42. Frente al problema
Olivia POV
Siempre regresar a tu viejo hogar es duro. Mas cuando este fue testigo de uno de tus momentos más bajos, del cual ni tu misma sabes ahora a ciencia cierta, como lograste superarlo.
Es casi como si la antigua tu y la actual, no se toparan.
Al menos lo es en mi caso.
Estoy de regreso en Boston, al menos por este fin de semana. He vuelto por el cumpleaños de Maddie —quien apesar de tener a casi todos sus amigos en NY— quien quiso hacer su fiesta aqui por motivo de los eventos de Lincon quien ya esta iniciando la temporada.
Estas semanas han sido mucho mejores que los meses anteriores, empezando por el trabajo. Las cosas en la nueva oficina de Candice van viento en popa, los contratistas ya han dado fecha final para la apertura siendo a finales de septiembre, justo a tiempo para el regreso de los pocos días de vacaciones y para la semana del desfile, en dónde se presentará la colección que se encuentra terminada casi a su totalidad.
Les he dado la mano a ambas en el trabajo, siendo una de las pocas trabajadoras que ya están en Nueva York, dejándoles a ellas ya los últimos detalles para perfeccionar todo.
Todo indica que será un gran desfile.
Por otra parte, está el asunto de Bart y la investigación. Hemos dado finalmente con las grabaciones que demuestran que la camioneta estuvo en la calle del accidente y la demanda de ha presentado hace casi dos semanas. Tan solo hace falta un has bajo la manga para el día del juicio que sigue programandose, aunque todo indica que será a inicios de octubre.
Lo que significa que pasaré mi cumpleaños mordiéndose las uñas de ansiedad por ese día.
Gran manera de celebrarlo. Pero no hay manera de cambiar los planes del destino.
Regresando al ahora, me encuentro bajando del ascensor justo en el piso donde se celebrará la fiesta de cumpleaños de mi mejor amiga, en dónde ya encuentro a una gran cantidad de invitados de distintos grupos de su vida, desde la universidad, hasta el trabajo. Ojeo el gran salón estilo moderno, en el cual el principal protagonista de la decoración son los ventanales que dan una gran vista de la ciudad de Boston en el atardecer. Claro que junto al toque de Mad, con decoraciones en tonos dorados y crema, tanto en mesas, sillas, stand de fotos y los miles de hilos brillantes que cuelgan del techo a una distancia prudente de la cabeza de los invitados.
Dejo el segundo regalo de Mad justo en la mesa de regalos —el primero se lo tuve que dar ayer por su impaciencia— para luego acercarme a los demás invitados luciendo un vestido negro ajustado arriba y amplio en el dobladillo que llega a mi muslo. A pocos metros logro encontrar a Nick, Shaina, Jack, Nicol y Hunter conversando tranquilamente mientras toman unas copas de champagne. No dudo en acercarme a ellos.
—Cierra la boca— Le suelta Nick a Jackson arrebatándole la mano de Shaina en dónde muestra el anillo — Ya quisieras tu alguien a quien dárselo.
Observo a Jackson dar un trago a su copa mientras parece murmurar algo más para si mismos que para el grupo.
—Denle crédito a Nick por ser original con su propuesta — Lo defiende Hunter sonriendo antes de hacerme una seña para saludarme con un gran abrazo.
—Claro, cualquiera lo haría en aprieto — Lo vuelve a molestar Berdy ganándose una mala mirada de Nicol que lo hace callar al instante.
—Dejen de discutir, al menos él ya se va a casar…mientras que nosotros seguimos aquí — Se apresura a añadir esta después de callar a Berdy.
—No lo recuerdes — Añado pasando a saludar a los demás y me detengo junto a mi futura cuñada — ¿No te has arrepentido de elegirlo? — Hago una seña hacia Nick.
Los chicos no pueden evitar reír mientras que mi mejor amigo me saca la lengua.
— No, aún no — Me sigue el juego Shai entre risas que solo hacen palidecer a Nick a su lado.
— ¿Dónde mierda está la celebrada? Mira que no me quejo de una fiesta gratis pero…— Dice Jack rompiendo el hielo — no creo que los aretes de piedras preciosas y los bolsos que le dan a Maddie me queden tan bien.
— No lo sé…— Empiezo a decir pero soy interrumpida por los aplausos y gritos.
Nos giramos encontrando a Maddie entrar al salón de la mano de Lincon así que nos unimos a los demás al recibirlos. Se nota que el evento más temprano de Lincon los ha hecho tardar más de lo necesario. Aún así Maddie luce increíble con un vestido corto con mangas cortas y escote en V, y en color dorado con un adorno en un lateral de la falda que hace caer una cascada de tela haciendo el vestido más Mad que nunca.
Una de mis cosas favoritas de Maddie, es que no tema usar el tamaño de tacones que sea y superar por algunos centímetros a Lincon, el cual no deja de observarlo con ojos enamorados. La ve de la misma manera desde que empezaron a salir.
Es tan lindo.
— Pero si son mis chicos favoritos — Mad viene a abrazarnos luego de un rato saludando a otros invitados.
No paran de abrazarla y elojear su look el día de hoy. Luego de unos minutos, Mad me toma y me aparta de los chicos con la excusa de saludar a algunas personas.
— En realidad es que queria contarte algo — Se detiene a unos metros de la mesa de dulces en dónde toma uno y le da un mordisco — A que no adivinas quién tuvo la dicha de aparecer hoy en el evento de los equipos de la temporada — No puedo evitar decir que no se al desconocer de equipos de fútbol americano así que solo tomo un dulce al igual que ella — ¡Marco!
Entrecierro los ojos queriendo dar en mi memoria con alguien con ese nombre, hasta que un recuerdo del imbécil excompañero de Lincon de la universidad llega a mi mente.
—¡El traidor! — No puedo evitar poner cara de sorpresa ante el recuerdo y Mad no deja de asentir — No me digas que juega contra Lincon está temporada.
— ¡Si! Y hay más — Hace una pausa rodando los ojos — El imbécil me estaba coqueteando como si nada frente a Linc ¿Que le sucede? — Bufa molesta — Y como si no fuera poco, no parada de alardear que según le ganaría a Lincon.
— ¿Y como reaccionó Linc ante su encuentro? — Curioseo volviendo a tomar un dulce de la mesa dándole la espalda a la fiesta.
— Se veía más tenso que las cuerdas de un violín — Casi me atraganto ante la referencia — Tengo la sospecha que activó su Lincon competitivo.
— Mientras eso ayude a patearle el trasero al equipo de Marco está temporada…bienvenido sea — Hago una señal de gloria.
Ella no dice nada lo cual me extraña. Así que la miro y noto que sonríe mucho en mi dirección, poniéndome nerviosa al instante.
— Tu me amas — Dice sin más sin dejar de sonreír.
— No bajaré por tus zapatos bajos al auto — Digo pero ni se inmuta — Deja de sonreír, me asustas.
— No entres en pánico ¿Okey? — Me toma levemente la mano.
— ¿De que hablas…? — Doy un paso atrás por inercia, solo que choco con algo duro que por poco me hace perder el equilibrio, sino fuera por unas manos que me sostienen.
Una electricidad me recorre al instante.
Me enderezo queriendo ver quién es esa persona, y un nudo se forma en mi estómago al instante en qué lo descubro.
Drake está a mi lado, luciendo impecable con una camisa de vestir blanca junto a unos jeans oscuros pero la pieza principal es el reloj que adorna su muñeca. Mantiene el cabello no tan pulcro como de costumbre, sino que un par de mechones caen por su rostro no siendo demasiado largos.
Como si no fuera poco, logro percibir el fuerte aroma de su perfume preferido que invade mis cosas nasales así como mi alma entera. Su mano sigue sosteniendo levemente mi brazo, y la otra por me toma por mi cintura, y no es hasta que conectamos miradas, que se atreve a apartarla.
— Lo siento…— Murmuro.
— Descuida — Dice tras un segundo y su voz ronca hace revolotear algo dentro de mi estómago al instante.
El silencio se instala en el espacio al instante después de eso.
— Pero si es mi hermano favorito — Lo rompe Mad acercándose a abrazar a su hermano al notar como nos callamos.
— Y el único que tienes — Le recuerda el abriendo sus brazos para abrazarla por la cintura — Para suerte de todos — Se burla haciendo que ella le de un golpe en la nuca antes de apartarse.
— ¿Y mi regalo? — Entrecierra los ojos inspeccionando sus manos vacías.
—Lo envié a tu departamento — Se apresura a decir tranquilo mirando solo a su hermana, y no siendo consciente de como me estoy hiperventilando internamente a su lado mientras tomo unos pasos de distancia — Se podía extraviar aquí.
Mad sonríe como el gato de Alicia, antes de fijar su mirada levemente en mi, que le tiro una mirada de pánico de que me saque de ésta situación ya mismo.
—¡Maddie! — Lincon la llama a unos pasos cosa que usa para escabullirse dejándome junto a Drake y la mesa de dulces.
Tomo el lugar de Mad, creando más distancia con Drake que observar detenidamente el lugar antes de posar sus ojos de nuevo en mi, helandome.
— ¿Que tal todo? — Pregunto rompiendo el silencio sintiéndome presionada por su mirada.
¿En serio? ¿Que tal todo? ¿Eso dirás después de casi un año sin verlo?
Cierra la boca, estoy nerviosa.
Él sonríe de manera casi imperceptible.
— Han habido mejores tiempos, pero no me quejo — Dice sin más metiendo una mano en el bolsillo de su pantalón — ¿Que dices tú?
— Estoy bien — Digo ocultando el nudo que siento en mi estómago justo ahora por estar tan cerca y tan lejos de él a la vez.
El asiente suspirando y pasándose la mano por el cabello para apartarlo de su rostro. Fija su mirada de nuevo en mi, y noto como va a hablar, pero se detiene, casi como si hubiera recibido un empujón de regreso, o se encontrara dudando sobre si hablar o no.
Ojalá ganen las ganas de soltarlo y no guardarlo.
—...¿Cómo están tus padres? — Pregunta finalmente esfumando las mariposas que por un momento se habían apoderado de mi cuerpo entero.
— En casa, nos los he visto en unos meses pero parecen estar bien — Me limito a decir mordiéndome la mejilla interna.
Por un momento pensé que…no lo sé.
— Liam ya está en secundaria. Es increíble — Añade como si estuviera teniendo un recuerdo.
— Si. Solo espero que no sea su señal para convertirse en un verdadero idiota mujeriego como…— Hago una pausa ante mi vómito verbal cuando me estoy dando cuenta de lo que parece que insinuo — otros.
Él ríe apartando la vista.
— Claro, "otros" — Sonríe pero no luce tan divertido — No temas decirlo, Morgan.
Mi corazón se estremece ante ese apodo después de mucho tiempo, pero lo hago a un lado cuando me doy cuenta la manera tan despectiva y pasivo agresiva en la que ha sido pronunciado.
— Si hubiera querido decir un nombre lo hubiera hecho, Carson — Contrataco sin poder evitarlo — No tendría porque callarme.
— Algunas cosas han cambiado…— Murmura tomando un dulce de la mesa y colocándose en la punta de la lengua antes de comerlo de un bocado.
— Si — Llamo su atención — Claro que lo han hecho — Mi mirada dura lo deja quieto en su lugar, casi como si mis palabras lo hubieras pasmado en su lugar, sin darle opción de como continuar.
Si cree que me callaré ante algún comentario de ese tipo está muy equivocado.
Parece que diría algo tras unos segundos de pensar, pero aparto mi vista en el momento en el que siento mi bolso vibrar levemente. Lo abro, descubriendo que es mi teléfono vibrando con una llamada entrante de mi padre.
No puedo evitar fruncir el ceño confundida.
— Es mi padre — Le hago saber viéndola aún algo irritada — Tal vez quiera felicitar a Maddie. Debo atender.
Él asiente como si nada y yo me alejo hacia la puerta del balcón a algunos metros, en dónde solo encuentro a un par de invitados fumando fuera para no molestar a la gente dentro del lugar. Una vez fuera no dudo en pulsar el botón de aceptar la llamada y llevarlo a mi oreja.
—¿Acaso acabas de recordar el cumpleaños de Maddie? — Le bromeo contestando queriendo relajarme después de la conversación con Drake.
—Olivia, estamos en problemas — Me dice en cambio borrando mi intento de buena cara — Se ha vuelto un caos total.
—¿De qué hablas ? — Cuestiono sin entender.
— Liam encontró algunos correos y pruebas de la investigación en mi computadora — Dice.
—¿Y? Se supone que él ya sabe todo, no se porqué debía ser un problema eso — Digo aquello, pero el silencio de mi padre hace dudar de la seguridad de mis palabras — Porque Liam lo sabe ¿O no?
— No habíamos podido encontrar el momento…— Cierro los ojos sintiendo la rabia apoderarse de mí — ¡Lo íbamos a hacer¡
—Claro ¡Es lo que siempre dicen! — Llamó la atención de los fumadores a unos pasos así que decido girarme hacia el barandal y calmarme.
Debí encargarme yo misma de contárselo, no puedo evitar reñirme.
—¿Cómo lo tomó? — Pregunto finalmente.
—Esta colérico, Olivia — Y no es para menos — No paró de gritarnos que éramos unos mentirosos y malos padres. Se encerró en su habitación desde la mañana y no ha querido abrirnos por nada del mundo.
—Sabes que se buscaron esto ¿Verdad? — Le recuerda mordiéndome la lengua para no soltar algo peor.
—Olivia…— Hace una pausa — También está tu madre.
—¿Qué pasa con mamá?
—Tal vez no le había mencionado algunas cosas, para no ponerla en peligro — No puede ser — Como la investigación en general.
Que me lleve el diablo.
— Y ahora todo te explotó en la cara ¿Cierto? — No puedo evitar reñirlo en enfadada con el.
—Por favor, Olivia — Pide tras unos minutos y se escucha destruido.
Suspiro un minuto, queriendo aclarar mis ideas ya que nada gano pensando con el alma hirviendo en enfado. Solo puedo pensar en que debo tomar el asunto en mis manos, ya que claramente mi padre parece un incompetente a este punto de la vida.
Bien, ya se que debo hacer.
—Estaré en LA en un par de horas — Suelto finalmente — Trata de mediar con mi madre y ambos busquen que Liam no se muera de hambre mientras llego.
—Gracias, hija — Parece aliviado.
— Nos vemos — Digo para luego cortar.
Tomo un minuto para respirar apoyando mis brazos sobre el barandal con la mirada fija en la ciudad, buscando alguna ayuda divina para resolver todo éste enrollo familiar en el que se venido envuelta mi familia por los secretos de mis padres. Se que Liam estará enfadado, en especial con mis padres, y la única con la que su enfado puede que sea menor, es conmigo.
Aunque no sé a qué grado.
Me giro recostándome del barandal y fijando mi vista en el salón, donde los invitados han empezado a ponerse de pie y caminar por el lugar, entre conversaciones animadas y fotos por doquier. Logro encontrar a Drake entre el montón de gente, junto a Nick y Jackson, conversando animadamente.
Se ríe y le da uno que otro empujón a Jackson por sus usuales comentarios imprudentes de toda la vida. Me confunde, notarlo tan feliz, tan tranquilo, como si hubiera olvidado que me vio, lo que vivimos.
Vaya que la gente deja ir muy fácil, pienso con un pinchazo en mi corazón.
Suspiro sacudiendo mi cabeza.
No tengo tiempo para esto.
Tomo con fuerza mi bolso y entro de nuevo al salón, buscando a Maddie en el lugar con la mirada, hasta que doy con ella conversando a unos metros de los chicos con una chica rubia. No dudo en acercarme hacia ella, sintiendo mi pecho temblar.
— Mad. Disculpa — Le digo interrumpiendo si conversación.
— Oliv — Parece notar algo en mi expresión que la hace girarse hacia la chica — Ahora vuelvo — Toma mi mano y me dirijo unos metros más allá para tener privacidad — ¿Qué sucede?
—Lo siento, pero debo irme — Parece confundida así que no tardo en relatarle resumidamente como mi padre le estuvo ocultando a Liam y mi madre lo de la investigación.
— No me jodas — Murmura y me toma de la mano — ¿Estás bien?
— Mi nivel de molestia no había estado tan alto…— Tomo aire — pero tendré tiempo de calmarme en el vuelvo hacia LA.
—Descuida. Ve a resolver todo — Me sonríe tranquila.
— Iré por Rubí a tu departamento y luego iré directo al aeropuerto — Comento tanto para ella como para mí — No se cuándo tiempo dudaré allá…
—Si necesitas algo de tu departamento avísame y te lo haré llegar. Igual toma lo que necesites de mis cosas — Me abraza — Todo estará bien, tranquila.
Asiento dándole un beso en la mejilla antes de alejarme hacia el elevador sin mirar a mi alrededor, sino que con la mirada fija en mi teléfono mientras empiezo a buscar a qué hora sale el siguiente vuelo hasta Los Ángeles desde Boston.
Maddie POV
Observo a mi mejor amiga perderse en las puertas del elevador a la distancia y suspiro no pudiendo evitar sentir una gran preocupación por el estado en el que se planea ir. Me giro queriendo volver con los chicos, pero me encuentro a Drake a unos pasos de mi, observando el lugar por el que Oliv se fue hace un minuto.
Nota mi mirada en él, así que me observa fingiendo que no lo he pillado.
—¿Se va? — Pregunta absteniéndose de decir algo más, lo sé por la que se tensa un poco.
— Si — Alza una ceja y suspiro sabiendo que igual deberé contarle — Hubo un problema familiar en LA. Ella necesitaba ir — Explico suspirando y noto su mirada de preocupación — No es nada muy grave, pero debía ir…
Él asiente lentamente con las manos en los bolsillos, antes de volver a fijar su vista por el mismo lugar en el que ella se fue.
Sonrío.
—¿A qué se debe ese interés repentino por Oliv? Hace meses no querías saber nada — Le bromeo con una sonrisa.
— Me importa aún así, Maddie — Zanja sin más apartando la mirada de mi — No soy indiferente a lo que le pase.
— Si tu lo dices — Digo no muy convencida.
El no dice más nada, sino que se aleja hacia donde están los chicos. Mi pequeño gran hermano es una persona tan terca y cerrada, que a veces tengo ganas de ahogarlo con una almohada.
Sé que él quiere a Olivia aún. Pero no sé cómo hacer para que tanto él como ella, lo admitan, y dejen está estúpida distancia que solo retrasa lo inevitable.
Cuando se tiene un amor así de intenso, es imposible escapar de él. Te encuentra incluso si lo crees haber olvidado…
------------------------------
¡Hola, bombones!
Mad ya es toda una señora jajaja la amo.
Uhhh tensión entre esos dos...¿que nos espera ahora?
Definitivamente cuando a Oliv le empieza a ir bien en algo, el destino le manda problemas.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Besos❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro