44. Último día.
- Entonces, ¿Vamos esta tarde? – Me pregunta Mad mientras yo saco unos libros de mi casillero.
- Claro, ya debemos ir buscándolos – Le sonreí.
- Genial – Volvió la vista a su teléfono mientras estaba recostada en los casilleros junto al mío.
- ¡Nenas! – Nick apareció corriendo por el pasillo y se detuvo frente a nosotras – Un momento – Apoyó sus manos sobre sus rodillas para tomar aire lo cual nos hizo reír – Adivinen.
- ¿Cancelaron tener que venir la próxima semana? – Preguntó Maddie ilusionada.
Nick negó enderezándose.
- ¿Drake ya llego a Los Ángeles? – Me ilusioné.
- Tampoco – Puse mala cara – Su amigo aquí – Se abrió la chaqueta y dio una vuelta – Se graduará.
- ¡No puede ser! – Chillé mientras ambas nos lanzábamos a abrazarlo.
- ¡Nos graduaremos juntos! – Dijo Maddie mientras los tres saltábamos de la emoción.
- ¡No más escuela! – Gritó Nick emocionado.
- Aún quedan unos días, señor Blake – El señor Richwel pasó detrás de él.
- ¡Deje vivir, hombre! – Se quejó mi mejor amigo - Siempre hace lo mismo éste hombre - Se cruza de brazos.
- Te daremos un regalo – Le dijo Mad emocionada y yo fruncí el ceño.
- ¿Si?¿Cuál? – Este miró a todos lados buscándolo.
- ¡Nos acompañaras a buscar nuestros vestidos! – Dramatizó con manos de Jazz y yo sonreí.
- No quiero – Nuestro mejor amigo de 19 años hizo un puchero.
- Pues te recuerdo, querido Nicki... - Se giró a verme – Qué aún nos lo debes por cuidar a tus hermanos.
- Las odio – Dio la vuelta y se fue caminando por el pasillo.
- ¡Nos vemos a las 2 en casa de Oliv! – Le gritó Mad.
Yo reí y cerré mi casillero mientras sonaba la campana de la última clase.
- Nos vemos en la salida – Le avisé mientras iba caminando al salón.
Mi última hora se resumió a escuchar un discurso sobre el futuro de parte del cascarrabias de matemáticas.
¿No se da cuenta que a nadie le importa como descubrió su amor por la asignatura?
Al sonar el timbre, no perdí tiempo y me fui directo al estacionamiento.
- Vestidos, ahí vamos – Me recibió Mad mientras le quitaba el seguro a mi auto.
...
- ¿Tardaran mucho? – Preguntó Nick sentado en el sofá frente a los probadores.
- Lo necesario, Nickolas – Lo calló Mad, luego se volteo y siguió explicándole a la chica – Me gustaría algo que sea ajustado, sensual, que sea sencillo pero que a la vez diga ¡Mírenme, es mi noche! – Dramatizó - ¿Cree que tienen algo así?
- Podemos encontrar algo – Le avisó ella – Y ¿Usted?
Pensé un poco mientras pasaba los dedos por algunos vestidos.
- Yo busco algo más clásico, pero no convencional – Llegué a un vestido de tul – Un color pastel tal vez, brillo, pero no demasiado – Me gire a verla por fin – ¿Es muy loco?
- Para nada – Me sonrió – Acompáñenme por aquí.
La seguimos por pasillos y pasillos de vestidos de todas formas, tamaños y colores. Seguimos hasta que ambas tuvimos suficientes opciones para entrar a los probadores.
El primero vestido con el que salí, era color gris, con falda de tul, escote de corazón con brillo en él.
Mad salió con uno color plateado, ajustado cola de sirena y escote.
Ambas salimos y nos miramos en el espejo.
- Me veo muy pequeña – Me giré – Parece que el vestido me comió.
- Yo parezco la bola disco – Se quejó Mad.
Ambas negamos y entramos de nuevo al probador.
- ¡A mí tampoco me gustaron! – Gritó Nick desde a fuera.
Después del 3er vestido, Mad al fin encontró el suyo.
- ¡Me encanta! – Giró sonriendo.
- Te ves increíble – Le sonreí.
- ¡Ese es el vestido! – Nick agregó antes de soltar un silbido - A Lincon hasta se le olvidara que tiene la pierna mala - Le guiñó un ojo a Mad.
Yo entré de nuevo al probador y me probé la ultimo opción que tenía. Salí sosteniendo la falda para poder subirme a la pequeña tarima que había frente al espejo.
La solté y pude verlo.
Era perfecto.
Justo lo que estaba buscando.
Clásico, pero no soso.
Amplio, pero no me hacía ver como un adorno.
- Si no lo compras tú, lo compro yo – Interrumpió Nick haciéndome reír.
- Te queda hermoso – Mad se paró junto a mi aún con su vestido puesto – Míranos – Apuntó el espejo.
- Nos vamos a graduar – Sonreí abrazándola.
- ¡Ahí falto yo! – Nick se levantó y nos abrazó.
Me voy a graduar...
...
Mi alarma llevaba sonando un rato.
Por fin me atreví a moverme para apagarla. Me quedé mirando el techo.
- Último día – Suspiré y me levanté de la cama.
La semana había pasado muy aburrida, debido a que a pesar de no tener nada que hacer ya, igual nos obligaron a ir.
Al fin era viernes.
Ultimo día.
Empecé mi rutina de cada mañana. Al salir de la ducha elegí un vestido amarillo estilo veraniego, junto con una chaqueta de mezclilla.
Al terminar de vestirme me coloque unas convers color mostaza. Me hice una cola de caballo, tomé mi mochila y baje.
Una vez abajo, me encontré a mi madre tomando café.
- Buenos días – La saludé acercándome a por un poco de pan tostado, pero no respondió – Buenos días, mamá.
- Oh, cariño – Deja la taza a un lado – ¡Buenos días! ¿Cómo te sientes por tú último día?
- Bien – Miré de reojo como no encontraba donde poner las manos - ¿Y papá?
- Ya se fue a la oficina – Respondió mientras yo le colocaba mermelada a mi pan – Tenia trabajo pendiente.
Le di una mordida a la tostada y mi madre me pasó un vaso de jugo de naranja.
Luego de comer un par de tostadas, me despedí de ella, subí a mi auto y conduje directo a el Insti.
Durante el camino estuve pensando en cómo note a mi madre un poco distraída, incluso me atrevería a decir que estaba nerviosa.
Pero ¿Por qué?
Puede ser trabajo.
Ha tenido mucho estos días.
Estacione el auto al llegar y bajé. Mientras cerraba la puerta recibí una llamada.
- ¿Cómo despertó la casi graduada? – Habló Drake apenas descolgué.
- Agradeciendo al universo el que no me levantaré temprano por un largo tiempo – Hablé caminando hasta al insti.
- Ya te vi llegando tarde a cada clase – Bromeó - ¿Ya tienes el vestido?
-Si, ayer fuimos de nuevo a la tienda a buscarlos – Le conté mientras llegaba a mi casillero - ¿Sabes cuando vendrás?
- Aún no lo sé – Me detuve abriendo el casillero.
- ¿Aún tienes que ir a ver la nueva sede? – Saqué las ultimas cosas que quedaban en mi casillero y las metí en la mochila.
- Si, pero descuida – Me tranquilizó – En cuanto pueda tomare el avión.
- Vale – Cerré la mochila y sonó la campana – Debo ir a clase, hablamos cuando salga.
- Ten un lindo día – Se despidió él.
- Tú igual – Sonreí y colgué.
Entré en clase y todo el día se pasó volando. A la hora del almuerzo Nick se acercó a Mad y a mi corriendo.
- Les encantara lo que haré – Nos sonrió.
- Por favor dime que no seguiste los pasos de Jackson – Le pedí preocupada.
- ¡No! Eso no sería muy del hombre de purpura – Se llamó a sí mismo en voz baja - A menos que tiña el agua de purpura - Puso la mano en su barbilla pensativo.
- Mientras aún te puedas graduar...¡Todo bien! – Maddie le levantó los pulgares.
- Descuiden – Nos guiñó un ojo y rodé los ojos - ¡Hunter, espérame! – Se fue corriendo hacia Hunter que iba saliendo.
Mad y yo fuimos juntas a nuestras ultimas clases, pero nos preocupó no ver a Nick en la última, ya que se supone la teníamos juntos.
- ¿Crees que inunde las escuela? – Pregunta ella a mi lado mientras esperamos que suene la campana.
- Nah, ese no es su estilo – Hablé – Supongo será algo grande pero no tan desastroso.
Ella asintió.
Minutos después sonó la campana y todos empezamos a salir.
Me quedé quieta apenas salimos al pasillo.
- No puede... – Empecé.
- Ser – Terminó Mad mientras empezamos a caminar.
Todo el pasillo estaba lleno de globos color purpura, tantos que la gente al caminar terminaba explotando algunos.
- Si, este es su estilo – Hablé mientras todos intentábamos caminar por el pasillo hasta la entrada.
Más de una vez pegué un saltito por el sonido de un globo explotando.
Encontramos a Nick junto a Hunter en la entrada.
- Pues, muy original – Lo felicito – Nos conocerán como el año purpura.
- ¡Esa era mi idea! – Chocó los cinco conmigo – Tuvimos que dar varios viajes para poder traerlos todos.
- Ojalá una cumpleañera amante del purpura pase por aquí y los vea – Pensó Mad en voz alta.
Hunter estaba callado junto a Nick.
- Debo irme ya – Avisé y me giré hacia Mad - ¿Te iras conmigo?
- Oh no, hoy mamá dijo que pasaría por mi – Me sonrió – Además debo sacar unas cosas que quedaron en mi casillero.
- ¡También yo! Capaz encuentre ese sándwich que perdí hace dos años – Le pasó el brazo por los hombros a Mad y se fueron por el pasillo lleno de globos.
Voltee a ver a Hunter.
- Felicidades – Me atreví a decirle.
- Igual a ti – Me sonrió a boca cerrada - ¿Lograste decidir que harás?
- ¡Oh, si! Ya hasta aplique a universidades – Agregué nerviosa - ¿Te aceptaron en alguna?
- Si, debo decidir ahora – Miró sus zapatos.
- Espero te vaya bien – Le fui honesta – Adiós.
Me fui antes de esperar su respuesta.
Durante el camino no deje de pensar en Drake.
Se supone que llegaría hace unos días, pero surgieron unos inconvenientes con la nueva sede y tuvo que esperar.
Mañana es la graduación y el baile, espero pueda llegar.
Bajando del auto en casa revise mi teléfono, pero no tengo ningún mensaje de él.
Al entrar a casa voy directo a la cocina, encontrándome a mis padres hablando en voz baja.
- Hola – Los saludé.
Ellos se voltearon rápido como asustados.
- ¡Oliv! No te escuchamos llegar – Mi madre se levantó rápido a darme un abrazo - ¿Cómo te fue?
- Bien – Me limité a decir mientras sacaba del refrigerador una botella de agua - ¿Están bien?
- ¿Nosotros? – Preguntó mi madre – Por supuesto.
Yo asentí y vi a mi padre con la vista fija en el mesón.
- ¿Papá? – Lo llamé y levantó la vista - ¿Pasa algo?
Él se quedó un momento mirándome.
- No hija, descuida – Forzó una sonrisa – Cosas de trabajo.
Yo asentí insegura y caminé a la salida de la cocina.
- ¡En la noche hare tú pasta favorita! – Gritó mi madre mientras subía las escaleras.
Al menos comería pasta a la carbonara.
Me dormí para no pensar en Drake.
Terminé soñando con él.
Irónico ¿No?
Apenas me desperté de mi siesta decidí que debía empezar a pensar bien en mis planes.
Mi madre me sugirió que hiciera una lista de pros y contras de cada una de las universidades, pero que tratara que fueran en torno a mí, no tanto a los demás.
Empecé con Georgia.
Una gran escuela, prestigiosa con grandes oportunidades para mí. Pero estaba lejos tanto de mis padres, Drake y los chicos, y yo no estoy segura de querer empezar de cero yo sola en un nuevo lugar. Además, esa escuela es algo pretenciosa.
Seguí con Los Ángeles.
Estaría en mi hogar, cerca de mi familia, además de en la ciudad del cine y estrellas. Pero no me sentía cómoda quedándome aquí, porque a pesar de estar con mi familia, sentiría que me quedé en el mismo lugar, como estancada.
La siguiente fue Washington DC.
La capital del país, mucha gente importante vive allí, estaría con Drake y en una buena universidad. Lo malo es que los programas y clases que incluyen en esa universidad...no terminaron de convencerme.
La última fue Boston.
El programa de estudios era increíble -casi tanto como el de Nueva York-, esta cerca de la gran manzana por lo cual tiene muchas oportunidades, estaría cerca de los chicos si deciden ir a Nueva York. Lo malo es que no estaría con Drake...no estoy segura de querer eso.
Me quedé mirando al techo de mi habitación dándoles vueltas, hasta que me di cuenta de cuales eran mis opciones finales.
Boston y Washington.
Estoy segura que mis padres entenderán el que no quiera quedarme.
Ahora me faltaba decidir entre esas dos...pero me asustaba, porque me estaba inclinando más por Boston, lo cual significaría alejarme de Drake.
¿Qué debería hacer?
Seguía acostada boca arriba en mi cama cuando alguien tocó mi puerta.
- Pase – Avisé en la misma posición
Escuché que la puerta se abrió, pero nadie dijo nada
- Por favor dime que me dejaste pan de ajo, Liam – Hablé mientras me levantaba.
Me quedé quieta un momento hasta que reaccioné.
- ¡Drake! – Me levanté de un salto corriendo hasta saltar sobre él.
- ¿Pensaste que no vendría? – Preguntó riendo mientras me abrazaba.
- Por poco – Susurré contra su pecho sin querer soltarlo.
- No te dejaría sola – Tomó mi cara delicadamente y beso mis labios.
- ¿Sabías que vendrías hoy y no me dijiste? – Lo acusé abrazándolo.
- Tal vez – Se hizo el inocente – Era sorpresa.
Le di un puñetazo en el brazo que fingió que le dolió.
- ¡Hora de cenar! – Escuché el gritó de mi madre desde abajo.
Yo le tomé la mano a Drake bajando junto, fuimos hasta el comedor y lo senté junto a mí.
- Te extrañábamos, Drake – Le dijo mi padre una vez nos sentamos.
- Y yo a ustedes – Mi madre le sirvió – En especial a su comida, Jenna.
- ¡Oh basta, Drake! – Rió ella.
- No puedo creer que mañana te gradúes – Habló Liam mientras mamá le servía.
- ¿Segura que no hiciste trampa? – Bromeó Drake ganándose que le sacara la lengua a lo cual respondió igual.
- Basta, niños – Nos regañó mi madre haciéndonos sonreír.
Empecé a comer y observaba a Drake a mi lado.
No se si quiera seguir lejos de él.
Debo hablar con el sobre la universidad...pero será después de mañana.
Quiero que disfrutemos en paz.
Mañana será un gran día...
-------------------------------------------------------------------
¡Hola bombones!
¡Nicki se graduara con las chicas!
Obvio no podía dejar de hacer una broma, por algo es amigo de Jackson
Al fin llega la graduación y obvio Drake no podía faltar.
Les mostrare los vestidos en el capitulo del baile...
¿Qué estará pasando con los padres de Oliv?
Esperemos Drake se tome bien las noticias de Oliv...
Besos❤.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro