Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18. Vaya lio

— ¡Eso es de lo que hablo! — Exclama un Jackson emocionado una vez el mesero viene hacia nuestra zona a dejar los primeros tragos — Que no dejen de enviarlos, estos viejos necesitan diversión — Le dice y el chico vestido de negro con su uniforme, asiente — ¡Gracias!

— ¿No crees que exageras? — Le pregunta Mad una vez Jack les empieza a pasar tragos.

— ¡Patrañas! — Bufa él — ¡Tomen uno, no quiero a nadie sobrio hoy a menos que sea conductor designado!

— Desastre a la vista — Murmura Hunter a mi lado haciéndome reír bajo mientras tomo un trago de la mesa en medio.

Mientras disfruto de mi bebida, observo como al otro lado, Jack y Nick se intercambian unas palabras cuando este ultimo no quiere aceptar el trago.

— ¡Me vale! — Le suelta Jack — Ni que bebieras todos los días, así que... — Agarra unos shots de la mesa — toma, y que no quede ni uno.

Luego de eso se da la vuelta para sentarse junto a Lincon mientras Nick empieza a beber resignado, aunque tampoco parece muy afectado por hacerlo.

Algunos de los chicos, como Hunter y Jack, deciden darle sus regalos a Nick, quien los empieza a abrir bromeando de que sigue sin entender porque continúan incluyendo condones en cada regalo que dan, si en el hospital casi que se los dan gratis. Yo ya le he dado el suyo temprano, al igual que Mad y Linc, así que no nos preocupamos mucho, sino que disfrutamos del ambiente.

Observo alrededor y ya ni me sorprende descubrir que es un lugar con bastante gente, ya que son los lugares que los expertos en clubes de NY —Jackson y Hunter— suelen elegir para los cumpleaños. Por suerte Lincon y Mad los convencieron de que reservaran algo para no estar en el mar de gente que se encuentra en el área central del lugar.

Trato de concentrarme de nuevo en el lugar, pero mi vista se dirige hacia Jackson quien habla algo con Lincon, que, aunque intenten hacerlo en voz baja, algo de la conversación llega hacia mi por lo cerca que estamos.

— Ni siquiera Austin me ha dicho nada — Le suelta Jack encogiéndose de hombros.

— No creo que dejen de venir...es Nick... — Le responde Hilder quien mantiene una mano enlazada con la de mi mejor amiga en todo momento mientras ella habla con nuestro mejor amigo ya bajo los efectos de los 4 shots que a ingerido.

Decido apartar la vista tratando de concentrarme en la conversación que mantienen Hunter y Erin a mi lado, mientras me acabo de un trago mi bebida.

Un rato más tarde, ya llevamos más de tres rondas de tragos, lo cual se empieza a notar en el ambiente mucho alegre entre los chicos.

— Te pusiste a perrear en plena fiesta con todos viéndote — Se burla Jackson sobre la primera borrachera de Linc.

— Eso no es cierto, no... — Intenta callarlo éste.

— ¿¡Como no!? ¡Tengo memoria de todas esas cosas, idiota! — Le suelta Jack antes de carcajearse.

— Cierra la boca, al menos no me puse a cantar Umbrella — Le suelta Linc actuando con molestia, aunque no creo que sea de la negativa, sino más de la molestia que se crea entre dos hermanos que se hacen bromas siempre.

— Hasta que al fin alguien más le saca en cara el Umbrella — Suelta Nicol entrando al reservado de nuevo.

Se sienta junto a Erin, mientras que Jack solo la observa con una mirada que realmente no logro descifrar, pero que me hace alternar la vista entre ambos tratando de descubrir algo.  Antes de siquiera formularme alguna pregunta sobre la razón de dicho momento, la llegada de Austin en el lugar, se lleva la atención de todos los chicos.

— ¡Pero si es el rizos rojos! — Silba Jack — Doble de otra dimensión.

Austin saluda primero a los chicos de aquel lado del reservado, y dado que Hunter se ha levantado hace unos minutos para hablar con Nick, puedo notar algo cambiar en la actitud de Erin a una distancia junto a mí.

Le doy una mirada de reojo y luce incomoda.

Le doy un vistazo a Austin, pero éste no le da más que una mirada en dirección de Erin.

