Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ㅤㅤ𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗌𝗂𝗑𝗍𝖾𝖾𝗇

chapter sixteen:
𓍼ㅤㅤEl Phantom

──Tiene que ser una muy mala broma. Oh, sí, debe serlo ──parloteaba Amelie al mismo tiempo en el que seguía atentamente a Kie con su mirada. La morena estaba terminando de bajar del vehículo.

Aquel lugar que Kie había afirmado que nadie los buscaría, era nada más ni nada menos que la mansión Cameron.

La castaña, alarmada, podía oler el peligro a kilómetros.

──Concéntrate ──le dijo Kie, siendo seguida por Pope.

En cuanto Pope y Kie desaparecieron tras saltar el muro que daba directo a la casa de los Cameron, Amelie y JJ se sumergieron en un profundo y doloroso silencio dentro de aquel auto.

Para la suerte de ambos, JJ fue el valiente que se encargó de apartar aquel silencio.

──¿Te preocupa Jack?

──Sí, no entiendo el porqué, pero sí, me preocupa ──respondió la anterior──. Tampoco entiendo como no supe de su existencia antes. Conocí a su hermano, lo sé desde el momento en el que me dijo su nombre y observé su notable parecido.

──Bueno, Jack no había visitado la isla antes ──informó JJ, con su mirada un tanto perdida──. Además, recuerdo que Jacob me solía caer muy mal.

──Demasiado ──respondió Amelie, para después añadir:──. Parece un buen chico y en verdad quería que estuviera en el grupo, pero...

──En verdad, no parece un buen chico ──interrumpió JJ, ganándose la confusa mirada proveniente de Amelie.

──¿Por qué lo dices? ──cuestionó Amelie después de no poder contener a la curiosidad.

──Conocí a su hermano, Jacob. Seguramente lo recuerdas, ustedes eran... ──comenzó a decir el rubio, dejando que Amelie completara por él.

──Sí, lo recuerdo ──indicó Amelie, sin querer terminar aquella oración que JJ había dejado en el aire──. ¿Y qué tiene que ver Jacob con Jack?

──Porque el me quitó lo único que me mantenía de pie──. Lo único que me alejaba de mis mierdas ──informó JJ, aunque esto no aclaró las dudas en Amelie.

──¿Qué te quitó, exactamente? ──Amelie volvió a hacer una de las tantas preguntas que tenía guardadas.

──A ti ──aseguró JJ finalmente, vergonzoso ante la relación de Amelie──. Al principio era lindo verte con otros adolescentes que no fuéramos John B o yo, pero después... comenzaste a pasar mucho más tiempo con él. Cancelabas nuestros planes, llegabas tarde a nuestras reuniones importantes. Y eso, de alguna manera, me afectó. No sabes cuanto.

──¿Me estás queriendo decir que no te fías de Jack porque Jacob se juntaba demasiado conmigo y eso te daba celos? ──ironizó Amelie, sin creer en aquella explicación de JJ.

──No, ¿cómo crees? No es por eso ──negó JJ con obviedad──. Es porque... tú me gustabas y, en ese tiempo, éramos mucho más jóvenes que ahora. No podía controlar mis sentimientos y...

──¿Tú fuiste el chico que huyó después de destrozar el auto de sus padres? ──interrogó Amelie después de recordar esto mismo.

──Es un asunto más complicado ──JJ carraspeo su garganta, acomodándose incómodo en su lugar, dando a entender que no quería hablar mucho sobre el tema──. Hablando de asuntos complicados... He estado pensando mucho en lo... nuestro...

──¿Lo nuestro? ──replicó Amelie, aún sin entender el punto exacto de lo que decí e indicaba JJ, quien pareció más inquieto después de la pregunta de Amelie.

──Sí, ya sabes... ──a pesar de cuanto lo intentara, sabía las palabras que Amelie quería escucharlo decir──. Bueno, no lo tengo muy claro. ¿Qué somos, Amelie?

──¿Amigos? Supongo ──respondió Amelie, con mucha inseguridad. Eso no era lo que quería ser con JJ.

──¿Amigos? ──reiteró JJ con ofensa y dolor. Definitivamente no era lo que quería escuchar──. Ames, sabes muy bien que estamos lejos de ser amigos... ──murmuró, acercándose a su amiga.

──No recuerdo que alguno de nosotros haya preguntado por ser otra cosa...

──Si esperabas eso, me lo hubieras dicho y esto no estaría así ──JJ compartió señalamientos entre él mismo y Amelie.

──Okey, ¿y cómo estaría? ──cuestionó Amelie con diversión al entender el punto de JJ, quien en vez de parecer divertido, parecía nervioso.

──Primero; Tú llevarías un lindo anillo en este dedo ──comenzó JJ, tomando entre sus manos uno de los dedos de Amelie con suavidad y lentitud, como si fuera un cristal a punto de romperse──. Y segundo: No llevarías ropa ──terminó, dejando a Amelie con un leve sonrojo──. ¿Qué? Aún no entiendo como es que te acostaste con John B y no conmigo.

──Porque sabía que con John B nunca significaría algo más ──inició Amelie. JJ, por su parte, la miró con confusión, esperando explicaciones──. En cambio, si pasaba contigo, sabía que terminaría ilusionada

──¿Por qué te ilusionaría? Sabes que me encantas ──indicó JJ, restándole importancia.

──Pero en ese momento, no lo sabía. Solo sabía que si pasaba algo entre nosotros, yo solo sería otra de tus turistas, pero yo... no sentiría eso por ti, mi corazón estaría roto y mis esperanzas por el suelo ──explicó Amelie, mientras que JJ solo podía negar con su cabeza.

Algo que JJ siempre había tenido en claro, eran los sentimientos que tenía por Amelie, y sabía que si algo pasaba entre ellos, él sería el primero en nunca olvidarse de ello. De alguna manera, le dolía saber que Amelie creía que él era capaz de rechazarla o romperle el corazón.

──Tú nunca serás como ninguna de las chicas con las que he estado ──aseguró JJ, cortando la poca distancia que había entre ambos──. Dame tu mano ──ordenó finalmente.

──¿Qué? ──cuestionó Amelie ante la repentina orden de JJ, cosa que la desconcertó.

──Solo dame tu mano ──volvió a decir JJ, mientras que se encargaba de quitarse la cadena plateada que envolvía su cuello.

Amelie, a pesar de entender poco lo que JJ quería hacer, extendió una de sus manos hacía el chico delante de ella, quien había dejado la cadena plateada de oro a un lado, para después dirigirse a la mano de Amelie, con la vista curiosa e impaciente de ella siguiendo cada uno de sus movimientos.

JJ se encargó de tomar uno de los dedos de Amelie y retirar de este uno de los anillos que Amelie siempre llevaba con ella, para después tomar de su propia mano uno de sus grandes anillos. JJ tomó su anillo favorito, uno que le había sido de su madre hace varios años atrás, pero Amelie no quiso decir nada al respecto.

──Bien, pon mi anillo en tu collar ──indicó JJ nuevamente, pasando el pequeño anillo de Amelie a través de la cadena plateada que se había quitado anteriormente. Amelie imitó sus movimientos.

Al terminar de también quitarse su cadena, Amelie se la entregó a JJ, quien en esta, dejó caer el anillo que él había llevado puesto segundos atrás. Después, se acercó a Amelie, quien al entender sus intenciones, se dio la vuelta quedando de espaldas a él.

──Con permiso ──habló JJ, dejando el cabello de Amelie sobre uno de los hombros de esta, para poder así, pasar el collar con comodidad.

En cuanto JJ terminó, antes de dejar que Amelie volviera a darse la vuelta, dejó un casto y tierno beso en la curvatura de su cuello, para después volver a dejar el cabello de la chica en su lugar inicial.

──¿Ya? ──preguntó Amelie al sentir que JJ se distanciaba, haciéndole entender que ya había terminado su trabajo.

──Ya ──confirmó JJ, ahora viendo como Amelie se daba la vuelta hacia él.

Cuando Amelie estuvo frente a frente con JJ, las tiernas miradas de ambos conectaron como cables, dejandole por entender al otro el deseo que se tenían mutuamente. Aquel deseo que se habían estado aguantando demasiados años dentro de ellos.

Pero ninguno dio ese paso, quizás por miedo, a pesar de cuan confirmados estén los sentimientos por el otro, aún se sentía extraño hacerlo.

Amelie sabía que estaba perdidamente enamorada de JJ. Y JJ, sabía que estaba completamente atrapado por el enamoramiento hacia Amelie.

Habían pasado varios minutos desde ese extraño momento de ambos. Kie y Pope aún no hacían acto de presencia en la camioneta, por lo que JJ y Amelie todavía se encontraban solos.

JJ estaba con su vista y cabeza pegada a una de las ventanas, mientras que Amelie hacia lo mismos a la distancia, en otra de las ventanas.

A pesar de haber sentido durante mucho tiempo la mirada de JJ sobre su perfil, Amelie se obligó a no devolver la mirada, cosa que se le hizo realmente difícil.

──¿Por qué no me besas? ──preguntó JJ en un murmuro, como si alguien estuviera lo suficientemente cerca como para escucharlo.

Cuando Amelie volteó hacia él, se encontró nuevamente con su mirada. Tal y como había pasado varios y largos minutos antes.

──No lo sé ──respondió Amelie, volviendo a poner su vista sobre la ventana que estaba junto a ella.

Al escuchar el soplido pesado que soltó JJ supo que él no estaba satisfecho con ello. Ni con la respuesta que le había dado Amelie, ni con lo que no logró a hacer.

Por esto mismo, fue que volvió a hablar.

──¿Por qué no lo haces tú? ──ahora, fue Amelie quien supo preguntar, volviendo con su mirada deseosa a JJ.

Cuando JJ esbozó una pequeña sonrisa sin mirarla, entendió de inmediato que quería a Amelie decir aquello, por lo no dudó al darse la vuelta hacia ella rápidamente. Amelie sintió como sus dos brazos envolvían su cintura, con esa ternura que siempre había utilizado JJ con ella, para atraerla hacia él.

Y cuando se pudo dar cuenta, estaba sentada sobre el regazo de JJ, con sus dos rodillas sobre el asiento, a los costados y con los brazos de JJ aún firmes alrededor de su cintura, cosa que no le molestaba en lo absoluto. Le encantaba, de hecho.

──Creí que no querías que lo hiciera ──soltó Amelie, una vez teniendo la mirada de JJ sobre ella.

JJ no respondió, pero asomó su mano por la mejilla de Amelie para acomodar uno de los mechones que siempre interferían en su vista para dejarlo detrás de su oreja. Para cuando terminó esto, su mano viajo por la suave mejilla de Amelie, dejando leves y tiernas caricias en el camino que recorrió hasta que su mano llegó a la nuca de Amelie.

──¿Por qué no querría? ¿Quién no quisiera tener los labios de la mismísima Amelie Haylan? ──reprendió JJ, con demasiada confusión──. Eres la chica de mis sueños ──murmuró esta vez.

──No estamos en un sueño ──aseguró Amelie con una pequeña sonrisa, dejando sus dos manos sobre los altos hombros de JJ, para así, estar más cómoda.

──Si tú dices que esto no es un sueño, demuestramelo. Porque tú, en mis sueños me besas ──respondió JJ con tranquilidad, pero con ese tono de deseo que prometía demasiado.

──¿En tus sueños te beso? ──interrogó Amelie, fingiendo sorpresa después de la confesión de JJ.

──Bueno, no solo me besabas. Hacías muchas otras cosas más, pero no las puedo mencionar ahora... ──ante esto, JJ logró sacar una larga risa de Amelie. ¿Todo este tiempo había tenido esos hermosos hoyuelos?──. Te ves hermosa cuando sonríes ──informó JJ, con una pequeña sonrisa inconsciente.

Amelie no podía asimilar absolutamente nada. JJ acababa de confesar que había tenido sueños eróticos con ella y aún actuaba de lo más normal.

Hablando en serio. ¿Eso era una clase de sueño o broma? Porque, para JJ, era casi imposible tener confirmado que en realidad estaba pasando. Tantas veces que deseó poder pasar algo así con Amelie, se le hacía tan lejano e imposible que aún no terminaba de caer en cuenta.

──¿Por qué no me besas? ──JJ volvió a hacer la misma pregunta, esperando y deseando que, esta vez, la reacción de Amelie fuera otra.

Para la buena suerte de JJ, Amelie pareció leer sus pensamientos y deseos, ya que comenzó a acercarse lentamente hacia él, con el mismo deseo de sentir su unión.

Cuando JJ ya no pudo aguantar más la lentitud, gracias a su mano, la cual seguía detrás de la nuca de Amelie, fue que logró impulsar a esta hacia adelante terminando de unir sus bocas.

Las respiraciones chocaban y el aire disminuía a medida que el beso se hacía cada vez más rápido y lujurioso. Se movían a la perfecta sincronía del otro, deseando cada vez más.

JJ pasó sus suaves manos por debajo de la camiseta de Amelie, la cual, a pesar de exponer la mayor parte de su estómago, no exponía lo que JJ quería.

──Y una mierda y... ──cuando Pope llego al auto nuevamente soltando maldiciones, ambos dos que estaban en este se separaron con rapidez──. ¡Mierda! ──se distanció al ver el estado de JJ y Amelie──. No vi nada, ¿verdad? ¿Están usando ropa? ──cuestionó, tapando sus ojos.

Mientras que JJ fue quien soltó maldiciones bajas, quedándose con las ganas y el deseo de tener a Amelie para él, esta se alejó, volviéndose a sentar en donde estaba segundos antes, al igual que JJ, a pesar de que lo demostrara poco.

──Estamos con ropa, Pope, puedes pasar ──aseguró Amelie con pocas ganas.

Pope pareció convencido con esto, ya que volvió a abrir la puerta del asiento copiloto y le dio una mirada rápida a los asientos traseros para confirmar esto.

Amelie supo que algo no estaba bien en su amigo en cuanto tomó lugar en el asiento delante de ella. Sus ojos estaban algo hinchados y su nariz algo roja. ¿Pope había estado llorando? ¿Y por qué está aquí sin Kie?

──¿Estás bien, amigo? ──preguntó Amelie con más preocupación de la que debería, acercándose al asiento en donde estaba Pope.

Pope giró su cabeza levemente hacia el costado para ver de reojo a su amiga, negando con su cabeza.

Amelie quiso preguntar algo más, pero en cuanto Pope se removió incómodo en su lugar ante la llegada de Kie, se limitó a quedarse callada y aguantarse las ganas. Más tarde lo hará.

──Esto es una mierda ──soltó Kie, acomodándose para dar inicio a su viaje.

A Amelie le pareció aún más raro el simple hecho de que Pope no le daba ni una sola mirada a Kie cuando hablaba, puesto a que él mismo siempre repetía que eso era una completa falta de respeto. Mientras que Kie, al recordar esto, lo vio con decepción.

Pero Amelie sabía que había algo más ahí, no solo las faltas de miradas cuando el otro hablaba.

- — —| 🔍 |— — -

Después de una larga noche, la cual, el grupo de cuatro amigos decidió pasar en The Werck, uno por uno fue abriendo sus ojos con lentitud y el fuerte dolor que causaban los potentes rayos del sol sobre su oscuro y profundo sueño.

Amelie se despertó mucho antes que sus tres amigos, ya que la ansiedad que le daba no tener noticia alguna de John B y su paradero era algo que le sacaba por completo su sueño.
Se encontraba sentada en los escalones de madera que habían en la salida del lugar, mirando con detenimiento el mar que estaba a bastantes metros de distancia.

──Buenos días, princesa ──saludó JJ, recostando su espalda sobre la puerta del lugar, con una expresión de sueño robado.

──Buenos días ──saludó Amelie de igual manera, esbozando una pequeña sonrisa al ver lo dormido que seguía.

Unos pocos segundos más tarde, Pope se despertó también, uniéndose a su silencio pasivo.

──Seguro lo atraparon ──aseguró JJ mientras jugaba con su encendedor después de que Pope terminara de acercarse.

──No. Si lo hubieran atrapado, no seguirían patrullando ──negó Pope con obviedad. Amelie asintió, dándole la razón.

──Eso espero ──murmuró JJ, mucho más preocupado de lo que le gustaría estarlo.

──Estábamos en el auto ──ahora, fue Kie quien se les unió──. Probablemente también nos estén buscando.

──No creo que seamos tan importantes ──dijo Amelie después de soltar una corta risa nasal al tan solo imaginar su rostro pegado en folletos de búsqueda y captura.

──Si estaremos fuera de la ley, al menos ayudemoslo ──ordenó Pope, refiriéndose a John B, para después alejarse de allí.

Pope se acercó hasta una de las pequeñas mesas que habían en el lugar, tomando de esta las llaves que se encontraban dentro de la mochila de JJ, las cuales eran para su motocicleta.

──¿Lo encontramos antes que ellos? ──preguntó JJ, dando una opción no muy segura para él.

──Conocemos a John B, eso nos da la ventaja ──volvió a hablar Amelie sentada en la escalera, sin mirar a sus amigos.

Pero Pope continuó ignorando todo, a sus amigos y las ideas que soltaban para que así pudieran crear un plan concreto y encontrar a John B.

──Buscaré gasolina para el bote ──informó Pope, caminando hacia la salida en donde estaba JJ segundos antes.

──Oye, ten cuidado ──antes de que Pope saliera, Kie llamó su atención──, ¿okey?

Los planes de Pope seguían siendo sobre ignorarlos por completo. O al menos, solo a ella.

──Vayan al muelle a las tres. No lleguen tarde ──indicó Pope, para después abrir la puerta delante de él y salir.

Cuando Pope salió, al bajar con demasiada velocidad y enojo las escaleras, se llevó puesta a Amelie, quien estaba claramente sentada en estas.

──Lo siento, Amelie ──se disculpó, ayudando a Amelie a poner sus pies nuevamente sobre la tierra.

Al conectar miradas, Amelie no pudo dejar de lado el hecho de que la expresión de enojo que llevaba Pope no era más que una armadura para ocultar la aflicción y dolor que sentía por algún extraño motivo.

──¿Estás bien? ──preguntó Amelie, demostrando su preocupación.

──No lo sé ──comenzó a responder Pope con sinceridad──. ¿Hablamos después? ──cuestionó al ver como Kie salía del lugar.

Amelie asintió confirmando, sin entender porque actuaba de esa manera con ellos sin dar ni una sola explicación.

──Okey, ¿cuál es tu problema? ──soltó Kie con exasperación, bajando igual de rápido las escaleras.

──Ningún problema, oficial. Solo hago mi trabajo ──respondió Pope, subiéndose a la motocicleta e ignorando por completo a Kie.

──Mira, siento haber herido tus sentimientos ──suplicó Kiara, caminando con rapidez hasta estar a la par de Pope.

JJ y Amelie, quienes habían quedado realmente sorprendidos ante esto, sin ponerse de acuerdo, voltearon a verse con sorpresa y diversión, a pesar de que tampoco era algo irrelevante u odioso. Del grupo, solo faltaban ellos dos, y que Pope esté enamorado de Kiara no era una nueva novedad o algo que los sorprenda.

──Lo siento, no te escucho, ¿qué dijiste? ──Pope y Kiara seguían discutiendo.

──Pope, hablo en serio ──continuó Kiara, pero las aceleradas que daba Pope hacían sus gritos casi inaudibles──. ¡Solo intento hablar contigo!

Este último grito y suplica tampoco funcionó demasiado como forma de relajar el enojo de Pope, puesto a que, después de dar otra acelerada, partió rápidamente del lugar sobre aquella motocicleta, alejándose cada vez más del The Werck, y como consecuencia, también alejándose de sus tres amigos.

──¿Qué mierda fue eso? ──murmuró JJ, preguntando esto justo al lado del oído de Amelie.

──No tengo ni la menor idea, Fushi ──respondió Amelie, también murmurando esto último.

JJ iba a comenzar a atacarla por usar ese apodo con él, pero no pudo hacerlo gracias al familiar ruido del helicóptero que se desplazaba por el cielo.

Los tres presentes se quedaron en sumo silencio, intentando descifrar porqué es que habían visto pasar aquel helicóptero.

──¿Quién diablos es? ──fue JJ quien hizo la pregunta, como si hubiera leído los pensamientos de sus dos amigas.

──No tengo ni la menor idea ──repitió Amelie, esta vez sin obtener miradas asesinas de JJ, sino, unas preocupadas.

──Hay que darnos prisa ──indicó Kiara, volviendo a subir escaleras arriba para entrar nuevamente al The Werck.

JJ y Amelie entraron detrás de ella, sabiendo exactamente qué era lo que tenían que hacer. Preparar y guardar la comida que se llevarían John B y Sarah, ya que, según John B, decidió que se iría con Sarah, ella sería la mejor compañía en momentos como este.

Cortas horas más tarde, Kie les había asignado a JJ y Amelie las cajas que tenían que ordenar, donde dejaban latas de comida y varias cosas más que ayudarían a John B y a Sarah a no morir de hambre.

Durante esas horas, Kiara les había explicado cada detalle sobre lo sucedido con Pope en la noche anterior mientras que estaban en la casa de los Cameron y sus otros dos restantes declaraban su amor en el auto de sus padres a JJ y Amelie, quienes buscaban respuestas para la huida de Pope y preguntaban a cada segundo sobrre qué había pasado entre ellos.

──¿No fue solo Pope y su rareza? ──cuestionó JJ después de analizar junto con Amelie lo sucedido.

Amelie prestaba demasiada atención en lo relatado por Kie, pero más atención prestaba a ordenar la comida para sus dos amigos.

──Eso no necesitó demasiada interpretación ──acotó Kie con obviedad, acercando aún más comida a la barra, donde la acomodaban JJ y Amelie.

──Está pasando por un mal momento ──Amelie llamó su atención, después de varios minutos sin hablar──. Es Pope, no un idiota que no sabe lo que quiere, no creo que haya sido solo su rareza.

──¿Insinúas que él está enamorado? ──preguntó JJ a su lado, sin poder creer en esto que Amelie insinuaba.

──Todo lo contrario, de hecho ──comenzó a decir Amelie mientras acomodaba las bolsas de pan que Kie había dejado segundos antes──. Sólo digo que... debe estar confuso ──terminó, segura.

──¿Será suficiente comida para ambos? ──interrogó Kie.

──Por un par de semanas... no necesitan más que eso ──indicó JJ, terminando de cerrar las cajas.

──Oigan, creo que herí sus sentimientos ──continuó Kie, con frustración.

Mientras que Kie se lamentaba sobre los problemas amorosos ajenos y los confusos que manejaba ella, Amelie acomodaba la mochila de JJ sobre su espalda y después de esto, tomó una de las cajas llenas con comida, lista para ir a guardarlas en el auto.

──Mira, no te culpes demasiado ──comenzó a decir JJ, siguiendo a sus dos amigas, quienes se acercaba a la salida trasera del lugar.

──Sí no sientes nada por él, no te obligues a sentirlo ──fue lo que dijo Amelie.

Amelie y Kie fueron las primera en pisar tierra. Amelie estaba detrás de esta segunda, ya que al llevar una de las pesadas cajas, se le hacía más difícil dar varios pasos a la vez.

──Cambió por completo en las últimas veinticuatro horas ──JJ seguía explicando──, fue como Jekyll y Hyde ──aseguró, siguiendo muy de cerca a Amelie.

──Odio admitirlo, pero extraño al viejo Pope. Al menos, sabía que esperar de él ──bufó Kie.

Amelie y JJ se acercaron a la par hasta la parte del baúl del auto. JJ fue el primero en dejar la caja que llevaba sobre sus fuertes brazos, para después tomar la que llevaba Amelie y también guardarla allí.

──¿Dónde estabas? ──la madre de Kie, Anna, hizo presencia notable.

──Estoy bien. Dormí aquí ──respondió Kie, señalando al restaurante que había detrás de los presentes.

──Bueno, pasamos la noche despiertos desesperados ──se quejó Anna──. ¿No ibas a avisarnos?

Kie volteó a ver a sus amigos en busca de ayuda, a pesar de saber que ellos no podían quejarse en lo absoluto de lo que su madre le refregara.

──Bueno... te lo estoy avisando ahora ──contestó Kie, esta vez, señalando a sus amigos detrás de ella.

──Okey, ¿qué están planeando? ──volvió a preguntar Anna, dándoles una amenazante mirada a Amelie y JJ.

──Lo siento, tenemos que irnos ──informó JJ con pocas ganas de escuchar a Anna y sus quejas, pero manteniéndose respetuoso.

──No, lo siento. Claro que no ──Anna los detuvo con rapidez. A diferencia de JJ, ella elevó su voz.

──Escucha, mamá... ──intentó decir Kie, acercándose a la puerta del conductor.

──¿Escuchaste lo que está pasando? ──interrogó Anna con obviedad, siguiendo los pasos de Kiara.

Amelie por su parte, siguió a Kiara también, para acercarse ahora a la puerta que estaba justo detrás de la puerta que su amiga abría.

──Mamá, te lo explicaré luego ──aseguró Kie.

──Cariño, ¿no sabes que habrá una tormenta? ¡No es seguro que vayas! ──Anna no tuvo problema en volver a alzar su voz.

──Mamá, me tengo que ir ──suplicó Kie, terminando de sentarse sobre el asiento del conductor, encendiendo el motor lo más pronto que pudo.

──Los policías están armados. Harás que te disparen. ¡No dejaré que hagas nada! ──la retó Anna, acercándose a la puerta abierta de Kie.

──Mamá, John B me necesita ──aseguró Kie, cerrando la puerta a su lado──. Tendré cuidado. Lo siento.

En cuanto Amelie vio todas las puertas que los rodeaban ya cerradas, no tardó mucho más en también cerrar la suya.

──¡Kiara! ¡Abre esa puerta! ──suplicó Anna, recostando sus dos manos sobre la ventana cerrada de la puerta de Kiara.

──¡Lo siento! ──se disculpó Kiara repetidas veces, sin poder ver el rostro de decepción que su madre seguramente le estaba dando.

──¡Ya, Kiara! ¡No es seguro! ──Anna, a pesar de sus llamados, no lograba poder hacer que su hija se mantenga a salvo──. ¡Alto! ──llamó en cuanto Kiara puso en marcha el auto.

Y en un solo pestañeo, Kiara pisó por completo el acelerador, partiendo rápidamente del lugar.

Amelie no la culpaba en lo absoluto, tenía en cuanto lo fuerte que era la amistad para aquel grupo, y de alguna forma, cada uno de los que lo conformaban habían demostrado lo mucho que querían, incluso amaban a sus mejores amigos.

Era un vínculo que Amelie nunca pensaría romper, no se veía con una vida sin ellos a su alrededor. Creía que sin el apoyo de sus cuatro amugos, probablemente no estaría cuerda.

Amelie intentaba no ponerse nerviosa al saber cual era su siguiente parada. No podía ni ver de lejos lo que sería la casa de los Maybank. Tenía muy buenos recuerdos, pero no podía traerlos a memoria sabiendo que para JJ, la mayoría habían sido una pesadilla.

A pesar de que Amelie había estado rogando durante todo el viaje a JJ si podía bajar von él por precaución, JJ se negó pacientemente cada vez que una nueva suplica de Amelie se hacía presente.

──Hogar, dulce hogar ──ironizó JJ una vez que Kie detuvo el auto frente a la casa de los Maybank.

Amelie se asomó por los dos asientos delanteros mientras recostaba una de sus manos sobre el hombro de JJ como forma de completo apoyo.

──No vendrás ──indicó JJ, como si hubiera sabido cuales eran las intenciones de Amelie.

Y esas eran, Amelie aún tenía las ideas de acompañarlo al menos hasta la puerta principal. Soltó un bufido de queja y rendición, más no apartó su mano de él.

──Solo tomará un segundo ──informó JJ, abriendo la puerta a su lado, causando que la mano de Amelie caiga sobre el asiento.

Mientras que JJ caminaba hacia la entrada de lo que solía ser su casa, se dio la media vuelta con inseguridad. Su mirada conectó casi al instante con la de Amelie, preguntándole con solo esto, si lo que estaba por hacer era lo correcto. Amelie asintió con una sonrisa reconfortante, sabiendo que cualquier cosa que JJ quisiera hacer, estaría bien. JJ tomó esto mejor, aunque sus nervios no abandonaban su cuerpo, saber que tenía el apoyo y aprobación de Amelie le daba cierta seguridad.

Después de unos segundos más, JJ se perdió en el interior de la casa al cruzar la puerta de entrada.

──Oye ──habló Amelie, llamando la atención de su amiga al volante──. Si crees que no puedes corresponderle a Pope, no te preocupes, no tienes porqué obligarte a sentir algo que no sientes por el hecho de que sea tu mejor amigo y no quieres herir sus sentimientos. Será más sano para ti y para él, es mejor no fingir e ilusionar, antes que engañar y dejarlos a ambos aún peor.

Kiara no respondió, pero Amelie sabía que estaba agradecida por los consejos que Amelie siempre le daría en momentos tan oportunos como estos. Estaba acostumbrada a ella y esa forma de ser, le agradaba demasiado.

──Maybe we can find a place to feel good ──comenzó Amelie a cantar con unos susurros.

A pesar de escucharse, Kiara no se molestó para nada.

──And we can treat people with kidness, find a place to feel good ──continuó Amelie──. I got a good feeling, I'm just takin' it all in...

Amelie estuvo unos cortos y varios minutos más sus cánticos alegres.

Incluso cuando ambas presentes sabían que se les daba fatal, ninguna se quejó de lo que escuchaban.

──...I'd walkin fire for you, just let me... ──antes de que Amelie pudiera terminar la cuarta canción que cantaba de Harry Styles, Kie la interrumpió.

──Ahí viene ──informó Kie, refiriéndose a JJ, quien volvía con su vista cabizbaja hacia sus dos amigas.

Amelie se acomodó sobre su asiento, en espera preocupante por el chico que terminaba de acercarse.

JJ abrió la puerta del lugar y se sentó, pero esta vez, no se dirigió al asiento de copiloto, sino, al que estaba exactamente junto a Amelie. Terminó de sentarse en sumo silencio y cerró la puerta a su lado.

──¿Cómo te fue? ──Kie se encargó de romper aquel silencio que se había formado desde que JJ llegó.

Aun así, JJ no soltó ni una sola palabra y alzó su mano con una sonrisa victoriosa, dejando ver el collar que tenía entre el colgado las llaves de su siguiente objetivo.

Entre el silencio, JJ recostó su espalda sobre el asiento acostándose tranquilamente sobre el cómodo respaldo. Con una unión de manos, JJ atrajo a Amelie hacia él, dejando su cabeza recostada sobre el pecho de la chica, quien no tardó en abrazarlo por sus hombros.

──Dijo que me ama ──murmuró JJ, lo suficientemente bajo para que solo Amelie lo escuche, quien apenas pudo lograrlo.

──No miente ──respondió Amelie también en un murmuro. A pesar de odiar al padre de JJ, seguía siendo su padre.

Recordaba que Luke no siempre había sido así de idiota con su propio hijo.

Kie parecía realmente preocupada, tanto que no dejaba de distraerse con la hora que marcaba el tablero del auto, queriendo llegar lo más antes posible a la hora que habían indicado.

──Saldrá bien ──aseguró JJ, desde la comodidad del pecho de Amelie──. No tendrán problemas, es un bote rápido...

En cuanto las sirenas llamaron su atención, pudieron notar como tres autos de policías contados a la perfección iban en sentido contrario a ellos.

──Oh, mierda ──masculló JJ, acurrucadose más sobre el pecho de Amelie para poder esconderse.

Amelie se apartó de JJ tan solo unos segundos para voltear a ver hacia sus espaldas, viendo como los tres autos de policía se alejaban a grandes velocidades.

──Siguen buscándolo. Es una buena señal...

Esperemos que sí, Kiara.

- — —| 🌴 |— — -


Unos muy pocos minutos más tarde, JJ, Amelie y Kiara ya se encontraban en su destino. Donde estaba guardado el Phantom, el bote de la familia de JJ, el cual usarían Sarah y John B para escapar.

Amelie no podía negarlo, en verdad era un lindo bote.

──Ahí está ──alabó JJ, acercándose al bote como si fuese una pieza de oro──. Hola, bebé ──murmuró, sabiendo que tenía la mirada de Amelie impacientemente sobre él──. Es un fórmula cuatrocientos dos, de 1983. El Phantom.

──Es... lindo ──habló Amelie, pasando su mano por arriba de la parte delantera del bote. Al quitarla, no pudo evitar la mueca de asco que se le formó al ver su mano llena de polvo.

──¿Lindo? No, no solo eso ──aseguró JJ──. Es el primer bote en llegar a Bermudas en menos de dieciséis horas, Ames ──informó, como si a su novia le importara──. Tiene cuarenta años, chicas. Cuarenta. Y aún así, sigue siendo el más rápido de todo Kildare.

──Es una chatarra ──añadió Kie, restándole importancia al bote y a sus palabras, las cuales afectaron de más a JJ.

──¿En serio? Está aquí. Te escucha ──indicó JJ, señalando con uno de sus dedos al tan amado bote──. Digamoslo así. No estarías fumando hierba de no ser por este bote, ¿okey?

──Espero que funcione ──advirtió Kie ignorando aquellas estupideces que acababa de decir JJ.

──Claro que funcionará ──volvió a asegurar JJ──. Es más rápido que cualquier porquería de la policía.

──Confío en ti, JJ, pero... ──Amelie se detuvo al ver como JJ le dio una mirada amenazante ante el odiado apodo──, ¿no crees que está demasiado viejo como para lograrlo?

──Ames, créeme. Esta grandeza va a lograrlo ──contradijo JJ, dándole una leve palmada al metal del bote.

Al escuchar el rechinar de las ruedas de una motocicleta, Kie casi salta de su lugar ante la emoción.

──Pope. Al fin ──agradeció al cielo mientras corría en dirección a la entrada del lugar.

──Hola ──la voz de Rafe alarmó rápidamente a los otros dos que no eran capaces de verlo gracias a su distracción sobre su emocionante charla sobre el bote──. ¿Qué tal, JJ?

Kie volvió a dar pasos rápidos de regreso a sus dos amigos, con cierto miedo ante lo que Rafe pudiera hacer.

Eso no fue lo peor. Lo peor fue que, detrás del auto estacionado delante del bote, apareció Barry, con esa estúpida sonrisa que siempre solía dar cuando creía que daba miedo.

──¿Qué quieres, Rafe? ──Amelie fue la única tuvo las suficientes agallas como para preguntar, cruzada de brazos.

Rafe, quien se había subido al Phantom fingiendo diversión, a pesar de que no hacía más que burlarse, la miró con crueldad.

──Vaya, vaya... ──se burló Rafe mientras soltaba fuera del bote──. No se me hace para nada extraño encontrarme a Amelie Haylan con los idiotas de los Pogues.

Amelie se acercó amenazante hacia Rafe, aún cruzada de brazos. Ambos podían jurar que sus ojos se habían convertido en armas de guerra que podían ser disparadas en cualquier momento en el que el contrincante se dé la espalda o baje la guardia.

Lo que Amelie no sabía era que había alguien presente que tenía un arma, y no eran precisamente dos ojos.

Cuando escuchó el intimidante sonido de una pistola ser recargada, Amelie se dio la vuelta al instante, con la esperanza de que sea JJ con el arma que él siempre llevaba, pero no, no era JJ quien tenía el arma esta vez.

Barry apuntaba directamente al pecho de JJ, quien no había tardado en elevar sus manos, sin demostrar ni una pizca de temor ante lo que Barry pudiera hacerle.

──No creerán que me olvidé lo de la carretera ──amenazó Barry, con rencor y furia.

──Entonces, deberías ser menos idiota y así no te vencerán unos adolescentes desarmados ──murmuró Amelie, separándose de JJ para que este no la escuchara.

──Cierra tu maldita boca, princesita ──ordenó Barry, quien al parecer, si la había escuchado──. Vine por mi puto dinero.

Barry se acercó rápidamente a JJ y lo empujó con su mano y el arma, causando que JJ cayera al duro piso casi al instante.

──Kie, ve y llama a Pope ──ordenó Amelie. Kie ante la duda, corrió lejos de allí, sabiendo que ninguno de los amenazantes iría por ella.

En cuanto Amelie pudo asegurar que Kie estaría segura, corrió hasta estar detrás de Barry, quien no dejaba de golpear a JJ contra el piso repetidas veces. Se dejó caer sobre la espalda del chico con la intención de alejarlo lo máximo posible de JJ.

──¡Por eso vine! ¡¿Escuchas?! ──Barry tomó del cabello de JJ bruscamente, para después empujar su cabeza contra el piso nuevamente.

──¡Suéltalo! ¡Maldito idiota! ──masculló Amelie, luchando para apartar a Barry.

Rafe fue quien se encargó de apartar a Amelie, ya que la tomó de su cintura para elevarla en el aire y dejarla caer mucho más lejos de JJ, para evitar que intentara salvarlo.

──No vinimos por ti, Amelie ──advirtió Rafe, empujando a Amelie──. ¡¿Dónde está John B?!

──¡Vete a la mierda! ──gritó Amelie, para después dar una fuerte patada contra la entrepierna de Rafe usando su rodilla.

Rafe se apartó, retorciéndose del dolor que el golpe le generaba. Amelie tomó esto como oportunidad, ya que volvió a correr hacia Barry, empujándolo lo suficiente como para que se alejara unos pocos segundos de JJ, quien aún estaba adolorido sobre el piso.

──Eres una idiota, Haylan ──aseguró Rafe, volviendo a alejar a Amelie.

Amelie se puso de pie con rapidez, evitando tener que estar el suficiente tiempo en el piso como para que Rafe se aprovechara de eso.

──Sé lo que hiciste ──comenzó a decir Amelie de entre dientes──. Eres un psicópata, cretino...

──¿Ah, si? ¿Qué hice? ──preguntó Rafe amenazante y con una sonrisa divertida adornando su rostro.

──¡Mataste a Peterkin, imbécil! ──soltó Amelie, con un grita mucho más alto de lo que hubiera querido.

Esto pareció descolocar a Rafe, como si supiera que lo había hecho, pero que aún no lo aceptaba, a pesar de que no se arrepentía de haberlo hecho.

Rafe envolvió el cuello de Amelie con su gran mano, aferrándose a este con fuerza, mientras que Amelie intentaba zafarse como podía e intentar mantener el aire.

──No vuelvas a decir eso, ¿me escuchaste? ──ordenó Rafe de entre dientes, jugando con Amelie, moviendo su mano de aquí para allá para casar más dolor en ella.

──Vete a la mierda, Rafe... ──respondió Amelie con las pocas fuerzas que manejaba, mientras que con sus dos manos envolvían la de Rafe, intentando quitarla de alrededor de su cuello.

──¡Quédate ahí, chico! ──Barry volvió a gritarle a JJ, después de volver a darle cientos de golpes y dejarlo caer.

Amelie solo podía verlo de reojo, deseando que, si fuera posible, él dejara de sufrir las consecuencias y no recibir ningún golpe.

──¡¿Dónde está John B?! ──preguntó Rafe, volviendo a atraer la atención de Amelie.

──Idiota... ──a pesar de manejar un increíble miedo, Amelie no se iba a rebajar a responder sus preguntas.

──¡¿Dónde está John B, Amelie?!

Amelie fue finalmente libre, gracias a Pope, quien había llegado al lugar y había golpeado la espalda de Rafe con un pesado fierro de metal. Detrás de él, había entrado Kie, con la misma expresión de terror.

──¡No la toques! ──advirtió Pope, volviendo a dar golpes a Rafe con su arma.

Ignorando la pelea que se había generado entre Pope y Rafe, Amelie volvió a correr hacia donde se encontraba JJ, quien estaba perdiendo su victoria ante Barry.

Cuando Barry quiso acercarse a Rafe con las intenciones de ayudarlo en un intento de darle su arma, JJ aprovechó su posición sobre el piso para tomar a este por uno de sus pies, causando que caiga, para su mala suerte, sobre Amelie, ya que era esta quien se acercaba directamente a Barry para atacarlo.

Mientras que Amelie era aplastada por el pesado cuerpo de Barry, el arma de este cayó justo a su lado.

──¡Kie, pateala! ──ordenó JJ. Kie obedeció, pateando lo más lejos que pudo el arma junto a Amelie.

JJ se levantó de inmediato al entender que los dos atacantes estaban desarmados.

╔═════════════════╗
si te gustó este capítulo, no
te olvides de votar y comentar !

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro