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2. Galas

- ¡Oliv, ya llegaron las estilistas! - Escucho el grito de Mad mientras estoy en el baño secando mi cabello húmedo.

Ella y Lincon han llegado temprano para venir a la fiesta de la compañía Carson, para apoyar a Drake más que todo.

Me apresuro a terminar para después salir de la habitación principal justo al final del pasillo, llego al vestíbulo después de unos segundos, en donde me encuentro a Mad con dos jóvenes estilistas hablando animadamente mientras le dedican suma atención. Tienen uniformes así que deben ser de algún salón de belleza de aquí.

- ¡Al fin viniste! - Mi amiga me toma del brazo en cuanto me ve - Vamos, tenemos mucho trabajo que hacer para ésta noche.

El día está siendo muy movido hasta ahora.

Drake salió hace unas horas a terminar de ver unos detalles que faltaban, dejándome a mi junto a Mad y Linc que habían llegado. Hilder ha bajado al gimnasio del edificio ya que últimamente está siguiendo una rutina de ejercicio muy rigurosa, debido a la gran temporada que iniciara en algunos meses, y según él, matará el tiempo así.

Nos instalamos en una de las habitaciones de invitados más cercana al baño del pasillo, junto con las dos estilistas que se ponen manos a la obra con nuestros peinados y maquillajes para la noche.

Les mostramos nuestros atuendos que usaremos, dejándoles vía libre a que ellas sean quienes creen un look.

Mi vestido es plateado -o dorado- con brillo, una tela delgada con transparencias en el torso y algunas franjas de la falda, se ajusta a mis curvas perfectamente, pero tiene una caída suelta y una cola que se arrastra un poco a mi paso.

Mad se decidió por un vestido negro, tiene un corte romántico estilo princesa, la parte de arriba es entre un nude opaco y un dorado viejo con apliques plateados, mientras que la falda que le llega por encima de los tobillos es en negro con detalles en plateado con brillo.

- Oye, Oliv - Me giro hacia Mad sentada a unos metros de mi mientras una de las chicas, una rubia ceniza, le divide el cabello - ¿Estás bien con Drake? - Noto un tono de preocupación en su voz así que busco las palabras precisas para tranquilizarla.

- Si, las cosas han estado...tranquilas, se podría decir - Trato de explicar - Creo que el tratar de evitar ciertos temas, ha sido de ayuda.

Suspiro mientras la otra chica me empieza a estirar el cabello.

Las cosas entre Drake y yo durante estos años, han tenido sus altos y bajos, todos causados principalmente por la distancia, el estrés y la falta de tiempo del otro en algunas épocas.

Al principio fueron una que otra pequeña discusión cada tanto, sobre cuando nos veríamos, cosa que lográbamos resolver al instante, así no eran la gran cosa. Pero, desde hace un año, que empecé a trabajar -más específicamente-, ya no solo ajustábamos las visitas o viajes al trabajo de Drake, sino también al mío. Esas discusiones empezaron a ser algo más frecuentes y fuertes de lo que fueron en un principio.

Tuvimos que encargarnos de cambiar todos los planes en "nuestro calendario" por llamarlo así, para que así cada uno pudiera trabajar tranquilo. Aún seguimos acostumbrándonos a eso.

Últimamente las discusiones se han dirigido hacia un tema en específico: el trabajo.

Qué, si no te preocupas lo suficiente por mi trabajo, que, si tengo cosas que hacer que no puedo posponer, etc.

Han sido peleas...algo tensas, pero de las que hemos logrado encontrar la solución.

Nos volvimos más susceptibles a las discusiones con el paso de los años. A veces pienso que la distancia, los viajes y el reducido tiempo...nos ha ido agotando.

Solo espero, que no sea más fuerte que nuestros amor y ganas de luchar...

- Puede ser, los he notado tranquilos - Dice Mad para sí misma - Puede que sea estrés por el trabajo.

- Si, puede ser - Me limito a decir con la vista en la nada.

Una vez terminaron de peinarnos y maquillarnos, se fueron. Nosotras buscamos una caja de donas de Dunki's Donnuts -que compramos temprano- en la cocina que nos estamos comiendo en la habitación aún mientras ojeabamos las redes sociales.

- Pero miren que bellezas - Nos giramos y Lincon está parado en la puerta sudado con su ropa de deporte - Aquí comiendo mientras yo me mato ejercitando.

- No es nuestra culpa que seas deportista - Se encoge de hombros su novia, llevándose una mini dona glaseada a la boca.

- Si te sirve de consuelo, están buenísimas - Digo entre mordiscos burlandome.

Lincon nos mira ambas detenidamente recostado del marco de la puerta.

- Dame esa dona, Mad - Le pide serio enderezandose de brazos cruzados.

- No, tú tienes dieta - Le dice burlona con la caja en mano.

- Dame - Se acerca a quitarle la caja.

- ¡No! - Ella se le escabulle por la habitación y en ese momento su recogido parece la mejor elección para dicha carrera.

Yo decido dejarlos, saliendo al pasillo donde me encuentro a Drake llegando con su teléfono en mano. Al levantar la vista me observa.

- Vaya que te llevarás la atención hoy - Sonríe de lado metiendo el teléfono en el bolsillo de su jean oscuro.

- Aún me falta el vestido - Me acerco apartando mi cabello con ondas detrás de mi y le doy un beso - Y a ti, te falta arreglarte.

- Ha eso iré - Me rodea empezando a caminar, pero deteniéndose cuando Linc sale de la habitación con la caja de donas en mano - Ah, gracias - Toma una y la muerde mientras se da la vuelta - Tú también ve a prepararte - Le suelta - Apestas - Se le escucha decir antes de llegar al final del pasillo donde doblando un poco a la izquierda se encuentra la habítacion principal.

...

- Buenas noches, señor Carson y señorita Morgan - Nos recibe un hombre en la entrada mientras nos bajamos del Aruca de Drake.

- Buenas noches - Le responde mi novio, en smoking en negro, teniéndole las llaves del auto una vez lo rodea, antes de colocar su mano en lo bajo de espalda para caminar juntos.

Hay varias mujeres de vestidos negros en la entrada recibiendo a todos los invitados, mientras que los valed se encargan de recibir los autos lujosos de todos los invitados al llegar.

Al entrar, un camino nos guía directamente hacia el gran salón de eventos del edificio.

Me quedo fascinada con el buen trabajo de la decoración. Nada exagerado, pero destila dinero y lujos por donde lo veas: Típico de los Carson.

Una vez entramos, varias personas vestidas elegantemente nos saludan -principalmente a Drake- y se detienen a sacarnos un poco de conversación.

El salón tiene algunas mesas en los laterales, decoradas por hermosos centros de mesa. Algunas luces tenues iluminan los bordes del alto techo, obligándote a observar el gran candelabro que abarca gran parte del espacio y que debes ver porque destaca entre todo el estilo elegante y sobrio del salón.

Ha un lateral del escenario, se encuentra una banda que está tocando suave música, clásica me atrevo a decir. Mientras que de fondo a ellos y al escenario, se observa una gran vista de la ciudad iluminada.

Unos minutos después, Mad entra del brazo de Lincon, logrando captar la mirada tanto de los invitados femeninos como masculinos.

No puedo evitar sonreír burlona al recordar cómo explico la razón de usar negro hoy: "Lo usan en funerales, divorcios o rivalidades"

Se van hacia un lateral del salón, mientras que yo me quedo con Drake acompañándolo a saludar a un par de personas más, de las cuales finjo recordar totalmente el nombre de otros eventos.

Ni idea de quienes son.

Yo menos.

A los minutos llega Austin elegante en un traje muy formal en azul marino muy oscuro que hace contraste con su cabello rojo -que por más que intente mantener pulcro, sigue habiendo uno que otro mechón rebelde-, así que Drake y yo nos excusamos para poder ir a saludarlo.

- Señor y señora Carson, se ven increíbles - Hace una corta reverencia - ¿Dónde dejaron a los niños?

- No es tiempo para bromas - Le recuerda Drake ignorando su pregunta.

- Es para animar un poco el ambiente - Le quita importancia aflojandose un poco la corbata unicolor- ¿Ya has visto al cascarrabias?

- ¿Owen? - Frunzo el ceño.

- No, ése es el exmarido sufrido - Trato de disimular la risa aclarándome la garganta cuando me apunta para luego apuntar a Drake - Hablo de Mark.

- Debe llegar con el primero - Dice tranquilamente Drake como si el apodo de su padre fuera de lo más normal.

- Vienen en par - Asiente el pelirrojo - ¿Pueden creer que no me permiten hacer sugerencias de musca más alegre a la banda? Que ofensa a mi gusto - Le hace seña a un camarero para que se acerque con la bandeja de copas de champaña.

Por el rabillo capto movimiento en la entrada, encontrándome a Owen haciendo acto de presencia en el gran salón. Va con un elegante y costoso smoking, entre negro y gris, mientras se acerca a dar la mano a algunas personas, haciendo que la luz se refleje en su brillante rolex.

- Ni las brujas tienen tanto éxito invocando - Austin habla mientras tomamos unas copas con la vista fija en Owen.

Éste viene hacia donde estamos nosotros, saludándonos a los tres.

- Luces fantástica, Olivia - Me felicita después de saludarme de beso en la mejilla.

- Gracias, Owen - Sonrío cortésmente - Bueno, los dejaré para que saluden a los demás.

Le doy un apretón en la mano a Drake antes de alejarme caminando hacia donde se encuentra mi mejor amiga aún con Lincon. Luego de un rato, estamos hablando los tres, cuando Owen vuelve de su ronda de saludos, directamente hacia su hija.

- Maddie, hija - La saluda con un beso en la mejilla, que Mad acepta sin mucha emoción.

- Padre - Le dice ella tranquila.

¿Tensión?

- ¿Disfrutas la fiesta? - Pregunta con una mano dentro de su bolsillo y la otra dándole un vistazo al salón.

- Lo usual - Se limita a responder.

- Claro, podrías disfrutarla más si te unes a todo esto - Owen levanta un lado de la boca casi sonriendo.

- Creo que ya he sido clara con mi opinión respecto a eso, padre - Veo como Linc le aprieta un poco de la cintura sabiendo como se suele poner Mad - No estoy interesada.

Owen le ha estado ofreciendo en más de una ocasión en los últimos años, un puesto en la empresa Carson, dándole la oportunidad de poder encargarse de todo el marketing y publicidad en esta.

Pero ella, debido a lo...mal que se lleva con él desde que se graduó, rechazó esa oferta. No quiere trabajar con él, aunque la compañía sea de la familia. Lo cual, digamos que no es algo de mucho agrado para Owen.

Se imaginarán la tensión entre estos dos ahora.

- Lastima - Owen se encoge de hombros - Así como Drake se encarga, podrías hacerlo tú - Mad no responde - Lincon, gran temporada para el próximo año - Lincon acepta la mano que éste le da.

- Así es, señor Carson - Regresa la mano a la cintura de Maddie - Felicidades por el gran trato - Le doy un sorbo a mi copa mientras veo lo mucho que Lincon puede disimular con cortesía.

- Gracias, Lincon - Asiente - Bueno, los dejo. Debo ir con los socios.

Ninguno pone objeción en cuanto se va.

- Que pesado - Habla Linc una vez estuvimos solos de nuevo.

- Interesado, también - Mad se toma de un trago lo que queda en su copa - Necesito otra.

- No vas a beber de más hoy - Le advierte Linc.

- Claro que no, solo lo suficiente para estar en paz con mi padre en la misma habitación - Para a uno de los camareros y cambia su copa vacía, por una llena - Tips de supervivencia.

Mientras hablan paso mi vista hacia donde Austin y Drake hablan con otros hombres, seguramente socios. Capto alguien conocida entrando en el gran salón junto con otros hombres y mujeres muy elegantes.

Erin.

Lleva un vestido verde esmeralda oscuro, de una tela de seda, de tirantes con un escote en V poco profundo, y la falda cae suelta desde más abajo de sus caderas hacía una abertura no tan grande en su pierna izquierda. Le resalta su figura.

Luce fantástica y a la vez profesional.

Que envidia, de la buena.

Cuando nos ve, se disculpa con un hombre con quien viene hablando para caminar en nuestra dirección.

- Hola, chicas - Nos saluda de beso en la mejilla tanto a Mad como a mi - Pero si los deportistas también van de traje - Lincon la saluda sonriendo.

- ¿Vienes a hacerle competencia a éste grupo de hombres que se creen los mejores? - Le pregunta refiriéndose a todos los socios y empresarios aquí.

- Algo así - Le sigue el juego - Mis jefes fueron invitados, así que decidieron traer a algunos de los mejores de su equipo - Explica mientras que con ambas manos toma el pequeño bolso de mano.

- Nos rodea gente importante ¿Debería sentirme intimidada? - Pregunta Mad a nadie en específico.

- Eres una Carson - Le recuerdo lo que siempre dice - Nadie puede hacerte sentir menos - Intento un acento británico que la hace sonreír.

- Sisi, ya cambiando de tema - Corta ella - ¿Qué chismes nuevos nos traes de tu vida, Erin?

Frunzo el ceño por lo directa que fue.

Sabe algo, y me ofende que yo no sepa lo que ella sabe.

- ¿Preguntas por algo en específico? - Erin la mira extrañada e incluso divertida.

- Es que no nos vemos hace un tiempo y ya sabes lo que dicen... - Sonríe - El tiempo pasa y cosas nuevas trae.

- Adivinaré - La mira burlona - ¿El tiempo se llaman Jack y Nick?

- ¿Cómo crees? - Mi mejor amiga se hace totalmente la ofendida - Pero un pajarito por ahí me dijo que ciertas personas con el tiempo se unen.

Lincon y yo nos miramos sin entender ni una palabra

- ¿Algo que quieras decir, Maddie? - Erin finge no saber de qué habla.

Yo no sé de qué habla.

- ¡Qué admitas que sales con Hunter! - Le dice en un susurro haciéndola negar divertida - Anda, no seas mala.

- ¿Sales con Hunter? - Lincon le pregunta algo sorprendido - Definitivamente, ya me cambio por Jack ese chico.

- Solo hemos estado saliendo durante unos meses - Se apresura a aclarar Erin - No es nada formal ni serio. Solo, dos adultos disfrutando de la compañía del otro.

Mad y yo nos miramos.

Ambas pensamos lo mismo.

- Que lo ama, dice - Empieza ella dramática.

- Que se quiere casar, grita - La sigo haciéndolos a ambos rodar los ojos por nuestro drama.

- No sean dramáticas - Nos pide Erin - No estamos pensando en una relación aún.

Escuchar eso, me pone feliz.

Lo de que tengan algo, aclaro.

Hunter se ha vuelto un gran amigo de nosotros estos años, y saber que está empezando a salir me llena de ¿orgullo? Del tipo que sentí por Nick cuando empezó a salir con Shai. Se merece mucho, más después de como su padre le quito su apoyo para cumplir su sueño.

Erin es una gran chica, lo ha demostrado estos años que la llevamos conociendo.

Que extraño es que en este grupo se estén formando parejas.

Me rio mentalmente, hasta que recuerdo algo de la nada.

Dirijo mi vista hacia Austin al otro lado del salón, sigue con Drake y otros hombres.

Estoy casi segura de que entre Austin y Erin hubo algo, sus actitudes con el tiempo lo fueron demostrando, pero no es algo confirmado del todo.

No sé qué pasó entre ellos o hasta donde llegaron las cosas, pero lo que sí es evidente, es que entre ellos las cosas no son iguales que hace unos años.

Ya no son tan unidos como lo fueron. Pero no soy capaz de saber si es por sus caminos y ya o si hubo algo más detrás de eso.

- ¿Cómo te va en tú trabajo, Erin? - Le pregunta Mad, una vez Lincon se aleja con la idea de buscar una copa para él.

- Muy bien, es increíble - Sonríe - Es como si todo el trabajo durante estos años al fin este dando frutos.

- Si que te esforzaste mucho - La apoyo.

- Sigo muy sorprendida de como pudiste estudiar otra rama alterna mientras terminabas la carrera de Administración - Mad silba - Eso es mucha voluntad.

- Y mira que te lo dice la que no quiso ampliar más su área porque significaba graduarse un año después - Bromeo ganándome un empujón de Mad.

- Fue mucho trabajo - Erin respira hondo - Me alejó de todos tanto estudio.

Durante esos dos últimos años de carrera, Erin se metió en lleno a sus estudios. Por lo que después de graduarse fue que empezó a salir mucho más con nosotros.

Un rato más tarde, los cuatro estamos hablando sobre nuestros trabajos, cuando Drake y Austin hacen acto de presencia frente a nosotros.

- La mujer de negocios, Erin, hace acto de presencia - Drake le da una buena mirada -incluso calida- una vez llega y no puedo evitar sonreír al ver cómo Drake si tiene ciertas personas con las que si tiene una buena relación.

- Los negocios ocupan a uno, ya sabes - Ella le sigue el juego dándole un abrazo.

Austin y Erin por fin se ven, e inmediatamente un ambiente algo extraño empieza a surgir en la mesa. Espero no ser la única en notarlo.

- Williams - Austin levanta su copa en dirección a ella.

- Carver - Ella le responde igual.

Que extraño es esto...

- ¿Los chicos? - Corta el momento Drake.

- Nick al parecer está estresado - Cuenta Mad - Según parece, los primeros meses de residencias son terribles.

- ¿Deberíamos temer de Nick como doctor? - Pregunta mi novio en voz alta.

- Si es quien pone tú medicación, tal vez - Lo sigue Linc - Como olvidar cuando quiso drogarse con la mía.

- Ya no creo que lo haga - Me quedo un momento pensándolo - Ya no es el mismo Nick.

Todos cambiamos estos últimos años, que locura.

Pasamos de estar concentrados en la fiesta de cada fin semana, ha pasar semanas sin vernos por los estudios o el trabajo.

- Los que deberían calmarse trabajando, son Jackson y Shaina - Cuenta Erin haciendo una mueca.

- ¿Cómo sabes lo de Jackson? - Drake la mira confuso y veo la intención de Mad por responder, así que disimuladamente coloco una mano en su cintura y la pellizco.

- Viven todos en Nueva York, cariño - Intervengo mientras Mad se queja - Deben pasar tiempo juntos.

No sé si es idea mía, pero siento que Erin me agradece con la mirada.

Tanto Austin como Drake se van debido a que su padre los llama, mientras que Mad se atreve a preguntarle a Erin si irá con nosotros a Los Ángeles, como hace un año.

- No, éste año iré con mi familia - Nos sonríe - Hunter... irá conmigo.

Mad se apresura a tomarle la mano buscando algo.

- ¿Qué haces? - Le pregunta Linc confundido.

- Busco el anillo - Erin le quita su mano - ¿Qué? Era chiste.

Erin mira a mi mejor amiga como una loca mientras yo la aparto como controlándola.

...

Un par de horas más tarde, la fiesta está en un gran momento.

Mucha gente hablando en distintas zonas de salón, algunas bailan en el centro al ritmo de las suaves melodías que toca la banda.

Me encuentro hablando con Greta quien se ve hermosa en un vestido sencillo largo color pastel que se ajusta a su cuerpo, mientras tomo una copa de champaña.

- Tendría que ver lo mucho que llama - Me cuenta riendo - Esa mujer es una intensa.

- Ni que lo digas - Bufo pensando en esa mujer.

Karin Stell con el pasar de los años se vuelve cada vez más intensa, en especial desde que empezó a trabajar como periodista, dándole la excusa perfecta para llamar a la oficina de Drake para una "entrevista"

- Ya se me acaban las excusas para no darle la entrevista - Menciona intentando no reír - Y el señor Carson no me da ideas.

- Prueba con que está tomándose un descanso junto a su esposa - Me encojo de hombros - Tal vez le sirva y si no, pásale mi número como si fuera el de Drake - Digo bajo ganándome una sonrisa cómplice de su parte.

- ¿Interrumpo? - Nos giramos intentando ocultar nuestras sonrisas, encontrándonos a Drake intentando descifrar de que hablamos.

- Nada nuevo - Le resto importancia, pero éste sabe que algo ocultamos.

- ¿Bailamos, señorita Morgan? - Me ofrece su mano muy caballerosamente.

- Claro, señor Carson - Dejo la copa en una bandeja y acepto su mano sonriendo, dejando que me guíe hasta el centro del salón.

Una vez allí, nos colocamos de frente, pasa su mano por mi cintura, yo llevo mi mano a su hombro y nos tomamos de las otras. Un suave jazz suena de fondo mientras nos movemos de lado a lado.

Drake con el tiempo se ha vuelto fan de ésta música.

- No sé si sentirme afortunado o enfadado de que varios socios, preguntaran por ti hoy - Habla sin dejar de moverse.

- Yo digo que la primera, ya sabes lo que siento - Le recuerdo.

- A mí no me miran - Finge demencia.

- ¿Ah no? - Niega con un sonido - Siento al menos 10 pares de ojos femeninos mirando en nuestra dirección justo ahora - Digo tranquila.

Damos un repaso disimuladamente por el salón sin dejar de movernos, y vemos que no me equivoco.

- Y a mí los únicos que me importan están justo frente a mi - Dice tranquilo volviendo a verme - Pero si lo que quieres es marcar tú territorio frente a todos, no me quejo.

Me acerco un poco más, dejando nuestros pechos pegados, nuestros labios a centímetros. Debo levantar mi rostro para verle.

- ¿Frente a todos? - Hace un sonido de afirmación - ¿Por qué siento que es más para los socios que preguntaron por mí? - Sonrío burlona.

- Dos pájaros de un tiro - Dice sin más mientras me hace dar una vuelta - Que no busquen donde no se les ha perdido nada.

- ¿Celoso, señor Carson? - Volvemos a la posición inicial.

- Celosos están ellos al verme contigo - Sonríe arrogante dándole un apretó a mi cintura.

- Y eso que no ven lo que tú si - Intento sonar coqueta y creo que lo logro cuando noto como me mira intensamente.

Justo cuando va a decir algo, Owen aparece junto a nosotros.

- Drake - Nos giramos - Sube conmigo a decir unas palabras.

Él asiente mientras se gira a darme un beso antes de irse junto a su padre hacia el escenario.

Yo regreso junto a los chicos, en donde escuchamos el gran discurso de Owen, donde se encarga de recalcar sus logros y los de su hijo en ésta negocio. Drake no dice mucho, pero aun así logra recibir un gran aplauso por parte de las mujeres.

Cuando terminan, bajan y mientras escucho a los chicos hablar sobre los planes de año nuevo, observo como Owen y Drake hablan solos junto al escenario. Incluso estando a una distancia considerable, puedo notar por los gestos, que Drake está tenso.

En un momento noto como se sobresalta al decirle algo a su padre, para luego retractar totalmente el gesto recordando que lo pueden estar observando. Drake asiente a lo que le dice Owen antes de que éste le dé una palmada en el hombro y lo guíe hacia un grupo de hombres.

Drake no está bien, lo puedo notar.

Mantengo la vista en donde está, hasta que éste mira en mi dirección.

¿Todo bien? Articulo con la boca.

Él solo le limita a darme una sonrisa a boca cerrada asintiendo, pero no tarda en borrarla y girar hacia su padre de nuevo.

Trato de concentrarme en lo que Mad y Linc hablan, pero me encuentro dando un vistazo a Drake de vez en cuando, por lo que cuando se disculpa con los hombres con los que habla y sale del salón, lo noto al instante.

Mientras me debato entre seguirlo o darle espacio durante un par de minutos, mi teléfono dentro del pequeño bolso que dejé sobre la mesa, vibra.

Al sacarlo me encuentro con un mensaje.

Carson❤️: Estoy en mi oficina.

No tardo ni un minuto en decidirme en ir a ver si está bien.

- Ya vuelvo. Te encargo mi bolso - Me levanto de la silla.

Mad asiente antes de girarse a seguir hablando con Linc.

Les sonrío fugazmente a algunas personas que me saludan mientras salgo del salón. Una vez logro llegar a la recepción, me dirijo directamente hacia los ascensores, en donde pulso el último piso.

Al bajar en éste, me encuentro con un piso totalmente iluminado, pero a la vez, muy solitario. Decido ir directamente en su oficina para no estar sola ahí, ya que mi paranoia crece.

Opto por no tocar, sino que entro directamente, encontrándome con Drake recostado en su escritorio, con los brazos apoyados a los bordes y con la vista en el suelo.

- ¿Estás bien? - Levanta su vista hacia mi e intento descifrar que le pasa.

- Si...yo... - Dice sin mucho entusiasmo.

- Drake... - Le advierto que no intente mentirme a mí.

Él suelta el aire de golpe.

- El tema de mi madre - Admite sin verme - Sigue con la idea de que ella cometió el error de dejarlo - Ríe sin ganas - Como ella fue quien lo engañó dos veces - Noto sarcasmo en su voz.

No digo nada para dejar que hable.

- No se da cuenta del daño que le hizo - Niega - Mi madre está mejor sin él - Se cruza de brazos levantando la vista - Y como si fuera poco, pretende usarme de buzón de quejas con lo de que Maddie no lo quiere ni en pintura. Como es el padre del año.

Cuando quedo frente a él, paso mis manos por sus hombros tensos.

- Cree que sin él no iremos a ningún lado, cuando en realidad no necesitamos de un idiota que... - Se altera así que lo callo.

- Cálmate - Paso mis manos por su cuello, cerca del nacimiento del cabello - Sabes que cuando empiezas con el tema, no llegas a nada bueno.

Él asiente poniendo en blanco los ojos al saber que es verdad.

- Hey - Levanto su rostro - No dejes que te afecte, es lo que quiere.

El me jala la cintura para abrazarme, a lo cual no me niego. Pero luego siento como una de sus manos recorre la parte trasera de mi muslo.

- ¿Con que de mejor humor? - Sonrío viéndolo.

Una leve sonrisa se asoma en sus labios.

- Creo que nos interrumpieron hace un rato - Sus manos aprietan mi cintura mientras que yo tengo las mías en sus hombros.

- ¿Ah si? - Acerco nuestros rostros - ¿Me recuerdas en qué?

- Con mucho gusto - Me toma por la nuca para pegar sus labios a los míos.

Es un beso salvaje, con ganas. Las que nos guardamos mientras no estamos juntos.

Llevo mis manos a su cabello mientras me pega más a él sin dejar de enloquecerme con sus besos. Se levanta cambiando los papeles, dejándome a mi sobre el escritorio. Se acomoda entre mis piernas, dejando mis labios para atacar mi cuello.

Gruño de placer, sintiendo el calor recorrer mi cuerpo.

Me termino bajando del escritorio para poder quitarle la chaqueta del traje para no arrugarla, mientras que él baja el cierre de mi vestido, dejándolo caer a mis pies, quedando solamente en lencería color crema.

Trata de llevarme hacia el sillón, pero yo lo paro, retrocediendo hasta sentir el borde del escritorio contra mi trasero.

- Ya empiezo a pensar que amas el rollo de oficina - Se burla mientras baja sus besos a mis senos.

Cuando llega al borde de mi ropa interior, la baja, dejando besos en mis muslos.

- Drake - Gimo - Te quiero sentir, por favor...

Él se levanta sonriendo arrogante.

- Con los años se vuelve más atrevida, señorita Morgan - Desabrocha sus pantalones, bajándolos junto con su ropa interior - No recuerdo donde dejé los condones.

- No importa - Lo tomo por el cuello pegándolo a mis labios.

Dura unos segundos en reaccionar pasando las manos por mi cuerpo, yo tomo su miembro masajeándolo haciéndolo suspirar. Aparta mi mano encargándose de colocarlo justo en mi entrada, en donde lo pasea un poco antes de entrar en mí de golpe, haciéndome echar la cabeza hacia atrás.

- Carajo, Oliv... - Suspira profundamente moviéndose dentro y fuera de mí.

Me vuelvo loca con ésta sensación.

Dejar de usar condón no siempre es muy seguro, incluso cuando me coloqué el aparato en el brazo, aún seguimos usando condón a veces -cuando tenemos o recordamos- para no tentar a la suerte.

Mientras más rápido se mueve, más nos acercamos a la cima. La oficina de llena del sonido de piel contra piel, de gemidos descontrolados. No puedo evitar clavar mis uñas en su cuello cuando lo siento ir más profundo en mi.

Tomo fuertemente su nuca besándolo mientras no deja de embestirme fuertemente.

Caigo acostada de espalda contra la mesa del escritorio, lo cual Draka aprovecha para tomar mis muslos, levantarnos y empezar a atacarme con más fuerza y rapidez, lo cual no tarda en hacer a aparecer la presión en mi vientre. En cuanto el orgasmo me recibe mi respiración se descontrola, todo en mi tiembla, y con un par de estocadas más, siento como Drake me llena por completo derramándose en mi interior.

Nos tomamos un momento para recuperar la respiración. Mis ojos se concentran con los de Drake, noto como se acerca tomando mi mejilla para dejar un suave y largo beso en mis labios. Pasa sus brazos por debajo de mis muslos alzandome, me sostengo de su cuello hasta que siento como cae sentado sobre la amplia solos de su escritorio conmigo en su regazo aún desnuda.

Su mano se pasea acariciándome el muslo cariñosamente mientras nos mantenemos en silencio. Fijo mi vista en sus ojos para luego hacerlo en la vista tras el gran ventanal.

Las luces de la ciudad de fondo y algo más allá, los puntos más icónicos del distrito capital.

- Amo ésta vista - Admito en un suspiro.

- Yo también amo ésta vista - Lo observó y me ve, detalla mi cuerpo y rostro sonrojándome.

- Sería el colmo si no - Me burló ganándome que me dedique una sonrisa.

- Deberíamos volver - Suspira y hago un puchero - Solo una hora - Me da otro beso - Luego nos vamos.

- Vale - Acepto levantándome para que el lo haga tambien.

Drake me ayuda con el vestido y yo a dejar perfecta su chaqueta. Cuando nos reponemos, y luego de yo ir un momento al baño a limpiarme un poco, bajamos directo hacia el salón, en donde Drake me dice que irá a hablar con los invitados un poco para que no digan nada.

Suspiro volviendo con los chicos a la mesa en donde permanezco hasta que Drake vuelve una hora después para irnos.

...

Un sonido robótico me hace rodar en la cama.

- Apaga esa alarma - Le pido estando boca abajo, pero sigue sonando así que me levanto y le tiro un cojín a la cara - Alarma.

Él me mira confundido hasta que entiende y la apaga.

- No la recordaba - Se gira quedando boca a bajo con un brazo sobre mi espalda - Pero al menos me recuerda que te tengo sin ropa interior a mi lado.

- Idiota - Bromeo.

Sonrío girándome en la gran cama para verlo con los ojos cerrados y los brazos bajo la almohada.

- ¿Sabes qué hora es? - Abre un poco los ojos ante mi pregunta.

- Como las 9 - Cierra los ojos de nuevo.

- No podemos pasar el día durmiendo - Le recuerdo viéndolo tranquilo - El vuelo sale a las 5.

- Podrías quedarte ésta semana - Dice bajo casi en un murmullo.

- Sabes que no puedo - Suspiro apartando un mechón de su frente - Aun tengo trabajo antes de las vacaciones.

- Claro, todo está calculado - Siento un ligero sarcasmo en la oración lo que me hace observarlo con una mirada cansada.

Aquí vamos de nuevo.

Él que aceptara un trabajo en Boston, al principio había causado algunos problemas entre Drake yo, más que todo, porque significaba que estaríamos en lugares diferentes por un tiempo más largo.

Es algo que me hizo replantearme en varias ocasiones si valía la pena el empleo...pero si lo hacía.

Era una gran oportunidad para mí. Podría ganarme mi lugar.

Drake mencionó que podría conseguir un trabajo en DC en el mismo mercado que el de Boston, pero eso sería colgarme de sus contactos, algo que me niego a hacer. Unas cuantas discusiones tocaron el tema de estar tan lejos por tiempo indefinido, lo cual ya es un tema agotador pero que muchas veces no podemos evitar tomar.

Ya con el pasar de los meses no hablábamos tanto del tema, creo que Drake empezó a entender mi punto de vista...

Al menos el que no hemos tocado el tema en cuatro meses, me lo hace creer.

Busco en mí, la paz interior para responderle.

- Debo arreglar las cosas para el vuelo a Los Ángeles - Explico mientras él se coloca boca arriba sin decir nada - ¿Ya reservaste el boleto?

Hace un sonido de afirmación.

- Tía Carla estará feliz de verte - Le pellizco la mejilla haciéndolo sonreír aunque trate de ocultarlo con una mueca.

- Actúa como si no la viera hace años - Rueda los ojos mientras se sienta en la cama - Tú madre no se queda atrás.

- Ni que lo digas - Hago una mueca divertida mientras se levanta.

- Me iré a dar una ducha, para que salgamos a hacer algo - Dice caminando descalzo y con solo boxers a la puerta del baño.

Yo me quedo acostada viendo la puerta por donde se fue.

- ¿No vienes? - Se asoma por la puerta retándome con la mirada.

Yo me levanto de un salto para ir al baño también, en donde lo veo desnudarse y entrar en la ducha sin inmutarse de que lo vea. Me muerdo el labio viendo sus piernas definidas y su trasero.

- ¿Entrarás o prefieres quedarte viendo? - Abre el grifo de la ducha.

Me apresuro a quitarme el ligero vestido de dormir, entrando con él a la gran ducha en donde lo encuentro bajo el chorro.

- ¿Para ahorrar tiempo? - Sonrío burlona mientras me toma de la mano para llevarme junto a él empapándome al instante.

- No precisamente - Pasea su mano por mi espalda desnuda erizándome la piel.

Sonrío justo antes de que me bese girando para pegarme contra la pared de la ducha a la vez que toma una de mis piernas para colgarla en su cintura, haciéndome sentir su miembro presionar mi entrada.

Luego de una acalorada y nada rápida sesión en la ducha, nos vestimos para luego salir a desayunar junto a Mad y Lincon.

Después de medio día, optamos por salir a un show teatral al que habían invitado a Drake. Al terminar, almorzamos en un restaurante a unas calles del teatro para luego volver al penthouse a por nuestras cosas para el vuelo.

Drake nos lleva al aeropuerto en la camioneta que usualmente maneja el chofer.

Al bajar, tanto Mad como Lincon se despidieron de él diciéndole que lo veían la próxima semana para luego entrar con sus cosas hacia la sala de espera del vuelo. Yo me quedo abrazada a él junto a la camioneta, deseando alargar el momento lo más que se pueda.

- Una semana - Toma mi rostro entre sus manos y yo asiento - Te amo - Me besa dulcemente.

- Te amo - Digo una vez termina el beso.

Tomo mi maleta para empezar a caminar hacia el interior del aeropuerto, pero me detengo justo en la entrada, dándole un vistazo a Drake. Está recostado de la camioneta, con los brazos cruzados viéndome. Sonríe en cuanto le lanzo un beso, para luego apartar la vista sacando el teléfono que le suena en el bolsillo.

Suspiro antes de volver a darme la vuelta y seguir con mi camino hacia donde los chicos esperan por abordar.

Otro vuelo. Otro avión.

Aquí vamos...

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¡Hola bombones!

Por supuesto que no podía perder la oportunidad de hacer una fiesta de gala.

Muchas nuevas en un solo capítulo ¿Cuál les sorprendido más o de cuál sienten más curiosidad por saber?

Éste Dravia se han vuelto todos unos coquetos xd.

Les quiero hacer una pregunta divide teams ¿Cuál es su personaje favorito de la historia?

Si tardo en publicar es por falta de tiempo para corregir los capítulos ya escritos, además de que quiero tener la mitad de la historia escrita en si para publicar con más constancia

Nos vemos en el próximo capítulo.

Besos❤️

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