Las lágrimas corrían por las mejillas de Amy mientras apretaba con fuerza las sábanas contra su pecho. La imagen de Sonic y Sally besándose en su propia casa la perseguía, grabándose a fuego en su memoria. Un dolor punzante le oprimía el corazón, una mezcla de traición, decepción y un amor no correspondido que ahora se teñía de amargura.

"¿Te amaba tanto Sonic, era necesario hacerme este daño?", se preguntó en un susurro ahogado. La noche anterior, que antes solo era un borroso recuerdo empañado por el alcohol, ahora se convertía en una pesadilla vívida que la atormentaría por siempre.

El 23 de marzo de 2018, en la ciudad de Panamá, Amy había tomado una decisión que cambiaría el curso de su vida. La sobriedad siempre había sido su mantra, pero esa noche, algo en ella la impulsó a romper con esa regla. Tal vez buscaba ahogar sus penas, olvidar por un momento el amor no correspondido que sentía por Sonic, su mejor amigo.

Con la mente nublada por el alcohol, Amy ideó un plan que, en su estado de ebriedad, le pareció perfecto. Se haría la desmayada y esperaría a que Sonic, fiel a su naturaleza heroica, la llevara a casa. En su imaginación, este acto de caballerosidad sería el inicio de una historia de amor.

Sin embargo, la realidad la golpeó con brutalidad. Al despertar, lo primero que vio fue a Sally Acorn, la rival por el afecto de Sonic, besándolo apasionadamente en su propia casa. La imagen la dejó petrificada, con el corazón roto en mil pedazos.

Las horas siguientes fueron un tormento. La vergüenza, la ira y la tristeza se mezclaban en un coctel de emociones que la consumía. Se sentía traicionada por Sonic, por Sally, por ella misma. ¿Cómo había podido ser tan ingenua?

A pesar del dolor, Amy se aferró a un último resquicio de esperanza. Tal vez todo había sido un malentendido. Tal vez Sonic no sentía nada por Sally. Tal vez...

Pero las palabras de Sonic, grabadas a fuego en su memoria, la devolvían a la cruda realidad: "Amy, eres mi mejor amiga, y siempre lo serás. Pero lo que siento por Sally es diferente."

Esa frase la condenó a una amarga realidad. Su amor por Sonic era un sueño imposible, una fantasía que jamás se haría realidad. Y ahora, la imagen de él besando a Sally la perseguiría por siempre, como un recordatorio constante de su amor no correspondido.