El amor no aparece con ninguna señal de advertencia. Caes en él como si te empujaran desde un trampolín alto y no hay tiempo para pensar en lo que está pasando. Es inevitable. Un evento que no puedes controlar y una loca montaña rusa para el corazón del que sólo tienes que seguir su curso.

El amor es un sentimiento, un sentimiento de felicidad. El amor es poderoso, demasiado poderoso para jugar. Este sentimiento es extraño y difícil de describir, pero cuando te enamores, lo sabrás por dentro.

Y JungKook lo sabía pues cada día su amor por TaeHyung se hacia más profundo, tan profundo de lo que nunca antes había imaginado. Daría todo, hasta lo imposible para que su amado Omega fuera feliz por siempre.

En este último mes se había esforzando como nunca en hacer que su cortejo fuera digno para su amado Omega, quien con unos dulces besos en los labios y sus hermosos ojitos brillantes le agradecía por sus maravillosas citas. Ver su rostro de felicidad, hacia que valiera la pena absolutamente todo.

Y el amor de ese lindo cachorrito, de MinHo, le hacia sentir tan pleno, tan amado.

Sonríe recordando las maravillosas citas exitosas al lado de TaeHyung y los bellos momentos en familia que ha pasado al lado de su Omega y su pequeño en las tardes-noche de maratones de películas y pizza.

Pero pronto sus lindos recuerdos se ven esfumados al instante de pegar un brinco ante el repentino ruido del teléfono sonando, bufa y malamente responde.

Era SunYoung.

— Señor — La escuchó decir, pero frunce el ceño al notar el timbre de voz de su recepcionista en un tono preocupado — Lo busca Hong Min-Beom, dice que es urgente y que no se moverá de aquí sin hablar antes con usted o TaeHyung...

JungKook maldice y suspira frustrado. Para su buena suerte, TaeHyung hacia unos minutos se había ofrecido a salir en busca de sus almuerzos y aquello le tomaría un buen tiempo. Un tiempo que aprovecharía.

— Hazlo pasar, SunYoung.

Ordena y la línea se queda en un corto silencio, para después escuchar un "está bien, Señor Jeon" y colgar.

No pasan más de unos cortos minutos cuando escucha el ruido de su puerta ser tocada y abierta al mismo tiempo, dejando así ver la desagradable vista del cuerpo de Min-Beom.

Observa con rabia y desagrado como el Alfa pasa con confianza por su oficina, mirando con detalle y sorpresa el lugar. JungKook retoma su postura y egocéntricamente mira a Min-Beom quien al notar que JungKook le miraba con burla ante su sorpresa, cambió su expresión a una neutra.

— Se que esto es nuevo para ti, pero con mirar no obtendrás todo esto.

Después de todo, la soberbia y egocentrismo se le daba muy bien a Jeon JungKook.

— ¿Dónde esta TaeHyung? — Pregunta Min-Beom apretando fuertemente sus puños, pasando de largo las palabras de burla de JungKook.

— Dónde este mi Omega no te debe de importar — Responde secamente, pero sonríe al ver como el otro Alfa aprieta su mandíbula fuertemente del enojo.

— Él es el padre de mi hijo, quiero hablar con TaeHyung — dice marcando el "mi" en un intento de molestar al Alfa, quien en vez de hacerlo suelta un estruendosa carcajada.

— Kim MinHo.

— ¿Qué? — Pregunta confundido el Alfa y eso solo hace ensanchar la sonrisa burlesca de JungKook.

— Mi pequeño se llama Kim MinHo, por ende solo tiene un padre y ese padre es el maravilloso Kim TaeHyung. Legalmente TaeHyung es su único padre, así que déjate de estupideces y ve al grano de tu visita — Ordena y observa con plena diversión el debate mental que tiene Min-Beom. Tan estúpido, piensa JungKook.

— Yo solo quiero conocer a MinHo, él también es mi hijo y-

Rápidamente el Alfa le corta, rodando sus ojos con fastidio ante tanta palabrería falsa.

— Hong Min-Beom, veinticinco años, graduado con honores en una de las mejores universidades de Daegu — JungKook le mira de pies a cabeza — Mira, no eres tan estúpido como pensaba — Se burla.

— ¡Oye tu quien te crees idi-

— Cállate — Le corta seriamente — Hace un año atrás abriste una empresa, al principio iba bien, pero eres un pobre idiota que se dejó engañar por un impostor hace un mes y medio y quedaste en la gran ruina, viste por casualidad un anuncio sobre mi compromiso con TaeHyung, lo reconociste y es ahí donde viste tu gran oportunidad, ¿no es así? — Min-Beom simplemente le observa con asombro y JungKook sonríe al saber que estaba en lo correcto.

— ¿Cómo sabes lo de mi empresa? — Pregunta simplemente Min-Beom, a lo que JungKook ríe y se para de su asiento para quedar frente a frente con el Alfa.

— Yo lo sé todo — Responde simple y con orgullo — Soy millonario, tengo influencias y contactos, es tan fácil como tronar los dedos y conseguir toda la información sobre ti — Dice retomando su lugar en su asiento — Ahora dime, ¿Cuál es tu precio? —Pregunta sin rodeos y observa cómo el Alfa se tensa y le mira nuevamente asombrado.

Había dado en el blanco.

— C-creo que te estás confundiendo...

— Estás endeudado hasta el cuello, la única manera de sacarte de tu bancarrota es salvando tu empresa y da la maravillosa casualidad que para eso necesitas unos cuantos millones de wones — JungKook sonríe, amaba tener la razón — Eres un idiota, pero no te creo tan tonto como para saber que si quieres reconocer a MinHo, también tendrás que hacerte cargo de él monetariamente, sin contar que por ley tendrás que pagarle a TaeHyung todos esos años que no te hiciste cargo de Honey y repito, da la maravillosa casualidad que no tienes ni un solo peso donde caer muerto.

— Yo...

— Han pasado cinco años y da la casualidad que recientemente, apenas unos días de el anuncio a mi compromiso con TaeHyung, tu apareces en mi edificio con la estúpida y repentina idea de hacerte cargo de MinHo, tan sospechoso. Pero como hoy amanecí amable, ignoraré por completo que tuve que repetir esta pregunta dos veces. Nuevamente, ¿Cuál es tu precio?

Min-Beom dudó unos segundos, para después descaradamente decir la suma de dinero que necesitaba.

— Así que veinte millones es lo que vale mi hijo — Los dos Alfas se sorprendieron ante la repentina llegada de TaeHyung, se miraba furioso.

— TaeHyung... — JungKook tragó en seco al ver a su pareja, y supo que se encontraba en problemas al ver la mirada furiosa que le dirigió.

Oh no.

Min-Beom por su lado iba a reír ante el repentino cambio de JungKook, pero todo se quedó en el olvido al instante de sentir un fuerte puño justo en su mejilla izquierda.

TaeHyung le había golpeado.

— ¿¡Eso es lo que vale para ti mi hijo, idiota!? — Preguntó tratando de zafarse del agarre de su Alfa, pero este le tenía muy bien sujetado — ¡Sabía que todo era una mentira! ¡Y lo peor de todo es que estuve a punto de dejar que conocieras a MinHo! — Admite en gritos, bajo las asombradas miradas de los dos Alfas.

— ¿De... De verdad ibas a dejarme ver a MinHo? — Se atreve a preguntar Min-Beom, mientras adolorido tocaba donde fuertemente le había pegado el Omega.

— ¡Iba! — Le dice ya un poco más calmado, entre los brazos de JungKook — Pero claramente ahora ya no.

Un gran silencio se forma en el lugar, y TaeHyung simplemente asesina con la mirada a Min-Beom, mismo quien mantenía la mirada gacha.

— Min-Beom — TaeHyung le llama y este le mira al instante — Solo toma el dinero y lárgate — Dice y JungKook como perrito regañado, pero triunfal toma un cheque y lo llena.

— Veinte millones — JungKook le señala el cheque — Te lo daré, pero antes me tienes que firmar algo — Dice, obtenido por completo la curiosa atención del Omega y Alfa.

JungKook se limita a guiñarle el ojo a su Omega y de uno de los cajones de su escritorio saca un papel y lo extiende al Alfa.

— Firma este papel y esos veinte millones de dólares serán completamente tuyos — Explica al confundido Min-Beom.

— ¿Qué es?

— Al firmar no solo te deslindas de intentar obtener la paternidad de MinHo, sino también te comprometes a no volver intentar acercarte a TaeHyung, MinHo o a mi.

Min-Beom vacila por un momento en firmar, pero al final opta por hacerlo y JungKook se limita a mirarle para después entregarle en cheque al ver ya su firma puesta ahí.

TaeHyung en silencio camina a JungKook, y toma asiento en su regazo, acto que Min-Beom mira atentamente y en silencio.

TaeHyung no le dirigía la mirada, en cambio este se limita a buscar el calor de su Alfa.

Min-Beom suspira pesadamente, y a pasos lentos se dirige a la salida, pero antes de hacerlo por completo mira a la pareja y dice:

— Cuando dije que aún te amaba... No mentía, TaeHyung — Admite Min-Beom y escucha un fuerte gruñido proveniente de JungKook, en cambio el Omega seguía sin mirarle — Yo... Lamento todo esto — Dice por último al ver que TaeHyung no le daría repuesta alguna, y observa en cambio como este escondía su rostro en el cuello de JungKook, quien se limitaba a mimarle y abrazarlo protectoramente.

Para cuando el otro Alfa finalmente se había marchado, TaeHyung se suelta a llorar en el pecho de su Alfa, quien preocupado y con sentimiento de culpa consuela a su Omega.

— Tonto — Murmuraba TaeHyung entre lágrimas.

JungKook simplemente se limitaba a escuchar los reproches de su Omega con su carita de cachorro regañado.

— Yo creí que ese idiota me pediría más — JungKook dice en un intento de hacer reír al Omega, pero sabe que hizo mal al ver el ceño fruncido de su amado y su ya conocido puchero en sus dulces labios.

Tan tierno.

— Idiota, mil veces idiota — Dice el Omega.

— ¿¡Me dices a mi!? — Pregunta el Alfa ofendido.

— A los dos — Responde ya más tranquilo el Omega — ¿De verdad para él mi amado, mi pequeño MinHo valía eso? ¿Mi pequeño... Solo vale eso para él?

JungKook le mira seriamente, y ahí donde se pregunta si había hecho mal al hacer ese trato con Min-Beom.

— ¿Estás... Estás molesto conmigo?

— Algo — Le responde mirándole a los ojos — Pero se que lo hiciste por mi y eso te lo agradezco Kook...

— Perdóname, se que lo que hice no está bien... Debí consultarlo primero contigo y saber primero si estabas de acuerdo con esto, por supuesto que MinHo no vale unos miseros pesos, Min-Beom es un idiota, él cómo siempre se perderá nuevamente todos los valiosos momentos al lado de nuestro pequeño Honey, esos momentos maravilloso que ahora tú y yo estamos disfrutando, nuevamente te pido que me perdones, lo hice con las mejores intenciones mi amor —Dice JungKook y ahora es el turno de TaeHyung de reír ante lo tierno que se miraba su Alfa con un pucherito en sus labios, mismos que no dudo en besar dulcemente.

— Está bien Kook, después de todo pudo negarse y hacer las cosas bien — Respondió el Omega con una ligera sonrisa — ¿De verdad Min-Beom ya no se acercará a nosotros nuevamente?

— Por supuesto que no, el papel es completamente legal y ahora lo tiene prohibido.

— ¿Cómo le hiciste? — Preguntó curioso el omega.

— Puede que haya recibido la ayuda de un gran abogado — Dijo JungKook con una sonrisita divertida y sonrió aún más al ver la expresión de sorpresa de su pareja.

— NamJoon... ¿¡Él sabía sobre esto!?

— Puede que hayamos planificado esto en secreto por si casualmente Min-Beom se aparecía y mira, si pasó...

— Tontos — Dijo el Omega, pero ahora con una gran sonrisa en sus labios — Gracias Kook... Por todo.

— No hay nada que no haría por ti, mi amor.

TaeHyung sonrió más enamorado que nunca y JungKook sonrió satisfecho al ser atacado por los dulces besitos de su Omega.

— Tengamos una cita — Dijo el Alfa dejando ahora él en los dulces labios de su Omega — Una hermosa cita al lado de nuestro pequeño MinHo, donde las palomitas, pizza y películas serán las estrellas.

Propone y TaeHyung asiente feliz ante la idea, como el par de enamorados que eran unen sus labios en un hermosa danza lenta y al separarse sus brillosas miraras les transmiten esos hermosos sentimientos de amor que se tenían el uno por el otro, sus lobos aullaban de felicidad y el aura era de total amor.

— Vamos a casa, mi duce osito — Le dice el Alfa para acto seguido cargarlo al estilo princesa.

Una maravillosa noche les esperaba al lado de su amado hijo.

Una hermosa noche, una de tantas donde Hong Min-Beom, ya no sería un problema.