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Parte Unica.

Título:  ¿Su Crush mi Crush?
Autor: MianLu21_LoveHH
  —Categoría:  Fanfic.
Género:  Romance cliché y homosexual.
Pareja:  JongKey y JongTae. (SHINeeFics)
Tema:  Cliché (Enamorado del Crush de su amigo)
Estado:  Terminada.
Advertencia:  Ninguna.
Cantidad de palabras:  3416.


TaeMin sonrió mientras miraba a su mejor amigo KiBum hablarle de lo maravilloso que era el chico de piel morena perfecta,  de baja estatura y el vocalista principal de la banda de la universidad,  uno de los chicos más populares.   El maravilloso Kim JongHyun.

TaeMin no se cansaba de escuchar a su amigo suspirar por ese chico.  Llevaban toda la secundaria haciéndolo.  Pero,  a pesar de ya casi tres años del enamoramiento de su mejor amigo hacia ese chico,  KiBum era demasiado lento como para ir a confesarse.

Pero para eso estaba él:  el buen Lee TaeMin,  quien le daría el empujón perfecto para poder acercarse al chico.

Se acomodó en la silla,  recargando sus codos en la mesa del centro en la cafetería de la escuela.  Miró a su amigo de mirada felina y le sonrió ladino.  KiBum miró extrañado al más joven,  algo le intrigaba de esa mirada audaz.

—Ya deberías confesarte.  Estamos a unos escasos meses de terminar el colegio,  después de aquí nunca más lo verás y seguro vivirás con la incertidumbre del qué hubiera sido sí —dijo TaeMin despeinando el cabello del adverso levemente.  KiBum puchereó levemente y asintió—. Te ayudaré.  Me haré su amigo y así te iré marcando terreno para que se conozcan más a fondo.  ¿Te parece?

—Me parece… ¡genial! —dijo el más alto con demasiado entusiasmo que incluso abrazó a su amigo.  TaeMin le dedicó una dulce sonrisa como siempre y asintió.

[>>>]

Sabía que el chico a esa hora debería de estar en el taller de música con su banda,  ensayando para el festival que estaba a la vuelta de la esquina y que seguramente iban a tocar. Lo único malo que TaeMin veía de querer hacerse amigo de JongHyun era su amigo de metro ochenta llamado Minho,  ese chico era un grano en el culo realmente.  Y sabía que,  quizás le iba a complicar su cometido.

Una vez llegó al salón de música notó que todo estaba en silencio.  No había alumnos cerca y eso era extraño ya que siempre iban las chicas a acosar a los tipos buenones de la banda.  Hizo una mueca pensando en si había sido una pérdida de tiempo haber ido,  pero aun así fue hasta la puerta y abrió la misma sin precaución.  Lo que le hizo arrepentirse de inmediato porque,  sus mejillas se pintaron de un fuerte color carmín al ver al mismo JongHyun solo en bóxer en medio del salón,  con una camiseta en manos que quizás iba a ponerse pero se detuvo al verlo entrar.

—Esto...  Yo.  —Tartamudeó el más alto con las mejillas rojas pero,  sus ojos no podían despegarse del cuerpo ajeno.  Estos viajaron desde su rostro hasta sus pectorales,  sus brazos bien trabajados y ese abdomen marcado,  fue entonces que sus ojos se abrieron de más,  justo debajo de la marca Kalvin había un entallado bóxer que dejaba bien marcado lo que escondía debajo.  Apretó sus labios para no morderlos hasta que la risa sacarrona del más bajo lo sacó de sus pensamientos.

—No hagas esas caras,  TaeMin o, me harás avergonzar —dijo JongHyun con tanta naturalidad mientras se ponía su camiseta y seguido del pantalón. TaeMin le miró sorprendido—. ¿Qué te trae por aquí?

—¿Me conoces? —preguntó realmente su duda,  JongHyun asintió recargándose sobre la mesa del salón—. Pensé que no...  Y,  venía a verlos tocar pero,  ¿hoy no ensayan?

—Los chicos se fueron de cita con unas chicas de primero,  ya sabes,  así es la vida de unos jóvenes a punto de graduarse.  No dejarían perder la oportunidad de conocer a su amor de colegio.  —Se encogió levemente de hombros mientras tomaba su maleta y metía en ella sus cosas. 

TaeMin se quedó pensando en eso,  las palabras de JongHyun estaban en clave realmente.  KiBum tendría oportunidad,  estaba seguro.

—¿Y tú? ¿Estarías dispuesto a conocer a tu amor de colegio?  —preguntó directo y sin vacilar.  JongHyun le miró con sorpresa en sus expresiones y sonrió colgando su maleta en su brazo.  TaeMin lo miró caminar hasta él pasando por su lado.

—Por supuesto. —Sonrió y se detuvo en la puerta—. Esta tarde,  en mi casa habrá una fiesta que ha  organizado mis amigos,  ¿vienes?  Puedes traer a tu amigo,  KiBum ¿no?

—Eh, sí —respondió y sonrió al pensar que el adverso estaba considerando a su amigo.  Así que no tenía duda,  iría sin falta—. Ahí estaremos.  ¿Me das tu dirección?

—Claro,  dame tu celular —le pidió estirando su mano hacia el más alto,  TaeMin le dio el mismo y miró como JongHyun anotaba algo en él.  Mordió sus labios y cuando JongHyun le dio su teléfono este se fue sin decir más.

Miró su teléfono con atención,  lo que había hecho JongHyun fue mandarse un mensaje de su teléfono al propio.  Sonrió levemente pensando en que iba por buen camino.

—Pronto tendrás tu amor de colegio,  amigo —dijo seguro de sí mismo caminando hacia su salón de clases nuevamente.

[>>>]

—Mi mamá no me deja ir,  Tae —dijo KiBum con tristeza mientras soltaba uno tras otro suspiro.  TaeMin hizo una mueca—. Que tristeza cargo.

—Tranquilo...  Si quieres voy solo y así sirve que le preguntó cosas sobre él,  así tu sabrás que cosas le gustan y cuáles no,  ¿te parece?  —ofreció esperando saber si su amigo estaba bien con ello.  El mayor lo abrazó y agradeció por la ayuda que estaba recibiendo—. Entonces,  te veo mañana en la escuela.

—Sí,  por favor.  Hablale de mí todo el tiempo,  dile lo genial que soy —dijo guiñándole un ojo y sin perder más tiempo se despidieron entre risas.

TaeMin estaba seguro de que no conocía esa colonia a la que había llegado.  Se veía enorme,  una gran residencia para gente con dinero.  Él tenía una buena posición económica pero,  ese lugar parecía ser otra honda.  Sacó su celular y marcó al número de JongHyun con la esperanza de que este le contestara.  Esperó a que este le contestará y fue entonces que el claxon de un auto deportivo sonó llamando su atención.  Taemin se giró un poco para ver de quien se trataba,  de la ventana salió medio cuerpo de JongHyun saludándolo con la mano.  Sonrió, ese chico le parecía divertido.

Caminó hasta el auto y saludando al chico subió al coche cuando JongHyun se lo indicó.  Una vez dentro el moreno se puso en marcha hacia la casa donde iban a tener la fiesta.  Esta era divertida,  música por doquier,  alcohol,  bebidas normales,  cigarros,  botanas,  sexo y diversión.  Había de todo. 

Taemin amaba bailar más que a su vida y JongHyun no se negó a hacerlo con él.  Ambos se perdieron en la pista bailando cuerpo a cuerpo,  sudando mientras se frotaban entre sí al ritmo de la música en la que se habían perdido.

Cuando ya no soportaron más el calor de la pista improvisada de la casa Kim salieron al patio trasero donde había una piscina.  Ambos se sentaron al pie de esta mientras bebían un poco. 

—Bailas bastante bien,  Tae —dijo JongHyun halagando al chico mientras le apuntaba con su copa.  Taemin le sonrió—. ¿Has pensando en ser bailarín profesional?

—No creo ser lo suficientemente bueno para eso, hyung —le dijo divertido mostrando respeto falso. Ambos rieron—. Tú también  lo haces muy bien,  no sólo tocas bien,  sino que también te mueves bien...

—¿Sí?  —JongHyun rió por lo que dijo el más alto y se acercó a su oído susurrando—:  ¿Cómo sabes que toco y me muevo bien? —preguntó sensual haciendo que las mejillas de Taemin se sonrojaran  al entender el doble sentido de aquella frase tan inocente. Ambos se miraron a los ojos fijamente pero ninguno decía nada.

Taemin no entendía como era que su corazón se había acelerado de pronto y los bellos de su nuca se erizaron ante el suave aliento ligeramente alcoholizado del mayor. JongHyun bajó de los ojos de TaeMin a los labios del chico su mirada y se lamió sus propios labios.  Ambos desviaron la mirada y sonrieron.  TaeMin jugó con sus pies de adelante hacia atrás.

