𝖾𝗉𝗂𝗅𝗈𝗀𝗎𝖾
▍𖤐 ָ࣪ ╱ EPÍLOGO.
❝ EL FIN DE NOSOTROS ❞
Amelie no estaba preparada mentalmente para lo que estaba a punto de hacer.
Aunque Amelie no creyera demasiado en la justicia y todo lo que estaba detrás, haría hasta lo que esté fuera de sus manos para tenerla.
JJ había estado llamándola y dejándole mensajes durante toda la noche y, a pesar de que Amelie haya ignorado todos, pudo leer alguno de ellos.
No respondió ninguno. Creía que si lo hacía, probablemente esa idea de ir a Los Ángeles y darle a Rafe su merecido se esfumaría.
──Hey, ¿todo bien? ──Jack chasqueó sus dedos delante de su frente para llamar su atención, cosa que logró.
──Sí... Todo en orden ──respondió Amelie, asintiendo con su cabeza, aún con las dudas de su respuesta.
Jack la invitó a bajar del auto, cosa que Amelie agradeció, para después seguir sus pasos hasta entrar al aeropuerto.
Uno de los grandes letreros que había, decía alegremente ‹‹Gracias por su visita. Vuelva pronto›› y, aunque sea un muy pequeño detalle, leer eso dejó peor a sus pensamientos e inseguridades.
¿Estaba bien hacer eso? No importa lo que Amelie quisiera pensar a este punto, eso era lo correcto. Y no había vuelta atrás.
Su vuelo estaría listo exactamente en diez minutos, por lo que ambos dos decidieron esperar sobre una de las bancas que había allí, con sus valijas a sus costados.
Jack no se sentía mejor que Amelie, y esto lo sabía perfectamente. A pesar de no haber pasado mucho tiempo en la isla, el que pasó fue suficiente para hacerlo sentir en un hogar, ese sentimiento que no creyó volver a experimentar.
10 minutos...
5 minutos...
3 minutos...
──¡Ames!
Mierda, mierda...
Amelie se quedó sin poder mover ni un músculo después de oír aquel grito proveniente de sus espaldas. Se sentó mejor y vio a Jack de reojo, sabía que tenía la mirada espantada de él sobre ella.
──Deberías hacerlo ──habló Jack, casi leyendo los pensamientos de Amelie──. Ve y habla con él por última vez.
Amelie lo dudó durante unos segundos, pero después de pensarlo varios segundos, se puso de pie, aún sin darse la vuelta, algo dentro de ella tenía mucho miedo de verlo, puesto a que esa sería la última vez en la que pudiera presenciar al rubio que había cambiado su forma de ver el mundo.
Y cuando tuvo que haberse obligado a darse la vuelta, esto mismo hizo, encontrándose a lo que ya tenía por anticipado que haría. A JJ Maybank.
JJ estaba en el peor estado que Amelie haya podido presenciar. Sus ojos todavía parecían estar hinchados y rojos, al igual que la punta de su nariz. Al igual que para Amelie, John B era igual de especial para JJ, y no dudaba en que probablemente haya estado llorando toda la noche por él. Sin el apoyo de nadie.
Y tú no estuviste para él, Amelie...
Amelie comenzó a dar pasos lentos e inseguros hacia él, encontrándose finalmente cara a cara. Amelie no se dignaba a verlo a los ojos, eso la derrumbaría.
──Ames ──llamó JJ con su voz ronca y rota, pero Amelie no respondió──. Mírame. Por favor ──suplicó, relamiendo sus labios con dificultad.
Cuando Amelie estuvo viéndolo por última vez, se encontró con JJ, pero no el JJ de siempre, el feliz, el alegre, el que actúa sin pensar en las circunstancias. Se encontró con uno devastado, desolado, dolido y afligido. Sus ojos color mar ya no parecían ser libres, así como cuando Amelie podía saber que estaba en su mejor momento al tan solo verlos. Ahora, eran simplemente olas dejándose llevar por el frío y impaciente viento.
¿Alguna vez han oído que el océano llora?
──¿Qué haces? Te... ¿Te irás? ──cuestionó JJ, con voz desgarrada. Al parecer, no se dejaba llorar.
──Es... complicado. No es algo que quiera hacer, pero... ──respondió Amelie, antes de que JJ la interrumpiera.
──Entonces quédate ──interrumpió JJ, dando un brusco paso hacia Amelie, tomando las dos manos de esta──. Quédate conmigo.
──JJ...
──¿Es por mi? ¿Te hice daño sin darme cuenta? Mierda. Ames, juro que si en algún momento lo hice, no fue con esa intención, nunca buscaría lograr herirte ──balbuceó JJ, con tonos de decepción, pero una decepción que era dirigida hacia él mismo.
──No hiciste nada, JJ, créeme ──aseguró Amelie, manteniendo sus manos entrelazadas──. Los Maxwell juraron justicia por mi madre, y aquí no lograré tenerla ──explicó con pocas ganas.
Explicarle a JJ porque se iba era horrible.
──Vamos, Ames... ──JJ se tomó unos segundos para analizar la situación, cosa que lo dejaba sin poder hablar.
Entonces era verdad lo que dijo Kie. Amelie no se iría ni porque él se lo pidiera.
JJ hizo el ademán de acercarse a Amelie para besarla, pero en vez de esto, recostó su frente sobre la de Amelie con tranquilidad, encontrándose con ese par de ojos que siempre lo habían tenido loco.
──Quédate conmigo ──suplicó JJ en un murmuro con su voz gélida──. No puedes irte, princesa ──se separó de Amelie, pero se mantenía muy cercano a ella.
JJ buscó en Amelie esa señal que ella siempre demostraba cuando le hacía algún tipo de broma de mal gusto, pero no lo encontró, porque para su muy mala suerte, Amelie no bromeaba con irse.
──Yo... No sé que decirte ──bufó JJ, pasando una de sus manos por su cabello a toda velocidad y nervios. No sabía como tomar la noticia──. Es por tu madre... tienes el derecho de irte y obtener lo que quieres.
A pesar de demostrarse seguro y con confianza, JJ se encontraba sin esperanzas y la soledad por la falta de Amelie comenzaba a apoderarse de él. No sabía si iba a poder pasar esos horribles días de funeral sin ella a su lado para darle su apoyo.
──Gracias por entenderlo, JJ ──agradeció Amelie mientras demostraba una sonrisa débil──. Quiero que sepas que, a pesar de irme, nunca voy a olvidar todo lo que pasamos juntos ──estas palabras dejaron a JJ con más dudas.
──¿Qué? ¿No piensas volver? ──cuestionó otra vez JJ, quien ahora no tenía problema en dejarse ver en ese estado por Amelie.
──No creo que pueda seguir aquí, JJ ──comenzó a responder Amelie──. Crecí con John B, él era como mi hermano y... mi madre. No me veo estando aquí sin ellos...
──Yo estoy aquí ──interrumpió JJ, dando otro paso hacia Amelie.
Sentir su cercanía y poder oler ese olor especial que JJ llevaba con él, probablemente habría eliminado toda desición de Amelie si no fuer porque alguien más habló. Y no fueron precisamente JJ y Amelie.
──Amelie ──nombró Jack a sus espaldas, ganando las dos miradas de la pareja delante de él──. Ya es hora ──anunció, tomando ambas valijas y alejándose de allí.
Amelie volvió a ver a JJ, ahora tenía las lágrimas que había acumulado recorriendo todo el largo de sus dos mejillas. Cuando una de las lágrimas cayó sobre la comisura de sus labios, JJ pasó su lengua sobre ellos, para después hacer presión con sus dientes. Claramente no quería llorar, pero le era imposible no hacerlo cuando se trataba de Amelie.
──Tengo que irme... ──Amelie carraspeó su garganta después del largo silencio. Ahí fue cuando JJ tomó la valentía de volver a verla.
──Ve por tu madre... pero vuelve por mi. Por favor, ¿si? ──requirió JJ, con ahora su voz rotaPrométemelo...
──Amelie, tenemos que irnos ──Jack, quien había vuelto a su lado, volvió a señalar esto mismo.
──Vamos, Ames... dilo. Prométemelo...
Pero Amelie sabía que no podía prometerle a JJ algo de lo que no estaba segura que pasaría, puesto a que no se veía con las ideas u oportunidades de volver a Outer Banks, por muy hiriente que sea.
Amelie no respondió esta vez. Resopló con el odio por ella misma corriendo por sus venas y se dio la media vuelta, acercándose a Jack. A pesar de sentir la mirada de JJ sobre ella, no tuvo las suficientes fuerzas para voltear a verlo.
Cuando Jack y Amelie llegaron a la puerta que los llevaba a su avión, Amelie finalmente miró hacia donde se suponía que debía estar JJ, pero esta vez, no había nadie allí. JJ se había ido, al igual que ella lo estaba haciendo.
── ─ ─| 🔍 |─ ─ ──
POGUES POV
──¿Así como así? ──volvió a preguntar Kie, a pesar de que ya se lo habían dejado en claro demasiadas veces. JJ se limitó a asentir con mi cabeza──. Es una egoísta. Digo, ¿se va cuando sabe que todo aquí se está yendo a la mierda?
JJ no respondió esta vez, no tenía porqué explicarle o contarle a Kie y Pope la verdadera razón de porque se fue Amelie. No lo veía correcto, incluso notó como Amelie dudaba en confesarselo a él.
No estaba enojado con ella. O tal vez sí. JJ no sabía cómo pensar o sentirse en ese momento, es como si fuera una simple cucaracha. Y no hace falta aclarar que es una mierda.
──No la llames así ──Kie cerró su boca al instante, y no fue precisamente JJ quien la calló──. Sabemos que Amelie no nos dejaría ni aunque tengamos sarna ──señaló Pope, poniéndose de pie con brusquedad──. En verdad, no creo que se haya ido así como así. No hablen de nuestra mejor amiga como si no la conocieran...
──Esto no se trata de conocer o desconocer, Pope. Se trata de traición. Del código Pogue ──se volvió a quejar Kie, igual de seria y neutral.
No podían aguantar escuchar como Kiara hablaba de Amelie, como si ella fuese una traicionera a quien le importan una mierda. ¿Se siente pésimo saber que no va a volver? Claro que sí, pero no soportarían volver a escuchar su nombre de una manera que no sea para lamentarse su falta. O defenderla, como lo hacían Pope y JJ.
Aquel rubio no soportaba que hablara de ella como si fuera una extraña, a pesar de que era exactamente lo que él estaba comenzando a sentir.
──Y una mierda con el código Pogue ──ahora fue JJ quien se puso de pie──. Alguno de nosotros siempre rompió las reglas. Uno de nosotros siempre rompió el código Pogue. Pero Amelie no, ella siempre estuvo ahí para cada uno de nosotros, y no voy a soportar que hables así de ella.
Finalizó, ya que después abrió la puerta y salió de allí con velocidad, furia y un toque de desconsuelo
¿Debería estar enojado? Sabía que no era capaz de sobrevivir sin Amelie. No es capaz de lograr algo como eso. Amelie le dio la felicidad y comodidad cuando ninguno de sus amigos lo hizo. Le dio un lugar para dormir cuando su padre se comportaba de manera incorrecta. Le brindaba ese sentimiento de seguridad, ese que siempre sentías cuando llegabas a tú hogar después de clases.
Y, mierda...
Ama a Amelie, por eso le es difícil dejarla ir a pesar de que intentara apoyarla.
──Oh, lo siento mucho ──al parecer, se había llevado puesta a una agradable chica.
Se volteó hacia ella casi al instante para verla. El rubio se encontró con unos grandes ojos celestes y cabello extremadamente negro.
──No, fue mi culpa, estaba muy... distraído ──se disculpó también, ya que creía que eso era lo correcto.
Intentó ignorar el repaso rápido que le dio la chica delante de él, quien al enterarse de que JJ la había atrapado, esbozó una pequeña sonrisa divertida, sin preocuparse o avergonzarse por eso.
──Eres JJ, ¿verdad? ──preguntó ella, señalandolo y dando un paso más cerca de él.
Por su parte, guardó sus dos manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón corto y se mantuvo en su lugar.
──Ese mismo ──confirmó, imitando su amigable sonrisa──. ¿Y tú eres...?
──Mallory. Digo, Mallory McKonin ──se presentó, extendiendo su mano, la cual tomó durante unos segundos.
Una Pogue. Lo sabía muy bien.
Era agradable ver que no se dejaba llevar por cómo se veía o algo por el estilo. Me agradaba.
──Mallory...
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