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ㅤㅤ𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗇𝗂𝗇𝖾

chapterㅤㅤ𓍼ㅤㅤnine:
Dramas al caer la noche

──¡Vamos, chicos! ──apuró JJ, abriendo la puerta de la ban tras llegar a su destino.

Después de que John B estuviese varios minutos discutiendo con Amelie y Kie, ambas aceptaron la ayuda de Sarah, acordando que sería la única vez que aceptarían la de ella. ‹‹Sin involucrarla››, les había asegurado John B.

A pesar de cuanto lo jurara, Amelie tenía la leve sospecha de que John B no cumpliría con esto.

──Creo que esta vez lo haré solo ──interrumpió John B, dando de su incómoda mirada a sus dos amigas detrás.

──¿De verdad? ──cuestionó JJ con rendición y decepción, volviendo a su lugar mientras acomodaba su gorra.

──Vamos, no quiero que asustemos a Sarah ──continuó John B, y esto definitivamente enojó aún más a Amelie.

──¿Asustarla? ¿Tenemos cara de ser asesinos seriales o algo por el estilo? ──preguntó ahora Amelie con incredulidad.

──No entiendo porqué la estamos involucrando ──habló ahora Kie, como forma de queja también.

──Kie, no la estamos involucrando, ¿okey? ──se quejó John B, como si estuviera en la postura correcta──. Es como si fuera... una reunión de negocios.

Al instante en el que John B nombró esto, JJ hizo un gesto con su cigarro delante de su boca, dando a entender las intenciones alternas de John B y su encuentro con Sarah Cameron.

A pesar de cuan enojada esté, Amelie no pudo evitar reír ante esto junto a Pope. Kie llamó su atención dando un leve golpe en su pierna como búsqueda de ayuda.

──Oigan, cuando consigamos lo que queremos, nos vamos ──volvió a defender John B──. Necesitamos el mapa.

──Jurame que no pasa nada entre ustedes ──demandó Kie, dando de su intimidante e insegura mirada a John B, quien resopló ante esto.

──No pasa nada, Kie ──suspiró John B, sin darle ni una sola mirada a Kie esta vez.

Amelie no era psicóloga ni nada por el estilo, pero eso no significaba que sea tonta. Y si veía a alguien responder con mentira mientras no seguía con su mirada firme sobre la persona, era una mala señal.

Cosas que le enseñó la vida.

──Ahora créetelo ──murmuró Amelie, sabiendo perfectamente las señales evidentes de su amigo.

──Melie, si no vas a aportar nada, cállate ──masculló John B, ahora otorgando su estresada mirada a Amelie.

──Hablo en serio ──Kie volvió a hablar──. No es por ti, no es por nosotros. Es por ella. Amigo, se meterá en tu cabeza. Jurame que no pasa nada entre ustedes...

──Te lo prometo.

──Eso fue muy creíble ──ironizó JJ aún con su atención en preparar su cigarro. Claramente no era sólo un cigarro.

──Totalmente creíble ──confirmó Pope de igual manera, burlándose de su amigo sin piedad.

──Como sea... Tengo negocios que hacer ──indicó John B, soltando un leve respiro por las bromas de sus amigos.

──Negocios que hacer, claro ──JJ siguió burlándose, haciendo gestos obscenos con su cigarro, representando lo que en verdad harían Sarah y John B.

No tardó en escucharse la risa divertida de Pope.

──Nos sentaremos aquí, en este auto de mierda a mirar los relámpagos ──se quejó Pope mientras seguía con su mirada a John B.

──Recuerda usar protección ──advirtió Amelie alzando su voz con diversión, siguiendo con su mirada a John B.

John B decidió ignorar el comentario de Amelie por completo, pasando de ella con tranquilidad mientras bajaba de la ban. Sus amigos vieron a través de las ventanas como John B se distanciaba de ellos a paso lento, pero ansioso.

Los minutos pasaban y aún no había señal alguna de John B. La ban estaba envuelta por un cómodo silencio, el cual dejó de ser cómodo en cuanto Pope decidió preguntar:

──¿Qué te pasó ahí? ──cuestionó Pope señalando las muñecas de Amelie.

No fue hasta ese momento en el que Amelie notó las marcas rojas que rodeaban las muñecas de esta como si fueran brazaletes.

Por puro instinto, Amelie elevó su mirada temblorosa hasta JJ, quien la veía con preocupación e inquietud, puesto que de sus tres amigos, JJ era el único que sabía que pasó con Rafe y sus amigos en el baño. O al menos lo que no llegó a pasar.

──No es nada ──respondió JJ por Amelie, quien le agradeció esto con su mirada──. Estuvo casi toda la noche sentada en la barra.

──Escuché que conociste a Jack ──comentó Kie con emoción y curiosidad, dándole de su mirada a Amelie.

Mientras que Amelie esbozaba una pequeña sonrisa de lado, sus amigos la veían con impresión al esperar su respuesta. Uno de ellos, a diferencia de los demás, la veía con decepción y envidia, solo que no por ella.

──¿Cómo lo sabes? ──preguntó ahora Amelie, dando a entender que la suposición de Kie era correcta.

──Todos los saben. Es Jack Maxwell ──respondió Kie, aún emocionada por lo que contaba──. Es que... todos confían en que la tradición de los Maxwell y Haylan siga en pie.

Amelie parecía igual de confundida que sus amigos a su lado, incluso ella siendo una Haylan. No entendía de que demonios estaba hablando su amiga por más de que intentara.

──¿De qué estás hablando? ──preguntó Amelie aún sin entender, en busca de respuestas concretas.

──Es como si las Haylan tuvieran un superpoder. Los Maxwell siempre terminan enrrollándose con ellas. Y no es juego, se enamoran en serio ──informó Kie.

──Pero mamá está divorciada hace años, eso es casi imposible ──indicó Amelie, con obviedad.

──Casi. No lo sé del todo, pero estoy segura de que tu padre fue un Maxwell ──aseguró Kie otra vez.

──¿En serio? ──cuestionó JJ, fingiendo curiosidad, y evidentemente Kie no notó su incredulidad.

──Sí, muchos dicen que estuvieron más que atentos a su charla y cercanía hoy ──respondió Kie.

Al parecer, la actuación de Amelie para que ningún cercano escuche lo Pogue que podía llegar a ser fue en vano, ya que como dijo Kie, todos estuvieron atentos a ella y Jack.

──Parece un buen chico ──señaló Amelie con su sonrisa traviesa y coqueta aún intacta.

──¿Y eso qué? Hay una gran diferencia en parecer y ser ──habló ahora JJ entre dientes, raramente molesto por lo que escuchaba.

──Lo sé, pero...

──A mí me parece otro chico normal ──añadió con simpleza, como si fuera algo que pasaba de él.

──Claro que es un chico normal ──resopló Amelie, pues era verdad, Jack era... normal──. Me confesó que le gustaría ser un Pogue.

JJ soltó una carcajada.

──¿Un Maxwell siendo Pogue? Claro, muy creíble, Ames, muy creíble.

──¿Por qué no? ──reprochó Amelie, notablemente ofendida, sin entender las acciones y decisiones de JJ.

──Porque lo digo yo.

Y eso definitivamente fue lo que hizo explotar a Amelie. Primero, él era amigable con ella cuando la veía, pero después, era como si la quisiera tratar de alguien no confiable.

──¿Qué por qué tú...? JJ, no eres el presidente de los Pogues o alguna mierda de así ──Amelie demostró lo ofendida que estaba con su amigo.

──Podría serlo ──el rubio se encogió de hombros.

──Pero no lo eres ──reafirmó ella, JJ estaba sacándola de sí──. Además, ¿qué hay de malo en Jack? No lo conoces.

──¿Y tú sí? ──reprendió JJ con seguridad y confianza, cosa que dejó aturdida a Amelie.

¿JJ en verdad conoce a Jack?

──No, pero te aseguro que mucho más de lo que tu lo puedes conocer ──respondió Amelie.

──¿Te pone celosa que Jack me conozca y no a ti? ──se burló él, sin una pizca de diversión, fue seco y serio.

──No lo conoces.

──¡Lo conozco! ──JJ alzó su voz, ganándose el silencio por parte de Amelie, así supo que no había estado bien──. Lo conozco muy bien, Ames.

──Como sea ──Amelie decidió ignorarlo──. Me invitó a una cena ──informó para Kie, sabiendo que eso era una mentira.

──¿Con sus padres? ──preguntó Kie removiendo a Amelie por los hombros con emoción.

──¿En su casa? ──cuestionó ahora Pope, raramente interesado por el tema.

──No, a una... cita.

──¿Qué? ──modularon sus tres amigos al unísono, con sorpresa, emoción y uno con enojo.

──¡No me lo digas! Estuve esperando este momento desde que te conozco ──celebró Kie mientras abrazaba a Amelie por sus hombros.

──¿Con este momento? ──Amelie quiso saber más sobre aquello.

──Sí, no sales mucho con otros chicos que no sean Pope, John B o... JJ ──explicó Kie, sin borrar su sonrisa.

De reojo, Amelie sintió los dos potentes ojos clavados sobre ella.

──Oh, eso ──suspiró Amelie después de entender──. Creo que le diré que no ──bufó con tranquilidad.

──¿Crees? ──replicó JJ, incrédulo, su tono de enojo y seriedad podría asustar a cualquiera.

──Sí, creo ──confirmó Amelie, poniendo sus ojos en blanco.

──¿Por qué? ──continuó Kie, con las intenciones de no generar más pelea.

──No creo que tenga el tiempo para esas cosas. Chicos, citas, novios...

──Debes estar bromeando ──suspiró Kie con molestia.

──No ──negó Amelie──. Estuve enamorada de un solo chico en toda mi vida y rompió mi corazón miles de veces. No voy a pasar por lo mismo.

──Oh, oh... ¿Rafe Cameron te rompió el corazón?

Tras volver a oír su voz, Amelie volvió a verlo. JJ se encontraba con una burlesca y cruel sonrisa, aunque pudo percibir cierta inseguridad.

──No, no fue Rafe ──Amelie negó con rapidez, sin apartar sus ojos sobre él.

──¿Y quién fue? ──preguntó Pope, curioso.

──No lo dirá ──dedujo Kie, queriendo acabar con aquella incómoda tensión.

──No, claro que no ──aceptó JJ después de soltar una risa irónica.

──Déjala ──intervino Kie.

──¿Qué? ¿Un estúpido Kook rompió tu corazón? ──JJ alzó su voz, fingiendo tenerle piedad──. Felicidades, Amelie, ¡A nadie de aquí le interesa!

──Ya.

──Tú y tu porquería de Maxwell podrían ser la estúpida y típica pareja de ricos mimados ──murmuró JJ con desdén, cruzándose de brazos.

──¡Basta! ──Amelie también elevó su voz──. Jack no rompió mi corazón, ¡a penas lo conocí hoy! Es increíble las estupideces que puedes llegar a decir, JJ. Me conoces. ¿Crees que estaré con Jack solo porque mi mamá quizás estuvo con un Maxwell?

──¡Porque eres una maldita niña de mamá!, ¡haces lo que todos dicen que hagas o esperan que hagas!

──¡Y ese no es tu puto problema!

──¡Ya, Amelie! Es estúpido. ¿Eres idiota? ¿Qué creías? ¿Qué sería fácil vivir en ambos mundos? Porque ambos sabemos a cual perteneces, y no es a este. No al nuestro.

Aquellas palabras dolieron más que otras posibles o dichas. Podría haberlas visto venir de cualquiera. Incluso de Pope o John B, pero jamás de él. De todos, era él que más informado estaba sobre los problemas que Amelie tenía para aceptarse y conocer quién querría ser.

──¿Por qué no solo dices que para ti siempre seré una Kook y cierras tu estúpida boca? Hazlo, JJ, porque al parecer te importa más lo Kook que soy antes de lo Pogue que puedo llegar a ser por ti. Quiero decir..., por ustedes.

──¿Por nosotros? ──repitió JJ, como si no se creyera aquello──. Amelie, no es casualidad que te hagas nuestra amiga. Y más ahora, que te ganaste el odio de todos los ricos como tú.

──Yo siempre estuve para y con ustedes. Yo di todo. Sacrifique cosas que valían la pena. Tú no sabes nada sobre lo que pasó el año pasado, JJ. Tú no...

──¿Estás segura? ──interrogó JJ, interrumpiendola──. ¿Estuviste con Rafe?

Amelie se quedó estática en su lugar. No sabía cómo y cuándo JJ se había enterado de eso, pero por su parte, solo podía pensar en que Pope había roto su promesa.

──¿Le contaste? ──titubeó ella, con desconfianza.

──Tranquila, no fue Pope ──el rubio la detuvo, como si hubiera leído los pensamientos de Amelie──. ¿Por qué evitas la pregunta?

──Yo no...

──Deberías aceptar quién eres. Estás condenada a ser una Kook, como todos los demás en Figure Eight, deja de fingir ser alguien que no eres.

Si años, meses o incluso días atrás le hubiesen dicho que JJ le estaría echando en cara todas esas verdades, Amelie jamás se lo creería. Se habría reído de aquello y luego, iría con JJ y se reiría con él, porque JJ sabía que él tampoco era capaz de decirle semejantes cosas.

No quiso darle el gusto de la victoria. Al menos, no delante de él. Sintió sus ojos arder, al borde del colapso. Un nudo en su garganta le dificultó el poder tragar.

Sin decir absolutamente, salió de la ban, oyendo los repetitivos llamados de Kie y Pope que no se molestó en atender. No quería volver.

Y lo peor del momento no fue la necesidad de la aprobación de JJ, sino, la necesidad de su estúpida antigua adicción. Y se odiaba por ello.

Tal vez por eso, minutos después, estuvo tocando la puerta principal de la casa de los Cameron, con aquella mala idea en su cabeza.

¿Era lo correcto?

¿Estaba bien lo que quería hacer?

Cuando la puerta se abrió, Amelie pudo reconocer a Rafe con facilidad.

──¿Amelie? ──nombró Rafe, como si la presencia de la castaña lo impactara.

──Hola... ──saludó ahora Amelie, con una sonrisa incómoda.

──¿Qué quieres? ──preguntó él.

──Bien, quería saber si... tienes...

──Creí que lo habías dejado ──la interrumpió con rapidez──. Al menos eso dijiste en la fiesta.

Y ahí estaba Rafe Cameron. El que Amelie había conocido el año pasado. El que había sido uno de los mayores errores que había podido haber cometido en toda su vida.

──Pasa ──Rafe la invitó a pasar con amabilidad.

Durante unos cortos segundos, ella dudó. Rafe parecía... estar bien otra vez. Recordaba lo bien que solía sentirse cuando ella era la única que lograba traer ese lado tierno y desconocido.

Amelie obedeció en silencio, adentrándose a la gran casa Cameron. Rafe cerró la puerta tras sus espaldas y la siguió. Él la guió hacia la sala de estar, donde se dejó caer sobre el sofá individual e invitó a Amelie a sentarse en el que estaba frente al de él.

──¿Problemas en el paraíso? ──quiso saber, relajándose sobre la comodidad del almohadón debajo de él. Amelie lo observó con confusión──. JJ Maybank, ¿lo conoces? El Pogue del que estás enamorada y que, por cierto, es tu mejor amigo ──explicó con ironía.

──Oh...

──Oh... ──replicó Rafe──. ¿Entonces? ¿Qué pasó con él? ¿Qué tanto daño te hizo como para volver a encontrarte en mi puerta como aquella noche?

De pronto, se sintió exactamente como se sintió durante la noche que Rafe le hizo recordar. Ella, buscando a Sarah, su mejor amiga para aquel entonces, suplicando consejos ante su desorden amoroso gracias a su enamoramiento por su mejor amigo, encontrándose con su hermano mayor, quien decidió de igual manera darle una pequeña ayuda.

──Conocí a Jack Maxwell ──comenzó a relatar. Rafe intentó ocultar su sorpresa──. Discutimos porque, según Kie, los Maxwell y Haylan siempre terminan en... algo.

──Concuerdo ──comentó, sin querer interrumpir demasiado──. ¿Y qué pasó? ¿Se enfadó porque...?

──No sé la razón en concreto, pero sé que su enojo creció a raíz de esa información. Me llamó Kook y... niña mimada. O...

──Inesperado ──Rafe volvió a comentar sobre la situación a medida que Amelie hablaba──. ¿No se habrá puesto celoso?

Amelie casi llora, pero de la risa.

──¿Celoso? ¿Por qué JJ se pondría celoso? Él jamás se pone celoso. Mucho menos por... mi... ──aseguró, intentando descartar el agrio sabor que saber aquello le generaba.

──Amelie, siempre te he dicho que, para mi, él siente algo por ti. Tal vez, de pronto, al saber que Jack es un Kook conquistador, no se sintió a su nivel. O a tu nivel, como Jack lo puede estar.

──Pero JJ no siente nada por mi, Rafe ──aquel recordatorio pareció ser más para ella misma que para el chico frente a ella──. Me quiere, por supuesto que sí, pero no como yo quisiera. No como yo lo quiero a él.

Rafe suspiró y se volví a acomodar sobre su lugar.

──Amelie, hazme caso. Tú y JJ son tan cabezotas que creen que por ser amigos de toda la vida es imposible que el otro sienta algo. Arriésgate. Podría salir mal, no lo niego, pero si sale bien, te arrepentirás de no haberlo hecho antes.

Luego de unos minutos más hablando con Rafe sobre su situación con JJ, él la había invitado a quedarse a pasar la noche allí. Claramente no durmieron juntos, Amelie lo negó antes de que Rafe pudiese ofrecérselo. Ella se conformó con el incómodo lugar de un colchón inflable que Rafe dejó junto a su cómoda cama.

── ─ ─| 𓆉 |─ ─ ──

Al día siguiente, luego de salir de la casa de los Cameron después de despedirse de Rafe, se dirigió al The Werck, el restaurante de los padres de Kie, ubicado en la zona de playa del corte.

──Irémos, pero hay que esperar a Amelie.

Amelie logró escuchar las palabras de Pope tras acercarse cada vez más a la entrada del lugar.

──Amelie ──nombró Kie al notar la presencia de su amiga.

Sus amigos se dieron la media vuelta con rapidez, intentando describir su repentina aparición. A veces odiaba que la conocieran a tal punto de saber cuando algo había ocurrido con ella.

──¿Estás bien? ──preguntó John B, siguiendo con su mirada a Amelie, quien tomó lugar sobre otra de las sillas.

──Sip ──respondió, dejándose caer sobre su silla. Sus amigos no parecieron muy conformes con su corta respuesta.

──¿Dónde estuviste? Llamé a tu madre y me dijo que no volviste a casa. Tampoco volviste al Chateu ──John B volvió a preguntar.

──Estuve con...

──Rafe ──a unos pocos pasos, estaba JJ, quien la interrumpió con rapidez.

Amelie lo miró con ofensa, finalmente recayendo en su presencia.

──Sí, estuve con Rafe Cameron ──confirmó Amelie, logrando atraer nuevamente la atención de JJ. Parecía desconcertado, como si no se esperara que su deducción hubiese sido real.

──Oh, por Dios... ¡Amelie! No, que asco... ──se lamentaba Kiara, ajena a las miradas en guerra que JJ y Amelie se estaban dedicando.

──No sucedió nada ──aseguró Amelie. La mirada de JJ se relajó ante aquello, más no lo demostró con facilidad──. No sé porqué fui hasta allí, pero lo hice, y la cuestión es que... Rafe fue... bueno. Me ayudó y me ofreció quedarme allí.

──Sintió culpa ──JJ habló, llamando la atención──. Quiero decir, horas atrás te había drogado, ¿no lo recuerdas, Amelie?

Sus acompañantes comenzaron a discutirle a Amelie por no haberles dicho aquello. Kie inició con su sesión de insultos, John B y Pope eran quienes se preocupaban, y JJ... él mantenía sus ojos fijos en Amelie desde la otra punta de la mesa, desafiándola.

──Tranquilos, no llegó a pasar nada ──tranquilizó Amelie, logrando callar un poco a sus amigos──. Porque soy una Kook, como él. Y él jamás lastimaría a otro Kook ──añadió, sin apartar su vista de JJ.

Eso pareció descolocarlo. Hubo un rastro claro de arrepentimiento en su reacción. JJ, ante su momento de debilidad, no pudo evitar bajar su mirada. Desde la distancia, Amelie observó como el rubio negaba con su cabeza mientras cerraba sus ojos con presión.

──Que incómodo... ──comentó John B, duro sobre su lugar, sin mover ninguna extremidad.

──¿Verdad? ──correspondió Pope, soltando una incómoda risa──. Oigan, ¿y si mejor...?

John B y Kie no tardaron en ponerse de pie.

──Sí, mejor... Los esperamos afuera. No tarden y... No, tarden todo lo que quieran. Nosotros... Bueno, eso ──indicaba John B con torpeza, abandonando el lugar luego de huir con sus dos amigos.

Hubieron unos segundos en los que Amelie esperó a que JJ dijera algo, pero él seguía sin devolverle la mirada, con su vista apartada, como si esta vez no tuviese la fuerza o voluntad para volver a verla luego de que ella le recordara las crueldades que le había dicho la noche anterior.

Cuando se puso de pie, tras oír el ruido de la silla tras alejarse para abrirle el paso Amelie, JJ se puso de pie tan rápido como su mirada volvió a elevarse.

──Amelie... ──llamó, con debilidad──. Ames ──se corrigió con rapidez──. Lo siento. Lo que dije ayer no... no era cierto. Sabes que no pienso así sobre ti, solo estaba enfadado y...

──Tú sabrás si lo piensas o no, JJ ──interrumpió la castaña, para luego, finalmente abandonando el lugar.

Esta vez, JJ no la detuvo.

── ─ ─| 𓆉 |─ ─ ──

Después de ponerse de haberle informado a Amelie que tomarían el riesgo de ir hacia donde el descubrimiento de John B y Sarah los había dejado, el grupo tomó rumbo fijo sobre la ban, siendo guiados por Pope y su seguridad con el mapa viejo que llevaba en mano.

──Eso parece un muro de piedra ──habló JJ al reconocer el lugar donde John B había dejado la ban.

Amelie supo reconocer lo que tenía al frente casi al instante. Era la casa Crain, conocida por ser la ‹‹Casa embrujadade la isla. No creía mucho en esas cosas de fantasmas, espíritus o cualquier otra cosa que se les asemeje. Sólo sabía que esa casa siempre había sido persivida de una manera extraña para ella, era como si algo o alguien siempre esté viéndote desde el interior, incluso si tú estabas fuera de la casa.

──Es aquí.

Después de la afirmación de Pope, todos los presentes bajaron de la ban, para quedarse en línea recta y ver con atención ─y cierto temor─ aquella casa frente a ellos. Ninguno mentía cuando decía que la casa Crain daba miedo a pesar de su historia.

──La casa Crain ──nombró Amelie mientras se acercaba a la par de Kie y JJ, quienes también parecían inquietos.

──¿Es una broma? ──preguntó Kie, incrédula, sabiendo que claramente no lo era.

──Es el peor escenario ──resopló JJ.

──¿Por qué tenía que ser aquí? ──bufó Pope con exasperación, inseguro de su plan──. Justo este lugar...

──Escuchen ──llamó JJ──. Oí que la señora Crain enterró la cabeza de su esposo en la propiedad ──informó con seriedad, sin querer demostrar el miedo que sentía.

──Oí que mata niños ──añadió Amelie con temblor, la idea de estar allí comenzaba a ser desagradable.

──Oí que asesina adolescentes ──murmuró Kie con mucho más temor del que sus amigos manejaban.

──Vamos, por aquí ──guió John B, sin prestarle demasiada atención a los comentarios de sus amigos.

──John... ──llamó Amelie sin moverse de su lugar, en verdad no quería entrar ahí. De ninguna manera.

──No hay vuelta atrás ──respondió John B mientras se alejaba con los demás sin darle ni una sola mirada a su amiga.

Amelie lo dudó durante unos segundos. ¿Sería mala idea subirse a la ban e irse lo más lejos de la temible casa?

No. Debía ir con ellos, tenía que ser fuerte, porque si no era fuerte por ellos, ¿quién lo sería por ella?

Finalmente comenzó a dar pasos rápidos y escalofriantes hasta llegar a sus amigos, puesto que estos estaban unos cuantos pasos más adelante.

Estuvieron unos cuantos minutos más caminando entre los árboles, buscando una entrada cómoda hacia la casa. Cuando la encontraron, obviamente no dudaron en adentrarse a la temible construcción que ahora estaba mucho más cerca de ellos.

──Chicos, saben de quien es esta casa, ¿verdad? ──cuestionó Kie con una pizca de ansiedad y nervios.

──Oh, claro que sí ──confirmó JJ con evidencia.

──Lamentablemente ──ahora, hablaron Amelie y Pope al unísono. Al entender que habían coincidido sin ponerse de acuerdo, ambos compartieron miradas alegres y chocaron las palmas de su mano.

──La verdad, no creo en las historias que cuentan ──aludió John B desde el último lugar de la fila.

Pope y Amelie se giraron de inmediato hacia él, callandolo con su dedo índice sobre la comisura de sus bocas. Al volver a reconocer que habían coincidido sus siseos, otra vez compartieron miradas y festejaron en silencio con completa alegría.

──¿Qué historias oíste tú? ──achicó JJ con seriedad y extrañeza mientras se acercaba a Kie. El tema lo ponía incómodo y miedoso.

──Oí que asesinó a su esposo con un hacha y que se esconde aquí desde entonces... ──comenzó Kie──. Algunas noches, cuando la luna está llena, la ves en la ventana ──bromeó, moviendo sus manos delante del rostro de JJ, asustándolo con facilidad.

──No, Kie, no es gracioso, porque es verdad ──se quejó JJ──. Lo juro, chicos, es real. Conocí a Hollis ──después de hablar, la estatua de una mujer lo asustó por completo, poniéndose en posición de ataque.

Amelie juraba que había creído que era la vieja asesina.

──Espera, ¿conociste a Hollis Crain? ──preguntó Pope detrás de él.

──Oh, sí.

──Amigo, ¿cómo conociste a Hollis Crain? ──volvió a preguntar Pope, mucho más interesado.

──Era mi niñera, amigo. Me lo contó todo. Me contó la verdad sobre su madre y lo que había pasado en la casa ──ahora, JJ dio una vista rápida a la casa──. De niña, escuchó muchas historias de que su madre había matado a su padre. No creía en todo eso... Hasta una noche.

──¿Qué noche? ──fue a John B a quien se le arrimó la curiosidad por querer saber más.

──Lo recordó todo ──JJ dejó el silencio después, para darse la vuelta hacia la casa──. Cuando Hollis tenía seis años, escuchó a sus padres discutiendo abajo. Cuando bajó, vio a su madre lavándose las manos en un lavabo... lleno de sangre...

‹‹Su madre le dijo que solo se había cortado el dedo, y al otro día le dijo que se había separado de su papá. Pero, luego Hollis notó algo. Su madre iba al salón constantemente, entraba y salía con bolsas de plástico... Pasaron las semanas y Hollis usó el baño exterior. Cuando llegó, miró hacia abajo... y ahí, en el baño, estaba la cabeza de su padre mirándola a los ojos››

Amelie comenzaba a sentirse incómoda ante lo relatado. No le pareció agradable el ambiente generado por la tenebrosa historia. Los nervios y el miedo de entrar a la casa comenzaban a atormentarla. No quería hacerlo, a pesar de que haya muchas posibilidades de que sólo sean historias para niños. No iba a entrar de ninguna manera.

──Vamos, eso es todo mentira ──aseguró John B casi de inmediato.

──Amigo, lo juro por Dios.

──¿Llamó a la policía? ──interrogó Pope.

──No tuvo tiempo ──respondió JJ, notando segundos después como John B se distanciaba──. ¡Espera, espera! ──ordenó, corriendo detrás de él.

──¿Qué? ──John B se volteó hacia él con muy pocas ganas y paciencia.

──¿Seguro quieres hacerlo? Asesinó con un hacha. Estás loco ──volvió a recordar JJ, no muy seguro de lo decidido por John B.

──Me importa una mierda si asesinó con un hacha, ¿si? ──informó John B──. No tenemos nada que perder, ¿cierto? ──preguntó ahora, dejando a JJ en silencio──. Ahora, deja de contar esas historias delante de Amelie.

Después de que terminó con eso, John B volvió a caminar en dirección a la casa. Mientras que Pope y Kie lo seguían, Amelie se mantuvo quieta sobre sus pies. No quería entrar.

JJ pudo prestar más atención al miedo que pudo generarle a Amelie su historia, sintiéndose un poco culpable por esto. Aunque, básicamente, lo era.

──Ames, yo... ──antes de que pudiese terminar, Amelie volvió a aferrarse a su trabajo sobre ignorarlo.

──Cuentos para niños, cuentos para niños... ──se intentaba convencer a sí misma mientras seguía a sus otros amigos.

Pronto supo que JJ tampoco tardó demasiado en seguirla.

Y así fue como el grupo comenzó a adentrarse a la misteriosa casa Crain. Con dos de ellos siendo los más propensos a flaquear y salir corriendo de allí.

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como AMO el dramaaa

los que leyeron solo esta versión
van a amar a Rafe, por ayudar a Ames,
los que leyeron la vieja versión...
¿siguen odiandolo? olviden que ESO
pasó, ¿ok? OK.

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