༻𓊈𒆜4: Poker face 𒆜𓊉༺
Taehyung inspeccionó su atuendo de arriba hacia abajo en el espejo de cuerpo completo que pidió que pusieran en su camerino. Su cabello lucía un aspecto limpio y ordenado, dejando descubierta una parte de su frente al estar peinado para atrás, mientras algunos mechones caían de forma traviesa por los costados. Rara vez usaba ese tipo de look, pero para esta ocasión tan especial le pareció el más idóneo. De cierta manera, le otorgaba una apariencia solemne y formal. Además, para alguien como él, un actor y modelo de renombre, las primeras impresiones para con su público eran muy significativas.
Su vestuario se resumía en una camisa de color negro que enseñaba su cuello en el que una gargantilla de pequeñas perlas doradas destacaba, regalándole un lindo contraste con su elegante chaqueta de cuero brillante, la cual iba a juego con el pantalón oscuro del mismo material. Su calzado fue lo que escogió a último minuto al preferir la comodidad de unos tenis blancos de una marca de lujo, antes que unos zapatos que apretaran a sus pobres pies.
La conversación con Jimin en el desayuno fue demasiado agradable—exceptuando el pánico que lo invadió cuando vio el comercial de cierto alfa modelando para Calvin Klein—, pero que su mejor amigo lo acompañara a una sesión fotográfica para la nueva edición de la revista de Elle Korea, influyó a que sus ánimos se elevaran por los cielos.
Taehyung odiaba ir solo a ese tipo de compromisos desde que tuvo una mala experiencia en sus primeros años, cuando un fotógrafo se quiso pasar de listo con él, por eso, cuando Seokjin le dijo que no iba a poder acompañarle porque lo necesitaban en la empresa, su humor decayó en gran medida. Era una bendición contar con un alfa tan atento en su vida como lo era el bailarín, quien no se lo pensó dos veces para aceptar su invitación y transportarlo en su propio automóvil al estudio en el que se le tomarían las fotos.
Aquel trabajo fue muy entretenido para el omega que consiguió adueñarse de la cámara y ofrecer las mejores tomas en distintos ángulos al fotógrafo a cargo. Los preciosos outfits que se probó—cuatro en total—, favorecían cada uno de sus atributos; desde la cintura estilizada hasta el pomposo trasero, junto a sus piernas torneadas y cuello alto que resaltaba su perfecta y definida mandíbula.
Sin tomar en cuenta la majestuosidad de sus rasgos faciales masculinos, como sus cejas pobladas y nariz recta, y otros que eran delicados, como sus expresivos ojos avellana cubiertos por espesas pestañas. El maquillaje que pintaba sus párpados y pómulos era tenue, como más le gustaba, pues su estilo al natural era su favorito Cada vestimenta le aportaba distintos estilos que presumir en las portadas de las que sería protagonista. Algunos eran atrevidos, permitiéndole mostrar más de su piel tostada gracias a las transparencias o telas rotas, mientras los otros le daban una imagen tan tierna como lo era uno de sus apodos más usados por sus seguidores: oso de invierno.
Horas después el par de amigos almorzaron juntos en un local ostentoso de comida griega, cuando sus estómagos estuvieron saciados, Jimin dejó a Taehyung en su próximo destino en el que tendría que enfrentarse a ese trabajo que tan ansioso le puso desde que le informaron acerca de este. El actor revisó el fino reloj en su muñeca, comprobando que una vez era demasiado puntual como para llegar antes que su propio manager. Se dirigió al patio trasero del canal tras saludar a los guardias que le permitieron el ingreso al recinto, queriendo un momento a solas antes de que un mensaje o llamada de Seokjin buscándole para que lo arreglaran, le interrumpiera.
Cuando comprobó que no había nadie cerca—pues era fácil deducir que todos yacían muy concentrados en sus trabajos dentro del edificio de siete pisos—, el omega sacó un cigarrillo de una cajetilla que cargaba en uno de sus bolsillos junto a su respectivo encendedor. Quemó la punta y se lo llevó a los labios para darle una buena calada que aguantó por unos segundos; saboreando el toque mentolado del mismo, hasta soltarla con dirección al cielo sobre su cabeza.
Sus párpados se cerraron por inercia, mientras sus dedos apretaban la parte de la colilla con seguridad. El único sonido que inundaba sus oídos era el de la brisa que golpeaba su rostro, permitiéndole alcanzar esa calma que necesitaba para aquella entrevista. No obstante, su silencio fue cortado cuando una voz que a día de hoy distinguía con facilidad fue direccionada hacia su persona.
—No sabía que fumabas.
Ni un hola, peor dedicarle las buenas tardes. Tampoco es que al omega le pareciera mal, porque su inesperado acompañante podía ser informal con su persona si lo prefería así. De todos modos, su cara de póker no transmitía ninguna emoción que el alfa pudiera descifrar como para saber lo que pasaba por su mente.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí, Jeon.
Abrió solo un ojo, percibiendo como el vocalista se ubicaba cerca de él, pero a una distancia prudente porque estaba respetando su espacio.
—Sí, pero no sé por qué nunca te imaginé en esa situación —confesó.
—¿Acaso debo ser un omega recatado al que ni siquiera se le permite fumar? —inquirió con el ceño fruncido—. Eso es pura mierda, Jeon. Si en esas estamos, nunca pensé escuchar un comentario tan alfista de tu parte.
—Créeme que puedo ser todo menos alfista, Kim —Un suspiro escapó de sus finos labios, mientras rebuscaba algo en uno de sus bolsillos. Chasqueó la lengua cuando no lo encontró, pero no quiso verse afectado por ello—. Tal parece que nunca me dejaras terminar de hablar, porque amas sacar conclusiones precipitadas. No te estaba juzgando en lo absoluto, solo iba a decirte que también lo hago, aunque es solo cuando estoy sobre pensando mucho las cosas.
—Ya veo, discúlpame —pronunció en un hilo de voz, tras relamerse los labios—. Muchas veces digo cosas sin pensar cuando estoy nervioso, es un defecto en el que debo seguir trabajando.
¿En serio se disculpó?, Jungkook pensó para sí mismo. Quizá vendría el fin del mundo o tal vez su familia acertó con sus teorías sobre la actitud de Taehyung. Desconocía cuál era la respuesta correcta, aunque no sería tan desgraciado como para burlarse de él. Quería evitar discusiones a toda costa.
—No hay problema, solo deja que las personas te expliquen antes de emitir juicios de valor.
—Es una mala costumbre, lo siento —El omega pidió disculpas por segunda ocasión, encogiéndose de hombros antes de conectar sus iris avellana con los de color chocolate que brillaban por la impresión que le causaba oír esas palabras de la boca ajena—. Como ofrenda de paz, ¿quieres que te dé uno? — sugirió al sospechar que eso era lo que el alfa rebuscaba en su pantalón.
El actor era muy observador cuando se lo proponía.
—De acuerdo, no tengo mi vape conmigo, así que aceptaré con gusto.
Taehyung dio un asentimiento con su cabeza, pasándole un cigarro a Jungkook, quien lo tomó al instante. Sus dedos se rozaron el tiempo suficiente para sentir esa electricidad tan característica entre los dos. Alejaron sus manos con rapidez y desviaron la mirada hacia los arbustos que estaban a unos cuantos metros de ellos. Tan bonitos y coloridos, gracias a las pequeñas flores que creían entre sus ramas.
Jungkook pensó que se quedarían en silencio hasta que los llamaran, pero Taehyung decidió romper el hielo al instante. Sin embargo, lo hizo para distraer la sensación rara que provocó un leve rubor en sus mejillas de pan. El alfa no sabía nada de esto, aunque lo agradecía para sus adentros, porque estaba igual o peor que su acompañante. Las yemas de sus dedos seguían hormigueando por haber entrado en contacto con las impropias cuando le entregó el tabaco. Desistió de cualquier especulación que se le ocurriera al tomar una profunda calada, la cual fue soltando con mucha suavidad, a la par que escuchaba el próximo comentario del modelo.
—Lo cierto es que hago esto en las mismas situaciones que tú, sobre todo cuando la ansiedad me consume y necesito desestresarme. No me gustaría volverme dependiente, por eso trato de mantener mi angustia al margen.
—Quizá no somos muy distintos en ese aspecto.
—Así parece—concluyó y en ese preciso instante su móvil vibró, debía ser Seokjin—. Maldición, ni siquiera me terminé esto—. Como pudo, apagó el cigarro y tiró la colilla en el basurero del lugar. Acto seguido, le hizo una seña a Jungkook a modo de despedida —Nos vemos en un rato, ya me están buscando.
Y sin esperar una contestación, salió corriendo en la dirección contraria. Por cuestiones de tiempo, Taehyung ya no pudo indagar sobre la inesperada aparición del alfa en el mismo sitio que él, pero le fue sencillo suponer que le había sucedido lo mismo. Quería un poco de paz, sacándole provecho al hecho de que había llegado temprano, así fuera por unos efímeros minutos.
Tan equivocado no estaba, aunque Jungkook se decidió por seguir el camino a moras y fresas con violetas, ni bien puso un pie en el estacionamiento del canal de televisión. El dulce aroma que sabía le pertenecía al omega lo condujo al jardín trasero, dándole una imagen que no esperó ver, pero que no negaría le pareció muy atractiva.
El omega se encontraba arrimado a la pared, con la naturaleza del sitio a su alrededor y con los párpados cerrados, mientras expulsaba un poco del humo del cigarro que traía entre sus largos dedos de uñas perfectas.
En definitiva, Taehyung fumando era demasiado sublime, la elegancia que destilaba con un gesto tan banal como ese fue capaz de embelesarlo por unos segundos que le parecieron eternos. Un pensamiento muy idiota lo embargó, pero movió la cabeza de un lado al otro para disiparlo antes de que su lobo se pusiera intenso. Suficiente tenía con escuchar su voz en su cabeza cuando por tantos años estuvo en completo silencio.
Fantasear con ellos pasándose el humo era un despropósito.
Sin tenerle miedo a nada, Jungkook se le acercó y le habló, pues este era el primer paso para que se acostumbraran a la compañía contraria. O esa era su intención, porque no pensó que sería tan limitada como para intercambiar tan pocas palabras.
Cinco minutos después, él también se ponía en marcha al interior del edificio para que lo arreglaran, manteniendo el mismo deseo del omega sobre esta entrevista, es decir, que todo saliera de acuerdo al plan. No podían permitirse fallar o quedarían peor.
Justo ahora el actor se encontraba esperando a que lo llamaran, mientras practicaba en su mente el monólogo que debía decir en voz alta cuando lo interrogaran. Taehyung hubiera continuado ensimismado en su propio mundo, repitiendo unas palabras en su mente como un mantra, mientras sus ojos seguían perdidos en algún punto del reluciente espejo, de no ser por qué una beta le dio la indicación de que saliera de la habitación. Inhaló por la boca y se dispuso a obedecer la orden que le dieron.
Caminó y caminó por el largo pasillo que lo llevaría hasta el estudio del programa en el que este gran problema inició, el reconocido Entertainment Weekly. Antes de que pudiera saludar al staff presente y al otro entrevistador recurrente del show, pudo olfatear ese delicioso aroma a ginebra, jengibre y un toque de limón que extasiaba a su lobo interno. El mencionado ya se hallaba ronroneando por el regocijo que le causaba gozar por fin de una fragancia al natural.
Giró su cabeza y finalmente lo vio; a unos metros del sitio en el que estaba, Jeon Jungkook ingresaba por el otro lado del set. Lucía demasiado atractivo en esos vaqueros ajustados y esa camiseta negra con un diminuto logo de CK que dejaba a la vista su brazo cubierto de tatuajes. Alfa y omega de raza pura cruzaron sus miradas de forma fugaz, pues los managers de ambos les llamaron la atención para que se acercaran y se saludaran antes que a cualquier otra persona.
A fin de cuentas, ese detalle formaba parte del teatro que montarían frente a cámara. Y es que a Namjoon y a Seokjin no se les ocurrió mejor idea para apaciguar las aguas que conseguir una entrevista para que sus dos artistas mostrarán al público lo bien que se llevaban; usando algunas técnicas demasiado improvisadas para el alfa y omega, pero que suponían funcionarían muy bien.
—Hola, Jungkook.
El tono de voz empleado por el omega era calmado, comparable a una caricia para el sentido auditivo del alfa, quien optó por corresponder de la misma manera como si hace una hora y media no se hubieran visto. Para ser honestos, nunca se habían saludado como la situación lo ameritaba, así que esto les caía como anillo al dedo. Igual fingir se les daba de maravilla.
—Hola, Taehyung.
El vocalista de Liberté extendió su mano en un gesto de amabilidad y cortesía, por lo que el actor no demoró en tomarla y darle un suave apretón. Una corriente eléctrica recorría los cuerpos de los involucrados cada vez que sus dermis entraban en contacto, aunque como siempre trataban de ignorarlo. Algunos murmullos se escucharon en el estudio y desde ese instante supieron que quizá la idea descabellada de los alfas a cargo de sus carreras no era tan loca como parecía. Los susodichos también se dedicaron unas palabras antes de sonreírse como idiotas enamorados, según el dúo de artistas, quienes estaban muy seguros de que ese par se gustaron tanto desde que se vieron como para ser cero disimulados.
Jungkook y Taehyung se quedaron uno muy cerca del otro, procurando no mirarse mucho durante el proceso de saludar al personal que les daría las respectivas indicaciones para que la grabación fuera amena y productiva. La particular pareja fue ubicada en un sillón demasiado estrecho para su gusto, pero deducían que eso formaba parte del plan de sus managers de hacerlos lucir como amigos de toda la vida. Sus piernas se rozaban y la sensación era incómodamente placentera, pero claro, por más que hubieran dedicado la paz entre los dos, seguían marcando un límite que pensaban no cruzar, a menos que les tocara hacerlo porque tenían cámaras encima de ellos.
Unos betas que se desempeñaban como maquillistas dieron los últimos retoques al alfa y al omega y sus representantes a la lejanía les hicieron señas que indicaban que les estaban deseando suerte para lo que harían a continuación. Estos solo sonrieron y concentraron su atención al alfa que se encontraba frente a ellos para empezar con la entrevista que resultaría polémica para los dos fandoms que jamás imaginaron la posibilidad de ver a sus ídolos juntos.
El director ordenó que el presentador fuera enfocado para que diera una introducción, la cual fue corta, pero precisa por el simple hecho de que quería aprovechar al máximo el tiempo que Vante y Gguk—las estrellas del momento—les darían. Todos los ejecutivos del canal ya se imaginaban el éxito y el rating que conseguirían. De seguro sería de sus programas más vistos, pues las redes sociales se descontrolarían. El presentador, que vale aclarar era un alfa, no demoró en presentar con carisma a cada uno de sus invitados especiales, exponiendo algunos de sus logros y, sobre todo, mencionando el problema que los había traído a Entertainment Weekly con el objetivo de anunciar una exclusiva muy importante. Alfa y omega lucían muy cómodos, asintiendo a lo que el hombre decía y soltando uno que otro comentario para secundar sus palabras.
—Hace unos días, nuestro querido Vante expresó aquí mismo que no conocía a Ggukk, una declaración que impresionó a más de uno, pero lo que nos resultó más impresionante a todas las personas que conforman este programa, fue recibir la noticia de que contaríamos con su grata presencia. ¿Quieren decirnos más al respecto?
—Por supuesto que sí —Taehyung tomó el mando de la situación sin pensarlo, porque sabía que él fue el que generó la polémica y debía aclarar algunos puntos antes de soltar la bomba que lo involucraba con Jungkook—. Primero, quiero aclarar que cuando dije que no conocía a Gguk fue por una muy buena razón, nada mal intencionado, pero como siempre, las personas se precipitan y las cosas se ponen intensas en redes sociales.
Vaya ironía que eso saliera de su boca, cuando él mismo fue demasiado rudo con el aludido.
—Puedo confirmarlo —alegó el alfa de cabellos azabaches, apoyando al omega a su manera. Sus comentarios eran conocidos por ser muy acertados, sin importar la gravedad de la situación. Se podría decir que era parte de su encanto—. Para la próxima, tómense las cosas con calma y no ataquen por atacar, ¿sí?
—Dicen que no se conocen mucho, pero puedo notar una bonita complicidad entre los dos.
Ese comentario, la pareja ya se lo esperaba desde que el programa comenzó, pues el hombre ya tenía conocimiento de la "mentira blanca" que soltarían, aunque desconociera que no era verdad. Namjoon, Seokjin, sus respectivas agencias, la banda de Jungkook, Jimin y ellos mismos eran los únicos que sabían que esto era un invento para disipar el disturbio generado sin querer.
—Si ya lo has notado, quizá sea momento para darles la noticia, ¿no lo crees?
Jungkook buscó la mirada de Taehyung por primera vez en lo que iba de entrevista, sonriéndole con esa coquetería tan característica de su personalidad. El omega tampoco pensaba quedarse atrás, por lo que imitó el gesto, luciendo tan receptivo a las acciones amistosas del alfa.
—Claro, sería maravilloso —confirmó, sin despegar sus bonitos orbes avellana de los de tono chocolate —. Permíteme, por favor.
El líder de Liberté hizo un ademán, concediéndole la palabra para que informara al público acerca de la exclusiva que los tendría pegados a las distintas pantallas en las que pudieran ver la transmisión de Entertainment Weekly. El actor les recordó a los televidentes que las filmaciones de su próximo drama, en el que encarnaría a un omega con el sueño de ser una estrella del rock, estaban a la vuelta de la esquina; además de ser la primera vez en la que estaría en un papel de ese tipo, por lo que sería una experiencia muy diferente a todos los trabajos que hizo en el pasado. Sin embargo, tomó una bocanada de aire antes de revelar la información que se regaría como pólvora cuando todos se enteraran.
—Por esa razón, mi equipo decidió conseguirme a la persona más capacitada para ayudarme a personificar este papel. Es decir, a Gguk-ssi, el mayor exponente en su género en la actualidad.
—¡¿Qué?! ¡Wow, esta es una noticia espectacular! —El alfa que se desempeñaba como conductor se llevó la mano a la boca, garantizando que su actuación luciera real por el impacto que supuestamente la noticia le generaba—. ¡Estas primicias solo las obtienen aquí!
—Así es, debe ser una gran sorpresa para muchos —intervino Jungkook con positivismo, aunque supiera que daban esta declaración en dicho programa solo porque fue el sitio en el que el escándalo se suscitó—. Ahora comprenden la razón por la que no salí a hablar del tema, pues ni Vante-ssi, ni yo queríamos arruinarles la sorpresa.
—Comprendo, entonces se podría decir que Vante-ssi quiso desviar la atención, porque mi compañera adivinó lo que sucedería entre ambos, ¿verdad?
El hombre evidenció, procurando que la información no se malentendiera de ningún modo.
—No pudiste decirlo mejor —concordó Taehyung, moviendo su cabeza para demostrar lo apropiada que le parecía la respuesta ajena—. Nunca me imaginé que decir que no lo conocía generaría tantos problemas, pero no se me ocurrió otra cosa para que nadie sospechara lo que traíamos entre manos, porque nosotros ya nos conocíamos con anterioridad desde que nos informaron de nuestra colaboración.
—Ya veo. Igual esto les sirvió como una campaña de marketing para que más gente se enterara de quienes eran ustedes, ¿o no, Gguk-ssi?
Jungkook se mostró sereno ante ese comentario que fácilmente podría hundirlo si no respondía de una forma inteligente. Era típico en programas como estos que los presentadores metieran a sus invitados en encrucijadas, pero él no era ningún novato que se dejaría amedrentar. Sabía manejarlo y daría una respuesta que dejaría al público conforme.
—Es algo que no se podría negar, no somos ciegos ante el impacto que causó. Cuando este tipo de situaciones se dan, vienen tanto cosas buenas como malas, por lo que hay que tomar responsabilidad y actuar de forma coherente.
—Sí, pero al ver que eso atrajo mucha atención para el drama, fue cuando decidimos adelantar esta charla —El actor recalcó con determinación, esperando que este discurso en serio sonara convincente y los dejaran en paz. La contestación de su acompañante ya había sido demasiado buena, por lo que confiaba en que sus palabras fueran el cierre ideal del tema.
Tenían varios meses de trabajo por delante y lo menos que quería es que cada que entrara a una red social le recordaran lo sucedido por abrir la boca sin pensar. Cuando sus managers los instruyeron para hacer estas revelaciones se sintió un poco mal por prestarse para algo como esto, sin embargo, era bien sabido que en la industria muchas veces se mentía o se acomodaban ciertas cosas a conveniencia para disimular el peso de escándalos.
Jungkook compartía su mismo pensamiento, pero al igual que él había aceptado porque no era una mentira grave o que dañara a alguien; simplemente se trataba de un método para sacarse de los apuros que les dio esta cancelación masiva.
—Podríamos describirlo como un experimento social que ninguno de los dos planeó, pues no imaginamos que nos veríamos involucrados en esta situación —El vocalista bromeó como solía hacer en las entrevistas que daba, escuchándose despreocupado al respecto. Un hecho que reafirmaría su sentir ante este escándalo—. Además, quiero comentarles que esta colaboración es muy importante para mí y mi banda porque las canciones que escucharán en el drama serán interpretadas por nosotros y por Vante.
—Eso mismo, así que esperamos su apoyo incondicional a mi actuación y al talento de Liberté, quienes me guiaran en el mundo de la composición e interpretación de buena música.
El omega no negaría que eso si le hacía ilusión, pues sabía lo mucho que sus seguidores amaban cuando cantaba, pero ninguna de las canciones que grabó para sus dramas anteriores fueron producto de su creatividad. Así que, se esforzaría al máximo y gozaría de la experiencia de plasmar sus pensamientos y sentimientos por medio de un arte tan hermoso como lo era la música.
—Es como dice, Vante-ssi. Gracias a este trabajo nosotros también nos estamos convirtiendo en muy buenos amigos.
—Sí, nos estamos llevando de maravilla.
Alfa y omega se dedicaron otras sonrisas para cerrar con esa parte del tema, sin esperar el siguiente comentario que lanzaría el entrevistador.
—Eso es lo importante. Gguk-ssi te instruirá a la perfección, así que no tienes que preocuparte por no estar a la altura de un papel como este, Vante-ssi. Los alfas siempre serán los mejores maestros y los omegas unos aprendices fantásticos, ya es tradición entre ambas castas.
Taehyung juró que le daría un tic en el ojo, pero se esforzó en no dejar de sonreír. Era una desgracia que a día de hoy se siguieran normalizando esos comentarios que tenían un toque alfista, por más que el tema de las jerarquías ni siquiera viniera al caso como en esta ocasión. En otras circunstancias, soltaría un comentario mordaz para darle una bofetada con guante blanco al presentador, porque los omegas podían ser igual de buenos que los alfas en lo que se propusieran. Ambas jerarquías eran capaces de aprender la una de la otra, ninguna era más, ni tampoco menos. Ya no estaban en el siglo pasado para seguir pensando así. Se calló la boca para no armar otro escándalo en tan poco tiempo, ni otro dolor de cabeza a Seokjin. Sin embargo, no vio venir que otro sería el que no podría mantenerse en silencio.
—Dudo que sea el caso, independientemente de mi ayuda, estoy seguro de que Vante-ssi haría un trabajo fenomenal con su papel —puntualizó con cierto toque de orgullo que desató unas extrañas sensaciones en el pecho del joven de cabellos dorados. Era lindo que el alfa dijera eso, su lado omega estaba complacido—. Y como anécdota que nadie pidió, pero que me gustaría contar, varias cosas las aprendí de mi madre omega, por lo que difiero de la idea de que solo los alfas son buenos enseñando.
—¡Ohh, por supuesto! ¡No era mi intención dar a entender otra cosa! —prometió, trastabillando en algunas palabras por los nervios que lo atacaron al analizar lo dicho—. Todos podemos aprender de todos, eso sería lo ideal.
El presentador le regaló una sonrisa avergonzada a Taehyung luego de que por una milésima de segundo lo dicho por Jungkook lo dejara con un semblante incómodo. El omega no conocía de nada a ese alfa perteneciente al equipo de Entertainment Weekly, por lo que no se esperó un comentario de esa índole, así que le era inevitable no sentir fastidio.
Acto seguido, la conversación pasó de ese tema y continuó con detalles más específicos sobre la que sería la colaboración más importante en la actualidad. Media hora después, el staff agradecía a Jungkook y a Taehyung, y ellos correspondían con gusto, hasta que el presentador se les acercó para despedirse y dedicarles unas palabras de agradecimiento.
—Gracias por regalarnos tiempo de su ocupada agenda y una entrevista tan fructífera. Ha sido un gusto conocerlos, pues soy nuevo en este medio.
—No hay de qué, fue un gusto—Jungkook le restó importancia, aunque todavía no se le quitaba el mal sabor de boca que sus palabras sobre el omega le habían generado. No existía otra cosa que le jodiera tanto como los comentarios con tintes alfistas, porque desataba su instinto protector.
Su madre omega era excepcional y su madre alfa no se le quedaba atrás. Ambas criaron con excelentes valores a su hermana y a él, enseñándoles a respetar y ver como sus iguales a la casta que algunos seguían tratando como los más débiles, porque no servían para otra cosa que no fuera criar hijos y ser sumisos con sus parejas.
Taehyung se mantenía callado, esforzándose en no soltar la lengua como tanto quería. Deseaba ser igual o más rudo que nunca antes, porque le jodía mucho cuando subestimaban a su casta en sus propias narices. "Ten cuidado con tus comentarios, porque no sé cuál era tu verdadera intención con esto. Agradece que te salvaste de quedar como un alfista frente al público fuera broma o no". Eso fue lo que quiso expresar, pero tan solo reprimió sus ganas antes de murmurar unas palabras amables y despedirse sin esperar otra respuesta de ninguno de los alfas a su alrededor.
No estaba pensando correctamente, quería alejarse de ahí antes de complicarse la vida una vez más. Lástima que, para esta ocasión, el omega tendría a alguien dispuesto a lidiar con su coraje.
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Taehyung escuchó a lo lejos que Seokjin lo llamaba, pero no detuvo su andar por nada del mundo. Necesitaba ir a la privacidad de su camerino para relajarse mientras contaba hasta el número cien o en el peor de los casos hasta el mil. Cuando llegó a su destino, abrió la puerta de un solo golpe, pero antes de cerrarla con la misma fuerza, una mano sostuvo su muñeca con cuidado.
El omega ladeó la cabeza por la impresión, pues no sintió a nadie a sus espaldas. En serio estaba ofuscado como para bajar la guardia de esa manera.
—¿Qué crees que haces? —gruñó, con esa mirada intensa, que podría traspasarle la cabeza a cualquiera.
—Vamos adentro, por favor—demandó con cuidado y Taehyung se quedó en silencio, permitiéndole a su acompañante dirigirlo hacia el interior de la amplia habitación.
—Se puede saber...
Una vez más el ceño fruncido se apoderó de las facciones del actor. Su cuerpo se puso tenso y su mal humor empezó a burbujear con intensidad en su pecho. De la que se salvó ese alfa al estar incapacitado de responderle con dureza sobre sus comentarios estúpidos.
—¿Qué pretendo? Ayudarte.
La determinación fulguraba en los grandes orbes chocolate.
—No recuerdo haberte pedido ayuda—contestó de forma escueta, regulando el tono de su voz—. Ni siquiera comprendo la razón por la que me seguiste hasta acá, creo que pudiste notar que necesito un poco de tiempo a solas.
—Lo sé, no soy ciego—aceptó, ignorando el primer comentario crudo salido de esa boca a la que no le podía quitar la vista de encima, aunque nadie tenía que saber esa información—. Mi presencia aquí te garantizará paz y no problemas. No olvides que las paredes tienen ojos y oídos cuando les conviene.
Tras esa declaración, Taehyung exhaló y dejó su posición defensiva al percibir lo que el alfa quería transmitirle con esas palabras. Se suponía que ambos se estaban llevando bien, así que esa imagen debía mantenerse hasta el último minuto. Debido a su enojo con el presentador, quiso escaparse de ahí para no dejarse llevar por la tentación de responderle cuando se suponía que debía quedarse un tiempo más junto a Jungkook para continuar con el teatro de compañeros comprometidos el uno con el otro. Por ese motivo, Seokjin gritó su nombre con un toque de desesperación, pues casi la jode una vez más por su impulsividad.
—Maldición, es verdad —Se pasó una mano por el cabello, con la mirada perdida en otro lugar que no fuera el rostro del vocalista de Liberté. No quería toparse con una expresión juzgadora por parte de su acompañante.
Taehyung seguía estando tan equivocado con Jungkook, pero más temprano que tarde abriría los ojos. A fin de cuentas, el alfa le había demostrado que las palabras que le dijo cuando compartieron un cigarrillo fueron verdad. Sabía que no era justificación tener un carácter de mierda, aunque en esta ocasión la provocación fue mucha como para no amargarse.
Cuantas veces no lo hicieron de menos por ser omega, pero él logró hacer tragarse sus palabras a las personas que creyeron que no llegaría a ningún lado sin abrirse de piernas para conseguir sus metas. Muchos productores le ofrecieron maravillosas propuestas por una sola noche, pero Taehyung era osado y muy trabajador. No le importó desvelarse, no comer o no aprovechar su tiempo libre en actividades banales como otros jóvenes hacían, mucho menos sacrificar otras cosas cuando se propuso ser alguien en esta industria. Eventualmente, lo consiguió con esfuerzo y eso era algo que nadie le podría quitar.
Era inspiración para otros, cosechó éxitos y su nombre perduraba a pesar de los años. Seguía siendo relevante y eso le enorgullecía. Porque él creyó en sí mismo cuando nadie más que Seokjin lo animó a continuar con cada una de sus metas. Su cara de póker era su sello personal cuando se cruzaba con la gente que lo minimizó o que solo lo vio como una cara bonita con cero talento, aunque no negaría que también la usaba como escudo con personas a las que todavía no les tenía confianza.
Era un lobo solitario. Quizá incomprendido por muchos, pero el omega no era mala persona. Lo único que deseaba era protegerse y ahorrarse varias decepciones. Poco a poco cierto alfa aprendería a leerlo como la palma de su mano, queriendo cuidarlo como su más bello tesoro.
—Me alegra que lo entendieras, mi intención no era incomodarte. Entiendo que te molestara lo que ese alfa dijo, porque a mí también me fastidió, por eso decidí responder por ti —reveló, arriesgándose a poner una mano sobre el hombro ajeno. Jungkook se alegró inconscientemente al no percibir ningún gesto de rechazo, pues en serio quería esforzarse en mantener la paz con Taehyung. Se lo prometió a su familia y a él mismo para disfrutar de este trabajo que tenían que ejecutar—. Pude percibir como tu aroma se tornaba amargo por unos segundos, ya sabes, es más fácil para alguien que también tiene un lobo puro. Respira y salgamos para que nos vean interactuar un poco más antes de irnos. Tal vez unas fotos juntos ayuden.
Al no obtener ninguna contestación, pues el omega seguía sin verlo a la cara, Jungkook optó por alejar su mano y darle su espacio para no agobiarlo. No obstante, los buenos reflejos de Taehyung le permitieron colocar su diestra sobre la ajena, mientras levantaba la cabeza y sus ojos cubiertos con densas pestañas lo analizaban con profundidad.
—Yo debo agradecerte por eso— Kim se sinceró, soltando una suave exhalación por la nariz sin romper el contacto visual—. Si no hubieras intervenido, la historia sería muy distinta y eso nos habría traído más problemas que soluciones.
¿En serio le estaba agradeciendo? Ese era un gran avance. Ya solo faltaría una disculpa por lo que le dijo cuando lo conocía en persona, porque seguía sosteniendo que fue injusto con él, pero tal vez eso era mucho para un solo día. Igual la paciencia era una de sus cualidades.
El lobo interno de Jeon ronroneó por lo bajo, obligando a su organismo a expulsar feromonas que la parte humana no logró contener al estar tan distraído con el actor. Quería darse una bofetada, no comprendía las acciones de su lado animal. Cada día actuaba más extraño, pero el alfa quería aferrarse a la idea de que fue una reacción natural al querer consolar al omega como solía hacer con su hermana, quien siempre le había dicho que su aroma la adormecía. Para su sorpresa, Jungkook atestiguó un semblante más relajado en Taehyung luego de esa acción. Sus ojos lucían adormilados, y creyó escuchar un gruñido de placer muy por lo bajo.
¿Qué carajos fue eso?
Antes de conseguir una respuesta lógica, Taehyung quitó su mano y movió la cabeza, obligándose a salir del trance en el que estuvo por unos segundos al deleitarse con la fragancia ajena. Como ya se le haría costumbre, no le dio importancia y regresó a su actitud usual: la del omega serio y de pocas palabras.
—No fue nada, sentí que era lo correcto.
—Entonces vámonos. No alarguemos más nuestro escape o se harán ideas raras.
Jungkook pasó saliva, percibiendo como el calor subía a sus mejillas, mientras veía cómo Taehyung se alejaba para abrir la puerta y encaminarse al estudio por segunda ocasión.
Maldita imaginación, no debió crear una imagen mental tan vivida de ellos dos, haciendo algo indebido en este camerino. Mierda, quizá le hacía falta una buena ducha con agua fría o distraerse con alguien para no dejarse llevar así. Negó con la cabeza y siguió a su acompañante con unos cuantos segundos de diferencia.
Ese omega era prohibido, y el alfa dudaba siquiera ser correspondido. Su inicio fue malo, y su presente era incierto. Con suerte, podrían volverse buenos amigos. Eso le bastaba y le sobraba. Hoy consiguió calmarle y hacerle notar que no era como creía, así que con eso se daba por servido.
Solo el tiempo diría cómo su relación poco profesional se desarrollaría.
Continuará...
Volví, ya extrañaba estar aquí. Espero les haya gustado mucho. Capítulo nuevo para pasar la tristeza de nuestros chicos en el sm.
¿Qué les parecieron las nuevas interacciones de Tae y Koo? ¿Se lo esperaban o creían que su relación seguiría siempre tensa? Los leo.
Nos vemos pronto en la próxima actualización, gracias por el apoyo.
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