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𝟓

enzo's stitches vol. 2

Las cosas entre Chris y Faith se habían puesto incómodas.

Faith evitaba a Chris a toda costa. Y llevaban así ya casi que una semana. Ella sabía que inevitablemente le sería imposible seguir huyendo de él.

Eran las cuatro de la tarde: los padres de Faith estaban trabajando, sus abuelos estaban tomando una siesta, y Freya había salido con una amiga para evitar también a Chris. Incluso le comentó que se quedaría en casa de su amiga hasta tarde. Ellos tuvieron una discusión fuerte y Faith moría de ganas por saber qué había pasado, pero definitivamente no tenía a quién preguntarle.

En la mañana hizo desayuno para todos, al igual que en el almuerzo. Freya se fue apenas comió, dejando a Chris jugando con Enzo. Que bueno que se llevaban tan bien, porque de no ser así, él estaría solo y Faith no tenía corazón para seguirlo evitando.

—Es hora de irnos, mi amor. —llamó Faith a su hijo, quién llegó corriendo a donde ella estaba y se lanzó a sus brazos haciéndola reír.— ¿Estás listo para que te quiten tus suturas?

—¡Sí!

—Muy bien, si no lloras nos compraré un helado de chocolate para que veamos El Rey León, ¿te parece?

—Sí, mami...—respondió dejando un beso en la mejilla de su mamá.— Chris se ofreció a llevarnos y le dije que sí porque tú siempre te pierdes al conducir.

Faith hizo una mueca y miró al bebé con desconcierto. —Amor, ¿seguro que se ofreció? No queremos molestarlo.

—Lo prometo, le conté a Chris que hoy me quitarían las suturas y que iríamos juntos, pero que seguro llegaríamos tarde porque te pierdes en el camino. Luego dijo que él podía venir con nosotros y le dije que sí, y que estarías muy feliz por no tener que conducir.

—Está bien, ve a decirle que estamos listos y que lo esperamos. —contestó, dejándolo en el piso de nuevo. Enzo corrió hasta la habitación y tocó la puerta.

Chris la abrió unos segundos más tarde, terminando de organizar su cabello y miró a Enzo con una sonrisa. Lo cargó en sus brazos y dejó un beso en su mejilla mientras se acercaban a Faith, quien los observaba con una sonrisa llena de ternura.

—¿Nos vamos?

—Sí. —confirmó, tomando su bolso y celular, y luego saliendo de casa detrás de Chris.

—Espero que el doctor Allen me atienda de nuevo. —comentó el niño apenas entraron al auto. Por más que Faith quiso sentarse en los asientos traseros, supo que eso haría sentir mal a Chris, por lo que se sentó a su lado luego de acomodar a su hijo.— Y que bueno que no vino el tío Ax. Creo que no le agrada el doctor Allen.

—¿Por qué crees eso?

—Cuando llegamos a casa y tú estabas buscando agua para mí, me dijo que nunca te dejara sola con el doctor porque está seguro que le pareces linda.

—Oh por Dios. —se quejó Faith, escuchando la risa de Chris a su lado.— ¿Piensas hacerle caso a Axel?

—No, el doctor Allen me agrada. Además, si cree que eres linda me agrada mucho más.

—No debes hacerle caso a Axel. No podemos culpar al doctor Allen, de verdad que tu mamá es muy hermosa. —le dijo Chris a Enzo, guiñando a él con diversión por el retrovisor y haciéndolo reír.— Si no creyera eso sería muy tonto.

—Chris también me agrada mucho. Más que el doctor Allen.

—Más te vale, Enzo. Estaría muy molesto de no ser así.

—¡Siempre serás mi favorito! Eres como mi mejor amigo.

Ambos soltaron una carcajada. —También eres mi mejor amigo, Enzo.

—No le digas eso al tío Axel jamás.

—Creo que él sabe que es mala idea.

—¿Soy tu mejor amigo? ¿Te agrado más que Bucky?

—Si puedes guardar el secreto entonces sí.

—¡Lo prometo!—gritó.— ¡Mami soy el mejor amigo del Capitán América!

—Es un gran logro, mi amor, estoy orgullosa de ti.

Enzo hablaba con Chris durante todo el trayecto hasta el hospital mientras que Faith los escuchaba.

El niño hablaba muy bien para su edad, y la familia de Faith lo explicaba en que ella a su edad ya hablaba casi que a la perfección. Sin embargo, les parecía tierno a todos la forma en la que Enzo pronunciaba algunas palabras, y a él no le importaba en lo absoluto. No interfería con lo que quería comunicar y hablaba muy rápido, "como si lo estuviesen persiguiendo", lo que dice Meredith, la madre de Faith.

Llegaron al hospital y Chris llevaba a Enzo en sus brazos.

—Buenas tardes, doctor Allen. —saludó Enzo apenas vio al doctor.

—Hola, doctor. —lo saludaron Faith y Chris.

—¡Hola, es un gusto verlos!

—Vine a que me quite esto, doctor.

—Sí, eso haremos.

—¿Y me va a quedar una cicatriz?

El doctor hizo una mueca divertida mientras empezaba su trabajo. —No lo creo...

—¿Enserio? Yo quiero tener una cicatriz. Me veré genial.

—Si quieres tener una cicatriz entonces sí te quedará.

—Asombroso...

El celular de Faith sonó, y al ver que tenía una llamada de Axel se alejó un poco para contestar. —¿Qué quieres?

Hey, no seas mala... Acabo de recordar que hoy Enzo debía ir al hospital a que le quiten las suturas.

—Ah, sí. Estamos en el hospital.

Iré para allá, no quiero que estés sola, el doctor pensará que eres soltera.

—Yo soy soltera...

Para él no.

—De igual modo estoy con Chris. —comentó mirando cómo Enzo estaba sentado en su regazo, mientras el doctor le decía que no le iba a doler nada y poco a poco le quitaba los puntos.

No me parece buena idea que salgas sola con Chris, Faith.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices?

Porque él es muy buen tipo, y atento y tal vez tú confundas las cosas...

—¿Que yo confunda las cosas? ¡Por supuesto que no! El que está confundido eres tú.

No te quieras pasar de lista conmigo, Faith O'Connor. Sé perfectamente que te gusta. Al igual que sé que nunca intentarías nada con él por Freya... Pero cuando él se dé cuenta de que tú eres genial, buena y hermosa... Él es quien se podría confundir. Y por ende, tú también.

—Axel, solo no... No sigas con esto. Yo lo intento y lo sabes. Es obvio que me gusta, siempre me ha gustado, pero es algo platónico, ¿bien? Él está con mi prima y no hay nada que pueda hacer al respecto.

Eso es cierto, Faith... Pero si sigues así con él, de arriba a abajo, algo va a pasar entre ustedes.

—Creo que ambos somos dos personas adultas muy decentes, que aman a Freya y jamás harían algo que la hiera.

Creo que deberías dejar de defenderla tanto.

—Ella es mi familia, Ax. La defenderé así no tenga la razón.

Pues no deberías. Por lo menos debes aprender a hacerla entrar en razón a veces. —sugirió.— Solo voy a preguntarte unas cosas, y espero que me respondas y no lo tomes a mal.

—Bien, habla.

—Si tú hubieses conocido a... No lo sé, Jackson Avery...

—Jesse Williams, sí.

Como sea... Si tú hubieses conocido a Jesse Williams, el amor platónico de Freya, ¿le hubieras contado?

—Por supuesto que sí.

—¿Se lo habrías presentado si se hicieran amigos?

—Sí.

Si te empezara a gustar, ¿le dirías a Freya?

—Sí.

Si él te dijera que también está interesado en ti, ¿tendrías en cuenta la opinión de Freya?

—Sí.

—¿Ves? Te dije que había sido egoísta de su parte no haberte dicho, y puedes defenderla todo lo que quieras, pero no fue agradecida contigo. Has hecho mil y un cosas por ella... Lo menos que podría haber hecho ella era contarte. Por lo menos eso, ¿no lo crees?

—Si me permito creer eso la egoísta seré yo.

Piensa en ello, o no lo hagas. —concluyó.— No quiero tener que ser el que te dé un “te lo dije”.

—No va a pasar.

De verdad lo espero. Odiaría verte sufriendo por esto.

—No te preocupes.

Bueno, ¿puedo ir a tu casa luego?

—La verdad es que quería pasar tiempo sola con Enzo.

Espero que así sea.

—Obvio, Axel.

Mientras ellos tenían su conversación telefónica, Enzo y Chris estaban con el doctor.

—Doctor, una pregunta...

—Pregunta.

—¿Crees que mi mami es linda?

Chris abrió los ojos con sorpresa y miró al niño, que con una sonrisa inocente miraba al muy confundido doctor Allen.

—Enzo, no puedes preguntar esas cosas...—le corrigió Chris.

—No, no, está bien. —lo interrumpió ahora riendo.— Sí, Enzo. Tu mami me parece linda, pero...

—¿Te parece muy hermosa?

—Enzo...

El doctor levantó un ceja extrañado y volteó a mirar a Faith a la distancia, que discutía con su mejor amigo sin enterarse de nada.

—Pues sí, tu mami es muy hermosa... ¿Por qué lo preguntas?

—Bien, es que tú me agradas mucho, para ser un doctor debes ser inteligente, así que tú debes serlo, y escuché a mi tía Freya decir que también eres guapo.

—Doctor, lo lamento muchísimo, Enzo...

—Chris, ¿no crees que a mi mamá pueda agradarle el doctor Allen también?

—Enzo, tu mami va a molestarse contigo por incomodar al doctor Allen.

—Lo siento, doctor.

—No te preocupes, campeón. —sonrió, para luego guiñarle un ojo con diversión.— Cuando tu mamá quiera puede venir a saludarme.

Enzo se acercó al doctor y le dio un abrazo. Él lo aceptó entre risas.

—Tu cicatriz estará lista pronto, Enzo.

En eso, Faith regresó. Tras un cansado suspiro le dedicó una sonrisa de agradecimiento al doctor y miró Chris y a Enzo con ternura. Se veían bien juntos. Incluso podía decir que se parecían un poco, lo que hizo recordarle a Faith lo raro que ahora se sentía el que haya elegido al donador que se parecía a él. Aunque para ser justos, apenas ella dijo que el hombre se parecía a Chris, su esposo sugirió que deberían escogerlo para que el bebé sea guapo también.

Lo que hizo recordarle a Faith lo mucho que le gustaría que Tyler estuviese ahí. Así no se sentiría celosa de Freya.

—Muchas gracias por todo, doctor Allen.

—No deben agradecer. Fue un gusto atender a Enzo.

Faith le ofreció sus brazos a Enzo, quien se lanzó a ella apenas pudo. —¡Adiós, doctor Allen!

—¡Adiós, Enzo!

—Adiós, doctor. Muchísimas gracias. —se despidió Chris.

—Adiós. —y Faith salió junto a Chris cargando a Enzo.

Minutos más tarde, estaban en el auto.

—¿Faith, has...? Uhm... ¿Hablado con...?

—¿Con Freya?—Chris asintió y Faith hizo una mueca.— No. ¿Está todo bien?

—No, discutimos esta mañana... Pero realmente no quiero hablar al respecto, es incorrecto.

—Lo noté... Yo intentaré llamarle. —dijo, tomando su mano y apretándola con suavidad, buscando reconfortarlo. Faith pensó en lo bien que se sentía tomar sus manos, y no fue capaz de dejar de hacerlo.— Chris, ¿crees que podamos pasar un momento por el supermercado?

—Por supuesto. —aceptó, sonriendo muy poco. Faith lo soltó y miró a Enzo por el retrovisor, quien jugaba a alguno de los juegos en su celular.

Algunos minutos más tarde, Faith bajó sola del auto luego de insistirle que lo mejor sería que no los vieran juntos, para prevenir dramas innecesarios. En especial porque ella no es Freya.

Faith ni siquiera sabía si la relación de Chris y Freya era pública.

Al rato regresó. Compró un helado mucho más grande del que había planeado para invitar a Chris a ver películas con ella y Enzo. Independientemente de que las cosas entre ellos se hayan vuelto raras, le rompía el corazón verlo tan decaído por su pelea con su prima. Meterlo en el plan de ver películas de Disney con ella y Enzo lo haría distraerse.

—Chris, ¿quieres unirte a mí y a Enzo para ver películas de Disney mientras comemos helado?—lo invitó Faith con una enorme sonrisa, señalando el pote de helado que había comprado.

—¡Sí, por favor!—exclamó Enzo, acercándose al asiento de Chris.

—Sí, me encantaría. —respondió él, casi que tan emocionado como Enzo.

—Perfecto, Enzo y yo dejaremos que tú decidas qué peli ver.

—¿Les gustan de princesas?

—A mi mami y a mí nos gusta Mulán, Aladdin, Enredados, La Sirenita...

—La Sirenita está bien.

Faith sonrió sabiendo que esa sería la Chris escogería y hablaron de por qué el personaje favorito de ambos es Flounder en todo el camino a casa.

Apenas llegaron, Chris y Enzo corrieron hasta la habitación de Faith y se prepararon para ver la película mientras ella buscaba cucharas para comer el helado. Aunque antes de entrar a la habitación llamó a Freya.

¿Hola?

—Hola, linda... ¿Cómo estás?

Freya suspiró al otro lado de la línea. —Estoy bien. Llegaré tarde a casa, ya te dije.

—Lo sé, Chris está...

No quiero saber nada de Chris. Yo estoy perfectamente bien.

—¿Estás ebria, Freya?

¿Qué importa?

—¿Qué fue lo que pasó entre ustedes dos?

Pues esta mañana me prestó su celular y le llegó un mensaje de una mujer. Yo no pude evitar leerlo, y conversaban sobre cuándo se encontrarían y que él estaba en Nueva York al igual que ella y...

—¿Y quién era ella?

Scarlett Johansson, ¿puedes creerlo?

Luego de recordar su charla con Axel, respondió. —Por Dios, Freya... Scarlett es casada, tiene una hija, sin mencionar que ellos dos son amigos desde siempre.

¿Eso te lo dijo él? No puedes darle el lado a Chris...

—Chris ni siquiera ha mencionado nada al respecto. Solo me preguntó que si sabía algo de ti. —Faith suspiró tras responder.— Ni siquiera quiso contarme nada por respeto a ti, ¿de verdad crees que él te engañaría?

¡Faith! ¿Eso te lo dijo él, o cómo lo sabes?

—¿Se te olvida que él ha sido mi amor platónico desde Fantastic Four? ¿Y que soy fan a muerte de muchos famosos?

¡Por supuesto que lo estás justificando por encima de mí! Estás molesta porque estoy con él y tú no.

—¿Enserio acabas de decirme eso?—le cuestionó, ya algo molesta.— Solo estoy intentando hacerte entrar en razón y me pagas llamándome envidiosa. Él no...

¿Y sigues dándole el lado a Chris?la interrumpió.

—Freya, para comenzar, tú no debiste haber revisado sus mensajes. Deja de ser tan celosa y paranoica, ¿o es que él alguna vez te ha dado motivos para que pienses que él te podría engañar?

Vamos, Faith...

—Estás siendo desconsiderada, Freya, por favor... Intenta arreglar las cosas con Chris. Él te ama. Es un buen tipo... No merece que le hagas esto.

¿Sabes qué, Faith? No seguiré escuchando cómo mi propia prima se pone del lado contrario.

Luego de eso, Freya colgó la llamada.

Faith, tratando de poner un rostro de tranquilidad, sacó el pote de helado del congelador, los sirvió en vasos, llevó cucharas y servilletas, y entró a la habitación viendo como ya Chris estaba acostado en la cama con Enzo encima suyo.

—No puedo creer que ustedes dos, sabandijas, empezaron la película sin mí. —bromeó Faith señalándolos al ver que el televisor estaba encendido y ya se podía ver a Ariel junto a sus hermanas en la pantalla. Al acostarse junto a Chris y Enzo les dio a cada uno su helado.— Freya está bien. Regresará algo tarde.

—Gracias, Faith.

—No te preocupes, Chris. Puedes contar conmigo.

Él sonrió agradecido, dándose cuenta de que Faith es genial, buena y hermosa.

El resto de la noche, ordenaron pizza y vieron las tres películas de La Sirenita. Faith vio en internet que Chris se sabía todas las canciones, pero no esperó que fuera tanto que incluso intentó enseñárselas a Enzo.

Al final, los tres se quedaron dormidos juntos en la cama de Faith sin darse cuenta.

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