Strawberries I
Niki estaba acostado en la cama de su dulce hogar en Seúl, Corea del Sur. Acababa de terminar su segundo año de preparatoria y después de convivir cuatro semestres con sus compañeros se dio cuenta de algo.
No tenia ni un solo amigo.
Triste, pero jamás le importo entablar o esforzarse a tener algo tan flojo como "vida social" pero ahora se encontraba en un punto en el qué se regañaba por haber tomado aquella desicion.
La Academia Decelis, aquella qué gran renombre, aunque era una institución publica, las instalaciones y el programa la hacían parecer una prestigiosa escuela privada.
Sus padres habían estudiado en dicha institución, por lo que había sido fácil entrar gracias al programa "Alma Mater"
Era su último año de la preparatoria, era consciente de eso, pero también era consciente de que en la universidad era necesaria tener una buena vida social.
O eso le dijo Ren, una amiga de intercambio, antes de suicidarse por la presión de no tener vida social y ser un marginado.
¡Si! ¡Viva la vida Universitaria!
La puerta de su cuarto fue abierta con sigilo y su padre Taehyung apareció tras esta.
El era el único hijo de ese matrimonio, los amaba demasiado y por eso se iría un año escolar a vivir en la academia Decelis, no quería que su muerte fuera una carga.
-¿ya terminaste de empacar? No olvides el botiquín qué prepare en caso de emergencias.
-No pa, todo esta guardado ya...
El rubio cobrizo asintió y solo se quedo en silencio, coda qué Niki entendió y se acerco hasta su padre para abrazarlo.
-te voy a hecha de menos Tata, quien me lanzará la chancla cuando no escuche la alarma, quien me peinara y regañara mientras yo hago la tarea faltante y Papá intenta no quemar la cocina.
Taehyung empezó a reír, amaba a su hijo y no lo quería dejar ir, pero el internado en la Academia Decelis lo ayudaría a corregir esos aspectos en su vida.
-te amo Niki, jamás lo olvides
-claro que no Tata...¿donde esta papá?
-intentando dejar de llorar tras la puerta
-¡Tae!
🍓•🚬•🍓•🚬•🍓•🚬•🍓
Sunoo bajo del autobús con su maleta y varios libros en sus manos, su cabello rosa brillo bajo el sol y sus ojos azules se hicieron aun más claros gracias a la luz natural qué tan odiaba.
Si, odiaba.
Camino entre la gente, luciendo sus ajustados pantalones negros y sus converse blancos. Estaban cerca de los 25 grados, pero habían cosas de las cuales el sol no se podía enterrar.
Llego al edificio y después de registrar su "Alma Mater" se dirigió a su ya conocido dormitorio.
Bendito sea ese tal Kim Namjoon qué estudio en dicha escuela.
Llego hasta su cuarto y coloco la clave en el panel digital, abrió la puerta y su aroma natural lo recibió, provocando qué su piel se pusiera de gallina, amaba qué su cuarto oliera únicamente a Fresas y Tabaco.
Si, Fresas y Tabaco.
No era un aroma frecuente, e incluso se podía decir que era inexistente en los Omegas, pero para Sunoo era el mejor aroma del mundo.
Y lo amaba aun más cuando se trataba de su hora de fumar.
Coloco su maleta en la cama individual, para después ir a su librero y acomodar sus libros.
Al menos el 75% de los libros en ese cuarto no habían sido leídos, pero Sunoo era joven y su plan era leer todos los libros cuando se jubilar, comprara una casa rodante y esperaba, para ese entonces, que la droga fuera ilegal.
¡El Paraíso!
La puerta del cuarto fue abierta y cuando Sunoo iba a quejarse apareció uno de sus amigos Alfas, Choi Soobin.
-¿tienes lo que te pedí?
-¿Cuando te he fallado Soobin?
Sunoo saco de su mochila un libro de pasta dura de color rojo sangre, lo abrió y este tenia un hueco donde le permitía a Sunoo guardar las cajetillas de cigarrillo.
-son cinco dolares.
-Diablo, ¿me haces un descuento? Me quede sin efectivo.
-¿cuanto tienes?
-Tres dolares y cien wones....
-Dame los tres dolares, agradece qué tengo un buen y piadoso corazón.
-yo se que me amas, aunque tengo la ligera sospecha de que amas más a Hyunjin qué a mi...dime Sunoo ¿me eres infiel?
-Sabes que le soy fiel a Sunghoon, Hyung
-y yo que esperaba que este fuera mi año.
Sunoo le lanzó un cojín a Soobin mientras ambos reían, en realidad jamás habían tenido ese tipo de relación amorosa, pero al menos servía para que nadie se pasará de listo con el malvavisco de Sunoo.
-bueno, me voy, Hyunjin me aviso que tendrá que compartir el cuarto con el nuevo...
-si, si, su desgracia, adiós Soobin.
Sunoo cerro la puerta de su cuarto y coloco una camiseta vieja en la parte de abajo de la puerta, se dirigió al baño y abrió la llave del agua.
Saco de su maleta una cajetilla nueva de Malboros, extrajo uno del paquete y lo encendió.
Le dio una calada profunda y retuvo el aire unos segundos para después expulsar el humo por su boca.
Se sentó bajo la lluvia artificial, sin qué el cigarro se mojaste, y le volvió a dar una calada. Amaba recordarse cuan miserable era su vida, sin embargo, ese año escolar había iniciado, tenia una jodida imagen que cuidar.
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