En la madrugada del domingo, después de que la fiesta hubiera terminado, Jungkook y yo nos dirigimos a su carro y nos alejamos del bullicio de la ciudad. Mientras conducíamos por las tranquilas calles, el silencio entre nosotros se llenó con el suave murmullo de la radio y el susurro del viento.

Una vez en mi habitación, nos acostamos en mi cama y contemplamos el techo adornado con estrellas de neón. Era un momento tranquilo y perfecto para compartir nuestros pensamientos más profundos y nuestras ideas más locas.

- Acabo de tener una grandiosa idea -dije, girándome para enfrentarlo-. ¿Qué tal si nuestras citas están relacionadas con las primeras siete letras del abecedario?

Jungkook levantó una ceja, mostrando interés en mi propuesta.

- Me parece una gran idea -respondió, con una sonrisa-. ¿Qué te parece si hacemos una especie de juego donde combinemos las primeras letras que se nos ocurran y así decidamos qué hacer en nuestras citas?

Asentí emocionado ante la sugerencia de Jungkook.

- ¡Sí, suena genial! -exclamé, emocionado-. Así que, ¿dónde comenzamos? ¿Con la letra "A"?

Jungkook se inclinó hacia mí y me dio un suave beso en los labios.

- Exactamente. ¿Qué palabras se te ocurren que comiencen con "A" y podríamos unir para decidir nuestra primera cita?

Nos sumergimos en una animada conversación, intercambiando ideas y riendo mientras imaginábamos todas las posibles combinaciones de palabras que podríamos usar para nuestras citas. Era emocionante pensar en las aventuras que nos esperaban, todas inspiradas por las letras del abecedario.

Después de un rato, finalmente llegamos a una decisión sobre nuestra primera cita, basada en las palabras que habíamos unido. Estaba emocionado por lo que el futuro nos deparaba y por todas las experiencias que compartiríamos juntos mientras explorábamos esta nueva y emocionante forma de estar juntos.

La mañana comenzó con un aire de misterio y emoción. Desperté con una nota de Jungkook en mi mesita de noche, junto a una pequeña caja envuelta en papel amarillo brillante. La nota decía:

"Sigue las pistas, Jimin, te espero al final del camino".

Con una sonrisa curiosa, abrí la caja para encontrar una carta con una pista y un pequeño girasol.

Empecé a seguir las pistas por toda la casa, encontrando más girasoles y globos con mensajes que me guiaban hacia diferentes rincones y recuerdos compartidos con Jungkook. Cada pista me llenaba de emoción y anticipación, preguntándome qué sorpresas me aguardaban al final del camino.

Después de un rato, llegué al cine local, donde me encontré con una puerta abierta que conducía a una sala oscura. Vacilé por un momento, preguntándome qué podría haber dentro, pero mi curiosidad superó cualquier duda y entré.

La sala estaba iluminada por la pantalla grande, donde empezó a reproducirse un cortometraje. Mis ojos se llenaron de asombro cuando vi que era Jungkook quien protagonizaba el corto. El corazón me latía con fuerza en el pecho mientras veía la pantalla con atención, sin poder apartar la mirada de él.

En el cortometraje, Jungkook recorría los mismos lugares que habíamos visitado juntos, recordando momentos especiales y risas compartidas. Cada escena estaba acompañada de la canción "Seven" de Jk, una de mis favoritas, que resonaba en el teatro y en mi corazón.

Finalmente, llegó el momento más emotivo del cortometraje. Jungkook apareció en la pantalla, sosteniendo un ramo de girasoles y mirándome directamente a los ojos.

"Jimin", dijo, su voz llena de emoción, "desde el primer día que te conocí, supe que eras especial. Has llenado mi vida de luz y felicidad, y no puedo imaginar un futuro sin ti a mi lado. Quiero ser tu apoyo, tu compañero y tu amor. ¿Aceptarías ser mi novio?"

Las lágrimas de emoción llenaron mis ojos mientras miraba la pantalla, sin poder creer lo que veía y escuchaba. Era un momento de pura magia, un sueño hecho realidad. Con una sonrisa temblorosa, asentí con la cabeza, incapaz de contener la felicidad que sentía en ese momento.

El cortometraje terminó con una imagen de Jungkook sosteniendo un corazón de papel con las palabras "Te amo, Jimin" escritas en él. Me quedé allí, en la oscuridad del cine, sintiendo el amor y la alegría inundando mi corazón.

Cuando salí de la sala, Jungkook estaba esperándome con los brazos abiertos y una sonrisa radiante en el rostro. Corrí hacia él y nos abrazamos con fuerza, compartiendo un momento lleno de amor y gratitud por lo poco que habíamos vivido juntos ero demasiado para ser en tampoco tiempo.

- Eso no se vale- me separé de él-. Tú eres más romántico que yo, ahora tendré que superar tú sorpresa.

- Yo estoy conforme con verte feliz, no te preocupes por eso- acarició mi mejilla.

- No es justo- cerré los ojos por su tacto.

- Ya tendrás tiempo para eso, si es lo que quieres- ambos nos acercamos para cerrar con una promesa nuestro amor.

Esa cita fue el comienzo de una nueva etapa en nuestra relación, una llena de amor, complicidad y aventuras compartidas. Nunca olvidaré el increíble esfuerzo y amor que Jungkook puso en esa sorpresa, ni la felicidad que sentí al aceptar su propuesta y convertirme en su novio. Ahora, con el corazón lleno de amor, esperamos ansiosamente lo que el futuro nos depara, sabiendo que juntos podemos enfrentar cualquier desafío y celebrar cada momento de alegría y felicidad.