Ya era el día.

Nuestra graduación al fin había llegado.

Emoción, nervios y nostalgia eran algunas de las emociones que corrían por todo mi cuerpo, pero sin dejarme saber cual predominaba.

Estoy segura que no era la única así.

Ahí estábamos todos, en el pasillo fuera del auditorio del Instituto Aniden, vestidos con nuestras togas y birretes color vinotinto, esperando para poder entrar.

- ¿Ya lo tengo puesto bien? – Volteo a ver a Mad quien se refería a su birrete.

- Ven acá – Me acerqué y se lo enderece – Ya está.

- ¿Mis chicas están listas? – Nick apareció frente a nosotros con su toga y birrete.

- Y nerviosas – Respondió Mad viéndose en un pequeño espejo de mano – No me creo que nos estemos graduando.

- Ay Nick, ven acá, tienes ese birrete mal puesto – Me acerqué a él y le giré su birrete.

- Olivia, pareces mi madre – Se queja él intentando apartarme.

- ¿Qué dijiste, hijo? – Hice como si me escupiera la mano y fuera a pasársela por el cabello, lo cual lo hizo apartarse rápidamente.

- ¿¡Qué te sucede, loca!? – Puso cara de susto y se movió a un lado – Ve a molestar a otro.

Al apartarse dejo ver a Hunter detrás de él, con el birrete en una mano mientras que con la otra revisa su teléfono.

- Ven, Hunti, yo te ayudó – Maddie se acercó a él quien levanto la vista del teléfono y le sonrió.

Me giré a ver a todos los demás que estaban esperando a entrar al igual que nosotros.

- ¡Prepárense, que ya vamos a iniciar! – Avisó una de las profesoras desde la entrada.

Todos fueron a sus puestos en la fila.

Poco después ya estábamos entrando en fila mientras sonaba la melodía del himno de nuestro instituto junto con los aplausos de nuestras familias.

Todo el lugar estaba decorado con los colores de Aniden, siendo el blanco el cual predominaba.

Quedé unas filas más delante de las ultimas junto a unas compañeras de mi clase de Ciencias, mientras que los demás quedaron unas filas por delante de mí.

Estúpido orden de apellidos.

El director Richwel subió y empezó a dar un discurso sobre que a partir de ese momento nuestra vida cambiaria, o algo así.

No lo escuché bien, ya que estaba intentando buscar entre el público a mis padres o a Drake.

Poco después empezaron a llamar a todos por orden. El primero en subir de nosotros, fue Nick, haciéndonos poner de pie a Mad y a mí.

- Nickolas Eduar Blake – Esté subió al escenario con nuestros gritos y aplausos de fondo.

Se acercó a darle la mano a cada uno de los profesores. Al llegar al director quien le dio el diploma, se giró hacia el público.

- ¡Qué viva el año purpura! – Levantó la mano haciendo que todos aplaudiéramos y gritáramos.

- ¡Lo sabía! – Lo apuntó el director mientras Nick bajaba riendo del escenario.

Poco después pasó Mad.

- Maddelan Carson – La llamaron y ella subió a seguir con el mismo protocolo.

Después de darle la mano al director se giró al publico.

- ¡Que es Maddie! – Gritamos los chicos y yo junto con ella.

Al pasar Stefany tiro un besó al público lo cual me hizo hacer una mueca.

El siguiente fue Hunter, quien recibió bastantes aplausos y gritos -Incluso yo me alegré-.

Ya había llegado el turno de mi fila, así que nos levantamos formándonos juntos a las escaleras empezando a pasar en orden.

- Olivia Elizabeth Morgan – Subí al escenario con una sonrisa en la cara mientras escuchaba los gritos de todos los chicos.

Cuando llegué a darle la mano al director, voltee a ver al público.

Logré ver a Nick y Maddie de pie gritando.

Más atrás veía a mis padres con Liam también de pie aplaudiendo, junto a ellos estaban Drake -quien me guiño el ojo mientras silbaba-, los Carson y las demás familias.

Justo antes de apartar la vista pude ver que, en la pared del fondo, estaba Leila.

Vestida con una pequeña toga, aplaudiendo.

Eso me hizo soltar unas lágrimas, que pude apartar una vez bajé del escenario.

Becca subió a dar un corto discurso.

- Estos han sido unos años caóticos – Empezó – De reír, llorar, de bromas – Algunas risas se escucharon – Pero sin duda, han sido los mejores – Hizo una pausa – Puede que no todos lográramos ser los mejores amigos, así como puede que lográramos encontrar a nuevos miembros de nuestras familias - Vi a Mad y Nick filas más adelante.

<<Pero sin importar las relaciones, ni cuantos años pasen, esos recuerdos y vínculos que logramos forjar como compañeros en estos pasillos... - Sentí unas lágrimas acumulándose en mis ojos – Nos acompañaran siempre – Vi como pasó de página – Hoy saldrán por esas puertas como jóvenes adultos, los responsables del futuro. Demuestren que no por ser jóvenes, somos menos – Pasó la vista por la sala - ¡Viva el año purpura!>>

Todos empezamos a gritar y aplaudir emocionados.

- En Aniden les deseamos toda la suerte del mundo – Habló el director luego de que Becca bajara – Que logren hacer todo lo que han soñado – Hizo una pausa – Me complace anunciar a los graduados de Aniden School del 2016 – Nos cambiamos de lado el listón del birrete - ¡Felicidades a todos!

Seguido de esos todos tiramos al aire nuestros birretes mientras gritábamos de emoción.

Luego de terminar -y de buscar de nuevo mi birrete- los chicos y yo vamos con nuestras familias.

- ¡Mi princesa se graduó! – Mi padre vino a abrazarme junto a mamá.

Luego Liam se unió al abrazo.

- ¡Me están ahogando! – Me quejé unos minutos después riendo.

Al separarnos logré ver a Drake acercándose. Me abraza alzándome y haciéndome girar.

- Felicidades, Morgan – Una vez me baja, me da un beso.

Nick junto con tía Lisa y sus hermanos se acercaron para felicitarme. Luego se nos unieron los Carson.

- ¡MI niña! – Me abraza tía Carla haciéndome reír – Parece que fue ayer que iban de un lado a otro vestidas de princesas.

- Felicidades, Oliva – Lincon me despeinó para luego darme un abrazo.

- ¡Necesitamos fotos! – Chilló Mad halándome.

Nos tomamos fotos los tres, luego Maddie y yo con nuestras parejas, luego convencí a Drake de cargarme para tomarnos una foto juntos.

- ¡Hunter, ven acá! – Lo llamó Nick para una foto los 4 juntos.

Vi a Drake quien se había puesto serio, pero apartó la vista mientras Lincon tomaba la foto.

Yo me coloqué en un extremo junto a Mad, mientras que Hunter se colocó en el otro extremo junto a Nick.

- ¡Ya me voy, debo ir a ver a Shai! – Se despidió Nick de nosotros.

Mad se fue con Lincon, mientras que mis padres se fueron juntos al estacionamiento.

Por otro lado, yo caminé de la mano de Drake hasta su auto.

- ¿Te he dicho lo bien que te queda ese traje? – Le pregunté mientras abríamos las puertas del auto.

- ¿Ya te dije lo bien que te queda ese vestido? – Contraatacó el sonriéndome.

- Es el mismo que carga Mad – Le recordé mientras me colocaba el cinturón y tiraba el birrete en el asiento trasero, quedando solamente con la toga abierta.

Mad y yo habíamos decidido ir a juego hoy, ambas con vestidos negros cortos y ajustados, escote de corazón.

Él solo rodó los ojos por no haberle seguido el juego.

Yo me le quedé viendo mientras sacaba la llave y la metía en el contacto.

- ¿Qué? – Preguntó burlón volteando a verme.

Me acerqué y lo hale hacia mí el cuello de su camisa, dejando nuestros labios a pocos centímetros.

- ¿Qué haces? – Susurró viendo mis labios.

- No lo sé – Me atreví a besarlo.

Él poco después al ver que el beso se intensificaba, pasó una mano por mi oreja para apartarme el cabello mientras que con la otra me tomó por el cuello y me apartó un poco de sus labios.

- ¿Confías en mí? – Sentí su aliento en mis labios.

- No lo sé... - Sentí que me halo la oreja haciéndome reír – Si... - Lo mire fijamente a los ojos mientras mordía mi labio inferior.

Me observó un momento antes de acercarse a mi oído.

- Quítate la ropa interior – Me sonrojé al instante girándome a verlo – Ahora – Pidió serio.

Metí las manos por debajo de mi vestido, deslizando la ropa interior por mis piernas hasta que cayó sobre el piso del auto. Saqué mis talones de ella.

Drake se acercó y empezó a pasar su mano por mi pierna, desde mi tobillo hasta llegar al inicio del vestido. Subió las manos a mi nuca volviendo a unir nuestros labios, profundizando aún más el beso esta vez.

Me halo hacia el por el cuello mientras que con su mano libre me tomaba por la cintura, ayudando a pasarme al haciendo del conductor, quedando a horcadas sobre él.

Sentí el rosé de su pantalón en mis partes expuestas.

Me quité la toga mientras no me separaba de sus labios.

Sentí como echaba el asiento hacia atrás para luego pasar las manos por mi espalda para así bajar el cierre de mi vestido, dejando mis pechos al aire.

- Quería hacer eso desde que te vi llegar – Susurró a mi oído erizándome la piel.

Empezó a besar mi cuello para luego bajar a mis senos, mientras yo arqueaba la espalda. Bajé las manos intentando desabrochar su cinturón, para luego hacer lo mismo con su pantalón.

- ¿Con prisa? – Susurró en mi oído mientras metía una de sus manos bajo la falda y empezaba a estimular mi zona.

Solté un gemido mientras aceleraba el ritmo de sus dedos. Apreté las manos en sus hombros mientras me giraba a ver por la ventana

- ¿Se puede ver desde fuera? – Pregunté entre jadeos.

- No, así que no te cohíbas – Respondió sin dejar de mover sus dedos y atacando mi cuello.

Mi respiración empezó a ser más entrecortada así que él me pidió que me levantara un momento.

Se bajo los pantalones juntos con la ropa interior, dejando al aire su miembro totalmente erecto. Vi como sacó algo del cajón junto a la palanca.

Un preservativo.

Lo rasga y se lo coloca.

Puse mis manos sobre sus hombros mientras él me tomaba de la cintura y empezaba a bajarme, hasta que su pene entró en mi.

Ahogue un gritó por lo rápido que me llenó.

- ¿Estas bien? – Yo asentí – Vamos, como te enseñé.

Empecé a subir y bajar sobre él, recordando lo que me enseño mientras estábamos en Washington.

Me ayudó un poco al principio, pero al agarrar el ritmo, me atreví a moverme yo sola.

El sube y baja junto con el movimiento de mis cadenas empezó a ser más rápido, logrando que Drake soltara un par de gemidos junto a los míos.

Acerco el rostro a mis pechos empezando a lamerlos, chuparlos y mordisquearlos.

Empecé a moverme más y más rápido tratando de llegar a la cima, mientras trataba de no gemir tan alto.

- Vamos preciosa, déjame escucharte – Suplicó mordisqueando mi lóbulo, animándome a gemir libremente.

Lo hice y no tardamos mucho en llegar al orgasmo por fin.

Yo apreté su camisa blanca con las manos mientras que soltábamos los últimos gemidos, antes de caer agotados.

Cuando logramos recuperar el aliento, Drake me ayudó a volver a mi asiento.

Subí mi vestido mientras él se quitaba el condón y lo metía dentro del envoltorio. Iba arreglándome el cabello mientras el arrancaba el auto.

Saliendo del estacionamiento mientras le subía la potencia al aire del auto, vi algo.

- ¿Esa no es Sophi? – Hablé y Drake giró su vista hacia donde apunté.

Ahí estaba Sophi con un vestido azul oscuro muy corto.

- Seguro vino a ver a Stefany – Se encogió de hombros él.

Vi como Sophi le hacía señas al auto.

- Sabe que eres tú – Puse mala cara – Detente.

Él iba a discutir, pero lo mire serio y obedeció. Al detenernos frente a ella, le indique que bajara su ventana rezando que el olor a sexo le llegara.

- ¡Draki! – Lo saludó está empezando a jugar con su cabello - ¿Cómo has estado? Hace mucho no te veía – Desde su lugar no se podía ver a primera vista mi asiento - ¿Te gustaría ir a tomar algo? – Vi que recostó su mano del techo del auto.

Drake iba a hablar, pero lo interrumpí.

- Amor vamos, tengo prisa en llegar a casa – Me acerqué a Drake pasándole la mano por el pecho, dejando a Sophi tensa – Hola Sophi, nos encantaría ir a tomar algo contigo... - Le sonreí falsamente – Pero ya tenemos planes – Hice un puchero - ¡Adiós!

Pulsé el botón del tablero para subir la ventanilla y Drake arrancó enseguida, sin poder evitar reír abiertamente.

- ¿Qué? – Pregunté confusa.

- Eres única, Morgan – Respondió haciéndome sonreír.

...

- ¿Mamá, papá? – Pregunté entrando en casa luego de que Drake me dejara en ella.

- ¡Aquí estamos! – Escuché que gritaron desde la cocina.

Al entrar vi a mi madre revisando algo en su tableta mientras que mi padre estaba sentado en la barra con su laptop.

- ¡Ven aquí, nuestra graduada! – Mi padre abrió los brazos y fui a abrazarlo sonriendo.

- Estamos muy felices por ti, Oliv – Mi madre se une a nosotros.

- Eres nuestro orgullo, princesa – Papá me pone un mechón detrás de la oreja sin deshacer del todo el abrazo – Eres una guerrera ¿Lo sabias? – Yo negué – Lo eres. Pudiste superar un momento tan difícil en tu vida, como lo fue la muerte de Leila – Susurró lo último – No dejaste que eso pudiera contigo ¡Con solo 5 años! – Sonrió triste.

- No te imaginas como nos hubiera encantado verlas juntas hoy – Vi a mi madre aguantando las lágrimas – Pero estamos felices de que tú lo hayas logrado por ambas.

Se soltó a llorar abiertamente haciendo que volviéramos a abrazarnos uniéndonos a su llanto.

- Oliv... - Mi padre tomó mi mano – No importa si eliges Washington, Boston, Los Ángeles o China... - Hizo una pausa – Aquí estaremos para apoyarte siempre – Miro a mi madre y le tomó la mano – Toma tú propia decisión, nosotros estaremos bien con que seas feliz.

Les di un último abrazo y subí a mi habitación. Al entrar coloqué la toga junto con el birrete -con mi ropa interior dentro- sobre el sofá.

Tomé de mi escritorio las cartas de Washington y Boston, me senté en mi cama con ellas en el regazo.

Esto sería difícil.

- ¿Quién está listo para el baile? – Giré la cabeza y vi a Mad entrando en mi habitación con su vestido en una funda mientas que en la otra mano traía un gran bolso.

Me dejé caer en mi cama agotada.

Esto sería largo...

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¡Hola bombones!

¡No se pierdan el maratón!

¡No estoy llorando, tu estas llorando!

Diablos, chicos...eso si no lo esperaba

¿Cómo pasamos de estar sentimentales llorando a eso y luego a volver a estar llorando? Misterios de la vida

Estamos oficialmente en los últimos capítulos ¡Esten atentos!

Besos❤.