XII
Al ver qué fueron acorralados.
JongDae le lanzó un pergamino en la frente al rubio.
Esté cayó al césped como si fuera un peso muerto.
El Demonio lanzó un gruño de manera escalofriante, sus ojos se tornaron completamente negros.
BaekHyun se estremeció, observaba todo muy impaciente, parecía que las cosas se iban a salir un poco de control...
— ¡Ataquen!— Grito el rubio rabioso.
Los entes malignos se lanzaron hacia ellos.
YoonGi miro al otro Demonio en el piso. Este estaba intentando arrastrase de una manera tan patética que le hizo reír.
Aquel aire de engreído se había ido a la basura y eso le encantó.
Una sonrisa de suficiencia apareció en sus labios.
— Luces tan patético.— Se burló esquivando a tres entes que se lanzaron hacia él.
YoonGi lanzó una carcajada, comenzando a lanzar a los espíritus malignos por los aires.
A ellos si podía mandarlos a descansar eternamente.
El rubio en el suelo le lanzó un bramido colérico.
— ¡No te rías! ¡Maldita mascota! ¡No hay nada más patético que eso!
YoonGi frunció el ceño cayendo en la provocación.
— No te distraigas YoonGi.— Le dijo JongDae con una mirada sería.
En ese momento, el castaño fue rodeado por cinco espíritus que se lanzaban sobre él con ganas de tomarlo de la yugular.
Con una sonrisa de labios serrados, JongDae comenzó a murmurar un pequeño conjuró que los mantenía lejos.
BaekHyun miró a KyungSoo desesperado, las ganas de salir de ese círculo era una tortura.
El pelinegro estaba en problemas. No podía más que alejarse de los espíritus malignos corriendo en círculo por el pentagrama.
Los entes no podían acercarse al círculo y era un poco su ventaja... Pero ya lo estaban acorralando.
Si cortaba el hilo del conjuró KyungSoo perdería tiempo valioso.
Un espíritu logro atraparlo y lo lanzó al piso.
Fue suficiente para MinSeok.
Salió de su escondite, después de todo el Demonio ya estaba siendo dominado por JongDae.
Corrió hacia su hermano y atrapó a dos espíritus en su espejo.
Tomó al que estaba encima de KyungSoo y lo lanzó lejos.
Estaba muy enojado y era difícil hacerlo enojar.
Saco de su bolsillo un pequeño rociador y empezó a rociar a los espíritus malignos con agua bendecida.
KyungSoo se levantó de inmediato, había recibido varios rasguños en su piel.
Tres garras se habían marcado con fuerza en su mejilla y otras tres en su cuello.
Le tomo todo de si para no gruñir y cortar su voz.
Claro que iban a centrarse en él, era él más peligroso para el rubio.
Cuando el agua bendita cayó sobre los espíritus, éstos se alejaron despavoridos, agonizando por quitarse ese líquido de encima.
— ¡Son tres inmudos humanos maldita sea!— Gruño el Demonio enterrando sus uñas en el césped y casi arrancándoselas por la fuerza.— ¡Callen a ese enano!
— ¡Eso me va a doler Demonio estúpido!— Le gritó BaekHyun con un valor que sabe Dios de dónde saco.
Es que, maldita seas, habían lastimado a KyungSoo y el seguía ahí como un estúpido.
— ¡Agoniza maldito fantasma!— Gruño el Demonio haciendo que BaekHyun cayera arrodillado y gimoteando de dolor.
BaekHyun se abrazo a si mismo jadeando.
De nuevo aquella sensación.
Lava, lava parecía recorrer sus venas.
Llevo una mano a la boca cuando sintió náuseas y comenzó a vomitar algo negro de a montones.
JongDae miró al Demonio con ojos furiosos y le lanzó un pergamino a la boca.
— Eres muy ruidoso.— Le dijo con voz ronca.
Debía correr hacia BaekHyun, debía darle de su sangre pero primero tenía que lidiar con siete espíritus.
JongDae comenzó a jadear levemente.
Mierda, su energía Yang... estaba al límite.
El rubio en el suelo comenzó a gruñir colérico pero ahora ya no podía mover ni un dedo.
YoonGi no podía ocultar su sonrisa de feliz cumpleaños.
Mandaba a volar a los espíritus malignos como si fueran moscas.
Su cola gimoteba ansiosa mientras observaba todo desde la cima de un árbol.
Tenía a varios espíritus debajo titubeantes en si atacarlo o no.
— Oh, no sean aburridos.— Les dijo con una sonrisa maliciosa.
En ese momento, se escuchó el estruendo de un cuerpo chocando contra algo muy duró.
— YoonGi deja de jugar...— Lo regaño JongDae sentandose en el piso con una mueca de dolor.
Lo habían lanzado contra un árbol y ahora le dolía un costado.
El castaño sudaba y jadeaba de manera vistosa.
Si, ya estaba al límite.
Le dió casi toda su energía Yang a KyungSoo y uso más en los pergaminos que tenían paralizado al rubio.
Su concentración estaba flaqueando.
YoonGi sintió esto en su cuello.
Su cuerpo se estremeció extasiado ante la idea de ser libre.
Miró a JongDae levantarse y mantener a varios espíritus con sus susurros.
La cola de YoonGi se meneó suavemente, parecía un depredador con su mirada fija en su presa.
Los castaño iris de JongDae le dieron escalofrío cuando chocaron con su miradas.
YoonGi lanzó un chasquido con su lengua y con un movimiento de su mano hizo flotar a los espíritus que lo tenían rodeado.
— Me debés una.— Dijo cerrando su mano en puño.
Al hacer esto, los espíritus comenzaron a contraerse como si le quebraran cada uno de sus huesos.
Comenzaron a chillar de dolor.
Líquido negro y viscoso comenzó a caer sobre JongDae.
— ¡No los extermines!— Le gritó a YoonGi con la respiración agitada.— ¡Pueden ser salvados!
YoonGi elevó una ceja.
— ¡Tú novio se cargó a dos con su espejo!— Replicó.
Las mejillas de JongDae ardieron de forma escandalosa y giro su rostro para evitar que lo vieran.
— YoonGi...— Gruño con la amenaza en su voz.
JongDae solo esperaba que MinSeok estubiera tan ocupado luchando que no le prestó atención a ese estúpido Demonio.
YoonGi sonrió y lanzó a los espíritus lejos de JongDae.
KyungSoo seguía susurrando mientras observaba a BaekHyun retorcerse de dolor y jadear sonoramente.
Por fin, llegó a la palabra final y le lanzó una mirada rápida a su Hyung.
MinSeok sonrió de manera linda y colocándose a horcajadas sobre la espalda del Rubio. Empujó su mano envuelta con el pañuelo blanco justo en medio de sus omóplato.
Los ojos negros del rubio lanzaron un par de lágrimas cargadas de odió.
Lucho con tenacidad para no salir del cuerpo pero finalmente lo hizo.
JongDae le quitó los pergaminos al cuerpo de BaekHyun, para que YoonGi lo pudiera tomar y llevarlo lejos.
JongDae miró por primera vez el cuerpo del Demonio que intentaban cazar.
Era tan malditamente atractivo que intimidaba un poco verlo.
Cabellos negros, alto, cuernos un poco más pequeños que los de YoonGi y una cola más larga.
Este le enseño los colmillos a punto de lanzarse a su yugular.
MinSeok saltó sobre el Demonio, tapo su boca con la mano derecha y lo hizo caer de espaldas al piso.
Inevitablemente se colocó a horcajadas sobre él y le sonrió.
— No cariño.— Le dijo MinSeok.— No debes morder la mano de tú dueño
Los iris del Demonio brillaron colérico y comenzó a gimotear.
Su cola tomo a MinSeok por la cintura y lo lanzó fuera de su cuerpo.
JongDae corrió hacia el Ghost's de BaekHyun en el círculo para darle de su sangre.
El Demonio miró a los entes que aún quedaban en pie.
— ¡No sé detengan...!— Les gruño con una voz profunda y tenebrosa.
Pero antes de que pudiera decir más desapareció de ese sitio y apareció dentro del pentagrama.
— ¡NO!— Gruño con voz distorsionada con el odió.— ¡ÉL MORIRA! ¡ES MIO, LO MATARÉ! ¡JURO QUE TE MATARÉ BYUN BAEKHYUN!
JongDae ya tenía el cuerpo del Ghost en sus brazos. Un poco más calmado por haber bebido de su sangre.
BaekHyun se sentía realmente inútil, pero ese Demonio tenía un gran impacto sobre su cuerpo.
Era casi inexplicable el dolor que le hacía sentir.
Temblaba un poco en los brazos de JongDae.
KyungSoo yacía juntó al pentagrama agotado, necesitaba recuperar el aire.
Los espíritus malignos quedaron quitos, ahora estaban asustados. Su amo estaba siendo capturado frente a sus ojos.
— Tenemos un trato para ti.— Dijo JongDae acercándose al círculo dónde estaba el Demonio.
El pelinegro con ojos rojos de la ira, lo escupió y empiezo a gruñirle en otro idioma.
YoonGi tuvo un deja vu y su cola se crispó, cuando JongDae saco un espejo de su mochila.
YoonGi dejó el cuerpo de BaekHyun junto a su fantasma y miró al Demonio determinado.
— No hagas de esto un drama— Le dijo enojado.— Se acabó para ti desde el instante en que entraste al círculo.
Todos lo miraron algo sorprendidos.
— ¡Cállate! ¡¿Qué mierdas le dices a uno de los tuyos?! ¡Lucharé para salir de su control y los MATARÉ!
YoonGi meneó su cola y chasqueo la lengua.
— ¿Están seguros de esto?.— Les pregunto a JongDae y KyungSoo.— Yo me someto en su mayoría porque quiero...— Confesó con un gruñido molesto.— Pero él realmente puede matarlos, al menos que lo obligen a firmar un contrato.
— ¡Traidor!— Bramó el Demonio lanzandose hacia el círculo, con las feroces ganas de matar a YoonGi y quemando su piel de forma desagradable.— ¡Eres de los nuestros! ¡Desagradable!
YoonGi sonrió de medio lado.
Ese Demonio decía disparates. Ningún Demonio conserva una bonita amistad con otro... Una vez que se convierten en lo que son, viven para ellos mismo y ya.
La palabra traidor no estaba bien avalada para los Demonios. En si, no hay lealtad y fidelidad entre ellos.
— ¡Escucha idiota!— Le gruño.— ¡Estos bastardos van a ponerte uno de estos!— Señaló el collar en su cuello.— Y van a tratarte como a su jodida mascota.— Alego YoonGi con una sonrisa arrogante.— Pero son divertidos.
Después de decir esto, YoonGi lanzó una estruendosa carcajada cargada de despreció y rencor.
Los espíritus a mando del Demonio dentro del círculo desaparecieron y esté se quedó quieto observando a YoonGi.
MinSeok camino hacia la mochila que habían dejado en el suelo y saco un collar negro de ella.
— Está bien.— Dijo el Demonio saliendo de sus pensamientos y una sonrisa que dió mala espina se formó en su rostro.— Pero es mi contrató, mis exigencias y será a mi manera.
Estaba furioso, pero no quería ser la mascota de alguien más... Miró a YoonGi que aún seguía riendo histérico, como si su patética situación lo estuviera volviendo loco.
— ¿Qué está bien? ¿Ser sometido?— Preguntó MinSeok curioso.
El Demonio le lanzó un gruñido, enseñandole todos sus afilados colmillos.
— Anulare el maldito contrato con Byun BaekHyun.— Dijo apretando su mandíbula con rabia.— Pero tomaré algo a cambio. No será su alma, pero algo debo obtener a cambio. Yo cumplí con mi parte del trató.
BaekHyun lo miro sentándose en el suelo.
Aún estaba adolorido y no dejaba de lanzar esa cosa viscosa y negra de vez en cuando.
— ¿Cuál era el trató?— Preguntó BaekHyun.
El Demonio lo miro de reojo y volvió su atención a MinSeok quien era él que tenía la mayor presencia de los humanos.
— Me llevaré todos sus recuerdos como fantasma.— Dijo con una sonrisa de medio lado.— También haré un nuevo contrato con ustedes...— Mordió su labio inferior de una manera tan erótica.— O no.— Se lanzó a reír como un demente.
BaekHyun abrió sus ojos, no tenía recuerdos de antes de volverse un fantasma pero... Miró a KyungSoo y la angustia lo envolvió.
No, no quería perder los recuerdos que había hecho con aquel par de amigos.
Fue divertido y le gustaban... Le gustaba KyungSoo, le gustaba mucho.
— Está bien.— Dijo KyungSoo levantándose.— Sabíamos que esto podría pasar.
JongDae bajo la mirada, si, lo habían discutido desde el momento en que YoonGi le dijo la estírpe de aquél roba sueños.
MinSeok miró a BaekHyun con una pequeña sonrisa compasiva.
YoonGi había dejado de reír y se sentó en el césped.
— No.— BaekHyun frunció el ceño.— No quiero.
KyungSoo lo miro con una mueca.
— No hagas de esto un drama, podrás crear nuevos recuerdos.— Le dijo de forma tranquila.— Debes aceptar el trato, es la única manera que tienes para recuperar tú cuerpo.
BaekHyun miró a JongDae molesto.
— ¿Tú lo sabías?
El castaño suspiró.
— Si, siempre supimos que esto pasaría... No queríamos asustarte, por eso no te lo dijimos.
El Demonio en el pentagrama gimoteo de gozo, le gustaba eso, le gustaba verlos sufrir.
— ¡¿Es un trato?!— Gritó en éxtasis.— ¡Respondan!
Una angustia innegable nació en el pecho de BaekHyun.
Él olvidaría...
Él olvidaría todo.
Desde esa tenebrosa noche en la que chocó por accidentes con KyungSoo, hasta el beso que se dieron.
Ese beso que le provocó una inmensa felicidad...
Sus ojos se cristalizaron.
No, no quería olvidarlo.
Ni siquiera quería olvidar a YoonGi, aquél Demonio que solo fue su buying la mayoría del tiempo.
Y JongDae, él fue tan bueno, tan amable... Su pecho comenzo a doler y las lágrimas salieron.
— ¡Respondan de una jodida vez!
KyungSoo miró al Demonio con enojó, tomo el collar que tenía MinSeok en las manos y se lo engancho en el cuello.
— ¡Si maldita sea!.— Gruñó.— Deja de gritar.
×××××^^×××××
Hola mis amores.
Aquí yo de nuevo.
Gracias por leer
Marina_kya
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