Capítulo 5 -🌌Inseguridades...
-Por aquí. -Dijo Yuri guiando al ruso a una pequeña sala con una gran TV y una hermosa vista. -Toma asiento por favor, ya regreso. -Volvió a decir mientras se perdía en algún lugar del departamento.
El azabache no había volteado a ver el rostro de Victor cuando lo recibió, todo el tiempo estuvo tallándose los ojos.
El ruso asintió y se sentó en el lujoso sillón. Trato de controlarse durante esos breves segundos que se quedó solo y se dedicó a observar el departamento, buscaba desesperadamente una distracción para alejar sus lujuriosos pensamientos y evitar abalanzarse sobre Yuri.
El departamento del joven stripper era simple y moderno, tenía unas grandes ventanas con cortinas corredizas, dejando una vista de ensueño, también había una gran TV, unos pequeños adornos, alfombra y unas lámparas blancas.
Victor se había imaginado a Yuri rodeado de lujos exagerados, como un lindo príncipe lleno de joyas, excentricidades y sirvientes, obviamente se había equivocado. La imaginación de Victor a veces solía ser algo exagerada. Aun así ¿Yuri tenía mucho dinero no? Aunque Yuri no parecía ser de los que les gusta estar rodeado de grandes lujos y además era bastante joven, ¿de dónde había sacado tanto dinero? ¿Su profesión de stripper le había generado esa gran fortuna? O ¿su familia era millonaria? Esas y muchas preguntas inundaron la cabeza del ruso, causando que olvidara todos esos pensamientos indecentes que tuvo unos minutos antes.
Unos segundos después escucho los pasos de alguien acercándose, era Yuri que se acercaba a él, aún mantenía ese atuendo tan encantador. Pero había algo diferente, el japonés tenía unos lentes cubriendo sus hermosos ojos café. Ahora parecía un chico inocente y tímido, incapaz de dañar a alguien, ¿Cómo es que uno simples lentes y el acomodo de su cabello le hacían cambiar su imagen tan drásticamente?
El azabache vio fijamente al ruso y sé que quedo estático, sus ojos brillaron, sus pupilas se dilataron y sus mejillas se ruborizaron al instante.
-¿Sucede algo Yuri? -Pregunto rápidamente Victor al ver la actitud del joven.
-N-no. -Contesto con voz temblorosa. -Es solo... -Hizo una pausa y desvió la mirada. -Que me he sentido un poco mal.
-¿Y qué es lo que tienes? -Fue lo primero que se le ocurrió contestar al ruso, quiso sonar profesional pero obviamente no era enfermero y no tenía la menor idea de cómo empezar el chequeo que ellos suelen hacer. Se empezó a debatir rápidamente entre seguir con esa farsa o decirle la verdad. Si Yuri tenía algo grave tenía que traer a un verdadero doctor, lo que menos quería era que su salud empeorara.
Además, la peor de las formas de tratar de atraer o conquistar a alguien es por medio de la mentira y si eso seguía así, lo más posible es que Yuri no quisiera saber nada de él. Lo tomaría por un loco acosador y lo correría inmediatamente.
-No es nada físico. -Contesto el japonés... -Es solo que...
-¿Qué sucede Yuri?
-Solo son inseguridades mías... -Hizo una pausa. -Le tuve que mentir a Phichit y le dije que me sentía mal porque no quería ir a trabajar.
Victor estaba un poco sorprendido y ahora más que nunca tenía que decirle la verdad. Yuri estaba siendo sincero con él, no era justo que él estuviese mintiéndole.
-Yuri, te diré algo importante. -El ruso lo veía fijamente, aún seguía sentado en el sillón.
El japonés se encontraba de pie frente a él y solo guardo silencio.
-La verdad es que no soy enfermero. -Bajo la cabeza. -Perdón por haberte mentido, Phichit me ayudo porque le dije que quería conocerte. Hace unos días fui al club... -Levanto la cabeza rápidamente para verlo. -¡Pero no creas que me la paso yendo a clubes, fui porque un amigo me llevo prácticamente a rastras! -Sus mejillas se ruborizaron. -Lo que quiero decir es que, cuando te vi, sentí algo muy especial.
Las mejillas de Yuri se tornaron de un leve color carmesí pero seguía sin decir ni una palabra, eso hizo que los nervios de Victor se hicieran presentes.
-Me presentare formalmente. -Se puso de pie. -Mi nombre es Victor Nikiforov, tengo 27 años y soy pentacampeón en patinaje artístico sobre hielo. Soy ruso y tengo un caniche llamado Makkachin, suelo ser olvidadizo con algunas y cosas y... -Hizo una pausa. -Jamás me había enamorado, ¡pero ahora sé que lo estoy! -Los ojos del ruso brillaban. -Estoy enamorado de ti, así que por favor dame el permiso de salir contigo y cortejarte.
El rostro de Yuri estaba completamente rojo. -Tengo que pensarlo... -Bajo la mirada.
-Tomate el tiempo que necesites Yuri, pero por favor déjame cuidar de ti. -Respondió Victor rápidamente. -Dime que es lo que ocurre, ¿Por qué te sientes mal? ¿Cuáles son tus inseguridades?
El azabache seguía con la mirada clavada en el suelo. -Muchas personas me critican por mi trabajo. -Apretó los puños. -Yo... nunca les he hecho nada, simplemente me gusta bailar y decidí compartirlo con los demás... -Sus ojos se cristalizaron. -Quisiera gritarles que están equivocados, que yo no me acuesto con las personas, pero al parecer ellos no lo entienden. Desde que era pequeño me... -El japonés detuvo lo que iba a decir rápidamente y levanto la mirada, clavándola en esos hermosos ojos azules que lo miraban fijamente. -¿Enserio soy una mala persona?
Algo se quebró dentro de Victor, su amado Yuri estaba sufriendo en silencio, no tenía a nadie que lo apoyara en ese momento. Yuri necesitaba ser protegido, era un chico frágil, delicado y con un corazón de cristal.
El ruso esta vez no pudo resistirse. Se abalanzó sobre Yuri, Lo tomo de los hombros y lo tumbo sobre el sofá delicadamente.
-Yuri...
El ruso estaba encima de él, mostrando una expresión de dolor y tristeza, sus luceros azules estaban cristalinos.
-Yuri, tú no eres una mala persona. -Dijo mientras levantaba su mano y la colocaba dulcemente en el rostro de Yuri, el cual tenía un gesto de sorpresa. -Yo te creo, sé que tú no eres como las personas dicen, eres alguien lindo y especial. No estás solo Yuri, de ahora en adelante yo estaré contigo y no permitiré que pienses eso de ti. Estaré contigo siempre. -Ambos podían escuchar el latido de sus corazones acelerados.
-V-victor... -Yuri seguía sorprendido y sus mejillas se habían ruborizado totalmente.
-¡Ah! Discúlpame Yuri. N-no fue mi intención. -Dijo mientras se levantaba rápidamente. -Es solo que no pude resistirme, deteste que dijeras esas cosas... -Hizo una pausa. -Para mí eres muy especial Yuri.
Ambos se levantaron y se sentaron.
-Victor... -el azabache seguía sonrojado. -Gracias... -Sonrió. -Mañana iré a trabajar al club, por favor ve a verme.
Victor no puso evitar mostrarle una gran sonrisa. -¡Claro que iré! -Contesto rápidamente. -Y por favor piensa en mi propuesta, quiero tener algo serio contigo Yuri. No importa lo que digan los demás y tampoco importa si el mundo entero se opone, yo estaré contigo siempre.
El azabache asintió y ambos sonrieron.
-Creo que es momento de retirarme. -Dijo Victor mientras se ponía de pie. -Creo que deberías descansar un poco más.
-Sí, eso creo. -Dijo Yuri levantándose y ambos de dirigieron a la entrada.
-Nos vemos mañana mi lindo Yuri. -Los labios del ruso dibujaban una sonrisita coqueta.
-Sí, nos vemos mañana. -Contesto Yuri con una sonrisa y unas mejillas sonrojadas.
Cuando Victor se retiró, Yuri cerró la puerta y corrió inmediatamente a la habitación buscando su celular.
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Créditos en la imagen.
Gracias por seguir leyendo, espero que siga siendo de su agrado.
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