Jimin entró al cuarto de Yoongi, cerrando la puerta tras él para salir por la ventana y sentarse en la silla del balcón a un lado de su amigo.

—Good morning– Saludó Park robando un sorbo de la taza de Yoongi.

—¿No puedes vivir sin mi, acaso?– Preguntó Min rodando los ojos.

—Si sigues así, Jeon se dará cuenta que te crees el centro del mundo y dejará de seguir– Bufó.

—Si no se ha dado cuenta a este punto, con las vergüenzas que he pasado con él...– Susurró apretando los labios. —Ha de ser más estúpido de lo que aparenta–

—¿Realmente no te gusta ni tantito?– Preguntó Jimin. —Porque yo que no soy gay admito que está para chuparse los dedos–

—Si, muy hetero de tu parte– Suspiró. —Y no digo que no me guste físicamente, pero es tan dulce–

—¿Y eso qué?– Preguntó soltando aire entre dientes a modo de risa. —¿Tu crees que los tipos buenos no pueden follar como bestias?–

—Solo sé que veo ese rojo y pienso en Taehyung– Respondió Yoongi. —Y no veo esa oscuridad que él tenía cuando me cogía–

—Pero Taehyung era un hijo de puta– Espetó molesto. —Es mejor sacrificar el mejor sexo de tu vida por una buena persona, que a una buena persona por el mejor sexo de tu vida–

—Difiero– Respondió dejando la taza de café vacía sobre la mesa. —Incluso las mejores parejas tienen problemas, el mejor sexo no–

—¿Seguirías con Taehyung si él no te hubiese dejado?– Preguntó Jimin preocupado.

Yoongi apretó la taza entre sus manos y se puso de pie, para entrar a su dormitorio por la ventana y dejar la taza en el lavaplatos, antes de voltearse a ver a Jimin apoyado en el marco de la ventana.

—Yo lo hubiese perdonado–

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