Capitulo 2:
Narradora:
—Entregue la dro... D-digo; los apuntes...— corrigió audazmente la de orbes cafés—... ¿Puedo retirarme?
Al día siguiente encontraba nuevamente con la profesora, el día anterior había sido algo pesado para ella. Puesto que tuvo que desvelarse nuevamente, pero esta vez con los constantes quejidos de su hermano mayor en la habitación continua, al parecer su personaje favorito de Evangelion había muerto y por eso lloraba como si un ser querido hubiese fallecido. No lo culpaba, pero si que lo torturó dándole spoilers por la mañana de una serie que este pensaba ver, pero el karma no había tardado en llegar a la azabache, ya que el cierre de su falda se rompió y tuvo que pedirle uno de sus pantalones del uniforme a su hermano. Pero eso no fue lo peor ya que de camino a clases le habían llamado niño de dudosa procedencia en más de una ocasión e incluso una señora pedófila le había coqueteado. Hasta que ella dijo que era una chica, este tampoco parecía ser su dia. Quería terminar se una vez con ese asunto de las hojas con la profesora.
—¿Y como reacciono?— preguntó.
—Se lanzo por la ventana...— respondió —... Pero recibió las hojas, aunque casi me secuestra...
Tembló como si hubiese sufrido un trauma del cual no podría recuperarse fácilmente, obviamente para hacerse la víctima y que la profesora no le interrogase más. Pero no funcionó ya que el interrogatorio continuó.
—¿Enserio?— pregunto la profesora un poco preocupada—... ¿Crees que quiera volver?
La menor negó mientras tomaba asiento frente al escritorio, cruzando las piernas como lo haría un chico, no lo había hecho a propósito. Simplemente se estaba metiendo en su papel al ir vestida como un chico, ella se caracterizaba por uno usar maquillaje y usar el uniforme un par de tallas más grande, incluso algunos se atrevían a decir que se parecía a si hermano, pero en una versión más linda.
—Parece que no quiere regresar... — respondió —... No lo culpo, después de todo con los rumores que corren sobre el por los pasillos... En su lugar tampoco regresaría.
El silencio reino y la profesora parecía meditar las palabras de la azabache, en cierto punto era cierto.
—Aunque... Me llamo amiga...— agregó—... Parece que necesita amigos y...
—En ese caso...— interrumpió la profesora con emoción —... ¡Intenta que regrese!..—tomo las manos de la chica — Ya que si no lo hace, sera dado de baja... Si logras hacerlo te comprare ese libro que tanto quieres...
Abrió los ojos como platos mientras entre abría un poco sus labios sin poder articular alguna palabra, soltando las manos de su profesora algo aturdida.
—Tengo mis fuentes... Pero no diré nada porque Natsume-san se enoja...
Eso tenia sentido, solo la castaña conocía eso, pero esa oferta era tentadora y podría tener aquellos ejemplares entre sus manos. No lo negaría esa propuesta era irresistible y más para una chica lectora que terminaba gastando su dinero en telas para hacer cosplay con su hermano durante las grandes convenciones. No es que quisiese gastar sus pocos ahorros en eso, pero a pesar de que su hermano Trevor era mayor por un año, parecía ser el menor. Ya que a menudo _______ tenia que actuar con madurez, siendo regañada por su madre al tomar tal responsabilidad que no le correspondía, pero con papá fuera de casa alguien tenía que usar los “pantalones” y defender a la familia. Lo se la chica era algo rara y con algunas manías poco convencionales. Pero no era su culpa, ya que todos sus rasgos únicos biológicamente se derivaban de su herencia genética, era cierto aunque también contaba con algunos gustos adquiridos. Pero ese no era el tema debatir ahora.
La profesora seguía espetando una respuesta y con resignación suspiro.
—Me encargare de que regrese profesora...— aseguro—... Pero como último recurso si no acepta... ¿Puedo traerlo a la fuerza?
La profesora negó, dando por terminara aquella conversación.
⚫⚫⚫
Una vez fuera de clases la azabache caminaba junto a su hermano mayor. Mientras este le mostraba un folleto sobre uno de los eventos a los que este quería asistir. Podía costear aquellos eventos ya que redactaba textos en linea y le pagaban bien, ya que cuando hablo con su padre este accedió a prestarle la tarjeta de crédito para que le depositaran sus pagos, pero bajo la supervisión de su hermano mayor y de su madre que solía pasar mas tiempo en su negocio de comida rápida.
—En pocas palabras...— murmuro—... ¿Tengo que pagar las entradas y los cosplays?
Este asintió mientras hacia un bailesito raro al caminar, dando un par de vueltas ganándose unas risas de parte de esta.
—Si... Pero valdrá la pena...— aseguró—... Y ¿Si nos vestimos de Asuka y Shinji?
Esta pareció pensarlo y asintió aceptando la propuesta de su hermano.
—Quiero ser Shinji...—respondió la chica haciendo que su hermano negase con la cabeza—... Vamos... Tu serias Asuka, no es la primera vez que te vistes como trapito.
—Si... Lo se...— musitó su hermano—... Pero hicimos eso la convención pasada.
Arqueo una ceja, mientras le regresaba el folleto a su hermano, unos compañeros de este se acercaron a ellos, haciendo que esta se quedase atrás. Era algo común que su hermano la desplazara por querer pasar mas tiempo con sus amigos y ella no había podido pasar tiempo con Asako ya que su hermano la jalo en la salida y la profesora también no había ayudado en mucho al haberle encomendado una ardua tarea de hacer que aquel chico con problemas de temperamento regresara a clases.
—Genial... Como de costumbre me dejas sola...— murmuró mientras inflaba las mejillas.
Cuando estaba a punto de reclamarle a su hermano, sintió una mano cubrir su boca, adentrandola a un callejón, eso le había tomado por sorpresa, imagino lo peor mientras intentaba soltarse batallando un poco o mejor dicho. Peleando por su vida mientras intentaba sacarse del agarre de quien fuese el que la estuviese reteniendo. Hasta que por el rabillo del ojo noto a cierto azabache de orbes grises, en cierta parte eso la alivio y dejo de moverse, tenia que ganar la confianza de aquel chico.
—Si gritas... Te violo...
¿Violar?
No sabía si asustarse o simplemente salir corriendo... Pero solo asintió al recordar su conversación con la profesora, al parecer funciono cooperar ya que el chico la soltó... Observándola de pies a cabeza.
—Pareces un niño...— comentó — en fin... Sigueme.
Sin decir algo al respecto algo molesta por aquel comentario solo le siguió. Algo le decía que podía confiar en el chico.
⚫⚫⚫
Habían llegado a una especie de campo, en donde se dedico a observar a su alrededor. Era un lugar que en cierta parte inspiraba tranquilidad, permitiendo que esta cerrara por un momento los ojos obviamente manteniéndose alerta. Hasta que recordó con quien se encontraba, así que abrió nuevamente los ojos mientras negaba con la cabeza para despejar un poco su mente.
—¿Porque me trajiste aquí?— pregunto mientras acomodaba algunos mechones de su cabello.
Este siguió caminando y la chica le seguía el paso sin decir nada más, hasta que ahogo un grito al ver un rottweiler, ese tipo de perros no eran de su agrado al tenerles algo de miedo por provocar su miedo a los conejos al haber visto a uno de esos perros desmembrar a su querido Bigotes. Se veía algo pálida e inmediatamente se dio vuelta mientras este hablaba con el canino.
—T-tiene un collar...— habló en un hilo de voz—... D-debe de tener dueño... T-tienes que devolverlo...
Se sentía como William Denbrough su segundo personaje favorito de aquel libro escrito por Stephen King, que se caracterizaba por siempre tartamudear, cosa que ella estaba haciendo en ese momento. Preocupando un poco al azabache que simplemente suspiro accediendo a la propuesta de la chica.
⚫⚫⚫
Aun temblaba mientras sujetaba aquella hamburguesa que Haru le había invitado, solo por haberle asustado. Ninguno de los dos dijo algo al respecto después de que encontrasen al dueño de aquel petto, ya que la chica no de encontraba del todo bien. El silencio reinaba entre los dos, hasta que la chica noto como un grupo de cuatro chicos se acerco a ellos, el que mas resaltaba era un chico de cabellos dorados, que seguramente se teñia el cabello, tuvo que evitar no reírse de ello y tomo un sorbo de su refresco mientras desviaba la mirada.
—Yo... Haru— saludo este.
—¿Que pasa Yamaken?— saludo con alegría el joven Yoshida
Sintió una mirada sobre ella y eso le incómodo al notar que se trataba del rubio.
—¿Quien es el?— preguntó
—Ella...— corrigió la chica mientras le miraba por un momento.
—Mi amiga ______...— presentó el chico con alegría.
—Conocidos...— corrigió en un susurro poco audible.
Que afortunadamente ninguno de los presentes escucho, pero aquel rubio seguía mirándole, cosa que le incomodo, tal vez por ello analizo mejor a los otros tres chicos, notando a dos castaños y un azabache... Uno de ellos se acerco.
—¡Oye Haru!— exclamo uno de ellos— ¿Podrías prestarme algo de dinero?
—¿Otra vez?... — preguntó el chico.
—Si es que me metí en un lío y me quitaron la paga...— respondió.
Este parecía pensarlo y la chica solo se mantenía en silencio sin saber que decir. El ambiente se había tornado algo incomodo.
—¡Vamos!— exclamo el castaño— ¿No somos amigos?
Oh... Ese no somos amigos sonaba a chantaje y recordaba que a lo largo de su existencia había escuchado en mas de una ocasión esa palabra tan chocante, quería decir algo pero tomando en cuenta el comportamiento del chico no quería arriesgarse a un golpe o un grito. No si quería conseguir aquel libro que le prometía la profesora. Al final Haru accedió, prestándole algo de dinero a su “amigo” suspiro antes de continuar comiendo su hamburguesa, después de eso aquel grupo se retiro.
—y... ¿Como es?— pregunto el chico tomando por sorpresa a la chica.
—¿A que te refieres? — preguntó mientras tomaba un poco de refresco.
Este se levanto golpeando la mesa asustando a la chica.
—¡¡No te hagas la tonta!!— exclamo sobresaltando a la chica—... ¡Se que fuiste a la escuela!
Ella estaba apunto de reclamar por el susto, pero negó mientras suspiraba un poco.
—¿Porque la pregunta?— murmuro.
—¿Fue divertido?— pregunto este mientras se volvía a sentar.
Recuperando la calma, haciendo que la chica se sintiese un poco más tranquila.
—¿A-así... Que así es como se siente salir con amigos después de clases?— preguntó mientras un suave color carmesí tenía sus mejillas.
Intento no rodar los ojos... Mientras asentía.
—Si... Creo que sí...— respondió —... Solo tengo una amiga y siempre estoy en su casa... Aunque suelo pasar más tiempo con mi hermano comprando telas...
El parecía expectante ante su anécdota.
—Aunque su quieres... Puedes regresar a la escuela y vivir tus tardes con mas emoción... — este negó con la cabeza—... ¿Porque no?
—Si regreso... No tardara mucho tiempo antes de que los demás me eviten....— respondió —... Eso me da algo de miedo.
Ella estaba apuntó de decir algo pero el continuo.
—Nadie me había visitado antes... Hasta que tu lo hiciste —agrego con alegría —... Bueno... Después de conocer a los chicos que son los únicos que no me evitan... No necesitó regresar a la escuela.
—¿Enserio?...— preguntó la chica mientras se levantaba— ... Eso es tan infantil, necesitas la escuela para tener un buen futuro y no esta comprando amistades, porque es lo que estas intentando hacer con ese cuarteto que solo te utiliza, eso no es vivir y yo... Mejor me voy...
Tomo sus cosas para alejarse lo más pronto posible, pero no sirvió Dr nada ya que el chico de un momento a otro le lanzo el vaso de refresco encima. Haciendo que esta temblará un poco.
—Eres una mala persona...— musitó el chico de forma seria.
—Lo se... Pero por lo menos tengo amigos...
Dicho esto salió corriendo como si su vida dependiese de ello y era cierto, ya que el azabache le pisaba los talones, era mal momento para correr ya que todo se encontraba oscuro tomando en cuenta la hora, sentía que en cualquier momento terminaría por vomitar lo que había engullido. Pero ese pensamiento desapareció cuando divisó a su querido amigo Ryo, un chico de cabellos castaños que se encontraba subiendo a su moto colocándose el casco. No lo dudo dos veces y corrió hasta este subiendo rápidamente a su moto abrazándolo por la contra.
—¡Arranca!— exclamo la chica al notar que cierto azabache se acercaba a ellos.
—¿______? ¿Que pasa?— preguntó este preocupado.
—¡Solo arranca! — exclamo.
A lo que este asintió mientras arrancaba, dejando al chico detrás. Haciendo que la menor cerrara los ojos con alivio.
“De la que se había salvado”
Segundo capitulo... Estoy esforzándome por darle un toque algo interesante al fanfic...
Firma: Ardilla.
20/07/2018
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro