Noona
-Editada
Su cabello castaño estaba alborotado, y sus labios llenos de un lápiz labial barato de aquella zorra, me hubiera gustado no ver más esa imagen, pero mi vista cayó hacia abajo al notar su cinturón desabrochado y su cierre bajado.
Estaban a punto de tener sexo.
Todo a nuestro alrededor se congeló, el dolor creciente en mi pecho provocó que mis piernas temblaran, hasta el punto de llegar a caer, mi garganta se seco de golpe evitando que pudiera formular palabra alguna, tampoco creía poder hacerlo.
El dolor era doble, tanto por mi como por Jungkook.
Su mejor amigo lo había traicionado.
Taehyung intento hablar pero antes de que pudiera hacerlo, huí de aquel lugar, siendo testigo de la escena más repugnante y asquerosa con la que me había podido encontrar.
Salí a toda velocidad de la enorme instalación siendo vista por algunos miembros del staff, los chicos no aparecieron en ningún momento dándome la oportunidad de salir sin tener que dar alguna explicación por mi repentina ausencia.
O al menos eso creí.
Salí hecha un mar de lagrimas del establecimiento, intente infinitas veces no llorar pero el dolor comenzaba a matarme, me sentía desfallecer en cualquier momento, dolía demasiado, el solo recordar su rostro marcado por aquel labial me hacía querer morir en aquel preciso instante. Creí que el tiempo separados serviría para olvidarme de el, pero solo hizo que lo necesitará más, mi maldito corazón era una escoria rogando liberarse de aquella prisión llena de sentimientos sin remedio.
Sentimientos que fueron destrozados en cuestión de segundos por solo una persona, que ha pesar de saber sus intenciones termine malditamente enredada en su juego.
Mis piernas lograron llegar hacia un sitio solitario de la ciudad en donde deje caer mi cuerpo junto con las lágrimas que no estaban dispuestas a parar.
Lo peor era no poder reclamar su traición, después de todo el y yo no éramos nada.
Y aún así me sentía traicionada.
La cabeza empezaba a dolerme por la fuerza que había ejercido en mi rostro al llorar, las lágrimas habían cesado y solo el rastro de ellas junto con sollozos, eran la única evidencia de mi dolor que seguía reflejándose en mi rostro.
El celular había vuelto a sonar con desesperación, una vez más calmada lo sostuve entre mis manos observando una gran cantidad de llamadas, algunas eran de mi padre y otras de Jimin, había pasado más de hora y media llorando en el suelo suplicando porque nada de esto fuera cierto.
El mensaje de papá me hizo reaccionar.
Había olvidado que quería verme en casa.
Con el dorso de mi mano limpie el rastro de lagrimas que habían quedado esparcidas por mis mejillas, sacudí mi ropa y arregle mi cabello, no quería que papá me viera en tan mal estado.
Revise los bolsillos de mi pantalón encontrando algo de dinero que me serviría para llegar a casa.
...
Antes de entrar a casa practique mi mejor sonrisa, me costó mucho lograrlo pero lo hice.
Sonrisa que desapareció de inmediato.
Al entrar me encontré con dos individuos de más en la casa, todo estaba en mi contra, el universo se había puesto de acuerdo para este encuentro y no podía hacer nada mas que fingir que no me importaba.
- Hasta que llegas. -hablo papá con un tono de reproche- ¿Por que no contestabas mis llamadas? ¿Dónde estabas? - comenzó a llenarme de preguntas, las cuales no tenía intención de responder-
Me puse en frente de papá y de su acompañante realizando una reverencia.
- Me disculpo por la demora, tuve un percance de último momento.
No supe de donde agarre fuerzas para evitar llorar en ese instante por su presencia, estaba luchando conmigo misma.
- No te preocupes linda, mi Tae también acaba de llegar.
- Se parecen tanto.. - mencionó papá con diversión-
Me force a sonreír a medias por sus comentarios, por suerte nadie había notado nada.
- Siéntense, necesitamos hablar.
Asentí dirigiéndome hacia uno de los muebles de la sala sentándome al otro extremo evitando a toda costa cualquier contacto con ese imbécil.
Ni siquiera su nombre podía pronunciar.
Mi papá entrelazo sus manos con las de la mujer a su lado dando paso a sus palabras.
- Aún no se como decirlo.. - rió papá con nerviosismo-
- ¿Se los digo yo? - inquirió la mujer entusiasmada-
- No, esto me corresponde a mi.
Comenzaba a sentirme ansiosa.
- El asunto es que... - miro a su lado brindándole una sonrisa a su acompañante- Nos casaremos.
Los mire asombrada, no pensé que habían tomado esa decisión tan rápido, todo era repentino.
Pero siempre supe que algo así iba a suceder.
Estaba feliz por mi padre porque ya era hora de un cambio en su vida, pero tenía miedo de lo que iba a conllevar ese casamiento, no tenía nada contra esa mujer, era muy amable conmigo y nunca me lleve una mala impresión de ella, el único problema aquí era su hijo.
El cual no había mencionado ni una sola palabra.
Mi padre y su madre nos miraban expectantes esperando una respuesta de parte de nosotros, a pesar de no estar en un buen estado emocional no iba a permitir que eso afectará la respuesta sobre lo que pensaba al respecto de su casamiento, tome las pocas fuerzas que tenía y con una sonrisa hable.
- Muchas felicidades papá - me levante para abrazarlo-
- Gracias por aceptarlo mi niña. -susurro en mi oído en medio del abrazo- ¿Sabes que te quiero verdad?
- Claro que si papá. - me separe de el con una sonrisa- Me alegra que usted haya sido la mujer que papá escogió. - besé su mejilla acompañado de un efímero abrazo- Felicidades.
- Muchas Gracias, sabía que te gustaría la noticia, tu papá pensaba que no, paso toda la tarde nervioso por eso. - rió observándolo-
Solo sonreí negando con la cabeza.
De pronto todo quedo en silencio.
Lo observe sobre el sillón, en su rostro reflejaba tristeza, parecía estar luchando para no irse en ese mismo momento.
Levanto la cabeza seguido de una sonrisa casi imperceptible, en ningún momento cruzamos miradas, solo se centro en la pareja que seguía esperando una respuesta de su parte.
- Los felicito. - al fin de levanto para estrechar su mano con el de mi padre- Espero que cuide muy bien de mamá. - la miro, su expresión era neutra- Les deseo lo mejor. - abrazo a su mamá estrechándola entre sus brazos-
Parecía estar aferrándose a ella.
Yo ya no quería seguir ahí.
- Papá.. - lo llame-
- ¿Qué sucede? - inquirió acercándose-
- Iré a descansar, estoy cansada..
- Esta bien, ve a descansar. -asintió con una sonrisa-
- Buenas Noches. - realicé una pequeña reverencia para luego marcharme-
Subí a toda velocidad a mi cuarto, encerrándome en el, mi cuerpo se deslizo por la puerta cayendo directo al suelo en donde mis lágrimas salieron sin permiso alguno, no quería verlo, ni siquiera se como pude aguantar tanto tiempo estando cerca de el, su sola presencia me lastimaba.
Quería que el dolor desapareciera.
...
Abrí mis ojos adormecida, mi cuerpo aún seguía sobre el frió suelo, me levante con pesadez chocando con algún objeto de la habitación, luego de soltar un grito ahogado por el dolor, encendí las luces de la habitación alumbrándolo por completo, me acerque al espejo mas cercano observando mi rostro, estaba completamente rojo, y las lágrimas secas se seguían divisando, no quería lucir ese aspecto tan horrible. Enseguida me metí al baño en donde limpie mi cuerpo y rostro eliminando cualquier señal de dolor en el, me ayudo a relajarme y olvidar por un rato lo ocurrido, seguía doliendo sí, pero no iba a seguir llorando por alguien que no valía la pena.
Ahora la idiota era yo.
Reí irónicamente dándome cuenta de lo estúpida que me veía al llorar por el.
Sacudí mi cabeza suspirando de la rabia, debía olvidar esa imagen mental.
Debía olvidarlo a el.
No me sorprendí cuando escuche a mi estómago rugir, no había comido nada desde la tarde y era evidente que algo así ocurriera.
Termine de ponerme la pijama y baje hacia la cocina en donde esperaba encontrar algo de comida.
Bingo.
Unos deliciosos y apetitosos dulces acompañados de una torta de chocolate se encontraban en el refrigerador pidiendo porque alguien las comiera.
No iba a desaprovechar tremendo festín.
Sin importarme la hora junte todos esos dulces en mis brazos y con cuidado de no echar nada a perder los deje sobre el mesón, pronto agarre un taburete y me senté frente a ellos.
A comer.
Estuve a punto de meterme una cucharada de ese delicioso pastel a la boca pero esta quedó en el aire cuando mis ojos lo captaron.
¿Qué demonios...?
El apetito se me fue de inmediato.
Baje la cuchara con cuidado, su atenta mirada estaba sobre mi, el solo estaba parado con una expresión de asombro en su rostro, fueron escasos los segundos en donde cruzamos miradas, los cuales fueron suficientes para que mi cuerpo se tensara debido a su presencia, mi corazón comenzaba a acelerarse, y el ambiente a tornarse pesado, y sin querer estar mas tiempo ahí decidí irme.
Pero no pude.
Al pasar a su lado, su brazo impidió que siguiera con mi trayecto.
"Déjame ir"
- Escúchame por favor... - suplicó en un murmullo-
Quite mi brazo de su agarre con suavidad, alejándome de el al instante, nuestros ojos se conectaron provocando que mi cuerpo temblará, aquella mirada tan dominante y agresiva que solía tener parecía haberse esfumado de repente, ahora su expresión era diferente, denotaba tristeza y desesperación, pero lo que más llamó mi atención fue el moretón que tenía marcado en su mejilla izquierda.
No creo que..
Desvié mi mirada tratando de no tomarle importancia pero su voz volvió a sacarme de casillas.
- No quiero que pienses algo que no es, lo que viste.. - no quise seguir escuchándolo e intervine-
- Para. - lo detuve llevando mi vista hacia el- Y-Yo no debí entrar al baño de hombres, todo esto es tan.. - negué con la cabeza- Olvídalo.
Esquive su cuerpo abandonando el lugar pensando en las explicaciones que pudo haberme dado, pero no tenía porque hacerlo no..
¡Claro que tenía que hacerlo!
Un lado de mi quería gritarle y reprocharle por su estúpido comportamiento pero el otro lado racional me recordaba que el y yo no manteníamos ninguna relación e incluso lo aleje de mi vida con la intención de evitar el dolor a toda costa.
Pero no sirvió de nada.
Haría como si no hubiera pasado nada.
Era lo mejor.
...
Jimin
Necesito hablar pronto contigo, es urgente.
Fruncí el ceño al leer dicho mensaje.
Hoy no tenía ánimos de ir a la empresa y mucho menos a acompañar a los chicos a sus eventos semanales, tampoco era obligación y por esta ocasión no iba a dejar que nadie influyera en mis decisiones.
No quería ver a nadie y por eso ignore su mensaje, tal vez después lo atendería.
¿Qué tan malo podía ser?
Al bajar las escaleras el sitio estaba en completo silencio, no había nadie en casa, todos se habían ido, me alegraba haberme despertado tarde, era casi medio día y tuve la suerte de no encontrarme con ese..
Olvídate de el.
Haciendo caso a mi mente salí de casa a tomar aire fresco, no duro mucho tiempo antes de que mi estómago rugiera, no espere mas y fui directo a la cafetería más cercana.
Valla sorpresa la que me lleve al encontrar dentro a Yugyeum.
- Hola ¿puedo sentarme? - inquirí en un tono juguetón-
- Ah.. si. - dijo seco, lo mire incrédula esperando a que este se dignara a mirarme y cuando lo hizo su expresión cambio por completo- ¡Noona! - se levanto enseguida mostrándome su sonrisa- ¿Qué te trae por aquí?
- Vine a comer. - pronuncié a la par que me sentaba en frente de el-
- Comerás conmigo ¿verdad? - cuestionó sonriente-
- Claro. - asentí- ¿Por que estabas tan serio cuando te hable?
Quería quitarme la duda.
- Ah.. eso. - arrastró las palabras con nerviosismo- Lo siento noona, no sabia que eras tu.
- No te preocupes, pero responde lo que te pregunte.
- Ah.. noona - suspiro antes de hablar- Una chica.. m-me rechazo.
Abrí los ojos sorprendida, no pensé que estuviera así por una chica, no parecía ser el chico que sufría por una.
- ¿Sabes que hay muchas chicas en este mundo verdad? - intente animarlo con la esperanza de que funcionará- No te sientas mal, encontrarás a alguien, ya lo veras.
Debería darme ese tipo de consejos a mi.
Que patética.
- ¿Estas segura de eso noona? - replicó cabizbajo-
- Lo estoy. -asegure con una sonrisa-
Iba a hablar pero los pedidos llegaron haciéndolo callar.
- Gracias. -dijimos al mismo tiempo-
- Noona.. -masculló- Creo que ya la encontré.
- Oh ¿en serio? - mencioné incrédula sin esperar lo que venia- ¿Y quién es?
No debí preguntar.
- Es usted.
...
Pase la tarde junto a Yugyeum con quien disfrute un pequeño paseo por la ciudad, en donde recorrimos lugares a los cuales nunca antes había ido, incluso fuimos a patinar en hielo, lo que siempre quise hacer, debo admitir que la pase bien con el a pesar de que todo el tiempo insinuaba que esto era una cita.
<Noona ¿le está gustando la cita?>
<¿A dónde más quiere ir en nuestra cita?>
<Sabes noona.. es la primera cita que tengo>
Le dije muchas veces que no era así, pero el seguía insistiendo con lo mismo, ese chico era obstinado y no le pude sacar de la cabeza esa idea, sin mas que haces decidí no seguir con el tema.
El cielo comenzaba a oscurecerse y el frió a ser más intenso, mis manos estaban frías y mi cuerpo sufría leves temblores.
- Ven.
El chico a mi lado había notado mi estado y sin previo aviso paso su brazo por mis hombros apegándome a su cuerpo.
- Oyee.. - quise reclamar pero me lo impidió-
- No hables, solo disfruta del calor que te doy. -sonrió-
De cierto modo sentía menos frío por el calor que emanaba su cuerpo, transmitiendolo al mio, no proteste, no me servia de nada seguir luchando con ese chico y termine cediendo.
- ¡Hasta que te encuentro! - exclamó un Jimin agitado, a su lado venía acompañado de Hoseok- ¿Dónde has estado?
Enseguida me separé de Yugyeum, no quería que me vieran en esa situación algo comprometedora.
- ¿Qué sucede? ¿p-porque están aquí?
- Te dije que tenía que hablar contigo, ni siquiera respondiste mi mensaje. - Jimin estaba alterado-
- Tranquilo ya la encontramos, ella nos ayudará. -ánimo Hoseok tocando el hombro de su compañero-
- ¿Qué pasa? no estoy entendiendo nada, explíquenme por favor.
- ¡Chicos! - a lo lejos se escucho una voz que reconocí al instante, poco a poco se fue acercando- Tampoco esta aquí, ya lo busque por todas partes. - se detuvo en frente de nosotros, también estaba agitado-
No había notado mi presencia.
Aún.
- ¿Quienes son ellos? - pregunto Yugyeum a mi lado confundido por la situación-
Lo olvide por completo.
Los tres chicos juntos dirigieron su mirada hacia el, captándolo y examinándolo como si de alguna especie nueva se tratara.
Demonios.
- Oh, ¿Quién es el T/N? - inquirió Hoseok con duda en su rostro-
Fui rotundamente influenciada por la presencia de Taehyung.
Tal vez después me arrepienta por esto.
- Es Yugyeum, mi novio.
Hágamos sufrir un poco a Taehyung.
¿Están de acuerdo?
¿Adivinaron el porque de la urgencia de Jimin por hablar con T/N?
En el siguiente capítulo se desarrollará y el drama estará latente 😎
No se olviden votar si les gusto ☆☆☆☆
Nota curiosa: Por si también les interesa Jimin les invito a leer mi otra historia <<Secuestro>>
Hasta pronto..
-Jaymy
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