32. ¿Un poco agresivo?
- ¿Crees que descubrieron por fin que él fue quien le pinto la oficina de purpura al señor Richwel? – Susurró Mad a mi lado.
- No lo creo, Nick se aseguró de no dejar evidencia – Le recordé mientras terminábamos de recoger nuestra comida.
Caminamos hasta nuestra mesa y nos sentamos.
Unos minutos después llego Hunter.
- ¿Y Nick? – Preguntó sentándose frente a mí.
- Lo mismo nos preguntamos, querido amigo – Le respondió Mad.
- Durante la clase lo llamó la secretaria, y no ha vuelto – Le expliqué.
- Yo digo que está teniendo una aventura con la secretaria – Dice este dándole un sorbo a su refresco.
- Ni que se llamara Hunter – Bromee.
- Ah no verdad, es virgen como Olivia – Me siguió el juego.
Mad se atragantó con una carcajada.
Yo solo la mire mal.
En eso Nick se acercó a nosotros en silencio y se sentó.
- ¿Qué pasó? – Le pregunto Mad.
- No me voy a graduar – Dijo en voz baja sin despegar la vista de la mesa.
- ¿¡Qué!? – Gritamos Hunter, Mad y yo.
- ¿De qué hablas? - Continúe yo.
- Me falta algo de nota en dos asignaturas – Comenzó a explicar – Si no las consigo para antes de final de año, no podre graduarme.
- Y tu promedio tampoco será suficiente para la carrera – Agregó Mad entendiendo.
- Estoy muerto – Pegó su cara a la mesa.
- ¡No, claro que no! – Exclame yo haciendo que se levantara de nuevo – Nosotros te ayudaremos Nick.
- ¿Cómo? – Preguntó.
- Con las clases y todo eso – Expliqué – No fui tutora hace un año solo de casualidad.
- Bueno... - Empezó a decir Mad.
- Silencio – La corte antes de que arruinara mi monólogo – El punto es, que entre los tres te ayudaremos ¿Cierto, chicos?
- Claro – Aceptaron ellos.
- Enserio son los mejores – Nos sonrió a todos.
- Si quieres puedes venir hoy a mi casa y te explico un poco – Me ofrecí de primera.
- ¡Si, muchas gracias Oliva! – Rodee los ojos ante el apodo.
- Yo iré, te ayudare un poco también – Se unió Hunter.
- Me encantaría ir hoy, pero acompañare a Lincon a su consulta – Nos contó Mad.
- Descuida, mándale saludos de nuestra parte – Nick le sonrió.
Luego de las clases, Nick, Hunter y yo fuimos directo a mi casa -cada uno en su auto-.
- ¡Ya llegué! – Grité mientras cerraba la puerta.
- Hola tesoro – Mi madre apareció por el pasillo – Oh, hola Nick, hola Hunter – Los saludó a ambos sonriendo.
- Hola señora Morgan – Ellos respondieron.
- Les he dicho que me digan Jenna, niños insolentes – Bromeó ella.
- Estaremos en mi habitación, intentando que Nick no repita el año – Dije subiendo las escaleras con los chicos detrás de mí.
Al entrar en la habitación nos acomodamos, Nick en el sofá, Hunter en la silla de mi escritorio y yo me en mi cama.
- Empecemos con esta tortura – Bromeó Nick haciendo que yo le lanzara un cojín.
Lincon POV
- Maddie, me puedo bajar yo solo – Le recordé mientras me bajaba del auto.
- Lo sé, solo vigilo que no haya nada en el camino – Se excusó ella.
Salí del auto por fin y empecé a caminar con mis muletas -un poco mejor que antes- hasta la entrada del hospital, con Maddie a mi lado.
- Tengo una cita con el doctor Terry – Le dije a la recepcionista una vez dentro.
-¿Nombre? – Preguntó una mujer rubia de edad adulta.
- Lincon Hilder – Dije sin más.
- El doctor los está esperando – Nos sonrió.
- Gracias – Le dije y empezamos a caminar por el pasillo hasta su oficina.
Al llegar Mad tocó la puerta y unos segundos después el doctor Terry abrió.
- Lincon – Me sonrió – Adelante, adelante.
El doctor me recordaba mucho a mi abuelo.
- Ella es mi novia, Maddie – Le comenté al doctor una vez nos íbamos a sentar.
- Mucho gusto – Dijeron ambos a la vez.
- Bueno doctor, vamos al grano – Le pedí.
Él suspiró.
- Primero te hare unos chequeos de rutina – Informa.
...
Luego de todos los chequeos y de que me cambiaran el yeso de la pierna, por uno más bajo, nos volvimos a sentar en la parte de su oficina.
- Poco a poco el hueso va sanando – Habla mientras ve las placas y siento un poco de esperanza en ese momento – Pero, aún así, no por completo.
Y ahí se fue la esperanza.
- ¿Cuánto tiempo falta? – Le pregunté desanimado.
- Lincon, solo ha pasado poco más de un mes y medio – Me recuerda Mad a mi lado.
- Exactamente, aún le falta por sanar – Él doctor continuó.
- Pero me gustaría saber cuánto – Le expliqué – Me estoy perdiendo la temporada.
Tanto el docto como Maddie soltaron un suspiro sonoro.
- Lincon, no sé si lo recuerdas... - Empezó él – Pero por poco tú pierna se rompe en dos con el impacto.
- Pero no lo hizo – Bromee.
Ninguno rió.
- Pero, aún así, no estás en condiciones de volver al campo – Se quita las gafas y se las cuelga del bolsillo de su bata– Por unos meses al menos.
- ¿Meses? – Pregunté sorprendido.
- Hasta que cure totalmente – Nos explica – Y deberás de asistir a terapia, con el propósito de que tus músculos no pierdan fuerza.
Luego de que el doctor nos diera un número de un fisioterapeuta y de que compráramos en la farmacia del hospital unos medicamentos que nos receto, volvimos al auto.
Mientras Mad conducía, yo miraba por la ventana las calles al pasar.
- Linc – Me llamó , yo no respondí ni me moví – Todo es muy reciente, no puedes esperar que tú pierna sane en una noche.
- Ojalá así fuera – Suspire.
- Solo dale tiempo – Continuó ella – Ve a tus terapias y concéntrate en mantenerte en movimiento mientras sanas.
Se quedó callado el auto unos minutos.
- Todo iba tan bien – Rompí el silencio – Había logrado ser capitán del equipo, me iba bien en los entrenamientos y estaba listo para iniciar la temporada.
Ella no dijo nada, así que continúe.
- Y viene está metida de pata – Me quejó – Ahora debo estar dependiendo de ti, de mi familia, de que alguien incluso me ayude a no mojar el yeso en la ducha.
- Linc, tanto yo como tú familia no tenemos problema, lo sabes... - La corté.
- Lo sé, pero no sabes la impotencia que siento al necesitar tanta ayuda – Hice una pausa - ¡Parezco un inútil!
- Si puedes hacer cosas por ti mismo – Me recordó ella.
- ¿Entonces por qué me tratan como si fuera un bebé? – Le pregunté sarcástico – Antes yo era quien te buscaba, te llevaba, te ayudaba y todo.
- Sabes que no tengo problema con ayudarte, Linc – La volví a cortar.
- ¡Pero así no es como debería de ser! – Solté rápido.
- ¡Pero así es como es ahora! – Me sorprendió lo fuerte que lo dijo – Tuviste un accidente, fue culpa tanto de ti como del otro conductor, debes pasar meses en reposo ¡Entiéndelo!
No dije nada.
Apenas me había dado cuenta que detuvo el auto.
- Ya ha pasado más de un mes, varias citas al doctor y sigues creyendo que solo te rasguñaste un poco la pierna – Suspiró – Yo no tengo problema en ayudarte, muchas veces te lo he dicho ya – La mire y ella tenía la vista fija en la calle – Pero que te estemos ayudando no quiere decir que debamos aguantarnos día y noche tú mal humor, tú mal trato y sarcasmo. Tanto yo como tú familia.
No supe que decir.
Mi impotencia se había desvanecido.
Ella arranco al auto y continuó el camino.
Al llegar a casa se detuvo.
- Se que esto es duro para ti, Lincon – Hace tiempo no me llamaba directamente por mi nombre – Tú vida es el futbol. Pero esto se trata de tú salud, debes querer cuidar de ti tanto como nosotros queremos hacerlo – Me recordó.
- Mad...yo, lo siento – La mire, pero ella no quería verme a los ojos.
Asintió mientras le quitaba el seguro a las puertas.
- Sitúate en la realidad, Lincon – Dijo justo cuando empecé a bajar del auto – Ya es momento.
Yo asentí.
- ¿Iras a casa? – Le pregunté.
- Si, debo estudiar un poco – Me miró por un segundo.
Conozco a Mad, necesita espacio.
- Está bien, cuídate pastelito.
- Cuídate, Linc – Dijo justo cuando cerré la puerta.
Volteé y empecé a caminar a la puerta de mi casa.
Creo que la he cagado.
Olivia POV
- ¡Nick! ¿Cuál es la respuesta? – Le pregunté por tercera vez.
- ¡1783! – Dijo él haciendo que Hunter lo rociara con la manguera.
¿Un poco agresivo el método?
Fue la única manera que encontramos en que se motivara a aprenderse todo.
Tuvimos que venirnos al patio para no mojar mi habitación.
- ¡Error! – Gritó Hunter a mi lado.
- ¿Qué? ¿Por qué? – Se veía confundido.
- Una vez más Nick – Le informé - ¿En qué año fue la independencia?
- ¡Ay, no lo sé! ¿¡1775!? – Gritó.
- ¡Correcto! – Sonreí.
- Buu, yo quería mojarlo de nuevo – Se quejó Hunter.
- ¡Al fin, lo dije! – Exclamó Nick.
- Solo después de 4 intentos – Bromeó Hunter.
- Vamos con la próxima – Nick asintió - ¿En qué día fue?
- 14 de mayo – Sonrió Nick.
Hunter lo roció con la manguera de nuevo.
Nick empezó a escupir el agua que le entro a la boca.
- Esto tardara un poco – Bromee.
...
- ¡Vamos Nick, anda! – Chilló Liam saltando.
- Ya estoy cansado – Dijo Nick parando tomando de su cerveza.
- Liam, déjalo descansar – Le dije mientras también tomaba de mi trago.
- ¡Mamá, Oliv está bebiendo alcohol! – Gritó él y yo rápidamente le pase mi trago a Hunter a mi lado.
- ¡Claro que no! – Grité en respuesta.
- Liam, no delates a tú hermana – Papá pasó junto a mí y me dio otro trago.
Yo le saque la lengua a Liam y él se fue corriendo a donde estaban sus amigos en el patio.
Ya hoy era el cumpleaños 11 de Liam.
Si que el tiempo pasa rápido.
Mamá le había organizado una gran fiesta en la casa, con carrito de Hot Dogs, castillo inflable, muchos juegos y comida.
Yo había invitado a los chicos.
Bueno, en realidad Liam lo hizo, al parecer hasta Hunter le agrada.
- Maddie, sonríe un poco – Voltee a ver a Nick que estaba empujando a Mad, que había estado un poco callada.
Lo único que hizo fue tomarse su vaso de un trago.
De repente su mirada se quedó fija en la puerta de la casa.
Ahí venia llegando Lincon.
Rápidamente Mad se volteó y se puso a hablar con Hunter.
Yo por otro lado camine hasta donde estaba Lincon con mis padres.
- Oliv – Me sonrió él.
Yo solo lo jale de una oreja y lo lleve hasta el interior de la casa de nuevo.
- ¡Oye! No puedo ir tan rápido, recuerda – Se quejó y lo solté justo cuando llegamos al pasillo.
- ¿Qué paso con Mad? - Le pregunté de una.
- ¿Que te dijo? – Preguntó él sobándose la oreja con una mano ya que con la otra se apoyaba en la muleta.
- Nada – Suspiró – Ahora empieza a hablar antes de que te rompa "accidentalmente" la otra pierna – Le sonreí falsamente.
- La he regado – Se veía frustrado – Fui grosero con ella que solo intentaba ayudarme.
Él me conto lo que pasó.
- Definitivamente se nota que eres amigo de Drake – Bromee con él, pero ni sonrió – Habla con ella, Lincon, discúlpate.
- Esta bien – Miró la puerta del patio por donde venia entrando Mad.
Ella se quedó estática.
- Yo...mejor me voy – Me apresure a salir al patio dejándolos a ambos solos.
- ¡Oliv, ven, nos tomaremos una foto familiar! – Mi madre me llamó.
Fui hasta donde se encontraba el lugar del pastel y dulces.
- Ven aquí, cumpleañero – Mi padre cargo a Liam y yo me puse junto a él con mi madre del otro lado.
Mientras tomaban la foto me quede viendo un punto fijo en el jardín, cerca de un pequeño jardín de rosas de mi madre.
Ahí estaba ella sonriéndome.
Leila.
Yo le sonreí de regreso.
- Oliv, mira la cámara – Me pidió mi madre.
Después de la foto Mad y Lincon salieron tomados de la mano al jardín.
Me acerqué a ellos.
- ¿Todo bien? – Les pregunté.
- Todo bien – Dijo ella sonriendo mientras Lincon le daba un beso en la cabeza.
- Vamos antes de que Nick se acabe el alcohol de la fiesta – Bromee y fuimos a donde estaban Nick junto con Hunter.
Pasamos el resto de la tarde bromeando y riendo todos juntos – con alcohol incluido, claro-.
No perdemos la oportunidad de disfrutar cada cumpleaños...
-------------------------------------------------------------------------------------------------
¡Hola bombones!
Dan ganas como de golpear a Lincon.
Soy Oliv como amiga enserio.
¿Un poco agresivo el método de Oliv y Hunter? No creo jeje.
Todo sea porque Nick no repita otro año.
¡Hasta la próxima!
Besos❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro