Batido de Fresa - 1
Arte incluido es mío!
*
..."¡Boscha! ¡No se mueve!"...
*
..."¡Corre! ¡Fuera del camino!" ...
*
..."¡BOSCHA SALVATE A TI MISMA!"
*
"¡Amity!"
De nuevo con esa estúpida pesadilla
La pelirroja se había levantado de un salto hasta quedar sentada después de tomar una buena cantidad de aire, lo que hizo que su respiración se acelerara y le dolieran los pulmones.
Sus ojos estaban alborde de lágrimas, ambos ardiendo, amenazando a salir.
Estaba sudando mucho. Incluso si la ventana del otro lado de su habitación estaba completamente abierta y el aire a su alrededor era increíblemente helado, el sudor caliente seguía escurriendo y recorriendo todo su cuerpo.
Honestamente, no le importaba, le era demasiado familiar esa sensación y ya estaba acostumbrada.
Sucede todas las noches...
Lenta y suavemente pasó una mano temblorosa por su cabello ahora húmedo, tirando mechones hacia atrás y fuera de su rostro.
La otra estaba agarrando las sábanas que estaban tiradas en un montón a su lado, frotando la tela con el pulgar.
Por favor detente...
Ella tomó una profunda inhalación por la nariz, reteniéndola momentáneamente antes de dejarla salir lentamente por la boca, tosiendo débilmente después.
Repitió la acción 2 veces, inconscientemente arrastrando sus rodillas contra su pecho, envolviendo fuertemente ambos brazos alrededor de ellas.
Se sintió temblar, mucho más que las veces pasadas que esto había sucedido.
Cada noche...
Permaneció así durante un par de minutos, que le parecieron mucho más como horas.
Sus ojos frecuentemente vagaron por su oscura, fría y solitaria habitación.
Todavía contenía las lágrimas, que sin saberlo se escabullian poco a poco, deslizándose hacia abajo por sus hinchadas mejillas y cayendo sobre sus pantalones cortos.
Ella lo odiaba.
Odiaba cuando lo soñaba.
Odiaba todo y cada vez que recordaba.
Ella se odiaba a sí misma.
Con un suave sollozo y un apretón de sus rodillas, dejó salir la cascada de lágrimas que ya no podía contener, enterrando su rostro en la tela de su chor, los sollozos se intensificaron.
La culpa una vez más se había apoderado de su cuerpo débil y actualmente vulnerable.
"Lo siento... Amity"
- -
"Buenos días Capi-... bueno mierda te ves, bueno como mierda"
"Buenos días a ti también Skara..."
Boscha cerró la puerta de su casillero sin querer con fuerza innecesaria, acción que hizo que la chica más pequeña se estremeciera y retrocediera, sonriendo nerviosamente mientras observaba cómo la pelirroja había comenzado a caminar por el pasillo.
"¡Hey, espera!"
Skara corrió vacilante detrás de su capitana, colocando una mano sobre su hombro mientras la alcanzaba, sosteniéndola rígidamente.
Boscha se detuvo abruptamente en seco, causando que la chica de cabello plateado se estrellara de frente contra su espalda.
Se escucho un pequeño "ow" amortiguado antes de dar un paso atrás.
"¿Qué es Skara? El entrenamiento comienza en unos minutos y no quiero llegar tarde" le pregunto, ceño fruncido.
Dicha niña solo se frotó la nariz antes de mirar a la capitana, arqueando una ceja.
"¿Vaya, que te puso de mal humor tan temprano?"
Boscha se dio la vuelta por completo con un movimiento rápido, suspirando profundamente mientras negaba con la cabeza, levantando su mano libre frente a su compañera de equipo. "L-lo siento. Tuve una noche pésima y no pude dormir para nada".
Ella era honesta y seria. No tenía ninguna razón para tratar a su amiga de la forma en que lo había hecho.
Incluso después del saludo de la mañana 'no tan agradable'.
Sabía que su amiga solo estaba jugando.
En un instante, la expresión de Skara se volvió más suave y conocedora, dejando que su mano cayera sin fuerzas a su costado mientras asentía.
Sabía exactamente lo que le pasaba a la capitana. "Mal sueño, ¿eh?"
La pelirroja solo asintió con la cabeza lentamente, bajando la mirada al suelo con un ceño aun más fruncido en su rostro.
Déjame en paz
"Vamos, anímate-" la chica morena sonrió y empujó juguetonamente a su capitana con el hombro antes de caminar hacia adelante, "-tenemos entrenamiento".
Intentaba cambiar de tema y salir de ahí, no quería que la pelirroja pensara mucho en ello.
Los resultados no serían tan agradables. Ella misma los ha vivido.
Boscha respiró hondo antes de forzar una pequeña sonrisa, frotando su brazo mientras la seguía.
"eso fue lo que te dije idiota".
- -
"¡Vamos Boscha! ¿¡No pudiste ver que estaba libre !? ¡Presta atención!"
La pelirroja solo resopló y se colocó una vez más detrás de skara, arrodillándose levemente mientras miraba alrededor de ella y de los otros jugadores.
Trató de ignorar los gritos enojados de sus compañeras de equipo, jadeando mientras se ajustaba ligeramente el casco sobre su cabeza.
Estaba fuera de juego y lo sabía.
"¡Listas! Hut hut...¡Hike!"
Skara tiró instintivamente la pelota de fútbol por debajo de ella y la capitana la atrapó mientras ella se echaba hacia atrás, desesperada y rápidamente buscando una oportunidad para deshacerse de la pelota mientras se alejaba de la estampida de jugadores.
Se dio cuenta de lo bien cubierto que estaba su equipo, solo una o dos compañeras libres pero fuera de su alcance de lanzamiento, sin dejarle otra opción.
Nope, solo te queda a ti
Ella se hecho a correr hacia el lado derecho del campo, esquivando con fluidez a las jugadoras del otros equipo.
Tropezó levemente en su carrera, pero no fue suficiente para detenerla.
La mitad del campo ya fue recorrido, se animó mentalmente, sonriendo estúpidamente mientras se acercaba a la zona de touchdown. Aunque, sin un aviso, sus pensamientos se cortaron abruptamente cuando fue tacleada bruscamente desde su izquierda, golpeando el suelo con un gruñido fuerte.
Con todo y peso adicional dejándose caer sobre ella.
Mierda, eso dolió
"¡Ja! ¡Te tengo capitana!" Dijo la chica de cabello verde con una sonrisa ganadora y victoriosa, mirando a la pelirroja antes de levantarse, solo para notar que la pelota no estaba a la vista.
Ni siquiera en el suelo alrededor de la jugadora caída.
"Demasiado tarde, Ames"
Boscha sonrió ampliamente también, levantándose antes de hacer un gesto hacia la chica de cabello plateado, que ahora corría por su vida con la pelota entre brazos, ya con otras del equipo contrario perseguíendola como presa.
Vaya que era ella veloz.
La peli verde maldijo y murmuró en voz baja antes de correr detrás de Skara también, dejando a la capitana sola para resoplar en silencio.
Despues de unas sobadas a su hombro derecho, sacudio la cabeza y se abrió paso hacia la chica victoriosa que ahora estaba bailando y gritando frente a todas, tirando la pelota al suelo con tanta fuerza.
La escena logró hacer sonreír a la pelirroja y soltar una pequeña carcajada, cruzando los brazos mientras esperaba que su amiga terminara su celebración, junto al resto del equipo.
- -
"¡Whoo! ¡Dios, esa fue una de nuestros mejores jugadas!" Dijo Skara con un suspiro mientras entraba al vestuario de la escuela junto con la pelalirroja, quien asentía con la cabeza y una sonrisa.
"Te dije que era una buena idea. Fue mejor hecho de lo que esperaba, honestamente. ¡Y esto fue solo un juego de práctica!"
Boscha se dejó caer en el banco del centro, todavía recuperando el aliento mientras se pasaba una toalla húmeda por la frente.
Sintió cómo le palpitaban el brazo y el costado izquierdo con un leve dolor.
Su brazo superior derecho no estaba en mejores condiciones para ser exactos. Tanto la tacleada como la caída habían despertado un dolor que una vez había vivido, peor que la situación actual.
Recuerdos lentamente comenzaron a inundar la mente de la capitana, su conciencia abandonó su cuerpo por una fracción de segundo antes de volver a la vida con un simple empujón.
"Hey Boscha, ¿te encuentras bien?"
Skara mantuvo una expresión confusa pero preocupada hacia su amiga, que ahora respiraba a un ritmo rápido.
Pensó que era por el juego, pero la expresión del rostro de la pelirroja y la forma en que miraba nada más que el suelo le decían que era algo muy diferente.
Y profundo.
Sabía con lo que estaba lidiando Boscha. "S-sí solo-... solo estoy pensando..." Ella mintió.
La chica de cabello plateado se encogió de hombros y tarareó en respuesta, decidiendo dejar a su amiga en paz.
Ella no estaba dispuesta a presionar los botones de la capitana, sabiendo que era una mala idea.
Con una experiencia muy bien vivida. Por lo menos no estaba sola ese dia.
"Genial. Entonces, después de refrescarnos, ¿quieres ir al nuevo café que abrió en el vecindario la semana pasada? No estoy exactamente segura-", hizo una pausa, pensando para sí misma antes de continuar mientras caminaba de un lado a otro frente a Boscha, "-pero dicen que vende los mejores batidos".
Ella sonrió y se detuvo, dándole una palmada al hombro de la pelirroja
"Y sé cuánto te encantan los batidos".
"Especialmente los de sabor a fresa"
Respondió Boscha con una pequeña sonrisa propia, levantándose antes de caminar hacia el área de la ducha.
Sabía bien que skara esperaría afuera a que ella terminara primero antes de entrar. Respetaba la privacidad de Boscha y de casi todos los demás.
"Solo iré si pagas ..."
- -
"¡Jaja! ¡Deberías haber visto la cara de Amelia! ¡Cuando se dio cuenta de que la pelota no estaba conmigo, su cara estaba en shock!" Boscha despotricó sobre cómo la jugada de las dos jóvenes había hecho que la mayoría de sus compañeros de equipo se quedaran boquiabiertos en estado de shock y confusión.
Mientras hablaba, Skara solo se rió y se inclinó levemente, sosteniendo su estómago mientras le dolía por reírse demasiado.
Ahora iban camino al Café. Ninguna sabía cómo se llamaba ni cómo era.
Skara solo tenía la idea de que vendía café y batidos, dentro de más cosas como comida y aperitivos.
Le había pedido la dirección a un amigo que fue allí. No estaban dispuestas a arriesgarse y perderse incluso si conocían la mayor parte de la ciudad como la palma de su mano.
Según ellas pues.
"Honestamente, me sorprende que realmente haya funcionado. ¡Y fue la primera vez que lo hicimos!" Exclamó la pelirroja, con una gran sonrisa en su rostro levemente rojo.
El aire a su alrededor era un clima frío. Faltaban pocos días para el mes de noviembre, pero las frescas brisas de viento que giraban a su alrededor hicieron que ambas chicas usaran ropa extra.
Suéteres para ser exactos.
La piel de Boscha ya era de un tono de rojo, pero el clima fresco hizo que unas manchas y partes específicas fueran un poco más notorias. Como su nariz y sus orejas. Solo un leve tono de rojo más oscuro alrededor de ambas mejillas.
Después de un rato de reír, Skara logró calmarse, secándose las lágrimas imaginarias de un ojo antes de suspirar y mirar hacia la chica que estaba a su lado.
"Ese fue un golpe duro que recibiste de la tacleada de Amelia-", se rió disimuladamente, "-¿Estás segura de que estás bien?"
Boscha puso los ojos en blanco antes de asentir, empujando juguetonamente a su compañera de equipo con el brazo.
"Estoy bien Skara... fue solo un pequeño golpe, puedo vivir".
Apreciaba el hecho de que su amiga se preocupara por ella, pero la hacía sentir un poco culpable al saber que le estaba mintiendo.
Su hombro todavía palpitaba levemente de dolor, crujiendo incluso con el más mínimo movimiento que intentaba realizar.
Ella tomó nota para sí misma en no moverlo demasiado, o al menos no forzar sus cómodos límites.
Incluso con el empujón que le dio a la chica más pequeña, dolió.
Internamente y externamente.
"Si tú lo dices. Ten más cuidado la próxima vez, o no tendremos una capitana para el próximo juego", dijo Skara con un tono serio.
Pero la sonrisa que sostuvo reveló el hecho de que obviamente no se estaba tomando en serio sus propias palabras.
"Deja de preocuparte. Estaré bien-" Boscha resopló "-No soy tan tonta como para no cuidar-" Skara tiró rápidamente a la pelirroja hacia ella del brazo, apenas logrando sacarla del camino de un poste.
Se las arreglaron para permanecer de pie, pero la acción repentina y la fuerza usada hicieron que la chica más alta se estremeciera y ahogara un gruñido, su brazo ahora palpitaba oleadas de dolor hacia arriba y abajo de su brazo.
Joder, duele
"¿Decias mi capitana?"
"Cállate-"
- -
"¡Y hemos llegado!"
Boscha rápidamente tomó la manija de la puerta de vidrio, abriéndola de par en par para permitir que skara entrara primero, quien lo hizo después de un gesto.
La pelirroja entró tras ella, inhalando profundamente mientras el aire a su alrededor era un olor persistente de diferentes aromas, todos mezclados bien en uno dulce y suave, para ella.
La temperatura en el interior cambió mucho en comparación con las bajas del exterior. La decoración interior se desprende de una cálida vista naranja de paredes y mesas.
Las tablas de madera oscura cubrían los pisos del establecimiento pequeño, pero bastante ampliado. Diferentes tamaños de pinturas y objetos ocupaban la mayor parte del espacio de las paredes.
No había mucha gente adentro, solo unos pocos cubrían diferentes lugares del lugar, ya sea en grupos de tres, o una sola persona en una mesa. Incluso una pareja o dos.
"La casa búho ¿eh? -"
Boscha detuvo sus ojos vagos de observar el pequeño lugar mientras miraba a la chica a su lado, levantando una ceja en confusión. "¿El qué o qué?..."
"-es el nombre del café idiota, realmente no prestas atención cuando no te conviene,¿eh?" resopló Skara mientras se dirigía al mostrador, la capitana un poco ofendida la siguió, abriendo la boca para defenderse, solo para ser interrumpida.
"Quieres un batido de fresa, ¿cierto?" Boscha parpadeó un par de veces antes de asentir.
Decidió dejar a la chica en paz y no decir una palabra, solo porque Skara era quien iba a pagar, y por una vez no tenía dinero a la mano.
La pelirroja se dio la vuelta y apoyó la parte baja de su espalda contra el mostrador junto a la chica más pequeña, quien esperaba a que alguien la atendiera mientras pensaba en qué comprar.
Inconscientemente continuó registrando el café.
Iban a comprar sus bebidas y salir de ahí, probablemente para dar un paseo por el parque que estaba a unas pocas cuadras más abajo, o tal vez ir a cualquiera de sus casas.
Dependiendo de cómo continuara el clima allá afuera.
Sin embargo, el sol no brillaba ya que el cielo estaba completamente nublado, bloqueando sus cálidos rayos.
"¿Qué vas a escoger tu?" Preguntó sin volverse para mirar a Skara. Dicha chica solo se encogió de hombros, sin dejar de entrecerrar los ojos hacia la pizarra que colgaba justo sobre sus cabezas.
"El chocolate caliente no estaría mal- ¡Oh! ¡O tal vez un capuchino!" Exclamó Skara en voz baja, haciendo que la chica más alta resoplara y asintiera.
"Por supuesto que harías por cualquiera de esos. Aunque el chocolate caliente te queda mejor" murmuró Boscha, "bueno, ya que hace frío claro".
Saco su celular de su chaqueta mientras se peinaba rápidamente con la otra mano.
Se lo había cortado hace unos días, la razón principal era que constantemente se le pegaba a la cara.
Pero el cambio de look seguro no la lastimaria. Aunque sus padres desaprobaron de ello, ella los ignoro e igual lo hizo, con la ayuda de su fiel compañera de equipo y amiga, Skara.
"¡Buenas tardes! Siento muchísimo por la espera, ¿qué puedo traerles hoy?"
Boscha guardó su dispositivo en su bolsillo trasero antes de darse la vuelta perezosamente, solo para encontrarse con una chica parada detrás del mostrador.
Llevaba un delantal negro con las palabras "La casa búho" cocidas (no de cocinar) de color verde justo encima de su pecho. Debajo de ello, parecía llevar una camisa blanca con rayas moradas, un collar escondido, apenas visible.
En su cabeza, lució un gorro rojo que sostenía un alfiler de bandera bisexual muy visible, colocado torcido sobre sus mechones de cabello castaño. Era largo, apenas por debajo de sus hombros.
La piel de color marrón claro brillaba con la tenue luz del lugar y sus ojos marrón tipo chocolate brillaban igualmente con lo que parecían ser estrellas.
La sonrisa amplia que les dio a ambas chicas mientras esperaba con dientes sorprendentemente muy blancos y rectos, hizo que se le atascara la respiración a la capitana.
Dios mío, ella es preciosa
"Buenas tardes, uhm, ¿podríamos tener un batido de fresa grande y un chocolate caliente pequeño? Para llevar por favor" Chilló Skara, devolviéndole la sonrisa mientras asentía en cada orden.
Miró a Boscha de reojo y enarcó una ceja notando cómo la pelirroja miraba a la barista, que ahora estaba distraída escribiendo en una libretita de notas, sacando levemente la lengua.
La chica de cabello plateado solo sonrió, sabía lo que pasaba, y honestamente no podía y ni culparía a su capitana. La barista era realmente atractiva, pero no era de su gusto para ser exacta.
Aferrándose a su sonrisa, Skara se apoyó ligeramente contra el mostrador con la mano, llamando la atención de la barista, quien habían dejado la libreta de notas a un lado y miraba hacia arriba con la misma sonrisa de antes. "¿Hay algo más que quisieran agregar a su pedido?"
Skara negó con la cabeza antes de inhalar profundamente, soltándolo con una pequeña pero notable risa.
"No, eso sería todo, gracias-" miró a Boscha, quien ahora había bajado la cabeza con un leve sonrojo visible en sus oídos, "-mi amiga aquí piensa que eres muy linda, ¿no es así? Capitán~?"
Boscha se enderezó rápidamente y reprimió levemente un chillido ante la mención de su nombre, frunciendo las cejas mientras miraba confusamente a su compañera de equipo, sin atreverse a mirar al barista frente a ellos.
Skara arqueó una ceja e hizo un gesto hacia la otra chica con sus ojos, silenciosamente articulando algo como si la pelirroja pudiera entender.
Oh, hija de tu pobre madre
"¡Uh s-sí! Eres muy... muy bonita" murmuró Boscha, moviéndose lentamente y suavizando su mirada hacia la barista, quien tenía la cabeza girada hacia un lado, un rubor se extendía sobre el rostro de la chica de cabello castaño. todavía sonriendo.
"No dije que era bonita, dije que era linda Boscha~" intervino Skara con un tono burlón, empujando el brazo de la chica más alta con su codo.
Oh, pagarás
"Diosito santo, Skara cállate ¿quieres?" Dijo la capitana en voz baja, solo haciendo que la chica de cabello plateado riera nerviosamente y diera un paso atrás.
Vaya que le encantaba molestar e irritar a Boscha. De hecho, eso era su trabajo.
"Gracias-."
Ambas amigas se volvieron hacia la barista, quien tenía la libreta de notas en sus manos y una amplia sonrisa plasmada en su rostro, "-¡Tu igual eres muy linda y bonita!" Dijo suavemente, dando un paso atrás antes de asentir. "Tendré sus bebidas listas en unos minutos".
Dicho esto, se dio la media vuelta y se alejó, desapareciendo detrás de la pared de el Café.
Después de unos segundos de silencio, Skara miró lentamente a la capitana, quien tenía un rubor más visible extendido por su rostro y orejas.
Ella sonrió antes de empujar a la chica más alta con su hombro, riendo después.
"¿Qué? ¿Ni siquiera un agradecimiento para mí? -" se cruzó de brazos, "-Te estoy ayudando aquí, si no te has dado cuenta".
Boscha gimió y escondió su rostro entre sus manos, rezando y suplicando que la tierra se la tragara entera allí y ahora.
"¿Conseguimos su nombre? No. Así que eso no cuenta como ayuda Skara" gruñó ahogadamente, recibiendo una risa débil.
"Espera, ¿de verdad querías ligarte a la barista?"
"Cállate..."
"No, vamos contéstame. Puedo seguir ayudándote si eso es lo que-"
"¡Maldita sea, ya basta Skara!"
Después de unos minutos de espera y charla, volvió la misma barista, con dos vasos de diferentes tamaños en cada mano.
Los dejó frente a la 'pareja' antes de aclararse la garganta, una vez más atrayendo la atención de ambas chicas.
"Batido de fresa grande y un pequeño chocolate caliente, ¿es correcto?"
Boscha asintió con la cabeza, tomando y acercando el vaso de batido hacia ella sobre el mostrador sin hacer contacto visual.
Nuevamente no se atrevió a mirarla, sintiendo como su corazón latía fuertemente contra su pecho.
¡Cálma Boscha! ¡Apenas la conociste por el amor de Dios!
"Sí, eso es correcto... ¿cuánto será?" Preguntó Skara mientras ella misma tomaba su propia bebida, sacando su billetera de quién sabe dónde con su mano libre.
La chica de cabello castaño rápidamente tecleó algunos botones en una caja registradora antigua, recibiendo y arrancando un pequeño papel del extremo. "¡Serán 19 con 99!" Dijo, entregando lo que parecía ser el recibo a Skara, tomando gentilmente el dinero con la otra mano.
Skara asintió y se volvió, empujando el recibo ahora arrugado en el bolsillo de la chaqueta de Boscha, quien solo resopló en respuesta.
"Quédese con el cambio señorita-..."
La chica solo arqueó una ceja, pensando por un momento antes de sacudir la cabeza.
"...¡Oh! Luz ¡Luz Noceda a su servicio!" Respondió la barista con una amplia sonrisa, enderezándose mientras se presentaba.
"Hm, Luz. Tienes un nombre único y adorable~" dijo Skara con un guiño, empujando el brazo de la capitana con el codo una vez más, solo para presionar unos botones y hacerla enojar.
Boscha solo gimió y negó con la cabeza.
Ahora estaba molesta por las payasadas de Skara, tomando su bebida con una mano y empujando a la chica de cabello plateado hacia la puerta con la otra.
"Anda ya, Skara, solo te estás avergonzando" gruñó en voz alta.
Skara instantáneamente se dio la vuelta y jadeó, sosteniendo su mano libre sobre su pecho dramáticamente. "¿Avergonzarme a mí misma? ¡Ni siquiera pudiste felicitar a la linda de Noceda!" Ella respondió, obviamente con su sonrisa juguetona y su tono no tan serio.
La capitana se dio cuenta de que su amiga no estaba ofendida en absoluto. Así es ella.
Ay la odio
Boscha la despidió con la mano y se volvió hacia la barista, quien se reía en silencio ante la escena que estaban haciendo las dos chicas más altas.
"Por favor, perdona a mi amiga coqueteando- uh Luz, ella siempre es así. Solo ignórala" dijo en voz baja, dándole a Luz su propio guiño antes de regresar a la entrada, alcanzando a su compañera de equipo que ahora sostenía la puerta de vidrio abierta.
"E-Eh gracias. Que tenga un buen resto de su día y regresen pronto!" Exclamó la chica de cabello castaño con su misma sonrisa de siempre, dándoles un pequeño saludo con la mano.
Boscha miró hacia atrás y le devolvió la sonrisa, levantando la mano a modo de saludo antes de salir, Skara saliendo después.
Se encontraron con el aire fresco una vez más, lo que inmediatamente hizo que la pelirroja se arrepintiera de salir de las cálidas temperaturas del café.
"Apuesto a que vendras aquí todos los días, ¿ey capitán?" Murmuró la chica más pequeña con una sonrisa nerviosa, alejándose levemente de la pelirroja, que ahora la estaba mirando con el ceño fruncido.
"Disfruta tu maldito chocolate caliente porque será lo último que bebas..."
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Bien, ahí va el primer capítulo. Más de 3800 palabras. Nunca había hecho tanto antes.
Publicaré un nuevo capítulo cada semana, bueno eso intentaré.
¡Nos vemos! ___________________________________________
¡No olviden dejar su voto! ❤
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