get me out of this, babe.
✧☆∵✧☆
La cabeza de HaiKuan daba mil vueltas cada vez que el auto avanzaba. Estar en medio del tráfico - el cual parecía ser eterno - estaba haciendo que la cabeza le punzara una y otra vez. Quería ya llegar a su jodida casa y descansar.
Las últimas semanas habían sido más pesadas en su empresa. Un joven adulto - quien era un CEO - no lo tenía todo tan fácil como muchos creerían.
Había momentos en su trabajo que no podían ir peor, pero sabía que al llegar a casa cualquier preocupación y estrés se esfumaría con tan sólo ver su precioso ángel de carne y hueso con el cual estaba a punto de casarse. Wang ZhuoCheng. Una sonrisa se formó en el rostro de Kuan cuando recordó el hermoso rostro de su prometido. Era tan lindo e inocente, o bueno, eso era lo que aparentaba , pues nadie más que HaiKuan gozaba de aquellos retorcidos pensamientos que aveces a Cheng se le cruzaban por la cabeza.
Al ver que los coches avanzaban con fluidez Kuan sacó un suspiro y como era de esperarse había de nuevo un accidente que atrasaba a los autos. Esa calle era sinceramente un lío de problemas siempre. Cuando al fin se libró del tráfico condujo a toda velocidad hacia las residencias donde ahora él y su prometido vivían.
Al llegar a dicho lugar, metió con velocidad su auto, el cual era un último modelo que había sacado Maserati al estacionamiento para aparcarlo, bajar de este y subir las escaleras hasta el lobby donde se encontraba el elevador para subir hasta su hogar.
Cuando al fin estaba fuera de la puerta de su casa, abrió y entró con aún el horrible dolor de cabeza. Salió disparado hacia el sofá quitando su saco para recostarse, sacando un largo suspiro al estar ya acomodado pasando las manos por su nuca cerrando sus ojos por unos momentos tratando de buscar relajarse.
No tardo en oír como unos pequeñas risitas que salían desde la segunda planta al igual que unos veloces pies que se dirigían hacia las escaleras. Kuan entreabrió los ojos y pudo ver a su tsundere novio bajando a toda velocidad corriendo hacia él.
— ¡Amor! —gritó emocionado Cheng mientras corría hacia el castaño. Llegando con él, Cheng brincó en su regazo abrazando con fuerza el cuello de Kuan .— Al fin llegaste ¿cómo te fue?Te ves muy cansado ¿estás bien? ¿quieres un té? Te lo preparo en unos minutos. —hablo con mucha rapidez dejando un rápido pero tierno beso en los labios de su prometido acariciando sus mejillas con suavidad.
—Ah bebé, sí estoy muy cansado, pero no te molestes ,¿bien? — murmuró el castaño guiñándole un ojo sin moverse de su posición tomando las caderas de Cheng para sujetarlo.
—No importa, aún así te haré un té y también un masaje para que estes bien ¿si? —volvió a dar un beso . Kuan negó nuevamente y Cheng rodó los ojos. —Nada, te lo voy a hacer, aguarda aquí.
El pelinegro rápidamente se levantó yéndose hasta la cocina para hacer la infusión y corrió luego escaleras arriba. Al volver , Cheng sostenía entre sus manos un líquido que Kuan desconocía totalmente y un antifaz para dormir, los dejo en la mesa y volvió rápido a la cocina para servir el té llevándolo hasta donde estaba su prometido.
— Ten, amor aquí está el té, esta muy caliente, ten cuidado —sonrió el menor y el castaño agradeció tomando la taza bebiendo de a poco tratando de no quemarse
—¿Para qué es eso, mi vida?—preguntó Kuan inclinándose a un lado para ver el líquido rosado que había dejado frente suyo
— Oh, ¿ese líquido? es para masajes. — rió levemente . —Realmente no sé nada de eso, sólo lo compré porque pensé que algún día sería necesario. —reveló sonriendo a lo que después Kuan también sacó una risilla moviendo su cabeza. No le gustaba que Cheng comprara cosas innecesarias como esas. — Bien, prepárate.
El mayor asintió estirándose para dejar la taza de té en la mesa de centro, tomando el antifaz después y ponerlo sobre su rostro pasando el resorte por su cabeza. Cheng nunca le había dado a Kuan masajes, pero Kuan no dudo en que Cheng tendría buena mano para ellos. Tiernas y finas eran las manos de Cheng y lo podían todo sí se trataba de Liu HaiKuan.
— Amor, quítate la camisa. —pidió ZhuoCheng subiéndose al sofá detrás de Liu y este enseguida obedeció dejando ver su trabajada espalda por detrás , torso, abdomen y brazos por delante.
Cheng vertió un poco de aquel líquido que no tenía ni mínima idea de que era, él solo lo compró por lo que le había dicho aquella chica en la tienda para quitar el estrés hacer masajes , no sabía más.
Comenzó a esparcir aquel líquido que se encontraba frío por toda la ancha espalda de su prometido y no tardó mucho para que este se quejara. ZhuoCheng pasó unos minutos más haciendo movimientos aleatorios con sus pequeñas manos en las zonas donde Liu estaba más tenso. Kuan comenzaba a relajarse y a sentir como el líquido causaba calor de a poco.
—¿Ya te sientes un poco mejor? —preguntó Cheng siguiendo con su trabajo y Kuan asintió con la cabeza. —Bien...
Cheng paró con el masaje en su espalda y casi corriendo pasó al frente del castaño para sentarse a horcadas en él y siguió con los masajes pero ahora en el cuello, torso y pectorales de HaiKuan. El castaño al sentir a Cheng tan cerca no dudó en tomar su espalda baja y acercarlo aún más a él.
—Hm, hueles bien mi amor. — susurró HaiKuan hundiendo su rostro en el cuello del menor. —Joder, hueles espectacular ¿qué te pusiste?
— Nada, amor —mintió un poco. Cheng se había puesto la loción que Liu le había comprado hace ya algunos años por su aniversario número cinco de noviazgo. Era una loción bastante cara y que ZhuoCheng sólo usaba cuando creía que era la ocasión indicada. Kuan siempre fue sensible a los aromas y ese olor lo enloquecía. —Tal vez el jabón de baño...
HaiKuan comenzó a dejar delicados y húmedos besos por todo el cuello de Cheng a lo que el menor respondió enseguida erizándose sin detener sus manos. El mayor dió mordidas y lenguetazos en el cuello del pelinegro mientras sus manos viajaban por toda la cintura de Cheng haciéndolo sonreír.
— A-Cheng... por dios... — Kuan jadeo. — Que estés sentado sobre mi me pone mucho, joder.
— ¿Qué te pasa? ¿Te pusiste caliente? —oh, claro que ZhuoCheng sabía lo que sucedía ,no tardo en ver el efecto que todo lo que hacía estaba resultando. Conocía todas las debilidades de HaiKuan a la perfección.
—¿De que hablas?Pff, claro que no. — bufó alejándose bruscamente del cuello contrario recargándose en el respaldo.
— Amor, iré por algo que me faltó ¿sí? no tardo nada. —Liu asintió y Cheng se paró dirigiéndose a su cuarto.
ZhuoCheng no perdió más tiempo, Kuan se había puesto caliente y era su oportunidad. Enseguida encontró la cinta en uno de los cajones de la habitación la tomó.La cinta la había comprado hace mucho tiempo y ahora era el momento, no dudaría en estrenarla; una vez con todo, bajó con rapidez escaleras y corrió hasta donde estaba Kuan.
—Listo. —aviso Cheng volviéndose a sentar a horcadas de Kuan sobre su regazo.
— Mierda, te quiero follar durísimo. —tomó los glúteos del menor apretándolos con fuerza al instante que lo volvió a sentir encima. En verdad se oía necesitado.
—Amor, esas manos — el castaño bufó obedeciendo y quitó las manos del trasero de Cheng . El menor sin distraerse más tomó ambas muñecas del castaño y las unió para por fin poner la cinta alrededor de estas.
—¿Qué mierda haces, A-Cheng? —preguntó al sentir la cinta rodeando sus muñecas y el menor solo sacó una risilla.
— Tengo una mejor forma de quitarte el estrés, amor. — susurró Cheng en el oído de Kuan para luego morder el lóbulo de su oreja.
— Mierda... —el castaño al oír aquellas palabras mordió su labio haciéndose daño, le ponía tanto. — Pero.. ¿para que jodidos es la cinta? — Cheng se limitó a hablar y Kuan chasqueó su lengua.
El pelinegro quitó sus delgados pantalones con velocidad haciendo lo mismo con los de Kuan después de sus zapatos.Beso los labios del castaño descendiendo con besos hasta su cuello donde comenzó a morder, succionar y lamer la delgada piel de Kuan.
— A-Cheng... me dirán algo en la oficina.—murmuró sacando leves jadeos.
—Nadie te dirá nada por ser el puto jefe. mi amor, aparte, así sabrán las zorras de la secretarías a quien le perteneces.
Cuando Cheng terminó de dejar marcas en el cuello y torso de su prometido bajó hasta su pecho dejando leves lamidas que hicieron que el mayor apretara sus labios. Kuan no podía sentir su polla más dura. Cheng en verdad lo estaba haciendo sufrir con todas sus acciones.
El menor enseguida tomó con sus dientes el resorte del bóxer que aún tenía puesto el castaño para comenzar a bajarlos con lentitud , viendo cómo su prometido dejaba sacar pequeños jadeos cuando la tela rozó su duro y erecto miembro; Cheng fue directo a atacar el miembro de Kuan tomándolo con delicadeza del falo succionando la glande mientras acariciaba los testículos con paciencia.
— Agh... A-Ch-Cheng...
Cuando dejo la punta, bajó por toda la extensión del mayor para lamerla y dejar leves besos. Atrapó con su boca de nuevo la glande metiendo todo lo que pudo de la hombría de Liu a su boca.
— Joder... rápido bebé... —pidió tomando algunos cabellos del adverso enredándolos en sus largos dedos. Cheng obedeció y aumentó la velocidad. — Ohh... sí, así, buen chico...
Y antes de que el castaño se corriera en la boca del más bajo, Cheng con rapidez se puso sobre él y comenzó a restregar su trasero en el miembro de su prometido. El mayor desesperado trató de desatarse varias veces para tocar la piel de Cheng, pero fue imposible, aquella cinta parecía ser la ganadora.
— Dime , amor, ¿me quieres follar muy duro? — preguntó el pelinegro tomando nuevamente el miembro de Kuan rozándolo en su palpitante entrada jugando con este.
— Mierda Cheng, no juegues así conmigo... — gruñó y movió una vez más la cinta tratando de zafarse.
— No conseguirás nada, no podrás quitar la cinta. — rió burlón ZhuoCheng jugando con el miembro de Kuan pasándolo por su entrada una y otra vez.
No pensaba otra forma de quitar aquella cinta, la calentura no ayudaba mucho en ese momento. Subió como pudo sus manos hasta donde estaba el antifaz y trató de quitarlo , pero le fue imposible pues Cheng dio un manotazo en su brazo impidiéndole que lo hiciera.
— Que ni se te ocurra, te dejo cómo estás si lo haces Liu HaiKuan... —advirtió y el castaño maldijo mentalmente.
Cheng metió la glande a su interior sacando un agudo gemido que hizo a Kuan gruñir. Quería estar adentro ya, quería tomarlo de las caderas y follarselo muy duro. Estaba claro que después de este juego Cheng iba a tener su castigo bien merecido.
— Ngh.... HaiKuan... —gimió metiendo y sacando la punta a su antojo.
Maldita sea. Lo estaba poniendo mal. Habían acordado que cada que follaran Cheng le diría "papi" a Kuan. Sabía que eso le ponía un montón al castaño y era algo con lo que Cheng sabía jugar.
— Mierda, Cheng.... habíamos acordado algo al llamarme así...
— Sí, pero ahora son mis reglas, yo llevo el control..
Después de que Cheng jugara con la punta del mayor repetidas veces y por un largo tiempo, a Kuan se le ocurrió intentar romper con sus dientes la cinta hasta que se desgastara, no era irrompible ¿o sí? Apresuró sus movimientos y rasgó con sus dientes la cinta obteniendo éxito a la primera.
Quito el antifaz, lo aventó a cualquier lugar de la pieza y tomó con fuerza las caderas de Cheng haciéndolo parar.
— Pero ¿qué...? — estaba completamente perdido ¿Cómo fue que se deshizo de la cinta?
Kuan no lo dejo hablar ni un poco más, metió todo su miembro de una sola estocada a lo que Cheng respondió con un grito que sin duda se había escuchado en todos lados, comenzó a follarselo con rudeza como quería, sacando y metiendo su miembro con rapidez.
— Kua-Kuan-Ge... — el castaño pegó con fuerza el glúteo del menor.
— Ahora tendrás un duro castigo, bebé.
Agarró con fuerza a Cheng y lo cargo para luego dejarlo en cuatro sobre el sofá sin sacar su miembro de la apretada entrada , tomando esta vez su cintura.
— A-Ahh... Kuan detente... mgh... — chilló Cheng y Kuan respondió con una fuerte palmada en su glúteo de nuevo — ¡Ahh!
Siguió embistiendo con fuerza, con rapidez, sin parar, sacando su miembro por algunos segundos volviendo arremeter hasta el fondo haciendo a Cheng gritar.
— Liu... d-deténte... —pidió entre gemido . Kuan nunca paró. Sólo lograba hacer sus estocadas más y más certeras.
— Joder, no me llames así... — carraspeó y dio otra palmada.
Las embestidas sacaban obsceno sonidos que lo único que obtenían era poner más a Kuan . Liu comenzó a sentir como la estrecha entrada de Cheng acorralaba más su pene y ahí supo que su orgasmo estaba cerca.
— Agh, maldita sea, bebé.... ughh.. — algunos cabellos alborotados del mayor estaban empapados de sudor completamente adheridos a su frente. — Estoy por terminar... mhh...
— Y-Yo también...ahhh...
Sólo faltaron unas embestidas más para que ambos llegaran al clímax a la par. Kuan se corrió dentro de Cheng y este lo hizo manchando el sofá.
Rendidos, el castaño cargo a su pequeño y lo sentó en sus piernas abrazándolo por detrás. El par estaba exhausto y sus respiraciones agitadas lo hacían notar.
— Gracias por quitarme el estrés bebé de esta manera, eres el mejor. — dejo un pequeño beso en su hombro y sonrió tratando de controlarse al igual que Cheng abrazándolo con más fuerza . — Te amo...
ZhuoCheng sólo supo cerrar los ojos y recargarse en su chico para tratar de regular su respiración .. Había sido un buen método.
✧☆∵✧☆
Todos los créditos a : :
b
Espero que les haya gustado esta adaptación.
Menciono que no me pude contactar con la autora original, pero NO me tomo créditos de la historia, todos los créditos a ella, si en un momento ella me pide que elimine esta adaptación lo haré sin reclamar.
¡Gracias por leer! Nos vemos (๑^ں^๑)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro