ㅤㅤ𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗍𝗁𝗋𝖾𝖾
chapter three:
Aㅤ𓍼ㅤbucear
ㅤLuego de lo sucedido durante la fiesta del día anterior, Amelie apenas había podido pegar ojo en toda la noche. Cada que intentaba descansar, los recuerdos volvían a ella para atormentarla y lograr quitarle todo tipo de sueño.
Sabía que sus amigos tenían planeado dejar la investigación, ya que eso mismo le había informado Kie mediante una llamada de tan solo minutos.
Minutos duró gracias a su padrastro, Jake, quien no tardó en aparecer en escena y hacer drama.
Una mañana normal en la vida de Amelie Haylan.
──¡Mamá! ──llamó Amelie con furia, siguiendo las espaldas de Jake a paso rápido hasta llegar a la sala de estar.
──¿Qué hiciste ahora? ──suspiró Casiopea, sin despegar la vista de su revista.
──Dile que me devuelva mi teléfono ──pidió la castaña, cruzándose de brazos, cual niña.
──Jake ──nombró su madre, como modo de advertencia.
──Cassie, ¿no has oído de lo que sus amigos hicieron ayer en su fiesta de playa? ──quiso saber Jake, recostándose cómodamente sobre la isla de la cocina.
──¿Qué han hecho ahora, Amelie? ──preguntó Casiopea.
──¡Nada! ──contestó la menor, alzando sus brazos con frustración.
──¡Dispararon un arma! ──Jake alzó su voz.
──¿Qué hiciste qué? ──moduló si madre, poniéndose de pie y apartando la vista de su revista.
──¡No hice nada! ──aseguró Amelie después de poner sus ojos en blanco.
──Claro, tú no, pero si el idiota de Maybank ──debatió Jake.
──¿Qué?
──¿JJ? ──nombró Casiopea con su ceño fruncido por la confusión de la noticia.
──Ese chico es un peligro para ti, ¿cuántas veces tengo que decírtelo? ──la retó Jake con su dedo acusador directamente.
──Cuántas veces quieras, no me va a importar en ninguna de ellas ──reprochó Amelie──. Me voy ──anunció, alejándose hacia la puerta de salida.
──¿A dónde vas ahora? ──interrogó su padrastro desde sus espaldas. Su madre se limitó a quedarse callada y volver a su revista.
──Con John B, te salteaste la parte en la que Topper casi lo mata ──dijo Amelie, alejándose a paso rápido.
──Amelie, vuelve aquí ──ordenó Casiopea, alzando su voz finalmente. Amelie no obedeció, más se dignó a darse la vuelta hacia ella.
Cuando Amelie a penas se dio la media vuelta, sintió casi al instante las miradas confusas y asesinas por parte de Jake y su madre. Ambos la miraban con decepción, como siempre lo hacían cuando veían a Amelie volver a irse. Pero nunca se esforzaban en demostrarle que querían que se quedase. Se esforzaban mucho más en seguir dándole razones para irse.
──Conoces a JJ ──murmuró Amelie, con su mirada sobre su madre.
──Amelie...
──No irás ──concluyó Jake, sabiendo que pasaría si Casiopea seguía hablando y Amelie seguía convenciendola.
──Sigue dándome órdenes, anciano...
Dicho aquello, Amelie volvió a darse la media vuelta y retomó su huida, siguiendo sus pasos anteriores hacia la puerta principal de la casa. Una vez fuera, se tomó unos segundos para recuperar aire. No podía creer que su madre dejara que Jake se comportara así en su propia casa. Amelie lo sabe. Casiopea lo sabe. Jake está con ella por lo llenos que están sus bolsillos.
Una vez mentalmente lista, recorrió su casa para desplazarse al gran patio trasero. Caminó por el muelle con falsas ganas hasta llegar al borde, donde todos estaban allí, esperándola y viéndola con una alegre sonrisa mañanera. Eran capaces de hacer que de olvide de todos sus problemas.
──¡Amelie! ──llamó Jake en un pequeño grito.
Amelie rió al esperar ver a Jake detrás de ella, y lo confirmó en cuanto detuvo su paso para poder descubrirlo. Y ahí estaba, como un idiota que creía que la hija adolescente y rebelde de su esposa iba a retroceder y volver a casa. Antes de darse la vuelta nuevamente, Amelie alzó su brazo y únicamente su dedo de corazón. Jake bufó, sabiendo que había perdido.
──¿Problemas en el paraíso? ──preguntó John B con una pequeña sonrisa mientras extendía una mano hacia Amelie con la intención de ayudarla.
──Dirás el infierno ──corrigió Amelie, aceptando la ayuda que John B le ofreció y adentrándose al bote.
──Oye, ¿qué pasa? ──quiso saber Kie ahora. Solía ser una de las pocas que lograba darse cuenta cuando Amelie no bromeaba en verdad.
──Lo mismo de siempre. Idiotas que se creen tus padres por acostarse con tu madre ──respondió la castaña, formando una mueca de disgusto. Sus amigos bufaron ante esto.
──Te estuvimos llamando ──indicó Pope, con la intención de desviarse de aquel tema tan sensible para Amelie.
──¿Con Jake presente? Imposible ──aseguró la anterior──. Me quitó mi teléfono.
──¿Y tú madre? ──preguntó la morena nuevamente.
──Es... No lo sé, no le importa mucho
A su lado, el rubio extendió una de sus manos y la dejó suavemente sobre una de las rodillas de Amelie sin ningún tipo de vergüenza, acariciándola como forma de demostrar su apoyo.
── ─ ─| 𓆉 |─ ─ ──
Pocas horas más tarde, John B le había enseñado a sus amigos los tanques de buceo que había tomado prestados del barco de Ward Cameron por aquella misma mañana.
Luego de darle un escaneo rápido a cada uno, Kie frunció su ceño.
──Esto está vacío. ¿Tomaste tanques vacíos?
──Tenías un solo trabajo, John ──bufó Amelie desde la comodidad del regazo de JJ, quien rió ante su comentario.
──Bien, este tiene un cuarto. Sirve para uno solo ──informó la misma morena.
──Me encanta cuando todo sale bien ──ironizó Pope.
──Muy bien, yo iré ──habló Amelie, poniéndose en pie. El rubio bajo ella tiró una de sus manos, volviéndola a dejar sobre su lugar.
──¿Alguien sabe bucear? ──preguntó Kie.
──Yo sé ──respondió Amelie, alzando una de sus manos con notable emoción.
──Es un deporte Kook ──se excusó JJ, acompañado por una mueca de disgusto.
──Leí sobre eso ──dijo Pope.
──Genial, Pope leyó sobre eso. Alguien va a morir ──concluyó Kie con.
──Bueno, te pones esa cosa en la boca y respiras. ¿Qué tan difícil puede ser? ──quiso saber el rubio, riendo al ver como Amelie ponía sus ojos en blanco.
──Sí subes rápido, el nitrógeno va a la sangre y tienes descompresión ──informó Pope con seriedad. JJ lo miró confuso.
──Te descomprimes y entonces... ──comenzó JJ burlón, mientras arqueaba su espalda con picardia.
──Puede matarte ──interrumpió el morebo.
──Okey.
──Yo sé bucear ──dijo John. Sus amigos rieron ante esto, ya que sabían que en realidad no sabía nada sobre buceo.
──¿Hola? Dije que yo sé bucear ──insistió Amelie esta vez con un poco más de desesperación.
──¿En serio? ¿Tú? ──cuestionó JJ, sin creérselo, observando a Amelie sobre su hombro.
──Como dijiste, JJ, deporte de Kook ──explicó Amelie con una sonrisa obvia.
──Que asco.
──Bien, iré ──confirmó Amelie nuevamente, volviendo a ponerse de pie. JJ volvió a tirar de su brazo hacia abajo.
──No, John B lo hará ──se negó Pope rápidamente.
──Morirá ──aseguró Amelie, dándose cuenta de que no sería posible convencer a su amigo.
──En algún momento tenía que pasar, querida Melie ──bromeó John B, poniéndose de pie junto con sus amigos.
──Ya te dije que no me llames así.
──Como quieras, Ames ──bromeó el mismo, remarcando para el final el apodo que únicamente JJ suele utilizar.
──Oye ──JJ llamó su atención, claramente ofendido.
Todos saben cuanto le molesta que usen el apodo que él mismo le puso a su mejor amiga.
──¿Desde cuándo sabes bucear? ──siguió preguntando Kie desde atrás, mientras que sus amigos seguían ignorandola.
──Lo haré. Está bien ──afirmó John B con seguridad.
──Déjame hacer unos cálculos ──requirió Pope mientras se ponía de pie rápidamente para tomar sus apuntes.
──¿De verdad? ──Kie no se mostró muy conforme con la idea.
──El barco está a unos nueve metros, ¿no? Como máxima tomaría unos veinticinco minutos... ──comenzó Pope a indicar mientras terminaba sus cálculos.
──Veinticinco... ──murmuró Kie, como si estuviera pensando seriamente en qué hacer.
──Eso significa que deberías hacer una parada a los tres metros, ¿muy bien? Por tres minutos ──terminó Pope mientras se ponía de pie finalmente, dándole una mirada sería a John B.
──Sí. Tres metros. Tres minutos. Entendido ──afirmó John B con diversión igualmente, también con seriedad.
No se habían dado cuenta de que Kie ya no estaba con ellos en cuanto escucharon el gran estruendo del agua al Kie saltar directamente a ella.
Los que aún estaban presentes en el bote, se acercaron al borde con poca preocupación, confusos por saber qué es lo que había acabado de pasar.
──¿Qué acaba de hacer? ──cuestionó Pope con confusión. Compartiendo miradas con Amelie.
──¿Acaba de saltar? ──preguntó ahora Amelie también con confusión al igual que sus otros dos amigos.
──No lo sé, pero me gustó... mucho ──dijo JJ con su mirada perdida en el agua. Por alguna extraña razón, una mirada asesina de Amelie estuvo sobre él──. Me hubiera encantado que tú lo hubieras hecho ──confirmó con una coqueta sonrisa.
Amelie rió a la par de JJ durante unos segundos, ambos sabían que quería el otro, pero, nunca ninguno se animó a dar el primer paso, y dudaban en que en algún momento lo den.
Había reglas de por medio. Esas... estúpidas reglas que siempre habían impedido lograr eso que tanto querían mutuamente.
──Bueno, cuando estés abajo, buscas el depósito, mete esta cosa, gira y jala, ¿si? ──indicó JJ después de unos segundos de incomodidad con Amelie. Tenía la llave en mano.
──Bien, giro y jalo ──afirmó John B con seguridad. JJ asintió rápidamente aceptando aquello.
──Sí. Papá solía transportar contrabando.
──¿Quién no? ──cuestionó John B con ironía. JJ dio una sonrisa incómoda ante esto.
──¡Oye! Até mi camiseta a la cadena del ancla a unos tres metros. Allí tienes que parar si o si ──indicó Kie en un pequeño grito al salir del interior del agua.
──Genial ──respondió John B en un murmuro mientras se preparaba para bajar.
──No pierdas esto ──volvió a indicar Pope, mostrándo el cronómetro a John B──. Guarda aire para la descompresión ──terminó por indicar.
──Bueno, ¿cuánto necesito? ──preguntó John B después de unos segundos. Pope bufó con rendición.
──No lo sé. Respira lo menos posible ──respondió Pope lo más seguro posible, ya que no lo sabía en absoluto.
──Zen. Piensa en Zen, ¿si? ──bromeó JJ acercándose a John B con diversión.
──Puedo pensar en algo mejor ──murmuró John B, señalando con su cabeza a Amelie detrás de ellos dos.
JJ volteó unos segundos sobre su espalda, notando a Amelie detrás, y agradecía que esté distraída con Kie en ese momento. Cuando regresó con su mirada sobre John B, este último rió al ver su expresión de seriedad.
──Amigo, voy a matarte ──murmuró en respuesta JJ dándole un leve golpe a John B sobre una de sus mejillas.
──Entendido ──afirmó John b ignorando a JJ por completo, dirigiéndose a Pope, quien no había dejado de hablar.
──Si nos atrapan aquí en el pantano, estaremos perdidos, así que... empecemos ──habló Pope ayudando a John B.
Y de un segundo a otro, Kie volvió a llamar su atención. Esta vez, se había acercado sin vergüenza hacia John B, quedando cara a cara con él. Incluso imaginaron que lo iba a besar o abalanzarse sobre él, y lo confirmaron a medias en cuanto dejó un cálido y suave beso de suerte sobre una de sus mejillas.
──¿A bucear? ──cuestionó John B con una sonrisa victoriosa, sin terminar de procesar lo que acababa de pasar.
──A bucear ──confirmó Kie con una sonrisa de punta a punta.
──A bucear ──dijo ahora Pope después de que John B finalmente desapareció en el agua. ──. Muy bien ──dicho esto, se alejó.
──Adiós ──se despidió Amelie después de unos segundos, alejándose también del borde del bote.
──Nos vemos ──se despidió ahora JJ, también alejándose junto con Amelie.
Ambos se sentaron en una de las esquinas en sumo silencio, no hubo demasiadas charlas emocionantes durante su espera por John B. Nunca era así entre ellos. Nunca había silencio cuando estaban juntos. Pero, ¿por qué se sentían diferentes ahora? Cómo si los dos tuvieran el miedo o vergüenza de hablarle al otro.
Para su suerte, JJ mató aquel silencio. Amelie estuvo realmente agradecida por eso, ya que comenzaba a ser un tanto incómodo.
──Así que... ¿Tú y John B? ──levantó su voz después de esos segundos de silencio. En un murmuro para que solo Amelie lograra escuchar.
──¿Qué? ──cuestionó Amelie con confusión. Sin entender el porqué y el contexto de aquella inquietante pregunta.
──Tú y John B, ustedes... mhm... son... ¿Son algo? ──preguntó JJ finalmente. Una mueca de decepción y disgusto dibujaba su rostro.
──Sí, somos ──algo respondió Amelie, quien sonrió al ver que la decepción en JJ aumentaba──. Amigos, Fushi. Solo somos amigos.
──Genial, digo, que... bien ──confirmó JJ con una sonrisa que no pudo evitar formar al oír esto y principalmente aquel apodo que tanto le gustaba viniendo de Amelie──. Y no me llames así ──ordenó, esta vez más serio.
Fushi es un apodo que le había puesto Amelie hace unos pocos años, cuando JJ comió sushi por primera vez en su vida. Amelie lo había invitado a un restaurante lujoso de zonas alejadas, JJ no dudó en aceptar. Cuando finalmente uno de los camareros tomó su pedido, JJ fue lo suficientemente bruto como para decir ‹‹Fushi›› en lugar de ‹‹sushi››.
Desde ese momento, Amelie lo llama así unas pocas veces, ya que sabe cuanto le molesta que lo hiciera.
──¿Y por qué esa pregunta? ──cuestionó ahora Amelie con una divertida sonrisa burlona. JJ apartó su vista con nervios.
──No lo sé, solo era... curiosidad ──explicó JJ aún nervioso, sin volver con su vista a Amelie.
──¿Curiosidad? ──replicó Amelie con su tono burlón. JJ asintió sin verla──. Ya.
──Ya ──remarcó JJ, esta vez, dejando su vista sobre el agua delante de ellos. Sintiendo la mirada de Amelie sobre él.
Deseaba que volviera a hablar, porque realmente se el estaba haciendo casi imposible no devolverle la mirada.
──¿Y tú? ¿Tienes... algo con alguien? ──preguntó Amelie, soltando una sonrisa inconsciente al ver que JJ finalmente la veía.
──¿Yo? No, para nada ──negó JJ con rapidez──. Ellas solo son... una distracción ──explicó finalmente.
──¿Qué? ──remarcó Amelie con dificultad. No era lo que quería escuchar, pero tampoco le molestaba demasiado. Aún así, era ofensivo.
──Sé que está mal usarlas como distracción, lo sé muy bien, créeme. Vivo con la culpa ──defendió JJ con incomodidad. Que Amelie creyera que era de mala persona lo hacía peor──. Pero hacen que me olvide de mi triste realidad ──terminó, con cierto temor de que Amelie descubriera a qué se refería.
──¿Tu triste realidad? ──recalcó Amelie a su lado. Su sonrisa nunca decayó, lo cual fue una buena señal para JJ
──Bueno... hay una chica que me tiene... muy... demasiado impaciente, y es raro porque nunca había llegado a sentir algo así por alguien. Es rarisimo. No dejo de pensar en ella. Me despierto con la felicidad de saber que en algún momento del día la veré ──explicó JJ con decepción, y esta vez, la sonrisa que decayó fue la de él.
──Te entiendo. Estás enamorado ──indicó Amelie con tranquilidad, cosa que exaltó a JJ rápidamente.
JJ no había estado enamorado nunca en su vida. Incluso le daba miedo estarlo. Pero, por alguna extraña razón se sentía tan bien y tan ver a Amelie de esa manera. Digo... a esa chica misteriosa.
──¿Qué? No, de ninguna manera ──negó JJ nuevamente, antes de comprender la respuesta de Amelie──. ¿Me entiendes?
──Sí, en mi caso... también hay un chico ──respondió Amelie, dejando a JJ aún más decepcionado, cosa que ocultó demostrando una alegre sonrisa.
──Ah, ¿si? ──cuestionó con una mueca de decepción que no pudo evitar. Amelie asintió con su cabeza──. ¿Puedo saber quien es el afortunado? ──preguntó.
──Mmm, no ──respondió Amelie con una sonrisa divertida.
Ella sabía perfectamente de quien estaba hablando, y a penas horas atrás había descubierto que en realidad estaba enamorada.
──Ames... Vamos ──animó JJ intentando ocultar el pensamiento de rechazo que se le venían a la cabeza por Amelie y su enamoramiento por alguien que evidentemente no era él mismo.
──Dime tú quien es la poco afortunada ──bromeó Amelie volviendo con su sonrisa mientras le daba un empujón de hombros a JJ.
──Yo pregunté primero ──recriminó JJ fingiendo ofenderse. No podía hacerlo con Amelie.
──Y yo después. Vamos, dime ──insistió Amelie, esbozando una sonrisa al notar que JJ aceptaba aquello lentamente.
──Es... ──inició JJ dispuesto a hacer aquello. Quizás no era el mejor momento, pero estaba listo para confesar sus sentimientos por Amelie.
──Rayos, JJ ──llamó Pope desde la otro mitad del barco, llamando la atención de ambos.
Cuando JJ y Amelie se dieron la vuelta hacia ellos -con muy pocas ganas de hacerlo-, reconocieron el bote de la policía de la isla, también, notaron que este mismo se acercaba lentamente hacia su bote.
──Chicos, la policía ──informó JJ mientras se removia en su lugar incómodo y nervioso.
──Tiene que se una broma ──se quejó Pope, parándose de su lugar y quedando parado delante del control del bote nuevamente.
──Actúen con normalidad ──ordenó Kie arreglando su cabello y postura, dejando su cara más seria.
Esta misma se acercó hasta Amelie, fingiendo que hablaban y reían a carjadas mientras que el bote de la policía terminaba de acercarse. Dejaron de actuar justamente cuando Pope habló.
──Buenas tardes, oficiales ──saludó Pope con amabilidad, también, parecía estar actuando aquello.
──Buenas tardes ──saludó de igual manera el oficial Shoupe mientras dejaba resonar el ruido de sus alarmas durante pocos segundos.
──Toma ──habló ahora la oficial que acompañaba a Shoupe, dándole en mano a Pope la soga de su bote.
──JJ, ata esto ──ordenó Pope esta vez, dejando la soga bajo el poder de JJ, quien obedeció rápidamente.
──¿Qué están haciendo? ──cuestionó Shoupe quitándose sus lentes que cubrían sus ojos del Sol──. El pantano está cerrado.
──No lo sabíamos ──negaron Pope y JJ sin perder su tiempo, sabiendo perfectamente que decir.
──¿Por qué lo cerraron? ──preguntó ahora JJ.
──Hacemos una búsqueda. Desapareció un bote ──informó Shoupe después de pasar su mirada por la cercanía y lejanía del pantano──. ¿Vieron algo?
──No ──volvieron a negar, esta vez los tres presentes al unísono.
──Ningún bote. No ──volvió a negar Pope.
──¿Dónde está el amigo con el que siempre están? ¿Está aquí? ──volvió a cuestionar Shoupe.
──Está trabajando ──respondió Kie alzando su voz con tranquilidad. Hablando por primera vez desde que llegaron los oficiales.
──Ya saben... ──llamó su atención Amelie al ver como los dos oficiales dudaban de ellos──. Ward Cameron tiene una casa grande, necesita muchos... empleados.
──¿Y tú, Haylan? ¿Qué haces aquí? ──preguntó Shoupe siendo muy poco amable con su simple pregunta.
──¿Yo? Oh, solo... paso el rato ──explicó Amelie con nervios. Siempre que mentía tenía muy en cuenta lo mala que era mintiendo.
──Bien. Voy a revisar el bote ──indicó Shopue sin esperar ni un segundo más mientras se subía al mismo bote de los adolescentes.
──Suba a bordo ──habló JJ mientras abría su paso para dejarle la libertad a Shoupe.
──Si quiere registrarlo, hágalo ──indicó Pope parándose de su lugar nuevamente, también dejando el paso libre a Shoupe.
──Gracias ──agradeció Shoupe mientras caminaba por aquella esquina del bote──. ¿Tienen otro de estos? ──preguntó, señalando uno de los chalecos salva vidas.
──Sí, está guardado ──respondió JJ señalando al pequeña puerta debajo de Kie.
──Muestrale ──ordenó Kie poniéndose de pie, esta vez dejando a JJ el camino libre de demostrar esto que afirmaban.
JJ se acercó hasta está con rapidez sacando al aire el otro chaleco salva vidas recién nombrado. Dejándolo ver gracias a como lo alzó en alto con uno de sus brazos.
──Muy bien ──dijo Shoupe con conformidad, o al menos eso creían.
Y esta vez, Shopue camino por encima del borde el bote de aquellos mismos, asomándose hacia la superficie del agua, intentando ver algo que pueda dejarlo inquieto. E igual de inquietos estaban los adolescentes que lo miraban con nervios, deseando que se largaran de allí de una vez por todas.
──Muy bien ──habló Shoupe nuevamente, alejándose del borde con su dirección ahora puesta en el bote de policía.
──Muy bien ──replicaron JJ y Pope al unísono después de soltar suspiros de alivio.
──Que hermoso día, ¿no? ──dijo Shoupe con amabilidad mientras volvía a estar de pie junto con su compañera.
──Cierto ──confirmó JJ, realmente sin saber porqué ahora hablaban del clima.
──Muy lindo ──añadió Pope, siguiendo con su mirada y pasos al oficial Shoupe.
──Avísennos si ven algo al irse de aquí ──ordenó Shoupe mientras quitaba la soga del bote.
──Seguro ──confirmaron JJ y Pope nuevamente al unísono. No dejaban de ponerse de acuerdo en que responder──. Nos iremos pronto, señor ──añadió JJ.
──Perfecto.
Y cuando finalmente el bote de oficiales se alejó lo suficiente como para que el grupo se obligara a dejar de actuar y fingir, los cuatro presentes casi corrieron hasta el borde delantero del bote, asomándose hasta que pudieran divisar a John B debajo del agua.
──Ya no debe tener aire ──informó Pope igual de nervioso y preocupado que sus tres amigos a sus lados.
Y exactamente en ese instante John B se dejó ver en la superficie. Amelie y Kie soltaron suspiros relajantes al saber que. John B estaba a salvo y en buenas condiciones. Mientras que los otros dos restantes festejaban.
──¡Allí está! ──festejó JJ con emoción mientras que señalaba a John B con uno de sus dedos.
──¡Por Dios! Ya no nos asustes así ──se quejó Pope con obviedad, ahora Amelie y Kie reían por aquello.
Así de bipolares eran. Por algo eran tan buenas amigas.
──¿Cómo te fue abajo? ──preguntó JJ, más John B no respondió──. ¿Encontraste algo? ──volvió a preguntar, acercándose al otro borde del bote.
──Sí, encontré ──confirmó John B con emoción y una gran sonrisa dibujadas en su rostro. Mientras lanzaba las cosas de buceo dentro del bote.
──¡Sí, muy bien! ¡Ese es mi chico! ──alentó JJ también con emoción mientras ayudaba a John B a dejar las cosas de buceo.
──¡Amigo! ──llamó Pope igual de emocionado que sus otros dos amigos. Este de acercó para ayudar a John B a volver a pisar el bote.
──¿Estás bien? ──cuestionó Kie después de soltar más suspiros relajantes al ver como John B mejoraba su aire.
──Sí, me quedé sin aire ──confirmó John B con una sonrisa divertida, como si eso hubiera sido poco.
──Casi me cago de miedo ──bromeó Kie con una sonrisa de igual manera. John B rió ante esto.
──Sí, vino la policía, pero nos encargamos ──informó Pope, también con una sonrisa divertida decorando sus labios.
──Oigan ──llamó Amelie exasperada al notar un bote desconocido acercándose a la zona. Sus amigos no la escucharon, o quizás solo la ignoraron ferozmente.
──Lo siento ──se disculpó John B por lo informado por parte de Pope.
──Sí, te perdiste el espectáculo, hermano ──añadió JJ con cierta emoción, a pesar de que no haya sido un momento emocionante.
──¡Oigan! ──volvió a llamar Amelie alzando su voz esta vez. Sus amigos voltearon a verla──. ¿Por qué no me escuchan? ──se quejó finalmente.
──¿Qué pasa? ──preguntó Pope con curiosidad y muy poca paciencia por las repentinas quejas de Amelie.
──Dos en punto ──indicó Amelie sin dar ni una sola mirada a este punto. Esta estaba un tanto inquieta por esto.
──¿Qué? ──cuestionó JJ dándose la vuelta sobre sus pies hacia al dirección indicada por Amelie.
──¿Reconocen ese bote? ──preguntó Pope al divisar aquel bote un tanto lejano a el de ellos.
──Nunca lo vi ──negó Kie con rapidez. Esto inquietó mucho más a los presentes.
──¿No se supone que el pantano está cerrado? ──habló Amelie con confusión y preocupación, incluso su tono de voz lo demostraba.
──No lo sé, pero no tengo ganas de averiguarlo ──respondió John B──. JJ, ¿elevas el ancla?
──Sí ──afirmó JJ mientras se acercaba hasta la punta del bote, donde estaba la cadena del ancla. Comenzó a tirar de esta con rapidez.
──¿Los esperamos? ──cuestionó Pope.
──No vamos a esperarlos ──negó John B segundos después──. Ve por la popa ──ordenó nuevamente.
──¿Es una broma? ──ironizó Kie desde unos pasos más atrás que todos los presentes.
──JJ, apúrate ──aceleró Amelie nerviosa, dando cortos aplausos, como si esto fuera a acelerar el paso del chico.
──No esperen a que termine. Vamos ──indicó JJ finalmente alcanzando el final de la cadena, encontrándose con el ancla.
──Saca el ancla ──repitió Pope mientras que John B encendía el motor del bote, que ahora comenzaba a alejarse.
──Esto no me gusta ──murmuró John B al mando del bote, girando este hasta estar de espaldas al bote desconocido.
──Mierda. ¿Quienes son? ──preguntó Amelie, la cual ahora también estaba aterrorizada. Realmente aterrorizada.
──Quizá también estén pescando ──respondió Pope a su lado, quien tampoco estaba cien por ciento seguro de su respuesta.
──¿En el pantano cerrado? ──preguntó Amelie incrédula, dándole una mirada de ceño fruncido a Pope, quien se encogió de hombros.
Mientras que algunos no dejaban de soltar maldiciones y la mitad del resto no dejaba de soltar unos cuanto ave Maria, John B desplazó el bote rápidamente por el agua hasta estar en el camino que los dejaría directamente en el pantano cercano a ellos. Para su mala suerte, el bote desconocido seguía detrás de ellos.
──¿Nos están siguiendo o soy yo la que lo cree? ──preguntó Amelie al notar esto mismo. Sus amigos se dieron la vuelta hacia sus espaldas.
──Esto no es bueno ──murmuró John B mientras intentaba mantener su preocupada vista sobre el camino libre delante de ellos.
──¡Amigo, ve más rápido! ──animó JJ con nervios y temor en un gran y audible grito.
──¡Eso es lo que estoy haciendo! ──indicó John B a su lado, en un mismo grito.
──¡Acelera! ──volvió a indicar JJ, nuevamente soltando un alto grito.
Gracias al quizás temor y preocupación, no podían evitar voltearse cada segundo hacia atrás, en dirección a aquel insistente bote. No conocían a ninguno de los dos que estaban sobre este, ni mucho menos al bote, y eso era lo más confuso. ¿Por qué carajos los estaban siguiendo?
Y de un segundo a otro, cuando lograron enfocarse más más el camino delante del bote y ellos. El audible eco de una bala detrás llamó su temible atención. Por puro instinto, los presentes en el bote se agacharse hasta tocar el suelo del bote.
──¡Mierda! ¿Qué carajos les pasa? ──gritó Amelie mientras mantenían a John B a salvo, cubriendo su espalda.
──¡Ames, abajo! ──ordenó JJ, atrayendo a Amelie de un brazo para dejarla acostada delante de él, pegando su pecho a la espalda de esta.
Si no fuera por el contexto de la situación, ambos dirían que estar así les encantaba, incluso era algo nuevo, ya que JJ y Amelie nunca se habían animado a estar así de unidos, a pesar de cuan amigos sean.
──Vamos a morir ──murmuró Pope con pocas y verdaderas esperanzas al escuchar otro disparo.
Y así fueron unas dos veces más, hasta que Kie decidió actuar, siendo incluso más inteligente que el mismísimo Pope.
──Mierda. ¡Pope, muévete! ──ordenó Kie poniéndose de pie, acercándose a las redes que habían en una pequeña esquina.
──¡Abajo, Kie! ──ordenó esta vez John B al lograr esquivar otra bala. Por pura suerte, obviamente.
Kie logró obtener aquellas redes de plástico, acercándose otra vez al borde trasero del bote, lanzando ahora la red en sus manos lo suficientemente lejos de su bote.
Cuando otro disparo hizo eco a su alrededor, el motor ahora débil del bote desconocido se escuchó al encontrarse con las redes sobre el agua, cortándole el paso.
Los presentes se pusieron de pie mientras festejaban haber sobrevivido. O al menos JJ y Kie. Amelie y Pope solo compartían miradas temerosas.
──¡Eso es! ──festejó JJ poniéndose de pie, ayudando a Amelie a también hacerlo──. ¡La princesa Pogue, damas y caballeros! ──señaló a Kie con emoción.
──¡Fue una locura! ──dijo ahora Kie mientras que su pecho bajaba y subía rápidamente.
Amelie sin pensarlo demasiado, se abalanzó sobre Kie con rapidez, envolveindo a su amiga en un fuerte y paciente abrazo amigable. Había salvado sus vidas, no podía agradecerle de mejor manera.
──Oye, yo también quiero un abrazo ──indicó JJ, llamando la atención de sus dos amigas.
Cuando Amelie y Kie se separaron, esta primera se volteó confusa hacia él, esperando alguan explicación para aquello. JJ no respondió, limitándose a señalar la parte superior de su bikini, haciéndole entender esto a Amelie, quien hizo una mueca disgustada.
Aunque no estaba muy disgustada.
──¡Aléjate! ──ordenó Amelie con una divertida sonrisa mientras empujaba a JJ lejos de ella al ver como este intentaba acercarse con los brazos abiertos y una sonrisa lujuriosa.
── ─ ─| 𓆉 |─ ─ ──
Cuando finalmente llegaron al muelle, el cual era preferiblemente el que quedaba en casa de John B. El Chateu. Todos los presentes bajaron rápidamente del bote con las intenciones de descubrir en cuanto antes que es lo que había descubierto John B.
──¿Qué creen que sea? ──preguntó Kie aferrada al brazo de Amelie mientras caminaba con ella.
──No lo sé. Debe haber dinero o algo así, ¿no? ──respondió John B mientras dejaba aquel bolso rescatado sobre el suelo de madera del muelle.
──Eso o algo que podamos vender por mucho dinero ──añadió JJ con emoción. Este estaba junto a John B.
──¿Puedes abrirla ya? ──preguntó Pope, raramente también con emoción.
Sus amigos levantaron sus vistas para verlo con confusión y también ciertamente victoriosos. Ya que Pope no solía estar emocionado por cosas así. Muy pocas veces eran las que estaba emocionado o alegre.
──Vaya, Pope ──comenzó John B con una ligera sonrisa──. Eso fue un gran exalto para ti ──añadió compartiendo miradas con sus otros tres amigos.
──Alguien esta excitado ──habló JJ con una sonrisa divertida por su mismo chiste. Subiendo y bajando sus cenas rápidamente.
──Bueno, los nervios me están matando ──respondió Pope a la defensiva──. Vamos, solo ábrelo. Casi morimos por esto.
John B obedeció con rapidez, abriendo el cierre del bolso casi a la misma velocidad, pero, con más curiosidad por que es lo que terminaría por encontrar en su interior. Sacó una pequeña bolsa de tela, la cual tampoco tardó en abrir con la misma rapidez, quitando de esta misma un fraso de metal viejo, tardando solo segundos en quitar su tapa. Finalmente, se encontró con algo que no parecía ser dinero, para nada.
Era una brújula.
Y por alguna extraña razón, John B se había quedado viendo esta perdido y bobo por la simple brújula ciertamente oxidad por algunas esquinas.
──Eso... no es dinero ──murmuró Amelie mirando la brújula con confusión, no estaba demasiado decepcionada por esto.
──Oh, vaya. Muy bien, buen trabajo, chicos ──fingió festejar Pope, sorprendido por aquella brújula. Muy contrario en el buen sentido──. Encontramos una brújula.
──Amigo, no vale nada ──habló JJ dirigiéndose a John B, ya que este no había emitido ni una sola palabra gracias a quedarse con su atención sobre la brújula.
──Era de mi papá ──respondió John B finalmente, elevando su vista hacia sus amigos, con una sonrisa reconfortante.
──Disculpa, ¿qué? ──preguntó Amelie con confusión. Había escuchado perfectamente a John B, pero era demasiado irreal.
──Melie, es de papá ──repitió John B aún con esa sonrisa, alzando la brújula en mano para que Amelie pudiera verla mejor.
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