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22. Vacio por descubrir

Olivia POV

Ya casi el final de la mañana cae sobre Queens, cuando salgo por la puerta principal del edificio residencial en donde estoy viviendo, sonriéndole a algunos de los vecinos que me encuentro en el trayecto hacia la calle. Saco de mi bolso las llaves del auto mientras me acerco a éste, estacionado en el puesto que me han conseguido en la propia calle principal.

No sabía que lo que más extrañaría de Boston era lo seguro del estacionamiento de mi antiguo departamento. Aunque igual aquí no me preocupa tanto, al estar en una zona no tan transitada por autos.

Entro a mi auto, dejando el bolso en el asiento del copiloto para después encenderlo, dedicándome a colocar en el GPS del auto, la dirección que me ha enviado Kelly la noche anterior, queriendo evitar la gran dicha de perderme en mi primer día oficialmente yendo.

Ya han pasado algunas semanas, Candice ha logrado avanzar de gran manera con la remodelación del nuevo lugar, y justo anoche, me pidió a mí que asistiera para ayudarla con algunas cosas. No dudé en prepararme, y por suerte, cuento con una vecina fantástica, que es una señora algo mayor, que se ha ofrecido a cuidar a Rubi mientras esta se acostumbra a estar sola o encuentro un cuidador en la zona.

Conduzco un rato, antes de llegar a una calle llena de negocios y edificios, a una gran distancia de Long Island. Cuando me detengo en un lugar para aparcar y bajo con mi bolso, debo de buscar en mi teléfono la foto que me ha enviado Candice del nuevo edificio, ya que a simple vista no veo ningún nombre. Al dar con él, noto que no se trata del más alto de la zona, pero tampoco del más bajo. Cuenta con alrededor de 3 pisos y un diseño tradicional como todo en la ciudad.

En la entrada debo enseñar mi identificación para que me logren permitir pasar al lugar. Al entrar noto que todo en la recepción aún se encuentra en remodelación, pero tiene un diseño muy minimalista, tan al estilo de Candice. Subo al ascensor en donde, pulso el tercer piso, en donde algo me hace decir que se debe de encontrar mi jefa, según me dijeron los trabajadores del primer piso. Al abrirse el ascensor quedo un poco sorprendida con todo lo que veo en el lugar.

Gente trabajando de un lado a otro, pintando y cortando, mientras que algunos muebles aún se encuentran protegidos por plásticos en los distintos espacios, que puedo ver ya que aún no existen puertas en el lugar. Doy un par de pasos por el lugar, antes de divisar a Kelly salir apresuradamente de la puerta central del otro lado del piso.

—¡Kelly! — Levanta la vista de su tableta caminando hacia mi.

—Hola, Olivia — Me saluda con su usual buen humor — Que alegría verte — Asiento sonriendo — Candice está en su oficina ¿creo que te llamó hoy? — Pregunta sin estar muy segura, seguro por estar al tanto de otras cosas.

—Correcto — Le confirmo — ¿Puedo entrar? — Le pregunto esperando que no se encuentre reunida con alguien.

—Claro — Se aparta — Yo debo ir a resolver algunas cosas de la remodelación.

Se despide caminando hacia el ascensor el cual no duda en pedir mientras yo sigo mi camino hacia la puerta de donde la vi salir hace unos segundos. Entro por la puerta abierta, encontrándome con lo que parece será su oficina. Es un lugar con mucha luz natural, lo que parecen ser bibliotecas en toda la pared de un lateral, hay una puerta en la otra pared, algunos muebles están cubiertos de plásticos, pero el escritorio moderno se encuentra en su lugar frente al ventanal ya listo para su uso.

Frente a dicho, se encuentra mi jefa con una blusa, blazer y jeans al igual que mocasines, y una coleta alta mostrando su estilo más casual hasta el momento. Le veo hablar con una mujer y un hombre que parecen discutir sobre unos planos del piso.

—Les dije que solo quiero un par de lugares de trabajo en éste piso — Les suelta a ambos sin notar mi presencia aun — Los demás estarán en el piso de abajo junto a los talleres y maquinas — Explica devolviéndoles una tableta antes de girar en mi dirección — Qué bueno que llegaste, Olivia.

Yo sonrío mientras observo como el hombre y la mujer, después de tomar algunas cosas de la mesa, pasan por mi lado saliendo de la oficina sin dejar de conversar sobre alguno que otro detalle.

—Como veras, todo es un caos aquí aun — Explica revisando el contenido de una caja sobre su escritorio — Y los diseñadores de ahora parecen imbéciles...

Me mantengo en silencio mientras sigue sacando y observando algunas cosas de la caja, al no soportar seguro verlo todo desordenado.

—¿No preguntarás a qué te llamé? — Pregunta ojeando una carpeta que saca de la caja.

—Realmente solo espero a que me digas que haremos — Explico tranquila a unos metros del escritorio.

—Juiciosa, me agrada — Asiente divertida — Bien, necesito que me acompañes hoy — Explica cerrando de golpe la carpeta — Kelly está encargándose de los detalles de este desastre, mientras que yo necesito encargarme de cerrar ciertos negocios y contratos pendientes.

Asiento sin saber muy bien mi papel aquí. No soy buena para los negocios, cosa que es irónica teniendo en cuenta quien es mi padre y quienes son los padres de Drake; supongo que crecí más observando el otro lado.

—Técnicamente serás como mi Kelly el día de hoy — Me indica inclinándose hacia una silla junto al escritorio donde se encuentra su bolsa — ¿Lista para lo primero?

—Supongo — Me encojo de hombros sin tener mucho en contra.

Ella solo asiente dando unos pasos con su bolsa en mano, pero se detiene observando algo en la pared contraria, casi como si se hubiera percatado de algo con el rabillo de su ojo al alejarse. Yo me giro tratando de notar lo que ve, pero solo me encuentro con la pared vacía en donde se encuentra las puertas de madera.

—¿Quedarían mejor unas puertas de vidrio o estoy siendo dramática? — Ladea la cabeza y vuelvo a observar la puerta.

—Si, las puertas de madera parecen cortar mucho el diseño del lugar — Admito haciendo uso de las pocas cosas que se dé diseño de interiores gracias a mi madre.

Ella solo asiente y sigue caminando hacia la salida, haciéndome una seña de que la siga, lo cual hago sin querer hacerla esperar. Recorremos el piso en remodelación, con plástico y hombres por todo el lugar, hasta llegar al ascensor, en el cual subimos hasta bajarnos en la recepción.

—¿Trajiste tu auto? — Frunzo el ceño pensando en su auto moderno — Le di el mío a Kelly para que resolviera unas cosas con el mobiliario del taller — Explica tecleando en su teléfono mientras nos acercamos hacia la salida del lugar.

—Claro — Confirmo dándo un paso fuera del edificio.

Caminamos un poco calle abajo, en donde subimos a mi auto estacionado y vaya que agradezco ser maniática con la limpieza del auto en este momento. Ella me indica la dirección, la cual coloco en el GPS del auto antes de arrancar y emprender el camino, con un poco de música algo animada en el estéreo, con tal de relajar un poco el ambiente.

—Y ¿Qué se planea para el lugar? — Pregunto un par de calles más lejos del lugar.

—En el primer piso la recepción y almacén — Empieza despegando la vista de su teléfono durante un segundo — En el segundo será el taller, máquinas de corte, así como los puestos de la mayoría del equipo de confección y diseño — Asiento girando en una calle temiendo un poco del tráfico que se empieza a ver por la zona — Mientras que en el último estará mi oficina, las salas de reuniones del equipo, departamento de marketing, algunas oficinas del equipo y puestos de algunos diseñadores más destacados — Termina sin más.

—Es un gran proyecto — Suelto sorprendida de todo el cambio.

—Y le espera un gran futuro a la marca — Dice sin una pisca de humildad lo cual me hace sonreír en parte.

Unos 15 minutos después de recorrer la zona, estaciono frente a un gran edifico en la zona de fábricas y almacenes. Al leer el nombre del lugar, noto que se trata de una fábrica y negocio de importaciones de textiles. Me indica que puedo bajar y esperar dentro, así que la sigo estacionando el auto junto a otros en la entrada. El lugar tiene techos altos y un diseño industrial en tonos fríos.

Mientras observo el lugar, Candice se acerca a recepción, indicando el nombre de un hombre confirmando una cita que tiene con él. Yo me mantengo en una sala de espera de la recepción mientras veo a mi jefa alejarse por un largo pasillo con la recepcionista.

Vaya día.

Decido ponerme algo cómoda sabiendo que esto puede durar, así que no tardo en sacar mi teléfono con la idea de revisar un poco redes sociales e internet, luego de haber pasado bastantes días sin estar al tanto de él. Mientras ojeo algunas noticias de farándula, me encuentro con un artículo que me llama al instante la atención, al leer el nombre de la compañía Carson como parte del titular.

Al pulsar el link, me lleva hacia una especie de blog o página, encontrándome con un artículo que me hace tragar grueso al notar el nombre.

"El joven heredero, gana su lugar por algo más que sangre"

No es tanto el titulo lo que me hace crecer la rabia, sino que el que la autora de dicho artículo sea nada más y nada menos que Karin Stell. Me repito que ese artículo por mera curiosidad, encontrándome con una gran cantidad de halagos, no solo para los logros del negocio de los Carson, sino para los propios de Drake, al igual que su buen físico y vida, como si se tratara de un actor famoso de la televisión.

Me obligo a leer el artículo del cual hablaba Sophi, y efectivamente, en dicho artículo dedicado a los jóvenes empresarios del país, mencionan la situación sentimental de varios, pero extrañamente, dándole un gran foco a Drake y el cómo este ha dejado de aparecer en escena con su pareja de años.

—¿Desea alguna bebida? — Levanto la vista a la recepcionista que aparece frente a mí.

—Claro, un té estaría bien. Por favor — Pido amablemente sabiendo que necesito calmarme antes de morir de rabia por dichos artículos.

La joven chica asiente desapareciendo por otro pasillo del lugar, mientras que yo vuelvo la vista a la pantalla.

De acuerdo, la única cosa que me tranquiliza en este momento, es el hecho de que todos los artículos están basados en información obtenida mediante redes o demás; sin mencionan ninguna cita o entrevista. Por lo tanto, Karin no ha conseguido pactar una entrevista cara a cara con él.

La piraña no ha logrado acercarse a él, repito en mi mente.

Igual no es algo que deba ser de tu incumbencia.

Cierto, pero....

No, no tiene que serlo.

Suspiro justo cuando la chica me deja la taza de té en la mesa. Le agradezco antes de observar cómo se aleja de nuevo hacia el mostrador. Tomo la taza, bebiendo un sorbo del suave te de manzanilla queriendo que este empiece a calmar mi avalancha de pensamientos.

No debe importarme. No somos nada ya.

Él tiene derecho a hacer lo que quiera.

El sonido de mi teléfono en la mesa de cristal, interrumpe mi monologo. Dejo la taza de lado, tomando el teléfono, encontrándome con un mensaje de Ross, avisándome que mañana estará de regreso en la ciudad, y que desea que nos reunamos para actualizarme con los hallazgos que ha logrado obtener. No tardo en enviarle una respuesta, confirmándole la reunión y un lugar donde podríamos vernos en Queens.

¿Qué abra logrado encontrar?, pienso mientras termino mi taza.

Paso un par de minutos ideando las opciones, antes de lograr ver a Candice salir del mismo pasillo, junto a un hombre con el cual habla tranquilamente hasta llegar a la recepción.

—Un gusto verte y hacer un trato, Candice — Le sonríe el hombre algo mayor y noto como le toma la mano para darle un beso en ella.

—Lo mismo digo, querido — Le sonríe ella coquetamente antes de arrebatarle la mano y alejarse.

Me levanto y la sigo saliendo del lugar.

—A veces se debe sacar provecho de tu efecto en los hombres — Me dice colocándose los lentes al salir del edificio.

Al instante distingo a que se refiere, y no puedo más que darle un poco de razón en dicho pensamiento. Maddie ya me ha demostrado con los años que en esta sociedad, a veces es mejor usar nuestro propio poder para sacar algo de provecho de los demas.

—¿Candice Preston? — Ambas nos giramos hacia una mujer de tez morena, cabello negro y una buena altura con tacones.

—¿Lucia Carret? — Mi jefa se deshace de los lentes de sol antes de acercarse a la mujer y darse un gran abrazo con ella.

No puedo evitar notar el gran estilo que mantiene la mujer con un gran abrigo largo de cuero o imitación de este, botas de tacón, pantalones negros ajustados, suéter cuello alto y una cartera que puedo distinguir fácilmente como LV, gracias a la colección de Maddie.

—¿Qué rayos hace por aquí? Pensé que estabas en Boston — Le dice Lucia una vez se separan.

—Estoy mudando mi marca a Queens, ya estoy con las remodelaciones — Le dice mi jefa muy atenta lo cual me hace notar que se trata de una amistad o muy querida, o sabe fingir bien su amabilidad — ¿Tú que pintas por estos lugares? Pensé que te habías retirado.

—Ni en broma — Bufa ella mirando retadora a mi jefa — Estoy aquí por una reunión con Mark.

—Vaya que es casanova el anciano — Suelta mi jefa jugando con las gafas en sus manos y en ese instante la mujer se fija en mi a unos metros.

—¿Nueva Kelly? — Frunce el ceño observándome.

—Solo por hoy — Explica ella — Es parte de mi equipo.

La mujer asiente dándome un último vistazo y algo me hace sentir un tanto incomoda por cómo me observa. Según entiendo me vestí muy bien hoy, así que por el look no puede ser.

—¿Estás encargando material para le colección de la semana de la moda? — Le pregunta a mi jefa de la nada.

—Es para mi marca — Suelta ella lento — ¿Cómo que la semana de la moda? ¿No era que se habían acabado las invitaciones?

—Tal parece que están abriendo nuevos cupos — Explica la mujer — Y lo han rodado un poco a principio de Octubre — Se encoje de hombros — Algo me dice que tiene que ver con los nuevos inversionistas.

—Vaya — Silba mi jefa — No había pensado en ese desfile — Observo que se queda mirando a la nada como si estuviera pensando muchas cosas.

—Podría ser de ayuda para tu marca y tu gente — Le dice su amiga — Yo aún estoy pensando si entrar — Confiesa — Hay mucha competencia este año.

—Puede ser un arma de doble filo — Piensa en voz alta — Debemos irnos, pero escríbeme para que comamos en la semana — Le dice acercándose a abrazarla.

—Claro, debo aprovechar que ya no estás atada al idiota — Se burla su amiga y mi jefa la tira una mala cara — Nos vemos — Nos dice a ambas antes de desaparecer puertas adentro.

Nosotras nos alejamos y subimos a mi auto, Candice no tarda en colocar la dirección del próximo lugar al cual debemos ir hoy. Durante el camino logro notar a mi jefa muy pensativa, observando por la ventana del auto las calles que dejamos atrás como si tratara de atar cavos en su cabeza.

—¿Estás considerando lo de la semana de la moda? — Le pregunto de la nada.

—¿Tan obvia soy? — Asiento un poco apenada — Puede ser una gran oportunidad de escalar — Explica como si justificara todo — Si sale bien, claro está.

Se queda callada mientras conduzco.

—No creo que se pierda tanto — Me encojo de hombros — Además, a diferencia de otras que irán, tú ya cuentas con cierto nombre en el mercado.

—Tan donnadie no soy como otros imbéciles que irán — Confirma — Pocos en ésta área, llegan a entender que su reputación va más allá de una buena colección, sino que también incluye influencia y contactos — Me aconseja — Y yo tengo todo eso.

Se mantiene hablando por teléfono el resto del camino hacia el centro de la ciudad, dando por zanjada la conversación, y algo en mi me hace pensar que ya tiene esa decisión de participar en el desfile, más tomada de lo que ella misma piensa y admite.

...

—Un café, doble, por favor — Le pide Ross al mesero antes de regresarle el menú.

Yo le doy el mío después de pedir un jugo y verlo alejarse, dejándome a mí y al detective solos en las terrazas de dicho restaurante en Manhattan que es poco concurrido durante estas horas tan tempranas del dia.

—¿Habíamos quedado en las cámaras? — Le pregunto retomando la conversación que el mesero interrumpió.

—Así es — Confirma sacando una carpeta la cual lee — Como dije, fue el primer paso — Prosigue cruzando las manos sobre la carpeta — Me pude encontrar con que las cámaras de dicha avenida, así como las de la calle por la que huyeron... — Aguanto la respiración — fueron desactivadas cinco minutos antes del accidente, y activadas cinco minutos después de este.

—¿Lo hicieron a propósito? — Pregunto jugando con mis manos.

—Es seguro que si — Confirma — Incluso, había una de las cámaras del circuito que creyeron dañada — Explica — Pero unos días posteriores al revisarla, descubrieron que seguía funcionando, el único problema es que no tenía ninguna grabación de la calle — Frunzo el ceño — Por lo que se cree que esa tuvo un problema de almacenamiento — Hace un ademan quitándole importancia.