—¿Sabes?  Creo que ya debo de irme,  es algo tarde —mencionó el menor con una sonrisa divertida. 

JongHyun asintió y se puso de pie ayudando al adverso a que también lo hiciera.  Ambos salieron de la casa.  El de piel más morena se ofreció a llevarlo a su casa a lo cual TaeMin agradeció.

Lo que TaeMin en ese momento no entendía era cómo de aquella fiesta había comenzado a tener una buena y estrecha amistad con JongHyun.  El chico le invitaba a todas partes,  tanto era el tiempo que pasaba con él que ya sabía todo de su vida.  Que si era posible escribir una biografía del chico podría hacerla sin problemas.  Y eso era lo que Key,  su mejor amigo y enamorado de JongHyun quería.

TaeMin le había contado todo.  En cada salida que tenía con JongHyun,  él al volver le contaba todo a su mejor amigo y Kibum estaba fascinado con lo genial que era JongHyun.  TaeMin siempre se había sentido feliz se ver a su amigo tan contento con algo,  pero en ese momento no estaba feliz.  Escuchar a KiBum tan enamorado de JongHyun le causaba un malestar.  Se había dado cuenta eso en el último mes.

Durante esos cuatro meses en los cuales había estado tan junto al moreno se había dado cuenta de que,  en efecto,  se sentía atraído por él.  JongHyun era demasiado genial,  siempre tan sonriente,  siempre tan amable con él,  siempre tan atento.  Y el saber todo del chico sentía que le pertenecía de algún modo,  pero,  eso no era correcto. 

Él,  Lee TaeMin no era un traidor.  Él no podía hacerle algo así a su mejor amigo,  no podía.

—Mamá quiere que la acompañe este fin de semana a Busán,  no quisiera ir porque,  es el cumpleaños de JongHyun y quisiera confesarme a él,  creo que tengo oportunidad —dijo con tristeza en su voz el más alto soltando suspiros abatido.  TaeMin se mordió los labios levemente—. ¿Puedes darle un regalo por mí?

—Claro,  ya sabes que sí —aceptó mientras ambos caminaban hacia la salida de la escuela. 

KiBum iba a decir algo más se quedó con las palabras en la punta de su lengua,  sonrojándose en demasía mientras miraba de frente al amor de su vida.  Su sonrisa era hermosa,  pero,  esta no iba dirigida a él,  sino a su mejor amigo.

—Hola,  Minnie —saludó el mayor con su sonrisa amplia mientras miraba al aludido.  Después miró  a quien sabía era KiBum y le sonrió también—. Hola,  Kim.

—H-hola —saludó el más alto con las mejillas rojas,  demasiado tímido para no ser obvio. TaeMin le dio un codazo con disimulo—. Yo...

—Mi amigo es muy tímido,  Jong, pero es muy amigable —dijo TaeMin haciendo que KiBum le diera la mano a JongHyun quien supo de inmediato lo que TaeMin trataba de hacer y se molestó.  Tomó la mano del chico y sonrió.

—Ya veo,  y verás,  KiBum.  Quería ver si deseas ir a dar la vuelta conmigo hoy,  aquí al malecón —invitó de la nada sorprendiendo a ambos chicos,  en especial a TaeMin quien  todo ese tiempo había estado yendo con JongHyun a ese lugar.

KiBum no perdió tiempo y de inmediato dijo que sí. TaeMin se negó a ir con ellos y le deseo suerte a su amigo viendo como JongHyun lo abrazaba por los hombros mientras lo llevaba a su auto.

Algo en su pecho estaba haciendo demasiado incómodo respirar.

10: 30 pm.  Esa hora marcaba el reloj.  TaeMin se asomó por su ventana hacia la casa de enfrente que era la de su amigo Key,  este recién llegaba en compañia de JongHyun quien lo dejó en la puerta de su casa.  Ambos chicos estaban sonriéndose,  como si se conocieran de toda la vida.  Esa fierecilla molesta estaba dando guerra en el pecho de TaeMin quien solo veía como KiBum besaba la mejilla de JongHyun antes de entrar a su casa.

JongHyun sonrió y se encaminó a su coche al volante pero se detuvo cuando vio una figura conocida a través de esa ventana.  Sin hacer nada más se metió a su auto y se fue.

TaeMin no entendía que era lo que había pasado de pronto pero,  las salidas con el moreno se habían acabado porque Key las hacía ahora. Debía sentirse feliz porque ese era su proposito inicial pero,  no lo estaba.

El rumor comenzo a correrse por la escuela,  se había formado una nueva pareja a solo cien días de terminar el año escolar.  Y todos creía  que si una pareja duraba cien días y se besaban en la clausura su amor duraría siempre después de la escuela.  Eso le molestaba,  porque esa pareja era su amigo y JongHyun.

—Estoy muy feliz,  Tae —dijo Key sentándose en su asiento mientras vomitaba mariposas por la boca y corazones por los ojos—. JongHyun me pidió que salieramos.  No lo podía creer pero,  mi sueño se ha hecho realidad —suspiró.

—Felicidades —dijo fingiendo una pequeña sonrisa en sus labios.  Se levantó de su lugar y sin decir nada salió del salón.

Caminó por los pasillos hasta llegar al baño,  cuando lo hizo se fue a los lavabos y mojó su rostro.  Se sentía demasiado abrumado. Estaba mal ponerse así ante la felicidad de su amigo,  ¿qué había hecho mal para merecer algo así?  Él solo había querido ayudar pero,   no imaginó que caería en ese punto.

Se levantó y al verse en el espejo sus mejillas se sonrojaron al ver a JongHyun a unos cuantos centímetros detrás de él.

—Hola,  Tae —saludó el chico sin sonreír como siempre,  TaeMin lo veía molesto,  como si algo le enojara al chico—. No esperé verte aquí.

—Yo tampoco.  Hace unas semanas que me evitas —dijo con recriminación.  JongHyun pasó por su lado para lavarse sus manos.  TaeMin frunció el ceño—. Creí que éramos amigos.

—Yo creí también otras cosas,  pero ese día me di cuenta de que no era así,  ¿no era esto lo que querías?  —preguntó JongHyun  confundiendo al más joven—. Olvidalo,  a veces las cosas no son como uno cree.

JongHyun salió del baño dejando a un confundido TaeMin quien respiró con trabajo.  Sentía que algo no andaba bien en su vida.

Si creyó que la situación iba a pasar pronto y él volvería a la normalidad, se equivocó.  Las cosas para él comenzaron a ser más difíciles.  Ese malestar en su pecho se hizo más fuerte conforme los días iban pasando y veía como la relación de su amigo se hacía más sólida.  KiBum se veía muy feliz con JongHyun,  y este parecía muy cómodo con él.

La graduación estaba a la vuelta de la esquina.  Los preparativos estaban en marcha.  A su grupo le había tocado la decoración del salón.  Por ello mismo era que se dirigía a las bodegas a traer algunas cosas de la decoración.  Cuando entró a la misma prendió la luz para poder buscar lo que necesitaba,  llevándose la sorpresa de ver a JongHyun ahí sentando en unas cajas en el suelo.

—Me asustaste,  pensé que no había nadie aquí —dijo TaeMin haciendo como si nada pasara y comenzó a buscar lo que necesitaba,  ambos estaban en silencio cuando la puerta se cerró.

JongHyun se paró para abrir la misma pero esto fue imposible,  estaba estancada.

—Mierda —murmuró llamando la atención del más joven quien se acercó también a ayudarle pero no se podía—. Que coña,  esto es una mala broma —gritó.

—¿Qué haremos?  ¿Tienes tu celular?  —preguntó TaeMin pensando en que podría hablarle a alguien  para que los saquen de ahí pero JongHyun negó—. Yo deje el mío en el salón.  Agh —se quejó sentándose en una de las cajas,  JongHyun hizo lo mismo.

—Tranquilo,  al ver que no regresas vendrán a buscarte —consoló el más bajo palmeando su hombro,  TaeMin le miró.

—Hace...  Hace un tiempo que no hablabamos.

—Es verdad.  Casi tres meses y medio —comentó el moreno haciendo una mueca—. Era divertido cuando salíamos a dar la vuelta,  ¿deberiamos?

—No lo creo,  ahora debes salir con tu novio —dijo TaeMin suspirando.  Ambos se quedaron en silencio un tiempo hasta que TaeMin decidió romperlo—. Ustedes se ven muy felices juntos.

—¿Tú lo crees?  —preguntó con una sonrisa genuina en sus labios.  TaeMin asintió—. Key es genial,  es muy espontáneo y cariñoso pero,  no congeniamos.  Él es mucha alegría para mi vida tranquila.  Siempre busqué una pareja que fuera más acorde a mi estilo de vida y pensé que la había encontrado.

—¿Key?

—No —respondió enseguida y suspiro echando su cabeza hacia atrás,  después miró al menor y le hizo verle tomando su rostro por el mentón,  TaeMin estaba sorprendido—. No él,  tú.  Cuando nos conocimos te dejé conocerme de esa manera porque tú me gustabas.  Pero,  tú lo hacías por él.

—Yo...  ¿Yo te gustaba? —preguntó el menor sintiendo un escalofrío en su espalda—. Pero...

—Por eso,  ese día vi  las intenciones que tenías y decidí hacer lo que tú querías,  conocer a tu amigo —dijo e hizo una mueca poniéndose de pie y camino por el lugar como un León enjaulado—. Pero...  No,  no eres tú,  él no es tú,  y no siento las mismas ganas de besarlo como las siento por ti.

—No digas eso —pidió TaeMin poniéndose de pie,  alterado por lo que estaba escuchando.  Debía ser muy mal amigo por sentir mariposas en el estómago en ese momento,  ese momento en el que el novio de su mejor amigo prácticamente le confesaba que lo quería a él—. No puedes verme a mí así,  Key siempre estuvo enamorado de ti...  Yo solo iba a ayudar pero...

—¿Pero qué,  TaeMin?  —preguntó molesto el chico.  TaeMin bajó la mirada avergonzado—. Dime.

—Pero,  me terminé enamorando de ti —confesó. Sus ojos comenzaron a llorar por haber traicionado una amistad por amor.  JongHyun se acercó a él y lo abrazó,  con tanta dulzura y cariño que TaeMin rompió por completo en llanto en sus brazos—. Yo...

—Lo siento,  Tae...  Si te hubiese hablado antes quizás... —Guardó silencio,  no tenía caso el hablar del hubiera,  eso no daba solución.  Sonrió y tomando el rostro del menor entre sus manos besó su frente—. Me gustas aún,  en verdad...  Yo siempre he estado enamorado de ti.  Hablaré con KiBum y le diré la verdad.

—Le romperás el corazón. —Hipeó el más alto con la nariz totalmente roja por el llanto,  JongHyun quiso besarle ese puchero que el menor hacía pero se aguantó.  Quería hacer las cosas bien por lo que solo dejó un beso en la punta de su nariz.

Cuando por fin pudieron salir de ahí JongHyun tomó la mano del menor y lo llevó con él a buscar a Key para poder hablar de esos sentimientos que no podían ignorar.  Lo que no esperaron fue ver que el chico ya los esperaba a los dos.  Con los brazos cruzados y el ceño fruncido.  Pronto vieron a otros alumnos señalarlos y sobre todo,  murmurar cosas.

—Key...

—Lo he escuchado y visto todo —dijo el chico con los ojos cristalinos—. Te quería  hacer una broma pesada TaeMin por tú miedo a la oscuridad y pusieron cámaras en la bodega para trasmitirla en el salón  de fiesta,  pero jamás pensé que... ustedes.

—Key yo puedo...

—No hay nada que explicar.  Lo escuché todo.

—No es su culpa,  realmente yo siempre lo traté así para que se enamorara de mí y...

—Espero sean felices,  Jong y Tae —dijo KiBum sorprendiendo a todos.  Esa no era la reacción que hubiesen esperado.

El chico les dio un abrazo y sin decir nada más se alejó de ellos soltando un par de lágrimas.  TaeMin se había sacrificando por él,  para que estuviera junto a JongHyun,  las cosas no salieron como quería pero,  si su amigo era feliz,  él también lo sería.

JongHyun le dio la mano al más alto al salir del coche,  ambos caminaron al malecón donde muchas veces pasaron las tardes hablando y riendo de cualquier cosa.  Se sentaron al pie de este mirando el tranquilo oleaje de la playa.  TaeMin se recostó en el hombro ajeno,  sonriendo al ver sus manos enlazadas.

—Ese día llevé a Key a otro lado,  no podía traerlo aquí,  a nuestro lugar —confesó el chico mayor mordiendo sus labios. TaeMin le miró con sorpresa—. Este lugar siempre será nuestro,  tuyo y mío,  mi pequeño Minnie.

—Jong...

—Tae —susurró el mayor dándole un corto y suave beso en sus carnosos labios.  El primero de muchos que deseaba darle.

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