¿Qué diablos sucede? ¿Es que el estar con Drake me hacia perderme de todas estas tensiones entre los chicos?

Ya lo creo yo.

Concuerdo, mini yo.

— ¿Y tu idiota jefe? — Volteo justo a tiempo para ver que es Jackson quien le suelda la pregunta al recién llegado.

— Aún seguía allá cuando salí al aeropuerto — Dice sin mas antes de saludar a Mad — No sé cuándo llegue, realmente. Mucho menos con todo el estrés estos días.

— ¿Es mucho? — Curiosea Lincon.

— Digamos que los nuevos socios quieren resultados a sus inversiones — Explica sin indagar mucho.

Es lo ultimo que dice antes de continuar saludando a todos, incluso me dedica una sonrisa cuando es mi turno y me hace un cumplido que no hace más que hacer crecer mi ego.

Decido tomar otro de los tragos que siguen llegando al lugar, para así despejar mi mente. O causarme un coma etílico.

Cual llegue primero.

— Entonces ¿no sabes cuando llegará tu cita? — Me giro hacia Hunter que ha vuelto a su sitio a mi lado observándome con una sonrisa bromista mientras yo continúo dándole un sorbo al nuevo trago que estoy bebiendo.

— ¡Hunter! — Me giro hacia la voz que resulta ser de Jack a unos asientos de mi — ¿Qué tal si tomas algo? ¿¡No crees!?

Éste lo mira confundido para luego tomar uno de la mesa sin entender la mirada asesina que le tira su compañero.

— Estoy harta — Mad se levanta atrayendo la atención de todos — Es momento de bajar tantos tragos — Avisa y me hace una seña — Levántate. Andando chicas — Me ofrece su mano la cual tomo.

Nicol, Erin y yo somos quienes nos aventuramos junto a ella para salir hacia la pista de baile a unos cuantos metros de los reservados. Para cuando nos abrimos paso entre la masa de cuerpos bailando, me doy cuenta que estoy un tanto mareada a causa de los tragos que he tomado uno tras otro sin siquiera ponerme en pie.

El sonido de una canción en ingles pero con ritmo latino retumba por todo el lugar, la cual lleva a la gente bailar ya sea sola o en parejas. O en nuestro caso, en grupo.

Las cuatro nos mantenemos juntas mientras cada una trata de bailar la canción a su manera.

Maddie con seguros movimientos, manteniendo el buen ritmo incluso en las partes de rap de la melodía.

Nicol no se mantiene atrás, disfrutándola con movimientos un poco más lentos que Mad, pero que reflejan igual mucha seguridad y coqueteo.

Mientras, Erin y yo no somos tan seguras, pero tratamos de seguir la canción tanto como sepamos hacerlo. Claro que ella lo hace con una gran sonrisa en el rostro, a diferencia de mi.

Noto como en un momento Mad se me queda viendo al notar mis vagos últimos movimientos. Le dice algo al oído a Nicol a su lado, quien sin pensarlo asiente sonriente.

No puedo evitar reírme en un momento en el que ambas dramatizan un paso de pareja de baile de tanto que no pega del todo con el ritmo de la canción, lo cual causa confusión en algunas personas alrededor, pero a ellas es lo que menos les importa.

— ¡Se rió! –— Exclama mi mejor amiga sonriéndome y yo ruedo los ojos sin dejar de reírme — ¡Dame esos 5! — Les dice a Nicl y Erin, quienes la apoyan sin pensarlo.

Seguimos bailando al ritmo de toda la música que ponen, intercambiando entre pasos sensuales, a unos mas movidos y alegres, los cuales me hacen perderme de todos mis problemas, aunque sea durante unos minutos.

— Ya estoy agotada — Digo después de la segunda canción — Necesito aire.

— Mejor alcohol — Me corrige Mad empujándome para salir todas de la pista.

— De hecho, voy a ir al baño — Avisa Erin deteniendo nuestro paso una vez salimos de la masa de cuerpos de la pista.

— Yo te acompaño — Le digo tranquila y Mad me hace una seña de que se irá con Nicol a nuestro lugar.

Tardamos un poco en poder llegar al baño dado la cantidad de gente en el camino, pero una vez llegamos veo que el interior del baño también se trata de un caos, por lo que le hago una seña a Erin de que la esperaré fuera en los espejos del pasillo para no llenar mucho los lavabos dentro.

