✯ RECUERDO DEL PASADO POR PARTE DE MAHIRU✯

Yo... Solo era un niño de por ahí unos tres o cuatro años, estaba con mi mamá caminando por un centro comercial hasta que sin culpa, solté su mano y fui corriendo a una vitrina en la que había un peluche de gato. Recuerdo que alguien me ayudó ese día, pero no logro reconocer su rostro, lo único que recuerdo era su voz y su tacto limpiando las lágrimas que tenía en mis mejillas a la vez que trataba de calmarme. Después de estar un tiempo con él, me llevó a la zona de niños pequeños, yo aguantaba las ganas de ir, pero no quería dejar a el chico que me ayudó solo, no era su responsabilidad hacerlo, y aún así lo hizo, así que tome su mano y me quedé junto a él. También recuerdo su reacción, recuerdo que en ese momento se rió, lo que hizo que yo también riera y de alguna manera... Recuerdo una promesa que hicimos ese día, una promesa bastante alocada, pero... De igual manera la acepte.

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Mi nombre es Shirota Mahiru, tengo 16 años, en dos años me volveré un adulto y podré ayudar a mi tío, o por al menos eso creía hasta ese día... En el momento menos pensado, cuando volvía de mi escuela, vi a mi tío en el suelo, me preocupé muchísimo y fue cuando llame a una ambulancia, estaba muy preocupado por él. Cuando llegó la ambulancia se lo llevó, a mi no me dejaron ir, pero tuve que esperar una semana para que me dejaran verlo por primera vez desde ese incidente.

Cuando lo vi, me sentí feliz de que siguiera con vida, y nos la pasamos contándonos cosas tontas, pero nos sacaban sonrisas. Todo estaba bien, por al menos hasta la hora en la que me tenía que ir, fue cuando un doctor me mostró la factura, eso era mucho dinero, casi se me sale el alma del cuerpo. El doctor claramente vio mi reacción y me dijo que no me preocupara, que lo podía dejar mientras allá, que tratarían de contactar con otras persona para que se hiciera cargo de él. Lo que me hizo sentir inservible...

Cuando volví al apartamento, me quedé pensando en que podría hacer, me di cuenta de que la escuela en la que estaba era muy costosa, ¿Por qué no pasar a una escuela pública? Después de todo es gratis. Y eso hice, lo que me arrepintió rápidamente, pero ya no había marcha atrás, ya había sacado los papeles de la anterior escuela.

En ese lugar, me di cuenta de que habían 7 personas que eran muy respetadas en ese lugar, creo que eran hermanos. Había uno que parecía ser mucho mejor que los demás, tenía un extraño cabello color celeste, no recuerdo su nombre, pero para ser tan respetado en un lugar así... Creo que es mejor no relacionarse mucho con él, luego le seguía otro chico de pelo amarillo con unas puntas negras y así sucesivamente, me parecía extraño que solo hubiera una mujer en todo el grupo, pero no le di mucha importancia.

Cuando empezaron las clases, me di cuenta de que me tocaba con 4 de todos esos chicos, y fue cuando me di cuenta de que ese chico de pelo celeste, estaría en ese salón conmigo durante el resto del año. Decidí hacerme atrás para poder aconstumbrarme mejor, y a mi lado se hizo ese chico. Trate de no darle importancia, pero si tenía nervios y muchos.

Así pasaron las horas de clase rápidamente. No tratamos de hacer ningún tipo de conversación, mis nervios no se iban, era una escuela pública, podía esperar cualquier cosa, cualquiera, y si los demás se enteraban de que venía de esa escuela tan refinada. Yo, Mahiru Shirota, ya estaría muerto. Volví a mi apartamento, pensando en que podría hacer, ya tenía un poco de dinero que la escuela me devolvió, pero eso no alcanzaba para pagar la salida de mi tío del hospital, ese apartamento se sentía muy solitario, más de lo normal. Pero gracias a eso, sin darme cuenta logré caer en un profundo sueño... Fue por eso que llegue tarde al segundo día de clase.

Ese día, me encontré con un chico llamado Sakuya Watanuki, tuvimos conversaciones muy interesantes, como las mismas que tenía con mi tío cuando estaba en el hospital visitándolo. Estábamos en el restaurante de esa escuela, seguía con Sakuya a mi lado hablando de las mismas estupideces pero sentía una mirada, era fija, me sentía realmente acosado, así que voltié a mirar disimuladamente, ¡¡¡Era el mismo chico que estaba a mi lado en el salón!!!. Pero, había un chico pelinegro susurrándole algo mientras me miraba.

- Oye Mahiru, ¿no crees que te están mirando mucho? - Escuché la voz de Sakuya

- ¿¡Eh!? ¿De qué hablas? - Dije volteando a mirar hacia él.

- Ash te está mirando demasiado - Dijo con una sonrisa.

- ¿A-ash? ¿Te refieres a ese chico de cabello celeste? - Respondí intrigado.

- Si, ese mismo

- ¿Cómo hago para que deje de mirarme de esa forma?

- Si yo fuera tú, buscaría una manera de volverlo más cercano a mí

- ¿Por qué?

- Estamos en una escuela en la que perro come perro, ¿Entiendes?, Si no eres alerta y no te sabes defender, rápidamente eres comido por los demás.

- ¿Estás diciéndome que sea más cercano a él solo para que me proteja?

- Algo así - Dijo mientras se levantaba de la mesa.

- Oye, espérame - Me levante rápidamente de la mesa y fui a su lado - Me estas diciendo todo eso solo porque te agrado ¿Cierto?

- Si y no, me agradas, y mucho, solo que desde lejos en vez de parecer hombre, pareces una chica, ya que tu cuerpo se ve delicado, lo que produce ganas de protegerlo. Tal vez por eso te miraba tanto.

Me quedé mirándolo seriamente por esa respuesta, me parecía extremadamente estúpido que solo porque mi cuerpo se viera frágil quisieran protegerlo. Después de esa conversación fui a mi salón dejando a Sakuya solo un momento, estaba muy pensativo por lo que me había dicho, ¿Sería bueno aprovecharme de él?, El salón estaba vacío, pero solo durante un momento ya que vi a unos de los chicos que se la pasaba con Ash, era ese chico de pelo amarillo y se quedó mirándome, saco una cosa de su maleta y volvió a salir. Este lugar era extraño... O por al menos, para mi esos chicos eran extraños.

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Volví al apartamento después de clases, estaba cansado, me la pasé todo el día evitando al chico de pelo celeste... Me da algo de pena cuando siento su mirada fría y fija en mi. Así que me la pasé corriendo de un lado a otro en los recesos escapando de él.

Cuando creí que por fin tendría algo de tranquilidad, suspiré mientras me sentaba en el sofá, pero la vida es mucho más extraña y difícil de lo normal. Fue cuando recibí una llamada inesperada, lo que me hizo levantarme rápidamente del sofá ponerme una chaqueta con capucha y salir corriendo de ese lugar que se llamaba "hogar".

Mientras iba corriendo, tuve que parar porque mis piernas no podían más, así que decidí caminar mientras volvía a recuperar mi aliento, hasta que sentí que alguien me seguía, no era malo dudar de que me seguía, sé que puedo ir a cualquier parte, pero a esas horas de la noche es mejor... Ser precavido.

Trate de caminar más rápido, pero mis piernas no me daban, no debí correr tanto, en ese momento me estaba arrepintiendo de un montón de cosas, como que no debí cambiar de escuela en primer lugar sin la autorización de mi tío, que tuve que esperar a que alguien más grande en edad que yo sé encargara de todo esto, que debía pensarlo dos veces antes de venir corriendo hasta aquí, que tuve que hablar con el chico de cabellos celestes del que su mirada fija me hacía sentir incómodo. Pero ya era muy tarde para todo esto, el sujeto detrás mío, solo se estaba acercando cada vez más y más a mi. Era mi fin, o por al menos eso pensaba hasta que vi como tomo la delantera.

Me detuve y me quedé mirándolo con extrañeza, vi como desaparecía de mi campo de visión poco a poco, así que seguí adelante un poco más tranquilo, pero por desgracia me di cuenta de una cosa... ¿¡Por qué me relaje!?.

Sentí como alguien me acorraló contra una pared bruscamente, trate de poner algo de fuerza hasta que sentí que colocó algo frío en mi cuello, era algo fino, me di cuenta que era lo que estaba pasando. ¡¡¡ME ESTABAN ROBANDO!!!.

No tenía ni la más mínima idea de lo que podia hacer, si me movía o me resistia, había una posibilidad muy grande de que me cortará con la navaja que tenía en mi cuello, ¿pero que más podía hacer? así que me quedé quieto y en silencio, esperando lo peor.

- Dame todo lo que tienes - Dijo una voz ronca.

Gracias a la poca luz de un poste que se esforzaba por alumbrar la cruel escena, logré darme cuenta de una cosa, un mechón de pelo celeste. ¿¡ESE CHICO ES EL MISMO QUE SE SIENTA AL LADO MIO EN EL SALÓN!?.

Imposible... ¿Será por eso que le tenían tanto respeto en la escuela? Lo dudó... Es un lugar en el que perro come perro según Sakuya. Si los demás supieran... Lo habrían acusado hace mucho a las autoridades. Sin embargo, empecé a actuar sin pensar, y solté mis palabras.

- ¿E-eres... Ash? - Pregunté con nervios, esperando lo peor.

- En el mundo existen muchos Ash - Sentí como apoyaba cada vez más la navaja en mi cuello, así que puse a mi cerebro a recordar el nombre que habían estado repetido en clases. Y por suerte lo hice.

- Tú... ERES SLEPPY ASH, TE HACES A MI LADO EN EL SALÓN DE CLASES - El chico rápidamente me soltó y se quedó mirandome.

- Tú... Eres... - No alcanzó a decir gran cosa, a lo lejos se escuchaban las sirenas de los autos de la policía - Vamos - Tomo mi mano de repente y empezó a correr.

- ¿A dónde me estás llevando? - Dije mientras veía el camino, no conocía nada de eso.

- ........ - Él no me respondía, así que deje que me llevara al lugar a donde pensaba llevarme. Cuando se detuvo, estábamos en un callejón sin salida, "estamos atrapados" fue lo primero que pensé.

- ¿¡A-ahora qué!? - Dije mirándolo, el se veía muy tranquilo, bostezo y fue cuando tocó a la pared y esta se abrió.

- Solo sígueme, te explicaré todo - Dijo mientras entraba.

- Está bien... - Dije suavemente y lo seguí, era un camino oscuro, un poco aterrador, vi como terminamos dentro de un bar - Oye... ¿Que estamos haciendo aquí? - Dije mientras lo miraba nervioso.

- Es un lugar en el que las "ratas" como yo, nos escondemos de los polisontes - Dijo mientras se sentaba en una mesa, yo me senté al frente suyo.

- Entonces... ¿Me explicarás todo? - Pregunté con algo de seriedad.

- No todo, pero primero empecemos con mi familia - Dijo mientras le pedía a una cerveza a una camarera - Verás, mi familia dirige a todos los mafiosos de la ciudad, básicamente tenemos mucho dinero, y muchos problemas, bueno... Aunque "tenemos" no es la mejor palabra para describirlo, más bien sería... "Tiene"

- ¿Por qué? - Dije curioso.

- Verás, a mi padre no le gusta compartir sus "ganancias" y para él nunca nada es suficiente, así que manda a sus 8 hijos a conseguir más cosas para el, básicamente, nos trata como a sus empleados, nosotros nos encargamos de robar y matar para él, cuando lo hacemos por separado, nos va bien, pero cuando lo hacemos todos juntos, somos un buen equipo, y a ese equipo lo llaman "Los Servamp"

Escuchar esas palabras de él, me estaba resultando ser muy interesante, quién diría que el chico que acababa de ver en la escuela por primera vez resultaría ser parte de una mafia llamada Los Servamp.

- ¿Pero que eso no es malo?

- A nuestro padre no le importamos, lo único que le interesa son sus riquezas ¿Entiendes? - Vi como colocaron la cerveza en la mesa, el la tomó, la destapó y empezó a beber de la botella.

- Ya veo... Oye Sleppy Ash - Vi como colocaba la botella rápidamente sobre la mesa y me miraba algo serio.

- Que tal... Si me llamas de otra manera, no quiero que nadie en este lugar se entere de mi verdadero nombre, además, soy muy buscado por la policía, y sería mucho más problemático.

- Entiendo... Entonces te pondré... - Me quedé mirando un momento a ese chico, tenía una chaqueta negra con una capota que tenía orejas de gato, entonces... Le pondré un nombre de gato - Tu nuevo apodo será Kuro.

- ¿Kuro? ¿Por qué ese?

- Porque con tu chaqueta pareces un gato negro

- ¿Así que me pusiste ese apodo como conmemoración al gato negro de mascota que nunca tuviste?

- Eh... Si quería un gato negro con ese nombre, pero ya que te pareces a uno... Supongo que no te queda mal.

- Así que... Se supone que soy tu "gatito negro" - Dijo mientras volvía a tomar de la botella.

- Si te lo quieres tomar así, entonces si.

Vi como acabó la cerveza y me volvía a ver - Acepto.

- ¿Eh? ¿De que hablas? ¿Que estás aceptando?

- Acepto ser tu gato negro, tu mascota.

Me quedé mirandolo sorprendido - ¿Oye? ¿Seguro que no estás borracho?

- No, estoy totalmente cuerdo en este momento.

Como podia decir eso de esa manera tan relajada, ¿por qué estaba aceptando ser tal cosa?. No tenía ni la menor idea de que estaba pasando en este momento, pero era extraño.

"¿Así que tengo una clase de gato de mascota?"

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Holi, aquí con otra historia Kuromahi, la forma en la que me inspire para crearla fue super loca, así que espero que les guste, ese actualizara al igual que "intentos para enamorarte" ( en otras palabras que en cualquier momento )

Espero que les guste, los quiero <3