sin abandonar su limonada.
—Extraña — Admito siendo sincera — Es mi hogar, pero en parte tampoco lo es — Suspiro — No sé si entiendes.
-Si creo que lo hago — Asiente tranquilamente.
— He tenido mi vida aquí, pero mi ahora, mi presente…— Hago una pausa buscando las palabras para no lastimar a mi madre — está ahora al otro lado del país — No dice nada — No es que no les extrañe porque si, solo que…he trabajado 5 años fuera en mi nueva vida.
—No tienes que explicarte — Me calma dejando el vaso sobre la mesita — Lo que más nos pone felices a tu padre y a mi, es que puedas crecer, seguir adelante con tu vida. Es nuestra sueño que cumplas los tuyos.
Sonrío a boca cerrada posando la mirada en mis manos.
—Y que lo hagas al lado de alguien que ames de verdad — Añade tras unos segundos poniéndose en pie.
—Mamá — Le advierto sabiendo el camino que puede tomar.
—¿Que? No podía evitar decirlo — Se excusa inocente — Iré a darme un baño, podemos ver ese programa que adoras de talentos cuando salga.
Sonrío ante los recuerdos que me vienen a la mente de eso.
—Claro — Sonrío causando que se aleje feliz hasta el interior del hogar.
Una hora después pasa, me encuentro con mi madre sentada en los sillones nuevos de la sala de estar mientras observamos la audición de una chica que sabe tocar la batería con los pies, pero no puedo evitar ojear el teléfono cada tanto preocupada por no haber recibido mensajes de Mad. Su vecindario no queda a más de 35 minutos de distancia, por lo cual ya debería haber llegado hace un rato.
Entró en su chat y noto que no se ha conectado desde hace una hora que fue antes de llamarla. Tal vez se quedó sin batería de camino, pienso buscando en mi teléfono el número de tía Carla, con intención de llamarla para que me confirme si Mad salió de casa o sigue con ella. Pero una llamada entrando me frena la acción.
Es de tía Carla, leo en la pantalla y no tardo en contestar.
—Tia Carla — La saludo alegre poniéndome en pie y dando unos pasos hacia las ventanas de la sala — Justo pensaba llamarte…
—Oliv…— Me freno al instante al notar su tono de voz entrecortado — Estoy en el hospital — Le oigo sorber como si estuviera apartando los mocos — Mad…Maddie tuvo un accidente.
—¿Que? — Alcanzo a preguntar sin entender bien que pasa.
—Tuvo un accidente en el auto, me llamaron y vine…— No oigo más nada.
Un pitido empieza a ser el único sonido que logro captar. Siento que la fuerza se va de mi cuerpo, como si mi alma lo abandonará, lo cual explica como termino cayendo de rodillas al suelo sin poder evitar dejar salir lágrimas que no llenan, sino que inundan mi rostro privandome de la vista, y de la respiración normal. Oigo unos murmuros, similares a la voz de mi madre pero yo me siento tan lejos. Un dolor me recorre el cuerpo, es el escalofrío más grande que he podido sentir. Cuando lo noto, mi madre está agachada en el sueño frente a mí, tomando mi rostro mientras no deja de mover sus labios como si intentara decirme algo.
Pero es inútil. Lo único que escucho es una frase que se repite una y otra vez en mi cabeza.
Maddie tuvo un accidente.
Esto no puede estar pasando. No de nuevo. No a ella. Es como si unos de mis peores miedos se estuviera haciendo realidad…
-----------------------------------------
¡Hola, bombones!
Tenemos nuevo capítulo. Esto cada vez se pone más y más tenso ¿Que nos espera para el final del libro?
Al fiiin, Nicol y Jack son oficialmente un shipp. Admito que es una de mis parejas favoritas.
Nuestra pequeña Maddie :( esperemos este bien.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Besos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro