Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ㅤㅤ𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝖾𝗂𝗀𝗁𝗍𝖾𝖾𝗇



chapterㅤ𓍼ㅤone:
Extraños otra vez.





ㅤTodos los que conoces, morirán. Y cuando digo todos, son todos. Tu madre, hermano, hermana, padre, todos tus amigos... y todos tus enemigos. Por supuesto, hay otro modo de verlo. Como todo es tan corto y termina tan rápido, todo tiene sentido. Es tan solo... un momento.

Habían pasado ya tres semanas de la llegada de Amelie y Jack, y en ningún momento se topó con los Pogues. Nunca. ¿Sabrán que ella está de vuelta en Outer Banks y simplemente se esconden de ella?

A Amelie se le había hecho demasiado difícil mantener distancia entre ella y El Chateu. Hubo días en los que casi toma su bicicleta y pedalea hasta él, pero cuando su pie rozaba el pedal, recordaba que John B ya no estaría allí para recibirla. Entonces, olvidaba la idea y volvía a recostarse en su cama.

Había escuchado hablar de John B, Sarah y sus trágicas muertes. Ella siempre había oído rumores sobre el Pogue, siempre detestó cada uno de ellos, pero con este es imposible lidiar. Tampoco pudo evitar los rumores que surgieron sobre los Pogues. Que son cómplices, o que son igual de asesinos del que supuestamente habría sido John B.

Jack y Amelie se encontraban de pie frente a la puerta de entrada de la escuela pública en la isla. Sentían las miradas de algunos presentes sobre ellos, detestaron eso. Gracias a los lentes de sol que Amelie tenía pudo darle una mirada rápida a los estudiantes que la observaban sin que se den cuenta.

Al entrar, la situación se puso aún más incómoda.

A Amelie siempre se le había dado bien adaptarse a cualquier lugar que tenga que ver con los Pogues, pero esta vez no se le hacía tan fácil. En aquella escuela jamás la habían aceptado, pues Amelie, en teoría, es una Kook. Y allí detestan a los Kook.

Y ahí estaba otra vez.

Los adolescentes de la escuela tenían una horrible costumbre para con ella y su deplorable casillero.

‹‹Vuelve a tu lado, Kook››, decía, como siempre.

──No le hagas caso a esto ──Jack se acercó y posó su dedo sobre la puerta escrita de Amelie.

La puerta del casillero que debería de ser azul marino, estaba decorada con unas grandes letras rojas que declaraban con claridad aquellas palabras.

──No le hago caso. Es molesto ──murmuró Amelie, subiendo sus lentes hasta dejarlos sobre su cabello.

──Disculpa.

Una voz desconocida hizo presencia absoluta y notable sobre los oídos de ambos dos. En cuanto Amelie se volteó en dirección a aquel llamado, se encontró con una linda chica de curvas envidiables, unos ojos celestes claros y un cabello negro largo brillante y cuidado.

Amelie no podía siquiera entender la belleza de aquella pelinegra. Su aura era extraña, más su aspecto le dejaba por hecho que se pasaría el día llorando en su cama.

──Hola ──la saludó Amelie, volteandose a cuerpo completo para quedar cara a cara con la desconocida.

──Soy Mallory y este... ──Mallory señaló al casillero junto a ellos──. Es mi casillero.

──Oh, un gusto, Mallory. Soy...

──No te pregunté quien eres ──la interrumpió la pelinegra con rapidez──, solo quiero que me dejes usar mi casillero.

A pesar de no conocerla para nada, Amelie se tomó unos segundos para dejar llevar aquellos pensamientos que no dejaban para nada bien parada a Mallory. No la conocía y, aún así, Mallory estaba siendo bastante descarada con ella.

──Disculpa, pero este es casillero ──aseguró Amelie, haciendo énfasis en aquel ‹‹mí›› mientras se autoseñalaba.

──Claramente te equivocaste... ──Mallory se tomó unos instantes para leer el nombre de Amelie dibujado en el casillero──. ¿Kook? ──preguntó, soltando una risa nasal.

──Sí. ¿Por qué? ──cuestionó ahora la castaña, cruzando sus brazos sobre su pecho.

──¿Es broma? Creí que ya no vendrías a esta escuela. Ya sabes, porque... no eres una Pogue.

──Soy más Pogue de lo que tú y tu notable idiotez pueden llegar a ser ──atacó Amelie, a pesar de que Mallory aún no la haya insultado directamente.

Claramente no iba a dejar que Mallory sea la primera en involucrar insultos a la pequeña discusión. Amelie supo que quería hacerlo desde hacía rato, y no le iba a dar el gusto.

──Te equivocas, Kook soltó Mallory, imitando la postura de Amelie, dando otro paso más cerca de ella──. Una ‹‹Pogue›› como tú nunca podría ser más que un Pogue de verdad. Como yo ──con esto último, se encogió de hombros con superioridad.

──Creo que te estás equivocando conmigo, Mallory. Sabes quién soy. Sabes que tengo más poder sobre ti. Así que, déjame a mi y a mí casillero en paz, ¿si? ──Amelie se alejó y se dirigió nuevamente a Jack a su lado.

Tampoco pudo evitar notar como la amenazante mirada de Mallory cayó sobre Jack, casi dejándolo sin palabras.

Hasta que alguien llegó...

──Mallory, aquí estabas ──el rubio se acercó a ellos con una sonrisa, dejando caer uno de sus pesados brazos sobre los hombros de la pelinegra──. ¿Pasa algo?

El estómago de Amelie casi se contrae al ver como Mallory, aún delante de ellos, dejaba un tierno y rápido beso sobre una de las mejillas de JJ, quien aún no parecía notar su presencia.

──Sí, es que esta niñita de papi no quiere dejar libre mi casillero.

Al dirigirse a Amelie, la mirada divertida de JJ fue a parar a ella y, a pesar de sentir aquellos dos ojos penetrantes sobre ella, no se dignó a devolverle la mirada. Segundos más tarde, JJ quiso ver lo que escribía el casillero, notando la presencia de la cruda acusación sobre este.

JJ había experimentado demasiados momentos en los que dejaban mensajes como estos para Amelie en cualquier lugar de la escuela. Su pupitre, la mesa donde siempre almorzaba, rallando sus cuadernos y su casillero. Nunca le pareció correcto que tengan ese tipo de trato con ella. Le dolía aún más a él ver como le afectaba a Amelie recibir los mensajes desagradables que siempre juró dejar de lado.

Amelie escuchó el pesado suspiro que hizo JJ.

──Hola, JJ ──aquel saludo no solo sorprendió a JJ, sino que también a ella misma.

JJ no respondió, limitándose a crear una fina línea con sus labios, estremeciendose y sintiendo cada vello de su cuerpo erizarse al finalmente tener una mirada proveniente de Amelie.

──Oye, Malls, ¿me acompañas a clase? ──le preguntó a la pelinegra, ignorando por completo a Amelie, aunque mantenía con firmeza el contacto visual.

──Claro, Jay ──correspondió Mallory, pasando su brazo alrededor de la cintura de él.

Ambos dos se dieron la vuelta al instante, dándole la espalda a aquel dúo de amigos que, uno de ellos los veía con enojo y resentimiento, mientras que otro no podía evitar sentir su sangre hervir con cada centímetro de ella siendo evaporada por la decepción.

Aquel apodo... JJ nunca había dejado que nadie lo llamara de otra manera que no fuera por su nombre o apellido. Incluso cuando Amelie lo hacía le molestaba. A pesar de que en sus últimos días de cercanía hubiera aceptado su agradable y burlesco apodo, parecía notar que JJ había logrado superarla con fáciles.

Muy distinto a como ella lo había superado, porque tal vez, solo tal vez, no lo había logrado. Amelie tenía confirmado que nunca superaría a JJ, pero vamos, ¿por qué él no lo haría? Mallory era lo más cercano a la perfección misma, al menos si mantenía su boca cerrada.

Los pensamientos de Amelie se vieron interrumpidos por el suave toqueteo de un dedo sobre su hombro. Al voltearse, recordó la presencia de Jack.

──¿Vamos a clase, Melie?

Y, para su buena suerte, aquel simple detalle le logró sacar una leve sonrisa a Amelie, quien entrelazó su brazo con el de Jack, caminando a la par.

Probablemente llegarían tarde a su primera clase, ya que el timbre de la escuela, cual indicaba esta, se había escuchado por última vez hace unos tres minutos.

──Y recuerda ──Jack se detuvo al estar frente a la puerta abierta del salón de clases──. Pase lo que pase, siempre estaré para ti.

──¿Qué? ¿No entrarás conmigo? ──cuestionó Amelie, aterrada, no quería entrar y quedarse sola.

──Tengo cosas que hacer, pero prometo que vendré por ti a la salida.

Con esto último, Jack dejó un casto beso sobre la mejilla de Amelie. Aquella manera de despedirse no era muy común entre los habitantes de Outer Banks, y por esto mismo fue que a Amelie se le hizo un poco incómodo conocer a la familia de Jack, quienes saludaban incluso con dos besos en ambas mejillas.

──¿Va a entrar a la clase, señorita Haylan? ¿O se quedará besuqueandose con Maxwell? ──la voz del profesor llamó su atención.

Y claramente Amelie había olvidado por completo que la puerta estaba abierta, dejando ver a todos aquellos alumnos sentados en sus pupitres. Algunos habían comenzado a cuchillear sobre el momento tierno visto formado por Jack y su beso, mientras que otros solo la veían con curiosidad.

──Lo siento mucho ──se disculpó Amelie, dando pasos rápidos dentro del salón.

Al estar dentro, observó todas sus opciones de asiento, encontrándose con tan solo un pupitre libre. Este mismo, quedaba justo delante de Mallory, quien estaba sentada entre Pope y JJ. Después de analizar y segundos más tarde confirmar que no habían muchas más opciones, dio pasos rápidos y seguros hacia aquel lugar libre, sentándose en este en cuanto estuvo lo suficientemente cerca.

Al sentarse y acomodar sus cosas, pudo sentir el golpe en el respaldo de su pupitre. Al darse la vuelta, Mallory estaba cruzada de brazos, siendo acompañada por una cínica y cruel sonrisa. Decidió ignorarla y volver con su atención a la clase. Mientras volvía a girarse, había visto fugazmente a Kiara, quien la veía con desagrado, pero no era a Amelie a quien miraba. Era a Mallory.

── ...y el esclavo se convierte en el nuevo gobernante. Ahora, Diocleciano divide el Vasto Imperio Romano...

Amelie no estaba prestando nada de atención a la clase de historia. Le gustaba aquella asignatura, pero no le agradaba para nada tener que despertarse temprano tan solo para descubrir quien fue Diocleciano y toda su descendencia.

Al escuchar el familiar sonido de su teléfono al recibir un nuevo mensaje, lo apartó rápidamente de su banco y no tardó mucho más en encenderlo. Sin darse cuenta de que no sólo se había escuchado su teléfono.

──¿De quién es el teléfono? ──cuestionó el profesor, dándose la vuelta hacia la clase──. Haylan ──llamó.

Amelie dejó rápidamente la atención que estaba dejando puesta en su teléfono y elevó su mirada hacia el profesor, quien la veía con molestia gracias a su interrupción.

──¿Quién fue el gobernante del Imperio?

──El... exesclavo Diocleciano.

Ahora sí, cuando el profesor volvió a darse la vuelta para seguir con la clase, Amelie se dirigió con rapidez hacia el mensaje enviado a un grupo recientemente creado por un número desconocido. Grupo cual estaba conformado por: Kie, Pope, JJ, el número desconocido y ella misma.

Al tener vista completa del mensaje, una foto de John B y Sarah se presentó ante sus ojos, dejándola con la emoción y rechazo hacia esta misma sensación gobernar su momento.

De reojo, pudo ver como JJ salía de su lugar para acercarse a Pope y Kie, quienes apartaron de inmediato a Mallory en cuanto esta quiso ver de qué se trataba la repentina atención por sus teléfonos.

Amelie guardó todas las cosas que tenía esparcidas sobre su escritorio dentro de su mochila y se puso de pie, colocando un tirante de esta sobre uno de sus hombros, poniéndose de pie con la ansiedad por saber si esa foto no era menos que una simple broma.

──¿A dónde cree que va, señorita Haylan?

Ignorando las preguntas de su profesor, continuó caminando por ahora los pasillos de la escuela, encontrándose así con la puerta que daba a su patio favorito, le gustaba más por el simple hecho de, al ser mucho más pequeño que otros, le daba más tranquilidad y privacidad.

Tomó asiento sobre una de las pocas mesas que rellenaban el alrededor y continuó con su vista atenta al grupo creado por el número desconocido, ahora conocido como ‹‹el supuesto John B›› después de mandar un mensaje alerta a Jack.

¿Por qué? Porque confiaba en él.

──Es que Shoupe dijo que habían muerto. Él lo dijo ──la voz igual de ansiosa de Kie se hizo presente.

Y claro, ese patio no era el favorito de únicamente Amelie.

Sin apartar la vista del teléfono, la vista amplia de Amelie le dejó ver por encima de su teléfono que detrás de esta misma, se encontraban JJ y Pope, caminando igual de rápido con tan de seguirla muy de cerca.

──Okey, pero creo que estamos exagerando ──comenzó a decir Pope detrás de ella──, porque no podemos descartar la posibilidad de que sea un tipo de engaño cruel.

Al encontrarse con Amelie, Kie no se molestó en lo absoluto de su presencia mientras que tomaba lugar sobre la mesa delante de la que Amelie estaba sentada. Al Pope pasar delante de ella, le brindó una sonrisa reconfortante.

¿Iban a ignorarla después de todo? Quizás Amelie haya sido egoísta por haberse ido sin dar explicaciones, pero daba por asegurado que JJ probablemente les había contado a sus otros dos amigos el porqué de su ida.

──Voy a preguntar ──indicó Kie, dejando caer junto a ella la mochila que colgaba sobre su hombro.

──¿Y si de verdad es él? ──cuestionó JJ, sentándose junto a Pope, dirigiéndose hacia este mismo.

──No lo sé, ¿okey? No lo sé.

Y entonces, el teléfono de Amelie vibró sobre sus manos, indicándole la llegada de nuevos mensajes. En efecto, Kie había preguntado.

KIEKIE: Wtf. ¿Son ustedes?

──Está escribiendo ──señaló Kie, levantando su mirada para ver a Pope──. Está escribiendo ──reiteró, esta vez, mirando a JJ.

UNKNOWN: ¿JJ está ahí?

FUSHI: Estoy aquí, amigo.

UNKNOWN: ¿Enchulaste mi tabla corta?

No mucho más tarde, las risas alegres y reconfortantes de los que rodeaban a Amelie y tenían confirmado la vida de su persistente amigo se hicieron presentes ante sus oídos, quienes se alegraron al tan solo escuchar lo genuinas de estas.

──Es él ──confirmó JJ, aún de entre risas compartidas por los dos que lo acompañaban.

──Es él ──confirmaron ahora Pope y Kie al unísono.

Algo que sorprendió a Amelie aún sentada, fue que aquellos inesperados brazos que la rodearon de manera reconfortante, no fueron los familiar y cómodos de JJ, ni los alegres y tiernos de Pope.

──Te extrañé ──murmuró Kie sobre su oído, entre sollozos de emoción.

──Yo también ──aseguró Amelie, dando palmadas sobre la espalda de esta.

Al separarse, Kie volvió a sentarse sobre la mesa delante de Amelie, no sin darle una última mirada divertida antes de volver a ver la pantalla de su teléfono.

──¡Sí! ──gritó JJ como forma de celebro.

UNKNOWN: Pasando desapercibidos en Nasáu.

──¿Cómo diablos llegaron a las Bahamas? ──interrogó Kie en voz alta, aunque probablemente fue una pregunta para ella misma.

──No se puede matar a un Pogue ──alegró JJ, con la sonrisa alegre aún presente sobre su lindo rostro.

──Especialmente John B ──confirmó Pope sentado a su lado.

UNKNOWN: Pequeña Ames, más te vale encontrar ese maldito pañuelo.

AMELIE: Lo haré, gran John.

Ante la curiosidad del mensaje, Amelie pudo sentir como los ojos curiosos también lectores y atentos al mensaje recién leído cayeron sobre ellos, en busca de información, la cual nunca llegó a ellos, por lo que debieron quedarse con la duda.

UNKNOWN: ¿Pueden limpiar mi nombre? Quiero volver.

──Diablos, sí, limpiaremos su nombre ──correspondió JJ con obviedad y sinceridad, manifestandolo con seguridad.

UNKNOWN: Sigan en contacto. ¡P4L!

──Pogue por siempre, amigo. ¡Eso es! ──celebró JJ, poniéndose de pie sobre una de las mesas, gritándole al gran cielo.

Mientras que los tres amigos se abrazaban sin, evidentemente, incluir a Amelie, esta se puso de pie, volviendo a acomodar su mochila sobre su espalda, actuando como si aquel gesto por parte de sus amigos no le hubiera importado. ¿Debería seguir llamándolos ‹‹amigos››?

Mejor dicho... ¿Ellos deberían seguir llamándola amiga?

Cuando se puso de pie, comenzó a caminar lejos de allí, intentando escapar de la situación, pero con una muy buena excusa para hacerlo.

──¡Amelie! ──escuchó que llamaban a la distancia, más ignoró al impaciente llamado del rubio.

──¿A dónde vas? ──cuestionó Pope ahora, observando como su amiga se alejaba cada vez más, intentando acercarse a esta.

──Tengo que... ──Amelie se dio la vuelta hacia ellos, encontrándose con JJ a tan solo pasos de ella──. Averiguar unas cosas.

──Vamos, quédate ──insistió Pope, juntando las palmas de su mano.

Si hubiera sido otro el contexto de su imprevista partida, probablemente hubiera aceptado quedarse con ellos, pero este no era el caso.

──Lo siento, Pope, no puedo ──respondió Amelie con pocas ganas, en verdad quería quedarse.

Tras escuchar su respuesta, Pope y Kie salieron de allí, no sin antes despedirse de Amelie y confirmando que la volverían a ver. Y únicamente JJ fue quien se quedó allí.

──¿Por qué no? ──preguntó JJ nuevamente, dando nuevos pasos en dirección a Amelie, los cuales los acercaron más.

──Porque no puedo y ya ──repitió Amelie, sin moverse de su lugar.

──¿Te irás con Jack? ──atacó JJ, deteniendo el paso de Amelie.

Amelie detuvo su paso con rapidez y se dio la media vuelta hacia JJ, mirándolo con frialdad y seriedad. Tomó el respiro que necesitó y también atacó:

──No iré con Jack, JJ. Y de ser así, eso no te incumbe ──contraatacó Amelie, dando pasos pesados de regreso a él.

──¿Es broma? ¿Ya te olvidaste de todo lo que pasó en verano? ──cuestionó JJ, con una pequeña sonrisa de maldad.

──Claro que no me olvidé, pero ahora en serio necesito irme.

──Bien, vete ──correspondió JJ, con la rara ira inesperada.

Amelie no pudo entender porqué JJ actuaba tan enojado con ella sin razones o motivos concretos. Aunque, bueno... si los tiene.
Aún así, se dio la media vuelta y volvió a caminar sin apresurarse, no quería demostrar que aquello le había afectado de más.

──Oh, y procura esta vez no volver ──se escuchó la advertencia de JJ, más Amelie lo ignoró.

Pero tampoco dejó pasar todas los llamados que hizo después, por lo que volvió a darse la vuelta, esperando que esta vez, JJ pudiera cerrar su boca. ¿Se lo merecía? Tal vez, pero era muy pronto para ella.

──No nos gustaría que nos vean con una... ──antes de que JJ pudiera terminar, Amelie lo interrumpió con el gran golpe que le dio a una de sus mejillas.

Incluso Amelie se sorprendió por su repentina reacción, por lo que se tuvo que tomar unos segundos para hacerse entender a ella misma que en verdad acababa de darle una bofetada a JJ, quien se inclinó hacia un lado sosteniendo su mejilla.

Cuando JJ se puso de pie nuevamente, su mirada irradiando ira y soledad conectó con la de Amelie, más a ninguno le afecto lo suficiente como para dejar aquellos recientes problemas de lado.

──¿Qué ibas a decir? ¿Una Kook? ¿Una zorra? ¿Una perra? ──soltó Amelie con seriedad y enojo. JJ no respondió, intentando entender la situación──. Dilo si quieres, no serías el primero en hacerlo, pero si el último.

Amelie se distanció, dejando el silencio rondar por su alrededor con JJ. Ningún parecía creer que en verdad estaba sucediendo, que ahora no parecían ser amigos o incluso que algo entre ellos podía haber pasado...

Ahora, parecían extraños...

Segundos más tarde, la incómoda situación empeoró cuando Mallory llegó al lugar con tres chicas detrás.

──Oh, no... ──al salir por la puerta, Mallory corrió hasta JJ──. Cariño... ¿qué te pasó?

Mallory supo al instante quien había sido el atacante de JJ, por lo que decidió acercarse lentamente hacia Amelie, quien no la veía con ningún tipo de temor o enojo, solo desagrado era lo que sentía cuando la veía.

──¿Qué crees que haces? ──preguntó Mallory de brazos cruzados sobre su pecho, acercándose.

──Ya me voy ──respondió Amelie, sin querer darle muchísima más atención a Mallory──. Dile a los demás que los veré más tarde, JJ ──ordenó, dándose la vuelta.

Antes de que pudiera seguir alejándose, algo la detuvo. Mallory tomó a Amelie de varios mechones de cabello que relajaban sobre su espalda y la tiró hacia atrás, aunque no logró tirarla del todo. Amelie se dio la vuelta con sorpresa e ira, sin poder esperar menos.

──¿Quién te crees que eres? Siempre son los Kooks, ustedes siempre...

──Soy Amelie Haylan, ¿y tú? ¿Quién te crees que eres para asimilar cosas sobre mi sin conocerme? ──Amelie la interrumpió.

──Soy alguien que protege a sus amigos ──reprochó Mallory, refiriéndose a la primera pregunta.

──Mira, bien por ti...

──Lo siento, permíteme corregirme ──requirió Mallory, con una sonrisa amigable──. Protejo a mi novio.

Las palabras pegaron mucho más fuerte lo que Amelie quisiera desear. Por unos segundos, no quería creerlo, JJ podía hacer de su vida lo que quisiese de ella, pero por alguna razón no podía aprobar la respuesta. Y lo peor de todo es que sabía que no podía recriminarle nada.

Amelie bajó su mirada para ver a JJ a unos pocos metros de ella, sentado sobre la mesa. JJ la veía con una fina línea formada por sus labios y manos hechas puños, estaba con sus ojos cerrados con presión mientras negaba con su cabeza, queriéndose advertir a él mismo de lo que Mallory estaba haciendo.

──Bien, supongo que ya puedo irme ──anunció Amelie, encogiendose de hombros.

Cuando no obtuvo respuesta sin espera, Amelie finalmente se dio la vuelta completa, logrando escuchar el "vámonos, amor" que murmuró Mallory detrás.

Unos pasos más adelante, Mallory pasó por su lado, tomada de la mano de JJ, quien no parecía querer voltearse para ver a Amelie. Cuando las tres que la acompañaban también pasaron, una de ellas empujó a Amelie por sus hombros con brusquedad, casi causando que se caiga.

Aún así, continuó caminando.

Tenía por asegurada la idea de que, probablemente, no todos iban a reaccionar bien cuando la vieran. Especialmente JJ, a quien no siquiera había sido capaz de responder aquella carta.

- — —| 🌊 |— — -

Una vez estando en el Chateu y después de ignorar los llamados que Jack dejaba en su buzón, Amelie se adentró a la vieja casa en la que solían dormir con su grupo.

Mientras recorría los cortos y estrechos pasillos hacia la habitación de su mejor amigo, los recuerdos que había en cada día que había pasado allí se hicieron presentes en su memoria. Las noches que compartió cama con Kie o Pope, días de pesca, e incluso el dia en la pequeña casa alejada de allí, cuando JJ le confesó sus sentimientos y Amelie confesó corresponderlos.

Alejando los recuerdos que carcomian la soledad que sentía, tomó la manija de la puerta que daba a la habitación de John B y, con suma lentitud y cuidado, la abrió, dejándole ver el lugar pacífico donde solía quedarse su mejor amigo.

Al entrar, lo primero que pudo notar fue lo abandona que esta estaba. Probablemente los Pogues no la habían visitado mucho, puesto a que tampoco parecía haber mucha diferencia entre el presente y a como se veía en el verano.

Aquel pañuelo no era muy sobresaliente o algo que pudiera ayudarle a limpiar el nombre de John B, pero era algo especial.

Estuvo buscando en cada rincón de la habitación, pero no pudo descubrir nada.
Una vez que pegó sus rodillas al piso y se agachó para poder ver debajo de la cama de JB, encontrándose así con un pequeño pedazo de tela. Entrecerró sus ojos para ver mejor y estiró su brazo entre la suciedad y polvo que había entre la oscuridad, y al sentir el suave tacto de la tela, lo tomó entre sus manos.

Y allí estaba. El pañuelo rojo que John B le había regalado a Amelie. Al abrirlo, los dos brazaletes que habían guardado ambos amigos años atrás aún estaban allí. Uno era de hilo azul y traía la palabra "Paloma" y el otro era de hilo rojo y traía "Pájaro" esta vez.

No eran apodos muy serios, pero así solía llamarlos Big John, antes de que desapareciera, él siempre les había enseñado a los dos adolescentes a seguir a pesar de las circunstancias. Por eso guardaron los brazaletes, porque creían que mientras los conservaran, se mantendrían unidos.

──Creí que eso ya no existía.

Tras escuchar la voz masculina y muy familiar, Amelie volteó hacia atrás y se puso de pie finalmente, encontrándose con su mejor amigo allí, de pie debajo del mural de la puerta.

──Esos brazaletes vivirán más que yo ──aseguró Pope, adentrándose a la habitación.

──¿Qué haces aquí? ──preguntó Amelie, sentándose en la vieja cama de John B. Pope la imitó.

──Tenía que encontrar esto ──respondió Pope después de sentarse junto a Amelie──. ¿Qué haces tú aquí?

Amelie alzó el pañuelo aún sus manos como respuesta.

──Oh...

──Oh... ──imitó Amelie, volviendo a bajar el pañuelo.

──Me enteré de lo que pasó con Mallory ──informó Pope con cierta incomodidad.

──Sí, no es algo que me gustara recordar ahora ──contestó Amelie, echando su espalda hacia atrás hasta tocar las savanas.

──JJ se ha comportado como un idiota durante estos meses ──aseguró Pope.

Amelie palmeó repetidas veces el lugar libre junto a ella, invitándolo a Pope a acostarse a su lado. Pope no pareció disgustado ante la idea, por lo que también recostó su espalda junto a ella.

──¿A qué te refieres? ──preguntó Amelie, en busca de más explicaciones y relatos sobre JJ.

──Desde que JJ está con Mallory... todo en él cambió. Ella sabe cómo controlarlo y que él haga o diga lo que ella quiera, no creo que a JJ le guste mucho...

──¿Y por qué sigue con ella? Digo, si no le gusta como actúa con él.

──Porque le gusta ──comenzó a decir Pope──. Desde que tú te fuiste, JJ fue mucho más cercano con Mallory, ella lo ayudó cuando tú no estuviste ──concluyó.

Amelie estuvo por unos segundos más pensando con inseguridad en aquello.

Era la única culpable de que JJ no estuviera pasando tiempo con sus amigos después de que se vaya sin hacer aquella promesa que tal vez los hubiera dejado en una mejor posición.

──Supongo que le gustó que una chica que no era su mejor amiga se acercara ──añadió Pope, así notando el silencio que Amelie dejó entre ellos──. Más te vale que no estés pensando que es culpa tuya o algo así, te juro que...

──Tranquilo ──interrumpió Amelie──. Solo estaba... pensando...

──Okey ──Pope no parecía confiar en la respuesta de Amelie, pero decidió cambiar su tema de conversación──. ¿Cómo te fue en Los Ángeles?

Amelie supo entender el porqué Pope cambió de tema con tanta rapidez, pero continuó respondiendo sin darle mucha importancia.

──Bien, no pudimos hacer mucho, tuvimos que dejarlo en manos de un investigador ──contestó Amelie con simpleza, poniéndose de pie.

──¿A dónde vas? ──interrogó Pope, siguiendo con su mirada los movimientos detenidos de Amelie.

──A limpiar el nombre de John B ──indicó Amelie, colocando alrededor de sus muñecas los dos brazaletes──. Levántate y llama a los otros. Oh, y...

──Bien, los llamaré de inmediato ──aseguró Pope poniéndose de pie después de interrumpir a Amelie──. ¿Qué ibas a decir?

──Oh, nada, yo solo...

──Amelie...

──Mallory no está en... Quiero decir, ya sabes... ──al no encontrar las palabras correctas, Amelie no pudo completar su pregunta.

──No te preocupes, Amelie ──Pope volvió a interrumpir, como si supiera a qué se quería referir──. Mallory no está en nuestro grupo. A pesar de que ella lo crea.

──Genial ──Amelie intentó ocultar la felicidad que se formó ante escuchar aquello──. Ya podemos irnos ──se separó comenzo a caminar para salir de la habitación.

Pope, sin decir ni una sola palabra, continuó caminando detrás de Amelie para también salir de la habitación. Y, pasos más tarde, también salir del Chateu.

Para Amelie nunca había sido incómodo estar mucho más tiempo con Pope que con otro de sus mejores amigos, tenía igual de confianza que podía llegar a tener con otro de los Pogues, pero aún así, el hecho de que sea él quien estaba en ese momento lo hacía mejor.

- — —| 🌴 |— — -


Al día siguiente, Pope le había indicado a Amelie que los esperara en el muelle que quedaba a la salida de The Werck, el negocio familiar de Kie. Según él, se verían allí, acompañados por JJ, Kie. Le había asegurado que Mallory nunca fue ni será parte de sus planes.

──¡Sabes que hay otras personas trabajando aquí! ──respondió Kie en un leve grito que llegó a los oídos de Amelie con rapidez.

Amelie se puso de pie con rapidez y nervios al ver como estos tres se acercaban al lugar, ya que solo había entablado una conversación sana con Pope.

──¿Entonces vamos a las Bahamas o qué? ──fue lo que preguntó JJ tras llegar detrás de Pope.

Cuando Pope tomó lugar junto a Amelie, quien seguía de pie, JJ tuvo su campo libre para lograr ver a Amelie justo delante de él.

Durante los primeros segundos, ambos de ellos estuvieron sin decir nada, con la sorpresa y espanto de JJ, quien estaba rígido y sumamente quieto en su lugar, mientras que Amelie solo podía mantener su semblante serio, a pesar de cuanto le costara.

──No hay forma de que vayamos a las Bahamas ──afirmó Pope, llamando la atención de Amelie y JJ.

──Lo atraparán tarde o temprano ──aseguró Amelie, refiriéndose a John B.

──Concuerdo con Amelie ──indicó Kie a un lado de Pope──. Si vamos a limpiar su nombre, tenemos que hacerlo ya.

──Les diré como lo haremos ──comenzó a decir JJ, volviéndose a poner de pie.

──¿Tienes todo planeado? ──cuestionó Pope con inseguridad. Amelie negó con su cabeza.

──A decir verdad, sí ──confirmó JJ, dándose la vuelta hacia sus amigos──. Secuestremos a Rafe.

──¿Qué? ──requirieron Amelie y Pope al unísono, claramente sin estar de acuerdo con la idea de JJ.

──Secuestramos a Rafe, lo atamos, le ponemos un arma en la la boca y esperamos a que hable ──relató JJ.

──¿No sabes que la tortura es un crimen? ──preguntó Kie con ironía, tampoco estaba de acuerdo con la idea.

──Me parece una gran idea ──aseguró JJ con clara obviedad.

──Nop, no lo sabe ──respondió Amelie por él.

──¿Cómo planeas limpiar el nombre de John B desde la prisión? Porque es un delito ──informó Pope nuevamente

──De acuerdo, ¿qué tienes tú, Pope? ──cuestionó ahora JJ, sentándose junto al nombrado──. Yo solo pensé alto simple. Ya sabes, una parada y listo.

──Necesitamos un testigo ──comenzó Pope──. Vimos el avión de Ward volar sobre nuestras cabezas con el oro adentro, pero él no iba ahí. El que piloteaba también estaba en la pista...

──Y vio quien mató a Peterkin ──completó Amelie, ganándose un asentimiento por parte de Pope, dándole la razón.

──Hay que descubrir quien era y que confiese la verdad.

──¿Y cómo lo hacemos? ──interrogó Kie en cuanto Pope dejo de indicar su dicho plan.

Pope volteó para ver a Amelie, quien seguramente entendería a qué se refería con sus palabras, puesto a que ya lo habían mencionado al día anterior, cuando Pope la acompañó a visitar la pequeña casa.

──Espionaje ──nombraron al unísono, con unas sonrisas divertidas, siempre que coincidían, las gustaba festejar su conexión.

──Reconocimiento ──agregó JJ, colocando la gorra roja sobre su cabeza, del lado contrario al que debería.

Cuando se pusieron de pie, Kie y Pope se alejaron mucho más de Amelie y JJ, quienes sabían perfectamente el porqué de esto mismo. A pesar de verse obligados a hacerlo, comenzaron a caminar a la par a la lejanía de sus dos amigos.

──Oye, Ames ──llamó JJ. Amelie volteó para verlo──. Siento mucho lo que Mallory hizo hoy, a veces es... impulsiva.

──Está bien, no tienes que disculparte por lo que haga o no haga tu novia ──respondió Amelie, con simpleza y restándole importancia.

Aunque, en realidad, le importaba bastante.

──Un segundo ──JJ la detuvo rápidamente tras oír sus palabras──. ¿Quién dijo que Mallory es mi...?

──¡Chicos! ──llamaron Pope y Kie a la distancia, quienes ya estaban junto al auto de Kie.

Al parecer, no fueron ellos quienes quisieron alejarse, sino que JJ y Amelie habían decidido quedarse atrás inconscientemente para caminar solos. Juntos.

Y así fue como las aventuras, falsos relatos, mentiras amorosas, amoríos prohibidos, asesinos de alta edad, armas ilegales y confesiones sinceras volvieron al juego.

¡DI NO A LOS LECTORES FANTASMA!

Agradezco sus votos y comentarios :)

Mis papis separados volvieroooon.

Ay, los amo mucho, ahora no se quieren ni ver, pero les aseguro que tarde o temprano pasarán cositas interesantes.

¿Qué opinan de Mallory?

¿Aún tienen fe en Jamelie?

Si les gusta ver edits sobre mis fanfics en Tik Tok, en @/allanggels subo muchísimos

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro