—Entonces, ¿qué nos puedes…?

— ¡Lo siento, no creí que fuera a subir en seguidores y ser tan popular, solo lo estaba haciendo por diversión, tampoco he usado ninguna de las donaciones, ni mucho menos he usado mi rostro o algo parecido, solo quería divertirme un poco en el rato de la pausa!

—Yeonjun —llamó Chaehyun, provocando que el omega le mire mordiendo su labio, entonces ella suspiró —. Bueno, lo que dice Yeonjun es cierto, ocurre que ha empezado con las transmisiones en vivo poco después de la pausa, pero se hizo viral producto de un meme. El lado bueno, que el control de daños fue hecho a tiempo y Yeonjun ha sabido manejar su cuenta con modestia.

—Cantaba.

—Como un vtuber —agregó la mujer —. Nadie, absolutamente nadie conoce su rostro, solo su voz.

—Bueno, eso es peor, ¿no crees, Chaehyun?

—No, de hecho, muchos comentarios que han llegado a Yeonjun han sido que deseaban verlo debutar algún día, sin saber que ahora cuenta como un miembro pre debut. Podemos usar su canal a nuestro favor.

Yeonjun guardó silencio unos momentos, recordando que el meme por el cual se había vuelto viral era uno donde insinuaba estar enamorado de un streamer, eso no era muy bueno para su imagen como idol.

A no ser…

—Sí me permiten agregar —los ejecutivos y la manager lo miraron —, también he logrado crear una conexión con tres streamers muy populares, tal vez hasta puedan ayudar con la popularidad del grupo, y no tengo problemas en darles las ganancias que he obtenido por las donaciones.

Los ejecutivos guardaron silencio y Chaehyun sonrió mirando a los hombres.

—Sí lo pensamos, podemos ofrecer un contrato a estos streamers, podemos facilitarles el conseguir colaboradores y las promociones serán lo de menos.

—Bueno, si ustedes dos lo proponen así, habrá que acoplar un poco tu revelación con todo esto —propuso uno de los ejecutivos —. A no ser de que tu modelo de vtuber fuera tan fiel a tu imagen real.

— ¡Oh, para nada! Es más, puedo mostrarles el modelo en sí —contestó mientras tomaba su celular y les mostró un dibujo hecho por un fan de su modelo —. Nadie podría pensar en realidad que soy yo, a no ser que vivan conmigo.

Los ejecutivos se miraron una vez más, llegando a un acuerdo en silencio.

—Bien, entonces sería que tu canal quede bajo nuestro manejo, y tu descanso acabará ahora para que puedas dedicarte a los preparativos de tu debut.

La sonrisa se borró de Yeonjun. Lo había olvidado, Yujin quedará solo.

Miró a su pequeño cachorro dormir tranquilo en la carriola, comenzando a sentir esa ola de pensamientos inseguros sobre su pequeño

—Sí, uh… —miró a Chaehyun, haciendo esa pregunta con la mirada.

—Oh, cierto. El cachorro de Yeonjun no puede quedarse solo, y tampoco es que pueda traerlo a la agencia.

— ¿Y el padre de ese cachorro? Él debería estar supliendo ese cuidado.

—Veré de contratar una niñera entonces.

—Pero no se puede saber que es tu hijo, Yeonjun. Eso arruinará tu carrera incluso antes de debutar.

—Cierto —chasqueó la lengua, recordando el coraje que lleva acumulado hace meses por la misma situación.

—Uh, disculpen, ¿y si Yeonjun se toma un par de semanas? Para poder establecer algo respecto al cuidado del cachorro.

—Bien, pero no más retrasos, Yeonjun. Y de momento será bueno que tampoco hagas transmisiones hasta saber qué hacer con tu contenido.

El joven asintió y pronto dejó la sala junto a la manager, quien lo llevó hacia el departamento.

Tenía una sola semana para poder dejar una rutina formada por el resto del tiempo que le quede como un idol, hasta que se retire o pueda tener una vida más tranquila para su pequeño Yujin.

Esto le pasa por meterse con el primero que le habla bonito.

—Bueno, hice lo que pude.

Se tiró al sofá y tapó su cara con una de sus manos mientras que con la otra seguía sujetando a su bebé, quejándose sonoramente.

— ¿De dónde sacaré a alguien que pueda cuidar de Yujin en menos de una semana?

— ¿Qué hay de tus padres?

—Cortaron contacto cuando les conté lo que pasó.

— ¿Algún amigo?

—Él era mi amigo, más nadie —contestó y se quedó mirando el techo, intentando llegar a una solución en su propia mente.

Podía decirle a sus compañeros, pero todo eso será más complicado desde que ya hubieron roces porque él fue quien recibió el beneficio de estar apartado de los otros integrantes por lo de Yujin, y si se enteran que la compañía no sólo le dio ese beneficio en el mejor de los barrios en Seúl sino que también le perdonó la deuda, el ambiente no será habitable.

No tienen porqué saberlo, pero es algo que podía llegar a dañar y no estaba dispuesto a correr el riesgo.

Su familia, por supuesto, se apartó de él al enterarse que siendo tan joven ya tenía un hijo y el padre alfa de ese cachorro lo había abandonado.

Ni siquiera puede considerar a Chaehyun, ella de por sí estará ocupada haciendo el doble de su trabajo para que él pueda presentarse. Detrás del trabajo de un idol hay un manager trabajando el doble.

No quería aprovecharse de nadie ni pedirle a nadie que lo haga por dinero.

Estaba frito.

—Tal vez puedas dejarlo con los vecinos.

— ¿Y si me acusan de abandono? O peor, ¿si le hacen daño a Yujin o a mi? No puedo dejar a un bebé con cualquiera.

—Mm, tienes razón, una pequeña molestia y los vecinos pueden decir que lo abandonaste. Mierda, ¡Pensé que tenías una red de apoyo!

— ¡Pues no! —chilló el omega y entonces su pequeño comenzó a removerse, quejándose un poco por el ruido —. Oh —tomó su celular y revisó la hora, viendo que en realidad, debería alimentar a su pequeño —. Bueno, debo ir pensando esto con cautela en lo que va de las semanas.

La mujer asintió cuando lo vio levantarse con cuidado del sofá y se encaminó a los cuartos, viendo cómo detenía sus pasos y le sonreía a ella.

—Gracias por todo, Chaehyun.

—No es nada, Jun.

Bostecitos

Hey
¿Cómo van tus problemas técnicos?

Ah, he tenido días mejores.
Aún no consigo que mi técnico de confianza pueda revisarla.

Hizo una mueca viendo el mensaje del chico, algo preocupado por la salud de su canal.

Para él su canal de Twitch le ha supuesto un sustento económico lo suficiente como para poder valerse por sí mismo, después de cierto tiempo le fue suficiente para llevar una vida más acomodada. Le parecía trágico que algo como una falla técnica había causado que Yawnzs no pudiera trabajar en lo que tal vez era su único sustento, lo peor viene cuando sabe que no puede ayudar y que la situación ya lleva una semana.

Con mensajitos de ánimos y stickers de memes no arreglará el fallo técnico de su computadora.

— ¿Por qué tanta tristeza?

Alzó la mirada, viendo a Aeri sacar un paquete de helado de la nevera.

Entonces recordó que estaba en la cocina, a punto de limpiar los trastes porque así como le gustó preparar su proyecto final a Beomgyu y Aeri, le tocaba limpiar lo que ensució.

—Ahm, nada.

—Es sobre Yawnzs, ¿no? —guardó silencio unos segundos al escuchar lo que dijo la beta.

— ¿Se nota mucho?

—Sólo hablas de eso y de tu proyecto de gastronomía.

—Oh.

Aeri se sentó a su lado, sin dejar de sonreírle.

— ¿Qué tal si vas a dar un paseo? Así cobras un poco de aire y te relajas un poco.

—Gran idea —contestó Soobin, más animado por la idea —. Haré lo de los trastes e iré.

—Oh, no, no. Eso lo haré hoy yo, pero solo por hoy, eh.

—Y el día que te toque lavar los trastes lo haré yo, entonces, ¿suena bien?

—Mm —la joven fingió pensarlo un poco, hasta que se rió un poco —, trato.

Y un rato después, Soobin estaba abandonando la casa para ir a un lugar sin mayor rumbo.

No tenía idea de a dónde podría ir, pero tal vez si salía a trotar sería suficiente, al menos ayudaría a relajar su mente con lo de su carrera y la situación de su colega.

Su camino pudo ir por completa calma, teniendo un paseo tranquilo y sin problemas, disfrutando del sol en el cielo despejado y teniendo un contacto más próximo a la realidad de su vida. Al menos hasta que una chillona voz de niña se hizo presente entre gritos.

— ¡Soospiritos, es Soospiritos! —comenzó a trotar ligeramente más rápido con tal de pasar desapercibido o que las personas que lo habían reconocido entendieran que estaba en un momento "relajante".

Al menos hasta que los pasos comenzaron a escucharse detrás de él, eran bastantes, y la verdad es que no quería saber cuántas personas estaban detrás suyo.

Quería volver a su casa, pero hacerlo implicaba revelar su hogar, así que tomó una opción más tranquila y simplista: Correr hasta el centro de la ciudad y perderse entre la gente.

Si iban a seguirlo, entonces será hasta que lo confundan.

Tomó aire mientras tomaba un camino fácil para él, difícil de entender para sus fans y cortó para poder volver a su barrio.

— ¡Soospiritos, soy tu fan!

— ¡Soospiritos, te quiero mucho!

Soospiritos, Soospiritos, Soospiritos.

Por el rabillo de sus ojos pudo divisar a sus fans, eran demasiado jóvenes y la mayoría se trataban de niñas.

Bueno, tenía una noción de que los más jóvenes tienen más tiempo en las redes, pero comenzaba a ser un tanto preocupante y extraño para él que la mayoría de quiénes lo están siguiendo en esos momentos se trate de las niñas de trece años.

Le quedó claro que un fan suyo no siempre va a respetar su espacio.

Su trote pronto se estaba volviendo en una carrera en busca de distanciarse, pero el número de personas iba incrementando de forma abismal, por supuesto que su plan no iba a dar frutos con ese factor que no pensó posible, estaba comenzando a desesperarse al respecto, aquello no le gustaba para nada.

No es primera vez que un incidente así ocurría, y de hecho creía que por ello tendría la cosa bajo control, pero olvidó el hecho de que antes se trataba de fans en un lugar como un evento o el famoso E3 del año pasado, donde había personal capacitado para proteger su integridad como influencer de la época. No, esta vez es distinto al ser que seguía corriendo en las calles como un imbécil mientras que nadie hacía un mínimo intento por ayudarlo y tratar de distraer a las dichosas fans.

Estaba cansado, agotado por la constante fuerza de sus piernas a la hora de correr de las niñas que seguían persiguiendo a su persona como si fuera un juguete. Lo peor venía cuando solo lograba distraer a la gente por unos segundos, siendo reconocido no tan poco después por otra fan y la persecución volvía a empezar.

Al menos fue así hasta que vio en su camino a un joven con un bebé en brazos.

Por supuesto que estaba asustado, la idea de poder tirarlo o que los fans pudieran empujarlo con el bebé podía ser horrible, fue entonces que en un momento tomó de la mano al chico y lo llevó dentro de una tienda a la cual no habían permitido entrar a las fans, permitiendo al joven alfa tomar un merecido suspiro.

Al menos hasta que un empujón se hizo presente en su pecho, causando que cayera al suelo.

— ¡¿Qué demonios crees que haces?!

Levantó la mirada hacia la persona que lo empujó, viendo que se trataba del chico, el cual llevaba una enojada expresión.

Bueno, pareciera que no tomó una buena decisión, pero prefería recibir un reclamo por el chico al haberlo llevado de una forma tosca a la tienda que ver cómo podía el loco séquito de personas afuera haciéndole daño con tal de obtener una foto de él.

—L-lo siento, no fue mi i-intención yo…

El chico cambió su semblante al verlo fijo por unos segundos, solo así se fijó un poco más en los detalles del joven.

Cabello rubio, un gorro con el cual cubría la mayor parte de su cabello, un cubre bocas que reforzaban los gestos en sus felinos ojos. Oh, el dulce aroma de sus feromonas también inundaron sus fosas nasales, eso decía más de él.

Su ropa no era muy distinta, y el bebé llevaba un lindo conjunto azul, era un niño.

—Soos… —El joven omega sacudió un poco su cabeza, entonces ofreció su mano para ayudar a Soobin a levantarse, gesto que el mismo Soobin aceptó sin reparos.

—Lo siento, no quise ser muy brusco.

El rubio miró la conmoción del exterior, entonces volteó de nuevo al pelimorado.

— ¿Te están siguiendo desde hace mucho?

Soobin parecía sorprendido, y en efecto lo estaba por la rapidez del omega en conectar los puntos.

—Sí, sí. Lo siento, no quería que te hicieran daño.

No podía verlo, pero las mejillas del joven estaban enrojeciendo.

—Uhm, ¿te parece si te invito a beber algo después de que se disipe la gente?

El chico bajó su cubre bocas, mostrando su sonrisa a Soobin, causando que piense en que se parece a un zorro.

—No tengo problema alguno, pero creo que te hará bien taparte un poco —Entonces el chico le entregó una mascarilla —. No será bueno si te reconocen.

El rubio sonrió antes de dar unos sorbos a su batido de fresa, viendo a Soobin hablar un poco y explicando con mejores palabras la situación de hace unos segundos.

—Y, oh. Cierto, ¿dónde quedaron mis modales? Me llamo Soobin, aunque como habrás escuchado hace un rato, me conocen en Internet con Soospiritos.

—Oh, ¡Oh! —tapó su boca, viendo a Soobin sonreír con cierta confusión, aunque el chico no quería preguntar, le aterraba incomodar al omega.

Pero para Yeonjun solo era la octava maravilla.

No podía creerlo, salió de paseo con Yujin, intentando aclarar su mente con respecto a quién podría cuidar de su pequeño, hasta que Soobin solo lo jaló hasta la tienda de ropa que ambos tenían enfrente.

Por supuesto que para él la situación se sentía irreal, ahora hasta conoce el nombre real de su streamer favorito de toda la vida.

Era verdad que decían lo alto que puede llegar a verse Soobin en la vida real, estaba asombrado con cada detalle del alfa que estaba sonriendo y mostrando aquellos hoyuelos que amaba ver pero que siempre estaba a través de la pantalla.

— ¿Chico?

— ¿Uh?

Reaccionó cuando vio la la sonrisa desvanecerse.

—Oh, lo siento, solo preguntaba por tu nombre.

Miró a Yujin en sus brazos, algo asustado de responder en primera instancia. Por supuesto que le asustaba que no resulte ser alguien de bien y que en cuanto lo vea presentarse sea capaz de traicionarlo revelando que Yujin es su hijo, o que las cosas terminen en lo peor para él.

—Uhm, bueno. Este pequeñito de aquí es Yujin, y yo me llamo… Ye-Yeonjun. Soy Yeonjun.

Soobin sonrió.

—Es un gusto conocerlos, Yeonjun y Yujin.

—El gusto es nuestro —sonrió un poco, dudando de si contarle a Soobin que en realidad él es el vituber del cual tanto mensaje ha recibido y enviado.

— ¿Te molesta si lo cargo?

— ¿Cargarlo?

—Sí, a Yujin.

Miró a su hijo, quien jugaba con sus manitas y a veces las llevaba a su boca, en su momento más pacífico mientras está despierto.

—Uhm, no tengo problema en realidad, en realidad es él quien reacciona mal ante toda persona que lo tome en brazos.

Con suerte él y Chaehyun pueden cargarlo en brazos.

—No pierdo con intentar, ¿cierto?

—Supongo —extendió al cachorro con cuidado, siendo tomado de inmediato por el alfa, quien lo acercó a su pecho.

Cuando otra persona, como el pediatra, se atreve a tomar en brazos a Yujin, este comienza a quejarse y a mover sus brazos y piernas en señal de inconformidad -o tal vez instintos de querer golpear al desconocido que lo tenía- y a quejarse en voz alta. Siempre termina en volver a los brazos de su padre y acurrucado en su pecho como señal de no tener intenciones de querer alejarse de su lugar seguro.

Ese no fue el caso con Soobin.

El alfa lo alzó un poco para que pudieran verse cara a cara, y lo primero que hizo el pequeño fue estirar su manitos al alfa, logrando posar sus deditos en las mejillas y hundiéndose al ver que los hoyuelos se formaban por la sonrisa ajena.

—Le agradas —comentó Yeonjun, llamando la atención del alfa, quien tenía un tierno brillo en sus ojos al saber que le agradaba al bebé.

— ¿En serio? —Yeonjun asintió, agrandando la felicidad del pelimorado —. Me alegra saber eso. Un amigo mío tendrá pronto un bebé y, como vivo con él, me gustaría ayudarlo a cuidar del bebé.

Increíble, sabía de quién se trataba.

— ¿Es GummyBeom? ¿Será papá? —preguntó bastante emocionado, atrayendo la atención de Soobin.

—Oh, ¿lo conoces?

Entonces recordó su posición de hace unos segundos.

—Ahm…

Dudó en qué responder, no quería lucir como un fan obsesivo, tampoco quería verse como alguien aprovechado al decirle que era ese vtuber.

Aunque pronto terminaría revelando su rostro en su canal.

Con aquello en mente, tomó aire y decidió continuar.

—Sí, bueno. Ocurre que ya he hablado contigo antes, y he interactuado con ustedes, entonces no conocer a GummyBeom es un poco absurdo.

Soobin se quedó callado unos segundos.

—No entiendo.

—Yo… Yo Soy Yawnzs

Soobin alzó una ceja unos segundos, entonces Yeonjun tragó saliva y le mostró el chat que estaba teniendo esa misma mañana con él, también el chat grupal en discord y otras cosas que mostraban que era verdad lo que dijo.

Fue así como logró retener a Soobin del todo, conversando sobre los streams y cómo es que logró sorprenderlo al nunca tener pistas de su apariencia, y por supuesto, la forma en la que halagó sus habilidades vocales.

—Por cierto, ¿Yujin es tu sobrino o algo así?

Guardó silencio, sorprendido de haber escuchado eso por parte de del alfa.

Entendió que entonces lucía demasiado joven para ser el padre de Yujin a ojos de la sociedad -tiene sentido después de que apenas cumplirá los veinte y que está supuesto que lucir de una edad parecida o incluso más joven por su carrera de idol- y que para no pensar en el escenario más triste para todos, es preferible pensar que Yujin es su sobrino o incluso su hermano.

Aunque Yujin es en realidad su propia carne y sangre.

Se fijó en Soobin, quien parecía algo tímido al haber hecho tal pregunta, tal vez incluso arrepentido.

—Bueno… Supongo que no hay nada de malo si te digo la verdad a ti, ¿cierto?

—No te puedo juzgar, cada quien tiene una situación que lo llevó a hacer algo —contestó Soobin mientras le sonreía de nuevo, entonces Yeonjun sonrió también, asustado por dentro.

Solo tiene diecinueve, no está supuesto a que pase esto, ha entrenado toda su adolescencia para subirse a un escenario, y él mismo lo arruinó al haber creído que estaba con la persona correcta. Es normal que dude de decirle la verdad a Soobin.

Pero él parecía entenderlo, e incluso aceptarlo. Además, no por nada Yujin habría cedido a estar en sus brazos, al punto de estar tan cómodo y quedarse dormido ahí.

—Yujin es mi cachorro, Soobin.

Y para su fortuna, esta vez acertó.

Por supuesto que estaba sorprendido, de todas formas el hecho de que lucía tan joven y con un bebé en brazos seguía siendo algo inusual dentro del país.

La mayoría decide tener hijos entre matrimonios, cuando son adultos y tienen una buena estabilidad económica. Y en los casos donde solo hay una persona cuidando de un bebé, es porque los padres de ese cachorro se han divorciado o incluso enviudado, no es normal que alguien de su edad tenga un cachorro en brazos y que además sea su hijo.

El silencio se hizo entre los dos, viéndose incómodo al pensar en lo que había dicho frente al alfa.

—Yo, uhm…

—Yujin es un niño adorable —comentó Soobin, mientras acariciaba con cuidado la mejilla del cachorro, quien se dejaba hacer y disfrutar —. Ow, eres adorable y lo sabes~

Yeonjun lo miró por unos segundos, viendo lo bien que se estaba sintiendo su cachorro en los brazos del alfa, quien al ver lo feliz que estaba, lo miraba aún más.

Un mensaje lo sacó de su burbuja, viendo lo que había pasado en la agencia y que debía ir en ese mismo instante.

—Oh no.

Soobin alzó la mirada, encontrando la aflicción en los gestos del más joven.

— ¿Estás bien?

Tragó saliva en lo que intentaba encontrar una solución al tema, debía irse al departamento, dejar a Yujin e irse a la agencia, pero no podía dejar a Yujin solo, era demasiado peligroso que algo de ese calibre ocurriera.

De todas formas, solo habían pasado un par de días, ni siquiera llegaba a ser una demanda y media, le habían prometido más tiempo para encontrar a alguien.

Mordió su pulgar, desesperado porque ninguna respuesta estaba llegando a su cabeza.

— ¿Yeonjun…?

Alzó la mirada, hasta que una idea llegó a su mente, pero no estaba seguro.

—Tú… Dijiste que querías practicar.

—Uh, sí.

Tomó aire, con el corazón en la boca, asustado de estar tomando una mala decisión.