III
Aunque estaba molestó, BaekHyun no pudo evitar seguir a KyungSoo, cuando este se escabulló por la ventana de su habitación en la noche... Pero ¡Demonios! Ahora se arrepentía tanto de haberlo hecho.
KyungSoo había tomado un bus que lo bajo treinta minutos después y en una calle estúpidamente escalofriante.
Era de esas calles desiertas con farolas titilantes y cubiertas con una densa neblina que no te dejaba ver más allá de un metro de distancia. De esas calles donde en las películas de terror aparece una mujer con el cabello negro y largo caminando de espaldas hacia ti....
BaekHyun tembló del mismo miedo al imaginarlo. Y no podía evitar dar pequeños saltitos, mientras que KyungSoo fijaba sus emocionados ojos en cada lugar donde escuchaban un ruido raro. Como si realmente estuviera ansioso porque aquella mujer apareciera para pedirle un autógrafo.
Gracias a los Dioses nada de eso sucedió, pero luego de caminar por unos largos minutos, BaekHyun divisó un escalofriante bosque bañado por la tenue luz de la luna y envuelto por aquella neblina que parecía protegerlo de algo.
Su cuerpo tembló con horror al ver a KyungSoo sonreír emocionado y acelerar el paso hacia aquel bosque.
BaekHyun se quedó petrificado viéndolo desaparecer poco a poco de su campo visual. Y es que ¡No! ¡Ni siquiera muerto entraría a ese terrorífico lugar! En donde se le erizaba la piel de solo verlo... Pero cuando la silueta de KyungSoo no fue más que una sombra en la oscuridad. El sonido de un palo siendo pisado hizo chillar a BaekHyun como una niña asustada.
Miro a su alrededor temblando de miedo, pero la neblina ahora no lo dejaba ver más halla de su propia nariz.
— ¿Qui-quién anda ahí?. — Si, fue estúpidamente ridículo preguntar eso a la nada misma, pero estaba tan malditamente asustado que sus neuronas no estaban fusionando correctamente.
Un tenebroso silencio lo envolvió después de aquella pregunta. BaekHyun miro por donde había desaparecido KyungSoo y trago forzosamente saliva. Era seguirlo o quedarse hay parado y asustado como el infierno.
Finalmente BaekHyun suspiró derrotado y hecho andar hacia aquel bosque que hacía gritar a sus sentidos con un claro "No te acerques" que lo hacia estremecerse del miedo...
Oh, pero claro que BaekHyun casi muere (realmente) de un infartó cuando jalaron de su abrigó por la parte de atrás. Su sangre se heló en su inmortal cuerpo y un escalofrío lo dejo sin aliento. Ya que, la única manera de que pudieran tocarlo era ser como KyungSoo o estar muerto... Y bien sabe Dios que un humano no estaría allí a esas horas.
Por su lado, KyungSoo atravesaba el viejo bosque emocionado y mirando hacia cada sonido buscando algo de acción o vida sobrenatural. Desgraciadamente no eran más que animales nocturnos o el viento quienes hacían aquellos sonidos.
Pero finalmente los ojos de KyungSoo brillaron y sonrió al ver una sombra moverse a lo lejos. Saco sus gafas de visión nocturna de su mochila y enfocó a la sombra, pero su sonrisa se borro al percatarse de que sólo se trataba de su amigo indicándole en donde se encontraba.
Decepcionado, KyungSoo camino hacia JongDae a paso lento y aburrido, pero sus ojos volvieron a brillar al visualizar una gran y majestuosa mansión ante él. Dios, era tan hermosa.
La mansión Park; Así se hizo conocer a través de los años. Aquella mansión se había incendiando cuatro años antes de que él naciera. La familia que vivía allí perdió a su hijo mayor en el incendió. Es por ello que los desbastados señores Park decidieron dejar atrás esa hermosa mansión.
Y desde entonces, nadie la ha habitado permanentemente. Ya que, se rumorea que varios vagabundos o mal vivientes intentaron ocuparla, pero fueron echados de allí por algo sobrenatural y escalofriante.
En realidad, existen muchos rumores sobre la mansión y KyungSoo espera que al menos uno de ellos sea cierto.
La mansión Park, ahora ni siquiera es el esqueleto de lo que llegó a ser una vez; En donde antes brillaba un hermoso color marfil en el exterior. Ahora las enredaderas y el moho eran su color permanente. Acompañados por ventanas rotas y madera podrida. El techo se había caído hace años en gran parte de la casa y recuerdos de las llamas aun manchaban las paredes del exterior. Pero curiosamente; la ventana que pertenecía a la habitación del joven Park. Allí donde el joven dio su último aliento, aun se hallaba intacta. Cubierta de moho y enredaderas. Si, pero intacta.
Eso entusiasmaba a KyungSoo y llego junto a JongDae realmente ansioso, pero antes de poder abrir su boca para expresar su emoción, su amigo le tapo la misma con su diestra y llevo el dedo índice de su siniestra a sus labios.
— No hables fuerte...— Murmullo JongDae lo más bajo que le permite su voz..— Mira allí.— Alega señalándole con un gesto de cabeza hacia una zona de la mansión.
Con el ceño fruncido, KyungSoo guía su mirada hacia el lugar señalado. No logra ver mucho por lo que saca sus binoculares de la mochila y mira hacia la única ventana intacta del lugar. Rápidamente una sonrisa se forma en sus labios y mira a su amigo con ojos brillantes.
JongDae le sonríe con la misma emoción.
— Hoy es nuestro día, compañero.— Le susurra JongDae con el mismo tono cauteloso de antes, pero la emoción hace eco en su voz.
KyungSoo asiente varias veces como un niño ansioso y JongDae no puede evitar sonreír con ternura.
— ¿Trajiste todo?. — Le preguntó JongDae evitando acariciar los cabellos azabaches de KyungSoo por miedo a perder su mano.
KyungSoo asiente nuevamente a su pregunta.
— Yo lo distraigo, mientras tú haces tú trabajo. — Mascullo KyungSoo en un tono bajo y muy suave.
JongDae sonrió orgulloso.
— Cuento contigo, compañero.
KyungSoo vuelve asentir con una sonrisa. Esta tan ansioso que no puede parar de sentir su pulso alterado. Además, confiaba en JongDae más que en nadie y esta seguro de que esta vez el Demonio no se les escapará de las manos.
JongDae proviene de una familia guardián de templos. Aunque sus padres no cuidan uno y él tampoco fue criado para hacerlo. Esta en sus genes el poder capturar y controlar espíritus malignos o Demonios mediante rituales simples.
KyungSoo lo conoce desde que es un niño, ya que sus padres son amigos cercanos desde casi siempre. Pero nadie en sus familias están tan interesados en lo paranormal como ellos dos y es allí donde su amistad surge superando los limites de sus personalidades tan opuestas.
KyungSoo vuelve a mirar hacia la mansión, Dios, es inmensa. Si no fuera porque saben la ubicación del Demonio, tardarían demasiado tiempo en poder capturarlo, habiendo tantas habitaciones por donde este puede huir o esconderse. Aunque aún teme que aquel Demonio logre escapar de ellos.
JongDae no paso desapercibido su preocupación, a lo que sonrió suavemente y le dio unas leves palmaditas en su hombro.
— He logrado rodear con sal la mansión antes de que llegarás. Así que es imposible que él logre escapar de ella.— Susurra mirando hacia la mansión orgulloso de si mismo.
KyungSoo siente su pecho llenarse de orgullo por su amigo. Infiernos, realmente quería besarlo en ese momento, pero seria bastante raro así que paso de hacerlo.
— Joder, eres un genio.— Lo elogió finalmente ansioso. Eso les facilitaba demasiado el trabajo.
— Lo sé.— Réplica JongDae con egocentrismo.
KyungSoo vira sus ojos al escuchar su respuesta.
— ¿De qué tipo es?.— Preguntó al observar una silueta oscura moverse dentro de la mansión.
Ellos catalogaban a los Demonios del tipo A al E. Del más peligroso al más débil. Era extraño ver un A y bastante común cruzarse con un E.
— Es un C.— Respondió JongDae con sus ojos dilatados de emoción.— Y bastante gruñón. Me recuerda a ti.
KyungSoo gira a ver a su amigo con una ceja arqueada al sentirse ofendido.
— ¿Me estas comparando con un Demonio?. — Refunfuña con su ceño fruncido y en susurros.
Fue el turno de JongDae para elevar una de sus cejas incrédulo.
— ¿No es eso bueno?.— Réplica.— Pensé que te gustaría la comparación.
KyungSoo puso sus ojos en blanco.
— Ese es el problema, me hubiera gustado ser uno y tú me refriegas en la cara que solo me parezco a uno. Rompes mi corazón.
JongDae niega realmente incrédulo. Debió imaginarlo, KyungSoo realmente era un caso perdido.
— Vale, creo que deberíamos empezar. — Mascullo observando a la sombra negra detenerse en la habitación del hijo de los Park y no moverse de allí.— Ve arriba lo más cauteloso que puedas, mientras que yo intentare invocarlo desde la planta baja y tú intenta liberar a ese pobre Ghost que tiene atrapado.— Susurró observando la sombra aún en su sitió.
KyungSoo asintió a su plan. El Ghost realmente no le interesaba, pero su amigo era fiel sirviente de querer protegerlos y ayudarlos a ir al cielo. Ya que, esos Ghost tienen la dicha de renacer nuevamente como un bebé, creando nuevas historias y bla, bla, bla...
— Ten.— Dijo KyungSoo tendiéndole su mochila. — Esta todo ahí. Me costo conseguir el espejo, pero aquí lo tienes.— Alegó con una sonrisa engreída.
JongDae le dedico una sonrisa orgulloso.
— Sabia que lo conseguirías.— Dijo tomando la mochila.— ¿Tú llevas con que protegerte?.— Le preguntó con toda la intensión de darle su frasco de sal.
Si, por más imposible y absurdo que parezca, la sal es más eficaz contra los Demonios que la misma agua bendita.
— Sí.— Respondió KyungSoo antes de mirar a su amigo con una sonrisa malévola. — ¿Estas preocupado acaso?.— Cuestionó divertido, a lo que JongDae se avergonzó.
— Sabes que si. Si algo te sucede me echaran la bronca.— Replicó fingiendo que realmente no le interesaba su bienestar.
Algo que realmente le preocupaba, siendo el mayor, JongDae siempre intentaba hacer todo el trabajo sucio para poder mantener a KyungSoo lo más a salvo posible de sus salidas de caza.
KyungSoo miro a su amigo y sonrió afable.
— Tranquilo, se protegerme.— Susurró intentando calmarlo.
JongDae asintió dejando salir un suspiro.
— Lo sé. — Susurró colocándose la mochila en uno de sus hombros.— ¿Vamos?.— Cuestionó observando a KyungSoo muy entretenido observando hacia la mansión. Como si algo hubiera llamado su atención en últimas instancias.
— Por satán.— Gruño KyungSoo frunciendo el ceño.— ¿Qué Demonios hace él allí?.
JongDae mira hacia donde miraba su amigo. Allí fuera de la mansión se encontraban dos siluetas aparentemente forcejeando entre sí. Eran dos chicos, uno tiraba del otro queriéndolo introducir dentro de la mansión.
Se le fue fácil a JongDae identificar al Ghost sobre el que su amigo había pedido información. Si, definitivamente ese era BaekHyun negándose hasta con su último aliento a entrar a la mansión Park.
— ¿Plan B?.— Cuestiono JongDae al ver al Demonio moverse inquietó con la presencia de los Ghost.
KyungSoo no puede dejar de ver la cara bañada en pánico en el normalmente desinteresado rostro de BaekHyun. Sus dedos se enterraron de manera inconsciente en los binoculares. Si, estaba molesto por aquella situación.
KyungSoo no sabia que BaekHyun le temía tanto a lo sobrenatural y tampoco sabia el porque estaba tan molesto con que el otro Ghost lo obligará a entrar a la mansión. Era como si quisiera proteger al estúpido de BaekHyun, aún sabiendo de que él seguramente se lo buscó.
Finalmente KyungSoo deja salir un largo suspiro, al ver a ambos Ghost desaparecer dentro de la mansión.
— Lo invocaremos aquí. Haremos el pentagrama con sal, es algo arriesgado siendo que estamos al aire libre, pero es mejor a encontrarnos con un Demonio enojado.— Susurró JongDae con voz baja observando al Demonio acechar a los Ghost.
KyungSoo a su lado se estremeció. Era mala idea y lo sabia. Estando al aire libre corrían con el riesgo de que el viento o un animal rompiera el pentagrama, antes de que pudieran capturar al Demonio.
Pero por otro lado, JongDae estaba en lo cierto. Ese Demonio parecía muy protector con el Ghost que mantenía encerrado allí y si BaekHyun y el otro Ghost invadían su guarida sin permiso, es obvio que no los recibirá con los brazos abiertos.
— Esta bien.— Responde finalmente KyungSoo, comenzando a seguir a su amigo.
Primero debían encontrar un lugar firme y estable, para poder dibujar el pentagrama, sin que este sufra consecuencias inesperadas por estar mal hecho o inestable.
«No hagas alguna estupidez, Ghost estúpido»
Por su lado, BaekHyun estaba siendo presa de un miedo infinito y de la intensa mirada de un Demonio clavada en su nuca. Se sentía como un cerdo yendo al matadero.
¡Infiernos! BaekHyun estaba tan asustado que podría hacerse en los pantalones en cualquier momento. Su piel no deja de erizarse y su cuerpo temblaba hasta por el mínimo sonido que escuchaba allí.
Quiere largarse de allí con la misma intensidad con la que quiere volver a su cuerpo. Porque él esta seguro de que están siendo seguidos por aquella presencia del mal. Y esta aun más seguro de que no son bienvenidos y esta aún más estúpidamente seguro de que algo malo les pasara si continúan avanzando.
— O-oye... No creo que debamos seguir avanzando. — Al hablar, BaekHyun humedeció sus labios y trago difícilmente saliva.
El Ghost que lo había arrastrado hacia allí, giro a verlo con una sonrisa que no llegó a reflejarse en sus ojos. BaekHyun volvió a tragar saliva, allí estaba la razón principal por la que había aceptado ayudarlo, pero jamás imaginó que debían enfrentarse a un Demonio para ello.
— Confía en mi, Hyung.— Le susurró el chico tomando su mano.— Él no puede lastimarte.
BaekHyun tembló de pies a cabeza al ver como una sombra cruzaba a gran velocidad de una habitación a otra por el rabillo de su ojo. Sudo frío.
— Pe-pero tú... — Las palabras se ahogaron en su boca cuándo una triste y escalofriante melodía de piano invadió la mansión por completó.
¡Por todos los Dioses! BaekHyun comenzó a mirar hacia todas direcciones completamente horrorizado. Pero unas frías y amables manos sujetaron su rostro para que sus asustados ojos, sólo vieran a su dueño.
— No le des importancia, Hyung. Él solo se divierte asustandote.— Le dijo el Ghost mirándolo con unos hermosos ojos cafés bañados de tristeza.— Realmente siento pedirle esto, Hyung. Pero estoy tan cansado de verlo sufrir... Por mi, no se preocupe. Nuestro plan no cambiará.— Susurró esto último solo para que BaekHyun pudiera escucharlo.
Aun hiperventilando BaekHyun asintió a sus palabras. Realmente estaba aterrado pero debía ayudar a aquellos chicos. Maldición, odiaba el momento en que descubrió que era buena persona. Ya que; apenas escuchó el llanto desesperado de JungKook (el Ghost que lo arrastró hasta allí) no pudo evitar acceder a su pedido de ayuda.
La historia resumida sería; en que el incendió de la mansión Park, no fue provocado por un accidente como se especula. Según JungKook, esta seguro de que el Demonio que tiene preso a su mejor amigo fue el causante del incendió. Manipulando a una de las sirvientas para que provocará el fuego.
JiMin (el amigo de JungKook) estaba durmiendo cuando todo sucedió y nadie pudo llegar a él antes de que el fuego les impidiera el paso a la planta alta. Sin ser consciente, JiMin murió asfixiado.
El joven Park en vida, era como KyungSoo. Él podía ver Ghost constantemente y fue así como se conocieron con JungKook.
JungKook murió en su primavera número dieciocho víctima de una enfermedad en el siglo diecinueve. Él conoció a JiMin desde que este era muy pequeño y con los años, se convirtió en su guardián y su mejor amigo.
JiMin era un niño extrovertido y muy alegre que no paraba de sonreír. Pero en la adolecencia se convirtió en alguien muy retraído, al descubrir que nadie comprendía su Don y que para todos era extrañó. Además, de que comenzó a ser víctima del bullying por sus compañeros, cuando lo descubrieron hablando y riendo solo. Siendo que en realidad jugaba con JungKook.
Una historia que destrozó el alma de BaekHyun de sólo imaginar lo que el chico habrá sufrido. Y realmente se enfureció cuando JungKook le contó que JiMin fue asesinado y que ahora estaba condenado a vivir con su asesinó. Nadie merece algo así, ni siquiera muerto el chico podía ser libre. Eso era algo que le revolvía el estómago de la rabia.
BaekHyun siguió a JungKook comenzando a subir las escaleras y cuando pusieron un pié en el segundo piso. El piano dejo de sonar con un estrepitoso llanto de las teclas al ser agresivamente apretadas. Dejando a BaekHyun petrificado en su sitió.
JungKook lo tomo de la mano y jaló gentilmente de él por un pasillo envuelto por alfombras que una vez fueron rojas y ahora solo eran de color carbonizado, gracias al fuego que una vez la consumió.
BaekHyun trago saliva con dificultad, cuando quedaron en un silencio sepulcral. Ahora sus pisadas eran lo único que retumbaban en la vieja y deteriorada madera.
¡Por un Demonio! Estaba todo tan tranquilo que le ponía los pelos de punta.
Pero JungKook continuo caminando, aún ignorando cualquier ruido, como las pisadas de alguien corriendo encima de ellos, haciendo que un polvo cayera del techo.
BaekHyun vuelve a asustarse y su cuerpo se heló cuando el techo crujio sobre sus cabezas como si hubieran saltado con mucha fuerza sobre él, logrando que cayera una nube de polvo sobre ellos.
Oficialmente, BaekHyun se haría en sus pantalones. Tenía tanto miedo de terminar verdaderamente muerto o atrapado como JiMin. Ya que, estaban tratando con un Demonio después de todo y él desconocía el limite de sus poderes.
Pero JungKook le repitió un millón de veces que ese Demonio no podía lastimarlo porque él aun sigue siendo un ser de luz al no estar completamente muerto.
El techo volvió a temblar y la madera del mismo crujió cuando volvieron a saltar sobre él. Logrando que ahora un denso polvo cayera del desgastado techo y consumiera el pasillo, dejándolos casi ciegos.
JungKook apretó más su agarré en su mano y tiro rápidamente de él. Comenzando a correr y a la vez que atravesaban de una habitación a otra. Evitando a toda costa, el pasillo por donde ahora se oía a alguien o algo, correr y gruñir en su dirección. Parecía el sonido que haría una gran bestia enojada.
BaekHyun no quería pensar en que esa cosa les pisaba los talones a través de la pared.
— ¡Es la habitación siguiente, Hyung!.— Grito JungKook acelerando el paso, pero automáticamente la pared frente a ellos fue atravesada por una enorme bestia de colmillos estúpidamente grandes y unos furiosos ojos rojos. Se parecía bastante al sabueso infernal. JungKook se detuvo y lo soltó, para que Baek continuara corriendo. Pero BaekHyun no podía dejar de ver a aquella horrorosa bestia rugirles y lanzar baba a diestra y siniestra.— ¡Ve, Hyung!.— Le grito JungKook, girando para mirarlo a los ojos.
BaekHyun finalmente volvió en si y hecho a correr hacia la bestia con sus ojos cerrados y rezando a todos los benditos santos que recordaba.
Si sobrevivía a todo eso, se internaría el mismo en un manicomio.
«KyungSoo, creo que me metí en algo realmente estúpido»
➳♥➳♥➳♥➳♥➳♥
(╯✧▽✧)╯ ¡Por fin pude inspirarme! GabyKpop aquí esta por lo que tanto llorabas (ok,no).
Te dedicó el capitulo, loca. Espero lo hayas disfrutado porque vas a tener que esperar por la siguiente actualización :v
Jajaja. Gracias por leer, Saluditos y besos ( ˘ ³˘)♥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro