una y otra vez
—Cariño, despierta, tenemos que ir al médico.— habló Hyunjin besando los labios de Heejin, dándole unos buenos días.— Van a dar las nueve.— riendo, se sentó encima suya, trasero impactando con la pelvis de la mayor.
—Otro minuto más, amor...— cerró de nuevo los ojos, con la esperanza de que a Hyunjin se le olvidara la cita en el hospital.
Tres días habían pasado desde que volvieron a reconciliarse, esta vez prometiéndose por última vez que no se abandonarían nunca más. Hyunjin aceptó la propuesta de irse a vivir con Heejin, siendo ayudada de Jungeun y Mina para cargar con las cosas pesadas. A su misma vez, Wonho estaba buscándola por toda la ciudad, acosando a la pareja Kim con darles respuestas. O así mismo, Mina tuvo que denunciarle a la policía por haberse presentado varias veces en su casa, preguntando dónde estaba su esposa.
O como cuando Chaewon y su novia, Hyeju, le cerraron la puerta en las narices. Todas las amigas de Hyunjin sabían lo que había pasado, y le animaban a divorciarse de él. Fue una decisión muy precipitada, ya que no era la primera vez en pensárselo. Sólo faltó un último impulso para de verdad querer presentarle los papeles del divorcio. Al pegarle aquella mañana le abrió los ojos, pues tampoco le sorprendía su actitud.
Los últimos meses de matrimonio con Wonho fueron una pesadilla, entre ellas soportar maltratos psicológicos, físicos y verbales. Sabía que tenía que ser fuerte por Beomgyu, y ahora que estaba protegida por Heejin, no le hacía falta nada más que eso.
La castaña fue empujada del colchón que compartía con Hyunjin, a lo que se quejó cargándola y llevándole al sofá. Le puso ahí, mientras besaba a su amante. Bajo la mirada tierna y confusa de Beomgyu, la mayor se despegó de Hyunjin para cargar con el pequeño.
—¿Qué miras tanto, pequeñín?— rieron las adultas, viendo al retoño sonreír sin parar, aún en pijama.— Te haré tus gofres con azúcar y miel que tanto te gustan, así que cámbiate antes de que el malvado yeti venga a por ti.
Beomgyu se apresuró a ir a su habitación, mientras que su madre abrazaba por detrás a la tatuada. Analizaba cada dibujo que sus brazos tenía, y admiró los cientos que se había hecho en su honor. Besó su nuca para irse a cambiar, como su hijo.
Heejin preparó todo el desayuno y lo dejaba en la mesa, luego vertió leche y zumo en los vasos y llamó a sus dos amores a comer. Notó cómo el niño gritaba de alegría al oler los dulces gofres que le prometieron, mientras que Hyunjin se asomaba por el pasillo para abalanzarse a los brazos de la mayor.
La pelinegra envolvió la cintura de Heejin con sus piernas, haciendo el agarre más fuerte. Los labios de ambas se tornaron rojos e hinchados, de tanto usarlos para amarse. Se sentaron a comer luego de la escena romántica y comenzaron a comer todos juntos, riendo por los chistes que Heejin contaba.
Hyunjin no recordaba lo tierna y graciosa que era la convivencia con su novia. Acarició su mentón y sus manos, llevándole al infinito por lo suave que era su tacto. Heejin llevó los platos al fregadero, para que Hyunjin le enseñara a su hijo a cómo lavarlos.
Alrededor de diez minutos más tarde, Heejin apareció vestida con pantalones de paseo y una camisa negra. Amaba cuando se vestía así, pues siempre le llamó la atención el estilo semi-formal. Con la cadena de cruz que llevaba y los zapatos sin arrugar y limpios, les abrió la puerta a su familia.
Heejin había pedido dos días antes una muestra de maternidad, y ahora era el momento de descubrir la verdad sobre ella y Beomgyu. No iba a mentir, pues estaba más que asustada por los resultados.
Al subirse al coche, Heejin se ató el cabello con una goma, viéndose más joven de lo que parecía. Hyunjin notó el calor en sus mejillas al verla así, pues pudo apreciar mejor los tatuajes de su cuello. Eran unas inciales en la parte derecha; "H+H". Besó su mejilla sin avisar, provocando una sorpresa en la mayor.
Heejin se avalanzó a sus labios, dejándolos más húmedos. Beomgyu a su vez estaba jugando con su peluche en el sillín para niños, riendo al ver a su madre feliz. Aplaudió y Heejin arrancó el motor, yendo hacia el hospital clínico. Puso muchas canciones en su trayecto de veinte minutos hacia su destino, las cuales bailaron los tres en los semáforos en rojo.
Habiendo llegado, Heejin encontró un sitio al lado de la puerta y aparcó ahí. Bajando a Beomgyu de su silla, le cargó con sus brazos y le sonrió. Subiendo hacia la tercera planta, Heejin le informó de la cita que tenían y el encargado en mostrador les guio hacia la segunda sala.
—Por favor, tomen asiento.— les indicó la doctora, teniendo a una enfermera a su lado.— Me pueden llamar Seola, esta de aquí es la enfermera auxiliar Ryujin. Así que, cuéntenme el problema que tienen.
—Bueno, es bastante complicado doctora... Necesitamos hacernos una prueba de maternidad, ya que en el pasado sucedieron algunas cosas y queremos aclarar todo cuanto antes. Él es mi hijo Lee Beomgyu, yo soy Kim Hyunjin. Hace cinco años que él nació y está sano y fuerte... El problema es saber quién es su otro progenitor.
—Bien, entiendo... ¿Y usted que tiene que ver?— señaló a Heejin, quién tragó nerviosa.
—Mi nombre es Jeon Heejin, y la señora Kim y yo nos acostamos justamente hace cinco años, y ella se casó con su actual marido estando embarazada. Por lo que, tenemos certeza de que el niño es mío, no de su esposo.
—Vaya... Ya veo.— anotó en su libreta algunos apuntes.— Entonces necesitaré muestras de sangre de los tres y semen de usted, Heejin.— les sentó por fila para que Ryujin fuera limpiando sus entrebrazos. Beomgyu fue el primero en dejarse pinchar, por lo que se ganó un abrazo de su madre. La siguiente fue Heejin, notando que se iba a desmayar. Y por última fue Hyunjin, abanicando a su novia.— Ahora necesitamos que se meta en el baño de fuera y nos traiga una muestra de su esperma.
Heejin cogió el tarro pequeño y se fue hacia los baños siendo seguida por Ryujin. Al abrir la puerta, la enfermera se le acercó más cerca de lo que pensaba y sudó en frío.
—Una chica como tú deberá necesitar ayuda con eso, ¿no crees?— le puso un dedo encima, acariciando su pecho.
—Esto... No, no lo creo.— se apartó ligeramente, queriendo entrar sola.
—¿Segura?— se desabotonó dos botones de la camisa.
Heejin, alejándose de ella, vio al fondo a Hyunjin, con una cara no muy de amigos. La pelinegra le jaló del cabello a la enfermera, arrastrándola hacia la otra punta del pasillo. Bajo la mirada de algunos pacientes y visitantes de allí, Hyunjin volvió con su novia para meterla a la fuerza. Esta vez, se arrodilló con las manos en el pantalón de Heejin y se ató el pelo, como la contraria lo llevaba.
—Que sepa esa perra que toda esta polla es mía.— bajándole la cremallera, tomó el miembro con su boca y fue chupando y besando intensamente, logrando una erección en tan poco tiempo.— Q-Que esa furcia no se te acerque nunca más.— metió toda la longitud en su cavidad bucal, haciéndole un oral de muerte.
—¡Joder, sí!— cogió su cabeza para comenzar a meter y sacar su pene de la boca de su novia.— Mierda...— gruñó en voz baja, tomando de nuevo su pene entre sus manos. Comenzó a masturbarse viendo el dulce rostro de su pareja. Jugando con sus testículos, los pasó por la boca de su amada, la cual los cogió con sus labios hasta metérselos en su boca.
—¡Mmhmm! ¡Mierda, amor! Tu pene e-es tan grande...— quitándose la prenda de arriba, Hyunjin ahuecó sus tetas alrededor de la polla de Heejin, bajando y subiendo estas. Heejin estaba en el mismísimo cielo al notar cómo cada vez le hacían más cosquillas.— Mmmm, Jeon...
—Sigue así, o no dudaré en follarte esta noche. Te la meteré entera por ese coño.— escupió en su protuberancia y besó agresivamente a Hyunjin. De una estocada, volvió a introducir su pene en la boca de esta, embistiendo cada vez más rápido. La pelinegra notaba cómo se ahogaba cada vez que la enorme erección tocaba su garganta. Separó varias veces aquel miembro de su boca, tomándola con sus labios de nuevo.— Joder, voy a... Correrme, voy a correrme.
Heejin con mucho esfuerzo al sentir tanto placer, extendió su mano para tomar el tarro de muestras. Una vez lo tenía, apartó ligeramente a su novia y dejó que su semen acabara en el plástico. Sudando y teniendo las piernas temblando, lo cerró con la tapa y lo metió en la bolsa. Hyunjin le subió las prendas a Heejin, mientras se ponía las suyas de vuelta.
—Por haberte hecho este favor, esta noche te dejaré una sorpresa...— susurró la menor saliendo del baño, dejando a Heejin bastante desubicada.
Al volver a la sala de la doctora, Hyunjin ya estaba ahí jugando con su hijo, excusándose de haber ido a la cafetería. Claro estaba que el moretón en la frente de Ryujin decía todo lo contrario, mas no habló por haber sido humillada por Kim. Heejin le dio la bolsa a Seola, quien metiéndola en la centrifugadora examinó cómo los espematozoides corrían de un lado a otro.
—En unos veinte minutos tendremos los resultados. Teniendo la sangre de los tres y la eyaculación de Heejin, podremos saber si el ADN coincide con el del pequeño.
Beomgyu fue cargado por Heejin, mientras se iban a la sala de juegos de infantes hasta que los resultados salieran. Mientras, Seola salió con las pruebas para analizarlas en el laboratorio después de pasar por la centrifugadora. Pero, al dejar a Hyunjin y Ryujin solas en el cuarto, las cosas se comenzaron a complicar.
—¿Cómo?
—¿Perdona?— preguntó Hyunjin, dejando su bolso en la camilla.
—¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo te ligaste a la cantante más famosa del país?— se llenó de celos en su interior.— ¿Y cómo es que teniendo marido, te paseas como una fulana con ella? Si yo tuviera a Jeon Heejin en mi cama, te dejaría por mí.
—Primero, no te importa... Segundo, yo siempre fui una perra mala, y ya sabes lo que dicen de nosotras.— rio ligeramente, acercándose a la oreja de la enfermera.— Las perras malas como yo, conseguimos a los mejores pedazos. Y una furcia como tú no va a opinar sobre mi vida, ¿entendido, monada?— le dio dos cachetadas suaves, sonriendo sin parar.— Y que no se te olvide... Ella ama este coño, y el de nadie más.
Al llegar Seola, Heejin y Beomgyu, todos tomaron una postura recta, impacientes por saber el futuro de sus vidas. Heejin tomó la mano de su novia, mientras tenía a Beomgyu sentado encima suya.
—Bien, veamos lo que dice...— al ver a Seola abrir el sobre, la tatuada cerró los ojos fuertemente.— En caso de haber sido aporbada la prueba, se requerirán a ambos progenitores en juzgados para reconocer nacionalmente la paternidad sobre el retoño.— la doctora fue bajando su vista hasta encontrarse con lo que todos esperaban.— Cien por ciento compatible. Jeon Heejin y Kim Hyunjin, ustedes son las únicas y reales progenitoras de Lee Beomgyu.
algún comentario, ahora que sabemos que heejin es la madre de beomgyu¿?
me tiré como siete pedos mientras escribía esto, que hasta desperté a mi gato.
nos vemos dentro de dos años.
(mañana habrá capítulo, obvio bobos)
mención a mi pana LapapaAsesina, quien estuvo reclamándome poner sexo en mis historias.
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