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Al día siguiente, se encontraban en las calles de Madrid realizando alguna que otra compra, mientras ___ iba conociendo Madrid, ya que era su primera vez en ese lugar. En estos momentos se encontraba en sus momentos más humildes, así que solo se compró algún que otro accesorio, ropa, maquillaje, etc. Esas cosas las utilizaría en un futuro stream, probablemente.

P.O.V   ___

Mientras ellos iban a las tiendas de marcas caras, acá ando yo, en una miniferia. Por suerte, ya terminaron de comprar sus boludeces. Aunque el único que compró cosas realmente fué Carre, el fan de la moda no se resistió al ver ciertas prendas. Ahora Iván me estaba acompañando ¿Por qué? No sé, compañía seguramente.

— ¿Por qué te compras cosas acá? — preguntó mi amigo —.

— Y...mirá Iván, la verdad que me parece re piola que tengas la re guita, estés re pegado y todo eso, pero un poco de humildad te pido — lo miré de manera obvia, el simplemente rió —. Yo no tengo tanta plata como vos, no me puedo dar tus mismos lujos — rodé los ojos —.

— Pero ¿Por qué no me decís? Yo te lo pago, boluda — dijo, para después agarrar mi mano y salir de la feria —. Vamos a un buen lado, un Shopping, no sé — dijo, mientras me obligaba a caminar —.

— Streamer, youtuber famoso... y ahora sugar daddy — bromeé mientras entrabamos a un auto que estaba alquilando —. Increíble.

— "Tu puedes ser lo que quieras ser" dijo Barbie — me miró divertido —.

¿Aceptó ser mi sugar daddy? Ya sé que debería negarme, o minimo decir "pará amigo, no te preocupes", pero... yo sé que ustedes no se negarían a tener un sugar daddy, y que encima, sea tu amigo. Mejor todavía, no le tenes que andar dando besos y así.

Dios, no te pido que me perdones, solo que me entiendas.

— Igual me hace sentir re culpable que me compres cosas — murmuré un poco avergonzada —. Siempre fuí de hacerme mis cosas yo misma, esto es nuevo — hice una pausa, él prendió el auto y empezó a dirigirse a un Shopping —. Y raro.

Él simplemente me miró y se rió.

— También es la primera vez que hago esto, pero te voy a hacer la segunda, más que nada porque fuiste re buenita conmigo y me llevaste ropa cuando no me dieron mis maletas — explicó y empezó a prestar más atención al camino —.

¿Cómo? Entonces no es mi sugar, simplemente me está devolviendo un favor, pero a lo millonario, como es él. Igual no me quejo.

Lo miré asintiendo y haciendo mueca, incrédula.

— Bárbaro, eh - levanté mis cejas mientras miraba el camino, el volteó a verme un segundo y soltó una de sus lindas risas —.

— ¿Que pasa ahora? — preguntó de manera burlona —.

— Nada, pensé que lo hacías porque me querías — me crucé de brazos, fingiendo estar ofendida —.

— ¿En serio te pensas que voy a hacer esto nada más porque te quiero? — murmuró de una manera incrédula —. Todo se paga con algo.

¿Auch?

— ¿Y cómo se supone que tengo que pagarte este favor yo? Va, "favor", es un re regalo, pero los regalos no se pagan ¿Que es esto? — fruncí el ceño, confundida —.

Al dirigir mi mirada hacia él, solo pude ver unos ojitos muy risueños, al igual que una sonrisa, pero no amable, más bien burlona. Parecía estar planeando algo, lo cual me preocupa un poco.

Al poco tiempo llegamos. El lugar es enorme, nada sorprendente, todos los Shoppings son enormes.

— Estas son las reglas — dijo en voz alta, para llamar mi atención supongo, lo cual funcionó y volteé a verlo —. Vos vas a elegir ropa para mí, y yo voy a elegir tu ropa, porque yo la voy a pagar — explicó —.

— ¿Te puedo vestir como yo quiera? — pregunté emocionada —.

— Si, pero nada más si es algo que yo usaría y si me veo fachero. Después vamos a calificar los outfits, que por cierto, van a ser tres — finalizó —. Podés ir viendo lo que querés que me ponga.

Caminé por los pasillos de la tienda de ropa unisex que encontramos, la cual era perfecta para ambos. Tenía varios estilos de ropa por suerte, demasiados. Caminé hacia la sección de ropa masculina, encontrándome con un overall pant, el cual me recordó demasiado a una foto de él. sí o sí tengo que poner eso en un outfit.

Una hora mas o menos después, nos encontramos con los outfits ya listos.

— Tomá — me entregó algunas prendas —. Te las tenes que ir a probar, y después me mostras que onda — dijo, yo simplemente le entregué lo que le había elegido y me dirigí hacia los probadores —.

El primer outfit era una remera blanca, con un estampado bien aesthetic y así, con una pollera de jean. Banqué a muerte.

Salí del probador bien diva, con la caminata y todo. Lo ví con una cámara, con razón todo este juego, estaba grabando.

— ¿Que? ¿Y esa modelo? — dijo Spreen al verme, en tono de broma —.

— Así es mi rey, pero no saques fotos, esas las cobro. — dije muy metida en mi papel, mientras posaba de espalda —.

Spreen me miró de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, para después decir:

— Que bueno que soy combinando. — mencionó con un tono egocéntrico —.

— No te lo voy a negar, para nada — sonreí mientras me miraba en el espejo, realmente tiene buen gusto —.

— Bueno nena, decí tu calificación y andá a cambiarte — me mandó cómo si nada, fruncí el ceño, mirándolo mal —.

— ¿Que me mandás? — pregunté ofendida —. Le doy un 8/10, es muy simple y encima me trataste mal — rodé mis ojos y fuí a ponerme el siguiente outfit, él solo respondió con un bufido —.

En el siguiente había un overall tipo pollera. Fua, estamos conectados. Era eso y una remera descubierta por los hombros, blanca. Salí del vestuario emocionada y ni me preocupé por mi caminata.

— Boludo, elegimos algo re similar, vení, ponete esto — dije, y le entregué lo que había elegido para él —.

Él nomás hizo caso, sin rechistar. Pillo.

— Eu, vamos re combinados — dijo una vez fuera del vestuario —.

— ¿Viste? — me le quedé mirando unos segundos — ¡Ya se! ¿Y si salimos así combinados en el stream? — pregunté sonriendo —.

— Dale, dale, estaría piola, además tenemos el lore grabado. — respondió, a lo que pegué saltitos de emoción —.

— ¡Somos gemelos! — exclamé a lo que se rió —.

Después de unas sesiones de modelaje, el pagó y nos fuimos. La verdad estoy satisfecha con mis compras, las cuales no pagué ni elegí, pero esa fué la mejor parte.

Una vez en la casa, ya se encontraban preparando las cosas para el stream. Iván y yo nos cambiamos a nuestro outfit combinado para el stream.

— Cada vez que están ustedes juntos se tardan para los streams, hijos de mil — dijo Carre en un tono burlón —. ¿Que estuvieron haciendo? — interrogó, pero no me miraba a mí, lo miraba a Spreen —.

— Nada, de compras. — respondió extrañamente divertido, mientras Carre reía y negaba con una sonrisa —.

Que raros que son los hombres.

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