—¡Hey, Yang, ven acá! —llamó un chico a lo lejos.

Jeongin buscó con la mirada al dueño de aquella voz, reconociéndolo como Félix, uno de sus compañeros.

Se podría decir que son amigos, a pesar de que casi no hablaban.

—Nos tienes abandonados, ¡¿dónde estuviste todo este tiempo?! —preguntó Félix con cierto drama.

Jeongin rio.

—No son mis únicos amigos —contestó simple.

Ante esta respuesta Félix fingió desmayarse, cayendo en los brazos de Chan.

No había notado su presencia, pero tampoco se sorprendió.

En realidad, la razón por la cual se sentaban juntos era porque el profesor decidió separar a Félix y Chan. No era de extrañar que ambos pasaran tiempo en el receso.

—Ush, ¿no conoces otra bebida? —soltó Bang de la nada—. Te vas a convertir en una fresa si sigues tomando eso.

En vez de tomarlo a mal, Jeongin estalló en carcajadas al imaginarse siendo una fresa.

—¿Qué pasa? ¿Quieres un poco? —sacudió levemente la bebida en su rostro, notando como la bebida no era lo único rosa frente a él.

—Creo que la fresa es otro —mencionó Jisung, quien no había hablado durante todo ese rato.

Chan solo bufó molesto, tomando la bebida de Jeongin y saliendo del lugar.

—¡Oye, eso es mío!

—¡Ya no, Yang fresita!