Único
Miércoles, 29 de Marzo del 2017
—¡Deja de molestarme!
—Yah la niñita tiene miedo.
—No tengo miedo. —Un chico de cabellos platinados se defendía.
—Claro que lo tienes, nenita. Hasta mi casa apestas a gay.— Se burlaba el contrario.
—Te dije que no me molestes.
—Me das asco, marica. —La verdad el de cabello platinado estaba harto de que lo molesten por ser gay, él simplemente quería ser feliz. Pero estar enamorado del chico más temido de la preparatoria estaba mal, Jungkook era el chico mas lindo que existía en ese lugar, todos terminaban enamorados de él, sin embargo, a Jungkook no le agradaban los hombres, y eso lo hacía mal. El de cabellos platinados deseaba no haberse enamorado de aquel chico, pero nadie elige a quien amar, simplemente pasa y es algo que no puedes controlar, pues tu corazón es quien manda.
—Déjame —, rogaba el de cabellos platinados, sus lágrimas estaban a punto de salir.
—Jimin, entiende, no me gustas, ¡No quiero gustarte! —Jungkook jalaba al de cabellos platinado de su camisa blanca estrepitosamente, no quería interesarle a un marica. ¿Qué diría la gente?
—Po-or favor —, seguía clamando Jimin, pero esta vez con una voz más débil.
—No hasta darte una paliza, para que aprendas —¿Por qué amar traía consecuencias? Ojalá amar fuera fácil, pero cuando no eres correspondido, simplemente es difícil sentirse bien consigo mismo. La vida es tranquila hasta que te gusta alguien.
Jungkook como si de un rey se tratase se fue a esperar a sus amigos mirando de lejos, mientras el grupo sobrante se encontraba golpeando a Jimin. Este no dejaba de gemir por el dolor que le causaba, estaba recibiendo puñetazos y patadas que no cesaban.
Amar: el sentimiento del que jamás te protegerás, pues solo tu corazón sabe que puede pasar...
Los amigos de Jungkook, cuando vieron a Jimin suficientemente mal, se escaparon del lugar. Ellos a pesar de ser los más populares eran los más idiotas en toda la preparatoria.
El de cabellos platinados se encontraba en el suelo, su cara estaba roja, tenía una ceja y el labio roto, sus ojos estaban hinchados de tantos moretones y no dejaba de salir sangre de su frente. Este se preguntaba si realmente era tan malo amar.
El de cabellos platinados lloraba en el piso sin tener fuerza para levantarse. ¿Por qué Dios lo había hecho así? ¿Por qué no era "normal" como los demás? ¿Por qué su manera de amar estaba mal? Las lágrimas del de cabellos platinados no cesaban, realmente estaba herido y ni sus padres se daban cuenta, ¿Ser gay realmente es tan malo? Jimin odiaba la idea de ser gay, pero odiaba más aún haberse enamorado de Jungkook, ¿Acaso su propio corazón lo odiaba? ¿Qué estaba mal?
Otoño..., quizá el cambio de estación no le traería nada bueno al peliplata.
Jimin con las pocas fuerzas que le quedaban puso en marcha su camino hacia casa, su camino era muy fácil de seguir, solo debía ir en línea recta, sin embargo, el de cabellos platinados quiso tomar un atajo por un callejón. Quizá igual en una parte del camino tendría que volver a usar el mismo camino, pero le daba igual, necesitaba respirar, necesitaba sentir que aún tenía fuerzas para enfrentar al mundo.
Cuando entró a ese oscuro camino se dio cuenta de que estaba solo, no había ni una sola persona ahí. El camino era plano y siniestro, las paredes evidentemente antiguas, todo estaba como olvidado. Jimin caminaba cojeando y agarrándose de las paredes pues el dolor físico no le permitía estar de pie.
Amar duele, definitivamente amar duele...
El camino se volvió tedioso para el peliplata, su cuerpo demacrado no le permitía dar un paso más, su estado no era muy bueno —, si su padre lo ve así definitivamente le regañaría —, ese pensamiento logró hacer llorar al peliplata. Se sentó en la entrada de una puerta vieja y con sus manos ensangrentadas se tapó la cara, odiaba llorar, realmente lo odiaba, y más si era por culpa de su padre. Jimin extrañaba a su madre, la única persona que lo amó. Ella le daba fuerzas y le decía que no se rinda nunca, ella era su única fuerza, pero cuando murió fue como si se hubiese quedado solo. Solo él contra el mundo.
¿Por qué el mundo era tan injusto con él? ¿Acaso cometió el mayor pecado en su vida pasada? —Mierda —El peliplata lloraba y gemía de dolor, ya no le importaba el dolor físico, le importaba el dolor interno. Ese dolor que nunca lo deja en paz, ese dolor que está como cazador que acecha a su presa.
En ese estado ¡¿Quien no se cansaría de vivir?! ¡¿En qué momento el mundo se convirtió en un maldito infierno?! Llorar no le haría cambiar de opinión al mundo. Este ni siquiera escucha nuestras súplicas, este no es capaz de cambiar nuestro futuro.
—No deberías estar llorando —Se escuchó una voz masculina pero dulce —Llorar no arreglará tus problemas.
—¿Y tú qué sabes? —El peliplata seguía apoyado en sus manos, no deseaba que nadie lo viera con los ojos rojos de tanto llorar.
—Se lo suficiente como para saber que estás sufriendo. —Esa voz cálida hablaba como si tuviese el corazón en la mano —Pero aún así, no es momento de caer, no cuando un buen futuro te espera.
—No creo que eso suceda —El peliplata soltaba una risa amarga.
—Lo hará —, afirmaba.
—¡No necesito a nadie que me hable de mi futuro! —Jimin gritó y volteó para ver quien era el entrometido, pero cuando lo hizo no había nadie en ese lugar, solo estaba él —Seguro ya se fue —, habló bajito.
—Sigo aquí —Jimin escuchó esa voz y volteó inmediatamente de derecha a izquierda, no había nadie. Otra vez solo él.
—¿Te estás escondiendo? —Preguntó algo asustado.
—No lo hago —, contradijo el dueño de la voz —Estoy aquí dentro.
Jimin siguió el sonido de donde provenía esa voz y ahí encontró como una ventana completamente sucia que daba a un sótano, estaba cerrado con cadenas y candados, por lo que era imposible ver a la persona con la que estaba hablando.
—¿No vas a salir de ahí? —El peliplata alzó una ceja aunque sabía que el contrario no lo estaba viendo.
—No puedo, ¿Donde te hiciste daño?—La voz sin dueño hablaba y Jimin estaba confundido, si se suponía que estaba en el sótano ¿Cómo se supone que sabía que estaba herido?
—¿Cómo sabes que me hice daño? Ni siquiera puedes verme —El temor era notorio.
—No necesito hacerlo, con solo escucharte puedo saber. —El peliplata estaba confundido. — Hay muchas cosas que podemos descubrir si observamos y oímos al mundo meticulosamente.
—Esa es una tontería. —Jimin rechistó.
Después de todo estaba hablando con un extraño al que ni siquiera le había visto el rostro, ¿Debería estar de acuerdo con lo que el contrario diga?
—Cree lo que quieras creer, después de todo, el mundo siempre te va a tapar la verdad. —Aquella voz decía con naturalidad.
—No te conozco, no tienes porque decirme esto.
—Yo tampoco te conozco, pero lo hago. —Era sutil.
Jimin escuchó eso y de alguna manera se sintió extraño, ¿Que acaso es normal que un desconocido te hable y entables una charla con él? El peliplata salió como pudo del lugar para ir a su casa, había sido un día largo; un día largo y duro.
Sábado, 01 de Abril del 2017
Los golpes del peliplata se estaban sanando, esa vez cuando llegó a su casa, su padre ni lo miró. Así que no tuvo que dar explicación alguna.
Un padre que no se preocupa por su hijo, y un hijo que no le encuentra sentido a la vida, esperando pacientemente a la muerte. ¿Es esa una verdadera familia?
El de cabellos platinados se encontraba caminando en aquel callejón al que hace días fue, era un lugar de alguna manera apacible, sentía que ahí estaba bien ser él mismo.
—Volviste, ¿Ya sanaste tus heridas? —Jimin escuchó una voz, era la misma de hace tres días atrás.
—¿Eh?
—Eh no es una respuesta. —Seguía hablando esa voz que provenía del sótano.
—No te conozco, ¿Por qué debería decirte de mi estado?— cuestionaba Jimin, era ilógico que aquel desconocido siguiese ahí y que le siguiera preguntando de su vida.
—Solo quería saber, aquella vez parecía que no estabas bien.
—Bueno, ahora lo estoy— la voz del peliplata era monótona, odiaba que la gente tenga pena por él.
—Me alegro, deberías evitar las peleas.
—Como si pudiera —Farfulló para luego sentarse en el mismo lugar que hace tres días.
—Supongo que terminar como terminaste el otro día no es lo que buscabas.
—Claro que no, yo no quería pelear con Jungkook —Habló rápidamente y sin pensar el peliplata. Realmente necesitaba contarle a alguien cómo se sentía, pero no sabía si debía confiar en la voz de aquella persona con la que ha estado hablando —No es algo que necesites saber.
—Pero puedes decírmelo. —Esa voz dulce realmente era bonita, como si fuese la voz de un ángel, pero claro, eso era algo imposible.
—No sé si debo confiar en un desconocido. —Excusó el de cabellos plateados, mientras miraba sus manos fijamente.
—Sé que estas abrumado, tu voz suena tan anodina, como si hubieras perdido el sentido de la vida.
—¿Cómo puedes tú saber eso?, ¿Acaso puedes leer las mentes? —Jimin preguntaba como si de un niño se tratase.
—Ya te lo dije, solo necesitas observar y oír con cautela, eso será suficiente para descubrir los secretos del mundo.
—Aún sigo sin creer en eso.
—Deberías hacerlo —Reafirmaba.
Para el de cabellos platinados era difícil expresarse, y más aún con un completo desconocido, bueno, no es como si realmente tuviese varios conocidos. Él desde pequeño fue poco social, quizá por eso ahora no tiene un amigo que lo comprenda.
Pasaron horas hablando, ellos no se conocían en persona, pero cuando charlaban creaban una burbuja en la que solo ellos dos habitaban, ese día Jimin prometió que volvería a buscar a la persona de bonita voz, lo haría porque de alguna manera estar con aquel chico era reconfortante.
Domingo, 02 de Abril del 2017
—¿Hola? —Jimin hablaba con la pequeña puerta que daba al sótano del lugar. —¿Estás ahí?
—Lo estoy —Esa voz cantarina hablaba, realmente era una voz muy bonita, cualquiera que lo escuche se enamoraría al instante de aquella dulce voz.
—Pensé que te habías ido —La preocupación resaltaba.
—Estaré aquí siempre. —Aseguró la persona que se encontraba detrás de aquella puerta vieja.
Cómo si eso fuera posible...
—Ayer te conté sobre mi, es hora de que me cuentes de ti —El peliplata decía, el sábado le estuvo contando del maltrato que recibía de parte de la persona de la que se había enamorado, también le contó sobre sus padres y sobre sus sueños. Por primera vez desde que su madre murió fue capaz de decirle a alguien cómo se sentía.
—¿Qué es lo que quieres saber? —Interrogó.
—Bueno, mnn no sé —, titubeaba —sobre tu familia.
—Mis padres —dijo en un susurro casi inaudible, pero el peliplata si podía escucharlo —No los veo desde hace tiempo.
—¿Cómo es eso posible?
—No sé.
Luego de un silencio un tanto incómodo se pusieron a hablar de otras cosas, así sean estúpidas, para ambos era algo especial, de alguna manera divertida. Sabían que eran desconocidos, pero qué más daba, solo eran un par de jóvenes intentando socializar. El chico del sótano y el chico con una vida triste.
Jueves, 13 de Abril del 2017
—¿Como aprendiste tantas cosas? —El peliplata preguntába con confianza a aquella voz detrás de esa puertita.
—Bueno, solo me quedé observando.
—Yo lo hago siempre y no me funciona —Jimin se quejaba. Los últimos 10 días había aprendido muchas cosas del chico de voz cantarina. El peliplata buscaba entender como es que el de la voz linda sabía demasiado de él si ni siquiera lo había visto, hasta llegó a creer que el otro le estaba jugando una broma y realmente lo estaba viendo, pero de tanto hablar se enteró de que eso era imposible. Pues definitivamente el dueño de esa voz tan hermosa estaba dentro de aquel sótano.
—Quizá no lo estás intentando lo suficiente —Aseguraba —Cierra los ojos. —Jimin le hizo caso y cerró sus ojitos.
—Ya lo hice.
—¿Cómo crees que me veo?
—¿Cómo voy a saber eso? —El de cabellos plateados no entendía.
—Intenta imaginarme, así como yo lo hago.
—¿Usted me imagina? —Cuestionó un confundido Jimin sin poder evitar abrir los ojos y sentir sus mejillas calientes.
—Claro que lo hago, debo de darle un rostro al chico que me esta hablando.—Excusó el de voz linda.
—¿Y cómo crees que soy? —No pudo evitar preguntar.
—Creo que eres lindo, te imagino con una sonrisa muy linda —Eso inconscientemente hizo sonrojar al peliplata, y este estaba profundamente agradecido de que el dueño de esa voz no lo estuviera viendo. —Apuesto a que ahora mismo estás sonrojado. —Jimin aún no lograba entenderlo ¿Cómo podía saberlo? Sin más miró a los costados buscando la voz pero nuevamente no había nadie.
Viernes, 21 de Abril del 2017
—¿Qué es lo que más desea? —El de cabellos platinados preguntaba con una sonrisa en el rostro.
—Simplemente quiero ser feliz, ¿Y tú? ¿Qué es lo que más deseas? —Esa melodiosa voz respondía y preguntaba.
— Simplemente busco que me entiendan, no quiero estar solo en este mundo.
—No lo estarás —Eran palabras que denotaban seguridad.
—¿Usted será mi amigo? —inquirió un Jimin sonriente.
—Pensé que ya lo éramos.— ese comentario hizo reír al chico de cabellos platinados.
—Tiene razón, ya lo somos. —Jimin sonreía, sabía que el otro no lo estaba viendo, sin embargo no podía evitar sonreír y sentirse feliz, por primera vez en mucho tiempo había conseguido un amigo que lo entendía, alguien que realmente estaría ahí para él. —Gracias.
—¿Gracias por qué? —Cuestionaba.
—Por todo
Domingo, 30 de Abril del 2017
—¿Por qué nunca sale de allí?
—No puedo salir —Esa voz tan melodiosa estaba triste, de alguna manera el de cabellos platinados lo sabía.
—¿Puedo ayudarle?
—No creo que puedas hacerlo.
—Claro que puedo. —Luego de eso, Jimin no recibió respuesta, era como si estuviese hablando solo. —¿Cree que no puedo ayudarlo?
—No es eso, tengo miedo de que me veas. — Era esa clase de miedo a ser rechazado, Jimin lo entendía porque había pasado por lo mismo, él siempre había sido rechazado.
—Créame, no me voy a apartar cuando lo vea. Apuesto a que usted es una persona muy bonita.
—¿Prometes que no te vas a apartar? — esta vez esa voz tan suave y melódica sonaba asustada.
—Lo prometo. —Aseguró
—Lo prometiste, ahora estarás conmigo siempre. —Hablaba haciendo sonrojar al peliplata.
—Lo estaré.
Miércoles, 17 de Mayo del 2017
Había pasado un tiempo desde que Jimin no iba a aquel callejón, pero no era porque no quería, era porque estaba ocupado en sus exámenes, se había descuidado mucho del estudio por estar con su amigo. Por fin este día se habían terminado los agotadores exámenes ¿Quién creó esos exámenes? ¿Por qué tenían que ser tan difíciles?
—¿Está ahí?
—Lo estoy. —Una voz triste le respondió.
—¿Pasó algo malo? —Preguntó un Jimin preocupado.
—Pensé que te habías marchado y que no volverías —Se escucharon leves sollozos.
Jimin hizo una "o" con la boca, se había olvidado de avisar a su amigo que no vendría esas fechas.
—Lo lamento, estuve muy ocupado.
—No te preocupes, estoy feliz de que estés aquí. —Esa voz ahora sonaba alegre, como si le hubiera dado un dulce a un niño. Y eso le hacía sentir bien al de cabellos platinados. Mentiría si dijera que no sentía algo, se estaba enamorando de esa voz, cada vez que lo pensaba, se daba cuenta que gracias a él pudo olvidar a su amor antiguo, su amor no correspondido.
Ese día Jimin se fue temprano, mintió a su amigo diciéndole que aún estaba ocupado, pero en verdad fue por un cerrajero, necesitaba ver a su amigo en persona, necesitaba ver a la persona que lo estuvo animando a salir adelante.
Aunque es difícil de creer, aquel chico del sótano fue la mejor persona que conoció Jimin, fue el único que se preocupó por él, y qué mejor sorpresa que sacarlo de aquel sótano nauseabundo y antiguo.
Jimin volvió al lugar con el cerrajero, le dijo que no haga bulla y este asintió. Aquella voz que provenía del ático sabía que el peliplata estaba allí, conocía su aroma, sabía que la persona que le estuvo hablando por tanto tiempo estaba allí, lo conocía lo suficiente para saberlo.
Cuando el cerrajero terminó su tarea, con ayuda de Jimin abrieron el sótano. Este ultimo se encontraba emocionado por la sorpresa que le daría a su amigo, pero el que se llevó la sorpresa fue él. En el sótano no estaba su amigo, o eso quería creer, en aquel sótano había el cuerpo de un chico, un chico que aparentemente estuvo allí bastante tiempo.
Jimin se desmayó y el cerrajero se encargó de llamar una ambulancia y a la policía, él estaba tan sorprendido como el de cabellos platinados, pero el por suerte no se desmayó.
Jueves, 18 de Mayo del 2017
—Al parecer el cuerpo encontrado le pertenece a Min Yoongi, adolescente de 19 años antes de su muerte. —Aquel policía experto en el área respondía las preguntas de Jimin.
—¡¿Que?! —El contrario se encontraba aturdido. —¿Cómo murió? —Su voz estaba rota, eso era obvio para cualquier persona.
—Al parecer fue un asesinato, este caso era uno que se había cerrado hace dos años.
—¿Eh? ¿Dos años? —Era un susurro casi inaudible. Jimin estaba anonadado. —¿Cómo es posible que lo cerraron? ¿Qué fue lo que pasó? —Las lágrimas no pudieron evitar salir de aquellos ojos marrones.
—Fue un adolescente que al parecer sufrió mucho, su padre lo mató, no se sabe el porqué aún. Nunca encontramos el cuerpo, y el señor Min se negó a darnos información.
—¿Me está diciendo que es un caso que lleva dos años? —El de cabellos platinados no lograba entender, ¿Era eso posible? ¿Con quien estuvo hablando? —Estaba completamente confundido, no lo entendía. ¡No tenía sentido!
Salió de la estación de policía con las pocas fuerzas que su cuerpo le brindaba y se dirigió al callejón donde siempre iba, cuando vio el interior del sótano en aquellas paredes estaba escrito algo, eso fue lo principal que dejó Shockeado al peliplata.
"No estás solo, Park Jimin"
El peliplata no recuerda haberle dicho su nombre al chico del ático, era conmocionante ver su nombre escrito con tiza blanca en aquellas paredes sucias.
Jimin quería creer que estaba mal estar ahí, pero no podía, no cuando había prometido a Min Yoongi que estaría ahí para él, o bueno, a su alma.
Pasaron los años y ese asunto prácticamente quedó en el olvido, pero se quedó como una leyenda poco contada.
Algunos dicen que el peliplata empezó a divagar convirtiéndose en un completo loco, otros dicen que hizo su vida como si nada y superó todos los acontecimientos que vivió. No se sabe realmente qué pasó con Jimin, pero de lo que están seguros es que aquel chico de cabellos platinados podía presenciar espíritus, y Min Yoongi no fue la única persona que él pudo sentir.
¡Hola! ¿Cómo han estado?
Sé que tiene algunos errores, pero trataré de corregirlos. Daré lo mejor, y mejoraré con el tiempo.
Gracias por darse el tiempo de leer mi historia.
~TYT~
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