- ̗̀↳ Capítulo enfocado
en SooJin y Minnie 🍓ೄ

SooJin apenas había logrado dormir correctamente luego de que Minnie le comunicara que iría a su cuidad a visitarla, y ahora que era el día, ni siquiera se había preocupado por cerrar uno de sus párpados. Su papá la regañó, diciendo que debía dormir sus respectivas horas si no quería que Minnie le viera similitudes con un zombie y corriera a su cuidad de nuevo. ¿Era necesario decir que hizo caso omiso? su emoción era más grande que otra cosa.

Con velocidad se adentró al baño, tropezando con un mueble en el proceso; no obstante, se levantó tan rápido como cayó, fingiendo que no se provocó ningún daño. Cerró la puerta y se duchó con la misma rapidez que un colegial que se despertó tarde y debería llegar en cinco minutos a la institución, pero aunque ese no fuera su caso -porque aún faltaba una hora para ir en busca de Minnie- la emoción era la única excusa más creíble que tenía.

Una vez acabó, envolvió una toalla a su cuerpo y condujo sus pies en dirección de su habitación. Tenía que elegir la mejor prenda para ponerse, quería entregarle la mejor impresión a su novia, entonces, ¿un vestido sería lo mejor? tal vez sí. El vestido era de color celeste, poseía pequeños puntitos, no llevaba mangas consigo, pero si un delgado cinturón con un adorable y pequeño moño que abrazaba la cintura de la prenda, después, del cinturón para abajo, el vestido era algo más inflado y con pliegues, terminando en las rodillas. Confesaba que era su prenda preferida entre todas.

Cuando se lo colocó, pasó a maquillarse y ocultar esas ojeras a causa del poco descanso que tuvo en los últimos tres días. Luego, a peinar el nido de pájaros que tenía por cabellera.

—SooJinnie —llamó KiHyun a su puerta—. ¿Estás despierta? —ella contestó afirmativamente —¿me dejas pasar? —la misma respuesta. El hombre abrió pasó y observó a su hermana, casi lista— Oh, veo que ya casi acabas de arreglarte, yo apenas me desperté. Por cierto, te ves muy bien, Minnie caerá a tus pies.

—Lo dices como si ya no lo hubiera hecho, mis encantos la tienen aquí. —extendió la palma de su mano y, con el dedo de su mano opuesta, golpeó la misma tres veces de forma continua.

—Vaya, veo autoestima de sobra por aquí. —rió divertido.

—La autoestima viene de herencia, sabes de lo que hablo, Kiki. —guiñó y volteó su oscuro cabello como una diva, el mayor soltó otra risa.

—Oh, claro que sí.

El vehículo se detuvo, anunciando que habían llegado a la parada de autobúses. Los nervios y la emoción de SooJin regresaron de la mano. La familia bajó del auto, y caminaron hasta el gentío que también esperaba a algún familiar o amigo. Los tres observaron unos asientos libres, por lo que se sentaron en estos antes de que otros les ganaran.

KiHyun al ver a su hermana tan nerviosa, intento calmarla con unas pobres palabras y una caricia en el hombro, lo que fue un intento inútil puesto que nada podría funcionar con SooJin en esos momentos.

Luego de unos minutos de espera -que fueron como eternidades para SooJin- pudieron identificar al autobús en el que, se supone, Minnie iba a bordo. Todos se acercaron al bus, esperando otro poco mientras la gente bajaba del vehículo. SooJin se sentía desfallecer y ni siquiera había logrado ver a Minnie aún, qué sería de ella. Observó con impaciencia, esforzándose para divisar la melena rosa de su chica resaltando entre la gente.

¡Oh, Dios! ¿cómo se respiraba? Exclamó la menor de la familia en sus interiores. ¡Allí estaba Minnie! siendo más hermosa de lo que solía ser detrás de pantalla, con su cabellera rosa cayendo con delicadeza por sus hombros, su etéreo rostro siendo impecable y único entre todos los demás, su pequeña figura repleta de curvas, su perfectos y alineados dientes reluciéndose. Ella... era la perfección personificada.

En el instante que la mirada ajena cayó sobre su persona, ella quedó sin aire por unos pequeños segundos, pero no perdió mucho el tiempo, pues sus pies decidieron por ella, corriendo vertiginosamente hacia la persona que le había estado robando los suspiros. Con fuerza se adhirió al cuerpo impropio, envolviéndola entre sus brazos con efusividad. Se sentía tan, pero tan, feliz, tanto que... oh, las lágrimas ya se adelantaron.

—Estás aquí, ratoncita —sorbió su nariz, evidenciando que estaba llorando. Y a pesar de Nicha también lo estaba haciendo, dejó escapar una ligera risa—. No sabes lo mucho que esperé este momento, al fin puedo tocarte... sentirte. Y... esto es mil veces mejor que verte detrás de mí teléfono.

—Yo también lo he estado esperando, con tanto anhelo que me es imposible creer que estoy teniendo contacto contigo, cerecita. —la menor de ambas se separó un poco, mirándola con una sonrisa.

—Creelo. —acto seguido, estampó sus labios contra los ajenos, dejando un tanto sorprendida a Minnie, quien después de un tiempo, correspondió al contacto. Se sentían tan contentas de tenerse una a la otra en persona, ahora ya no había nadie quien las pudiera alejar, las pantallas ya no impedirían que se amasen.

Espero que te haya gustado, boo,
lo hice lo mejor que pude y con todo mi cariño uwu tkm