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Capitulo Unico: El quinto elemento

4 elementos básicos:

-Escritura

-Música

-Baile

-Grafiti

La vida en este orfanato se llevaba de esa manera, con los precarias que eran las clases que nos daban, y el constante abuso del que eramos presos.

Golpes, patadas, comida repugnante y los rumores corrían sobre el presunto abuso sexual que las chicas sufrían dentro de este lugar. Es escalofriante considerar que tan solo tenemos 14 años en estos momentos.

Pero no estaba solo, solía estar siempre acompañado de mi mejor amigo Haruya Nagumo, no eramos exactamente la pareja perfecta, era realmente mi opuesto ante todo. Impulsivo, agresivo, enérgico y bastante imprudente, pero solía poseer un optimismo del que yo carecía enormemente. Entre los estrechos pasillos de esta institución, solo podimiamos sobrevivir, la mayoría de los chicos se comportaba de manera hostil, constantemente a la defensiva. Se trataba de un ambiente donde sobrevivía el más apto. Solo existía una excepción a la regla, 2 chicos que siempre estaban juntos al igual que nosotros. Ryuuji Midorikawa y Hiroto Kiyama.

De cierta manera me sentía identificado con ellos, hablábamos de vez en cuando a la hora del almuerzo, en una mesa gigante nos sentamos juntos los 4 y comenzábamos a platicar. Su situación era muy similar a la nuestra, se protegían el uno al otro como si su vida dependiera de ello, y en cierta forma, lo hacia...

Llevo toda mi vida en esta cárcel y solo he podido salir en 3 ocasiones.

La primera fue bastante rápida, pero no estaba suficientemente acostumbrado a la adrenalina como para que las cosas salieran bien. Tenia tan solo 10 años, mi cuerpo era débil, pero gracias a las peleas y el esfuerzo físico que normalmente hacíamos dentro de estas rejas, tenia la suficiente resistencia y agilidad como para no tener problemas al correr. ¿La misión? Recolectar alimentos para los niños y niñas del orfanato.

Nos encontrábamos a las afueras del orfanato, eran las 6 de la mañana y todos estaban dormidos... Era la primera fuga que unos jóvenes harían dentro de esta cárcel, pero desgraciadamente tendríamos que volver, no había nada que pudiéramos hacer afuera, sin padres y a esta edad, todo lo que conseguiríamos sería volver a donde empezamos.

Gracias a unos contactos que poseíamos de afuera, conocíamos la ubicación de unas tiendas que abrían temprano, por lo que, Mido, Hiroto, Nagumo y yo nos dispusimos a conseguir cuanta comida fuera posible para traer devuelta al orfanato.

Las cosas salieron bastante bien, teníamos mochilas que robamos de las oficinas del orfanato, y volvimos con ellas llenas de comida, leches, jugos y bebidas las cuales conseguimos repartir entre muchos niños.

La segunda vez que salimos fue para algo más banal, y es que el pelirrojo necesitaba despejarse, aquella mañana lo habían castigado por haberse puesto a pelear con otro chico, y los encargados lo golpearon sin cesar pensando que con eso aprendería.

—¡Es una mierda! esto es una mierda Fuusuke, no solo ese idiota me provoca y pelea conmigo, ahora los gendarmes me sacaron la cresta y estoy seguro de que no será lo ultimo...—

Exclamó muy molesto, mientras caminaba de un lado a otro por nuestra pequeña habitación, mientras yo me encontraba sentado el borde de la cama.

—Cálmate un poco, alterarte no te servirá de nada—

Le respondí con los brazos cruzados.

—¿Y qué se supone que haga?—

—¿No recuerdas los 4 elementos?—

—Si, los recuerdo, pero francamente no soy muy fan de ponerme a bailar, y tampoco se me da bien escribir...—

—¿Sabías que la gente cuenta una leyenda sobre un quinto elemento?—

—Eso no me interesa mucho ahora Suzuno, Déjame pensar...—

—Como quieras tonto, pero creo que el quinto elemento es much...—

—¡Lo tengo! ¡Soy un genio!—

—¿Ah?...—

No entendía a que se refería, pero sus ojos brillaban con nunca antes, puede que sea una de esas pocas ocasiones en las que se le ocurre algo interesante.

esbocé una pequeña sonrisa, lo miré con tranquilidad y esperé a que me contara su plan.

—Ve a buscar un poleron que te cubra bien, y ponte las botas, vamos a salir esta noche—

Miré al reloj y eran las 7:30 de la tarde.

