Al día siguiente, con Vega, se acercaba ya la noche en la zona donde residía hace siglos seguramente, el clan Geki, hogar de su maestro y su segunda familia básicamente. Apesar de los años, el lugar se mantenía tan hermoso como cuando él llegó, el pasto era tan verde y brilloso como las esmeraldas gracias a la brisa del río que salpicaba por los vientos; las flores lucían bellas como si nunca fueran a marchitarse, los árboles frondosos y llenos de vida, además de aportar oxígeno limpio para la aldea también daban una preciosa imagen natural. Vega era el único del clan que esperaba al maestro y actual líder, Geki; sentado en el pasto disfrutando el aire, el susudicho al fin apareció, como un fantasma que se materializa de la nada, tal y como Chun Li lo dejó ayer, curado y sólo vestido de la cintura hacia abajo.

-¿Dónde estabas? Tengo un día esperándote, cuando sales no es por más de 16 horas, y me informaron que ya ibas para los dos días.

-Fui a hacer un encargo.

-¿Aún trabajas de mercenario...?

-Claro, como tú.

-Pero yo formaba parte de una organización, de cierta forma no trabajaba solo y hay quienes me respaldaban, además yo no debo velar por un clan, si sucediera que me lleguen a herir de muerte o que fallezca, no dejaría desamparados y desprotegidos a cientos de personas. Aunque claro, es imposible que alguien me venciera...

-Que bueno que sigas tan confiado como siempre, y agradezco tu preocupación por mi vida y mis responsabilidades con el clan, pero déjame decirte que en mi caso, trabajar en solitario ha sido una gran manera de sostener a aproximadamente el 50% del clan.

-No sería necesario que trabajaras si me aceptaras el dinero que te ofrecía.

-Se que lo haces de buena voluntad Vega, pero te he dicho que si no trabajara para mantener a mi clan me sentiría inútil por no hacer algo.

-Cuidas del clan, hace unos años que el líder enfermó y te tocó tomar su lugar, es lo más importante que haces...

-Sí, pero yo me refiero a...

-Un momento... -El español interrumpió mirando fijamente el abdomen de su maestro notando la curación- ¿qué demonios te pasó en ese encargo? ¿por qué vienes herido y desnudo del torso?

-Ah eso, bueno te gustará saber que, hace unas horas al fin decidí aceptar parte de tu oferta...

-Con gusto, me alegra escucharlo, pero no me respondiste qué te pasó...

-Fui a hacer un encargo como ya te dije, pero el sujeto resultó hábil a pesar de su edad, como quién dice, fallé... y...

-¿Y?

-Decidí dejar por ahora ese trabajo, necesito mejorar por lo que veo, y no creo que los chicos que ayudan con los gastos se rehusen a seguir encargandose de sus partes, porque, sí ayudarás, ¿verdad?, con la colaboración de ellos y la tuya pues, puede mantenerse la aldea sin problemas considero...

-¡Por supuesto que ayudaré! Ustedes son mi familia hace años.

-En serio te lo agradezco, todos te agredecemos tu ayuda, Vega.

-Lo hago con gusto, maestro.

-Oye, pero, espera un momento, hablaste en tiempo pasado, que acaso tú... ¿dejaste a Shadaloo?

-Así es, pero no te preocupes por el dinero, ser matador sabes que era más por gusto que por el dinero, porque de hecho también por ahora dejé mi profesión así como dejé mi segunda vida llamada Shadaloo, e igual el dinero no será problema pues, mis inversiones siguen y muy bien por cierto.

-Entiendo, me da gusto que te vaya bien, y ¿a qué se debe tu visita por adelantado?, te esperábamos en un par de meses.

-También necesito mejorar, además de que hay tantas cosas que quiero y necesito contarte. Cosas muy importantes que me han pasado y bueno, cosas que conllevan al futuro...

-Vamos a la casa, seguro ya te instalaste en tu cuarto.

Vega asintió.

-Entonces cenaremos, me contarás todo eso y luego dormiremos, habrá que descansar adecuadamente para que mejoremos a partir de mañana.

Y así, Vega ayudando a su maestro, por si acaso, se fueron caminando a la aldea, de rato llegaron a la casa, una casa de buen tamaño y rústica, aunque muy bien cuidada y bonita, a pesar de estar sola, Vega ya tenía la cena lista inclusive, sólo era cuestión de calentarla, lo cual hizo mientras su maestro Geki se aseaba y preparaba para entablar una muy larga plática con su mejor alumno.

Poco a poco pasaban los minutos, el par ya cenaba en la intimidad de esa acogedora casa, Vega le hablaba primeramente del amor de su vida: Chun Li. Desde el cómo pasó todo, el cómo se conocieron, el cuándo se dió todo, etc., pasando a una visión general del asesinato de su suegro a manos de su antiguo jefe M. Bison, y; visión general porque en el fondo Vega no quería profundizar del todo en ese asunto, aunque no se notara sí le dolía hasta cierto punto, Vega ama a Chun Li y el verla sufrir por la muerte de su padre lo hacía sentir responsable de alguna manera. Pero eso sí, al relatar todo lo vivido no podría olvidar detallarle a su maestro cómo Bison lo trató a él después de todo lo sucedido, las consecuencias posteriores, donde peleó a muerte con su amada mujer por ser controlado, las personas involucradas haciendo énfasis en Charlie, el joven militar que no acababa de agradarle ni un poquito, Fei Long su nueva familia, y en menor medida un poco de Ken y Ryu, que al menos ya no le molestaban ni desagraadaban.

Fue una larga noche, la cocina así como la luna que se veía por la ventana de la cocina fueron testigos de cómo el español se abrió a su maestro, pocos eran los afortunados que tenían ese nivel de confianza del matador, por lo que Geki valoró mucho cada palabra, cada anécdota, y al conocerlo muy bien, como un hermano mayor haría con su hermano menor y al que cuida, guía y quiere, le dió algunos consejos, empezando por el clásico, pero necesario "las cosas pasan por alguna razón", argumentando que, aunque dejó atrás esa vida de rey de Shadaloo, le llegó algo mejor o, mejor dicho, alguien, su novia; asimismo mencionó que nunca es malo el cambio, sí puede confundir al principio, pero no por eso será menos, poniéndose de ejemplo y a su situación, comparando que gracias a todos los sucesos ambos mejorarán, a la par buscarán ser mejores para el cercano futuro y, aquí fue donde Vega le añadió el tema de que justo deseaba aprender a dominar el qì a su lado, lo que antes no le interesó a pesar de vivirlo siempre por Shadaloo, ahora era una de sus prioridades y anhelaba realizarla con su maestro, aunque Geki sólo asintió y sonrió, eso fue suficiente.

Al día siguiente, ya eran las 8 a.m. y Vega apenas iba saliendo de su cuarto cuando encontró a su maestro en la sala con un grupo de ninjas del clan, todos vestidos cómo tal, cubiertos completamente con ropa en color azul marino, saludaron al español y él les devolvió el gesto con toda educación, inmediatamente Geki le pidió unirse a la plática y el matador con gusto tomó asiento al lado de su maestro, hasta parecía que lo estaban esperando y le habían reservado un lugar especial.

-Vega, el ninja que hace décadas desertó del clan, creó el suyo, pero no fue solo, si recuerdas se llevó a varios integrantes con él.

-Sí maestro, recuerdo todo lo que me contó de esa ocasión.

-Pues gracias a Geki II -Voltea el líder la mirada a uno de los chicos en el lugar, parece un poco más jóven que Vega en la mirada, pero no mucho-; atraparon a uno de esos desertores. Ya sabes lo que haremos en la noche, ¿verdad?

Vega asintió.

Ya por la tarde, después de aquella reunión urgente y de un apropiado desayuno, estaban entrenando en medio de un bello bosque, preparando su resistencia física al golpear bambú con las piernas y los antebrazos, para luego fortalecerse soportando la caída de cocos en el abdomen, aunque eso sólo lo aguantaba Vega pues, Geki era quien le dejaba caer dichos cocos y observaba atentamente que el matador no hacía gesto alguno de dolor con nada del entrenamiento hasta el momento. Ya por las 4 p.m., estaban en un breve descanso.

-¿Y cuánto quieres que entrenemos lo del qì?

-En la noche Vega. Primero quería ver tu resistencia física, y no sólo es buena, veo que la mejoraste.

-¿Y eso quiere decir?

-Que no necesito que te mates mejorando físicamente, por lo que podremos ir directo a trabajar esa fuerza interior, aunque...

-¿Qué pasa?

-Como sabes, tú mismo me contaste del qì haces años, pero lo que nunca te dije es que lo llegué a practicar.

-¿Qué? ¿Y por qué no me dijiste eso ayer que te conté todo?

-Ya era noche y necesitábamos dormir. No te alteres, no te estoy quitando a tu novia -Bromea por primera vez el líder.

-¡Ja! Que buen chiste, tanto que a pesar de ser el primero que te escucho en un tiempo, considero será el mejor.

-Gracias. Sin embargo, eso de tener pareja puede que te distraiga un poco, quiero decir -Hsce una pausa y continúa-, entiendo todo lo que han vivido, lo que han tenido que pasar, pero aún así si fuera tú lo consideraría...

-Ve al grano de favor.

-Yo pensaría hasta diez veces el tener pareja en esta situación, en la situación en que estás. Incluso pues, creo que enamorarse es una pérdida de tiempo a veces, sólo te quitará energía y tiempo.

-¿En serio?, ¿qué nunca te ha interesado una mujer? Júralo...

-Bueno... hace poco conocí a una, hermosa lo reconozco, buena persona lo admito, pero no para amarla, al menos no por ahora.

-Que pena que no quieras conocer la más grande belleza del universo, el amor.

-El amor eh... bueno, quizás algún día se llegue a algo con ella, porque estoy seguro de querer verla de nuevo, así como tengo la certeza de que el destino nos unirá una vez más.

-Además no se te olvide que si quieres que siga el legado como en tu ascendencia, tú al igual que tus antecesores deberás formar una familia.

-Sí, no lo olvido.

-Y si formas esa familia basada en esa la belleza del amor, qué mejor.

-Más adelante, aún no es tiempo, sólo me serviría para distraerme del verdadero objetivo que importa realmente ahora.

Vega un poco incrédulo sólo miraba a su maestro levantando una ceja.

Ya por la noche, a la luz de la luna en el aire libre, con un bellísimo cielo estrellado, cerca de 2 docenas de ninjas del clan se formaban alrededor de un altar de piedra donde el traidor ya de edad avanzada, yacia arrodillado con las manos atadas por la espalda, vistiendo un traje típico de ninja, pero en color marrón, a diferencia del clan de Geki que se camuflajeaban con el negro en la oscura noche.

Vega justo iba llegando con su maestro colocándose al lado izquierdo de éste que había quedado de frente al traidor, el chico conocido como Geki II se separó del resto de ninjas para pararse al lado derecho del líder y sosteniendo un tantō, un arma corta de filo similar a un puñal de uno o de doble filo con una longitud de hoja entre 15 y 30 cm, Geki lo tomó para inmediatamente, sin titubeos, realizar el método conocido como harakiri en donde, el sujeto se clavaba el tantō por el lado izquierdo con el filo hacia la derecha, cortaba hacia la derecha firmemente y volvía al centro para terminar con un corte vertical hasta casi el esternón, con la diferencia claro, de que aquí no se hacía a modo de suicidio sino de homicidio. Además aquí el procedimiento si era estrictamente ejecutado según el ritual, resultando en extremo doloroso para el inmoldo a la vez de repugnante para la gente “normal”, ya que con frecuencia los intestinos se desparramaban por el suelo; pero a este clan que lo practicaba hasta la fecha, parecía enorgullecerles pues, si bien antes se llegaba a solicitar un ayudante para el inmolado, alguien que le decapitara para evitarle las horas de sufrimiento, este clan omitía ese paso dándole a la víctima la agonía de ser mutilado antes de la decapitación, mutilación que llevaba acabo el segundo al mando, Geki II, con el mismo tantō, rebanando al traidor como si fuera un simple animal en matadero.

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