Suspiro cuando el mesero se acerca con las bebidas.

—Esto no resulta nada alentador — Admito cuando me ponen en frente mi jugo de naranja y a Ross su café.

—Tenga paciencia — Me bufa mientras agradece las cosas y el mesero se aleja — Me dediqué a observar las grabaciones que había, encontrando coincidencias en dos personas, pero claro que no era suficiente, así que tuve que pedir ayuda a las cámaras de seguridad de los locales antiguos de la zona — Explica.

—¿Ayuda? — No creo que fuera simple ayuda.

—Con dinero de por medio, cabe destacar — Suelta dándole un sorbo a su café — Un contacto pudo hacer un reconocimiento facial y coincidencias en las grabaciones, dándome a dos posibles testigos — Saca dos papeles de la carpeta — Carlos Ramírez y Tatiana James.

Observo las hojas que me pasa, y contienen el perfil de ambos testigos. Carlos ya es un poco mayor, con 35 años, mientras que Tatiana, tiene 60 años.

—¿Pudiste localizarlos? — Alzo la vista de la hoja.

—Incluso pude obtener testimonios de ellos — Me indica otras hojas sorprendiéndome un poco de su rapidez — El hombre fue sencillo de encontrar, ya que seguía trabajando en el mismo taller de la calle así que no fue difícil dar con la dirección de su casa.

Asiento, tomando su testimonio, el cual empiezo a leer tranquilamente mientras Ross toma de su café, como si fuera el elixir de la vida, lo cual tiene sentido al tener un trabajo tan constante. No puedo evitar obviar que todo el interrogatorio lo hizo con el hombre en la acera de su casa reparando un auto mientras su hija jugaba a unos metros.

Vaya que Ross va a lo que va.

"Me encontraba en el taller en el cual trabajaba en dicho momento. Mi jefe estaba dedicado a enseñarme a como desarmar un motor de un Mustang clásico, así que realmente no nos encontrábamos con la vista en la avenida. Sin embargo, pude escuchar el sonido de las llantas de un auto al frenar de golpe, justo antes del fuerte estruendo que causa el impacto de dos autos. Al girar, no pude dejar de observar el gran choque que se había dado a unos metros de nosotros.

Mi jefe, no tardo en llamar al 911 de inmediato, yo por otro lado, al girar la vista de nuevo a la calle, pude notar como la camioneta que había ocasionado el choque, retrocedía, antes de rodear el auto destrozado y emprender el camino calle arriba, directo en la vía de la autopista.

Algo que pude notar desde el instante que detallé la camioneta, es que parecía algo costosa, lo cual para aquel entonces era poco común a menos que el dueño fuera alguien importante o de algún negocio. Pensé que, al verle huir, se podría tratar de algunos de esos jóvenes de mi edad, involucrados en crímenes o drogas, saben cómo son de problemáticos, por lo que es normal que eviten a la policía de LA a toda costa. La camioneta contaba con alguna especio de letras o logo, como si perteneciera a algún servicio, tal vez empresas o compañías privadas, dado que da entrada a una autopista; aunque resulta extraño, dado que la mayoría de empresas y negocios se encuentran algo lejos de la zona"

—Entonces queda confirmado que la camioneta huyó de la zona — Digo en voz alta — No queda del todo claro si era o no de una empresa.

—Los mismo pensé yo — Admite Ross mientras yo paso al testimonio de Mary — Un tanto difícil de encontrar el de Tatiana, dado que se mantiene en una cama en el hospital central.

Me detengo de golpe observando al hombre, como si hubiera cometido un crimen.

Debe de estar bromeando.

—¿Interrogaste a una anciana enferma? — Pregunto queriendo confirmarlo.

—Está más estable de lo que parece. Solo sufrió una caída — Aclara — Su hijo a cargo, no tuvo problema en que hablara con ella.

Bufo pensando en su alcahueta hijo.

"Recuerdo ver a dos hombres sentados en la mesa continua a la mía en la cafetería de la calle. Al momento pensé que era curioso ver a los jóvenes de negro, cuando están llenos de vida por ende debían usar colores vivos, y no taparse el rostro con lentes y capucha como los llevaban ellos.

No los vi hablar en ningún momento, solo noté que un par de minutos después, salieron corriendo calle arriba, en dirección a la avenida antes de perderse de mi vista. Tal vez pasaron unos 10 minutos hasta el accidente. Recuerdo haberme asustado con el sonido de impacto, siempre será algo que hele mis huesos en mi vida.

Me di vuelta al notar el choque, con intención de decirle a alguien que llamara al 911 ya que no contaba con puntos telefónicos en ese momento, pero, me encontré con algo muy curioso; había un camarero observando la escena atentamente desde la entrada, con una bandeja vacía en mano y un delantal curiosamente limpio para ser trabajador de allí. Le explico, ahí los camareros suelen trabajar en la cocina en horas pico por culpa de la falta de personal.

Me mantuve detallando a la policía y ambulancia llegar mientras tomaba mi café, así que cuando me di cuenta ya era algo tarde, así que decidí entrar a pagar. Al entrar, quise preguntar por el camarero que le mencioné, para poder entregarle propina, pero me llevé una gran sorpresa, ya que, según los encargados, solo contaban con 4 meseros, pero ninguno era el que había visto. Les mencioné al rubio que vi al principio, pero me dijeron que no había ninguno con dicha descripción, aunque realmente en éste momento no recuerdo muy bien sus facciones"

—Tiene una gran memoria para tratarse de una mujer de 60 años — Menciono al terminar de leer algo sorprendida por lo de los meseros.

—Yo rondo los 45 y recuerdo hasta mi primera clave en el cajero — Me riñe y casi siento que hablo con mi padre — En fin ¿leíste lo de los meseros?

Asiento.

—¿Pudieron estar involucrados? — Pregunto, aunque estoy segura que sí.

—Tendría mucho sentido que así fuera — Ladeo la cabeza tomando de mi jugo — Ya contaba con la sospecha de que Bart no estuviera involucrado en el momento del accidente, sino que hubiera optado por ayuda.

—Así no se ensuciaría las manos — Pienso en voz alta y el asiente — ¿Cómo consiguió dicha gente?

Ross me observa como si estuviera loca lo cual me hace encogerme en la silla.

—Hablamos de un hombre ligado con algún tipo de negocio de mafia... — Casi me cacheteo al recordarlo — claro que ellos pueden conseguirle gente que se encargue de sus planes, o incluso el mismo pagarles a trabajadores.

Pensar en todo el movimiento con el que debe de contar al estar involucrado con la mafia, me hace revolver el estómago temiendo situaciones futuras.

—Algo que resulta confuso... — Interrumpe mis pensamientos — es lo que dijo Carlos sobre las camionetas de algún tipo de empresa o negocio — Parece maquinar muchas cosas en su mente.

—Podríamos asumir que se trata de una de las de la compañía de Bart — Sugiero.

—Con las evidencias, si — Confirma — Pero ¿Por qué usar una camioneta de su mismo poder?

No lo había pensado así. Resulta incluso una acción muy idiota, y no veía a Bart capaz de dichas cosas.

—Si se llegara a probar algo, podría haberse incriminado — Sigue — Es claro que hay un vacío por descubrir.

—Tanto en la camioneta como en los consejos de Bart — Le recuerdo irónica sorbiendo mi jugo — Esto parece tener ya varias trabas.

—Y se pueden encontrar más — Me recuerda el al terminar su café.

—¿Cómo toca proseguir ahora? — Cruzo mis manos dejando el vaso en un lado.

—Necesito saber que sucedió con la investigación que se debía llevar a cabo en la comisaria sobre el accidente — Menciona.

—Creo que mi padre pidió algo de discreción con dicho tema — Le recuerdo.

—Pero debo de asegurarme de que fue por eso que no prosiguieron con el protocolo — Me dice — O si hubo algún tipo de factor externo.

—De acuerdo — Asiento observando la mesa — ¿Volverás a Los Ángeles?

—Por los próximos días no será necesario, tengo contactos en la comisaria — Dice guardando de nuevo todo en la carpeta — Me mantendrán al tanto de cualquier imprevisto.

Asiento entendiendo y algo conmocionada aun por todo lo descubierto.

—No olvides llamarme si necesitas alguna otra información que mi padre pueda dar — Le recuerdo una vez pagamos.

Recogemos nuestras cosas y bajamos a la entrada del edificio. Me mantengo de pie en la entrada esperando que traigan mi auto, mientas Ross sube al suyo y desaparece calle arriba entre el mar de autos que se ha empezado a formar casi al medio día.

Un leve dolor se mantiene en mi cabeza, y algo me dice que es debido a toda la información que he tenido que absorber en la última hora, que no esperaba para nada. Subo a mi auto una vez me lo entregan, y no dudo en emprender camino a la salida de Manhattan.

...

Dejo la botella de vino sobre la mesa de centro, mientras me hago un lugar en el cómodo sofá con mi copa llena en mano, a la vez que Rubi sube y se acuesta junto a mí.

La reunión con Ross me ha dejado en el limbo durante el resto del día.

No había pensado que ésta investigación podría conllevar tantas redes y artimañas dentro, aunque teniendo en cuenta que no conozco del todo a Bart, tampoco podría haberlo adivinado. Pero una parte de mí, desea poder ser quien desenrede toda aquella bola de trucos y mentiras que parece haber utilizado para el accidente.

Decido que debo distraerme un poco, así que mientras le doy unos tragos a mi copa, tomo mi teléfono con la intención de poder hablar con mi mejor amiga. Mantengo el altavoz mientras el teléfono se encuentra sobre un cojín, y debo esperar cuatro pitidos antes de que alguien atienda del otro lado.

—¿Interrumpo su noche de pasión? — Me burlo bebiendo del Vinotinto.

—Tu no, sino más bien el trabajo — Ladeo un tanto la cabeza al escuchar a Lincon contestar.

—Cuidado y hereda la enfermedad familiar — Bufo en voz baja — ¿Y Maddie?

—En su estudio, dentro de la avalancha de trabajo — Me explica y ahí ya capto todo.

—¿Del uno al 10 que tanto se esfuerza? — Suspiro.

—¿9 o 10? Depende de la hora — Distingo que esta algo preocupado — Parece matarse últimamente, Olivia.

Y eso es lo que temo.

El trabajo para Mad ha sido un tema fuerte los últimos meses. Es como si se estuviera sobrecargando de tareas y negocios a propósito, lo cual hace.

Una parte de mi llega a pensar que se debe a su deseo de poder crecer y hacerse su propio nombre en el mercado laboral; pero, otra parte de mí, la que la conoce tan bien a ella y la situación con su padre, cree que todo esto lo hace para poder demostrarle a su padre que no necesita nada de él, ni su dinero, ni algún puesto en su negocio.

Esa última, parece estar costándole muchas cosas, entre ellas, la verdadera importancia tras tanto esfuerzo: vivir, disfrutar.

Hablamos de una persona terca, de la que, si le llegas a mencionar que se está exigiendo de más, lo más probable es que te de todo un discurso de que no es así, con tal de marearte y desviar el tema. Pero es imposible no estar preocupada con ella. Temo que, si sigue así, pueda enfermarse o tomar una mala decisión, con tal de expandir sus servicios.

—Trata de distraerla un poco — Le pido a Linc — Yo cuando pueda, hablaré de ella para resetearle el cerebro o algo.

—De acuerdo — Le noto reír — ¿Para qué llamabas?

—No es nada, solo a ver como estaba y contarle de la reunión con Ross — Le resto importancia tomando de mi copa.

—Si quieres actuó como Maddie, mi imitación ha mejorado — Bromea.

—No seas imbécil — Le riño riendo — Ni creas que te contaré los secretos de mi vida.

—¿Crees que al vivir con tu mejor amiga, no los sé ya? — Pregunta irónico y me quedo callada analizando que probablemente sea cierto, teniendo en cuenta la confianza que ellos mantienen en su relación.

—A veces temo de ambos — Admito en un murmuro.

—Deberías, en especial de Mad ebria que ama hablar de más — No puedo evitar reír recordando las veces en las que ha mi mejor amiga se le ha ido la lengua en alguna fiesta.

No pasa mucho hasta que cuelgo pidiéndole que le recuerde a mi amiga luego que me llame. Así que solo me queda quedarme sentada en el sofá de casa, terminando la botella de vino mientras ojeo un poco algunas nuevas revistar que he adquirido esta mañana. Todo, esperando que me distraiga tanto de la situación de mi mejor amiga, la investigación....y el resto de caos que mantengo en mi vida...



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¡Hola, bombones!

Ironía de la vida que Oliv volvió a ser chófer de alguien.

Drake tiene una loca admiradora de nuevo, que emoción (sarcasmo)

Maddie plis cuídate, no soportaríamos que te sucedería algo.

Esto de Bart cada vez se pone más y más interesante...

Nos vemos en el próximo cap.

Besos ❤️.

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