—Espero que tengas una buena idea, no quiero salir corriendo de nuevo—

—Tranquilo hielito, todo saldrá bien ¿No confías en mi?—

Contestó, ofreciéndome su mano para levantarme de la cama.

—Creo que lo hago más de lo que debería, "fueguito"—

Respondí, tomando su mano y levantándome.

—Vamos, haz lo que te digo, nos juntaremos a la hora de la cena—

Simplemente asentí y fui a buscar la ropa.

Llevaba un poleron bastante grande, de la talla XL, unos pantalones de mezclilla igualmente grandes y unas botas de suela gruesa de color café, era ropa que no me pertenecía en un principio, sino que era heredada de chicos más grandes que se habían ido del orfanato, o que habían muerto en el proceso.

Eran las 9 de la noche, estábamos casi todos en la mesa, me sentaba al lado de mi chico de fuego, pero notamos que faltaban 2 personas más, casualmente eran Midorikawa y Hiroto, quienes acababan de llegar.

Hiroto llevaba del hombro a Midorikawa, mientras le hacia cariño en la espalda, este ultimo parecía estar llorando, y tenía un gran moretón en la mejilla izquierda, parecía que alguien lo había golpeado.

Ambos se sentaron a nuestro lado, y el más cercano a mi era el pelirrojo, pálido como siempre y con un semblante serio, pero triste.

Llamé la atención de Hiroto del modo que pude.

—Oye...—

—Dime—

—¿Qué le ocurrió?—

Pregunté señalando a Mido, quien simplemente se limitaba a comer cabizbajo.

—Esos malditos de los gendarmes lo golpearon, lo pillaron robando comida de unos estantes y lo molieron a golpes, no solo tiene ese moretón en la cara, con unas lumas le dejaron marcados los brazos y la espalda...—

Ya tenía suficiente contra esos malditos por lo que le habían hecho a Nagumo esta mañana, pero ahora es personal, muy personal.

Iba a contestar, pero la comida fue interrumpida por uno de los inspectores, el cual estaba acompañado de una mujer joven, delgada, y de un corto cabello rosado.

—¡Chicos! Atención aquí... Ella es Kyouka Kirino, la nueva encargada de convivencia dentro del orfanato Sun Garden, espero sepan tratarla como se merece—

La mayoría de los chicos se limitaron a seguir comiendo la asquerosa comida que nos habían servido, cabe destacar que, a pesar de ser una noche fría y ser la cena, la misma ni siquiera estaba caliente, y un vaso con agua era todo lo que teníamos para pasarla suavemente por la garganta.

Las horas pasaron, eran las 1 de la madrugada y me encontraba en la reja más cercana a la salida del orfanato. Afortunadamente a esa hora no habían muchos guardias, pues estos se encontraban en la hora de la cena y podíamos irnos sin problemas.

—Haruya... ¿Quieres saber lo que opino de todo esto?—

Comentaba mientras saltaba la cerca, ayudado por mi amigo, quien ya se encontraba afuera.

—No—

Respondió tajante.

—¿Por qué no?—

Pregunté mientras caminaba a su lado por las oscuras calles que rodeaban el orfanato.

—Porque siempre que me dices como terminarán mis planes, terminas teniendo razón, quiero ser sorprendido esta vez—

—Como quieras... ¿A donde vamos?—

—Que bueno que lo preguntas, cerca de aquí hay una calle con una pared completamente limpia...—

—¿Y?—

—El cuarto elemento hielito, vamos a hacer que la gente sepa lo que sufrimos—

—¿Por eso la mochila?—

—Exacto, eres perspicaz, en la mochila tengo muchas latas, y unos pañuelos... Ah, si, ten esto—

El pelirrojo sacó de su bolsillo un papel doblado y me lo entregó, al desdoblarlo lo que vi me sorprendió. Era un dibujo, en el se mostraban por un lado, un chico colgado de un árbol, afuera de una casa grande, arriba de la casa estaba escrito "orfanato Sun Garden" y en la puerta de la misma, había un guardia con una luma en sus manos, debía admitirlo, se le daba bien el dibujo...

—¿Esto es lo que vamos a dibujar?—

Pregunté.

—Exacto ¿Te gusta?—

—Es mejor de lo que imaginé de ti—

—Ya llegamos...—

Al detenernos, nos encontramos con aquella pared en blanco, lista para ser pintada. Nagumo puso su mochila en el suelo y sacó las latas de pintura, junto con 2 pañoletas, una de color azul y la otra de color rojo. En tanto, yo vigilé el perímetro, no había nadie cerca, lo que era bastante raro, pero supongo que tuvimos suerte...

—Ten, ponte esto—

Dijo, entregándome la pañoleta azul, mientras el se ponía la roja, cubriendo su nariz y boca.

—¿Estás listo?—

Me preguntó con seguridad.

—Supongo... Es la primera vez que hago algo como esto, pero me gusta—

Llevábamos más o menos una hora pintando y al mural no le quedaba mucho, era bastante simple, pero le mensaje se hacía notar.

—Bien... Creo qu—

Haruya fue interrumpido con una luz proveniente de los focos de un vehículo. Ambos dirigimos la mirada hacia esa luz incesante, para percatarnos que se trataba de un vehículo de policías. Ambos sabíamos que no se trataba de nada bueno, menos considerando que estábamos dibujando en zona publica y que teníamos el rostro tapado.

Tomé nuestras cosas y las guarde lo más rapido que pude, mientras Haruya escribía un ultimo mensaje en la pared, inmediatamente echamos a correr y supimos escondernos lo suficientemente bien como para que aquel coche no nos encontrara. Fue una intensa persecución, pero nuestras jóvenes piernas dieron de si lo suficiente como para lograr regresar sin mayor problema al orfanato.

Trepamos la cerca y entramos sin hacer el mayor ruido, o eso pensamos...

—¡¿Qué están haciendo aquí?!—

Nos habían pillado ¿Quién? Nadie más ni menos que la nueva encargada de convivencia.

—Eh...—

Presentía que Haruya iba a dar alguna excusa estúpida como las que siempre daba, por lo que le tape la boca y preferí ser yo quien tomara las riendas en este problema...

Antes de decir nada, noté como la encargada dio un pesado suspiro antes de hablar.

—Miren... No me gusta esto, solo vayan a dormir, y yo olvidaré lo que vi ¿Si?—

Ambos, más sorprendidos que nunca, simplemente asentimos y caminamos hacia la puerta del orfanato. Pero no me quedaría así como si nada, mi tiempo aquí me ha hecho lo suficientemente cínico como para desconfiar de esta "buena actitud" que poseía la nueva encargada.

—Oiga encargada...—

—No me llames así, solo dime Kyouka—

—Eh, bien, señorita Kyouka, ¿Por qué no nos llevó con los gendarmes?—

—Escucha chico... No estoy aquí para verlos sufrir y ser golpeados, mientras yo esté aquí, esas cosas habrán acabado para ustedes, se los prometo—

No sabía que responder, por algún motivo sus palabras no me parecían falsas en absoluto, menos considerando que ya había sido engañado antes con palabras similares, para posteriormente ser golpeado o abusado por cualquier adulto de esta institución.

No dije nada más antes de que ambos llegáramos a nuestra habitación, acompañados por la señorita Kyouka.

—Escuchen, mañana hablaremos sobre esto, por favor descansen...—

Dijo antes de cerrar la puerta.

Había pasado tiempo de lo sucedido y ambos tuvimos la oportunidad de conocer mejor a aquella chica de cabellos rosados. Había mostrado una actitud totalmente diferente a la de aquel día, más alegre y compasiva, y siendo sincero... Era ella una de las pocas razones para tener esperanza de salir en una pieza de esta cárcel.

Conversábamos a menudo y junto con Haruya, terminamos por considerarla una buena amiga, una confidente que sabía todos los secretos que ocultaba nuestro pasado en el orfanato, era consciente de lo sucedido y se encargó de ayudarnos durante años.

Antes he dicho que había salido 3 veces de este lugar, pues bien, hoy sería esa tercera ocasión.

Tanto Haruya como yo estábamos cercanos a cumplir los 18 años, entre tanto, Midorikawa y Hiroto estaban más lejanos a esa fecha... ¿Y por qué es importante mencionarlo?

Pues Kyouka nos mencionó que tenía excelentes planes para nosotros, eramos los chicos con mejor comportamiento en el orfanato con diferencia, y debido a diversas influencias que ella había conseguido, junto con cartas de recomendación, habría logrado conseguirnos un trabajo y alojamiento temporal, mientras estudiábamos para tener acceso a una mejor vida.

Al enterarme de esa noticia no podría haber estado más contento y agradecido con aquella mujer, su llegada había ocasionado la luz al final del túnel, y la certeza de que fuera de este infierno, el mundo real nos recibiría con los brazos abiertos.

—Hey Haruya, creo que lo entendí finalmente—

Llamé su atención, mientras terminaba de leer un libro.

—¿Que entendiste?—

—El quinto elemento, ya lo he comprendido todo—

—¿Sigues con eso?—

—El conocimiento, ese es el quinto elemento—

—¿El conocimiento?—

—Exacto, sin conocimiento no podríamos llegar a nada, ningún objetivo cumplido, no habríamos podido salir de este horrible lugar—

Haruya me miraba algo desconcertado, pero simplemente cerró los ojos y me dio la razón.

—¿Y que se supone que haremos con eso?—

—Amigo, el quinto elemento es la puerta a algo mucho más grande, debemos ser sabios, comprender los secretos que engloba vivir aquí, y los que nos deparará el futuro—

El simplemente guardo silencio por un rato, puede que no comprendiera mi emoción por el descubrimiento que acababa de hacer, pero ya lo haría, estoy seguro.

—Oye, esta noche nos vamos con Hiroto y Mido—

Me dijo mientras guardaba ropa en su mochila.

—¿Eso te dijo Kyouka?—

—Si, comenzaremos a vivir solos desde ahora, tu y yo—

—¿Qué hay de Mido y Hiroto?—

—Ellos vivirán en otro lugar, serán departamentos separados, cada uno cerca del trabajo que tendremos—

—¿Qué nos ha tocado?—

Pregunté, me interesaba trabajar, ganarme la vida y adquirir experiencia.

—Trabajaremos en una heladería, ganaremos poco, pero es suficiente como para mantenernos bien, eso me dijo Kyouka—

—¿Cuanto falta para irnos?—

Pregunté mirando el reloj, eran las 6 de la tarde.

—A las 8 de la noche... ¿Sabes? No extrañaré este lugar en lo absoluto—

—Solo extrañaré a Kyouka, por suerte me ha dado su numero de teléfono, así cuando compremos uno, podremos comunicarnos con ella—

—Eso es excelente hielito—

Las horas pasaron, aunque se me hicieron una eternidad, los 4 teníamos todo listo para partir a nuestros destinos, y lo único que nos separaba del mundo, era aquella chica que nos abrió la puerta a un futuro mejor.

—Muchísimas gracias Kyouka, creo que hablo por todos acá cuando digo que te lo debemos todo a ti—

Dije, mientras la abrazaba, para posteriormente salir a la calle.

—No habría sido posible sin ti chica, espero poder verte pronto—

Agradeció igualmente Nagumo, para seguirme a las afueras del orfanato.

—De verdad te lo agradecemos ¿No Mido?—

Dijo Hiroto, mientras rodeaba con su brazo a su querido compañero, quien no podía decir palabra alguna, conmovido por la despedida.

—Chicos... Muchísima suerte a todos, allá afuera las cosas son muy duras, pero confío en ustedes, han sido lo suficientemente fuertes como para salir de este lugar con vida, y afortunadamente, solo con marcas en la piel... Les deseo lo mejor, solo espero que la próxima vez que nos veamos sea en mejores condiciones—

Todos nos despedimos y nos llevamos nuestras cosas, entramos a un taxi que nos esperaba afuera y nos llevaría a nuestro destino.

El viaje fue largo, pude conocer bien las calles que nos acogerían por el resto de nuestra vida, calles rayadas, gente hostil y lugares oscuros. Pero algo me sorprendió.

—Nagumo, mira eso—

Dije mientras señalaba afuera de la ventana.

—Es... Es el mural que hicimos hace años, está intacto—

Creo que nunca me había sentido tan pleno, la gente que pasaba por ahí era consciente de lo que sufrimos en nuestra estancia ahí, conocía lo que sufrimos, y lo respetaron...

Finalmente llegamos a nuestro destino, salimos del taxi y entramos a aquel condominio, buscamos nuestro departamento y finalmente lo encontrábamos, estábamos frente a la puerta que nos hospedaría durante un buen tiempo.

—Hielito ¿Quieres hacer los honores?—

Dijo mi chico de fuego a la par que me entregaba las llaves que previamente nos había otorgado la recepcionista.

—Nagumo... La vida nos depara algo grande, estoy seguro—

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Esto ha sido todo, ha sido un One-shot largo, pero que me ha encantado escribir, realmente me encanta todo lo que tenga que ver con esta pareja y espero de corazón que a ustedes también.

Quería indagar bastante en el pasado de estos personajes y que comprendieran aun más la importancia que tienen y tendrán en Ghetto 0.6. 

Estoy contento, y junto con esto, quería agradecer a Nikari_1010 Por crear la hermosa portada de esta historia, y apoyarme desde el principio, sin ti nada de esto habría sido posible...

Finalmente, no me queda más que agradecer, y como siempre, si llegaron hasta aquí, dejen comentarios uwu.

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