Me distraigo observando a las distintas personas recorrer los estrechos pasillos, mientras me retoco un poco el cabello lacio que se ha pegado un poco a mi espalda por las temperaturas dentro del lugar, indicándome que deberé hacerle algo al regresar al departamento de Nick o sino ya no tendrá forma para mañana.

Pasan unos minutos y no noto ninguna señal de Erin, por lo que decido aventurarme al interior del baño sabiendo que ya bastante gente ha salido, pero una vez dentro, me detengo en seco al notar la voz de Erin entablando una conversación con otra.

Debo adentrarme mas a la habitación dado que los cubículos obstaculizan la vista hacia los lavabos, pero una vez lo hago, me voy de boca al ver que la voz se trata de Silvia.

¿Qué mierda?

— ¡Oliv! — Me saluda ésta una vez nota mi presencia por el reflejo de los espejos.

La detallo momentáneamente y distingo que lleva puesto un vestido color blanco que le llega a la mitad de los muslos, manga corta y tiene un gran escote en V profundo que llama mucho la atención por sus buenos atributos. El cabello rubio sumamente brillante de fantasía le cae por la espalda libremente permitiendo ver algunas ondas en las puntas de este.

La ex de Nick está aquí, en su cumpleaños.

Debe estar bromeandonos éste año.

— Silvia — Sonrío intentando controlar el impulso de hacer una mueca — ¡Que sorpresa!

— Lo mismo dije yo — Suelta Erin tranquila retocándose el labial en el espejo sin ser consciente de nada.

Lo que nos ganamos por no informar al grupo de estas cosas.

— Cuando se trata de Nueva York, nada lo es — Suelta Silvia en broma intercambiando la mirada entre nosotras — ¿Qué las trae por aquí?

— Fiesta, lo típico – Digo sin querer dar mucha información.

— Cumpleaños, como es usual en el grupo — Suelta Erin sonriendo antes de guardar el labial en su bolso de nuevo.

— ¿¡Cumpleaños!? — Pregunta Silvia fingiendo sorpresa y yo me tenso — Déjame ver si adivino... — No espera respuesta — ¿Nick?

— El mismo payaso — Le dice Erin y yo ya deseo que me trague la tierra en ese momento.

— Tan él — La sonrisa que pone al decir aquello me hace sentir un escalofrió con los flashbacks de ellos juntos que llegan a mi memoria.

—  Debemos volver — Zanjo haciéndole una seña a Erin — Nos estamos perdiendo todo — Trato de explicar tranquila.

Dios, ojalá ésto nos salve.

— Totalmente — Suelta la ex de Nick — Puede que en un rato me pase a saludar.

— Claro — Erin abre la puerta del baño por la cual la apresuro a pasar antes de cerrarla tras de mí.

Mis alarmas se encienden sin saberlo, pero lo noto al sentir como mi paso para volver al reservado es sumamente apresurado, incluso esquivando a todos los cuerpos con los que nos topamos que se encuentran charlando en grupos en la zona más movida del club.

— ¿Qué sucede, Oliv? — Escucho a Erin seguirme detrás, pero yo no bajo mi paso.

— Ésto es un desastre — Murmuro para mi mientras me apresuro hacia el pasillo de reservados.

Una vez logro poder observar a los chicos, me apresuro a subir hacia el, y me detengo de golpe pasando mi vista por los asientos buscando con la mirada a Maddie.

— ¡Mad! — La llamo y ésta se sobresalta dándose la vuelta al estar hablando con Hunter.

Se pone en pie de un salto al notar mi expresión y se acerca a donde estoy.

— Tenemos un problema... — Intento decir apresuradamente a la vez que Erin pasa por mi lado para irse a sentar — Es Silvia, está aquí.

— ¿¡Que!? — Suelta ella más alarmada que yo — ¿¡Que!? — Noto que su mirada se fija en algo detrás de mí.

— ¡Chicos! — Cierro los ojos pidiendo piedad a algún Dios en el cielo al notar escuchar la voz de Silvia.

— ¡Pero si ahí esta el cumpleañero! — La intrusa entra al reservado esquivándonos a nosotras, y yendo a saludar directamente a Nick, quien se ha quedado con su trago a pocos centímetros de sus labios y con la mirada fija en su exnovia.

— Eso era — Susurra Mad a mi lado manteniendo una tensa sonrisa en su rostro y yo asiento — Vaya lio que tenemos aquí — Asiento de acuerdo obligándome a mantener buena cara mientras observo a Silvia desearle feliz cumpleaños a Nick.

Al menos me alegro de saber que no somos la únicas tensas con esto, ya que tanto Lincon como Jackson se encuentran demasiado quietos y callados observando la situación.

Shaina sonríe con la presencia de Silvia, claramente pensando que se trata de una vieja amiga nada mas y casi maldigo pensando que Nick aun no le habla de nada. No escucho mucho de lo que hablan, pero en un momento dado, Nick le dice algo a Shaina, quien asiente dejando que su novio la guía fuera del lugar.

— Mátenme — Nos susurra Nick al pasar junto a nosotras al salir.

Nos miramos y decidimos sentarnos juntas junto a Lincon, mientras Silvia mantiene una conversación con Hunter, Erin y Nicol, antes de que ésta ultima salga del lugar en busca de alguien seguramente.

— Vaya ánimos por aquí — Jack dice poniéndose en pie frente a nosotras — A ver, las veo muertas, de pie cosa 1 — Nos dice a ambas haciéndole una seña a su amigo de su novia — Vamos, cosa 2 — Me tienda la mano la cual acepto divertida por los apodos.

Nos vamos los cuatro juntos hacia la pista de baile, en la cual nos hacemos espacio entre todos para poder disfrutar del ritmo de Calling On Me de Sean Paul, que se extiende por todo el club. Nos hacemos lugar, ya estando cerca el coro, por lo que Jackson me hace dar una vuelta dramática que me hace reír.

Trato de liberarme un poco con movimientos un tanto coquetos, que hacen silbar a Jack. En el pre-coro hago algunos movimientos de lado a lado con cortes que el no duda en seguirme, antes de que el coro nos haga acercarnos para hacer los mismos movimientos más fluidos.

No puedo evitar echar un ojo en ciertos momentos alrededor temiendo que Silvia a aparezca de nuevo, lo cual hace que me pierda en ciertos momentos a lo de seguir el ritmo de Jack.

— Se que usualmente no me meto en estas cosas... — Suelta mi amigo una vez el ritmo vuelve a ser más lento — pero ¿alguien me puede explicar que mierda pasa con Silvia? — Me aparta un cabello que me había caído por el rostro en un gesto cariñoso — ¡Ya parece bruja que aparece en todos lados! — Pone una mueca que me hace rodar los ojos de acuerdo.

— Es un desastre a punto de suceder — Me meneo lentamente — Ni hablar de que Nick no le ha dicho nada a Shaina aún.

— Cosa que le deberé reñir cuanto antes — Bufa — Parece que atrae desgracias.

Paso mi vista hacia Nick y Shaina, quienes bailan entre risas a unos cuantos metros de nosotros una vez se acerca el coro, cosa que me hace sonreír un poco por la manera en que sonríen ambos.

— Es feliz — Le apunto a la pareja y se gira hacia ellos sin dejar de moverse — No dejemos que Silvia le arruine eso.

— ¡Ni en chiste! — Exclama tirando la cabeza para atrás en una carcajada — Un desastre o corazón roto más en éste grupo, y deserto — Bromea y aunque sé que eso me incluye a mí, no puedo evitar reír — Ahora, diviértete, que pareces cadáver.

Lo empujo, pero el solo me anima a dar una vuelta moviéndome en el ritmo del coro. No puedo evitar sonreír en muchos momentos ante los dramáticos pasos de Jack, que se gana que Nick a unos pasos le silbe diciendo que no me encandile con su talento.

Al terminar la canción con una sonrisa por lo divertido que es estar con Jack, decidimos todos volver hacia nuestro lugar, encontrándonos a Hunter hablando con Silvia sin prestarle mucha atención realmente, mientras que Erin a su lado mantiene la vista en su teléfono.

Decido sentarme junto a Erin, con quien logro entablar una conversación sobre los chicos ésta noche.

Estoy bebiendo de mi trago numero —ni idea—, cuando observo a Austin acercarse, pero antes de que siquiera llegue a estar frente a nosotras, Erin se levanta, tomando a Nicol, quien acaba de volver, con la intención de volver a la pista.

No puedo evitar mirarlas alejarse mientras me encuentro tan confundida. Austin se limita a ignorar el momento y sentarse donde estaba Erin hace unos segundos a mi lado.

— Chicas — Murmura él a mi lado al sentarse — ¿Qué tal? ¿Cómo estás?

Abro la boca queriendo responder, hasta que algo en mi mente me frena a hacerlo. Tal vez sea el saber que es buen amigo de Drake, o simplemente el efecto del alcohol que me pone paranoica respecto a la pregunta.

— Puedes responder — Se ríe — No estoy aquí por Drake — Me recuerda antes de inclinarse hacia la mesa a tomar una botella de agua nueva que trajeron hace poco.

— ¿Entonces? — Me atrevo a preguntar jugando con el borde de mi vaso.

— Tal vez me precipito... — Empieza con la mirada en el suelo — pero los considero a todos lo más cercano a unos amigos — Explica y asiento — No sé, tal vez me puede hacer preocuparme.

Tiene sentido entre su sarcasmo.

— El alcohol parece ponerte lenta — Levanto mi vista hacia el quien se burla de mi — Mejor te quitamos eso — Intenta arrebatarme mi trago, pero lo aparto riendo.

— Ni lo intentes — Advierto divertida — Estoy bien justo ahora — Explica y me tira una mirada atenta — Supongo que no puedo estar muy mal cerca de estos idiotas — Apunto a los chicos riendo fuertemente a unos metros.

— Buen punto — Me da la razón.

Me ofrece chocar mi vaso con su botella de agua, lo cual acepto tranquila.

Gracias a Dios, no pasa mucho antes de que nuestra quería invitada, Silvia, deba volver con sus otros amigos, dejándonos finalmente disfrutar la noche sin preocupaciones.

...

— Me parece un crimen que me hagas despertar antes de medio día — Se queja Maddie justo mientras cierra la puerta del auto, haciendo que el taxista arranque camino a nuestro siguiente destino.

Observo como mantiene durante todo momento sus lentes de sol, clara señal de una gran resaca, y que a su vez combinan con su sobrio atuendo negro del día de hoy, que consiste shorts negros de vestir, un suéter negro liso, botas negras altas, junto a pocos accesorios, manteniendo el bajo perfil, a excepción del abrigo peludo sintético.

Yo por otro lado, me decidí por algo con un cierto toque más serio y maduro a lo que usualmente recurro en mis looks.

Colores sobrios, como el crema de mi blusa cuello alto, pantalones café claro de un estilo pulcro y elegante a la par de un blazer de mismo color un tanto largo, junto a unos zapatos de aguja en color crema, y un pequeño bolso en negro.

— ¿Qué puedes recordar porque hacemos esto? — Suelta con la cabeza apoya del cristal mientras saca su teléfono para ojearlo.

Lo mismo me preguntaría mi padre.

Finalmente he logrado conseguir una reunión con Ross White. Claro que fue gracias a la mentira piadosa que dije de que soy una esposa tratando de descubrir las infidelidades de su millonario marido.

Solo me costó tener que fingir otra identidad, crear un correo nuevo e incluso un Instagram falso, que gracias a Mad pude llenar de millones de seguidores.

Espero no se convierta en un desastre esto.

— Porque es la única manera — Le digo tranquila mientras nos adentramos por las calles de NY.

El conductor nos deja en un hotel a unas cuantas calles del de Maddie, que es uno bastante discreto y con un restaurante en una de sus terrazas, que nos dará la privacidad justa para tener esta reunión.

Mientras recorremos el lujoso lugar, algunas personas se nos quedan viendo descaradamente, lo cual puede ser por culpa de la actitud que Mad me ha convencido que debemos tener durante todo el momento hasta que Ross descubra quienes somos.

En la entrada del restaurante, nos encontramos con una chica detrás de un elegante mostrador de mármol que nos indica nuestros nombres para verificar las reservaciones.

— Becca Mitchel — Digo fríamente recolocándome los lentes de sol oscuros.

— Maddie Carson — Dice mi amiga igual, solo que a ella la actitud fría y misteriosa si le sale natural.

Nos hacemos una seña mientras nos conducen dentro del lugar. Mientras que a mi me dan una mesa dentro en un lugar privado cubierto por cortinas hechas de varas oscuras como decoración, a Mad la dirigen a una cerca de las ventanas de piso a techo, que le da una vista hacia mi mesa, pero sin parecer sospechoso.

En mi mesa, coloco mi bolso en la silla junto a mi mientras me deshago de mi abrigo, colgándolo en la misma haciendo tiempo hasta la llegada de Ross.

Le indico al mesero que me traiga un agua con limón, cuando mi teléfono vibrar sobre la mesa, y casi me rio cuando noto que se trata de Maddie.

— ¿Qué tan mal me haría pedir un salmón? — Pregunta una vez contesto bajando el volumen del altavoz un poco.

— Pésimo, Maddie — Le advierto.

— Que no soy Maddie, soy Dama de Negro — Me corrige y ruedo los ojos por su apodo — Y tu eres esposa alfa.

— ¿Por qué diablos soy Esposa Alfa? — Trato de disimular mi mueca confundida.

— Por tu ropa — Suelta obvia — Te dije que seria más entretenido el look de ramera o algo con más piel.

— No iba a usar mini falda cuando el clima no ayuda — Me excuso dando un vistazo hacia el lugar.

— Hablando de cosas idiotas...¿no deberíamos tener alguna señal por si algo sale mal? — Lanzo un vistazo en su dirección y se mantiene observando el menú mientras habla bajo.

— ¿Por qué algo saldría mal? — Pregunto.

— Nunca se sabe – Explica sin mas mientras noto como el mesero empieza a caminar en mi dirección – Yo digo que hagas la señal de la paz.

— Mad, no pienso hacer eso — Bufo.

— Si te matan entonces no me culpes — Advierte y me obligo a tomar aire.

— Solo está atenta, cualquier movimiento extraño, intervienes — Le trato de hacer entender.

— De acuerdo — Acepta — Por cierto, el águila está en el mostrador.

— ¿¡Que!? — Grito bajo — ¡Hubieras dicho! — No la dejo responder, sino que cuelgo justo a tiempo cuando el mesero llega a la mesa con mi vaso — Gracias — Este se aleja por la misma dirección mientras yo coloco mi teléfono boca abajo en la mesa.

Trato de respirar y calmarme antes de notar como la mesera guía a Ross hacia mi mesa, en donde trato de mantener mi mirada un poco bajo, aunque los lentes no me permiten ser reconocida con tanta facilidad.

— Señora Mitchel — Saluda el hombre sentándose tranquilamente en el asiente de enfrente — Un gusto conocerla — Noto como trata de observarme y detallarme, aunque yo alargo el momento maniobrando algo imaginario en mi bolso.

— Un gusto también, señor Ross — El hombre frunce el ceño.

Me quito los lentes de sol fijando mi mirada en él, quien no tarda en apartarla como si estuviera diciéndole a Dios "que me mate la que hoy me lleva"

— Debe ser chiste — Se ríe sarcástico y yo mantengo mi expresión seria — Ya algo me hacia sospechar de esa supuesta Becca Mitchel.

— Y aun así vino — No puedo ocultar mi expresión divertida así que la disimulo posado la mirada en la mesa.

— Soy detective, quería saber que pasaba — Dice sin más — Pero definitivamente, de esto no quiero saber — No puedo evitar notar como hace el ademan de alejarse.

— Señor Ross — Mi tono resulta ser frio, crudo e incluso de gran advertencia por lo cual me felicito mentalmente en cuanto el hombre me observa algo cauteloso — Aun no.

El hombre da una mirada a la nada para luego asentir y sentarse, haciéndome el ademan de que hable.

— Seré clara... — Empiezo y detengo al mesero que se acerca a tomarle la orden a Ross, que debe devolverse — Quiero investigar sobre el accidente de mi hermana, del cual tengo las claras sospechas de que no fue accidental — Empiezo diciendo tranquila por fuera, aunque me muera de nervios por dentro — No, más bien, estoy casi segura de que fue intencionado, para mi padre, claro — Aclaro.

— ¿Si está segura porque me necesita? — Pregunta y casi me rio por lo obvio.

— No tengo suficientes pruebas — Aparto la mirada un momento — Y se que es el único capaz de conseguirlas. Porque así se aseguraron los culpables que fuera.

— No creo que sepa de lo que habla ni en donde... — Intenta seguir, pero lo interrumpo.

— Eso no es cierto, claro que lo... — Intento mantenerme serena pero el hombre me interrumpe.

— No, no lo sabe — Suelta seco — Y es más seguro así — Se levanta y entro en pánico.

Trato de hacer la señal de la paz disimuladamente a ver si Mad la capta y viene en mi rescate, pero el pánico me controla al notar al hombre volver a tomar su maletín de pie.

— Señor Ross... — Trato de retenerlo por el brazo, pero da un paso hacia atrás.

— No, señorita Morgan — Me suelta el hombre.

Pero antes de que siquiera pueda dar un paso lejos de la mesa, noto como Mad entra en escena, intercediéndose en su camino. El hombre claramente se intimida al notar a una mujer más alta que él —por su altura y lo que agregan las botas—, vestida de negro, con lentes y un porte sumamente intimidante.

— Creo que le dijo que esperara — Le suelta y casi temo por el corazón del pobre hombre.

— Y yo creo que no...la conozco — Noto como éste incómodo mientras maniobra el maletín de una mano a otra.

Mad con un elegante movimiento se quita los lentes oscuros, dejando al descubierto su intimidante expresión, que me hace temer al nunca haberla visto de aquella manera.

Me hace recordar a Owen, y en lo mucho que Mad puede adoptar su temperamento si se lo propone.

Lo peor es que le sienta.

— Yo creo que si — Dice tranquila con los lentes en la mano.

El hombre la observa un segundo antes de reír sarcásticamente un poco.

— La hija de Owen Carson, por supuesto — Suelta sumamente sarcástico haciendo a mi mejor amiga sonreír con clara suficiencia siendo consciente de lo evidente que resultan sus genes familiares.

Le apunta con los lentes la silla, y el hombre no tarda en volver a su asiento, mientras que Mad se hace lugar en la silla junto a mí, apartando mi bolso y abrigo.

— Entiendo, que probablemente Bart o quien sea que fuera el responsable, lo callara... — Empiezo sin darle chance a decir nada — pero claro que sabe que el culpable no debe de salir impune en todo esto...

— Con hombres como esos, a veces es mejor — Interrumpe dándole una mirada a Mad a mi lado que sigue intimidándolo — El poder y...

— Me vale mierda el poder — Me harto — Ésto va más allá de salvarse o no el pellejo — Me inclino sobre la mesa — Por culpa de ése accidente, no solo tuve que pasar años asistiendo a terapias y especialistas con tal de lograr controlar mis episodios originados del trauma de perder a mi gemela — Suelta sin filtro — Sino que mi padre lleva años carcomiéndose de culpa, pensando que es el causante de la muerte de su hija, cuando en realidad es un imbécil rencoroso con cierto poder y contactos.

El hombre no habla.

— Creo que entiende lo mucho que estoy dispuesta a hacer por al fin verlo pagar — Añado — Sea o no Bart — Trato de morderme la lengua.

— Ésto va más allá de muchas cosas, señorita Morgan — Por primera vez veo al hombre dejar de ser evasivo al tema – Todo lo que conlleva lo que se encuentre... — Deja la frase en el aire.

— Comprendo que el que el hijo primogénito de los Carson lo contactara, fuera algo...intimidante — Inicio y noto como el hombre alza un poco la ceja al notar como llamo a Drake — Pero estoy segura, que le resultara más cómodo, por lo discreto que resultará, mantenerlo fuera en esto.

El hombre no responde, al menos no con palabras, sino que lanza una mirada a Mad a mi lado quien escucha todo con suma atención.

— Ah, se preocupa de la presencia de la otra hija de los Carson — Bufa — Por mí no se preocupe — Añade ella al notarlo — Estoy desligada de lo que tenga que ver con el negocio de mi familia. Por los momentos.

— Eso no suena muy,... — Mad se harta.

— Diablos, hombre, que soy la menor de las preocupaciones aquí — Bufa harta apartando la mirada — Entonces ¿hará algo por las buenas o no?

Casi cacheteo a Mad ahí mismo, pero me abstengo fijando mi atención en Ross quien parece pensar cuidadosamente todo. Pasados unos segundos de mucha incertidumbre y tensión, noto como suspira.

— No se imaginan en lo que nos estamos metiendo — Añade recostado de su asiento y no puedo evitar sonreír.

— Ya nos hablará de eso. Ahora...propongo que pidamos algo — Interviene Mad haciéndole señas al mesero de que se acerque ya — Mi resaca pide comida.

Fijo mi vista en el mesero que se acerca, mientras ojeo un poco la carta del día al igual que los otros dos.

— Es Bart — Levanto mi vista de golpe hacia Ross temiendo que el susodicho se encuentre cerca — Quien orquestó el accidente.

— ¿Tiene pruebas? — Le pincho observándolo con clara superioridad en mi mirada.

— Creo que el soborno es prueba suficiente para guiarme en la corazonada — Dice sin más antes de que el mesero llegue a tomar nuestra orden.

...

— ¡Vamos, mujer, deja eso un momento! — Me grita Nick desde la sala haciéndome reír — ¡El avión no sale hasta dentro de 3 horas!

Cierro la maleta con las ultimas cosas, y dejo mi bolso de mano en orden sobre la cama antes de salir a la sala, encontrándome a Shaina sentándose en el sofá con una taza de chocolate para ella y otra para mí, mientras que Nick sigue en la cocina sirviéndose el suyo.

— Con más razón, algunos empacan mucho antes de sus vuelos — Le riñe Shai mientras me acerco a sentarme junto a ella en el sofá de frente a la tv y con una vista directa a la puerta de entrada.

Le agradezco por la taza antes de tomarla para posar mis labios en el borde de ella, disfrutando del sabor de la cocoa con este clima un tanto frio que he notado en la tarde.

Hace dos horas volví del almuerzo con Ross y Mad, y me encuentro de mejor humor. Conseguirnos adelantarle mucho de lo que sabemos a Ross, y hablar de los primeros pasos que deberíamos tomar o ver para iniciar la investigación.

Aun no me creo que lo convenciera.

Gracias al temperamento de Mad que casi hace que se orine.

En eso te doy la razón.

— Gente obsesionada con el orden — Bufa Nick observándonos seguramente desde la cocina.

— Lo dice quien ordena sus apuntes por colores — Le bromea Shai bebiendo su cocoa.

— Primero, si estudias medicina es de ayuda... — Le aclara y nos giramos para observarlo apoyado en la barra — Segundo ¿eso fue una broma? — Sonríe notando como a su novia se le ha pegado su humor.

Hago un sonido de asco fingido, ganándome que Nick me empuje la cabeza antes de darle un beso a su novia.

— Escuché todo — Le recuerdo y en eso suena la puerta.

— Me vale, yo también escuché mucho — Me saca la lengua antes de encaminarse a la puerta dejando su taza en la mesa de centro.

— ¿Cómo lo aguantas? — Me giro hacia Shai fingiendo estar harta de mi amigo.

— Con mucha paciencia — Se ríe después de un suspiro y no puedo evitar reírme sintiendo compasión.

Le doy un vistazo a Nick justo unos segundos después de que abriera la puerta, dejándome de piedra con la taza a pocos centímetros de los labios observando quien se encuentra en la entrada del departamento una vez Nick se aparta un poco.

Drake.

— ¡Serás idiota! — Le suelta Nick emocionado mientras se dan un abrazo en la entrada.

Cuando se separan, noto a Drake sonriendo un poco, hasta que fija su mirada más atrás —supongo que sintiendo mi mirada—, haciendo contacto visual directamente conmigo.

Gran mierda...







--------------------------------------------------------------

¡Hola bombones!

Cada día que pasa solo pienso en maneras distintas de admirar a Maddie Carson. O de encontrar a alguien como Jackson en mi vida.

HB para Nicki, nuestro futuro doctor.

Silvia parece la cucaracha de Wall-e, no desaparece con nada.

¿Mad y Oliv, o Dama de negro y Esposa Alfa? Gran decisión xd.

Ya tocaba un poquito más de drama en Dravia ¿o será Oliv y Drake ahora?

Nos vemos en el próximo cap.

Besos❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro