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25. ¿Agente?

Shaina POV

—¿Soy la única preocupada por esto? — Aparto la vista de la mesa en cuanto el mesero se aleja con nuestras órdenes, concentrándome en Nicol a mi derecha.

Por supuesto que no.

—Claro que si — Digo en voz alta — Solo es una comida, no hay nada más aquí.

Hace unas horas, Silvia me escribió, proponiéndome ir a comer las tres a la hora de cena, ya que es nuestro momento libre en el día. No me resulto una petición tan descabellada, dado que últimamente se ha unido mucho a los planes y al grupo. Sin embargo, algo en mí, aunque sea mínima, se siente algo extraña de esa petición por parte de la ex de Nick.

Creo que Nicol me ha contagiado su paranoia.

Nos encontramos en un restaurante cerca de mi trabajo, que es muy conocido por sus postres inspirados en comida europea. Sorprendentemente no es tan costoso como uno imaginara, dado que es un lugar poco famoso en la ciudad como tal.

—Claro, es muy normal que la ex y la actual, vayan a comer juntas — Me suelta sarcástica tomando su teléfono de sobre la mesa para empezar a teclear algo — Aunque dicen que es mejor mantener al enemigo cerca.

—No somos enemigas — Le recuerdo cansada de su actitud.

—Exacto — Me da la razón y asiento más calmada — Por ahora — Murmura y la miro mal — Hablando de enemigos ¿Dónde está esa rubia?

Paseo la vista por el lugar, pero efectivamente no ha llegado aún. Tomo mi teléfono con intención de enviarle algún mensaje preguntándole donde esta.

—No lo sé — Digo mientras busco su chat.

—¡Chicas! — Giramos y Silvia aparece a nuestro lado muy sonriente.

No puedo evitar fijarme en el casual traje de short color anaranjado neón opaco que lleva puesto, dejando expuesto un profundo escote debajo del blazer del mismo color. Un color bastante llamativo y excéntrico, pero no puedo negar que lo luce, luciendo como una barbie en carne y hueso.

Le doy una mirada a Nicol que me observa entre sonriente y burlona, con una clara expresión tensa, mientras que la rubia se pone cómoda en la silla de mi izquierda.

—El tráfico es terrible — Nos dice dejando su bolso en el pie de la mesa — ¿Llevan mucho tiempo aquí?

—Para nada — Digo yo sabiendo que Nicol le soltara algo descortés — Ya ordenamos lo nuestro, de hecho.

—Todo luce fantástico — Silba observando el menú que le traen — Quiero el numero 5 — Le dice al mesero devolviéndole el menú — Sin nada de aceite — Especifica — Lo tengo prohibido por ahora.

—¿Nutriólogo? — Le pregunta Nicol sin mucho interés.

—Agencia — Le corrige Silvia — Suelen ser estrictos con el talento que tienen.

No creo que una agencia deba hacerse con el poder de un nutriólogo, pienso, pero me callo tomando de mi agua con limón.

—En fin... — Cruza las manos sobre la mesa — Nicol, realmente no te conozco mucho, pero desde lejos noto que me puedes agradar — Le confiesa a mi amiga quien ni se inmuta con la confesión — ¿Qué me cuentas sobre ti?

—No hay mucho que decir — Se encoje de hombros la castaña ­— Soy abogada, de un bufete en Manhattan.

—¿No trabajas con Jack? — Le vuelve a preguntar la rubia.

—Correcto, trabajamos juntos — Le confirma mi amiga, pero dejando el tema hasta ese nivel.

Incómodo silencio.

—¿Y tus padres? — Continúa curioseando la rubia y me hace fruncir el ceño ante la pregunta.

—Mi madre se mantiene ocupada por trabajo — Se encoje de hombros.

— ¿En que trabaja?

—En algo que la mantiene viajando — Zanja mi amiga creando otro silencio incomodo luego de su respuesta.

—¿Y tus padres, Shaina? — Me sorprendo un poco cuando se gira a mí de la nada.

—Emm...están casados, viven en LA — Digo confundida sin ver la importancia de aquello — ¿Y los tuyos? — Pregunto por cortesía.

—Viven permanentemente en Londres — Bufa apartando la vista — No se han ido desde que nos fuimos hacia allá hace años.

Asiento sin más, sintiéndome algo mal de que ella se la viva viajando por trabajo y sus padres si puedan mantenerse fijos en un solo lugar. Pero supongo que gajes del oficio.

Primero nos traen la comida a Nicol y a mí, para luego traérsela a Silvia, que empieza a comer entre charlas superficiales sobre su trabajo, los chicos, Nueva York, y ¿ya dije los chicos? Siento que recalca mucho el tema de la amistad que mantenían todos en la secundaria.

—Fue una gran comida con ustedes, chicas — Nos sonríe al terminar de comer — Yo invito.

—Ni es necesario — Le digo obligándome a ofrecer una sonrisa.

—No es problema, yo las invité — Le resta importancia — Ya vuelvo entonces — Nos sonríe antes de ponerse en pie.

La veo alejarse caminando con un constante y casi natural contoneo de caderas, hasta la caja en el fondo del local, mientras que nosotros nos mantenemos en las mesas cercanas a la ventana. Un sonido interrumpe mi visión, y noto que el bolso que Silvia había dejado sobre la mesa, se ha caído al suelo, así que hago el ademan e inclinarme a recogerlo.

—Al fin se acaba esto — Exclama Nicol harta mientras yo tomo el bolso del suelo.

—Podrías haber tratado de ser menos fría — Le riño por su actitud tan descortés.

—Disculpa, pero no permitiré que esa rubia de salón tenga ni el número de habitaciones en casa de mi madre — Me dice en voz baja tirándole una mala mirada en dirección a la rubia de espalda a nosotras a varios metros.

Al dejar la bolsa sobre la mesa de nuevo, noto como unas cosas se han caído al suelo, así que me inclino a recoger un pequeño bolso y papel, mientras escucho las razones de Nicol para no exponer ni su seguro social a nadie que no sea el gobierno.

—No porque ustedes se lleven bien, significa que debo ser igual — Me zanja mientras meto el bolso pequeño en el grande, pero algo me llama la atención en el papel.

Se trata de una factura algo arrugada, y al tener una manía, busco estirarla para volverla a meter dentro del bolso. En el proceso, noto algo muy peculiar en lo que dice. Abro el papel más, encontrándome con algo que me deja confundida.

Es el nombre de Nick, el que se encuentra en la factura.

—¿Qué tanto miras? — Nicol llama mi atención muy atenta a lo que hago.

Le tiendo el papel por inercia, el cual toma para detallarlo.

—No me ching... — Va a soltar, pero se detiene — no me gustaría decir te lo dije...pero — La interrumpo.

—No creo que sea lo que estamos pensando — Digo más para mí que para ella — Debe haber una explicación.

—¿Si? — Asiento — ¿Cuál es la explicación de que Silvia tenga una factura de Nick de una compra en una joyería? — Me suelta harta — Espera ¿Joyería? — Vuelve a fijarse en la factura.

Me inclino y efectivamente el nombre es de una joyería.

—Vaya que es un monto elevado...para tratarse de Nick — Me dice Nicol algo confundida — ¿Qué habrá comprado?

—¿Eso que importa? La pregunta es ¿Por qué lo tiene Silvia? — Le pregunto confundida y extrañada de esto.

—El objeto es importante, Shaina — Me riñe — Además la razón no importa, ya sabía que había algo malo en esa chica.

—Puede tratarse de un reloj o brazalete — Le recuerdo — La cuestión es saber porque lo tiene ella.

—No es ningún reloj — Me informa observando la factura — El nombre de la diseñadora es una de joyas, como brazaletes, collares, anillos y esas cosas — Zanja restándole importancia.

No puedo evitar ponerme aún más nerviosa en cuento a la situación, lo cual se nota en el movimiento que mi mano hace inconscientemente sobre la mesa.

—Eso no me explica porque ella tiene esa factura, Nicol — Le digo con tono de preocupación, lo cual parece notar, ya que se gira hacia mí.

—Mantén la calma, Shai — Me pide tomando mi mano en apoyo — No ganaras nada exasperándote — Asiento de acuerdo — Le tomaré una foto — Toma su teléfono y le hace una foto a la factura antes de devolvérmela — Métela en el bolso, que parece que vendrá.

Lo hago rápido, y unos segundos después, noto como Silvia regresa al lugar con su monedero en mano.

—La señal parece un asco para los bancos — Se queja metiéndolo dentro de su bolso de nuevo muy tranquila — ¿No quieren ir por una copa o algo?

—De hecho, debemos volver — Se apresura a decir Nicol por mi indicándome que nos levantemos — Mañana debemos trabajar temprano.

—Está bien, entiendo — Nos sonríe y se acerca para besarnos en la mejilla a ambas cuando ya nos alejamos — ¡Nos vemos!

Nos despedimos y salimos rápido del lugar, apresurándonos a subir en el auto de Nicol, estacionado en la misma calle. Durante al camino no puedo evitar hacer crecer parte de mi paranoia con Nicol al volante, recordándome que debo calmarme como si es bastara.

—No digas ni una palabra, Shaina — Me riñe cuando le propongo hablar con Nick — Debemos averiguar qué está pasando — Me recuerda — No te puedes dejar llevar por el sentimiento del momento.

—Fácil para ti decirlo, dejas tus sentimientos siempre por fuera — Suelto inconscientemente.

—Es lo mejor — Me aclara — Yo me encargare de todo ¿de acuerdo? — Me dice estacionando frente a mi departamento — Solo, no digas nada, aún.

Asiento antes de despedirme y bajar del auto. Mientras subo las escaleras no puedo evitar pensar en esa factura.

No se realmente que pensar.

Estoy preocupada, sí, pero más que todo es confusión por lo desconocido. No entiendo nada, y desconfiar de Nick no creo que sea el camino a tomar justo ahora.

O eso me digo a mí misma.

Al entrar al depar, me encuentro con Nick aun en el uniforme del hospital, hablando por teléfono con el que parece ser su padre. Me rueda los ojos por ellos mientras yo me limito a advertirle que no le cuelgue. Dejo mis cosas en su lugar mientras escucho como hablan de su familia.

Dejando de lado el tema de la joyería un momento, no puedo evitar sentirme bien al observar a Nick retomar la comunicación con su padre —aunque he tenido que vivir estos días amenazándolo para que no le cuelgue—, ya que creo que es algo que le había estado afectando desde hace años, aunque él no lo admitiera.

He notado un ligero cambio en su ánimo estos días, incluso a pesar del agotamiento por las horas en el hospital. Creo que poco a poco, podrán recuperar la relación padre e hijo.

—¿De que hablaban? — Le pregunto al notar como cuelga.

—Algunas cosas de Lucas y Bianca — Zanja fingiendo indiferencia con el tema, pero noto un brillo en sus ojos — ¿Cómo te fue?

—Bien — Zanjo apartando la mirada — Pasamos un rato hablando durante la comida.

—Está bien — Me sonríe — ¿Quieres ver una peli? Yo ya cené de camino aquí.

—No, de hecho, creo que quiero dormir temprano — Trato de ser amable y mantenerme tranquila.

—De acuerdo, entonces me iré a bañar y voy a la cama — Se acerca a darme un romántico beso — Déjame espacio —Bromea sonriendo antes de alejarse en dirección al baño.

—No prometo nada — Le sigo el juego intentando mantenerme en calma.

Al notar como se encierra en el baño, puedo soltar el aire acumulado de golpe y evaporando la tensión que había estado sintiendo en el ambiente.

No puedo evitar pensar en la factura, por mucho que lo intento. No creo que se trate de nada malo, ya que estamos hablando del dulce Nick. Pero mi preocupación sigue intacta.

Espero Nicol se apresure con esto, pienso antes de irme a la habitación con la intención de colocarme el pijama.

Olivia POV

Tal vez Ross tenía razón, esto puede ser un desastre total, no puedo evitar pensar durante el camino en auto hacia la fiesta.

A pesar de su oposición, me hizo entrega hace un par de días de un dispositivo, el cual se debe de conectar a algún ordenador o disipativo de Bart, para poder sustraer la información que contenga. Ni hablar de toda la lección que tuve que pasar sobre el orden y planos del edificio de Bart.

Algo que me deja, mínimamente tranquila, es que Ross puso a mi disposición, un hombre experto en el tema, que será el encargado de obtener la información. MI único papel, será buscar la manera de hacerlo entrar y vigilar el pasillo mientras él se encarga de todo.

Espero no salga mal, pienso con la mirada en la ventana del auto.

—Hunter, terminaras por estirarle el cuello — La voz de Jack frente a nosotros, me hace girar en dirección a Hunter quien se encuentra muy incómodo a mi lado, ajustando su corbata a cada nada.

—Siento que llevo horas con esto — Se queja el apartando las manos del traje formal.

Hace cerca de 3 horas, llegamos a Filadelfia, y como aun nos quedaba tiempo para la fiesta, pudimos pasar directamente al hotel donde nos estamos quedando, para que pudiéramos terminar de arreglarnos.

—Cálmate, me pones los nervios de punta — Le digo a Hunter.

Aunque también son por el ver a tu padre, asesino de mi hermana, pienso nada más para mí.

—¿Por qué? — Noto como Jackson me observa confuso desde el asiento de la camioneta de frente a nosotros.

—El padre de Hunter me da miedo — Técnicamente no miento.

—¿Soy el único que solo piensa en disfrutar de la comida y alcohol? — Curiosea Jack arreglándose la chaqueta del traje azul marino que lleva hoy.

—Si — Decimos nosotros al mismo tiempo observando por las distintas ventanas el camino fuera.

—Escríbele a Erin a ver si te calma — Bufa Jack en dirección a nuestro amigo — A menos que desees dulces de la suerte — Dice burlón.

Frunzo el ceño.

— ¿Dulces de la suerte? — Los observo a ambos que no dicen nada, sino que solo se tiran una leve mirada — ¡Sean imbéciles! — Les suelto al darme cuenta de que hablan.

—¡Solo fue una vez! — Se apresura a soltar Hunter.

—Y claro que me imagino quien lo propuso — Miro mal a Jackson quien se hace el inocente.

—Para mí defensa... — Se inclina un poco hacia mi — aun no me había titulado en derecho. Además de que se ha ido legalizando su uso — Sonríe egocéntrico y yo solo lo empujo para que caiga en el asiento de nuevo

 —Con fines medicinales, claro — Le recuerdo.

— Era para ayudar a la nuestra salud mental — Se excusa Berdy — No paso nada malo...Hunter solo termino viendo caricaturas.

—¡Era secreto! — Le riñe éste a mi lado y no puedo evitar sonreír levemente imaginándomelos más idiotas con eso.

—Cierren la boca, ya llegamos — Les suelto fingiendo mal humor al notar que nos detenemos frente al edificio.

Uno de los valet nos abre la puerta, dejando salir a Hunter, quien me tiende la mano para descender del auto, lo cual acepto.

—Vaya — Exclama Jack bajando del auto detrás de mí — Los Carson parecen tener competencia — Añade echándole un vistazo al lugar.

—No lo creo — Le dice Hunter guiándonos al interior del recinto.

—Igual agradezco no estar en el mercado — Responde Jack caminando junto a mí.

El lugar es de un buen tamaño, no se puede negar, al igual que imponente en cuanto a estructuras se trata, manteniendo un estilo muy moderno. Pero algo en él, me recuerda a la casa de los Green en LA, igual de fría, a incluso sombría en cuanto a colores se trata.

Cae perfecto con el hombre dueño.

Puede ser, mini yo.

La recepción se encuentra decorada con muchas luces, estructuras modernas en colores sobrios, sin presencia de ni una sola flor en el lugar. Hombres y mujeres van desapareciendo por una puerta lateral, mientras que otros se mantienen en recepción, siendo parte del servicio a cargo de la noche.

Al instante puede notar, que a simple vista no existe tanto personal de seguridad, sino que más que todo son del catering.

Punto para nosotros.

Nos guían por un gran y amplio pasillo, hasta llegar al salón de la fiesta central, amplio, con techos altos, grandes lámparas modernas cayendo y una conexión a un jardín en donde se ven a varios de los invitados disfrutar del aire libre. Hay una gran cantidad de gente, desde los más elegantes, a gente más casual y normal a simple vista.

Al instante que empezamos a recorrer el lugar, puedo notar como algunas miradas se fijan en nuestra dirección, más específicamente en Hunter, quien camina hasta llevarnos a un lateral del salón. Una vez algo apartados, no tardamos en tomar copas de champaña que nos ofrecen los meseros al pasar.

Saco de mi pequeño bolso mi teléfono, observando un mensaje del hombre que se infiltrara, avisándome que se encuentra cerca del lugar, preparando todo para entrar.

—Deberías ir a saludar a tu padre — Suelta Jack de la nada, encendiendo mis sentidos — Puede que le alegre — Se encoje de hombros.

—No lo sé... — Dice Hunter dándole un sorbo a su copa — ¿Irían conmigo?

—Vale, fingiré que no te oí decir que le tienes miedo a tu padre — Le bromea Jack empujándolo para que empiece a caminar — ¿No vienes, Oliv? — Me dice a mí obligando a Hunter a posar su mirada en mi.

Mierda.

Con mi pesar, y tomando aire, me atrevo a caminar a su lado dirigiéndome directamente a mi miedo en persona.

Mientras caminamos en dirección al padre de Hunter, me empiezo a repetir las razones por las que debo actuar lo más normal y tranquila posible frente a él. El hombre no puede sospechar siquiera una pisca de mí, por ahora.

Unos pasos antes de llegar al lugar donde Bart se encuentra hablando con unos hombres, es que mis nervios parecen elevarse más, así que me obligo a tomar el brazo de Jack con tal de disimular mi paso inseguro. Por suerte, éste no le presta mucha atención al gesto, más allá de corresponderlo.

—Hunter — Su padre se aparta de los hombres antes de acercarse a su hijo, el cual abraza de lado — Que bueno verte.

—Padre — Le dice Hunter rompiendo el abrazo un tanto tenso — Si, al abuelo le hubiera gustado que viniera — Zanja nuestro amigo mientras nosotros nos mantenemos detrás a unos pasos.

Su padre fija su vista en nosotros, por más de un segundo en mí, lo cual me hace enderezarme fijando mi vista en otro lugar.

—Ellos son mis amigos — Dice al notar la mirada de su padre hace nosotros — Olivia Morgan, quien ya conoces, y Jackson Berdy, mi compañero en la ciudad — Explica viéndonos.

Me obligo a dedicarle una sonrisa, aunque quiera es hacerle una mueca. Por suerte no insiste en darnos la mano ni ningún otra señal de contacto, sino que se limita a asentirnos a cada uno.

—Un placer — Nos dedica a ambos y asentimos.

—Un placer para nosotros estar aquí, señor Green — Le dice Jack cortes — Gran fiesta.

—Gracias — Le dice sin una sola pisca de humildad — Espero la disfruten.

Nosotros asentimos, para luego notar como se gira hacia su hijo. Nosotros nos concentramos hablando del lugar entre nosotros dos, mientras captamos algunos fragmentos de las conversaciones entre padre e hijo a unos pasos.

—Espero esto sea una oportunidad, hijo — Le dice su padre — De que podamos limar asperezas.

—Sobre todo con tu gran apoyo — Noto el sarcasmo en la voz de nuestro amigo al dirigirse a su padre — Así que, mejor no presiones, padre — Le zanja Hunter sin más — Mucho hice viniendo.

—Necesito que hablemos — Le suelta su padre sin inmutarse — Pero luego, ahora disfruten de la fiesta — Nos dice a todos para luego abrazar a su hijo e irse.

Decidimos volver a nuestro lugar de antes, dado que nos ofrece una vista perfecta del lugar, así como la privacidad para hablar entre nosotros.

—¿Cómo te sientes? — Le pregunta Jack a Hunter una vez tomamos otra copa.

—Extraño — Es lo único que dice con la mirada en el salón — Crecí muchos años en esto, pero...no creo que sea mi lugar ya — Añade unos segundos después.

—Y vaya que es un gran lugar — Suelta Jack y al instante noto su vista en una sensual mujer pasando a nuestro lado con la vista en el — Buenas noches — Le dice nuestro amigo cortes haciendo que la mujer le sonría coqueta.

Por un momento, me empiezo a preparar para quedarme a solar con Hunter, al Jack irse a ligar, pero para nuestra sorpresa, nuestro amigo se mantiene en el mismo lugar entre nosotros, sin hacer alguna señal de querer seguir a la mujer.

Eso no es nada común en él. Eso de coquetear a medias, ni dejar pasar una oportunidad por nosotros, no es lo suyo.

—Y ahí viene la segunda ronda — Nos avisa Hunter al notar como su madre está acercándose a nosotros.

A simple vista, Juli Green, se ve como una persona fría y distante, incluso con los sobrios colores que elige al vestirse en vestidos atrevidos, pero solo basta prestarle atención a la mirada que le dedica a su hijo, para entender el afecto y amor que le tiene. Aunque lo demuestre de una extraña manera.

—Cariño — Hunter permanece algo estático al principio cuando su madre le da un fuerte abrazo, pero no tarda en aceptarlo algo inseguro luego — Mírate. Estas muy guapo — Le elogia haciendo que su hijo no pueda evitar sonrojarse, lo cual nos hace sonreír con burla a Jack y a mi más atrás — ¿No creen?

—Lo mismo le dice nuestra vecina anciana — Se burla Jack a mi lado.

—Buenas noches, chicos — Nos saluda a ambos con una leve sonrisa la cual le correspondemos.

Vaya que parece haberle sentado la partida de Hunter estos años.

—Me extraña no verte de un lado a otro — Le dice Hunter atrayendo su atención.

—He dejado de involucrarme tanto — Se encoje de hombros su madre — Creo que es mejor tomar distancia de la persona que se vuelve tu padre en los negocios — Suspira agotada sin mucha emoción.

—Lo entiendo — Murmura Hunter solo para nosotros.

—¿Vas conmigo a la mesa de tu padre? — Le propone su madre — Hay gente que quiere saludarte.

—No lo sé, madre — Le dice apenado jugando con el anillo de su dedo en nerviosismo.

—Solo serán unos minutos, Hunter — Añade ella al notarlo.

Hunter tarda un par de segundos como si buscara alguna manera de evitarlo, pero al no encontrarla, se limita a asentir levemente accediendo a ir con ella. Antes de seguir a su padre, se gira hacia nosotros.

—Podrían ir a la mesa o con la comida, si quieres — Nos propone con una mueca en su cara.

Mi teléfono vibra en mi mano, y al tomarlo, noto un mensaje del hombre, avisándome que ya ha entrado al lugar. Tecleo rápido donde debo verlo, y me dice que en el pasillo de los baños.

—Tranquilo, nosotros nos lo apañamos — Le tranquiliza Jack dejando que se aleje junto a su madre tranquilo — Será mejor disfrutar de la comida antes de que discutan — Me dice en voz baja señalándome la mesa de comida.

—De hecho, debo ir al tocador antes — Lo detengo en medio camino — Tal vez beber esas bebidas no fue buena idea.

—Vale, mucha información, aceite — Me suelta bromeando — Te veré en la mesa.

Asiento antes de alejarme en dirección a la puerta secundaria, donde una de las mujeres del catering me indica donde se encuentra el baño. Continuo por un gran pasillo hasta llegar a uno con dos caminos, en un lado se encuentran los tocadores de hombres y mujeres, y por el otro, otro pasillo largo vacío.

Yo: ¿Dónde estás?

Tecleo muy nerviosa, siguiendo por el pasillo vacío, que se encuentra muy solo a pesar de gran movimiento en los centrales.

Dan: Izquierda.

Me giro a la izquierda una vez salgo del pasillo, y efectivamente, ahí se encuentra un hombre alto, asiático, vestido como si fuera del servicio del banquete, junto a unos lentes de sol que le ocultan parcialmente el rostro.

—Andando, no tenemos mucho tiempo — Me dice sin siquiera detenerse, obligándome a seguirlo por un sinfín de pasillo.

No puedo evitar intentar detallarlo entre el trajín del movimiento, y vaya que es fornido, eliminando el típico estereotipo de un hombre asiático.

Finalmente, logramos llegar a unas escaleras que dan hacia arriba, por las cuales sube Dan, y yo a unos pasos detrás.

—¿Estás familiarizada con este tipo de cámaras? — Me pregunta sacando algo de la chaqueta de su traje, lo cual distingo como una especie de dispositivo similar a una Tablet — Son del modelo ....

—¿Qué? — No puedo evitar soltar confundida intentando no tropezar con algún escalón.

—Sus puntos ciegos son los estándares — Continúa subiendo y hablando como si yo le entendiera, y pudiera seguirle el ritmo en semejantes tacones — Pésima elección de calzado para el momento.

Le doy un vistazo a mis Jimmie negros a juego con mi vestido sobre la rodilla, algo ofendida por lo que dijo sobre ellos.

—Ve más lento, no soy Black Widow — Le suelto cuando le veo entrar finalmente en el cuarto piso y acercándose a un panel en la pared — Ni a Tony Stark llego en mi estado físico — Me quejo deteniéndome a tomar aire.

—¿Qué clase de agente eres tú? — Me suelta confundido girándose a observar la pantalla del dispositivo mientras conecta algo al panel con un montón de botones y puertos.

—¿Agente? A menos que hablemos de ropa...— Le informo confundida — no soy ningún agente.

Se gira de golpe hacia mí, mirándome entre serio y molesto.

—¿Cómo diablos a Ross se le ocurre mandarte a ti? — Suelta molesto apartando la mirada — Tenia a muchas otras personas mas capacitadas...

—¿Será porque soy la clienta? — Le suelto molesta por su actitud de imbécil — No es como si pudiera elegir a quien meter en esta fiesta sin verse sospechoso.

—Solo...haz silencio y déjame hacer mi trabajo — Pide harto tecleando algo en la pantalla.

Me obligo a tragarme algún comentario ante su insoportable actitud mientras lo observo trabajar. Unos segundos después, las luces del piso se apagan, dejando el lugar en penumbras y entre sombras, convirtiéndolo en un ambiente aún más tenebroso de lo que ya lo es.

—Bien — Se gira hacia mi con su rostro entre sombras — Toma esto — Me tiende la Tablet — Vigila si viene alguien por las cámaras — Explica — Si viene alguien, pulsa éste botón — Lo hace y las luces del piso se encienden y apagan — Me avisará en la oficina.

—¿No necesitas mi ayuda? — Pregunto no queriendo quedarme como el peso muerto aunque claramente es lo que debería ser.

—No — Dice sin más entrando por completo al pasillo.

Que amable, bufo.

Me recuesto de la pared para observar que hace, y lo noto recorrer el pasillo rápidamente, mientras se mantiene cambiando de pared a pared.

Se ve como imbécil, no puedo evitar pensar.

Curioseo las cámaras, que me permiten observar todo el piso y las escaleras centrales. En ninguna logro ver nada, hasta que llego a una cámara, que muestra una gran oficina, ordenada pulcramente, en donde noto entrar a Dan de manera sigilosa.

No ver a nadie vigilando estos pisos, me hace temer aún más. Detallo como parece intentar acceder a la computadora sobre el escritorio, pero luego de un par de minutos, se aleja hacia los estantes que quedan fuera de recuadro.

Más les vale contar con algún método para borrar estas citas, sino queremos alarmar a Bart y su gente.

Mientras más minutos pasan, más nerviosa me pongo, detallando que Dan se encuentra aún fuera de cuadro, haciendo algo con algún tipo de dispositivo, que, según distingo, es el que Ross me indico que se usaría para extraer la información.

¿Pero de donde está extrayéndola?

Le doy un vistazo a mi teléfono, y noto un mensaje de Jack preguntando si estoy bien, pero antes de responder, detallo la hora. Han pasado 15 minutos y seguimos aquí.

¿Éste no es que es agente? ¿Desde cuándo duran tanto?

Sigue así y a la próxima te envían a ti.

Mi nerviosismo me obliga a asegurarme de contar con el piso despejado, pero cuando enfoco las cámaras de las escaleras centrales que vienen de recepción, noto que un hombre alto —bastante intimidante— y de traje viene subiendo.

¡Mierda!

¿Qué hago?, no puedo evitar entrar en pánico momentáneamente, hasta que recuerdo lo que me dijo antes de irse. Busco el botón y lo pulso, encendiendo y apagando las luces dos veces, lo cual noto que efectivamente, solo sucede en el piso, incluido en la oficina donde se encuentra Dan.

Noto como hace un par de movimientos de aquí para allá, y no puedo evitar entrar en pánico, notando que el hombre ya se encuentra subiendo la escalera hacia nuestro piso.

No entres en crisis, me repito con el corazón corriendo a millón y ya sintiendo las palmas sudarme incontrolablemente.

No quiero ir a prisión.

¡No iremos a prisión, imbécil!

Cálmate, empieza a contar así todo será mejor.

Uno, dos, tres...

—Apresúrate, no quiero que te desmayes bajando — Dan aparece de nuevo a mi lado desconectando el USB del panel antes de cerrarlo — ¡Andando! — Me suelta empezando a empujarme para que reaccione y baje.

—¿Lograste encontrar algo? — Le pregunto bajando peligrosamente rápido con tacones de aguja.

—En la computadora principal de Bart no — Avisa bajando más delante — Solo pude obtener lo de una secundaria.

Mierda, todo esto y solo tenemos información a medias.

—Ya me estoy reconsiderando ésta investigación — Bromeo cuando ya hemos llegado al primer piso — ¿No nos verán las cámaras?

—Para eso esa la USB del panel, borra todo en ese lapso — Avisa sin más frente a mi — En éstas escaleras no hay cámaras.

Asiento cuando ya estamos en el último tramo de escalones. Me detengo abruptamente cuando Dan se gira de golpe hacia mí, haciéndome chocar con su pecho. Pero como si eso no fuera suficiente, se quita los lentes, dejándome ver unos ojos negros profundos que no hacen más que observarme con egocentrismo y burla, poniéndome los nervios de punta.

No le puedes quitar el que sea guapo.

Eso no es importante, mini yo.

—Guarda esto bien — Me da el pequeño disco duro con la información — Dios no quiera volver a verte en mi trabajo.

No me da oportunidad de agradecerle, ya que se coloca de nuevo los lentes y baja tranquilamente el último tramo de escaleras por las cuales subimos. Yo voy a hacer lo mismo mientras voy guardando el disco en mi pequeño bolso, pero me detengo abruptamente en los últimos escalones, con la presencia de una persona frente a mí.

Jackson está al final del último escalón, con una pose tensa de brazos cruzados, mientras no hace más que observarme serio y fríamente, lo cual es poco común en él.

Ahora sí, iremos a prisión....







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¡Hola bombones!

¿Que se traerá entre manos Silvia? ¿Por qué Nick compraría algo en una joyería?

Oliv debería tener un look especial para cuando trabaje de agente secreto, porque sus zapatos la vendrán matando un día xd

Dan, Dan, Dan...

Primera vez en la que tendremos miedo de Jack en los libros jajaja

Besos.

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